Caracterizacion Morfofuncional de los adolescentes de 12 a 14 años (página 2)
Enviado por Yerandy Barbosa
Los cambios físicos que ocurren en la pubertad son los responsables de la aparición del instinto sexual. En ésta etapa su satisfacción es complicada, debido tanto a los numerosos tabúes sociales, como la ausencia de los conocimientos adecuados acerca de la sexualidad. Sin embargo, a partir de la década de 1960, la actividad sexual entre los adolescentes se ha incrementado. Por otro lado, algunos adolescentes no están interesados o tienen información acerca de los métodos de control de natalidad a los síntomas de las enfermedades de transmisión sexual. Como consecuencia de esto, el numero de muchachas que tienen hijos a esta edad y la incidencia de las enfermedades venéreas esta aumentando. Identidad sexual
La orientación sexual del adolescente, al margen de las prácticas que puedan haber existido inicialmente, puede dirigirse hacia personal del mismo sexo del propio sexo o hacia actividades sexuales peculiares. La homosexualidad no es una enfermedad ni un vicio, sino una particular orientación del deseo ante la que hay que dejar de lado todo el prejuicio moralizante y toda idea preconcebida.
La relación sexual, en el ser humano, no se limita a un comportamiento encaminado a la reproducción, sino que pone en juego un profundo intercambio de deseos y peculiaridades individualidades. Durante la adolescencia, el deseo sexual de los jóvenes puede verse afectado por tendencias particulares (fetichismo, sadismo, masoquismo), exactamente como sucede con los adultos.
Al analizar la sexualidad de los jóvenes durante la adolescencia hay que referirse, casi siempre, a prácticas más que tendencias. Su verdadera definición sexual puede discurrir por causas muy distintas a determinadas conductas específicas que de forma ocasional puedan aparecer. Nada esta consolidado en ellos ni nada es aún definitivo.
Cambios psicológicos en el adolescente
La adolescencia es quizás la época más complicada en todo el ciclo de la vida humana. Los adolescentes son muy conscientes y están seguros de que todo el mundo los observa, entre tanto, su cuerpo continuamente los traicionan; sin embargo la adolescencia también ofrece nuevas oportunidades que los jóvenes abandonan de diferentes maneras. No sabemos porque la maduración comienza cuando lo hace, ni podemos explicar tampoco cual es el mecanismo exacto en la que la desencadena, solo sabemos que a cierta edad determinada por factores biológicos esto ocurre. Todos estos factores ayudan de una manera u otra a crear responsabilidad en cada joven, lo que hace temprana o tardíamente que este obtenga una maduración intelectual que le hará abrir la memoria y pensar mejor las cosas antes de actuar. Maduración temprana o tardía en los varones: Una investigación ha encontrado que los varones que maduran rápido son equilibrados, calmados, amables, populares entre sus compañeros, presentan tendencias de liderazgo y son menos impulsivos que quienes maduran tarde. Existen aspectos a favor y en contra de ambas situaciones; a los muchachos les agrada madurar pronto y quienes lo hacen parecen beneficiase en su autoestima, al ser más musculosos que los chicos que maduran tarde, son más fuertes y tienen mejor desempeño en los deportes y una imagen corporal más favorable. Sin embargo la maduración temprana tiene complicaciones porque elige que los muchachos actúen con la madurez que aparentan. Quienes maduran más tarde pueden ser o actuar durante más tiempo como niños, pero también pueden beneficiase de un tiempo de niñez más largo. Maduración temprana o tardía de las niñas: A las niñas no les gusta madurar pronto; por lo general son más felices sin no maduran rápido ni después que sus compañeras, las niñas que maduran pronto tienden a ser menos sociables, expresivas y equilibradas, son más extrovertidas, tímidas y tienen una expresión negativa acerca de la menarquia. En general los efectos de la maduración temprana o tardía tienen mejor probabilidad de ser negativos cuando los adolescentes son muy diferentes de sus compañeros bien sea porque están mucho o menos desarrollados que las otras. Estas niñas pueden reaccionar ante el interés de las demás personas acerca de su sexualidad, por consiguiente los adultos pueden tratar a una niña que madura pronto con más rigidez y desaprobación. Interés por la apariencia física: La mayoría de los adolescentes se interesan más en su aspecto que en cualquier otro asunto de sí mismos, y a muchos no les agrada lo que ven cuando se ven en el espejo. Los varones quieren ser altos, anchos de espalda y atlético; las niñas quieren ser lindas, delgadas, pero con formas, y con una piel y un cabello hermoso, cualquier cosa que haga que los muchachos atraigan al sexo opuesto. Los adolescentes de ambos sexos se preocupan por su peso, su complexión y rasgos faciales, lo que trae como consecuencia biológica y hasta trastornos psicológicos la aparición del desorden en la salud como desnutrición, descuido del peso (falta de autoestima) anorexia, bulimia, y hasta abuso de alcohol, drogas y otros vicios. Las chicas tienden en ser menos felices con su aspecto que los varones de la misma edad, sin duda por la gran énfasis cultural sobre los atributos físicos de las mujeres. Cuándo a los adolescentes se les pregunta ¿qué es lo que no te gusta de tu cuerpo?. Generalmente los varones responden nada, mientras que las niñas responden una serie de aspectos que en realidad odian; cuestión que debe ser tratada como tema de autoestima para evitar trastornos psicológicos futuros.
