Jóvenes y medios digitales. Internet y perfil de los internautas (página 2)
Enviado por Fatima Fares Medina
Una vez señaladas las premisas básicas en las siguientes líneas analizaremos el impacto de este medio en los usuarios. Sin embargo, debido a la magnitud del objeto de estudio, nos hemos centrado en el perfil dominante en términos de volumen: jóvenes de entre 16 y 35 años que serán analizados desde una perspectiva multidisciplinar contemplando aspectos sociológicos, tecnológicos y, además culturales.
Para ello partimos de la hipótesis de que la aparición de Internet y, con ella su uso, ha dado lugar a un cambios importantes en las pautas de comportamiento desde el punto de vista sociológico, cultural y tecnológico entre los usuarios más avanzados o aquellos que ya poseen una experiencia derivada de los más de quince años de uso extendido en España. Para ello hemos planteado una base metodológica basada en la triangulación.
Cuando hablamos de triangulación (Campbell, Fiske; 1959) cabe destacar que hacemos referencia a la utilización de diversos tipos de métodos, perspectivas o datos en una misma investigación de un problema. En este caso nos hemos apoyado en los datos estadísticos que cuantifican el volumen de usuarios. Asimismo hemos analizado las diferentes perspectivas que se están utilizando para clasificar al usuario y hemos señalado las prácticas y usos que dominantes para, finalmente concluir con algunas consideraciones finales.
Navegantes en cifras
Al hablar de usuarios de Internet debemos partir de los datos estadísticos que nos permitan cuantificar la magnitud de nuestro objeto de estudio así como, conocer cuál es el perfil sociodemográfico clave. Para tal fin nos hemos apoyado en los datos del informe realizado por el Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (ONTSI) para 2008.
Según el citado informe, el número de usuarios de Internet de más de diez años ha alcanzado casi los veintitrés millones y medio de individuos (23.471.120), es decir un 9,8 % más que en 2007. Para entender gráficamente la importancia de esta cifra la hemos comparado con el volumen total de población en España correspondiente al mismo perfil de edad, es decir, de entre 10 y 77 años. Siguiendo los datos del Instituto Nacional de Estadística, encontramos que el número de personas para enero de 2009 con estas características es de 38.379.616 personas, por tanto podemos concluir que el 61,1 % de este grupo de población es usuario de Internet en nuestro país.
1.1 Porcentaje de usuarios de Internet de entre 10 y 77 años/ Gráfico de elaboración propia
Por otro lado, este dato estadístico reflejado en el gráfico, muestra una realidad que venimos observando desde hace años: el crecimiento exponencial de los usuarios de Internet. Y es que cada día van llegando nuevos visitantes a la Red que van adoptando y haciendo suyas prácticas y usos que los más avanzados y expertos han difundido y, por tanto, contribuyen con su uso y experiencia a la difusión de las tecnologías de distribución que caracterizan a este medio y, lo que es más importante, están contribuyendo a la difusión de los protocolos y prácticas culturales que se corresponden con el segundo nivel de Internet como medio.
En este crecimiento exponencial convergen diferentes factores como la expansión de los recursos tecnológicos, el posicionamiento alcanzado de los diferentes usos de la Red tales como las redes sociales, los blogs, los podcast y sobre todo, la aceptación y el reconocimiento generalizado de la utilidad de este medio. Respecto a este último factor, y como ya hemos señalado anteriormente, una vez que un medio se establece satisfaciendo alguna exigencia humana fundamental, continua funcionando dentro de un vasto sistema de opciones mediáticas, que en el siglo XXI, aparecen integrados dentro del paradigma de la convergencia.
Y es en este marco donde encontramos un perfil sociodemográfico de usuario dominante en Internet que, apoyándonos en el informe de la ONTSI, corresponde a: hombres de entre 16 y 44 años de edad, en situación laboral activo ocupado y con estudios universitarios o de segunda etapa de Educación Secundaria. Sin embargo, conviene señalar que, aunque este es el perfil dominante, los mayores de 44 años cada vez están más representados en las estadísticas lo que reafirma la idea de que cada día van llegando nuevos usuarios, nuevos consumidores, productores y difusores del contenido multimedia a Internet tanto de las ciudades como de los municipios, que en anteriores informes, estaban menos representados.
Respecto a la frecuencia, prácticamente el 81,8% de los usuarios de entre 16 y 24 años acceden a Internet semanalmente o diariamente. Este dato muestra que este segmento poblacional ha hecho ya suyo el medio y está totalmente identificado con el uso de él. De hecho siguiendo el 49,4% son usuarios de Internet desde hace más de ocho años (AIMC; 2009) Asimismo el 67,6% de los usuarios que tienen entre 25 y 34 años acceden también con una frecuencia semanal o diaria a la Red.
