que dañen físicamente o espiritualmente a otros ciudadanos.
PREGUNTAS DE ENSAYO/DISCUSIÓN
1. ¿Por qué son ambas, la justicia Y la caridad, necesarias para establecer una paz verdadera?
2. Explique por qué la paz verdadera no es posible entre personas egoístas.
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CAPÍTULO VI…LA LIBERTAD
DEFINICIÓN: La libertad es la capacidad de determinar nuestras acciones sin una presión externa.
PROPÓSITO: El propósito de la libertad es elegir y/o hacer la mejor de varias opciones disponibles. Por el uso correcto de la libertad vamos a conseguir una felicidad eterna.
FUNDAMENTO: La capacidad humana y finita de escoger y/o hacer la mejor de varias opciones tiene su FUNDAMENTO en el reflejo de la libertad eternamente poseída por Dios mismo, y que Él hizo una parte de nuestra naturaleza cuando Él nos hizo a Su imagen y semejanza.
EJEMPLO: Uno está físicamente libre para levantar una pluma. Uno tiene la libertad "psicológica" (llamada "libre albedrío") de elegir. Uno es SIEMPRE libre (tiene la libertad) de pensar y hacer lo que es moral, correcto y bueno, porque haciéndolo así es un reflejo justo (sin corrupción) de la imagen y semejanza de Dios en nosotros.
ABUSO: Eligiendo decir una mentira se abusa no solamente de la justicia, sino también se abusa de la imagen de Dios en nosotros, el don Divino que nos lleva al colmo de todo lo creado…
DISCUSIÓN
Pensamos en la libertad con respecto a lo que podemos hacer, pensar, y elegir. Por esta razón, no debe ser ninguna sorpresa que la libertad tiene TRES dimensiones: (1) física, (2) psicológica, y (3) moral. El ser PERFECTAMENTE libre para hacer algo significa que no hay NADA que me detenga físicamente, psicológicamente o moralmente para hacer, pensar o elegir lo que quiero.
Libertad Física
La libertad física se relaciona con el sí o no poder hacer algo físico.
Como ejemplos de esta libertad física, incluyamos la libertad de caminar, de dar un paseo a través del parque, jugar, construir un hogar, y todas esas actividades físicas, las cuales los hombres y las mujeres son capaces de hacer.
La libertad física es restringida por nuestra naturaleza, es decir por lo que somos. Un insecto que puede volar solo, tiene una libertad física que los hombres no tienen. La libertad física tiene otras limitaciones. El poder hacer algo físico no significa que debamos hacerlo. Podemos golpear nuestro dedo con un martillo, pero no significa que debamos hacerlo.
Libertad Psicológica
La libertad psicológica se relaciona con el regalo de Dios que se llama "libre albedrío". Es uno de los regalos contenidos en la "imagen y semejanza de Dios". Con este regalo usted puede elegir entre hacer o no hacer algo. Dios le dio este regalo para poder escoger la mejor entre varias decisiones posibles, cada vez que usted tiene una opción.
Tenemos esta facultad, porque cada persona es diferente, y lo que es la mejor opción para una persona, puede no ser la mejor opción para otra. Considere las opciones a que se enfrenten dos distintas personas. Una tiene talentos musicales, y la otra tiene talentos médicos. Lo que una elige para estudiar sería ciertamente diferente de lo que eligiera la otra. Aunque las verdades que ambos estudian son buenas, el libre albedrío deja a estas personas la libertad de seleccionar los cursos más provechosos, según sus talentos, para que cada una alcance su propia razón de existir y, de ninguna manera, ofender a su "imagen y semejanza" de Dios, la más preciosa y bella parte de su ser humano.
Ahora mire a dos diferentes hombres con respecto a un asunto espiritual. Hay una fuente abundante de buena lectura espiritual, pero una persona va a recibir más provecho de un libro, y la otra mas provecho de algún otro libro espiritual. Algunos pueden buscar mejor la voluntad de Dios al vivir en el desierto; otros siendo grandes misioneros, o maestros, o albañiles. Teniendo el libre albedrío es como deja a cada persona la libertad de decidir leer o elegir lo mejor de todas las posibilidades que existen a su alcance para obtener la mejor de todas estas, para obtener sus necesidades personales y cumplir con sus responsabilidades.
Es, DEBIDO a nuestra capacidad de elegir, que debemos entender lo que es la "libertad moral".
Libertad Moral
La libertad moral, debido a sus consecuencias eternas, es la más importante de todas nuestras libertades. Nos permite pensar, elegir y hacer todo lo que daría placer a Dios o al prójimo, y nos detiene de hacernos daño a nosotros mismos o a los demás, por cambia nuestra libertad de elegir, en "libertinaje".
Como ejemplo de una libertad moral, consideremos lo que se llama nuestra "libertad del discurso". Un uso apropiado del discurso es expresar o buscar la verdad. La búsqueda de las verdades que son necesarias para nuestro bienestar temporal o espiritual nunca es incorrecta. Esto significa, por ejemplo, que debemos estar libres para buscar, expresar, y profundizar nuestro conocimiento, no solamente de las verdades naturales, sino también de las verdades espirituales de nuestra Fe Católica.
Mientras que la libertad moral permite que busquemos la verdad de cualquier cosa, también gobierna cómo la utilizamos. No es inmoral buscar el conocimiento del átomo. Sin embargo, utilizar este conocimiento para matar a gente inocente sería, obviamente, inmoral.
Si Pepe le había dado a usted $30 para ir al mandado y comprarle un bistec, usted no tendría "derecho" de gastar ese dinero en tomarse tres cervezas. Por la misma manera de pensar, no hay "derecho" para mal emplear el don de nuestra libertad, que recibimos de Dios, para conseguir algo en contra de la voluntad de Dios.
Cada libertad tiene su límite
La libertad física tiene su límite. Aunque podemos brincar de un edificio aleteando los brazos, nunca vamos a volar. Es decir, que no podemos volar sólo por el uso de la libertad física. La libertad psicológica tiene su límite. No se puede elegir algo que no existe, o que es imposible para nosotros. Aunque queramos vivir mil años, no podemos elegir vivir mil años por el uso de la libertad psicológica. Es decir que cada libertad está relacionada con una selección limitada de buenas opciones realistas. El uso de la libertad para escoger una mala opción, o algo irreal es una tontería.
Para concebir ese concepto, piense que usted se está muriendo de hambre al lado del mar, y en la playa, enfrente de usted, en la arena, hay tres grandes platos. El primer plato se llama "ricas selecciones para ensaladas", y está lleno de frutas, salsas y legumbres. El segundo, "ricas selecciones para platos fuertes", y está lleno de carnes, pescados, verduras y condimentos. El tercero, "ricas selecciones para hacer cada postre imaginable". Aparte de estos tres platos, no hay nada, más que arena. Podemos escoger entre lo que contienen los tres platos, para hacer una comida completa para vivir, o arena. ¿Qué vamos a escoger?