Desarrollo de inteligencia
Durante la adolescencia no se producen cambios radicales las funciones intelectuales, sino que la capacidad para entender problemas complejos se desarrolla gradualmente. El psicólogo francés Jean Piaget determina que la adolescencia es el inicio de la etapa del pensamiento de las operaciones formales, que pueden definirse como el pensamiento que implica una lógica deductiva. Piaget asumió que esta etapa ocurría en todos los individuos sin tener en cuenta las experiencias educacionales o ambientales de cada uno. Sin embargo en los datos de las investigaciones posteriores no apoyan esta hipótesis y muestran que la capacidad de los adolescentes para resolver problemas complejos está en función del aprendizaje acumulado y de la educación recibida.
La inteligencia sometida.
Muchos de los conflictos que vive el adolescente, por no decir todos, sin excepción, constituye episodios absolutamente normales dentro del mismo proceso evolutivo impuesto por el desarrollo del individuo. Esta normalidad sin embargo, no evita que los adolescentes vivan esta etapa con incertidumbre y ansiedad. Así los brotes de emotividad las crisis internas, acompañados por los cambios físicos y hormonales propios de la edad, en estos momentos van ha tener una gran incidencia en el rendimiento intelectual. Los maestros y profesores, sobre todo, saben perfectamente que suele ocurrir en estas edades. Los alumnos que hasta la fecha habían venido trabajando con resultados más que excelentes, demostrando en cada etapa un nivel óptimo de inteligencia, de repente entran en una fase de desconcierto y retroceso, tienen dificultades de comprensión y concentración en clases y para realizar las tareas escolares en casa.
Explicación: aunque los conflictos que vive el adolescente constituyen episodios inevitables en el desarrollo del ser humano, los jóvenes sucumben temporalmente a la incertidumbre y a la ansiedad. En semejante situación reaccionan poniendo en juego sus recursos cognitivos, que al ser desviados de su función original disminuye temporalmente las facultades del individuo. Durante algún tiempo, los adolescentes de ambos sexos deberán poner en juego toda su capacidad intelectual para afrontar y resolver los inevitables conflictos que conllevan la adolescencia.
Desarrollo afectivo
Tras el período turbulento de la preadolescencia, la conducta de los jóvenes suele sosegarse. Las relaciones familiares dejan de ser un permanente nido de conflictos violentos y la irritación y los gritos dejan paso a la discusión racional, al análisis de las discrepancias y hasta a los pactos y los compromisos. Esto significa que el adolescente ha conseguido librar con éxito el postrer combate contra las exigencias libidinales infantiles, de las que no obtiene ya satisfacción, y está dispuesto a afrontar las dificultades que conlleva su nueva condición, por fin plenamente asumida, de joven adulto. A partir de este momento, el conflicto se desplaza desde la ambivalencia afectiva a la reivindicación de ciertos derechos personales, entre los que destacan las exigencias de libertad e independencia, la libre elección de amistades, aficiones, etc. El adolescente intenta experimentar sus propios deseos más allá del estrecho círculo de las relaciones familiares y para ello necesita imaginarse reprimido por los padres, lo esté o no. La fantasía de represión de sus iniciativas es estructurante para su afectividad, que obtiene una base firme para iniciar experiencias adultas. La represión real, por el contrario, coloca al adolescente en una situación de desequilibrio, que puede precipitar prematuramente los tanteos del joven en el mundo de los adultos, o bien –operando en sentido contrario- desacreditarlos por completo. En resumidas cuentas: en este segundo momento de la adolescencia, los intereses afectivos de los jóvenes abandonan masivamente el ámbito familiar, estableciendo nuevas elecciones de objetos afectivos extrafamiliares, como es propio de todo adulto. El problema reside en que la afectividad va mas allá de la familia, pero el adolescente sigue viviendo y tal vez por muco tiempo- en el domicilio paterno.
