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Principales corrientes hermenéuticas (página 2)

Enviado por Ulises Chialva


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Schleirmacher. Hermenéutica del espíritu.

La hermenéutica actual surge de la mano de Fiederich Schleirmacher (1768-1834), aunque el problema que moviliza las reflexiones de este autor está relacionado con la problemática religiosa misma. Lo superador de su teoría hermenéutica con respecto a las anteriores hacen que sea considerado el padre de la hermenéutica actual. Sin embargo, Schleirmacher, fue ignorado en su época, la escena filosófica de su tiempo estaba ocupada por su compatriota Hegel.

Para Schleirmacher, la hermenéutica tiene como objetivo "entender el discurso tan bien como el autor, y después mejor que el autor". Para lograr esto partió de una teoría de la comunicación entre un emisor y un receptor inmersos en un contexto social y lingüística común; para que el receptor entienda al emisor ambos deben pertenecer a un mismo ámbito de "manera circular". Schleirmacher plantea entonces un círculo hermenéutico para la interpretación, y que aplica a los textos literarios. Para que este círculo hermenéutico exista, debe haber un preconocimiento de toda la obra a interpretar, así como la pertenencia del emisor y del receptor a un contexto mayor (es decir, la pertenencia circular a un mismo contexto social y lingüístico).

En este círculo hermenéutico hay dos dimensiones en las cuales el intérprete debe introducirse paralelamente; una gramatical, denominada objetiva, caracterizada por ser comparativa e histórica y estar relacionada con la recreación del contexto social del autor. Esta interpretación es considerada negativa debido a que establece los límites de nuestra comprensión. La otra dimensión es de carácter psicológico y se denomina técnica, y consiste en que de manera adivinatoria y subjetiva el intérprete se introduzca en el lugar del autor, captando su espíritu; esta última interpretación es llamada positiva, ya que nos permite llegar a la persona que habla.

Estas reconstrucciones, la comparativa sumada a la intuitiva, forman, según el pensador alemán, la tarea hermenéutica, que permite "comprender en la lengua y en la persona que habla" (Esbozos, 1805) al texto.

Al principio Schleirmacher da igual relevancia tanto a la interpretación objetiva como a la adivinatoria, pero al transcurrir el tiempo esta última prevalece sobre la primera.

Pese a que esta propuesta tiene todas las fallas de la ideología romántica, en la cual Schleirmacher se hallaba inmerso, fue la primera propuesta hermenéutica actual. A partir de entonces el método hermenéutico buscará insertar cada uno de los elementos del texto dentro de un todo redondeado (el círculo hermenéutico), donde lo particular se entiende a partir del todo y el todo a partir de lo particular.

Willem Dilthey. Hermenéutica de la historia.

Willem Dilthey (1833-1911), trata en su obra fundamentar las ciencias del espíritu. Retoma a Schleirmacher, que ya había sido olvidado para entonces, e incluso llega a escribir una biografía del teólogo alemán.

Dilthey junto con Schleirmacher son los principales hermeneutas del siglo XIX. Plantea directrices hermenéuticas aunque subordinadas no a la interpretación del texto, sino a la construcción de un método.

Situado en la época positivista y de auge de las ciencias naturales, Dilthey busca revalidar las ciencias del espíritu dándoles un método y una epistemología tan válida como era la kantiana a las ciencias naturales.

Dilthey parte de preguntarse ¿cómo son posibles las ciencias del espíritu?, y plantea que mientras las ciencias de la naturaleza explican, las del espíritu comprenden.

Al mismo tiempo postula que todo conocimiento humano (correspondiente al espíritu humano) implica tanto una relación histórica como colocarse en la vida psíquica del otro; por lo tanto Dilthey buscará la fundamentación de las ciencias del espíritu en el desarrollo de una crítica histórica. Por eso en sus estudios prima la pregunta acerca de cómo concebir un encadenamiento histórico (una conexión interna e histórica), antes que la pregunta propiamente hermenéutica acerca de cómo interpretar un texto.