Ahora, en vez de llamar los tres platos "ricas selecciones para ensaladas", "ricas selecciones para platos fuertes" y "ricas selecciones para postres", los llamamos "ricas selecciones para la libertad física", "ricas selecciones para la libertad psicológica", y "ricas selecciones para la libertad moral". En el ejemplo, o en la vida, tenemos el mismo poder de usar nuestra libertad, para escoger lo sabroso o lo amargo para vivir. ¿Qué vamos a escoger?
Por ejemplo, el uso correcto de la libertad moral es para satisfacer nuestro deseo de vivir en paz con el prójimo. El "plato" que se usa para "alimentar" este deseo se llama el "plato de las ricas selecciones para la libertad moral". Aparte de este plato, sólo existe la seca "arena" del vicio. Aunque se puede escoger lo que se quiera, es tan imposible vivir en paz con el prójimo, sin usar la libertad moral para escoger virtudes, que vivir físicamente bien, comiendo arena.
El Libre Albedrío No garantiza La Libertad Duradera
Obviamente una persona podría elegir hacer algo ("comer arena") que lo aterriza en la cárcel, donde va a perder su libertad. Vemos aquí que la habilidad de elegir lo que deseamos hacer (libre albedrío) no garantiza la libertad duradera. La libertad duradera depende de LO QUE elegimos, no del mero hecho de que podemos elegir una de muchas opciones. Un ejemplo simple te ayudará a recordar este punto. Tienes la libertad física de poner tu mano en una estufa candente, pero no estás libre de evitar la quemadura y el dolor que son los resultados de elegir esa mala opción. También, puedes elegir hacer algo moralmente incorrecto, pero, como con la mano quemada, no puedes evitar el daño a tu alma, ni el dolor que sigue en tu vida.
La Verdad conduce a la Libertad
El hecho de que la libertad resulta de la verdad, mientras que el error obstaculiza la libertad, se puede considerar por un ejemplo simple.
Tu eres el único doctor que trata una enfermedad crónica de dos amigos sin costo, y los dos amigos se enfermaron. Acabas de mudarte a una nueva ciudad, y les diste a tus amigos tu número telefónico, pero uno lo anotó incorrectamente. Para buscar el feliz regreso a la salud, ambos amigos necesitan ponerse en contacto contigo. Uno marca tu número correctamente y te alcanza para recibir el consejo necesario. El otro, que anotó tu número incorrectamente, recibe el mensaje: "este número está fuera de servicio". Obviamente, por tener tu número telefónico verdadero, el primer amigo consiguió lo que buscaba. Al contrario, por un error, (por no tener tu número telefónico verdadero) el otro no pudo obtener lo que buscaba. Por eso, podemos entender que la base que necesita la libertad para obtener una verdadera felicidad, cuando la buscas, es la verdad.
La corrupción de la libertad
La libertad moral SIEMPRE permite que practiques la virtud, buscando y eligiendo la mejor manera para ti de practicarla, de todas las buenas posibilidades. Simplemente dicho, la libertad moral se cumple por elegir lo bueno, y rechazar lo malo.
Cualquier "-ismo" o "-cracia", que enseña que la gente debe de estar "libre" para practicar el vicio, inculca la corrupción de la libertad, no solamente entre la gente, sino también entre su gobierno y su leyes.
Piense en la capacidad del hombre de desobedecer los Diez Mandamientos de Dios, si no es refrenado por buenas leyes y la justicia de un gobierno justo, es decir, por el poder de un buen gobierno. Debido a nuestra naturaleza humana caída, algunas personas (muchas veces las más fuertes o más inteligentes) por su egoísmo, ciertamente dañarían a otras, no solamente como individuos, sino por el mal uso de sus posiciones oficiales. Se llama este libertinaje "corrupción". ¿Corrupción de qué? Siempre es la corrupción de la libertad. Cuando la gente teme salir por la noche a la calle, por la corrupción de la policía, se ve claramente la pérdida de la libertad.
Puesto que la libertad depende de practicar la virtud, la virtud practicada por ciudadanos es la medida de la verdadera libertad que existe dentro de su país. Al contrario, el vicio que existe en una sociedad es la medida de cuánto se había corrompido la verdadera libertad, por elegir malas opciones.
Refrenar la corrupción de la libertad
Las naciones justas y los ciudadanos buenos entienden que el uso incorrecto de nuestra libertad es un DEFECTO que debe ser refrenado. Por esta razón, una nación justa permitirá a sus ciudadanos la libertad para que hagan lo bueno, pero restringirá, por sus leyes y la correcta aplicación de la justicia, el uso DEFECTUOSO de la libertad ("libertinaje"), que hace tanto daño.
Es decir una nación justa no prohibirá a sus ciudadanos la libertad verdadera, sino el abuso de la libertad, que se llama "libertinaje". Las leyes justas permiten que una nación satisfaga su obligación, hacia Dios, de gobernar para el bien temporal y eterno de sus ciudadanos. Las leyes justas y las reglas buenas se basan en lo que es verdaderamente mejor, para asegurar que vivamos en un ambiente de paz. El resultado de usar nuestra libertad para practicar la justicia y caridad será la paz, pero no hay paz en un ambiente de temor y vicio, que siempre es el producto del libertinaje
La responsabilidad de amar al prójimo es grande. Cuando un niño desea correr por una calle con mucho tráfico, es una buena persona quien niega al niño el libertinaje de hacerlo.
La libertad y los "derechos falsos"
Nuestra naturaleza humana caída nos tienta a hacer lo que es incorrecto. Cuando la gente quiere la "libertad" (la palabra correcta sería "libertinaje") para hacer algo malo o dañar a los demás, siempre intenta justificarlo por llamarlo un "derecho". Los "derechos falsos" son el origen de un enorme daño físico y espiritual dentro de cualquier país.
Basada en las mentiras de una mujer que fingía la causa de su embarazo, en los EE.UU. la Corte Suprema legalizó el "derecho" al aborto para todas las ciudadanas Americanas, es decir el libertinaje para matar a un indefenso niño hasta el último momento antes de nacer. Ahora, un promedio de 4.000 vidas humanas están siendo destruidas por el aborto, solamente en un día, en los EE.UU… No solamente es destruida la vida natural de cada niño no nacido, sino también la vida espiritual de los que realizan este aborto. Esta destrucción de una vida inocente no es un acto de la libertad. Es el defecto terrible de un libertinaje, falsamente llamado "libertad".
