Por su parte, el "Estudio de prácticas culturales" realizado por la organización no gubernamental Base Educativa y Comunitaria de Apoyo (BECA) indica que "los factores expulsores o determinantes para la salida del hogar (de las y los trabajadores infantiles domésticos) no tienen que ver solamente con la pobreza, aunque ésta permanece como una constante en la familia de origen. Es necesario considerar además las variables que hacen al contexto económico, político, social y cultural imperante.
"La situación familiar influye notablemente en la huida, o la salida forzosa, del hogar ya sea por la situación de violencia vivida en la familia, la edad temprana para la maternidad y el número de hijos e hijas, el empleo de la madre, no pocas veces en el exterior, principalmente en la Argentina, dificultad para enviar a los hijos a la escuela -principalmente por razones económicas y por temor a un embarazo prematuro de la hija-, la formación de nueva pareja por parte de la madre, imposibilidad para el sustento de los hijos, muerte de uno de los padres, o ambos, abandono del padre y/o la madre, etc. La ausencia del padre biológico se ha dado en todos los casos estudiados. Todas estas variables son reforzadas por la creencia sostenida culturalmente de que vivir como criada o criado con una familia más pudiente es una de las soluciones posibles a su acuciante situación.
"Es importante señalar que se ha encontrado que algunos adolescentes han decidido dejar su familia por dificultades económicas y se han empleado en el servicio doméstico con el propósito de continuar con sus estudios"3.
Si bien existen condicionantes familiares internas, también en la sociedad se dan condiciones externas que posibilitan, perpetúan y legitiman el trabajo infantil doméstico desde la relación de poder que se establece entre las familias que pueden "otorgar ayuda" y las familias que "necesitan esa ayuda", señala la evaluación realizada por BECA.
Destaca además que la oferta se da desde las familias de origen vulneradas debido a las situaciones mencionadas anteriormente, y se sustenta en la creencia de que existe un interés real de las familias encargadas en el bienestar de las niñas, los niños y los adolescentes.
Las causas del trabajo de los niños son numerosas, interconectadas de manera complicada. Sin embargo, 4 causas centrales pueden ser identificadas.
La primera es la pobreza endémica del país. Ésta implica, cuando no crea, otros problemas tales como la falta de infraestructuras adecuadas, nivel de instrucción muy bajo, etc.). Las tres causas que siguen son el éxodo rural, la calidad general de la educación y los aspectos culturales. Muchos de estos aspectos se presentan como causas por un lado sin dejar de ser también consecuencias.
Migración: el éxodo rural
La crisis económica tuvo como primera y dramática consecuencia una migración sin precedente del campo hacia la ciudad (en 2000 más de 63% de la populación peruanaera urbana), lo que generó tazas de desempleo elevadas, ingresos y poder de compra cada vez más bajo. La pobreza en el campo y en la ciudad creando más migración todavía lo que lleva a más pobreza de nuevo. El círculo vicioso no para y sigue dando vueltas hoy en día.
Ya hemos dicho que los movimientos migratorios hacia la ciudad son protagonizados por la populación indígena de peru, que tienen una visión sociocultural propia de las nociones definidas en la introducción.
En el campo, la vida es mucho más precaria, la escuela y los medios de comunicación (radio y televisión, Internet) promueven la vida moderna. Se crea el mito urbano (la ciudad ofrece oportunidades de estudios, de trabajo, de ascensión social, de diversidad que no se encuentran en el campo). Y si el imaginario urbano es una cosa, la ciudad de verdad es otro asunto. La ciudad es hostil, y las oportunidades de trabajo no siempre se dirigen al sector informal para los emigrantes del campo poco/mal capacitados y desarmados frente a la competencia urbana. Los valores y la lógica de vida son radicalmente diferentes entonces se les hace difícil integrarse. Las condiciones de vida son muy diferentes, y si hay más comodidades, también tienen su costo. Agua, electricidad, gas, transporte, alquiler, etc. Las exigencias de la vida urbana implican gastos insospechables. Sin hablar de los niños y de sus exigencias nuevas en término de educación, ropa, cine, moda,.