El encadenamiento histórico, esta relación interna a la historia, es el que permite que yo me coloque en la vida psíquica de otro hombre, conociéndolo por más extraño que me parezca. Es el encadenamiento histórico el que permite a las ciencias del espíritu comprendan. Entonces la clave de la crítica histórica debe ser buscada en la base fundamental de este encadenamiento: conocer al otro es posible porque la vida produce formas y se exterioriza mediante configuraciones estables.

De esta manera, la literatura es vista como un conjunto de sistemas organizados producidos por una cultura debido al fenómeno de la estructura de las producciones de la vida.

Y es en este punto donde Dilthey se vuelca al problema hermenéutica para estudiar el problema de la interpretación de las expresiones de la vida fijadas en la escritura. Para enfrentar esta cuestión, Dilthey conserva de Schleirmacher el aspecto sicológico de su método de interpretación, ya que de esta manera la hermenéutica adquiría una inflexión psicológica, con la que quería proponer un rasgo distintivo de la comprensión del espíritu.

Para conocer al otro se debe reconstruir su vida psíquica mediante los signos objetivados. Y la hermenéutica ahora tiene un objetivo específico: trata de reconstruir un encadenamiento apoyándose en un conjunto de signos fijados por la escritura o por cualquier otro procedimiento de inscripción.

La obra de Dilthey, al igual que la de Schleirmacher, muestra un problema que es colocar a la interpretación del texto bajo la comprensión del que allí se expresa. En definitiva, no tratan de resolver qué dice el texto.

Hermenéutica y fenomenología.

Es innegable que la fenomenología está en el centro varios enfoques hermenéuticos, y que, a su vez, el problema hermenéutico ha sido abordado por metodologías definidas como "fenomenológicas". Desde que Heiddeger propuso su "fenomenología hermenéutica", junto con Ricoeur que habló del injerto hermenéutico, el enfoque fenomenológico ha cobrado importancia en la hermenéutica filosófica, a si como en la crítica literaria se puede analizar las interpretaciones fenomenológicas llevadas a cabo por la Escuela de Ginebra.

La crítica fenomenológica realizada por la escuela de Ginebra, aplicaba a su hermenéutica de los textos el método fenomenológico. El acto fenomenológico era revalidado en la interpretación de las obras literarias, la lectura misma es vista como un acto fenomenológico, considerando más reveladora e interesante la lectura estética que aquella que se encuentra cargada de ideologías.

Esta hermenéutica trata de penetrar en la conciencia del autor mediante el análisis objetivo y desinteresado de la obra. Se trata de un tipo de crítica escencialista, antihistórica, inmanente, idealista, organicista y formalista.

El contexto de la obra es puesto entre paréntesis, así como el autor y las condiciones en las que el texto es producido y aquellas en las que es leído. La obra, con todas sus partes estilísticas y semánticas, es considerada como un todo unificado por la mente del autor. El mundo de la obra es un "lebenswelt", no es una realidad objetiva sino que se trata de una realidad experimentada y organizada (en el texto) por el autor.

La crítica fenomenológica, muchas veces enfoca en su hermenéutica literaria, cómo el autor del texto experimenta el tiempo y el espacio. A si mismo, el lenguaje de la obra literaria, es considerado como una expresión del significado interior de ella.

Heiddeger. Hermenéutica de la existencia.

Martin Heidegger funda su hermenéutica en la fenomenología mediante lo que Paul Ricoeur llama "la vía corta", planteando una ontología de la comprensión.

En sus estudios acerca del Dasein, ese ser cuya existencia consiste en comprender y preguntarse por el ser, considera al entender y al interpretar como la estructura existenciaria del hombre. Hiddeger, realiza, en sus propias palabras, una "hermenéutica del ser", es decir una interpretación del ser. Esto lleva a Heidegger a sustituir, tal como Ricoeur plantea, la pregunta hermenéutica clásica (¿cuáles son las condiciones necesarias para que un sujeto cognoscente pueda comprender un texto?), por ¿qué es un ser cuyo ser consiste en comprender? Para el filósofo alemán la hermenéutica, es un modo de pensar que estudia el fenómeno del Dasein.

Esta hermenéutica de la comprensión del ser, se torna importante ya que el comprender es lo que brinda el poder-ser.