Aunque podemos escoger lo que queremos hacer, no podemos evitar las consecuencias. No fueron los amigos de los EE.UU., ni de la libertad, que por sus mentiras legalizaron la destrucción de la vida inocente en ese país. Por promulgar la DESTRUCCIÓN de la vida humana inocente, es tan imposible que los EE.UU. eviten las consecuencias de su acción destructiva, como que una persona pueda evitar las consecuencias de poner su mano en una estufa candente.
Libertad y libertinaje
Conociendo la diferencia entre la libertad y el libertinaje te ayudará a definir las cosas más claramente. De lo que fue escrito anteriormente, puedes ver que la palabra, "libertinaje" significa el uso DEFECTUOSO de la verdadera libertad. El libertinaje es un abuso de la libertad física, psicológica o moral, y siempre resulta en hacer daño a alguien. Cuando una persona habla de alguna "libertad", asegúrate de que en realidad se habla de una libertad, y no del libertinaje.
CAPÍTULO VI…LA LIBERTAD
Preguntas
1. ¿Cuál es el propósito de la libertad?
2. ¿Cuál es El Fundamento de la libertad?
3. ¿Cuál es la DEFINICIÓN de libertad?
4. ¿Cuáles son los tres tipos de libertad?
5. ¿Cuál es el tipo más importante de libertad?
6. ¿Cuál es la medida de la libertad en un país?
7. ¿En qué se convierte la libertad cuando se corrompe?
PREGUNTAS DE ENSAYO/DISCUSIÓN
1. ¿Cuál es la diferencia entre el libertinaje y la libertad?
2. ¿En cuál nación existe la libertad: Una nación que, con justicia y caridad, restringe a sus ciudadanos del aborto, o una nación que permite que sus ciudadanos practiquen el aborto? Explica tu respuesta.
3. ¿Cuándo es incorrecto (y hasta dañino) decir, "déjeme hacer todo lo que quiero"? Da un ejemplo.
4. Algunas personas se dicen "luchadores por la libertad" cuando quieren establecer una forma de gobierno que permita que la gente haga CUALQUIER COSA que desea. ¿Les opondrías o no? Dé razones por tu respuesta.
5. Dé un ejemplo de cómo la práctica del libertinaje en una sociedad destruye la libertad.
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CAPÍTULO VII… La LIBERTAD de la CONCIENCIA
DEFINICIÓN: La libertad es la capacidad de determinarse para sí mismo.
PROPÓSITO: El propósito de una conciencia libre es dirigirnos hacia lo que Dios quisiera que eligiéramos.
FUNDAMENTO: El Fundamento de una conciencia libre es la verdad.
EJEMPLO: Si tu intelecto conoce la verdad de una situación, tu conciencia tiene la libertad de dirigirte hacia una buena decisión.
ABUSO: El error, tu ignorancia, y un apego al pecado quitan de tu conciencia la habilidad de tomar una buena decisión. Si tú no pones atención al formar una buena conciencia para buscar la verdad, te has descuidado y, por eso, has abusado de este regalo de Dios.
DISCUSIÓN
Las conciencias se forman, para mejor o para peor. Para mejor, si son formadas por la verdad; para peor, si son formadas por error o por un apego al pecado. Sin embargo, la "libertad de la conciencia" nunca significa que tu conciencia tiene "derecho" de elegir malas opciones, lo mismo que el "libre albedrío" no significa que tenemos "derecho" de elegir lo que es malo.
Vamos a definir buenas soluciones y malas soluciones así: Una buena solución es la que nos trae hacia la felicidad infinita del cielo. Una mala solución es la que nos aleja de esta felicidad eterna. Porque nuestra eterna felicidad depende de lo que elegimos, nuestra conciencia necesita la máxima libertad posible para elegir la mejor solución a cualquier problema moral que nos enfrente.
Dios sabe ciertamente qué es lo mejor para nosotros. Por esta razón, Dios nos dio una conciencia para ser Su "voz" interna, y así ayudarnos a elegir lo mejor cuando hay que formar una decisión. Si hemos formado bien a nuestra conciencia, nos "impulsa" a hacer lo que es correcto: no decir una mentira, o no engañar a una persona.
Desafortunadamente, ocasionalmente intentamos convencer a nuestra conciencia que lo que deseamos hacer es mejor que lo que al principio nuestra conciencia nos aconsejó. Quizás utilizamos el argumento que, "cada uno lo está haciendo", o "lo que mi conciencia me está aconsejando hacer es demasiado duro", y después de forzar nuestra conciencia a aceptar nuestros desviados deseos, ENTONCES decimos que "estamos siguiendo nuestra conciencia", pero esto es exactamente lo contrario de lo que ha sucedido.
Una Conciencia Defectuosa
Una conciencia que se opone a los Mandamientos de Dios, o a las enseñanzas de Nuestro Señor Jesucristo es, OBVIAMENTE, defectuosa y, muy probablemente, estará censurada por alguien que tiene una buena conciencia.
Si una persona explica a la persona que tiene una conciencia mal formada el por qué su conciencia es defectuosa, la persona con la conciencia mal formada no puede disculparse por tener una "ignorancia invencible" como un pretexto para hacer lo que es incorrecto. Cuando haya una duda de lo que es correcto, cada persona tiene la obligación de resolver el asunto según la verdad disponible. Si elige no hacer ésto, la persona que actúa según una conciencia tan voluntariamente defectuosa, es culpable del mal resultado obtenido.
Una conciencia mal formada no puede producir buenas acciones, más que un mal árbol puede dar buena fruta. Lo que está careciendo en el árbol carecerá, ciertamente, en la fruta. Por esta razón, debemos hacer lo posible, según nuestras circunstancias, para NUNCA permitir que una conciencia defectuosa (o ignorante) nos dirija. Una conciencia ignorante no puede servir de guía para nosotros más de lo que una persona ignorante de las matemáticas puede dirigirnos a la solución de un problema de álgebra.
Cada uno de nosotros tenemos la responsabilidad de formar correctamente a nuestra conciencia. Cuando hay dudas de una acción que tiene implicaciones morales, Dios dio a su Iglesia la responsabilidad de guardar intacta su enseñanza para ayudarnos a formar nuestras conciencias correctamente, y la Iglesia tiene la obligación de presentarnos esta enseñanza de una manera comprensible. La obligación de cada uno es hacer lo posible según sus circunstancias, para formar la conciencia correctamente, ANTES de utilizarla. Una vez hecho esto, debemos seguirla con confianza.
La verdad es el único FUNDAMENTO de una conciencia libre
La verdad es el único FUNDAMENTO sólido de una conciencia libre. El error y la ignorancia son cadenas que prohíben a una conciencia el tener la libertad necesaria para ayudarnos a tomar una decisión correcta.
