- La concentración
- La desconcentración
- La desorganización
- Conclusiones
- Como aumentar la concentración mental
- Bibliografía
El papel de la concentración en el estudio es esencial. La falta de ella ocasiona que no se comprenda o no se memorice el material de estudio, se tengan equivocaciones al realizar las tareas, en la lectura o la escritura, en los ejemplos y problemas matemáticos o en diferentes clases de trabajo individual. La concentración es, pues, la clave para que el estudiante trabaje con éxito.
¿Tienes problemas para concentrarte en tus estudios? Si es así, no es problema tuyo solamente. Recientes investigaciones han demostrado que cuatro de cada cinco estudiantes del IUT consideran éste como uno de sus mayores problemas en los estudios. La habilidad para concentrarse varía bastante de persona a persona. Algunos aparentan tener problemas mínimos o ninguno y pueden estudiar prácticamente en cualquier lugar, olvidándose de lo que pasa a su alrededor. Sin embargo, la mayoría se distrae fácilmente y no se puede concentrar en sus estudios a menos que el ambiente esté libre de distracciones. En realidad esta susceptibilidad es uno de los problemas más graves para la mayoría de los estudiantes.
La distracción puede ser de naturaleza psicológica o física. La psicológica se origina por presiones y tensiones causadas por varias fuerzas emocionales que influyen en nuestra vida. La física es el resultado de las cosas que percibimos mediante nuestros sentidos de la vista y el oído. Sin embargo, frecuentemente la distracción física también sirve para recordarnos un problema psicológico.
1. LAS DISTRACCIONES PSICOLÓGICAS.
Entre las causas comunes de las distracciones psicológicas se encuentran situaciones tales como problemas en el hogar, con los padres, con el sexo opuesto, contradicciones entre compañeros de la misma residencia o preocupaciones de dinero.
Tales distracciones internas actúan en detrimento de la concentración debido a la constante atención al problema. Por eso, debe eliminarse, resolverse o controlarse de alguna forma antes de que te puedas concentrar efectivamente en tus estudios.
¿Qué deberás hacer acerca de tus distracciones psicológicas? La mejor manera de tratar un problema personal es analizar sistemáticamente por qué existe y cómo resolverlo. Muchas veces tú mismo puedes pensar en sus causas y en posibles soluciones; sin embargo, en otras, el problema puede ser serio y muy delicado y entonces sería aconsejable la ayuda profesional.
En cualquiera de los casos lo importante es que lo enfrentes directamente y que intentes manejarlo de manera realista. Una vez que hayas logrado esto, estarás en posibilidad de dirigir la atención a tus estudios con la tranquilidad que produce el haber hecho todo lo posible por resolverlo. Por otra parte, el no enfrentarlo te producirá angustia y será muy difícil, si no imposible, lograr concentrarte efectivamente en tus estudios.
Para concentrarte totalmente en tus estudios, requieres ante todo de una buena motivación. Si te falta interés al estudiar alguna materia, relaciónala con tu carrera, búscale utilidad práctica en tu vida futura. Cuando comiences a aprender algo sobre el asunto, irás desarrollando cierto interés conforme aumente tus conocimientos y ello se reflejará en tu concentración.
2. LAS DISTRACCIONES FÍSICAS.
Las distracciones físicas están presentes casi siempre en el ambiente y a menudo reducen la eficacia en el desempeño de las tareas intelectuales.
Se ha probado que la comprensión y la retención de la lectura se reducen si se escucha al mismo tiempo música alegre; pero como no afecta a la velocidad de lectura, muchos estudiantes ignoran que están siendo influidos negativamente por tal distracción. Esto lleva al meollo del problema: no tratamos de eliminar las distracciones físicas del área de estudio porque no nos damos cuenta hasta qué punto nos afectan.
Independientemente del lugar donde estudies, tu eficiencia se ve influida por tres factores principales de distracción: 1) auditivos, 2) visuales y 3) desorganización. La buena noticia es que puedes evaluar y corregir de inmediato estas malas condiciones de estudio. Para ello se requiere de una planeación cuidadosa para lograr buenos resultados.
2.1. Distracciones auditivas.
Estas distracciones provienen de tres fuentes principales:
2.1.1.- Conversaciones 2.1.2.- radio y televisión y 2.1.3.- ruido exterior. Cada una de ellas tiende a reducir la eficiencia en el estudio al disminuir tu habilidad de concentración.
2.1.1.- Conversaciones.
Si eres como la mayoría de los estudiantes, te gustará hablar con los demás de todo y de nada. En realidad, las sesiones en grupo con otros estudiantes pueden ser agradables y valiosas, pero no debes permitir que te distraigan de tus estudios. Debes evitar toda conversación durante el tiempo que te has propuesto estudiar. Si lo haces en tu habitación, cierra la puerta para aislarte de los demás. Si esto no resulta, coloca un letrero que advierta: "!!FAVOR NO MOLESTAR!!(((((!!".