Para el "segundo Heiddeger", el lenguaje es el condicionante de nuestra interpretación del ser humano, entonces la hermenéutica no se sitúa bajo el análisis de la existencia si no bajo la ontología del lenguaje. El hombre comprende al ser en el lenguaje, y el lenguaje muestra la comprensión del ser que tiene el hombre.

En sí, Heidegger no trabajó la interpretación de texto, sin embargo dada su influencia se hace necesario mencionar su aporte a la hermenéutica filosofía. El aporte más importante, que hizo el filósofo alemán a la interpretación literaria fue, sin duda, su discípulo Hans George Gadamer.

Hans George Gadamer. La centenaria tradición.

Hans Gadamer (¡¡¡¡1900-2003!!!!), retoma varias directrices de su maestro Martin Heiddeger, pero las complementa con sus propios desarrollos ontológicos e históricos, buscando destacar el camino a la verdad y el método necesario para llegar a ella. Todas estas cuestiones son trabajadas en su obra más importante, "Verdad y método".

El punto del que el centenario hermeneuta parte, es considerar, al igual que Heiddeger, que el conocimiento es fundamental para la existencia humana. Para el hombre todo conocimiento es una constante interpretación, y a si mismo, interpretar es reconocer la realidad que se comprende, y, al mismo tiempo, esta realidad es comprendida desde una determinada situación caracterizada por estar el hombre inmerso en ella y por formar parte de ella. Para Gadamer el objeto de la hermenéutica sería "explicitar que ocurre en esta operación humana fundamental del comprender interpretativo".Es decir, la hermenéutica permite comprender la experiencia de la verdad (es decir, como el ser llega al conocimiento de la verdad), lo que convierte a esta disciplina en una metodología fundamental que absorbe o antecede cualquier método particular de la ciencia.

Este enfoque propuesto por Gadamer hace que la disciplina hermenéutica sea tan relevante actualmente.

Teniendo en cuenta todo lo antes mencionado, podemos entender porqué Gadamer considera a la interpretación como parte de la vivencia humana. La hermenéutica literaria de Gadamer está dirigida a estudiar la reelaboración de la obra por parte del hermeneuta. Para este pensador "las intenciones del autor nuca agotan el significado de un texto", constantemente se pueden extraer de ellas un sinnúmero de nuevos significados; esta inestabilidad es parte del carácter de la obra. . La historicidad de la interpretación es revalidada por Gadamer, al considerar que el hombre no solamente va (tal como Heiddeger lo indicaba), sino que también viene; de la misma manera, las interpretaciones que extraen estos nuevos significados, es dependiente de los criterios históricos de cada cultura en particular. Según este enfoque no es posible conocer al texto "tal cual es".

Para Gadamer la interpretación es un diálogo entre pasado y presente, entre el intérprete y la obra, el intérprete pregunta y el texto contesta. Peor lo que el texto diga dependerá de lo que le preguntemos y de nuestra habilidad para plantear dichas preguntas. También, la interpretación es una situación histórica, condicionada por toda la carga de concepciones y de la realidad (contexto) del intérprete, con las cuales el intérprete se introduce en el diálogo; a si mismo el texto, que una vez escrito adquiere independencia de autor, también posee un contexto, ensanchado por la múltiples interpretaciones que se le realizaron y que junto con el texto forman su tradición, junto con el cual se halla inmerso en el diálogo; de la misma forma, el contexto del autor toma relevancia y es incluido en el diálogo.

Entre los contextos (las realidades, los horizontes) del autor, del texto y del intérprete, se lleva a cabo un diálogo, que constituye un círculo hermenéutico.

En esa vivencia dialógica donde los horizontes se fusionan, el intérprete contextualiza al texto al introducirse en la realidad del texto, pero a su vez la obra es introducida en la realidad del intérprete; de esta manera se realiza la tarea hermenéutica, donde el intérprete reconvierte los signos escritos nuevamente en sentidos.