Por ejemplo, tú oyes que SAMUEL le pegó a Roberto. Si tú eres el padre de ambos, con esta información, tu conciencia te diría que debes de castigar a SAMUEL, y no a Roberto. Sin embargo, cuando descubres que Roberto comenzó la lucha, y que SAMUEL nada más estaba defendiéndose, tu conciencia te dirá de castigar a Roberto y no a SAMUEL. El descubrir la VERDAD sobre esa situación hizo toda la diferencia en cómo tratar justamente a los dos hijos. De hecho, el saber la verdad es la ÚNICA manera de librar a tu conciencia de las cadenas de la ignorancia, y darle la libertad necesaria para dirigirte a una decisión correcta.
CAPÍTULO VII… La LIBERTAD de la CONCIENCIA
Preguntas
1. ¿Cuál es el propósito de la "libertad de la conciencia"?
2. ¿Qué necesita la conciencia para tomar una buena decisión?
3. ¿Dónde puede uno encontrar la dirección cuando la conciencia esté en duda o ignorancia?
PREGUNTAS DE ENSAYO/DISCUSIÓN
1. ¿Por qué necesita la conciencia saber la verdad para tomar una buena decisión?
2. ¿Cómo es que el error inhibe a la conciencia de estar libre para tomar una buena decisión? Dé un ejemplo.
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CAPÍTULO VIII… La LIBERTAD y la PERFECCIÓN
DEFINICIÓN: Hacer algo "perfectamente" es hacer algo a la manera que más le satisface a Dios.
PROPÓSITO: La meta de tal perfección es la felicidad eterna. ("Sea usted perfecto…" Mateo. 5:48). El resultado de tal perfección es la máxima libertad posible.
EJEMPLO: Porque Dios es perfecto en todo lo que hace y piensa, Él no tiene ninguna restricción física, natural ni moral que le prohíba hacer todo lo que Él desea hacer.
ABUSO: Declarar que un hombre tiene más libertad que Dios, porque un hombre puede hacer lo bueno y lo malo, abusa al significado de la palabra "libertad".
DISCUSIÓN
Si la gente puede hacer lo bueno y lo malo, ¿significa eso que Dios Todopoderoso, que nunca hará lo malo, tiene menos libertad que Sus criaturas? Claro que la respuesta es "No", y es interesante cómo explicarlo.
Comencemos con lo que es obvio: Dios hizo no solamente todo lo creado, sino también las leyes que gobiernan Su Creación, y por eso, todas las obras de Dios están en perfecta armonía con sus Leyes Naturales, Sobrenaturales y Morales. Ya que Dios no tiene ninguna limitación física (porque es Todopoderoso), Dios es perfectamente libre para hacer lo que quiera, para poner sus leyes en práctica, sin sacar malas consecuencias.
Nosotros somos libres para hacer cualquier cosa dentro de nuestras capacidades, que no esté en contra de las leyes morales ni físicas que gobiernan la Creación de Dios. Si hacemos un "mal" ("mal" significa algo en contra de las leyes de Dios), vamos a sacar malas consecuencias. Pero el fin de nuestra libertad es alcanzar una felicidad perfecta y, por eso, nuestra capacidad de hacer lo malo no nos trae una felicidad más amplia, de la misma manera que nuestra capacidad de creer una mentira no nos trae una inteligencia más amplia.
Realmente, el mal que elegimos hacer es un uso DEFECTUOSO de nuestra libertad, del mismo modo que creer una mentira es un uso defectuoso de nuestra inteligencia. No tiene ningún sentido que algo defectuoso sea superior a algo sin defectos, incluso la libertad; y Dios, con su inteligencia infinita, nunca elegiría ninguna cosa que lo hiciera menos perfecto.
Sería absurdo decir que la perfección de la libertad depende de la habilidad de elegir acciones imperfectas, porque pretendería que algo perfecto depende de algo que es imperfecto. Es absurdo pensar que mientras más imperfectos pudiéramos volvernos, más libertad tendríamos. La realidad es realmente lo contrario.
Los Errores Obstaculizan La Libertad
En algunas circunstancias, podemos ver fácilmente que son nuestros errores los que OBSTACULIZAN nuestra libertad, porque nos impiden hacer lo que deseamos. Esto significa que una persona que no incurre en NINGUNA equivocación tiene más libertad para hacer lo bueno que desea, que una persona que sí incurre en equivocaciones.
Piense en un concertista de piano, que desea tocar todo el "Concierto de Rachmaninoff en C Mol", para piano, sin tocar una nota incorrecta. Practica a diario. Sería absurdo decirle que él debe de estar feliz cada vez que toca una tecla incorrecta, porque demuestra que es "libre" de tocar ambas, buenas y malas notas (o que el concierto suena mejor con notas equivocadas). Él no ve, ciertamente, sus errores como una libertad, sino como una cadena pesada, que le impide alcanzar su meta de tocar este concierto sin errores.
Represéntate el deseo de reparar tu coche, y mientras estás trabajando, equivocadamente dejaste caer una parte pesada de la defensa, que aterrizó en tu pequeño dedo del pie. Pienso que el pensamiento más lejano de tu mente, mientras saltas de dolor, sería que ahora tienes más libertad, por tu error, que Dios, que NUNCA incurre en una equivocación.
Los que piensan que cometer equivocaciones es una expresión de la verdadera libertad, se olvidan de que cada acción malvada, como cada error, tiene una consecuencia que nadie está libre de evitar. La única manera de estar libre de las consecuencias dolorosas de un hecho malo o estúpido, es no hacerlo.
Libertad, verdad y virtud
Comenzamos estos capítulos, que refieren a la libertad, diciendo que los fundamentos de la LIBERTAD MORAL son la VERDAD y la VIRTUD, y terminamos por demostrar su relación con la perfección. La verdad se relaciona con lo que sabemos. La virtud se relaciona con lo que hacemos, y la perfección se relaciona con la manera en que unimos la verdad que sabemos con las acciones que hacemos.
Hemos demostrado cómo nuestra capacidad (libertad), de lograr metas finitas, depende de DOS cosas: SABIENDO la verdad, y USÁNDOLA correctamente. Para lograr una máxima libertad espiritual, eso depende de las mismas dos cosas: saber la verdad ESPIRITUAL, y usarla correctamente.
Libertad, verdad y unidad
Con la enorme diversidad de personalidades humanas, (cada persona es tan diferente de cualquier otra persona, como la diversidad de sus huellas digitales), y con la libertad que Dios da a cada persona para elegir lo que es mejor para sí misma, ¿qué base puede servir para unir a toda la humanidad tan diversa?
Toda la humanidad comparte el mismo origen (Dios). Al mismo tiempo, aún entre los que reconozcan a Dios como el origen de su existencia, hay una enorme carencia de la unidad. Mire la multiplicidad de los que se dicen ser "cristianos", pero las diferencias que existen entre ellos, hasta algunos que se dicen "cristianos" demandan una "libertad religiosa", para elegir acciones en contra de las leyes morales de Jesucristo, como, por ejemplo, el divorcio, el aborto, el engaño, etc., etc., etc.