Desarrollo social
El desarrollo social del adolescente empieza a manifestarse desde temprana edad, cuando en su infancia (podemos decir a partir de los 10 años) empieza a pertenecer a pequeñas pandillas con la única finalidad de jugar y de hacer travesuras. A medida que se va desarrollando empieza a ver otras inquietudes a la hora de elegir a un amigo es electivo tienen que tener las misma inquietudes, ideales y a veces hasta condiciones económicas; el grupo es heterogéneo compuesto de ambos sexos ya no es como anteriormente mencionamos las pandillas que en su mayoría eran homogéneas esto la mayoría de sus veces trae como consecuencia la mutua atracción, gustarse el varón y la niña empieza con sus tácticas amorosas pero esto lo hablaremos en el desarrollo sexual más ampliado. El grupo adolescente se inicia sólo con dos el adolescente y el amigo precisamente el paso de un grupo al otro se caracteriza porque el muchacho ya no se interesa por las aventuras de pandilla a la que siempre ha pertenecido y busca la soledad; se asocia a un compañero, nada más que a uno; así inicia el grupo puberal. Algunos psicólogos se refieren ha ésta etapa como una de la más crítica del ser humano ya que el adolescente ve a la sociedad o al mundo como un tema de crítica y rechazo, rompe el cordón umbilical que lo liga a los padres, desconoce la autoridad o cualquier liderato y entre en ese período transitorio en donde no se pertenece a una pandilla pero tampoco forma parte de un grupo puberal. La comprensión la buscan fuera, en los compañeros, en los amigos, hasta encontrar el que va a convertirse en su confidente, el adulto o los padres no llenan esos requisitos. La critica y los sentimientos trágicos son la fuente de una conversación en dos adolescentes; hablan de las muchachas, de los paseos y fiesta de los conflictos con los padres o depresiones. Estas conversaciones están llenas de resentimiento imprecisos y son la fuente de verdaderas críticas normativas. Esas conversaciones sirven para dejar salir sus preocupaciones y dar descanso a los estado trágicos. A veces las amistades en la adolescencia son pasajeras esto se debe como anteriormente menciona vemos que ellos se unen por ser semejantes pero a medida que pasa el tiempo sus intereses van cambiando, pronto su sentido social los lleva a extender el numero de miembros. Ahora bien, todos los adolescentes pasan por lo mismo estado psíquicos. Cuando la amistad está formada por dos muchachos cuya situación conflictiva con el mundo es grave el lazo de unión lleva a una fuerte dosis de resentimiento, todo gira en torno a actos de transgresión que llamaremos conducta antisocial.
Ahora hablaremos de transferencia imitativa de la personalidad: esta conducta se da cuando la pareja de amigos busca y tiene su modelo en una personalidad superior y esto sucede cuando la pareja de amigos no esta satisfecha con la igualdad o polaridad de sus tipos; sus modelos ha imitar son por lo general gente del medio artístico. Ya hemos hablado de la formación de la personalidad, que el resentimiento de los muchachos proviene de la lucha con la sociedad y los padres. También hemos dicho que hay algo más hondo que el resentimiento que es el afán de encontrar categorías al yo, esto es, la sustancia de sí mismo. Pero el resentimiento es un lazo de unión grupal. Esto lo saben bien los líderes juveniles. El resentimiento puede ser explotado para arrojar a los jóvenes a cualquier tipo de lucha.Las actividades del adolescente tienen también como objetivo el olvido, el instinto de mostrar que el alma de los puberal se carga de sentimiento dolorosos, triste, y que únicamente en esa época de la vida se tiene complacencia del dolor, mediante sus tramitaciones en placer. El adolescente no es un ser esencialmente alegre en consecuencia el adolescente gusta de esto placeres como bailar, asistir a paseos ir al cine para mantenerse alegre pero cuando vuelven a la soledad, la tónica dominante no es precisamente la alegría.Para finalizar este punto podemos concluir que el interés social tiene únicamente carácter grupal.
Desarrollo de la personalidad
Sobre el desarrollo de la personalidad se han desarrollado variadas teorías, por parte de diferentes autores dedicados al estudio de los diversos aspectos que influyen en el desarrollo y comportamiento del individuo en la adolescencia.
La adolescencia es, si se quiere una etapa muy delicada y clave en el desarrollo de la personalidad que va a regir la vida del adulto, su desarrollo social, emocional y desenvolvimiento positivo en la sociedad. Según algunos autores, se creía, que el temperamento y el carácter, integrantes principales de la imagen corporal estaban determinados biológicamente y venían predicados por la información general. La imagen corporal adquiere mayor importancia cuando el adolescente se encuentra en grupos que dan demasiada importancia a los atributos físicos tanto del varón como la hembra, o cuando en su entorno familiar o social se burlan de cualquiera de sus características físicas, estatura, contextura, color, etc.
La imagen corporal se toma mas en cuenta en la hembra que en el varón y hasta en algunos casos determinan la profesión escogida.
Pero es necesario hacer hincapié, que aunque la imagen corporal juega un papel en el desarrollo de la personalidad, son factores de mayor importancia el ambiente donde se mueve el joven, la familia y los valores que se mueven a su alrededor y de vital importancia la motivación como el motor que pone a funcionar todas sus acciones hacia el logro de metas trazadas.
Madurez y senectud
La madurez es la consecución de un estatus de edad que supone la asunción de un conjunto de roles en los distintos ámbitos de la vida.
Desde el punto de vista psicosocial, los ámbitos del matrimonio, la paternidad y el trabajo son los más importantes. La etapa adulta es un periodo de consolidación del ámbito emocional (vida en pareja), profesional y social (estatus social definitivo).
La tercera edad o senectud no es una etapa sino un proceso, ya que se trata de un cambio gradual y universal en el que influyen diferentes factores. La jubilación es un hecho decisivo para el estado psicológico de las personas mayores ya que afecta a la autoestima y al concepto de sí mismo; por ello, mientras que para muchos significa una liberación, el comienzo de una vida nueva con mucho tiempo libre para el ocio lo cual disminuye el estrés y las preocupaciones, para otros puede suponer algo negativo, lo que puede provocar depresiones. Esto último es bastante frecuente ya que mucha gente tiende a sentirse inútil para la sociedad. Además esta negatividad se puede ver agravada por otros factores como la viudedad o la mala relación con los hijos.
