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El sentido de trascendencia en el espacio existencial actual


Partes: 1, 2
Monografía destacada
  1. Prefacio
  2. El desarrollo de nuestra capacidad Interpretativa de la realidad
  3. Introducción
  4. Análisis de la concepción del SER vs el TENER desde un punto de vista Espiritual en Erich Fromm
  5. La sociedad de ideologías plurales
  6. Conclusiones sobre el análisis de los valores desarrollados en nuestro espacio-existencial

Prefacio

Comencemos por definir ¿cómo consideramos se constituye nuestro espacio-existencial?

Todos los seres humanos según la concepción kantiana de tiempo y espacio nos desenvolvemos dentro de un lugar físico, llámese este: habitad, entorno, ambiente o ámbito, espacio geográfico, topos, etc. Y también nos desarrollamos en un tiempo que podría ser un poco más abstracto al definirlo, puesto que su aprehensión no nos es posible sino en nuestro imaginario, pero al mismo solemos definirlo con expresiones referenciales como: procesos consecutivos en nuestra consciencia y existencia; transcurrir de experiencias, sucesos o circunstancias vitales; devenir histórico, etc. Pero al realizarse una tangente en combinación de ambas categorías nos encontramos con una nueva, que hace que cada proceso de la experiencia vital individual, sea en particular única e irrepetible. Así una persona solo puede experimentar en su vida cada circunstancia una sola vez dentro de un lapso de tiempo y un espacio determinado y muy limitado.

De manera, que del cúmulo de sucesos consecutivos experimentados en estos parámetros, acontece lo que podríamos denominar nuestra historia individual; que en el transcurrir de cada acontecimiento, éste pasa inmediatamente a formar parte de nuestro pasado, y como tal, solo puede ser referido, mas no vivenciado o experimentado de nuevo de manera igual; no solo por el hecho de que nunca podemos habitar exactamente el mismo espacio en el universo físico –el cual por cierto también ésta en continuo cambio-, sino porque con cada suceso en nuestras vidas que es único e irrepetible nos hacemos continuamente otro sujeto cognoscente, que posee nuevos paradigmas, ideas, valores, sentimientos, etc., con los cuales se reinterpreta su existencia. De manera que si hablamos de espacio-existencial presente, este como tal en la realidad práctica no existe, puesto que el aquí y ahora lo estamos viviendo en el exacto presente, que al ser referido ya forma parte de nuestro pasado.

Así el tiempo en el que transcurre nuestra existencia que solemos denominar como el presente, nos hace continuamente nuevos sujetos perceptivos de la realidad, ya que nuestro tiempo presente siempre es efímero, porque tiene como fundamento el microsegundo que estamos viviendo que se convierte de inmediato en nuestro pasado. Así la noción espacio-existencial, se refiere a que, cada circunstancia de nuestras vidas por ser única e irrepetible, por lo antes explicado, posee unos matices que solo pueden ser apreciados con exactitud por el sujeto histórico que los experimenta y procesa con una consciencia clara, y capacidad perceptiva y de juicio sana, es decir, no enajenada.

Cuando un Ser humano analiza la vida de otro, lo hace bajo unos parámetros de afinidad interpretativa de los sucesos que éste supone ha vivido el otro, dentro de un ambiente o entorno físico imaginario, puesto que nunca podremos tener una noción exacta del espacio que ocupo el otro. Como también es imaginario, el cúmulo de experiencias que podamos concebir que tenía el otro y de ambos imaginarios espacio-temporales podremos tener una mera idea apreciativa de quién es el otro como sujeto cognoscente, como de la serie de acontecimientos que experimento y de cómo influyeron en la constitución de su SER real.

Así que para constituirnos en nuestra realidad como individuos debemos tener las herramientas reflexivas para procesar esta inter-relación única e irrepetible de nuestra existencia material con todos los elementos que conlleva en su constitución física, y nuestra existencia temporal con todas las ideas, nociones y percepciones y sentimientos acumulados en nuestra alma. Y así lo que llamamos nuestra realidad es siempre efímera, al encontrarse en la intercepción de la energía que se encuentra en nuestra alma, con la energía que solemos llamar materia física, puesto que siempre estamos en un devenir constante de acontecimientos. Sin embargo, y a pesar de todo ello, necesitamos para concebir nuestros procesos históricos con algunas referencias manejables, el hacernos a la idea de que los acontecimientos de la vida son en cierta medida estáticos o aprehensibles. Y gracias a ello, se puede escribir por ejemplo un periódico o un libro de historia. Cuando un sujeto lee una noticia en un diario de su región, aunque el suceso que este leyendo haya acontecido con mucha anterioridad, para él se hace real en ese momento, con las palabras interpretativas del suceso con las que relató el periodista la noticia, que por muy objetivo que pretenda ser, siempre estará mediatizado por su devenir histórico, que como hemos explicado lo ha constituido de una manera particular única e irrepetible. Al mismo tiempo el lector de la noticia también reinterpretará la misma fundamentado en su constitución como sujeto muy particular. Por lo que podemos decir que la constitución de lo que denominamos Real, solo lo es en tanto un sujeto histórico tenga la capacidad de aprehender los acontecimientos de su entorno con cierta eficacia y así darle validez o legitimidad.