Si compartes tu dormitorio con algún compañero, pónganse de acuerdo para estudiar a diferentes horas o comprométanse en guardar silencio a la hora de estudio. Si esto falla, quizás tengas que buscar otro lugar para estudiar.
Recuerda que también debes evitar las llamadas telefónicas a la hora de estudio; las llamadas inevitables a esas horas deben ser lo más breve posible.
2.1.2.- Radio y Televisión.
Aunque hay unos cuantos individuos que estudian con la radio o la televisión encendidos y aún así sacan excelentes calificaciones, sin embargo, estos medios de diversión tienen el propósito principal de relajamiento y pasatiempo; por lo tanto, es muy factible que te distraigan en tus estudios.
Obviamente, la televisión es la que más distrae porque estimula simultáneamente a dos sentidos: vista y oído.
¿Y qué tal si se enciende la radio con volumen muy bajo y se sintoniza alguna estación de buena música? Aún si no te distrae el último éxito popular, los comerciales cantados seguro que acaban con tu concentración. De los tres sólo el tocadiscos, cassette o discompact permite controlar el contenido del programa. Un fondo musical para estudiar, en realidad parece que ayuda a solo algunos estudiantes, De hecho, un musical con volumen bajo puede ser útil, porque sirve para ayudar a eliminar otras distracciones auditivas; pero no te resultará si pones música que te traiga recuerdos…
Hay estudiantes que manifiestan trabajar mejor con la radio encendida. Se comprende que para ellos el estudio no es suficientemente absorbente y necesitan de la distracción como ayuda. El silencio perturba a algunos estudiantes, los hace sentirse incómodos y les suscita desasosiegos. Necesitan oír música para no sentirse completamente solos. A ellos, el silencio los distrae más que el ruido.
De todo esto se concluye que el uso de estos artefactos dependerá del efecto que tenga en particular sobre tu propia eficiencia en el estudio.
2.1.3.- Ruido exterior.
Un emocionante partido de truco o dominó que se oye en la habitación contigua, o los gritos de los "chamos" de la casa, o los ruidos del tránsito, son la clase de ruidos sobre los que tienes muy poco o ningún control.
Además, los ruidos como hablar fuerte o cantar, tienen más significado y, por lo tanto, distraen más que el ruido que hacen los camiones y los aviones. Aunque te puedas concentrar a pesar de tales ruidos, se requiere más energía y por eso te cansas más rápido. Si te distraes fácilmente, cámbiate a otro sitio menos ruidoso o estudia a una hora más tranquila.
2.2. Distracciones visuales.
El retrato de la "tierna" (o del novio) o de alguna artista favorita te distrae de tus estudios.
La superficie de tu escritorio y el espacio inmediato que rodea tu área de estudio deberán estar libre de distracciones visuales como trofeos, cuadros de artistas, revistas, fotografías y todas esas cosas. Ver tales objetos te pueden hacer revivir fácilmente recuerdos y entonces hacerte soñar despierto(a) en vez de estudiar (¿Te ha sucedido?). Debes tener especial cuidado en eliminar tales distracciones físicas de tu mesa de trabajo.
Una situación con las mismas características de distracción se producirá si pones tu mesa de trabajo frente a la ventana o la puerta. Tal arreglo puede proporcionar una excelente vista al pasillo o a la ventana de la habitación de la vecina (o vecino), pero no ayuda a concentrarte en el estudio. Si tienes algún compañero de habitación, asegúrate de que los escritorios no estén uno frente al otro, pues de esa manera será más lo que "cotorreen" que lo que estudien.
Tu escritorio deberá ser lo suficientemente amplio como para que extiendas tu material de estudio. Para muchos estudiantes un área de 60 x 80 cm. es demasiado pequeña. No tengas en tu escritorio aquellos materiales que no vayas a utilizar.
Antes de estudiar quita todo lo que no vayas a necesitar en ese momento. Coloca tu escritorio viendo hacia alguna pared libre y no frente a la ventana o la puerta o al escritorio del compañero.
Si en realidad lo deseas, puedes eliminar las distracciones visuales rápida y fácilmente por medio del siguiente proceso de tres pasos: primero, siéntate al escritorio y dirige tu mirada hacia adelante; segundo, pídele a alguien que trace dos líneas con tiza, una a la derecha y otra a la izquierda, a un ángulo de 45º de tus ojos hacia la pared; tercero, quita del área dentro del triángulo que se trazó, todo lo que no esté directamente relacionado con tus estudios. Por supuesto, debes ser constante en mantener dicha área libre de distracciones visuales, de lo contrario, regresarás a lo mismo.