Sin embargo esta reconversión, hay que reconocer, está profundamente influenciada por las precomprensiones (prejuicios, ideas, experiencia) del intérprete, pero esto no importa a Gadamer. Dichas precomprensiones so frutos directos de una tradición (una esencia que une el pasado, el presente y el futuro, y que fluye debajo de la historia) que envuelve al intérprete y de la cual la misma obra forma parte. La obra que antes nos era oculta ahora nos resulta extrañamente familiar, y gracias a las precomprensiones podemos purgar a la interpretación de cualquier significación pasajera. No importa que yo me hacer que con prejuicios al Quijote (por dar un ejemplo), esos prejuicios surgieron en una tradición de una sociedad influenciada por la obra; la obra dio origen, en parte, a las precomprensiones con la cual ahora la interpreto.

El concepto de tradición es profundamente importante en la obra de Gadamer, y nos remite a su visión de la historia como una larga cadena continua e interrumpida. Esta tradición sirve de puente entre el intérprete y la obra, salvándose así la distancia temporal, esto permite superar la enajenación que el significado del texto sufre. A diferencia de Dilthey, ya no se hace necesario proyectar el texto hacia el pasado, las precomprensiones y la tradición se encargan de permitir la interpretación del texto.

Paul Ricoeur. Aporías de significados

Paul Ricoeur (Francia. 1913-2005), hijo de Descartes y discípulo de Husserl, se convertirá a lo largo de su carrera en un maestro de la tradición hermenéutica. Fenomenólogo y hermeneuta al mismo tiempo, el pensador francés ha indagado como pocos y realizado uno de los más significativos y densos aportes a la teoría hermenéutica.

Formado en la época de la segunda posguerra, vemos en Ricoeur a un pensador muy influenciado por la fenomenología husserliana, que, sin embargo, con el correr del tiempo da un giro hermenéutico que lo distancia parcialmente de esta escuela. Sin embargo Ricoeur nunca abandona la fenomenología, así como tampoco renuncia a la subjetividad propia de este enfoque. Es más, el disparador de sus problemas surge de un conflicto fenomenológico.

Al seguir el método propuesto por Husserl se topa con el problema de lo opaco, aquello que no puede ser reducido a puro sentido, problemas tales como el del querer y poder, el del inconsciente, el del carácter,?. Todas estas complicaciones requerían un abordaje indirecto, que Ricoeur lo realiza por medio de un giro al lenguaje, lo que lo lleva a estudiar las corrientes estructuralistas y semióticas. El problema de lo opaco, lo lleva a analizar la relación entre realidad y lenguaje, proponiendo "que si bien no todo es lenguaje, nada en la experiencia accede al sentido, sino con la condición de ser llevado al lenguaje", de esta manera da un vuelco a temas propios de la hermenéutica, analizando simbólicas, símbolos, signos, significaciones, buscando un camino de interpretaciones que provea "el discernimiento de un sentido oculto en uno aparente". Este ?discernimiento de sentidos? es la consigna más básica que la disciplina hermenéutica se plantea desde sus orígenes. El giro hacia la hermenéutica para resolver el problema de lo opaco nos termina presentando a un Ricoeur que busca fundar la hermenéutica en la fenomenología, para poder justificar el injerto del problema hermenéutica en el método fenomenológico.

Ricoeur, distingue dos formas de fundamentar la hermenéutica en la fenomenología; el primero es el que denomina ?la vía corta?, y es el iniciado por Heidegger, que básicamente plantea una ontología de la comprensión, estudia al ser cuyo existir consiste en comprender. La otra vía, la larga, propone una epistemología de la comprensión, que se vuelca igualmente al plano de la ontología, pero lo hace paulatinamente. De esta combinación de hermenéutica y fenomenología nace una teoría cuyo paradigma es el texto.

A diferencia de Gadamer, para Ricoeur, la distancia entre el emisor y el receptor no aliena, sino que, al contrario, es positiva y productiva. Lo que el hermeneuta francés planteará será un "hermenéutica de la distancia", revalorizando la actualización del texto en la lectura.

El texto para Ricoeur es todo discurso fijado por la escritura, pero también es el símbolo del distanciamiento en la comunicación. Es la relación entre el habla y la escritura lo que socita el problema hermenéutico.

Para explicar su hermenéutica de la distancia, parte de considerar al discurso como un acontecimiento, algo que transcurre en el tiempo y en el espacio; este acontecimiento se caracteriza por hacer llegar un mundo al lenguaje por medio del discurso. Finalmente cuando el discurso es comprendido deja de ser un acontecimiento limitado, supera al acontecimiento en el significado, a partir de ahora, el significado del discurso se libera de las situaciones del acontecimiento. Esta relación entre acontecimiento y significado es posible debido a un grado de distanciamiento que se halla en el discurso.