El mito urbano tiene una parte cierta pero uno tiene que ser fuerte y bien armado para tener éxito. Ejemplos de gente volviendo al campo después de fracasar en la ciudad son muchos. Sin hablar de la inmensa mayoría de los emigrantes que finalmente se traslada a las periferias pobres de la ciudad, quedándose muy lejos de su sueño.
En cuanto a la emigración interdepartamental, los departamentos que reciben la mayor parte de los emigrantes son evidentemente los más urbanizados. También son los que tienen un crecimiento el más alto del país , los departamentos que pierden más habitantes son los de puno, cuzco, moquegua y arequipa, o sea los más rurales. Dentro de los departamentos, constatamos también este movimiento migratorio del campo a la ciudad.
¿Incompatibilidad del modelo andino y moderno?
El modelo educativo andino
La populación infantil rural representa un porcentaje muy importante de la población infantil económicamente activa (81%). Esto se debe al marco cultural andino en el cual los trabajos agrícolas forman parte de la formación de los niños.
En efecto, existe en estas culturas un consenso sobre la noción de trabajo como aprendizaje, parte integrante de la vida a cada momento. Es la escuela de la vida práctica. Se aprende haciendo las cosas, no estudiándolas como en el modelo occidental que se valora muy poco.
Cuando emigran, los del campo llevan su modelo, incompatible con el sistema educativo que propone la ciudad, únicamente teórico, y fomentan así el trabajo de los niños, inscrito en el transcurso de sus vidas. Este aspecto también se vincula con la pobreza, que afecta mucho más esta parte de la población, débil y inacostumbrada a las necesidades de la vida urbana. La situación se complica por otro lado porque estas familias son numerosas. Muy a menudo, las hijas mayores se hacen cargo de los chiquitos y de la limpieza, los mayores varón van a trabajar, acompañados a veces de los menores para enseñarles.
La tradición peruanadel trabajo nos obliga a volver a considerar nuestros conceptos de « niñez » y « trabajo ». Según la cultura andina, muy presente en el campo todavía, el trabajo de los niños es parte del proceso de aprendizaje y de socialización de cada individuo. El OIT lo reconoce como tal: "en las sociedades agrarias, el trabajo realizado por los niños forma parte de un proceso de socialización y es una manera de transmitir los conocimientos y experiencias adquiridos tradicionalmente de padre a hijo". Es un elemento esencial a la supervivencia de la familia en área rural. Lo que no impide tener repercusiones en temas como la seguridad, la higiene, la escolarización de los niños. Pero este trabajo no se identifica como "trabajo de los niños".
La visión de la niñez en la cultura andina
La divergencia de visión existe también en cuanto al concepto del « niño ». Si se busca una definición andina, diríamos que ser un niño es "ser parte de una familia que no concibe la existencia fuera de la familia, en una forma de comunidad que lo protege". En el mismo tiempo, el niño debe aportar al bienestar de la familia, como parte de su formación. Que sea cuidando de las cabras, cuidando a los hermanitos, cuando no participan a las tareas domésticas. A cada edad corresponde unas tareas específicas, permitiendo de adquirir un conocimiento tradicional, de crecer como ser humano y sobretodo como parte integrante de la comunidad. El aspecto comunitario sobresale antes que cualquier interés individual.