Reflexiones
El hombre puede ajustarse a su ambiente cambiante sólo si se conoce a sí mismo, si sabe cuáles son sus deseos, sus impulsos, sus motivos y necesidades. Tiene que volverse más prudente, más juiciosos y más autónomo. En otras palabras, tiene que volverse mas maduro.
La tarea de guiar el desarrollo del niño para que pueda hacer frente a las exigencias de la vida no es fácil. Y aunque los padres tienen que desempeñar un papel fundamental, no serán capaces de realizar por sí solos la tarea. Especialmente en el caso de los jóvenes desposeídos, no tiene sentido esperar que los padres (que frecuentemente están mal preparados) sean capaces de contrarrestar por si solos los efectos paralizadores que en el desarrollo de sus hijos tienen la pobreza, la desnutrición, la educación inadecuada, la discriminación y la desorganización social.Sólo mediante un esfuerzo mucho más decidido, por parte de todos nosotros, podremos confiar en llegar a mejorar nuestras condiciones, y en dar a todos los adolescentes no sólo la posibilidad de la mera supervivencia física, sino la de alcanzar un grado razonable de felicidad y de eficiencia social que luego le servirá para afrontar las siguientes etapas de su vida.
Características del joven (12 a 14 años)
La primera fase de maduración (primera fase puberal o pubertad) Se entiende como fase de alteración estructural de las capacidades y destrezas coordinativas características generales del desarrollo motor. Se pueden considerar los siguientes límites de edad promedio para la fase de maduración:
Para las niñas de los 11 a los 12 años de edad, para los varones de los 12/13 a los 14/15 años de edad.
En el desarrollo de las capacidades de velocidad se observan primeramente grandes aumentos de rendimiento que disminuyen claramente hacia el final de la primera fase de maduración. Entre las causas biológicas del acelerado desarrollo en el campo de las capacidades de la condición física se deben mencionar preponderantemente la secreción más acentuada de la hormona del crecimiento (STH) y de las hormonas masculinas, en especial de la testosterona (TST). Estas dos hormonas como se sabe, tienen un efecto anabolizante de las proteínas, lo cual lleva al crecimiento corporal acelerado, incluso de los órganos del sistema cardiopulmonar y de la musculatura.
A pesar de los desequilibrios bosquejados, la mayor autoconfianza y los deseos de superación son posiblemente los factores psico-sociales que llevan a los jóvenes de esta edad a realizar mayores esfuerzos y rendimientos en el campo de la condición física.
Con respecto a las capacidades coordinativas, las etapas de desarrollo del aumento extremadamente rápido se encuentran antes de la pubertad, la evolución de estas capacidades durante la primera fase puberal transcurre al menos en forma más lenta. Algunas investigaciones concluyen que el desarrollo total de las cualidades coordinativas esta prácticamente concluido al promediar la etapa escolar y que después de los 12 años se observa generalmente un periodo de menor estancamiento de las mismas. Las condiciones motoras, sobre todo en los movimientos que abarcan todo el cuerpo, se vuelven pesadas (torpes, la facilidad y solvencia de las ejecuciones motoras infantiles va disminuyendo, lo cual se puede apreciar especialmente por ejemplo en la gimnasia, en la carrera y en los saltos).
El desarrollo de las capacidades motoras
El desarrollo de la fuerza máxima en la pubertad se muestra como el inicio de un aumento y manifestación más marcada de la fuerza máxima, sobre todo en los varones.
Para la fuerza rápida se pueden observar características evolutivas similares, aumentando más acentuadamente durante la pubertad que en las fases de desarrollo anteriores. Los aumentos anuales de esta capacidad en los varones son más elevados que los de las niñas, de modo que a partir de los 13 años se producen diferencias sexuales específicas cada vez mayores. La relación fuerza-carga no se desarrolla tan favorablemente durante la pubertad, especialmente en el caso de la fuerza relativa de los brazos se registran casi siempre mejoras poco satisfactorias. El desarrollo de la velocidad transcurre diferente al desarrollo de las capacidades de fuerza. Las capacidades de la velocidad pertenecen de ese modo a aquellas capacidades motoras que se manifiestan muy tempranamente en el desarrollo del ser humano, culminando su evolución casi completamente ya al final de la pubertad, conjuntamente con la evolución de la movilidad de los procesos nerviosos. Con respecto al desarrollo de la resistencia en la pubertad, durante muchas décadas se creyó que esta fase era un periodo de estancamiento o disminución de esta capacidad. Investigaciones más recientes han hecho saber que en el caso sobre el desarrollo de la resistencia con grupos de jóvenes no seleccionados permiten formular generalizadamente la siguiente tesis: en los exámenes realizados con métodos fisiológicos, la pubertad se muestra en los varones como una fase de aumento casi permanente de esta cualidad. Curvas promedio muestran un aumento algo más reducido al principio y algo mayores hacia el final de esta fase. El desarrollo de esa curva para las niñas es generalmente similar, pero su capacidad de resistencia es menor que la de los varones de igual edad.