Para Ricoeur las obras literarias son ante todo obras, por lo que ahora analiza al discurso como obra. La obra es una secuencia, tiene una codificación que la hace pertenecer a un género y también posee una configuración llamada estilo.

Un discurso se convierte en obra cuando es objeto de una praxis y una técnica. Y una obra literaria es el resultado de un trabajo en el que el lenguaje fue organizado, entonces el objetivo de la hermenéutica para Ricoeur es el arte de descubrir un discurso en una obra.

Pero cuando el discurso pasa a estar fijado por la escritura, el texto se vuelve autónomo de la intención del autor, por lo que su significado no tiene que ver con lo que el autor quiso decir. Este distanciamiento es propio del carácter de la obra y es la condición de la interpretación.

El paso del discurso a la escritura afecta a la referencia de la obra, no es posible asegurar que se habla de algo común a los interlocutores. Lo que implica que no se puede llegar al alma del autor, tal como lo proponían los románticos, pero Ricoeur tampoco se resigna a estudiar simplemente la estructura del texto, lo que hace es vincular a la tarea hermenéutica con el mundo del texto. Toda proposición tiene sentido y referencia. El sentido es el objeto ideal al que se refiere, y es inmanente al discurso. Pero hay dos referencias, una primaria, que es anulada con la escritura, y otra secundaria que es un Lebenswelt, o un ser-en-el-mundo.

Para Ricoeur interpretar una obra es hacer explícito el ser-en-el-mundo que se halla desplegado en el texto. Mediante las variaciones imaginativas que la literatura realiza en lo real, la realidad es metamorfoseada, y se produce un tercer distanciamiento, junto con el del discurso, entre acontecimiento y significado, y aquel que ocurre cuando el discurso es fijado por la escritura.

Finalmente, cuando interpretamos, comprendemos el texto, también nos comprendemos a nosotros. Cuando interpretamos surge el problema de la apropiación, del la aplicación del texto a la realidad del lector. Esa comprensión es una comprensión de la distancia y gracias a la distancia que me aísla de cualquier relación con la intención del autor.

Cuando interpreto un texto me apropio del mundo de la obra, y recibo una propuesta de un yo acorde al mundo metamorfoseado de la obra. Mientras que las variaciones imaginativas de la realidad me abstraen de la mía, las variaciones metamorfoseadas del yo en la obra, me abstraen de tal manera que se produce un distanciamiento de mí conmigo mismo. De esta manera la realidad de la obra me distancia de la mía. En cualquier nivel de análisis, para Ricoeur, la distancia es la condición de la interpretación.

Conclusión:

A lo largo de este trabajo se puedeN observar brevemente los principales rasgos de las corrientes hermenéuticas más relevantes. De la misma manera que se hace notoria la relatividad de cada interpretación por estar éstas sujetas al cambio histórico.

Sin embargo, también sale a relucir un campo (el hermenéutico) con un alto potencial de aportes a diferentes áreas fuera de la literatura y la teología; bastan mencionar los problemas de interpretación jurídica, o los conflictos concernientes a la traducción de textos, para que salga a la luz la importancia del enfoque hermenéutico en la actualidad.

Bibliografía:

www.wikipedia.org

www.scielo.com

http://www.monografias.com/trabajos11/gadamer/gadamer.shtml?monosearch

Maturo, Graciela. "La razón ardiente, aportes a una teoría literaria latinoamericana". BsAs. Biblos 2004.

Eagleton, Terry. "Una introducción a la teoría literaria". 2ª edición. México DF. Fondo de Cultura Económica. 2001.

Ricoeur, Paul. "El conflicto de las interpretaciones, ensayos sobre hermenéutica" 2ª edición. BsAs. Glauco.2005.

Ricoeur, Paul. "Del texto a la acción" BsAs. Fondo de cultura económica.2001.

 

 

 

Autor:

Ulises Chialva

Uli_log[arroba]hotmail.com

Tandil, Diciembre 2007. Argentina.

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