Las CAUSAS del Trabajo Infantil son múltiples:
- Pobreza
- Violencia Intrafamiliar
- Patrones culturales
- Permisividad social
- Falta de oportunidades
- Falta de cobertura, calidad y cumplimiento de la obligatoriedad de la educación
- Lagunas y contradicciones normativas
CAPITULO II
Las CONDICIONES en las que se da el Trabajo Infantil:
- Jornadas Laborales superiores a los límites máximos establecidos por las legislaciones nacionales para un trabajador adulto
- Ingresos Inferiores: El 90% de los niños y niñas trabajadores entre los 10 y 14 años perciben una remuneración igual o menor que el salario mínimo, es decir, alrededor de un 20% menos de lo que gana un adulto con 7 años de escolaridad, incluso salarios inferiores, o se les paga en especie
- Derechos Laborales Inexistentes y en empleos precarios
Estadísticas
a.-sexo y edades
De los 150 casos detectados 126 (84%) son varones y 24 (16%) son mujeres.
Varones
Edad | cantidad | porcentaje |
Hasta 5 años | 5 | 4% |
6 a 11 años | 67 | 53% |
12 a 16 años | 54 | 43% |
Mujeres
Edad | cantidad | porcentaje |
Hasta 5 años | 2 | 8% |
6 a 11 años | 13 | 54% |
12 a 16 años | 9 | 38% |
Tanto en varones como en mujeres el mayor porcentaje de casos, 53% y 54% respectivamente, tienen edades entre 6 y 11 años, y le siguen los niños entre los 12 a los 16 años.
b.-Actividades que realizan
La actividades que realizan los niños son diversas; prestaciones de servicios donde los niños se dedican a la limpieza de veredas y fondos, cuidado de autos, lustrado de zapatos, y changarines en supermercados. Ventas callejeras que incluye la venta ambulante de todo tipo de productos en algunos casos proporcionados por proveedores y en otros productos de manufactura casera como en el caso de la venta de pan y semitas. Cirujeo y práctica de la mendicidad, estas actividades son combinadas con las otras.
Actividades laborales | Varones | Mujeres | Total | % | ||||||
Prestación de servicios | Limpieza de veredas y fondos | 17 | 13 | 30 |
42% | |||||
Cuidado de vehículos | 25 | 25 | ||||||||
Lustrado de zapatos | 1 | 1 | ||||||||
Changarín en supermercados | 7 | 7 | ||||||||
Venta callejera | Venta de golosinas, encendedores, almanaques, estampas, condimentos | 20 | 20 | 32% | ||||||
Venta de pan y semitas | 4 | 4 | 8 | |||||||
Venta de frutas y verduras | 18 | 1 | 19 | |||||||
Venta de diarios | 1 | 1 | ||||||||
Cirujeo | Recolección de materiales reciclables: botellas, latas, etc. | 8 | 1 | 9 | 6% | |||||
Trabajo sector formal (Urbano) | Hornos de ladrillos. Construcción. Industria. Gomería. | 4 | 4 | 3% | ||||||
Trabajo sector formal (rural) | Agricultura | 5 | 5 | 3% | ||||||
Práctica de la mendicidad | Pedido de dinero y mercadería | 16 | 5 | 21 | 14% | |||||
Total | 126 | 24 | 150 | 100% |
Como indican los datos hay un predominio de niños que realizan actividades en la calle, especialmente en actividades económicas no estructuradas como son las prestaciones de servicios, ventas ambulantes, y práctica se la mendicidad.
En cuanto a las edades y las actividades que realizan, si bien los niños combinan diferentes actividades, se observa cómo varían las mismas en relación al aumento de la edad. En caso de los mas pequeños incluidos lo de 5 años, se encuentran con sus hermanos mayores practicando la mendicidad. Los mayores de 6 se dedican a la prestación de servicios. Los mayores de 12 años se vinculan al sector formal.
