Resumen
El presente trabajo se titula: El pensamiento político-jurídico de Osvaldo Dorticós. La investigación aborda el desenvolvimiento del pensamiento de Dorticós dentro de su participación en el proceso de construcción del socialismo en Cuba en las décadas del 60 y 70 de la Revolución, momento histórico que no ha sido investigado con profundidad por la historiografía cubana. La idea central del trabajo es enfatizar las particularidades de Osvaldo Dorticós como hombre de pensamiento y de acción.
El estudio de las personalidades resulta importante para comprender mejor la labor ideológica de las figuras en el proceso revolucionario cubano, reflejada en la figura de Osvaldo Dorticós Torrado. El trabajo devela el estilo de pensamiento de esta figura no suficientemente investigada y reconocida por los investigadores y docentes cubanos a pesar de ser una de las personalidades emblemáticas de la dirección de la Revolución en sus primeros años.
Responde al Programa Nacional de Historia planteado por el Instituto de Historia de Cuba. Sirve para el conocimiento de la historia nacional. Enriquece además los programas de las asignaturas de Pensamiento Cubano, Historia e Historiografía de Cuba.
Desarrollo
Las investigaciones de la historia del pensamiento cubano no han tenido el desarrollo apropiado que esta temática merece y es evidente que existen en el orden cuantitativo carencias. Este problema de hecho se convierte en una necesidad imperiosa de la investigación histórica, y del fortalecimiento de la historia como ciencia y de su correspondiente producto intelectual.
A través de este trabajo se pretende un acercamiento a la producción historiográfica de la historia de las ideas en Cuba en un momento histórico crucial a partir del triunfo revolucionario de 1959. Se pretende reconocer de qué modo se ha pensado en Cuba en este período y con ello evidenciar que "somos síntesis cultural de un proceso que antecedió y en el decursar de los años se ha logrado emancipar por el alcance de nuestra singularidad"[1].
Se decide abordar este tema porque el estudio del pensamiento de las personalidades en los primeros años de la Revolución no ha sido estudiado suficientemente por la historiografía. Los vacíos en el tratamiento de etapas y procesos diversos constituyen una de las insuficiencias más notorias. A pesar de que en los últimos lustros se han publicado importantes obras que dilucidan determinados aspectos de la historia económica y política del país, aún se carece de una reconstrucción acabada de la sociedad cubana de estos años y en particular de estudios de pensamiento.
Durante la década del 60 de la Revolución Cubana se evidenció una amplia y compleja amalgama de corrientes ideológicas. Es la etapa de las luchas de clases, las mayores confrontaciones ante la política seguida por el gobierno de los Estados Unidos, la lucha con la contrarrevolución interna y la emigración. El conocimiento y análisis de esta polémica permite lograr una mejor comprensión sobre la trayectoria ideológica del proceso revolucionario cubano que se pretende reflejar a través de uno de sus principales artífices que fue Osvaldo Dorticós.
Para comenzar este análisis es de vital importancia plasmar lo expuesto por Fernando Martínez Heredia en su artículo "Pensamiento social y política de la Revolución" donde aborda que dentro del campo revolucionario había dos concepciones y posiciones diferentes, con ello se pretende ubicar a Dorticós dentro de una tendencia de pensamiento. Expresa Martínez Heredia que una estaba influenciada por la ideología soviética y del movimiento comunista, esta creía que Cuba debía organizar su economía, su sistema político y su estrategia de acuerdo con la etapa de desarrollo que le asignara aquella ideología, y reproducir aquí rasgos del tipo de dominación en nombre del socialismo que existía en la URSS y en los países de su campo"[2]. Es decir, buscaba sus fundamentos en el llamado marxismo-leninismo, y sin dudas no se sentía extranjerizante, sino el vehículo del paso de Cuba a lo que consideraban un régimen social superior y su incorporación al socialismo.
La otra concepción provenía del proceso insurreccional, de su ideología de liberación y su triunfo revolucionario, que había creado el poder y el terreno real para que se desarrollara la Gran Revolución Popular. Acota Martínez Heredia que entendía el socialismo como el medio idóneo para conseguir la liberación nacional y la verdadera justicia social, impulsó y condujo un conjunto profundamente radical de acciones, y una participación masiva que transformó a los cubanos y al país, y enfrentó victoriosamente a los Estados Unidos".[3] Esta segunda concepción se consideraba heredera de todas las luchas revolucionarias del pueblo cubano desde el siglo XIX; sus líderes conocían marxismo, lo utilizaban de manera independiente y actuaban a favor de que la población cubana asumiera esa concepción.