El desarrollo de nuestra capacidad Interpretativa de la realidad

Al tener más en claro las nociones espacio temporales en las que se produce nuestra historia particular y de la sociedad como un todo, entonces podremos acertar en que somos siempre reinterpretadores de sucesos o acontecimientos de la vida. Y volviendo al principio, entonces diremos que nadie puede mejor que el propio sujeto cognoscente, dar explicación de su propia historia; siempre que como se dijo antes tenga las herramientas para hacerlo. Ya que el espacio de nuestra existencia es único e irrepetible, entonces, debemos procurar aprehenderlo con los adecuados matices que requiere. En otras palabras un sujeto de consciencia enajenada no puede aprehender su realidad y procesarla adecuadamente, ya que su capacidad interpretativa no le pertenece a él sino al otro o los otros, que lo han condicionado en su facultad de juicio, asimilación y procesamiento de las circunstancias existenciales que le ha tocado experimentar. Y mucho menos entonces podrá reinterpretar adecuadamente la existencia vital de otro Ser de su realidad histórica.

Aunque pareciera difícil el saber reconocer cuando una persona tiene un criterio de juicio propio, y cuando este le pertenece otro. También los seres humanos tenemos la capacidad perceptiva para reconocer la verdad, como producto de la inter-relación de concepciones tangentes que podrían parecer intuitivas, pero que muchas veces se llegan a constituir por la acumulación en nuestra alma de observaciones de experiencias que consiguen establecer un patrón fundado en las leyes de probabilidad; es decir, si una persona suele repetir con frecuencia un tipo de interpretación que no concuerda con los datos observables y verificables por la mayoría de los que observan o estudian un suceso o problema, entonces podremos decir, que la persona que suele hacer su interpretación basada en premisas que están fuera de su realidad mas inmediata, o concordante en similitud con lo que está tratando de interpretar; y que también son muy discordantes y contradictorias con las observaciones o interpretaciones que puede hacer la mayoría; entonces se podría concluir que hace de la misma una percepción falsa de la realidad.

Como decía Hegel la historia suele repetirse, con lo que quería señalar que los humanos solemos caer en experiencias similares en nuestra vidas en particular y muchas veces como colectivo. Y debido a ello, es que podemos recrear la serie de acontecimientos vividos como un proceso histórico, ya que el cúmulo de experiencias recolectadas nos permite hacer una interpretación fundamentados en el contexto histórico en el que nos desenvolvemos. Por eso, cuando una persona viaja a una región en donde los pobladores tienen unas ideas colectivas o concepciones muy distintas de las de su medio cultural de origen, entonces, en un principio le cuesta adaptarse al nuevo medio, pues necesita crear nuevos matices interpretativos de la realidad para así poder aprehenderla, tomando en cuenta las nuevas concepciones que estaban fuera de sus paradigmas interpretativos.

Sin embargo, existen personas que poseen una capacidad para interpretar la realidad en la que viven un tanto distinto de la mayoría de su entorno, no porque sean sujetos muy alienados por su formación cultural; sino todo lo contrario, nacieron con una especie de luz interior que les permite ver mucho mas allá de lo que otros seres de su entorno logran percibir. En su interior todas estas referencias perceptivas de su entorno, y de las que hablábamos antes se cruzan y tienen comunión con la estructura física y espiritual muy particular de ese individuo, que realiza con ellas una infinidad de analogías y convergen con otras experiencias que no son directas de las referencias inmediatas, y algunas de las cuales ni siquiera tienen relación con ésta, y de lo cual surge un nuevo tipo de visión o percepción de la realidad, un nuevo conocimiento, en forma de arte, ciencia, filosofía, etc. Algunos denominan a estar personas genios; pero ha sucedido que algunos de estos genios en su época han sido considerados locos por el común de los miembros de su entorno, puesto que la mayoría no posee la capacidad cognoscitiva y de aprehensión de la realidad, que les permita entenderlos y comprenderlos. Y muchas veces estos mismos llamados genios no pueden dar cuenta del origen o surgimiento de sus nuevas ideas, así como un ave posiblemente no puede explicar porque vuela, y lo hace, porque simplemente ésta en su constitución el hacerlo. De tal manera que podríamos decir que es un don que su Creador le otorgo. Hay muchos que desde muy pequeños se pueden dar cuenta que son diferentes a los otros en su constitución, y otros se hacen consciente en la evolución de su proceso histórico.

Y es como producto del cúmulo y asimilación cultural de estas grandes percepciones de la realidad, que la visión humana se ha expandido y crecido hasta un determinado punto. Sin embargo, los humanos en nuestra capacidad cognoscitiva racional tenemos muchas limitaciones para poder aprehender todo lo existente, y donde estas capacidades terminan comienzan las otras.