c.- Trabajo de los niños y la escolaridad
Concurrencia a la Escuela | Edades | Total | |
6 a 11 años | 12 a 16 años | ||
Asiste (correspondencia edad y nivel educativo) | 21% | 5% | 14% |
Asiste (sin correspondencia edad y nivel educativo) | 35% | 54% | 43% |
Completó estudios primarios) | __ | 16% | 7% |
No asiste pero asistió | 24% | 11% | 18% |
No asistió nunca a la escuela | 20% | 14% | 18% |
Total | (80)100% | (63) 100% | (143) 100% |
Del total de los niños en edad escolar (143), el 57% asiste a la escuela, no obstante solo en un 14% se da una correspondencia entre la edad y el nivel educativo y en un 43% se observa sobreedad, esto significa que hay una gran diferencia entre la edad que le correspondería tener al cursar cada grado o nivel de la escuela y la edad que tiene, determinado por las reiteradas repitencias. Del total (143) el 36% se encuentra excluido del sistema educativo.
Las condicionas que se dan en los infantes que realizan trabajosmas comunes se toma los siguientes ejemplos
La mayoría de los niños que trabajan a tiempo completo lo hacen en el sector agrícola comercial, pero hay niños trabajando en multitud de sectores: servicio doméstico, , minería, pesca de gran profundidad (buceadores), construcción, material deportivo, calzado deportivo, equipamiento quirúrgico, cerillas y pirotecnia, carbón vegetal, fábricas de cristal y cerámica.
El turismo y la infancia prostituida
Cada día aumenta el número de niños y niñas prostituidos en todo el mundo. desde hace siete años, .
De un tiempo a esta parte, los casos de abusos , de prostitución y de pornografía infantil han aparecido constantemente en los medios de comunicación. ¿Es que antes no existía esta explotación?. Siempre se ha abusado de la infancia, pero probablemente nunca se había llegado a un nivel de comercialización tan feroz y global como el de hoy en día.
Ya sea por medio de Tour-Operators que explícitamente preparan viajes con oferta sexual de menores incluida o bien por libre, el usuario de la prostitución infantil busca la impunidad que le ofrece el ejercicio de esta actividad en el tercer mundo. Otros son sencillamente viajeros que por miedo al SIDA se van con niños y niñas; piensan que no están contagiados porque son muy jóvenes, cuando esta es una creencia absolutamente errónea . Vía Internet también, los explotadores sexuales han encontrado un potente medio de comunicación para intercambiar pornografía infantil o para informarse sobre nuevos "destinos turísticos".
Agricultura comercial
El esfuerzo físico requerido para cortar, cosechar y cavar en granjas o plantaciones pobremente mecanizadas puede ser abrumador. En las plantaciones de azúcar del Brasil, por ejemplo, los niños cortan cañas con machetes, una tarea que les pone constantemente en riesgo de mutilarse. Constituyen un tercio de la mano de obra y se ven involucrados en un 40% de los accidentes laborales.
Los pesticidas significan un grave peligro para los niños que trabajan en plantaciones, a los que son especialmente sensibles por estar en una etapa de crecimiento. Según un estudio citado por la OIT, en áreas rurales hay más muertes infantiles causadas por los pesticidas que por todas las demás enfermedades propias de la infancia juntas.
Sirvientes de las familias ricas
No los ve nadie pero son millones los pequeños sirvientes de más de seis años, a menudo reciben como pago sólo la comida -escasa y diferente a la de los amos- y se los maltrata. Por ejemplo, son más de cien mil los niños 'resteareck' en Haití, que las familias campesinas contratan con las de la ciudad. E veces se les lleva al extranjero. Esta situación ha sido denunciada por la asociación Anti-slavery International, quien a dado datos de familiares de diplomáticos implicados con residencia en Francia y Suiza.
CAPITULO III
CONSECUENCIAS
Las consecuencias del trabajo para la salud de los niños son muy graves. Sufren lesiones visuales y óseas, deformaciones, numerosos accidentes, muerte temprana… La mitad de los niños sometidos a trabajo forzoso en las fábricas de alfombras paquistaníes no llega nunca a los 12 años, según informes de 1991.