Por experiencia, sabemos que el reconocer una sola verdad sirve para unir a los hombres de buena voluntad. Es por eso que tenemos que buscar una manera de atraer a los demás a la verdad, y, por la verdad, llegar a la fuente de todas las verdades, que es Dios. Eso se logra por la manera en que nosotros, católicos, tratamos a los demás.
Mientras estamos hablando de la verdad, una cosa importante que recordar es que ni la Verdad ni la Gracia de Dios es destructiva de nuestra libertad. Al contrario, la Verdad y la Gracia forman la base de la libertad verdadera anhelada por la humanidad. La verdad conduce a conocer las reglas por las cuales Dios ha formado a la humanidad. Es por el usar estas reglas, que encontramos nuestra máxima felicidad, en vez de tratar de evitarlas.
CAPÍTULO VIII… La LIBERTAD y la PERFECCIÓN
Preguntas
1. ¿Cuál es el propósito de la perfección moral?
2. ¿Cuál es El Fundamento de la libertad moral?
PREGUNTA DE ENSAYO/DISCUSIÓN
¿Por qué una persona que incurre en equivocaciones, es menos libre que una persona que no incurre en NINGUNA equivocación?
CAPÍTULO IX… La LIBERTAD RELIGIOSA
DEFINICIÓN: La libertad religiosa se mide por la capacidad de aceptar, promulgar y practicar las verdades y virtudes de la Fe, que nos dejó Nuestro Señor en Su Iglesia .
PROPÓSITO: El propósito de la libertad religiosa es permitir que la Iglesia satisfaga los dos mandamientos acerca de las verdades dadas directamente a la Iglesia Católica por Jesucristo: (1) "Enseñar a todas las naciones"; y (2) bautizar a los creyentes.
FUNDAMENTO: El Fundamento para cualquier libertad moral es la verdad y las virtudes.
EJEMPLO: Nadie puede demandar el derecho de promulgar mentiras sobre tu madre o tu familia, porque les hace una injusticia terrible. Por la misma razón, nadie tiene el derecho de promulgar mentiras sobre la Madre de Dios, o la Iglesia de su Hijo.
ABUSO: Es un error serio cuando la "libertad religiosa" significa que un error religioso debe de tener el mismo "derecho" de predicarse en público que una verdad religiosa.
El predicar errores es SIEMPRE un abuso de la verdad y de la justicia. Confunde a la población y la conduce a pensar que lo que es verdad no puede ser determinado o que una verdad religiosa no importa. Puesto que la libertad depende de la verdad, el pensar que la verdad no importa es como el pensar que la libertad no importa.
El deber de los gobiernos
Los gobiernos tienen el deber de proteger a todos sus ciudadanos contra cualquier daño, sea físico o moral y, en ese sentido, es fácil para mucha gente aceptar que hay leyes que prohíben las falsas prácticas religiosas, que dañan físicamente a sus miembros o a otros. Religiones "satánicas o paganas" que practican el sacrificio de animales o el aborto para sacrificar seres humanos ofrecen ejemplos fáciles de entender. Pero ¿qué pensar de religiones que predican errores espirituales, como que los animales son divinos, o que Jesús no es Dios, y causan daño y confusión espirituales entre los ciudadanos? Tales errores son frecuentemente la causa de conflictos entre personas, que conducen, muchas veces, al daño físico y a la pérdida de muchas vidas.
Por experiencia, sabemos que es imposible que cualquier gobierno proteja a cada ciudadano contra todo el daño físico o espiritual que existe. Por experiencia, también sabemos que la gente luchará para defender aun creencias falsas, por pensar que son verdaderas. Hace más daño, a veces, luchar contra una creencia falsa, que tolerarla para mantener la paz.
Recuerde la parábola de Nuestro Señor sobre el granjero que sembró buen trigo, pero entre el cual un enemigo había sembrado cizaña. Sabemos que el buen trigo puede ser perdido tratando de sacar la cizaña que crece al lado de las buenas plantas. Es por eso que Nuestro Señor nos dijo en su parábola que para proteger al trigo bueno, hay que dejar la cizaña a su alrededor, hasta la cosecha.
Tolerar algo significa permitir, a CONTRAPELO, algo DAÑINO (como malas hierbas en un campo de trigo). Se justifica esta tolerancia SOLAMENTE para prevenir un peor mal, que ocurriría sin esta tolerancia.
Lo que se tolera, no tiene ningún derecho
Lo que es moralmente dañino no tiene ningún derecho moral. Nadie tiene ningún "derecho" para dañar la buena reputación tuya diciendo algo que no es verdad, incluso si tú toleras lo que dice, para evitar un pleito. No hay ninguna diferencia entre si la mentira trata de algo físico o espiritual, la cosa que hay que recordar es que, el tolerar algo inmoral o incorrecto, significa el permitir pasar algo que no tiene NINGÚN derecho moral en sí mismo de existir, para evitar un peor mal.
Los gobiernos frecuentemente se encuentran con el deber de tomar decisiones entre sí o no tolerar algo dañino. Por ejemplo, todos sabemos que, durante muchas fiestas, la gente de nuestra Nación celebra con cohetes de fuego, porque nos gusta el ruido, el fuego y el humo. También sabemos que un buen número de incendios resultan de estas celebraciones.
Es obvio que nadie puede demandar un "derecho moral" para destruir con fuego la propiedad de su vecino. Por otra parte, si los gobiernos de la comunidad prohíben estas celebraciones, encolerizarían a sus ciudadanos, hasta causar un disturbio público.
El resultado, pesando lo bueno y lo malo de esta situación, es que el gobierno tolerará la posibilidad de incendios y lesiones que PUDIERAN resultar de tales celebraciones, para "guardar la paz", y evitar un posible enfrentamiento peligroso con sus ciudadanos. Lo que se debe de recordar es que LO MALO QUE se tolera, en este caso la posibilidad de incendios y lesiones, no tiene ningún derecho en sí mismo de existir.
Tolerancia y "libertad del discurso"
TOLERAR algo moralmente dañino para ganar un mayor bien es una cosa. JUSTIFICAR algo que es moralmente dañino es, ciertamente, otra cosa. Muchas personas demandan, como si fuera un derecho, la llamada "libertad del discurso" para esparcir sus mentiras.
Lo que muchas personas olvidan es que, tal como la verdadera libertad no incluye la licencia de hacer lo malo, la verdadera libertad del discurso no incluye la LICENCIA de mentir. La libertad se arraiga en la verdad. La "libertad del discurso" SOLAMENTE puede servir a la gente cuando, también, se arraiga en la VERDAD.