De esta forma comprobamos que el grueso de usuarios familiarizados con la Web se corresponde a un grupo de entre 16 y 34 años de edad, ya que la frecuencia de uso muestra que este medio ya forma parte de su día a día. Por tanto, con estas cifras hemos identificado el perfil dominante por edad del usuario que utiliza este medio y que con su uso está contribuyendo a la exploración de nuevas líneas que permitan superar la incertidumbre que actualmente rodea a Internet.
Grupos generacionales con cierto determinismo tecnológico
Hemos comenzado incluyendo en un apartado especial a los principales autores que han estudiado al usuario de Internet y que aparecen unidos por un elemento común: la utilización de una clasificación dicotómica derivada del impacto tecnológico y las diferencias generacionales marcadas por el volumen de la muestra a analizar y el medio dominante. Así en las líneas siguientes analizaremos a los principales autores que han contribuido con sus análisis a un cierto determinismo tecnológico.
1.2.1 Tapscott y la Net-Generación
Don Tapscott (1998) en "Growing up digital: The rise of the Net Generation" hace una primera clasificación dicotómica basada en el impacto de la tecnología y su uso en la población estadounidense. En esta obra el autor define dos grupos generacionales marcados por el contraste y el impacto de la tecnología dominante. De esta forma encontraríamos un primer grupo generacional denominado "Net Generation", "N-Generation", o "N-Geners", jóvenes nacidos entre los años 1977 y 1997 que en el momento de publicación del libro tenían entre los dos y los veintidós años de edad.
Lo realmente significativo de esta primera clasificación realizada hace diez años es que el autor utiliza una terminología que extiende a toda una generación que en el momento de publicación del libro no eran usuarios activos de Internet. Así, anteponiéndose al devenir, Tapscott ya preveía una serie de cambios generacionales basados en el impacto de las tecnologías de distribución y en el aumento significativo del volumen de otra generación venidera, es decir, eran las primeras generaciones que habían superado en número a los nacidos entre 1946 y 1964, los llamados "Baby Boomers", representando así un el 30% de la población frente al 29% correspondiente a estos últimos.
Estos jóvenes definidos por el autor tienen ahora de 12 a 32 años con lo que coinciden a grandes rasgos con el perfil de usuario dominante en España mientras que, la generación de los "Baby Boomers" tendría hoy día entre 45 y 63 años de edad.
Gráfico 1.3.1 Comparativa entre las dos generaciones en España para el 2009/ elaboración propia[2]
En el anterior gráfico hemos actualizado la argumentación empleada por el autor con datos obtenidos para el caso español en 2009 y, como podemos comprobar, la tendencia también es aplicable en nuestro país en el presente año agudizándose incluso la tendencia con el 39% de representación de la población de 12 a 32 años frente al 37% que corresponde a los de 45 a 63 años de edad.
De esta forma ya tenemos el primer factor de cambio generacional que contempla Tapscott al que, se le une un cambio en la tecnología dominante conformando así los dos factores que, según el autor, posibilitan que podamos hablar de un cambio generacional: primero por volumen de representación en el marco general de la población y, segundo, por el crecimiento en un contexto totalmente diferente al de sus predecesores y dominado por unas tecnologías de distribución distintas.
Y es que como ya sucedió con la generación que el autor denomina "Baby Boomers", un grupo generacional caracterizado por un crecimiento marcado por la aparición de otro medio de comunicación de masas, la televisión, la actual generación de jóvenes y adolescentes nacida con la en la "Era digital" está siendo protagonista de un crecimiento marcado por la aparición de Internet como nuevo medio de comunicación. Y es que Internet está poniendo de manifiesto un fenómeno de "estrechamiento", es decir, la accesibilidad a los contenidos en un mundo interconectado y globalizado que está siendo el responsable de que los jóvenes y adolescentes de hoy día sientan que todo es alcanzable o que puede serlo con un solo clic de ratón.
1.2.2 Prensky y sus Nativos Digitales versus Inmigrantes Digitales
Dos años más tarde nos encontramos otra clasificación dicotómica con características muy parecidas a la anterior pero con tintes algo más radicales. Hablamos de Marc Prensky y su expresión "Digital Natives" que lanza en oposición a "Digital Inmigrants", los inmigrantes llegados tarde a las Tecnologías de la Información y Comunicación, en un ensayo publicado en 2001 bajo el título "The death of command and control".
Cabe destacar que la motivación que lleva a Prensky a utilizar estas expresiones la encontramos en la necesidad de abordar un inquietante problema derivado del cambio generacional: la crisis de la educación.