Esta segunda concepción rigió prácticamente durante la segunda mitad de los años 60, posibilitado por el liderazgo político de Fidel y el Che, quienes junto a Dorticós, Hart, Carlos Rafael hicieron posible el triunfo de esta concepción de manera pacífica y unitaria.
Las particularidades del pensamiento de Dorticós se ponen de manifiesto en las diferentes funciones como Ministro de Ponencias y Leyes y como Presidente del Gobierno Provisional que desempeñó dentro del proceso de construcción y fortalecimiento del socialismo en la Revolución Cubana.
Ante la actuación de Dorticós, no podían faltar las palabras de nuestro líder Fidel Castro, el cual expresó "nuestro Presidente podía ir allí, como fue, con la frente en alto, desafiando la hostilidad y la provocación de los imperialistas, desafiando los insultos, desafiando sus groserías, porque tenía fuerza moral y tenía verdades más que suficientes para pronunciar allí, y sentar, como lo hizo, en el banquillo de los acusados, al imperialismo yanqui. Porque ante las apelaciones de nuestro Presidente en favor de la paz, en favor de las soluciones diplomáticas de los problemas, en favor de la discusión, no podían responder nada."[4]
Con anterioridad se enfocó la capacidad de Dorticós de poner en alto el nombre de Cuba en el mundo, sus extraordinarias participaciones valieron para que nuestro líder Fidel ejemplificara su labor revolucionaria como mandatario de la Revolución. Fidel resalta sus valores morales, políticos, su capacidad diplomática para poner en alto el nombre de la Revolución y su firmeza ante la posición hostil de los Estados Unidos, defensor y exponente de la verdad, capacitado para desmentir la farsa imperialista ante la opinión pública mundial.
Otro de los puntos que toma Dorticós, es sobre la actuación de Fidel dentro del proceso de unificación del Partido. Sobre esto Dorticós aborda que "la creación de estos órganos de dirección responde a una idea desenvuelta por Fidel, que responde, a su vez, a su filosofía política. Pero sé que todos estamos muy claros respecto a que esto, lejos de aminorar su papel personal en la Revolución, lo engrandece, y que este papel será cada día más importante en forma creciente, que es una evidencia de su alta calidad de dirigente, y que sin duda hoy lo expresa como reflejo del sentimiento de todos ustedes: Fidel es y será nuestro guía, nuestro dirigente; guía y dirigente de un Partido integrado por una sola clase de comunistas, expresión de aquella unidad de que hablamos."[5]
Ampliando lo expresado anteriormente, no puede dejar de ser obviado que el liderazgo revolucionario de Fidel y su ideología desempeñaron un papel protagónico de indudable relevancia.
Un hecho que marcó un punto de inflexión en el desarrollo y consolidación del socialismo en Cuba fue el I Congreso del Partido Comunista. Fue el momento propicio para legitimar y aplicar a escala de todo el país, un conjunto de experimentos que se venían realizando, y de plasmar en la realidad nuevas ideas y principios.
Tomando de su Plataforma Programática alguna de las tareas principales de la lucha ideológica como:" la más amplia difusión del marxismo-leninismo; la educación de nuestro pueblo en el espíritu del patriotismo revolucionario y de un profundo internacionalismo; la divulgación y explicación del carácter de la democracia socialista y sobre todo la argumentación de la función rectora del Partido Comunista como única fuerza capaz de dirigir la construcción del socialismo y el comunismo."[6]
En el trabajo titulado Pensamiento social y político de la Revolución de Fernando Martínez Heredia anteriormente expuesto, aborda que el presidente Osvaldo Dorticós realizó una visita al Departamento de Filosofía de la Universidad de la Habana en 1964 y en una reunión celebrada con los profesores de dicho departamento pronunció un discurso, en el que afirmó que "los manuales de marxismo soviético que entonces se utilizaban en la docencia en los estudios políticos no servían para la Revolución Cubana, y pidió que, como marxista, incendiáramos el océano, aunque aclaro a continuación que él no sabía como debía hacerse."[7]
De capital importancia resulta lo anteriormente expuesto ya que es una muestra del interés de Dorticós y de la dirigencia revolucionaria por la búsqueda de un nuevo modelo de socialismo cubano, influenciado este por la vertiente marxista –leninista pero adaptado a las condiciones histórico-concretas de la Revolución.