Capacidades coordinativas la movilidad (flexibilidad) Informaciones recientes al respecto constatan una evolución de las capacidades coordinativas bastante más lenta, las experiencias y observaciones existentes respecto a la capacidad de aprendizaje motor dicen preponderantemente que la adquisición de destrezas motoras nuevas se hace más difícil cuando comienzan a manifestarse las características de desarrollo especificas de la pubertad, que en los años anteriores. Las tendencias de desarrollo de las capacidades coordinativas mencionadas son casi totalmente similares en ambos sexos. Se establece en forma muy generalizada un entrenamiento; en cuanto al desarrollo de la movilidad se puede remarcar simplemente que para los individuos entrenados, la misma esta condicionada durante la pubertad por el tipo y el volumen del entrenamiento respectivo y por las diferentes cualidades individualidades del aparato motor.
El desarrollo en las acciones de correr, saltar y lanzar
Las numerosas investigaciones sobre el desarrollo de los rendimientos deportivos permiten reconocer tendencias de desarrollo relativamente claras, mostrando aumentos anuales constantes o leves durante la primera fase puberal. Otro aspecto notable es el hecho de que entre los 12 y 14 años de edad se observan las menores diferencias específicas sexuales en todos los rendimientos de carrera, salto y lanzamiento, en las disciplinas mencionadas se desarrollan favorablemente, aunque por otro lado es evidente que no se alcanza mejoramiento alguno de la calidad motora.
CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL DESARROLLO MOTOR
DEL JOVEN (12 – 14 AÑOS)
En los varones al final de la adolescencia comienzan a manifestarse más acentuadamente tendencias de precisión de la conducción motora. Se deben mencionar las divergencias sexuales en la cinética hormonal durante la adolescencia y sus importantes efectos deportivos sobre las proporciones corporales y sobre el sistema motriz las múltiples divergencias sexuales, hormonales, morfológicas y funcionales se diferencian considerablemente en su desarrollo.
En los 13 años de edad, las niñas experimentan un crecimiento promedio de solo 5 centímetros en la altura y de alrededor de 4 hilos para la masa corporal, mientras los varones se puede o debe contar con aumentos cuatro veces mayores en esos parámetros.
En el caso de los individuos entrenados se puede observar una auto regulación manifiesta estable de la conducta motora en el entrenamiento y la competencia. Estos individuos entrenados consecuentemente la estabilización se manifiesta en la maduración de las capacidades y destrezas en alto rendimiento. Simultáneamente una creciente tendencia de estabilización, la cual se manifiesta sobre todo en un perfil de la capacidad motora. La estabilización se manifiesta en ambos sexos, en característica
más apropiada para la conducción del movimiento.
En el desarrollo de la fuerza durante la adolescencia se dan tendencias de desarrollo claras y evidentes; sobre todo para la fuerza máxima, pero en la fuerza rápida también mejora claramente en los niños varones , como expresión en las carreras de velocidad, en el salto de longitud, de altura y los lanzamientos. La fuerza resistencia, que casi siempre simultáneamente con reflejo la relación fuerza peso, se desarrolla en menor medida.
El desarrollo de la fuerza de las mismas mejoras se presentan en forma diferente, en ellas solo se puede observar un ascenso muy paulatino de la fuerza máxima, la fuerza rápida y en especial la fuerza – resistencia mejora muy poco. Estas capacidades motores en las niñas no entrenadas comienza a estancarse a los 14 o 15 años.
El desarrollo de la velocidad alcanza valores cercanos a los adultos al final de la pubertad, pero se presenta mejorías significativas de velocidad hasta aproximadamente a los 14 – 15 años. Después de 15 a los 16 años, se observa un estancamiento de estas capacidades; sobre la resistencia hay claras influencias del desarrollo físico y de la ejecución o del entrenamiento, el sistema cardiopulmonar sigue mostrando una maduración durante la adolescencia.
La coordinación durante la adolescencia mejora la dinámica de los movimientos, aumentando la exactitud de las acciones motoras y notándose una estabilización de la regulación motriz.
En la capacidad del aprendizaje motor en la adolescencia se muestra que los varones en coordinación compleja tienen un mejor dominio, ya que con esto les permite someterse a un entrenamiento más intenso. El desarrollo de la flexibilidad en las grandes articulaciones sigue transcurriendo en forma contradictoria durante la adolescencia. La flexibilidad óptima en los planos de acción de las grandes articulaciones se alcanza a los 20 años de edad aproximadamente, mientras que la movilidad en las direcciones no trabajadas disminuyen desde los 10 años.
Porcentajes de la actividad física
Con relación al entrenamiento de iniciación ya detallado, digamos que la actividad elegida, aunque todavía no hablemos de especialización, irá marcando una tendencia, o remarcando con cierto tinte especial el desarrollo de la actividad física, adecuándola al deporte elegido. En esta etapa, son aconsejables tres sesiones semanales de entrenamiento, con una duración oscilante de acuerdo a las posibilidades reales de infraestructura, entre los 40 y 90 minutos cada una de ellas.
Dentro de estas sesiones, solamente el 20% del tiempo estará dirigido a las actividades seleccionadas como de entrenamiento de especialización, y el 80% restante se dedicará a las acciones multilaterales que posibiliten una formación física amplia, como punto de partida sólido y consistente para el futuro atleta.
Cualidades físicas
Velocidad
Es necesario desarrollar el potencial de velocidad empleando ejercitaciones y juegos de carreras cortas, a máxima intensidad y con largas pausas compensadoras.
Las distancias aconsejables para la etapa oscilan alrededor de los 20 metros de máximo, con intensidad del 100%.