Prensky define a los llamados "inmigrantes digitales" como "aquellos que utilizan la tecnología, conviven con ella, disfrutan de ella pero nacieron y crecieron sin ella". Frente a ellos estarían los "nativos digitales" que sólo han conocido una sociedad dominada por el uso de las nuevas tecnologías. Asimismo se señala que una de las principales diferencias entre ambos es el mantenimiento de cierta conexión .de los "inmigrantes digitales" con su entorno previo. En este sentido, resulta realmente significativo el término que acuña Prensky: "el acento del inmigrante digital". Según el autor la experiencia práctica de este término lo podemos observar en diferentes aspectos tales como la necesidad de impresión de un e-mail o la impresión de un documento escrito en el ordenador para corregirlo ante la dificultad visual de hacerlo en la pantalla pero sin embargo, consideramos que lo que Prensky denomina como "acento del inmigrante digital", también puede ser extendido a los colectivos más jóvenes como veremos más adelante al hablar de una clasificación del usuario en función de la experiencia y de los conocimientos aprendidos.
Respecto a las características de los "nativos digitales", podemos señalar, entre otras, la rápida recepción de la información, facilidad para los procesos y multitareas paralelos, predilección por la imagen antes que el texto, defensa y práctica de la navegación no secuencial y la capacidad de cooperación y predisposición al trabajo en Red.
Teniendo en cuenta nuestro objeto de estudio, lo verdaderamente significativo de este autor es que apoya su tesis en argumentos neurobiológicos, argumentando y difundiendo tesis como la de Bruce D. Perry, según la cual "diferentes experiencias conducen a diferentes estructuras cerebrales". De esta forma Prensky hace referencia a las investigaciones y teorías científicas relacionadas con las neuroplasticidad del cerebro donde se pone de manifiesto que la influencia de las experiencias vividas tiene implicaciones en los patrones de pensamiento.
En este sentido argumenta que las actividades desarrolladas en entornos virtuales de forma continuada, como en el caso de los "nativos digitales" con los videojuegos, tienen como consecuencia un desarrollo mayor de habilidades como la interpretación de imágenes visuales, representaciones tridimensionales, mapas mentales, la representación mental de combinaciones de formas, el descubrimiento inductivo, la atención simultánea sobre distintos focos.., lo que reafirma nuestra hipótesis inicial del impacto de la tecnología sobre los usuarios experimentados. Para Prensky, los "nativos digitales" prefieren las imágenes al texto, también están acostumbrados a un ritmo frenético de información y se sienten cómodos trabajando en multitarea, además, "están acostumbrados a un mundo con sobrecarga informativa y ritmo frenético ("twitch speed") y anteponen las gratificaciones instantáneas y las recompensas inmediatas a las de largo plazo."
Por último creemos conveniente profundizar en los cambios neurobiológicos que ya citó Prensky y que ampliaremos con las investigaciones del doctor Garry Small[3]2009), quien señala que "aunque pueda parecer que la exposición a las nuevas tecnologías produce un impacto mucho más sutil, sus efectos estructurales y funcionales son profundos, en particular en el caso del cerebro joven, extremadamente plástico".
Así el bombardeo de estímulos digitales sobre las mentes en desarrollo de los "nativos digitales" está enseñando a reaccionar más deprisa y a codificar la información de un modo diferente. Y es que según las investigaciones de Small, la tecnología digital, además de influir en cómo pensamos, nos está cambiando la forma de sentir y comportarnos, y el modo de funcionar de nuestro cerebro. Para el autor, la mente joven es como un ordenador nuevo que lleva incorporados algunos programas básicos y dispone de muchísimo espacio en el disco duro para información adicional. Por tanto Small señala que, "a medida que van entrando más y más datos en la memoria del ordenador, éste va creando atajos para acceder a la información y éstos quedan asentados como nuevos caminos neuronales". La inmensa cantidad de posibles conexiones viables explica la plasticidad del cerebro joven, su maleabilidad y su capacidad de cambio permanente en respuesta a los estímulos que le llegan del entorno. Esta plasticidad permite que el cerebro inmaduro aprenda perfectamente las nuevas destrezas y con mucha mayor eficacia que el cerebro adulto ya recortado.
Por tanto, siguiendo a este autor, la resolución de la alta tecnología nos ha sumido en un estado de atención parcial continua que Linda Stone, una autoridad en software, describe como estar permanentemente ocupados, siempre atentos a todo pero sin centrarnos nunca de verdad en algo concreto. Así en Small encontramos una precisión del término empleado por Prensky donde señala que "la atención parcial continua es distinta de la multitarea, pues aquí tenemos un objetivo para cada tarea, e intentamos mejorar la eficacia y la productividad. En cambio cuando nuestra mente atiende de forma parcial, y lo hace así de manera continuada, buscamos la oportunidad de cualquier tipo de contacto en todo momento."