Y ¿cuáles son esas otras se preguntará la mayoría? Pues aquellas particulares que solo Dios otorga a algunos, que por lo general tienen la capacidad de estar en comunicación espiritual con él. Y muchos de ellos también se hacen conscientes de que Dios los utiliza como un instrumento para un propósito determinado en éste mundo, mas sin embargo, no es porque Dios los ame menos que les exige mucho más, sino que les otorgo esos dones especiales para que los pongan al servicio de los otros; y en el proceso, también les proporciona su felicidad al darle un sentido y propósito especial a sus vidas.

Pongamos como ejemplo el mismo Inmanuel Kant, quien en su libro Critica de la razón pura, trato de dar una explicación muy racional de las limitaciones de nuestra capacidad racional para aprehender la realidad en que vivimos, sin embargo, tuvo que escribir otro libro titulado Prolegomenos para que los pensadores de su tiempo pudiesen entender y comprender mejor cuales fueron las ideas que quiso expresar en el primer libro. Los pensadores actuales consideran que su pensamiento estaba por lo menos adelantado a su época unos doscientos años, y con los paradigmas de su tiempo la mayoría no podía aprehender estas concepciones nuevas. De tal manera que el mismo Kant al concebir sus ideas, rompió los paradigmas de su tiempo existencial. Entonces acá surge de nuevo, el planteamiento de que esa visión nueva o especial que tienen algunos, que hasta a veces se encuentra fuera de los parámetros espacio temporales en los que viven, es producto de una iluminación especial, que solo puede ser otorgada por el mismo Creador. Y de eso aunque no se pueda dar una explicación racional; porque como decía el mismo Kant, su posibilidad de aprehenderlo esta fuera de nuestros parámetros espacios temporales. Sin embargo, las consecuencias de esta capacidad perceptiva, de hecho, la vemos todos los días en la manifestación real de innumerables cosas que antes hubiesen sido inconcebibles.

Con todo esto, lo que se desea señalar es, que esa capacidad de percepción especial que puede ser interpretada como locura para algunos, para otros podría ser la muestra mas clara de consciencia REAL. Así como la mayoría podemos percibir el viento o el Amor, aunque no podemos apreciar al primero con nuestros ojos, ni al segundo con algún aparato científico; sin embargo, reconocemos su existencia. Así también, algunos pretender omitir la existencia del Creador, y del propósito que estableció en nuestro diseño para nuestra existencia; y eso la mayoría de las veces, debido posiblemente a la soberbia que tienen o a resentimientos producto de sus circunstancias existenciales. Pero no por ello, para otros deja de ser tan REAL como el aire que respiramos, y su manifestación en nuestras vidas se aprecia a cada instante. A esta capacidad DE APRECIARLO Y APREHENDERLO es a lo que llamamos también un don especial. Y como se señala en las sagradas escrituras la luz no fue hecha para ocultarla. Y con luz, se quiere decir también la verdad, aunque a algunos no les guste.

No se enciende una lámpara y se pone debajo de la cesta de medir, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en la casa. Así mismo resplandezca la luz de ustedes delante de los hombres, para que ellos vean sus obras excelentes y den gloria al Padre de ustedes que está en los cielos.

(Mateo cap 5: 15 y 16)

Introducción

El presente trabajo tiene como objetivo principal el despertar la conciencia dormida de la mayoría de los seres humanos que conviven en un mundo cada vez mas convulsionado, conflictivo y destructivo, acerca de cuáles son las circunstancias que nos han llevado a que hoy en día el planeta se encuentre enfermo en su ecosistema natural y socio-cultural. El propósito de que asumamos que nuestra planeta está enfermo, y que las estructuras socio-culturales, políticas y económicas están en decadencia, no es para que adoptemos una actitud deprimente o desesperanza, sino para que por el contrario, salgamos de la ignorancia de lo que está sucediendo, o la posición pasiva y complaciente o conforme en la que nos encontramos, que nos tiene sumidos en la inacción, y comencemos a desarrollar un cambio en nuestro interior, que se exprese a través de la manifestación de una conciencia mucho más clara, de cuál es la realidad en que vivimos.

El asumir esto, nos llevará a adoptar una actitud más crítica y desafiante en nuestra condición humana, hacia la búsqueda de un rescate de los verdaderos valores que han promovido el amor, dirigido hacia el desarrollo de una vida plena. Comenzaremos a buscar nuevos sentidos más productivos que los anteriores, de crecimiento y evolución humana, dirigidos a recrear nuestra realidad y rescatar todo aquello que merece ser salvado.

También estudiaremos algo de las estructuras desarrolladas en y por el ser humano, que nos han traído a la constitución de las actuales circunstancias, que según Erich Fromm, tiene a todas las especies naturales al borde del proceso de extinción más radical que haya podido experimentar la historia de nuestro mundo.

Tenemos muchas potencialidades que descubrir, y otras muchas que explotar como raza humana, así como herramientas que poner en práctica para evitar tal catástrofe. Se dice que el Ser humano utiliza muy poco de los recursos que el Creador le otorgo en su constitución y cerebro; y es hora de que comencemos a desarrollar todos esos dones especiales, si en verdad queremos salir de ésta problemática.