Fuerza
El desarrollo de la fuerza debe ser estimulado con la presentación de cargas de escaso volumen o intensidad para vencer. El propio peso del cuerpo, en muchos casos, es obstáculo más que suficiente para lograr el objetivo. La fuerza, como todos los elementos en esta etapa, debe ser desarrollada naturalmente, dentro de los porcentajes que se establecen y concomitantemente con los otros factores de desarrollo. Las sobrecargas, los pesos excesivos, los ejercicios de empuje y tracción de gran magnitud, inclusive los continuos saltos de altura, no deben figurar entre las actividades correspondientes a este período de la vida. Como implementos accesorios se pueden utilizar barras de metal livianas, sin pesos adicionales, sacos rellenos con arena y pelotas con pesos de hasta 2.5 kIilos y otros elementos similares que respeten las condiciones de peso máximo y manejabilidad por parte del niño.
Fuerza máxima o pura: se descarta totalmente para la presente etapa.
Resistencia
La baja capacidad de absorción de oxígeno establece que los esfuerzos prolongados, aun de mediana y baja intensidad, se tornen anaeróbicos y como este tipo de actividad no es aconsejable en la etapa, el desarrollo de la cualidad es preferible postergarlo para etapas siguientes.
Flexibilidad
Es necesario dedicar un mínimo de seis minutos al comenzar y seis al terminar para los ejercicios de flexibilidad y realizarlos con máxima intensidad, buscando ángulos articulares óptimos. El niño, en la etapa que nos ocupa, tiene gran facilidad para realizar tareas de flexibilidad.
Este trabajo trata de resaltar las características básicas del desarrollo motor y de ciertas capacidades físicas esenciales durante la etapa educativa de la infancia.
Desarrollo motor infantil
La capacidad motriz en la infancia aumenta debido fundamentalmente al rápido crecimiento de la musculatura y a la mejora en la utilización del sistema nervioso (Marcos, 1989). Winter (cit. por Marcos, 1989) establece cinco fases del desarrollo motor en niños:
– Fase de perfeccionamiento rápido de patrones motores y adquisición de las primeras combinaciones de movimientos (3-7 años). Hacia los 4-7 años se mejoran los movimientos básicos aprendidos anteriormente como andar, correr, y combinaciones de los mismos.
– Fase de adelantos rápidos (7-10 años). La coordinación de movimientos experimenta un crecimiento importante, mejorándose en gran medida el equilibrio.
– Fase de gran capacidad para el aprendizaje motor (9-12 años en niñas, y de 9-14 años en niños). Se obtienen excelentes resultados debido a la capacidad de reacción, el valor y las ganas de aprender que presentan.
– Fase de cambio de estructuras de las capacidades y habilidades motoras. Niñas (11-14 años) y niños (12-15 años) coincide con el segundo cambio en la morfología del niño: crecimiento en altura y extremidades, aumentando el peso, y dando lugar a la aparición de la pubertad.
– Fase de estabilización, individualización y diferenciación específica entre sexos: chicos (13-17 años) y chicas (14-19 años). Se detiene y estabiliza el desarrollo de las habilidades motoras, aumenta la fuerza y la capacidad de movimientos en general, presentando un nivel de adaptación y rendimiento muy elevado.
En jóvenes inactivos se aprecia un aumento de la torpeza motora, menor velocidad, elasticidad, fuerza y resistencia. Entre chicos y chicas se observa cierta diferencia a favor de los chicos en relación con las capacidades físicas mencionadas, sin embargo, no se aprecia grandes diferencias en cuanto a coordinación y habilidad motora en general.
Existe una gran relación entre las capacidades psicomotoras y la maduración cerebral que se alcanza hacia los 20 años de edad. En función de la evolución de maduración del SNC se pueden establecer diferentes etapas en la adquisición y aprendizaje de habilidades motoras en la infancia.
El período ideal para el aprendizaje motor está situado entre los 8-12 años (2o y 3o tercer ciclo de la Educación Primaria).
El desarrollo de la coordinación y el equilibrio en el niño es fundamental para la adquisición de habilidades perceptivas y motoras posteriores. La coordinación sería la actividad armónica de diversas partes que participan en una función especialmente entre grupos musculares bajo la dirección cerebral.
El equilibrio dinámico o estático sería «el conjunto de fuerzas opuestas que se contrarrestan exactamente. Está regulado desde el SNC y depende de su estado de maduración.
El desarrollo de los huesos y los músculos proporcionan el sustrato anatómico que favorece el desarrollo de la fuerza y destreza motora. El aumento de la masa muscular precede al crecimiento de la fuerza y la destreza. Las diferencias individuales relacionadas con la aparición de aptitudes locomotoras están determinadas por factores genéticos y de personalidad como la iniciativa, la curiosidad, la motivación, la constancia, y los elementos atrayentes existentes en el medio sociocultural
y ambiental.
Entre los 7-12 años de edad se duplica la fuerza, se incrementa la coordinación óculo-manual, se reduce el tiempo de reacción motor y se aumenta la precisión de la ejecución. Las niñas presentan una mayor capacidad de equilibrio que los niños durante los primeros años, situación que se invierte al final del período escolar.