Ese mismo año la Policía tailandesa desmanteló una fábrica ilegal de papel donde permanecían esclavizados 31 niños y adolescentes. Se les obligaba a tomar anfetaminas para cumplir una jornada laboral de 18 horas por la que no recibían salario alguno. Eran apaleados a la menor señal de rebeldía. La operación fue posible gracias a que uno de los niños consiguió escapar y su padre alertó a las fuerzas de seguridad. Cuando éstas actuaron, comprobaron que los niños presentaban infecciones en la piel y grave desnutrición. 28 de ellos necesitaron asistencia pisquiátrica por el grave trauma que sufrieron.
Pobreza infantil
Nunca se ha visto un niño rico trabajar. La relación entre pobreza familiar y trabajo infantil es evidente. La Coalición Surasiatica contra la Esclavitud sostienen que el trabajo dependiente de los niños, mano de obra barata, sumisa y vulnerable, es también la causa y no sólo la consecuencia, de la pobreza social e individual. Un niño, futuro adulto, su familia y su país son vendidos por 800 pesetas al mes.
Niños y niñas destruidos
Analfabetos de por vida. Si tienen tiempo y no están agotados, podrán ir a una escuela informal, pero nunca tendrán un título elemental. Analfabeto no podrá defender sus derechos, tampoco cundo sea adulto.
Salud hipotecada. Primero por el cansancio, Narain Singh Rao, activista hindú de los derechos de los menores, dice: 'Si yo que tengo treinta años hubiera empezado a trabajar a los ocho, ahora sería tan bajo como mis amigos de infancia que lo hicieron. Estaría jorobado y cansado, tal vez tendría tuberculosis. El 80% de los enfermos hindúes por tuberculosis trabajaron siendo niños. La exposición continua al polvo, a los productos químicos, al calor y quizás a la falta de luz (o por ser excesiva) afectan a los pulmones, a los ojos, al hígado y a los riñones".
Acarrear pesos y mantener posturas forzadas por mucho tiempo pueden hipotecar el crecimiento y el desarrollo óseo. Los ruidos causan sorderas parciales.
Daños psicológicos. La ausencia de tiempo para jugar y de descanso, el distanciamiento de las familias pueden tener repercusiones negativas sobre la psicología infantil. Devastadores y permanentes son lo efectos psíquicos y físicos de la prostitución infantil.
Amenaza para los adultos
La OIT recuerda que el recurso al trabajo de los niños va unido al paro de los adultos y a la distribución desigual de la riqueza.
Sin niños a disposición de los terratenientes y de las fabricas, el trabajo lo harían los adultos. Sin la 'competencia' no mejorable que representa el trabajo infantil, los adultos tendrían un mayor poder de reivindicación social y salarial. El trabajo infantil prolifera en las comunidades y sociedades donde los adultos trabajan de forma temporal o por salarios inferiores a los mínimos legales.
Sociedad empobrecida para siempre
La relación niños/fuerza de trabajo lleva consigo una alta tasa de mortalidad, incentiva una mayor natalidad y alimenta la espiral de la pobreza.
Las naciones heredan una nueva generación de trabajadores con bajos ingresos, sin especialización, analfabetos, tal vez enfermos o inválidos. En vez de conseguir aliviar la pobreza esta se agrava.
Un niño produce casi lo mismo que un adulto, pero gana mucho menos, normalmente un tercio. Dar trabajo a un adulto sindicalizado significa aumentar el precario poder adquisitivo de las familias y posibilita el desarrollo posterior, haciendo crecer el mercado interno.