Fromm plantea que en nuestra capacidad racional podemos encontrar los recursos que nos permitan cambiar nuestra condición humana y primordialmente nuestros valores o carácter. Hace muchas críticas constructivas con el fin de hacernos ver, que la gran mayoría de la humanidad ha puesto en estado de adormecimiento su capacidad consciente y se ha dejado embaucar con un montón de ideologías alienantes con las que los grandes representantes de los monopolios económicos y políticos a nivel global han pretendido someternos o manipularnos a todos, para así ellos egoístamente conservar el poder que han adquirido.

Muchos pueden tener la presunción que Fromm como lector y simpatizante del marxismo, es un pensador que produjo un conocimiento que ya se encuentra atrasado y superado. Nada mas lejos de la verdad; si leen bien todos sus escritos, encontraran que hacia la postura del desarrollo político del marxismo en nuestro mundo, adopta una postura bastante crítica, y aunque recoge algunas ideas constructivas del Viejo Marx, (y no del marxismo político soviético) como él lo llama. Su pensamiento se encuentra muy actual, puesto que la mayoría de las críticas que hace al sistema y sus estructuras se encuentran más vigentes que nunca antes, porque al parecer hasta ahora no han logrado calar en la consciencia del ser humano. Puesto que Fromm tenía una consciencia mucho más adelantada al tiempo histórico que le toco vivir, ó tal vez estaba mucho más despierto ante las circunstancias de su existencia. El hecho es que, como sociedad global todavía estamos lejos de poder asumir la realidad en que vivimos, de una manera tan clara y consciente como él lo hizo.

Por otra parte, aunque Fromm en su concepción de la racionalidad humana parece querer abarcar también su condición espiritual, pues en muchos escritos hace referencias que dan pie a pensar de ésta manera; consideramos que, el cambio que él mismo propone, no se podrá realizar, sin tomar como fundamento de nuestra racionalidad la condición espiritual que nos constituye, y que nuestro Creador nos otorgo como un don muy especial, para poder mantener una línea de comunicación abierta con él, y así poder también crear y mantener una dirección o sentido de desarrollo claro hacia la construcción de un mundo donde todos podamos vivir en armonía, paz y prosperidad, en el más amplio sentido y no solo en el materialista o mercantilista, como hasta ahora hemos vivido, sumidos por las ideologías imperantes.

Producto de las circunstancias en que nos encontramos viviendo actualmente, muchos considerarán que esa noción de comunión espiritual con el Creador es muy difícil de concebir y/o llevar a cabo. Sin embargo, si revisamos un poco atrás nuestro pasado cultural encontramos que ya antes hemos podido hacerlo de algunas maneras positivas, y con la manifestación de muchas consecuencias constructivas en nuestro proceso histórico. De manera que si antes hemos podido hacerlo, podemos entonces recrear de nuevo como cultura ese puente de comunicación, con la consecuente formación de las bases axiológicas de un nuevo sistema, que habrá de tener en su consideración todos los errores socio-culturales que hemos cometido para traernos a la situación actual; y así poder evitar se lleven a cabo de nuevo.

Por nuestra concepción cultural, estamos acostumbrados a querer ver toda la maqueta o concepción del proyecto completo antes de emprenderlo. Sin embargo, la experiencia siempre nos ha demostrado que en el camino hacia la finalización de algún proyecto humano, siempre surgen muchas variables problemáticas que no se consideraron en su origen, y a los cuales en el proceso de desarrollo tuvieron que buscarle la solución para poder culminarlo. En la historia Judeo-Cristiana también vemos que cuando Dios ha solicitado la colaboración humana para el desarrollo de algún proyecto suyo, no le plantea al Ser humano la visión completa del proyecto, por el contrario le solicita que comience el proceso de caminar en él por fe; y luego en éste proceso le va dando paulatinamente la visión del próximo paso hasta que logra la realización completa del proyecto.

Los problemas que hemos desarrollado los seres humanos desde la revolución industrial para acá se deben a que como manifiesta Fromm hemos deseado convertirnos como raza en dioses del mundo. Pero al colocar al verdadero Creador en una posición marginal de nuestras vidas, entonces, nos hemos equivocado tanto, que actualmente como civilización nos encontramos totalmente desorientados y perdidos en la incertidumbre que esto ha generado: la variedad disímil de valores o antivalores que hemos desarrollado producto de nuestra interacción, sin la presencia de la conciencia de Dios en nuestra existencia. Así en ese proceso de querer llegar a ser dioses, hemos desarrollado o generado con nuestras acciones algunas consecuencias verdaderamente monstruosas.