En el libro "Marxismo y Revolución" el artículo de Natasha Gómez sobre la divulgación del marxismo en la revista Pensamiento Crítico, amplía sobre la visita de Dorticós dejando plasmado que este manifestó el interés político de que el mundo académico cubano estuviera actualizado respecto a las discusiones del marxismo. La traducción de los materiales que se encontraban en francés para que se pudiera tener acceso a estos.
Esta actitud de Dorticós evidencia que el Gobierno Cubano facilitaba y comprendía la lectura de textos que aportaran heterogeneidad de contenidos y enfoques sobre el marxismo generados fuera de las fronteras socialistas. Natasha Gómez amplia además que "la dirigencia cubana se pronuncia y actúa destacando enfáticamente su soberanía frente a determinadas posturas políticas e interpretaciones del marxismo generadas en la URSS".[8] Esto estuvo influenciado por las influencias en Cuba otras corrientes de pensamiento provenientes de Europa y América Latina.
Para lograr una mejor comprensión de esta problemática se tomará del artículo anteriormente mencionado otro de los puntos expresado por Dorticós en dicha visita cuando señala que los manuales del marxismo soviético aludían a una realidad histórica ajena y que no incitaban a leer, estudiar por sí mismo. Con ello Dorticós reconocía las limitaciones de los manuales que se referían a situaciones histórico-concretas diferentes a las de nuestro país. Además, acota sobre la superación del mal del manualismo, es decir, del aprendizaje del marxismo-leninismo en nuestro país a través de los manuales.
Se pone de manifiesto con toda claridad en el campo del pensamiento la contribución relevante al desarrollo del marxismo de Osvaldo Dorticós, la búsqueda de una unidad en la orientación ideológica en la enseñanza del marxismo-leninismo, esto por supuesto bajo la rectoría del Partido y sus dirigentes.
Con esto se demuestra como junto a Fidel y el Ché, el presidente cubano también contribuyó al proceso de poner al marxismo en español y coadyuvar a la formación de una nueva vertiente marxista cubana y latinoamericana. A esta altura del análisis se puede observar cómo en el pensamiento de Osvaldo Dorticós iban tomando fuerza ideas propias y se abría una etapa de búsqueda y creación en el plano teórico para la solución de problemas y tareas de la transición socialista en Cuba.
Sin dudas, Osvaldo Dorticós como pensador y dirigente revolucionario, contribuyó efectivamente al logro que el marxismo leninismo se pusiera altura de la Revolución Cubana y que la enseñanza de esta disciplina dejara de ser el resultado de una deformación y concepción teológica del marxismo.
Otro de los puntos importantes analizado en su obra por Dorticós fue el de la vida jurídica de nuestro país, donde se consagró un principio relativo a la distribución de la riqueza nacional entre el pueblo. Informaba este que el postulado que esta norma de "cual es el de dar a cada cual según su trabajo, constituía sin duda alguna un residuo inevitable en esta etapa histórica del derecho burgués, tal como proclamara en una de sus pocas incursiones, de pronóstico profético sobre los modos de construir la sociedad socialista y comunista el genial creador de nuestra teoría política: Carlos Marx."[9]
Abordando lo expuesto anteriormente y tomando algunos criterios de Dorticós destacamos que durante la etapa de construcción socialista pugnan en la vida política del país algunos residuos de normas del Derecho burgués, junto con el proceso renovador y creciente de creación del nuevo Derecho socialista. Justamente, define Dorticós que "esa contradicción entre la creación constante del nuevo Derecho y la lucha en forma creadora contra los residuos del viejo derecho burgués, vinculado todo esto a la esencia misma del desarrollo socioeconómico del país y presidido por este desarrollo, se manifiesta en todos los ámbitos de las expresiones de la vida jurídica de una nación socialista."[10]
Otro de los temas de análisis destacados por Dorticós en el campo jurídico es sobre las tesis de la lucha contra la doctrina marxista y contra la teoría marxista, respecto a la supuesta desatención, despreocupación y subestimación de los marxistas por la actuación del derecho.