La verdad, porque se basa en la justicia, contiene el DERECHO de ser esparcida entre el público, y el público tiene el derecho de oír la verdad para tomar buenas decisiones. Al contrario, el error, porque se opone a la justicia, no tiene NINGÚN derecho. Ni los gobiernos, ni los ciudadanos deben de tratar a la verdad y al error como si fueran iguales.
La tolerancia tiene límites
El tratar a la verdad y a la mentira como si fueran iguales, AUNQUE SEA UNA VERDAD NATURAL o ESPIRITUAL, es, obviamente, injusto. Ninguna Nación puede evitar las consecuencias de tratar lo bueno y lo malo como iguales, como Poncio Pilatos, que intentó mantener la "paz" en Jerusalén poniendo a la Inocencia Divina, Jesucristo mismo, al mismo nivel que un asesino (Barrabás), dejando a la gente "escoger".
Pilatos mismo, no pudo encontrar nada para condenar a Jesucristo, pero permitió que la muchedumbre eligiera, por el voto de voz, quién de los dos estaría libre, y quién sería crucificado. La gente rugió su opinión, y Pilatos aceptó el "voto del pueblo" para satisfacer a la muchedumbre.
¿Y las consecuencias de tratar a lo bueno y a lo malo como si no hubiera ninguna diferencia entre ellos? Este episodio nos da algo para considerar, si recordamos que cuarenta años después, Jerusalén, por su infidelidad, fue destruida por el ejército romano.
Otro ejemplo de la destrucción que ocurre, si hay sobre-tolerancia de un mal, es la corrupción. El hecho de sobre tolerar la corrupción moral dentro de un gobierno, es hacer que crezca, hasta el punto de que la corrupción es la que maneja un país, en vez de las buenas leyes de un gobierno. La destrucción que resulta de tanta tolerancia de cualquier inmoralidad o mentira, puede destruir la libertad, dentro de un pueblo, tanto como las espadas y armamentos de los soldados romanos destruyeron a Jerusalén.
CAPÍTULO IX … La LIBERTAD RELIGIOSA
Preguntas
1. ¿Cuál es El Fundamento de la libertad religiosa?
2. Recordando que los gobiernos reciben su autoridad de gobernar de Dios, indique cuál de las siguientes declaraciones son verdaderas. Ofrezca una razón para su selección.
(a). Los gobiernos tienen la obligación de hacer todo que sea posible para promover la Fe verdadera de Nuestro Señor Jesucristo, y de prevenir la extensión de errores religiosos, para no perder la paz.
(b). Los gobiernos tienen el deber de proteger a sus ciudadanos contra cualquier daño físico o espiritual.
(c). A veces los gobiernos tienen que tolerar errores religiosos.
(d). Un mal que se tolera pero no se corrige conducirá a un mayor mal.
PREGUNTAS DE ENSAYO/DISCUSIÓN
1. ¿De qué manera daña el error espiritual a hombres y mujeres?
2. ¿Qué sucede cuando el gobierno de una nación pone un error en el mismo nivel que una verdad?
3. Discuta por qué la Iglesia Católica puede demandar su "libertad religiosa" como un derecho.
4. ¿Qué sucede cuando un gobierno hace un mal sólo por sobrepasar su límite de tolerancia?
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CAPÍTULO X… La AUTORIDAD
DEFINICIÓN: La autoridad es el derecho de mandar.
PROPÓSITO: La autoridad se da a los que ocupan un cargo de autoridad, con el propósito de unir, proteger y dirigir a aquéllos para quienes son responsables.
FUNDAMENTO: La medida de la autoridad depende de la medida de la responsabilidad.
EJEMPLO: Porque la persona que ocupa el cargo del padre en una familia es responsable del bienestar de su familia entera, Dios le da la autoridad necesaria para proteger a su familia entera.
ABUSO: La autoridad se abusa por la desobediencia, por no utilizar la autoridad cuando se necesita, o cuando se usa la autoridad injustamente o sin misericordia. Es posible que un rey, gobierno, papá, mamá, sacerdote, hasta el mismo Papa, siendo seres humanos, pueden abusar de su autoridad cuando no cumplen con las responsabilidades de su cargo.
DISCUSIÓN
Todo lo "digno" se relaciona con algo que poseemos de Dios. Tomamos la autoridad, por ejemplo. Como cada regalo de Dios, los que la tienen pueden utilizarla o abusar de ella y, posiblemente, lo peor de todo, abandonarla completamente, cuando se la necesita.
Cosas como responsabilidad y autoridad nacen de las necesidades de nuestra naturaleza y, por eso, forman parte de todo lo creado por Dios. En cada grupo de hombres, ya sea un grupo de aborígenes, la empresa IBM, una escuela, una familia, la Iglesia, o el gobierno de un Estado, se encuentra una estructura de autoridad en cada grupo, que reparte las funciones necesarias para el bien común de sus miembros.
Una responsabilidad de esta estructura de autoridad es la de mantener el orden necesario para que el grupo logre el propósito de sus miembros. Una parvada de gansos, volando en forma de una "V" para llegar a su destino, tiene un solo ganso ocupando la posición de "líder", (aunque varios gansos pueden ocupar esta posición). Cada familia, tribu, negocio, nivel de un gobierno, etc., para mantener el orden necesario para lograr el propósito de sus miembros, tiene su "líder", y muchas veces, abajo de él, varios niveles de "autoridad", cada nivel con su "líder". Vamos a llamar a cada posición, o nivel de autoridad necesaria para servir a un grupo, el "cargo de autoridad" de este grupo.
La Autoridad Va Con un Cargo de Responsabilidad
Una manera interesante de examinar la función de "autoridad", es ver la conexión entre autoridad y responsabilidad. Desde este punto de vista, podemos decir que cada cargo de responsabilidad es un cargo de autoridad. Para cumplir con nuestras responsabilidades hacia Dios y hacia nuestros prójimos, Dios Padre pone Su autoridad en cada cargo de responsabilidad, como el del sacerdote, del rey, del padre y de la madre, hasta el punto de que incluso su Hijo Divino se sometió a la autoridad de quien ocupaba un cargo de responsabilidad sobre El, como Su Padre Eterno, San José, La Virgen María, hasta Poncio Pilatos.
Nuestro Señor sigue recordándonos Su obediencia a la autoridad sacerdotal, cuando se somete a las palabras de un sacerdote, aunque sea bueno o malo, porque el mismo Dios, respondiendo a las palabras pronunciadas al momento de la Consagración, se hace completamente presente como un prisionero voluntariamente sacrificado por nosotros, bajo las apariencias del pan y del vino.