A pesar de lo anteriormente expuesto, consideramos que si podemos salir de esta crisis, si como sociedad o civilización comenzamos a reconocer el origen de nuestra existencia, y con ello el propósito para el cual el Creador nos coloco en una posición privilegiada, para llevar una vida en un sentido constructivo y abundante de sentido REAL; en donde la manifestación de nuestras acciones honren al Creador del que suponemos tenemos algunas semejanzas, y algunos hasta se consideran sus hijos por ello. Fuimos creados con la capacidad de trascender nuestra realidad en el sentido mas constructivo del término; o como diría Fromm en el sentido mas productivo. Entonces debemos despertar del estado de adormecimiento actual, y dar un salto trascendente en nuestro proceso evolutivo hacia una consciencia mucho más clara. La cual podremos alcanzar si procuramos reencontrar la capacidad de comunicarnos con la condición espiritual que nuestro Creador estableció en nuestro diseño, en el interior de nuestro SER. Fuimos diseñados con un sentido y propósito que la mayoría en su existencia no ha reconocido, sencillamente porque en el proceso de enajenación socio-cultural al que hemos sido sometidos perdimos la capacidad introspectiva de escuchar la voz de Dios en nuestro SER interior. Si observamos al resto de las especies animales y vegetales, éstas parecen tener mucho más consciencia de ese sentido y propósito que nosotros, puesto que no han perdido su esencia y capacidad comunicativa con su Creador, por lo que de la observación consciente de ellas, podemos volver a iniciar el proceso de reaprehender esas capacidades que ahora parecen perdidas; y de esta manera comenzar a reconstruir la existencia humana de acuerdo o en armonía con este sentido.

Capítulo II

Análisis de la concepción del SER vs el TENER desde un punto de vista Espiritual en Erich Fromm

Es difícil poder concebir el aspecto espiritual del ser humano, en términos generales. Hay muchas y variadas religiones, y muchísimas más concepciones de Dios, y de la debida relación que los seres humanos debemos de tener con él. Se podría decir que en cada religión y aun cada individuo, tiene una concepción aunque sea algo diferente a la del otro. Sin embargo, muchas de estas concepciones tienen alguna o mucha afinidad unas con otras. En el mundo occidental ha imperado por mucho tiempo la cultura judeo-Cristiana, y Erich Fromm compartía gran parte de los valores de esta cultura, aunque se manifestaba a veces como antirreligioso, y en muchos aspectos anti-dogmático.

En su libro Tener o Ser (1985:69) hace referencia a las ideas de un Maestro espiritual y sacerdote de la orden de los dominicos alemanes llamado Eckhart (1260-1327). Según Fromm el pensamiento de este maestro plasmado en sus sermones es de una lucidez tan profunda y penetrante en su idea del SER en relación con Dios, como nunca antes fue expuesto:

"Eckhart examina la pregunta: ¿Qué es la pobreza espiritual? Comienza afirmando que no se refiere a la pobreza externa, a la pobreza de bienes, aunque ésta es buena y recomendable, sino a la pobreza interior, citada en el versículo de los Evangelios, que él define asi: "es un hombre pobre el que no desea nada, ni sabe nada, ni tiene nada."

"El concepto de Eckhart de no saber nada se relaciona con la diferencia entre tener conocimientos y el acto de conocer, o sea, penetrar en las raíces y, por consiguiente, en las causas de las cosas. Eckhart distingue muy claramente entre un pensamiento determinado y el proceso de pensar. Hace hincapié en que es preferible conocer a Dios que amarlo, y escribe: "El amor tiene relación con el deseo y la finalidad; en cambio, el conocimiento no es un pensamiento determinado, sino que arranca todas las coberturas, es desinteresado y corre desnudo hacia Dios, hasta que lo toca y lo ase." (Blakney, Fragmento 27; Quint no reconoce su autenticidad.)

Pero Eckhart va más allá en otro nivel (y habla en varios niveles) . Escribe:

Es un pobre que no sabe nada. A veces hemos dicho que el hombre debe vivir como si no viviera, ni para su yo, ni para la verdad, ni para Dios; (Blakney escribe con "D" mayúscula la palabra Dios cuando Eckhart se refiere a la Divinidad, y una "d" minúscula cuando Eckhart se refiere al dios bíblico de la creación.) pero en este punto, diremos algo más, e iremos más allá. El hombre que quiera lograr esta pobreza vivirá como un hombre que no sabe que vive, ni para sí mismo, ni para la verdad, ni para dios. Es más; permanecerá libre y vacío de todo conocimiento, para que no exista en él ningún conocimiento acerca de dios; porque cuando la existencia del hombre es de la especie externa de Dios, no hay otra vida para él: su vida es él mismo. Por ello, decimos que el hombre debe estar vacío de su propio conocimiento, como cuando no existía, y que Dios haga su voluntad y el hombre no tenga impedimentos. (Blakriey, 28; Quint, D. W., 52; Quint, D. P. T.; 32).2" (Fromm 1985: 70-71)