1.2.3 Oblinger y Oblinger
Oblinger y Oblinger (2005) continúan en la línea de Tapscott y Prensky definiendo a estos jóvenes pero sin embargo introduce una matización importante con la necesidad de considerar que las características que se les atribuye a los jóvenes no tienen su origen en un rango de edad sino en unas experiencias concretas. Así encontramos una nueva aportación que matizaría la clasificación generacional anterior dando paso a una flexibilidad en la que la experiencia es la base.
Y es que muchas de las actitudes y rutinas atribuidas a la "Net Generation" se pueden observar igualmente en personas de más edad pero que usan de forma cotidiana estas tecnologías. Así, acceden de forma prioritaria a la información a través de Internet, realizan varias tareas en paralelo y tienen una conexión a la red casi permanente.
Se habla de los jóvenes como personas "optimistas y resueltas", aficionadas a las nuevas tecnologías pero también "activistas" decididos a implicarse públicamente. Pero nuevamente los autores van más allá definiendo características negativas asociadas a los jóvenes ya que "tendrán una reacción negativa con cualquier contenido o actividad que les parezca lenta".
En definitiva describen un perfil fascinado por las nuevas tecnologías y con una enorme facilidad para desenvolverse con ellas. Estos jóvenes y adolescentes han integrado entornos virtuales como la mensajería instantánea en su forma de relacionarse con los demás, hasta el punto de no establecer una barrera clara entre los contactos a través de la red y los contactos presénciales. También tienen una preferencia clara por las imágenes frente al texto, una habilidad innata para la orientación espacio-visual fruto de su experiencia con juegos digitales, una clara tendencia hacia el aprendizaje a través de la exploración y una sorprendente capacidad para mantener la atención sobre varios focos de forma simultánea. Unas características que entroncan con las definidas por Prensky.
Diferentes clasificaciones para una misma realidad
Una vez analizada la clasificación por grupos generacionales continuaremos señalando diferentes tipos de clasificación del usuario que hoy día podemos encontrar. Así hablamos desde una perspectiva de experiencia, comportamiento, edad o grupos generacionales.
Desde el punto de vista de la experiencia hablamos de un usuario inicial, medio, avanzado y profesional o experto. Esta segmentación hace referencia al grado de conocimiento y manejo de las posibilidades que ofrece Internet. Consideramos que es una clasificación siguiendo criterios de experiencia ya que la usuabilidad del medio conduce al aprendizaje del mismo y a la exploración de las posibilidades que ofrece. En este sentido cabe destacar un paso más en esta clasificación: el que da Yusuf (2007) en el siguiente gráfico:
Gráfico 2.1. Clasificación del usuario en Internet en función de la experiencia /Yusuf
Tal y como observamos en el gráfico este autor hace coincidir al usuario avanzado con lo que denomina usuario 2.0. Con este término hace referencia a "sujetos con una cultura tecnológica avanzada, que han adquirido una representación mental de los conceptos relacionados con las nuevas herramientas que supera el modelo mental intuitivo y que muestran una forma diferente de organizar y utilizar el conocimiento". Asimismo Yusuf pone de manifiesto que podemos hablar de un usuario que "aporta, difunde y comparte sus sitios personales y profesionales en la Red que se organizan como puntos o espacios de sociabilidad, capaces de facilitar la creación y la gestión de múltiples redes personales y sociales."
En este sentido parece pertinente afirmar que el usuario 2.0 posee un perfil avanzado, activo e interactivo que no sólo consume las posibilidades que ofrece la Red sino que las explora y las difunde al mismo tiempo que utiliza las redes sociales virtuales como punto de encuentro estableciendo un nuevo modelo de sociabilidad en el que el uso de las tecnologías de distribución está creando nuevas líneas de protocolos de comportamientos definidos en el marco de la convergencia comunicativa.
Así, esta definición nos podría llevar a hablar también de una generación 2.0, de un perfil 2.0, de una actitud 2.0 o incluso de una personalidad 2.0. Porque lo cierto es que quien se enfrenta a las nuevas aplicaciones online ya no es un espectador pasivo, ahora es un usuario con unas características muy peculiares, con hábitos adquiridos y conocimientos demostrados. Y es este usuario el objeto de nuestro estudio.
Continuando con la clasificación de los usuarios, desde un punto de vista económico, señalamos la utilizada en las investigaciones llevadas a cabo por la Pew Research Center's Internet & American Life Project surveys[4]donde se distinguen una clasificación más personalizada de los diferentes perfiles o grupos de usuarios encuadrados en el marco geográfico de los Estados Unidos.