El tercer enemigo de la concentración es la desorganización. Un síntoma de ésto es la constante interrupción para sacar punta al lápiz, buscar papel o los apuntes que faltan…La vista forzada, el sueño y la incomodidad mientras estudias también indican una organización inadecuada del lugar de estudios. Para reducir las distracciones ocasionadas por ésto, es necesario poner especial atención a dos aspectos de tu ambiente de estudios: área de trabajo y materiales de estudio.
3.1. Area de trabajo.
Silla y espacio adecuados para trabajar son esenciales para un estudio efectivo. Los expertos aconsejan una silla cómoda y de respaldo recto, pero no tan cómoda porque producirá sueño y una incómoda producirá intranquilidad. En ambos casos, la falta de concentración es el resultado. De igual manera, evita estudiar en cama o en un sofá, ya que ambos sitios se asocian con relajamiento y no con la tensión suave requerida para la concentración. Nunca es bueno estudiar con tu piyama, pues es mala idea.
Parece ridículo al principio, pero si te pones a pensar lo que generalmente haces cuando te la pones te darás cuenta por qué no es tan buena idea. Exactamente….!te quedarás dormido(a)!
La iluminación, tanto natural como artificial, debe estar distribuida de manera uniforme sobre tu escritorio y no debe producir brillo sobre el libro o reflejos en tus ojos. La luz indirecta es mejor que la directa. Muchas lámparas para lectura, especialmente las que tienen concentrada la intensidad cuando se coloca dentro de tu área de lectura producen reflejos que te cansarán los ojos y te producirán dolor de cabeza y fatiga. Para evitar este problema, cuando se requiera de luz artificial usa una lámpara fluorescente.
Temperatura y ventilación son importantes. Algunos tienen sus habitaciones muy calientes y sin ventilación. Otros, frías y llenas de corrientes de aire. Aunque la temperatura del dormitorio es algo que debe estar de acuerdo con la preferencia individual, el estudiar en una habitación demasiado caliente o muy fría ocasionará incomodidad física y disminuirá la concentración.
Escoge un lugar fijo para estudiar, en el que dispongas de buena luz, ventilación y además alejado de ruidos molestos.
3.2. Útiles de estudio.
¿Acostumbras interrumpir tu estudio porque no tienes a mano los libros de referencia u otros materiales que necesitas?
Las frecuentes interrupciones para obtener lo necesario para estudiar se pueden evitar por medio de una planeación sistemática. El primer paso es preparar una lista del equipo necesario: libros de referencia y materiales de estudio. El siguiente paso es obtener los utensilios indispensables y colocarlos cerca de tu escritorio donde los puedas tomar fácilmente. Debes usar una gaveta de tu escritorio o una pequeña caja para poner allí papel, lápices, borradores…Sería conveniente que tuvieras un pequeño librero para colocar los textos, el diccionario…
El paso final es poner las cosas a su lugar después de utilizarlas. Por supuesto, debes reponer los materiales que se vayan agotando.
3.3. El ambiente de estudio.
El estudio siguiendo un horario es un poco difícil. Hasta que llegues a habituarte, al comienzo será pesado. Reflexiona en el valor que tiene el aprendizaje y eso te ayudará a sentarte a trabajar. Tomar lápiz, papel y comenzar a hacer ejercicios o a elaborar esquemas de una lección son actos que nos van introduciendo insensiblemente en el estudio. Es importante la creación de una atmósfera apropiada. Asociando el acto de estudiar con objetos y signos bien definidos, con el tiempo los mismos operarán como estímulos y su sola presencia inducirá al estudio. Entonces, el lugar de trabajo, provocará la respuesta "estudio", siempre que se lo emplee exclusivamente para esta actividad. Pero si también se lo utiliza para otros fines, tales como charlar, jugar truco o dominó, dormir, provocará la evocación de estas actividades y entonces surgirá un conflicto, pues el mismo estímulo estará asociado a actividades completamente opuestas.
Distrae todo lo que tienda a llamar la atención mientras se estudia. La música, el ruido de voces… son elementos perturbadores que te pueden apartar del estudio. Algunos estudiantes son capaces de mantener centrada su atención en el estudio a pesar de las condiciones adversas, pero esto les requiere un esfuerzo agotador. Algunos, en cambio, pueden hacerlo sin inconvenientes, y otros sencillamente no pueden evitar distraerse a menos que haya absoluto silencio.
De todo lo anterior se concluye que el problema de la concentración es, en gran medida, un problema de neutralización de los pensamientos distractores que, en competencia con lo que debe ser lo principal, plantean intereses secundarios.