Otra manera de entender que la autoridad está arraigada a un cargo de responsabilidad, es saber que, en México, elegimos en junio a un hombre que va a ocupar el cargo de presidente de la República, en enero del próximo año, pero el elegido no tiene ninguna autoridad antes de ocupar ese cargo en enero. También, un hombre, cuando deja de ser presidente de la República, deja toda la autoridad presidencial, que anteriormente tenía en el cargo presidente de la República, para que la ejerza el próximo ocupante. Así es con cualquier autoridad. La medida de autoridad que ejercita una persona, depende completamente del cargo de responsabilidad que ocupa, y solamente cuando ocupa este cargo.
Autoridad Depende del Cargo, no de Dones Personales
Un cargo de autoridad puede ser ocupado por una persona bien dotada de talento para regir o no, pero quienquiera que ocupa este cargo, ya sea tirano o santo, tiene la misma obligación de gobernar bien, de usar la autoridad de Dios dentro del marco de Su Ley Natural-Moral, y la medida del bien o mal resultado de sus acciones, sería medida por el Bien Común que alcanza, y no por quién era.
Aunque las virtudes de una persona que ocupa un cargo de autoridad nos hacen más fácil el que nos sometamos a la autoridad que ejercita, sabemos que la presencia de la autoridad de Dios depende del cargo ocupado, y no de las virtudes o personalidad de la persona que lo ocupa. Cristo se sometió a la autoridad poseída por Poncio Pilatos debido a su cargo, no debido a sus virtudes.
Responsabilidad: La Medida de Autoridad
El alcance de la autoridad que ejerza una persona se mide por el alcance de sus responsabilidades. Es por eso que la autoridad dada a los padres para entrenar a sus hijos es enorme. Aún Jesucristo, nuestro Señor Divino, cuando era joven, sometióse a la autoridad de sus padres en todo, conformándose a la autoridad de su Padre Eterno, poseída por los que ocupaban el cargo de ser su papá y su mamá.
¿Cómo es de grande la autoridad puesta en el cargo del padre? Considere que el ángel mensajero de Dios habló acerca de Herodes a San José, el responsable para proteger la Familia Sagrada, por ocupar el cargo de padre sobre esta familia. Era porque a San José le fue dada por Dios la responsabilidad de dirigir y de proteger a la Familia Santa, que recibió la autoridad de Dios de dirigir a su familia, para protegerla del complot de Herodes.
El nivel de la autoridad que pertenece a una madre también coincide con el nivel de su tremenda responsabilidad de educar a sus niños y de manejar su hogar. Porque su responsabilidad es grande, su autoridad es, también, de gran alcance. Era nuestra Madre Bendita que dijo a su Hijo que saliera del templo y regresara a su familia, y que convenció a su Hijo Divino que cambiara el agua en vino, aunque su Hijo, Jesucristo, le respondió que "no había llegado su hora, todavía".
Nuestro Señor Jesucristo dio a su Iglesia la responsabilidad de guardar y predicar lo que Nuestro Padre mandó a su Hijo enseñarnos, para la salvación de todos los hombres, y el alcance de esta responsabilidad mide el alcance de la autoridad de la Iglesia. Así es que la autoridad dada a los Sacerdotes, Obispos y Papas también es medida por sus propias responsabilidades.
Pensando en ésto, podemos ver que el nivel de la autoridad, y el justo poder con que la ejerce un gobierno para cumplir con sus responsabilidades, deben de ser suficientes para satisfacer la enorme responsabilidad que tiene de establecer el mejor ambiente de orden y justicia posible, moralmente, económicamente, y socialmente, para todos sus ciudadanos.
El papel de la autoridad
La responsabilidad de aquellos que ejercen una autoridad gubernamental, es la de establecer y de mantener el orden necesario para proteger a los ciudadanos de un país. Podemos entender el propósito de la autoridad mejor, si echamos otra vez una vista a la Creación entera de Dios.
Primero, sabemos que cuando existe el orden entre una variedad de partes, eso es una muestra de una inteligencia. El hecho de que las partes de un reloj se encuentran en un orden, para que todas funcionen para marcar la hora, es una muestra segura de la inteligencia de los fabricantes del reloj. Por la misma razón, sabemos que el orden que une a todas la partes de nuestro cuerpo es una muestra segura de la inteligencia de nuestro Creador.
De hecho, toda la Creación visible tiene un orden admirable. Desde el orden de las fuerzas positivas, negativas y neutrales de un átomo, hasta el orden del sistema entero de las estrellas y planetas, formados por la unión de estos átomos – cada uno en su lugar y obedeciendo a las leyes de su Creador – todo demuestra la inteligencia de su Creador.
En el medio de esta sinfonía de orden existe la humanidad, con el don de su libre albedrío. Sabemos, por la experiencia, que la humanidad, con su naturaleza caída, puede introducir un "desorden" entre el conjunto de personas que forman una sociedad. El "desorden" que vemos resultar de las malas intenciones o la ignorancia humana es, nada más, las consecuencias de haber desobedecido a las leyes de Nuestro Creador en el uso de Sus dones. Si es posible introducir, por nuestras acciones, consecuencias que nos hacen daño, ¿cuál es el regalo de Dios a la humanidad para limitar ese daño, y fomentar la armonía de justicia y misericordia que produce la paz?
Autoridad y consecuencias
El paraíso era un lugar de perfección, es decir, todo en el paraíso estaba en armonía con las leyes de Dios. Adán y Eva, por desobedecerle a Dios, escogieron la imperfección y se volvieron incongruentes con tal perfección, forzándoles a salir de su paraíso al mundo, llevando su imperfección consigo, una justa consecuencia de su trágica desobediencia. El alcance del desorden producido por su desobediencia se vio cuando Caín mató a Abel. Nada puede ser más repugnante, más triste, que un hijo mate al otro.
Ahora, vemos la necesidad de la autoridad que Dios pone en todos los cargos públicos. La autoridad no sirve si no puede imponer, como Dios impone, justas consecuencias por la desobediencia. Es el justo poder de la autoridad de gobierno que pone en la cárcel a alguien que quiere hacer daño a los demás, y así trata de disminuir la cantidad de matanzas y robos entre los ciudadanos.
Es solamente por la autoridad de Dios que se puede establecer y mantener el orden que todos nosotros necesitamos para vivir en paz, uno con otro y con Dios, pero ese poder del gobierno de imponer consecuencias no es un poder absoluto. También tiene límites: Aun un gobierno tiene que obedecer a las leyes de Dios como las de la justicia, la prudencia y la misericordia.
Ya hemos hablado de dos cosas para establecer el orden: la autoridad de Dios que pertenece a un cargo de responsabilidad, y la necesidad de usarla. Hay una tercera cosa importantísima para establecer la paz de un orden justo, que es la obediencia.