En este estudio la población de usuarios ha sido clasificada y nombrada en función de la edad lo que deriva en una clasificación generacional y donde la clasificación dicotómica de los grupos generacionales señalados en el anterior apartado coincide en parte con esta clasificación. Sin embargo, consideramos que es una categorización centrada en intereses económicos ya que la edad mínima cuantificada corresponde a los 18 años con lo que estaría íntimamente relacionado con la capacidad adquisitiva de los individuos.
Así encontramos seis grupos generacionales que, en orden ascendente, comenzaría con la llamada Generación Y, usuarios de edades comprendidas entre los 18 y los 32 años. Seguidamente encontramos a la Generación X, personas de 33 a 44 años de edad. Youngers Boomers se refiere a las poblaciones de usuarios de 45 a 54 años. Older Boomers hace referencia a la población de 55 a 63 años. Y para aquellos que se encuentran entre los 64 y los 72 años se ha utilizado el término Silent Generación. Por último estaría la Generación I que hace referencia a los usuarios de más de 73 años de edad. De esta clasificación podemos señalar que por norma general, como ya hemos señalado anteriormente, se suele distinguir seis perfiles de edad con su correspondiente modo de comportamiento. En este sentido teniendo en mente nuestro objeto de estudio podemos concluir que nuestro perfil dominante formaría parte de la llamada Generacion X y de la Generación Y.
Por otro lado, respecto al comportamiento del usuario, y muy relacionada con la clasificación en función de la experiencia, en la Web distinguimos cuatro actitudes: pasivo, participativo, cooperativo y/o colaborativo.
Gráfico 1.2 Clasificación del usuario respecto a su comportamiento/ Yusef
Como podemos comprobar en el gráfico de Yusef (2007), encontramos un primer comportamiento denominado pasivo. Este término hace referencia al usuario que únicamente consume la información sin derivarla en conocimiento. En este sentido cabe destacar que vivimos en una época donde la información es el principal bien de consumo y si esa información no deriva en conocimiento el derecho que consagra la Constitución española se desintegraría. Y es aquí donde entra el nuevo perfil de consumidor de la información o, como diría Yusef de usuario 2.0. En este nuevo perfil podemos distinguir distintos niveles de comportamiento en función de la experiencia, con lo que conectaríamos con la anterior calcificación. Así encontramos a un usuario participativo que derivará en cooperativo y colaborativo, no siendo lineal esta evolución.
En cualquier caso, y tal y como señala Yusef, se utilice una u otra clasificación, lo que parece claro es que "el cúmulo de aplicaciones y herramientas que utilizamos y que se popularizan tan rápidamente nos va descubriendo un nuevo perfil de navegante que, aunque sea prematuro definirlo bajo unas características muy concretas, si se puede realizar una aproximación sobre su comportamiento frente a la tecnología". Y es aquí donde encontramos el segundo nivel de nuestro objeto de investigación: un usuario que con su experiencia está definiendo unas pautas de comportamiento determinadas derivadas del uso de las nuevas tecnologías de distribución.
Consideraciones sobre la clasificación de los usuarios desde un punto de vista cultural
Las nuevas tecnologías están ofreciendo un marco donde los jóvenes aprenden a relacionarse y a comunicarse que tiene un peso importante en la construcción de la identidad personal y social. Sin embargo consideramos que el determinismo tecnológico que subyace en las formulaciones sobre la "Net Generation" o los "nativos digitales" ha ocasionado un sesgo que dificulta la comprensión de algunos aspectos relevantes.
Y es que el análisis está centrado en los usuarios más avanzados o con mayor facilidad de acceso y por tanto se está estableciendo una visión excesivamente maniquea sobre las diferencias entre los "antiguos media" como la televisión y los "nuevos media". Asimismo se ha generalizado la creatividad y el carácter innovador de las actividades de los jóvenes en los entornos virtuales cuando muchos de ellos se limitan a buscar información y comunicarse. También se ha magnificado el atractivo que tienen para los jóvenes las nuevas tecnologías, extendiendo las actitudes de los denominados geeks, personas que tienen una gran fascinación por la informática y la tecnología, a toda una generación. Por tanto creemos que, nuevamente la verdad yace en algún lugar intermedio al igual que hemos señalado al principio del artículo cuando hemos hecho referencia al debate relacionado con el paradigma de la convergencia.