En estas enseñanzas el maestro Eckhart, como le llama Erich Fromm muestra una idea de su interpretación cristiana de la pregunta: ¿cómo debería de ser una relación de un SER humano con su creador? Allí nos muestra que para vivir o existir como un SER en comunión intima con la Divinidad, este necesita despojarse de todo tipo de ataduras, de los prejuicios, de las ideas y valores de este mundo terrenal, es decir debe de presentarse ante Dios como una vasija y/o vehículo vacio, que habrá de servir como un instrumento en las manos de Dios para vivir de acuerdo o conforme a las ideas y valores sabios de este; pero aun así, con desapego a todo interés o codicia humana, sin anhelar o desear. Es decir, que el ser humano no debe mostrarse en disconformidad al camino que Dios le ha trazado para su existir, y tampoco debe mostrar deseos particulares que hinchen su ego. Un ser sin deseos, en donde su actuar y existir, por estar en correlación intima con la de su creador, se convierte en parte integral de él, o una unidad con él, y como un miembro de su ser, también en un instrumento en las manos de su creador, para que se lleve a cabo en este mundo la voluntad de Dios. El humano al entregar su SER a la divinidad, y experimentar una comunión intima con Dios, podrá decir algo así como lo expresado por Pablo en sus escritos: "ya no vivo yo. Ahora es Cristo quien vive en mi." Porque en cambio, un ser humano que muestre sus propios intereses gustos y valores muy particulares; se muestra entonces, como un ser que no está conectado plenamente con la Divinidad; ya que está contaminado o alienado con los valores de este mundo que le han sido transmitidos o inculcados en su proceso de formación o educación, aun desde antes de nacer. Al respecto Fromm hace algunas citas:

Buda enseña que para alcanzar la etapa más elevada del desarrollo humano, no debemos anhelar posesiones. Jesucristo enseña: " Porque cualquiera que quisiere salvar su vida, la perderá; y cualquiera que perdiere su vida por causa de mí, éste la salvará. Porque ¿Qué aprovecha al hombre, si se granjeare todo el mundo, y se pierda él a sí mismo, o corra peligro de sí?" (San Lucas 9:24-25) El maestro Eckhart enseño que no tener nada y permanecer abierto y "vacío", no permitir al ego ser un estorbo en nuestro camino, es la condición para lograr salud y fuerza espiritual. ( Fromm 1985:33 )

Aquí se nos está señalando una idea muy Cristiana, porque Cristo enseño que para seguirlo a él se debía de estar dispuesto a dejarlo todo atrás, y convertirse en una nueva creatura. Esto supone para la gran mayoría de los seres humanos, el estar dispuesto a renunciar a lo más valorado para ellos: SU EGO. Puesto que Cristo señalo que no podemos estar sujetos a dos amos o Dioses, ya que se valorara a uno más que al otro, y en ese caso nuestro verdadero dios será aquel que más valoramos. Y específicamente señalo al respecto que no se puede amar a Dios y a las riquezas.

Es muy bien sabido que durante toda la historia, el ser humano a valorado mucho su idea o ideal de libertad plena, y por otro lado los medios para alcanzarla, entre los cuales los principales son el dinero o los bienes materiales de fortuna, que también sirven para llenar su ego y vanidad. Por causa de tratar de alcanzar a estos, en casi todas las ocasiones a vendido su alma al diablo, como se dice muy popularmente. Debido a ello se han hecho grandes y pequeñas guerras entre naciones, vecinos, amigos y hasta en la familia. Así que ante la idea de renunciar voluntariamente al libre albedrio (que se nos enseño que tenemos los seres humanos) y comenzar a vivir una nueva existencia sin los valores del pasado, sino sujetos ahora a unos nuevos lineamientos que son establecidos por la relación con la Divinidad, es extremadamente difícil el aceptarlo.

En términos generales, en nuestro tiempo, el ser humano tiene la idea de que, tiene la capacidad de ser libre. Erich Fromm nos muestra en sus obras que, esta concepción que tenemos de la libertad es solo ficticia, o en apariencia. Vivimos en una sociedad de fachadas o mascaras, en donde la mayoría se muestra como no es en realidad; y esto se debe a que en realidad no tenemos nada verdadero que mostrar, nos hemos convertido en seres de mascaras porque en realidad en nuestro interior estamos vacios. Somos sujetos alienados, pero en nuestra alienación (producto de las diversas fuentes publicitarias y entorno social mercantilista, o los diversos poderes del sistema que él explica más extensamente en sus diversas obras), hemos llegado a creer de que en verdad somos libres. Y es por ello que cuando, un SER tan desalienado como Cristo nos muestra un camino en donde se debe renunciar a todas las ataduras económicas, sociales, morales, culturales, etc; para poder SER recipiente de la divinidad, entonces el ser humano se muestra tan reacio.

En nuestro razonamiento y deseo individual, creemos que es verdad que somos seres con libre albedrio, y tenemos la capacidad de construir con nuestros medios y fuerzas, los instrumentos que nos han de servir para alcanzar nuestra liberación plena, y la tan ansiada felicidad individual. Sin embargo, Cristo también enseño que individualmente no podemos alcanzar la felicidad. Dios nos hizo o constituyo como seres sociales que necesitamos de los otros para poder llegar a sentir esa plenitud que buscamos, y por ello fue que hizo tanto hincapié en señalarnos la vía a transitar para constituir una sociedad en donde imperen las buenas relaciones humanas, fundamentadas en las bases de un verdadero AMOR, tal cual, como el que él nos mostro con su ejemplo de vida. Cristo no trascendió en la historia por los grandes milagros que hizo, como tampoco por las cosas muy interesantes que dijo, sino porque fue un SER ÚNICO que mostro una verdadera secuencia y armonía entre: las cosas que pensaba, las que exponía o decía públicamente, y las que hacía o mostraba en privado o públicamente. Es decir; se mostro como un ser en armonía con todos los valores de su SER y en comunión con los de Dios. Por lo cual, pudo presentar su vida como un modelo a seguir, y ejerció tal influencia sobre su entorno, trascendiéndolo.