Al terminar este trabajo nos dimos cuenta que el trabajo infantil es una realidad, no es algo pasajero o sin importancia como lo veíamos antes de informarnos. La realidad es que muchos chicos de nuestra edad, que tendrían que ir a colegios, a tomar algo con sus amigos y a fiestas, tienen que trabajar para poder comer o para darles la plata a sus padres. Hay muchas causas para entender este terrible problema y creo que el más importante es la mala política que tienen algunos países. Tengan en cuenta que en este mundo no falta comida, no falta educación, lo que si falta es plata y la falta de ésta se debe a la mala política de algunos gobernantes y a su maldad y egoísmo de querer tener todo. Si en los países que tienen que lidiar con esto se hiciera una correcta política podríamos acabar con este problema que a todos nos atañe. Y así poder prosperar como país ya que esa gente pobre, que cada vez hay más, es la gente que va hacer el futuro de éste. Y sin educación ningún país puede prosperar
En primer término, se ha visto necesario precisar que por trabajo infantil se entiende: "Las actividades (u ocupaciones) que realizan los niños y niñas menores de 14 años de edad, para terceras personas, empleadores o clientes, en calidad de subordinados, con el objetivo de obtener un ingreso en dinero/especie, que les permita cubrir las necesidades vitales de ellos mismos o de sus familias, en oposición al goce de sus Derechos" (Brizzio).
El trabajo infantil constituye un problema social que excluye a los niños del pleno ejercicio de sus derechos. El trabajo infantil en campos agrícolas constituye una de las múltiples facetas que representa el trabajo infantil , que se desenvuelve en circunstancias y contextos que propician su invisibilidad social y que, por lo mismo, exigen una atención prioritaria por parte de las instituciones interesadas e involucradas en su solución.
Las condiciones específicas en que se produce y reproduce la explotación de mano de obra infantil, en el mercado de trabajo agrícola en que se integran las familias jornaleras migrantes, requiere distinguir entre el trabajo propiamente dicho y otras formas de trabajo infantil disimulado.
Es decir, mientras quedan excluidas de la definición que hemos adoptado aquellas actividades que los niños realizan como parte de su proceso de socialización (y que, en el caso que nos ocupa, tienen una importancia fundamental en la organización doméstica de los hogares rurales, en particular del sector de agricultores de subsistencia y miembros de comunidades indígenas), las labores que los niños desempeñan en los diferentes contextos migratorios, tales como el cuidado de hermanos menores, preparación de alimentos, etc., se conviertan en la práctica en una modalidad de trabajo infantil disimulado, toda vez que estas tareas constituyen un medio adicional para que los empleadores reduzcan el costo de su mano de obra, transfiriendo a las familias de los propios trabajadores el costo de su reproducción.
Es importante aclarar y desmitificar prejuicios existentes respecto a la naturaleza del trabajo infantil, que lo identifican como supuestos valores propios de las culturas tradicionales, como parte del modo de vida campesino. Tales planteamientos contribuyen a que se sigan tolerando prácticas que se oponen al pleno goce de los derechos de esta infancia.
La incorporación directa e indirecta de los niños migrantes a relaciones asalariadas requiere ser abordada desde la doble perspectiva de los ámbitos de la oferta y la demanda de mano de obra infantil. En ese sentido, las causas que originan la presencia de trabajo infantil en campos agrícolas no sólo están directamente relacionadas con las necesidades económicas y de sobrevivencia de las familias jornaleras, sino también de las estrategias productivas y de administración laboral de los empleadores que han hecho uso extensivo de esta mano de obra. De allí que es importante diferenciar la doble función del trabajo infantil: por un lado, su función inmediata como ingreso directo para las familias; por otro lado, su función para el capital en tanto cubre una parte no pagada al trabajo del obrero, que lleva a la sobreexplotación y la depresión salarial. Consecuencia de esto es la perpetuación de la pobreza ya que la remuneración del trabajo infantil da paso a la desvalorización del trabajo adulto.
La naturaleza de la relación de explotación a que son sometidos los niños y niñas es la misma si estos trabajan para grandes empresas agrícolas o para pequeños y medianos productores. Sin embargo, es importante considerar y profundizar en el conocimiento de los diferentes tipos de empleadores que ocupan mano de obra infantil, sobre todo cuando se trata de impulsar estrategias de intervención.