Dorticós fue uno de los principales representantes y defensores del marxismo-leninismo dentro de nuestra Revolución. Su pensamiento con respecto al marxismo-leninismo no fue esquemático ni dogmático, abogó por la adaptación de estas concepciones a la realidad cubana, por lo que se evidencia su originalidad como pensador.
Dorticós analiza algunos de los principales postulados fundamentales de la teoría marxista respecto al porvenir del estado y el derecho, de los cuales estima que en ocasiones de manera teórica se ha pretendido afirmar que puesto que el marxismo proclama la abolición en última instancia como consecuencia del desarrollo del proceso de construcción de la sociedad comunista, del Estado y del Derecho.
Es claro que para los marxistas expresa Dorticós que "el Estado, como instrumento de poder coercitivo, habrá de desaparecer en un futuro más o menos remoto, como consecuencia de un largo proceso histórico que conlleve la formación integral de la sociedad comunista, la carencia de necesidad de la norma con poder coactivo para la vigencia de las reglas de convivencia social."[11]
Tomando en consideración el razonamiento anterior, no puede dejar de ser obviado que para arribar a una sociedad socialista, que es la aspiración suprema de los revolucionarios marxistas para un futuro inmediato, es necesario discurrir por toda una etapa larga de tránsito en que se impone la exigencia de crear la disciplina social. Y el logro de esta por las vías del ordenamiento institucional, del adoctrinamiento político, de la elevación de la conciencia política y social, pero también mediante la actuación de la ley y del derecho.
Por ello afirma Dorticós que Cuba se encuentra en un período de plena afirmación de la legalidad socialista, mediante la creación de los órganos jurisdiccionales idóneos, para la puesta en vigor pleno de la vigencia de la ley, para la implantación más firme de la legalidad socialista."[12]
Haciendo referencia a algunas palabras de Dorticós, el cual refleja a los jueces como representantes del pueblo trabajador, esmerados en la función de la superación diaria, no solo en el aspecto jurídico o en el aporte en la gran obra de la creación científica de las ciencias jurídicas en una sociedad socialista, sino que también esta superación ha de estar fundamentada en el conocimiento profundo del marxismo- leninismo. Dorticós afirma que "los jueces tiene el deber de superación no sólo en lo que respecta a la cultura jurídica sino como basamento de esa cultura jurídica en lo que respecta a la cultura política y en el conocimiento y el estudio del marxismo – leninismo, de la sociología marxista, de la concepción materialista de la historia como requisito indispensable para la verdadera formación integral de un juez revolucionario en una sociedad socialista."[13]
Por eso la lucha por la creación del nuevo Derecho y su plasmación práctica en la vida social constituyó unas de las misiones fundamentales para los jueces en el sistema judicial de nuestro país, tarea que Osvaldo Dorticós fue digno representante y guía de las nuevas generaciones en el campo de la jurisprudencia, educados a través de la didáctica de la Revolución, de Fidel y del magisterio de Dorticós.
La actuación y las ideas político-jurídicas de Osvaldo Dorticós ocupa un lugar de primera magnitud como representante del pensamiento revolucionario cubano y es indiscutible el papel jugado por él en la construcción de un pensamiento social que sería fundamento e instrumento de la construcción del socialismo. Esto puede ser considerado, tal vez unos de los aportes significativos de Cuba a la praxis y la teoría del movimiento de liberación nacional.
Conclusiones
La labor revolucionaria de Osvaldo Dorticós antes de 1959 estuvo matizada por su presencia activa en el proceso revolucionario, sus funciones estuvieron dirigidas al movimiento de Resistencia Cívica y del M-26-7 en Cienfuegos. Esto le permitió ser un digno representante identificado con la continuidad histórica de la Revolución Cubana. Al fragor de estas actividades se fue formando un pensamiento revolucionario en un proceso dialéctico y variado condicionado por las circunstancias histórico- concretas internas y externas.
Su pensamiento sufre una evolución con la llegada del primero de enero de 1959, marcado por el comienzo de un proceso de profundas transformaciones económicas, políticas, sociales y en particular en el pensamiento cubano el cual estuvo influenciado por diversos factores internos y externos. Una de las particularidades del pensamiento de Dorticós en su proceso dialéctico es que sus pilares principales están en las ideas martianas y marxistas-leninistas, y logran su consolidación con la influencia del pensamiento revolucionario de Fidel Castro, lo que posibilita el enriquecimiento de su ideario revolucionario.