CAPÍTULO X… La AUTORIDAD
Preguntas
1. ¿Cuál es el propósito de la autoridad?
2. ¿De qué depende la autoridad que alguien ejerce ?
3. Menciona un ejemplo del uso correcto de la autoridad.
4. Menciona un ejemplo del uso incorrecto de la autoridad
5. ¿Puede una autoridad lograr un buen propósito sin obediencia?
PREGUNTAS DE ENSAYO/DISCUSIÓN
¿Puede una persona que no ocupa un cargo de responsabilidad ejercer alguna autoridad sobre cualquier otra persona? Mencione las razones de su respuesta.
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CAPÍTULO XI… La OBEDIENCIA
DEFINICIÓN: La Obediencia es la sumisión a una autoridad justa.
PROPÓSITO: El propósito de la obediencia es establecer un orden justo y tranquilo.
FUNDAMENTO: El fundamento de la obediencia es la justicia. Lo que se debe a una justa autoridad sobre nosotros es nuestra obediencia.
EJEMPLO: Cumpliendo con nuestra responsabilidad de obedecer a los que tienen la responsabilidad de gobernar, ayudamos a establecer el orden y la tranquilidad.
ABUSO: La obediencia se abusa por no obedecer a la justa autoridad de una persona que ocupa un cargo de responsabilidad sobe nosotros. La raíz de esta desobediencia es, siempre, el orgullo y el egoísmo.
DISCUSIÓN
La autoridad y la obediencia son como dos lados de la misma moneda. Hemos hablado de la autoridad; ahora vamos a ver el otro lado de esta moneda.
Antiguamente, la obediencia se definía como la sumisión a la autoridad. En realidad, la obediencia puede ser la unión de dos voluntades por amor o por respeto. Si tu mamá te dice, "saca la basura, por favor", lo haces por amor. Si tu jefe te pide lo mismo, lo haces por respeto, pero lo haces, y el resultado de esta obediencia es la paz dentro de la familia o dentro de la empresa. De la misma manera, la obediencia de los ciudadanos a las leyes justas de su país, y de los mandatos justos de su gobierno, trae la paz y la unión a una nación, así mismo que la obediencia a los papás trae la paz y la unión a los miembros de una familia.
Dios dijo a toda la humanidad, incluyendo a los miembros de un gobierno, "si ustedes me aman, obedezcan Mis Mandamientos." Es la responsabilidad de la Iglesia y del Estado expresar las leyes de Dios correctamente, y usar la autoridad de Dios que poseen, para buscar la mejor manera de que todos sus miembros las obedezcan. Así, podemos ver que la autoridad de la Iglesia y del Estado, ambos, sirven para unir las acciones de los hombres y mujeres a la voluntad de Dios, expresada por Sus Leyes y Mandamientos.
Es cierto que la voluntad de Dios es que toda la gente obedezca sus Mandamientos. Cuando estamos DISPUESTOS a obedecer los Mandamientos de Dios, expresados por las leyes de la Iglesia en el orden espiritual, o del Estado en el orden natural, podemos decir que la "voluntad de Dios es mi voluntad".
Obediencia y dignidad
Sería absurdo pensar que el acto de obedecer los mandatos justos de alguien que tiene autoridad sobre nosotros, en cualquier manera disminuye nuestra dignidad. Al contrario, es por desobedecer un mandato justo, que nuestra dignidad está deslustrada.
Los derechos y la dignidad de un papá o una mamá no son de ninguna manera disminuidos por su obediencia a Dios; ni son los derechos y la dignidad de los niños disminuidos por obedecer a las peticiones justas de sus padres. Santa Teresita aprendió mucho obedeciendo a sus buenos padres, que le ayudaron a volverse una gran Santa.
Los hombres siempre se vuelven héroes y las mujeres heroínas obedeciendo los mandatos de Dios. Santa Juana de Arco tiene la dignidad de ser una Santa y heroína por obedecer la voz de Dios que la dirigió. Pocos recuerdan el nombre del obispo que perdió su dignidad por haberla condenado a la muerte.
Aquí está un pensamiento final con respecto a la obediencia y a la dignidad. El someternos a los mandatos injustos, o al uso incorrecto de la autoridad (tal como un abuso de la autoridad que dañe a los que debemos de proteger), disminuye nuestra dignidad, por participar en la perversidad de lo malo, a lo que nos debemos oponer.
Capitanes y jugadores del equipo
En nuestra historia de la nave en peligro, vimos que un propósito de la autoridad es establecer y mantener el orden. Hay otros propósitos de la autoridad.
Entre los grupos de hormigas o de abejas, los miembros trabajan juntos para lograr el propósito del "bien común" de su grupo (sobrevivencia y continuación de su especie), porque SON GOBERNADOS por el instinto. La gente, debido a su libre albedrío, no son gobernados solamente por el instinto. Al mismo tiempo, para lograr ciertos propósitos, tenemos que trabajar juntos, es decir, cooperar.
Cada grupo, aunque sea chiquito, como la familia, un equipo de fútbol, o un grupo grande, como el Estado, tiene que cumplir con algunos propósitos durante su existencia. Pero, si CADA UNO de los miembros de ese "equipo" quiere cumplir con el propósito del grupo "a su manera", (es decir que NADIE es capitán del grupo), es seguro que los esfuerzos individuales del grupo no servirán para ganar ningún partido.
Imagínate a dos niños parados al lado de una pesada bolsa de basura en la cocina. AMBOS niños pueden ver que hay que sacar la basura. Si ambos niños desean ser el "capitán", la conversación entre ellos seguiría así: "Ponga usted afuera la basura". La respuesta es, "No. Que USTED lleve afuera la basura". Sigue así la conversación, mientras que NADIE pone afuera la basura. Esta situación se cambia dramáticamente cuando el "rey", papá, o la "reina", mamá, entra y dice a ambos que lleven afuera la basura, AHORA! En esta situación, el trabajo se cumplió, porque un verdadero capitán, con autoridad, llegó a la escena, y los hijos obedecieron.
Como un grupo sinfónico necesita a alguien que les dirija para cumplir con su propósito, una familia necesita a su "líder", un equipo necesita a su "capitán", un ejército a su general, la Iglesia necesita a su Papa, y el Estado necesita alguien que le rija. Al mismo tiempo, cada grupo, para cumplir con su propósito, necesita la obediencia de todos los miembros del "equipo".
El que manda y el que obedece
La distinción natural entre el que manda y el que obedece no significa que el que manda sea una mejor persona que el que obedece. Significa que, para lograr algo que una sola persona no puede hacer por sus propias fuerzas, hay que formar un "equipo", y que ese "equipo" necesita a alguien con autoridad para unir las fuerzas de sus miembros por obediencia y, así, cumplir con el propósito del grupo.
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