Si bien es cierto que determinados factores, como en el caso del profundo cambio tecnológico que está suponiendo la llegada de Internet, sí pueden crear saltos generacionales más importantes que los derivados de las habituales y previsibles divergencias entre jóvenes y mayores, aún considerando que estos cambios en las circunstancias que acompañan el desarrollo personal pueden afectar a las maneras de aprender y pensar, existe un excesivo determinismo tecnológico en el discurso de quienes han defendido que los jóvenes que han nacido en un mundo digital tienen una forma de comportarse radicalmente diferente.
Consideramos que los usuarios al acceder a la Internet, ya sean Nativos o Inmigrantes Digitales, lo hacen motivados por la búsqueda de un producto que satisfaga sus necesidades o deseos, es decir dicho con otras palabras buscan la utilidad, que según señala Yusef Hassan-Montoro (2009), es una utilidad "entendida como el provecho, beneficio e interés que produce su uso" Así cando un usuario se enfrenta a una interfaz, será capaz de identificar y reconocer la función de cada elemento sólo si ha aprendido previamente su significado, o ha adquirido las herramientas conceptuales necesarias para deducirlo. Esto quiere decir que el uso de interfaces son actividades sociales, aún cuando se realicen de forma aislada, pues se basan en significados compartidos y construidos colectivamente. Los diseñadores tácitamente acatan y hacen uso de convenciones de diseño, posibilitando al usuario reconocer y comprender instantáneamente aquello que ve, a partir del conocimiento adquirido en sus experiencias previas.
Características del usuario desde el punto de vista tecnológico
Una vez enunciadas las diferentes clasificaciones, en el siguiente apartado nos centraremos en las características de estos usuarios desde un punto de vista tecnológico, concretamente desde las preferencias y usos de la tecnología que utilizan para sus conexiones. Así, siguiendo los datos publicados en la "11º encuesta AIMC a usuarios de Internet", febrero de 2009, la conexión predominante a Internet se realiza en su gran mayoría desde un ordenador fijo (89,3%) aunque, el 68,5% de los usuarios entrevistados, también se conectan desde un portátil con lo que podemos observar a un usuario dominante que tiene más de un equipo. Asimismo en las conexiones a través de un dispositivo móvil encontramos que se ha producido un incremento de ellas estando representadas con el 23,1%. Estas cifras nos muestran a un usuario que va de la mano de la tecnología dominante y que está haciendo uso de los nuevos servicios y variaciones que el mercado le ofrece. Así observamos que la conexión a Internet, que se realiza preferentemente utilizando el navegador Internet Explorer de Microsoft, ya está presente en diferentes parcelas de su vida y, al igual que ocurrió con los telefónos móviles, se está expandiendo el uso de las nuevas posibilidades que las compañías telefónicas están ofreciendo lo que, muestra a su vez que responden a la necesidades que la población o usuarios de Internet está demandando.
Los usuarios suelen conectarse usando el ADSL que, en más del 80% de los casos también incluye telefonía fija, y con una velocidad muy superior a lo que podríamos pensar. Hablamos de 3 y 6 megas. Así encontramos que por norma general el usuario está contento con la velocidad disponible para el acceso aunque la valoración del coste del servicio no llega al aprobado. Y es en este apartado donde Telefónica sigue siendo la empresa de telecomunicaciones que, con el 40% de representación, lidera el acceso a la Red seguida y, con bastante diferencia, de ONO con un 18,5.%.
Usos de Internet
Respecto a las prácticas o usos de los jóvenes en Internet, cabe destacar que la mayoría de los estudios que actualmente circulan se centran en el análisis de las actividades realizadas utilizando una clasificación por edades ya el motor para la realización de estos estudios es económica. Por tanto, teniendo en cuenta este aspecto, en las líneas siguientes analizaremos cuales son las prácticas que predominan entre este colectivo en la red basándonos en el estudio de la Pew research por considerarlo uno de los más emblemáticos para analizar este aspecto. Asimismo también nos apoyamos en el informe de la AIMC, Navegantes en la Red, publicado en febrero de 2009 aunque, este estudio nos habla desde un punto de vista genérico del usuario sin delimitar las prácticas por edades sino por tendencias generales siendo el grueso de los encuestados personas de 20 a 44 años de edad. Y es que según el informe citado estamos asistiendo a una tendencia en la que las prácticas y usos se van equilibrando rompiendo el tópico dominante de la brecha generacional.
Respecto al tiempo o frecuencia de uso, el mínimo de conexión se sitúa entre una y dos horas, con un 26% de representación, entre dos y cuatro horas con un 22,3% y entre cuatro y ocho horas con un 10,3%. Estas cifras demuestran que Internet es un medio que se ha asentado como entretenimiento ya que su uso se relaciona con el hogar y presenta una frecuencia de tiempo de dedicación de más de una hora, llegando a situarse incluso en más de ocho horas. Suponemos que el aumento de la frecuencia y uso de Internet se ha hecho en detrimento de otras actividades. En este sentido encontramos la respuesta en la cifra de que el 68% de los encuestados declaran que el tiempo empleado en la Red ha repercutido en la visualización de la televisión con un 60,1%. La lectura también se ha visto afectada en un 25,2% de los encuestados.