Así que el Maestro Eckhart, en sus postulados enseña que debemos deslastrarnos de todo sentimiento de identidad en nuestro ser, con las cosas o valores que pertenecen al mundo terrenal. Cuando valoramos las cosas que hemos aprehendido cognoscitivamente, o las cosas materiales que poseemos, es porque sentimos y apreciamos mucho la sensación de seguridad que experimentamos debido a ellas. Y esta grata sensación nos somete a un tipo de esclavitud muy difícil de percibir al común de los individuos; y es por ello que Fromm dice que estamos alienados, pues la mayoría no se da cuenta que es esclavo de un montón de ideas y valores socio-culturales. Y según el maestro Eckhart el verdadero conocimiento esta en el proceso activo o dinámico del pensamiento, que debe estar libre de toda codicia de certidumbre o posesión a la que aferrarse, puesto que esto conlleva a esclavizarse con ellos, convirtiéndolos en dogmas. Es decir debemos estar en constante actitud deseante de la verdad, sin pretender nunca haberla alcanzado, para que nuestra alma pueda experimentar la libertad de SER. Y en estas últimas ideas difiere con las concepciones religiosas que desean convertir ciertos postulados o ideas en un dogma de fe.

"Para entender la postura de Eckhart es necesario captar el verdadero significado de estas palabras. Cuando dice que "el hombre debe estar vacío de conocimientos", no significa que deba olvidar lo que sabe, sino que debe olvidar que sabe. Es decir, no debemos considerar nuestros conocimientos como una posesión, que nos ofrece seguridad y un sentimiento de identidad; no debemos estar "llenos" de conocimientos, ni aferrarnos a éstos o codiciarlos. Los conocimientos no deben constituirse en un dogma que nos esclaviza. Todo esto pertenece al modo de tener. En el modo de ser, el conocimiento sólo es la actividad penetrante del pensamiento, sin convertirse nunca en invitación a permanecer quieto para encontrar la certidumbre.(…)

Eckhart no podría haber expresado más radicalmente su concepto de no tener. En primer lugar, debemos librarnos de nuestras cosas y de nuestras acciones. Esto no significa que no debemos poseer ni hacer nada, sino no estar ligados, atados, encadenados a lo que poseemos y a lo que tenemos, ni aun a Dios." (Fromm 1985: 71-72)

Estas concepciones del maestro Eckhart, tales como han sido expuestas, nos muestran a nosotros que a pesar de ser él miembro de una comunidad religiosa, es un ser antidogmatico como Fromm. Para él cuando mostramos el conocimiento como una posesión, al hacerlo, destacamos que este es nutriente de nuestro ego. Y este conocimiento se convierte en una atadura a nuestro ego, o un estorbo que nos hace perder la libertad de nuestro SER, y nos impide la productividad y capacidad de manifestar nuestro AMOR plenamente, y existir o realizarnos como seres humanos reales.

Eckhart enfoca los problemas de tener en otro nivel cuando examina la relación entre la posesión y la libertad. La libertad humana se ve restringida en el grado en que estamos atados a las posesiones, a nuestras obras y finalmente a nuestros egos. Por estar atados a nuestros egos (Quint traduce el original alemán medieval Eigenschaft como Ichbindung o Ichsucht, "estar atado al ego" o egomanía"), nos estorbamos y no podemos dar frutos ni realizarnos plenamente (Quint D. P. T., Introducción, p. 29). Creo que D. Mieth tiene razón cuando afirma que la libertad como condición de la verdadera productividad sólo consiste en renunciar al ego, como el amor en el sentido paulino se ve libre de toda atadura al ego. La libertad en el sentido de no tener impedimentos, de verse libre del anhelo de tener cosas y del propio ego, es la condición para amar y ser productivo. Nuestra meta humana, según Eckhart, es librarnos de las cadenas que nos atan al ego, al egocentrismo, es decir, al modo de tener de la existencia, para llegar a ser plenamente.(…)

En el modo de la existencia de tener, no importa qué objetos tenemos, sino toda la actitud humana. Cualquier cosa puede convertirse en objeto de la codicia las cosas que usamos en la vida diaria, las propiedades, los ritos, las buenas acciones, el conocimiento y los pensamientos. No son en sí "malos", pero se vuelven malos cuando nos aferramos a éstos, cuando se vuelven cadenas que afectan nuestra libertad e impiden nuestra realización. (Fromm, 1985: 72)

El maestro Eckhart hasta se atreve hacer críticas sobre las motivaciones que llevan a una persona a escoger una vida ascética, llevándose por un ideario, o por prácticas de acciones puramente externas de santidad, cuando en su interior pueden ser unos asnos que solo se dirigen bajo los supuestos de las ideas religiosas de recompensa o castigo que han de recibir de su dios, y/o guiándose por la naturaleza de sus acciones y las opiniones que estas generan en los demás. Pero en realidad no son conscientes de una real e íntima relación con Dios.