Los factores psicocinéticos como la coordinación dinámica general (CDG) se desarrolla aproximadamente desde el nacimiento hasta los 16 años de edad. Se define como el control preciso del cuerpo y de todos sus miembros en estado de movimiento lento o rápido. Guarda relación con la agilidad, rapidez, fuerza, orientación, equilibrio, ritmo, y tiempo de reacción. No se debe confundir con la agilidad que se define como la capacidad para entrar y cambiar de movimiento de forma rápida.
La CDG está localizada en los canales semicirculares del oído interno, los cuales son sensibles a los movimientos de cambios de dirección y aceleración angular, al utrículo y al sáculo que responden a la aceleración lineal producida tanto en movimientos de rotación como de traslación.
La coordinación visomotora (CV) se considera otro factor psicocinético, el cual se desarrolla aproximadamente desde el nacimiento hasta los 16 años de edad. Se define como la capacidad de ajustar el movimiento de la mano y el control visual sobre un movimiento determinado. Interviene la rapidez de movimiento y sobre todo el tono muscular. Está situada en las áreas corticales motoras, área premotora y zonas inferoparietal y parieto-occipital. Tanto la CDG como la CV están muy relacionadas con el esquema corporal. La integración del esquema corporal es condición indispensable para el dominio corporal. Sólo hacia la edad de los 11-12 años se puede apreciar una mejora importante del aprendizaje motor.
Mejora de la resistencia aeróbica
Principios para el desarrollo de la resistencia aeróbica
Los principios más destacables para el desarrollo de la Resistencia Aeróbica podrían ser los siguientes (Martínez, 1996):
A) Se basará en la duración y continuidad del esfuerzo del sujeto. La aportación aeróbica comienza a manifestarse sobre el metabolismo anaeróbico a partir de los 3 minutos como mínimo de ejercicio moderado para obtener efectos positivos. Se suele empezar por períodos activos de 5-10 minutos. Las sesiones no deben ir aisladas o distanciadas entre sí, se perdería efectos de supercompensación, no produciéndose adaptación o mejora funcional. Se aconseja un mínimo de tres sesiones por semana como planteamiento inicial de respuestas adaptativas.
B) El trabajo tendrá un carácter individualizado. Se requiere adaptar y ajustar la carga de trabajo individual en función de parámetros como el de tiempos, distancias, y respuestas fisiológicas (frecuencia cardíaca).
C) El trabajo responderá a demandas de esfuerzo superior a lo habitual. Se precisa superar unos mínimos de esfuerzos a partir de los cuales se producen adaptaciones funcionales. La intensidad mínima de esfuerzo para mejorar la capacidad aeróbica de cada individuo precisa la aplicación de una técnica de control de la FC en reposo y máxima postesfuerzo.
Los valores promedio del pulso en reposo absoluto para niños y jóvenes según Dassel-Haag (cit. por Martínez, 1996) son los siguientes:
Existen ciertos factores que pueden servir de orientadores durante la aplicación adecuada del ejercicio físico:
– La Frecuencia deberá ser de 4-5 sesiones por semana para obtener poder obtener una respuesta fisiológica adecuada. Se podría aceptar 3 sesiones si se aumentara los factores de intensidad y duración.
– La Intensidad referente a la velocidad y mantenimiento del gasto energético. La intensidad se controla mediante la FC, y se podría alcanzar niveles entre 70-90% de FC máx. Influyen sobre la intensidad el nivel de motivación, limitaciones musculo-esqueléticas, el morfotipo, enfermedades crónicas, etc. No es aconsejable que el niño llegue a la FC máx. durante las sesiones, y debe acostumbrarse a controlarse la FC por sí mismo.
– La Duración mínima de trabajo para lograr beneficios sobre las cualidades físicas será, aproximadamente, de 12-15 minutos / sesión, aunque lo más adecuado sería unos 45-60 minutos de ejercicio aeróbico / sesión para conseguir un efecto importante.
– Si el producto permanece constante, a mayor frecuencia de ejercicio, menor tiempo en cada sesión, y viceversa.
– El Tipo de Actividad, existe dos tipos opuestos de ejercicios aeróbicos y anaeróbicos. El aeróbico o rítmico, repetitivo que suele utilizar grandes grupos musculares. El anaeróbico no actúa, excesivamente, sobre el sistema cardiovascular, y tiene escaso beneficio en el estado físico y en la capacidad de trabajo. Está contraindicado en sujetos con problemas de hipertensión, cardiopatías congénitas, etc.
– El Calentamiento supone la realización de actividades que faciliten conseguir un estado óptimo de preparación psico-física y coordinativo-cinestésica antes de una actividad física exigente, previniendo al mismo tiempo la aparición de lesiones.
El calentamiento general ayuda a la activación de las funciones orgánicas del cuerpo. El calentamiento especial sería más específico de la actividad física principal a realizar durante la sesión, y es posterior al calentamiento general.
El calentamiento puede ser activo, pasivo, mental o combinado. El calentamiento pasivo es mediante saunas, duchas, masajes, etc., y no contribuye por sí solo a la eficacia motora, debe ir acompañado de un calentamiento activo. El tiempo óptimo aconsejado para el calentamiento general suele ser de unos 8-12 minutos, siendo más adecuado para los niños el calentamiento intermitente frente al continuo. Algunos efectos beneficiosos podrían ser los siguientes:
• Eleva la FC al nivel de trabajo a realizar, aumenta la presión sanguínea, repercute positivamente en la hemodinámica y redistribución de la sangre hacia los músculos y favorece los procesos de difusión.