A partir del triunfo de 1959 Osvaldo Dorticós se convirtió en una de las figuras representativas del joven proceso revolucionario. En esta labor consagró con febril entusiasmo su inteligencia, demostrando ser un dedicado y esclarecido servidor de los más claros y verdaderos intereses del pueblo trabajador. Cumplió la obra simultánea de destruir el estado neocolonial y superar la institucionalidad burguesa, edificando en su lugar las instituciones del Gobierno Revolucionario, teniendo dentro de este la responsabilidad de ser su Presidente. Representó al país en importantes misiones en el exterior, donde defendió valientemente los principios de la política internacional y en particular la ideología de la Revolución, además, denunció las maniobras del imperialismo norteamericano.
Dorticós desempeñó un relevante papel en su accionar en el proceso de estudios y toma de decisiones con vista al perfeccionamiento institucional del país y a su ordenamiento jurídico, que culminó con la creación de los Órganos del Poder Popular y la introducción de sustanciales cambios estructurales en el Estado, lo cual conllevó que asumiera otras importantes responsabilidades como Vicepresidente del Consejo de Ministros y la de Ministro de Justicia.
Realizó una encomiable labor ideológica en la divulgación y la enseñanza para el desarrollo de la ideología socialista entre las masas, en los primeros años del triunfo revolucionario por los prejuicios que la propaganda burguesa había logrado imponer en amplios sectores populares.
El estudio del pensamiento de Osvaldo Dorticós nos permite analizar la posición y el desempeño que tuvo en la formación de la conciencia social en el socialismo cubano. En su pensamiento revolucionario confluyen y se concatenan varias aristas que le imprimen un contenido totalizador, al decir de esto el Dr. Julio Fernández Bulté sobre Dorticós cuando expresa que en "él se conjugan, con galanura poco común, los propósitos políticos, jurídicos, sociales y económicos de cada preceptiva, con los más exigentes requerimientos técnico-formales"[14].
Su labor político-revolucionaria como fiel defensor de los intereses del pueblo, de la Revolución y del socialismo, su apoyo incondicional a Fidel Castro reconociéndolo como nuestro guía e ideólogo principal, le valieron para ser considerado junto a este, el Che y otras personalidades, como uno de los artífices del pensamiento social y cultural cubano de esa época.
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Autor:
Lic. Yariel Guardado Stuart
Email: yguardado[arroba]ucf.edu.cu
Centro de Trabajo: Universidad de Cienfuegos
FACULTAD DE CIENCIAS HUMANÍSTICAS
DEPARTAMENTO DE HISTORIA
2014
[1] Conde, A (2005). Selección de lecturas de Historia del Pensamiento Político Cubano. La Habana. Ed: Félix Varela, p 7-8.
[2] Tomado de Fernando Martínez Heredia sobre su artículo del “Pensamiento social y política de la Revolución” p. 149.
[3] Ibídem… p 149
[4] Tomado del discurso pronunciado por el Comandante Fidel Castro Ruz en el acto de recibimiento al Dr. Osvaldo Dorticós, después de haber participado en la XVII Asamblea de la ONU.
[5] Ibídem…p 57
[6] Plataforma Programática del Partido Comunista de Cuba (Tesis y Resolución).
[7] Tomado de: La política cultural del periodo revolucionario: memoria y reflexión. Ciclo de conferencias organizado por el Centro Teórico – Cultural Criterios. La Habana, 2007. Primera Parte.
[8] Díaz, F. [et.al] (2006). Marxismo y Revolución. La Habana: Ed. Ciencias Sociales/Centro de Investigación y Desarrollo de la Cultura Cubana Juan Marinello, p. 103.
[9] Dorticós, O. (1973, 23 de diciembre). Acto de investidura de jueces del Tribunal Provincial Popular y del Tribunal Supremo Popular de 1973.p. 6.
[10] Ibídem…p 6
[11] Dorticós, O. (1973, 2 de julio). Discurso en el Acto Solemne de Toma de Posesión del Consejo de Gobierno del Tribunal Supremo Popular. Granma, p. 4.
[12] Ibídem…p. 4.
[13] Dorticós, O. (1973, 23 de diciembre). Acto de investidura de jueces del Tribunal Provincial. p. 8.
[14] Fernández, J (1999). Tras las pistas de la Revolución en cuarenta años de derecho. Revista Temas, (16/17), p 106.