Asimismo el usuario declara acceder a la Web varias veces al día con una representación del 76,9%. Cabe destacar que en este dato hay que tener en cuenta que la metodología de recogida de las encuestas se ha realizado en su mayoría a través de la Red, así es lógico pensar que el usuario participante se encuentra familiarizado con el entorno.
Respecto a las prácticas del usuario que es nuestro objeto de estudio, siguiendo con los datos de la Pew Research es un grupo que generalmente usa Internet como entretenimiento y como instrumento de comunicación con sus amigos y familiares. Es un colectivo que, a diferencia de los usuarios de edades más avanzadas, utiliza los videos online, los videojuegos por ordenador y mundos virtuales como una forma más de entretenimiento. En este sentido, cabe destacar que el uso de los videojuegos y juegos online se está convirtiendo en una de las prácticas estrellas para los jóvenes en general y, los usuarios de entre 12 y 17 años en particular, ya que 78% utilizan la red para juegos en línea.
Por otro lado, la consulta del correo sigue liderando las posiciones con un 96,4 % además, es una actividad realizada varias veces al día. Seguidamente encontramos el uso de la World Wide Web con un 92,3%, la mensajería instantánea con un 46,3%, y el intercambio de archivos P2P con un 36,2%, entre otros.
Asimismo, los usuarios de Internet de entre 12 y 32 años, leen los blog y escriben en uno propio a la vez participan en las redes sociales con mucha más frecuencia que las de las poblaciones más avanzadas en edad. Además, nuevamente en contraste con las poblaciones más maduras, el uso de la mensajería instantánea se ha convertido en algo habitual para este colectivo.
En contraste con la llamada Generación Y, los usuarios de entre 32 y los 72 años, utilizan la Red como una herramienta de búsqueda de información, envío de e-mails y compra de productos más que como una red de socialización y de entretenimiento. Aunque en este sentido conviene señalar que, siguiendo el informe de la AIMC, más del 50% del total de los encuestados declaran que Internet es la fuente primaria a la que acceden para informarse y un 41,5% la utilizan como fuente secundaria. Por tanto estas cifras muestran que, a pesar de que haya prácticas que se corresponden especialmente con los adolescentes, la búsqueda de información en la Red es una actividad generalizada independientemente de la edad. Es más, el 43,1% han declarado que el medio que más de menos echarían de menos si desapareciera sería éste con un 43% del total de los encuestados frente al casi 40% que han manifestado que seria la televisión.
Por otro lado conviene señalar que, a pesar de que cada día se abre más el abanico de posibilidades que ofrece la Red, la generalización de ellas todavía no es representativa. Concretamente hacemos referencia a los programas P2PTV ya que casi el 50% de los encuestados han declarado no conocen su existencia. Este hecho pone de manifiesto que, al igual que pasó con los blog, todavía se necesita un periodo de difusión, aprendizaje y uso de nuevos conceptos. También es el caso de la radio a la carta donde un 43% de los encuestados han respondido que, a pesar de que sí que conocen su existencia, no han explorado sus posibilidades.
Llama la atención el bajo grado de interés que despiertan las compras online en las poblaciones de adolescentes, únicamente el 38% de ellos. Esto tiene mucho que ver con el poder adquisitivo unido a la no disponibilidad de tarjetas de crédito para realizar tales compras ya que el porcentaje aumenta en los usuarios de entre 18-32 años con un el 71%. Esta es una cifra elevada pero siguen estando a la cabeza de esta práctica los usuarios de edades comprendidas entre los 33-44 años ya que el 80% de ellos utilizan este medio Internet para la compra online. Este 38% contraste con el 56% de los usuarios entre los 64-72 años y el 47% entre los usuarios de más de 73 años.
Respecto al uso de la banca electrónica observamos un crecimiento exponencial desde el 38% de 2005 hasta el 57% en la actualidad. Sin embargo nuevamente este porcentaje es menor si lo comparamos con los usuarios de entre 33-44 años que representan el 67%.
Si tenemos en cuenta prácticas comunes en los diferentes perfiles de usuarios clasificados por edad, cabe destacar la descarga de vídeos, las reservas de viajes por Internet y la consulta de trabajos de investigación tanto para las poblaciones más madura como para las más jóvenes.