Se ha hecho reconocimiento a programas impulsados por organismos de gobierno, tales como el PRONJAG, no obstante, también estamos concientes que la falta de asignación de recursos suficientes obstaculiza que estas experiencias puedan tener un mayor impacto y cobertura nacional.
En cualquier circunstancia, el trabajo infantil en los campos agrícolas debe ser reconocido como una actividad que atenta contra la salud, la seguridad y el pleno desarrollo los niños, siendo así urgente su inclusión en aquellas formas de trabajo denunciadas por el Convenio 182 de la Organización Internacional del Trabajo.
Los participantes de esta mesa somos conscientes de la complejidad del problema y de los múltiples y diferentes obstáculos que implica la búsqueda de soluciones integrales al mismo.
Todos concordamos que para ello es fundamental involucrar, sensibilizar y concientizar a los diferentes actores sociales y políticos. Nos referimos a sindicatos, instituciones de gobierno estatales y federales, sociedad civil organizada, organismos académicos.
Reconocemos que ello no sólo depende de una legislación que proteja y defienda a los menores. Este marco jurídico ya existe, aunque requiera ser cumplido cabalmente. De manera estratégica se requiere de políticas y programas que contribuyan a generar condiciones favorables para erradicar el trabajo infantil, entre las primeras, de dar cumplimiento a los derechos laborales y de un salario digno a los trabajadores jornaleros adultos, a los padres de estos niños.
Pero también de exigir el cumplimiento de los marcos legales y de derecho internacional en la materia, en particular:
- Nos pronunciamos a favor de la firma del Convenio 138 de la OIT (1973), que propone como edad mínima de incorporación al trabajo los 15 años, edad vinculada directamente con la obligatoriedad de la educación y la responsabilidad del Estado en ello.
- Nos pronunciamos por la eliminación del trabajo infantil, considerando con ello al trabajo de los menores de 15 años, y la necesidad de regulación del trabajo de los adolescentes y jóvenes mayores de 15 y menores de 18 años.
- Nos pronunciamos a favor de la recomendación 146 de la OIT en relación al carácter urgente que debe tener una política de abolición del trabajo infantil en las edades tempranas.
- Nos pronunciamos porque tenga también un carácter prioritario velar por el cumplimiento del Convenio 169 de la OIT relativo a la adopción de medidas especiales para garantizar que los trabajadores no estén sometidos a condiciones de trabajo peligrosas para la salud y a la exposición a sustancias tóxicas.
- Nos pronunciamos en contra de la propuesta de modificación del Artículo 22 de la Ley Federal del Trabajo que auspicia reducir el límite de edad para ingresar al mundo del trabajo, por la vía de cambiar el término de la educación obligatoria por primaria.
La mesa de trabajo acuerda, además, las siguientes recomendaciones:
- Impulsar y fortalecer la coordinación interinstitucional entre organismos públicos, instituciones académicas y organizaciones de la sociedad civil para promover actividades de análisis, divulgación e intervención social encaminadas a la erradicación del trabajo infantil.
- Exhortar a las universidades, instituciones de educación superior, centros de investigación y especialistas a incorporar y/o ampliar líneas de generación y aplicación de conocimiento en relación a esta problemática y sus diferentes aspectos económicos, sociales, culturales, jurídicos, educativos, etcétera.
- Exhortar a los gobiernos estatales, ya sea aquellos que son expulsores o receptores de mano de obra, a incorporar en sus Planes de Desarrollo a los jornaleros migrantes como un sector de población vulnerable de atención prioritaria.
- Consideramos que este Foro debe hacer llegar sus conclusiones a las autoridades competentes e instancias de toma de decisiones en materia de políticas públicas; en particular, a las Secretarías de Trabajo y Previsión Social Estatales, las Comisiones de Derechos Humanos, así como la Comisión de Desarrollo Social de la Cámara de Senadores, Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados.
Roberth Joel Orihuela Quequezana
PERÚ — AREQUIPA
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