"La gente no debe considerar tanto lo que debe hacer sino lo que es… por ello procuremos hacer hincapié en ser buenos, y no en el número ni en la calidad de las cosas que hacemos. Debemos hacer hincapié, en cambio, en los fundamentos en que se apoya nuestro trabajo." Nuestro ser es la realidad, el espíritu que nos mueve, el carácter que impulsa nuestra conducta; en cambio, los hechos o las opiniones que están separados de nuestro centro dinámico no tienen realidad. (Fromm 1985: 73)

En el otro aspecto dinámico y productivo de la concepción del SER, Fromm también comparte sus valores con los del maestro Eckhart. Para ambos la idea de SER en este sentido es muy parecida, sino igual, para los cuales el SER real solo se muestra en la expresión plena del poder de su condición humana, en una relación continua y productiva con los otros. Y solo podemos manifestar plenamente nuestra realidad, vitalidad y AMOR humano, en una relación de este tipo. Y señala:

"El segundo significado es más amplio y fundamental: ser significa vivir, permanecer activo, nacer, renovarse, derramarse, moverse, ser productivo. En este sentido, ser se opone a tener, a permanecer atado al ego y a la egolatría. Para Eckhart, ser significa estar activo en el sentido clásico de expresar productivamente nuestros poderes humanos, no en el sentido moderno de estar ocupado. Para él, estar activo significa "salir de sí mismo" (Quint D. P. T., 6); y lo expresa con muchas imágenes: considera que ser constituye un proceso de "hervir", "dar a luz", algo que "fluye y fluye en sí y más allá de sí mismo" (E. Benz et al., citado por Quint D. P. T., p. 35). A veces usa como símbolo "correr" para indicar el carácter activo: "¡Corre hacia la paz! El hombre que corre, que corre continuamente en pos de la paz, es un bienaventurado. Continuamente corre, se desplaza, busca la paz corriendo" (Quint D. P. T., 8). Otra definición de actividad es: El hombre vivo, activo, es como "una vasija que aumenta de tamaño mientras se llena, y nunca se llenará" (Blakney, p.233; Quint no reconoce la autenticidad de este pasaje).

Librarse del modo de tener es la condición de toda actividad genuina. En el sistema ético de Eckhart, la virtud suprema es el estado de actividad interior productiva, y la premisa es superar todas las formas de estar atado al ego y a la codicia." (Fromm, 1985: 73-74)

La Concepción judeo-cristiana de Erich Fromm

En Erich Fromm como miembro de una familia judía y producto de la educación que en ella recibió, tuvieron gran influencia estos valores espirituales, de los cuales hace en sus obras muchos comentarios. Según él. Dios lo que procuro en los comienzos del pueblo hebreo, fue el de liberarlos por completo de todas sus cadenas.

"Uno de los principales temas del Antiguo Testamento es: deja lo que tienes; libérate de todas las cadenas, sé tú mismo.

La historia de las tribus hebreas comienza con la orden que Dios le da al primer héroe hebreo, Abraham, de dejar su país y su clan: "Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré" (Génesis 12:I). Abraham debe dejar lo que tiene (su tierra y su familia) y marcharse hacia lo desconocido. Sin embargo, sus descendientes se establecen en una nueva tierra y crean nuevos clanes. Este proceso los lleva a una esclavitud más severa. Precisamente porque se vuelven ricos y poderosos en Egipto, se vuelven esclavos; pierden la visión del Dios único, del Dios de sus antepasados nómadas, y adoran a los ídolos, y los dioses de los ricos se vuelven sus amos." (Fromm 1985: 60)

Luego Fromm considera a la comunidad hebrea que salió de Egipto, liberada por Dios a través de Moisés, como, como una nación que en sus muchos años de adquirir costumbres y apego a las tradiciones de los pueblos en donde vivió, se encontraba en condiciones poco favorables desde el punto de vista psico-social, para aceptar de buena gana su liberación.

Durante la mayor parte del tiempo que vivieron como nómadas en el desierto, se quejaron en contra de su líder por las condiciones de vida, en donde solo tenían lo estrictamente necesario materialmente para transcurrir su peregrinar. Hasta llegaron a decir muchas veces que hubiesen preferido quedarse como esclavos en Egipto, porque allá disponían de más cosas y comodidades. Con lo cual señala Fromm que manifestaron poseer una estructura psíquica apegada al tener por encima de todo; por ello procuraron hacer un becerro de oro, se quejaban de la simplicidad y poca variedad del alimento, de sus ropas aunque estas no se gastaban. Y lo que más anhelaban por encima de todas las cosas, era el poder llegar adueñarse de la esplendorosa tierra prometida, en donde esperaban vivir como ricos.

Partes: 1, 2
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