Consideraciones finales
Tras el análisis realizado podemos señalar que el perfil dominante por edad del usuario de Internet se corresponde a los jóvenes de entre 16 y 34 años de edad. Asimismo comprobamos que cada día van llegando nuevos visitantes a la Red que van adoptando y haciendo suyas prácticas y usos que los más avanzados y expertos han difundido y, por tanto, contribuyen con su uso y experiencia a la difusión de las tecnologías de distribución que caracterizan a este medio y, lo que es más importante, están contribuyendo a la difusión de los protocolos y prácticas culturales que se corresponden con el segundo nivel que define a Internet como medio. Y es que la capacidad de participación no procede de destruir la cultura sino de escribir sobre ella, modificarla, corregirla, expandirla, conferirle una mayor diversidad de perspectiva y luego volver a ponerla en circulación, reintroduciéndola en los medios dominantes para su libre circulación.
En este crecimiento exponencial convergen diferentes factores como la expansión de los recursos tecnológicos, el posicionamiento alcanzado de los diferentes usos de la Red tales como las redes sociales, los blogs, los podcast y sobre todo, la aceptación y el reconocimiento generalizado de la utilidad de este medio. Respecto a este último factor podemos concluir que Internet es un medio que se está estableciendo satisfaciendo exigencias humanas básicas como podemos comprobar con la frecuencia de uso y del volumen de los usuarios. Por tanto, gracias a la satisfacción de necesidades, parece pertinente afirmar que continuará funcionando dentro de un vasto sistema de opciones mediáticas, que en el siglo XXI, aparecen integradas dentro del paradigma de la convergencia.
Por otro lado, tras el análisis del las diferentes clasificaciones del usuario por grupos generacionales, hemos comprobamos que sigue predominando cierto determinismo tecnológico derivado de una segmentación dicotómica que focaliza la atención en el impacto tecnológico y las diferencias generacionales marcadas por el volumen de la muestra a analizar y el medio dominante.
Esta brecha generacional parece respaldada por las investigaciones neurobiológicas donde se señala que el bombardeo de estímulos digitales sobre las mentes en desarrollo está enseñando a reaccionar más deprisa y a codificar la información de un modo diferente al mismo tiempo que se está produciendo una pérdida de atención. Así, las actividades desarrolladas en entornos virtuales de forma continuada tienen como consecuencia un desarrollo mayor de habilidades como la interpretación de imágenes visuales, representaciones tridimensionales, mapas mentales, la representación mental de combinaciones de formas, el descubrimiento inductivo, la atención simultánea sobre distintos focos .. En este sentido, consideramos válida una clasificación dicotómica por grupos generacionales contemplando el hecho de la mayor predisposición del cerebro joven por su mayor plasticidad sin embargo, también podríamos hacer extensible este impacto a las poblaciones adultas ya que, según hemos indicado, la clasificación por experiencia parece la más acertada. Asimismo de esta clasificación por experiencia se deriva una serie de conceptos como lo son: usuario 2.0, personalidad 2.0 o perfil 2.0 que hacen referencia al grado de asimilación e implantación de Internet entre la población.
Por último, hemos comprobado la convergencia está fomentando la participación y los procesos colectivos de conocimiento, ahora podemos hablar de Internet como medio colectivo más que individualizado. Un medio que se convierte en parte de nuestra vida como miembros de comunidades de diversa índole. Y es que el poder de Internet reside en su capacidad de amplificación ya que encontramos la capacidad de propagar la información y el contenido tanto de arriba hacia abajo, empezando con los medios comerciales, y siendo adoptados por una serie de públicos diversos, al mismo tiempo que ya emerge información de abajo hacia arriba, desde varios sitios de la cultura participativa para penetrar luego en los medios dominantes.
Bibliografía
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Páginas Web
http://pewresearch.org/pubs/1093/generations-online (06 de febrero de 2009, 11:00 A.m.)
Autor:
Fátima Fares Medina
Fátima, FARES MEDINA
Universidad de Granada
[1] En esta obra argumentaba, cuando todavía no existían los medios de comunicación tal y como los conocemos hoy, que las extensiones tecnológicas de la conciencia humana se adelantan a nuestra capacidad para comprender sus consecuencias.
[2] Datos obtenidos del Instituto Nacional de Estadística Español a enero 2009.
[3] Neurobiólogo de Estados Unidos y uno de los mayores expertos en funcionamiento cerebral y comportamiento. Dirige el Centro de Investigación de Memoria y Envejecimiento del Instituto Semen de Neurociencia y Comportamiento humano de la UCLA.
[4] http://pewresearch.org/pubs/1093/generations-online (06 de febrero de 2009, 11:00 A.m.)
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