• Aumenta la frecuencia y profundidad ventilatoria, aproximándolas a valores de trabajo.
• Aumenta la temperatura corporal, disminuyéndose la viscosidad muscular, y mejorando el aporte de sustratos y oxígeno hacia el músculo.
• Mejora la disposición psíquica, percepción óptica y atención.
• Aumenta la activación de determinadas estructuras centrales como la formación reticular, mejorándose la coordinación y la precisión motora.
Es importante que el niño se habitúe a la observación y control de su propia FC durante las actividades de Educación Física en el centro escolar. Existen tres formas principales para el control de la FC:
• Durante 5-6 segundos, multiplicándose por 12 ó 10, respectivamente, el número de pulsaciones obtenidas. Esta forma resulta un tanto difícil y requiere mucha práctica.
• Durante 15 segundos, multiplicándose por 4. Esta modalidad no presenta gran dificultad.
• Durante 10 segundos, multiplicándose por 6. Esta forma no resulta difícil, y no se aleja excesivamente del valor real de la FC de postesfuerzo y la de recuperación.
La agilidad y la velocidad son factores determinados genéticamente. La fuerza y la potencia se relacionan, directamente, con el tamaño corporal, morfotipo y masa muscular, aumentando con el crecimiento y el desarrollo.
La resistencia cardiorrespiratoria está poco influida por el entrenamiento realizado antes de la pubertad. Con el inicio de la pubertad disminuye su eficacia física.
En esta etapa infantil y escolar, las actividades de resistencia aeróbica presentan un doble enfoque:
Orientadas hacia una mejora de las cualidades físicas fundamentales que proporcionen una base para posteriores prácticas físicas de rendimiento-competición.
Y lo que es más importante, orientadas hacia la creación de hábitos saludables de vida, de bienestar físico, mental y social.
Principales métodos para el trabajo de resistencia aeróbica.
Los métodos básicos para el desarrollo de la resistencia aeróbica serían los siguientes
– Métodos Continuos.
– Métodos por Intervalos.
– Métodos por Repeticiones.
– Métodos Mixtos.
• Los Métodos Continuos se basan en el trabajo mediante esfuerzos prolongados e ininterrumpidos, en los cuales no existen intervalos de pausas o recuperación.
La velocidad o ritmo de ejecución será uniforme, utilizándose la carrera continua o la carrera con variaciones como el fartleck. Los esfuerzos pueden ser de acción cíclica como la carrera, natación, ciclismo, etc.; el mismo ejercicio físico repetido; y ejercicios diferentes a modo de circuito.
Las duraciones más apropiadas para la etapa de infantil y adolescencia estarían situadas entre 5 a 20 minutos; mientras que la frecuencia cardíaca oscilaría entre las 140 y 180 p/m, frente a los adultos que sería ligeramente inferior entre 120 y 170 p/m.
• Los Métodos por Intervalos presentan unas pausas de recuperación, caracterizándose por la alternancia entre las fases de carga y de descanso. La pausa será incompleta, no se puede recuperar, totalmente, entre cargas. El criterio de recuperación se establece en función de la frecuencia cardíaca que estará entre 120-140 p/m al inicio de cada esfuerzo. Sería necesario, resaltar los siguientes factores:
– Las distancias serán cortas o medias. En el caso de ejercicios se utilizará el tiempo o el número de repeticiones de cada serie.
– Número de repeticiones muy alto.
– Recuperación incompleta, aproximadamente, los 2/3 del total.
– La pausa será activa a través de marcha, carrera, u otros movimientos globales del cuerpo.
* Los Métodos por Repeticiones consiste en la realización de fases de trabajo de gran intensidad que se repiten alternando pausas casi completa de recuperación. La intensidad es, aproximadamente, entre el 90 y 100% del máximo esfuerzo.
La duración de cada carrera o ejercicio será de unos 60 segundos, en el cual se aumenta los intervalos de descanso, y se limita el número de repeticiones. Está más orientado hacia la eficacia y el rendimiento deportivo, no aconsejándose su aplicación en la etapa escolar o infantil.
Los Métodos Mixtos presentan las características de los métodos mencionados anteriormente. Suele utilizar los cambios de ritmo, descansos diversos, combinaciones de carreras y ejercicios, situaciones lúdicas y de entrenamientos mediante las formas de fartleck, entrenamiento total, circuitos y juegos deportivos.
En resumen, consideramos más aconsejable para la etapa escolar o de la infancia, la utilización de los métodos mixtos, en los cuales tienen una gran importancia los métodos de trabajo continuos basados más en el volumen y la cantidad que la intensidad. En cualquier caso, la intensidad no debería sobrepasar el umbral anaeróbico, no presentando deuda de oxígeno, y estará situada, aproximadamente, entre el 60-65% del consumo máximo de oxígeno.
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Autor:
Lic.Yerandy Barbosa López
Categoria docente: Instructor Principal
" 10 años de la Revolución Bolivariana"
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