Los pensamientos que interfieren no pueden eliminarse mediante represión. O se los eliminan en sus mismísimos orígenes o se les concede alguna satisfacción. Intentar detenerlos en pleno ascenso, cuando han cobrado ímpetu, es un desperdicio de energía.
Por ello, no hay duda de que es mejor, siempre que sea posible, detener la distracción en su fuente originaria. La dificultad para ponerse a trabajar y mantener la atención concentrada puede deberse al interés de una conversación anterior, a una novela que quedó en suspenso o a un problema de ajedrez que se ha dejado sin terminar. Un pensamiento que interfiere es a menudo el síntoma de alguna responsabilidad no cumplida. El resentimiento causado por un insulto al cual no supimos contestar adecuadamente en el momento oportuno puede arruinarnos un día de labores. Podemos apaciguar nuestras emociones con una caminata o dedicar un poco de atención a la cuestión que nos perturba.
II
1. Como aumentar la concentración mental
El "Poder de la Concentración" es un falso ídolo que tiene que desaparecer. Se supone vagamente que la concentración es un producto de la voluntad que determina la atención. El estudiante puede llegar a creer que bastaría que su voluntad fuera lo suficientemente fuerte para que pudiera obligarlo a concentrar la atención y por lo tanto aprender.
El problema de la concentración no se resuelve mediante una hazaña del esfuerzo voluntario, sino que requiere una cuidadosa organización de las condiciones que, conjuntamente y de modos diversos, controlan la dirección, el momento, la frecuencia, la duración y la cualidad de nuestros deseos.
Planteamos a continuación una serie de medidas y ejercicios destinados a adquirir y aumentar la concentración. Solo su constante práctica garantizará resultados positivos.
1.1. La tranquilidad y la distensión permiten al estudiante lograr un alto grado de atención y concentración. Entendiéndose como "Tranquilidad" el conjunto de circunstancias que crean a nuestro alrededor un ambiente agradable y sereno, y que hacen que nos sintamos cómodos durante el trabajo. "Distensión" se refiere al estado interior de relajamiento, libre de tensiones y de preocupaciones perturbadoras.
1.2 La simple voluntad o propósito de poner atención a algo suele ser, en general, insuficiente para conseguir y mantener el grado de atención y concentración adecuados. Para lograr una buena atención lo ideal es tener la intención de concentrarse; de ese modo alejamos de nuestra mente pensamientos ajenos al tema.
1.3. Para concentrarte totalmente, requieres interés y motivación. Si te falta esto al estudiar una materia, relaciónala con tu futura profesión, con tu vida personal. Cuando comiences a aprender algo sobre el asunto, irás desarrollando interés.
1.4. Desde que comiences a estudiar debes tener muy clara y consciente la finalidad que persigues, esto es, los objetivos que esperas lograr.
1.5. Practica la lectura activa. Leer activamente es otro recurso muy eficaz para lograr concentrarnos en lo que estudiamos. Esta se realiza no limitándose a seguir y tratar de comprender lo que dice la obra sino que es el mismo estudiante el que piensa, reflexiona, se interroga y da respuestas con sus mismas palabras.
1.6. Escoge un lugar fijo para estudiar en donde tengas buena luz y ventilación, alejados de los ruidos molestos; esto es, un sitio en donde se te haga fácil la concentración rápida (evita la cama y los sillones demasiados cómodos).
1.7 Prepara todo el material a usar durante la hora de estudio, de modo que no tengas que interrumpirla, ya que esto desvía la atención y cuesta de nuevo volver a concentrarse; o sea, que debes tener a la mano los libros correspondientes a la materia que vas a estudiar: diccionario, liberta o papel blanco, lápices con puntas afiladas, regla…
Todas estas pequeñas cosas van poniendo al estudiante en la actitud mental necesaria para concentrar su atención en la tarea a realizar, e indirectamente le va creando el hábito del orden y preparación indispensables para organizar su pensamiento.
El despertador como instrumento auxiliar para el estudio.
Ante todo es preciso adquirir y ejercitar la facultad de concentrarse durante un brevísimo espacio de tiempo en un simple objeto. Lo que tantas veces se elogia como aplicación, actitud ética y calidad moral, de hecho es susceptible de ser aprendido por aproximación gradual. Cuando el estudiante quiere dedicar toda su atención a un solo tema, una hora es un trecho muy largo y es preciso recorrerlo serenamente de principio a fin.
Para la mayor parte de las personas el tiempo de estudio fácilmente tolerable es mucho menor.
En general, para un estudio intenso basta un cuarto de hora. Por lo tanto, los esfuerzos más prolongados, realizados sin condicionamiento suficiente conducen a perder la motivación y la alegría en el trabajo.
No hay que perder de vista de que éste es un problema estrictamente individual.
El mejor instrumento para medir el tiempo personal de estudio adaptado a uno es el despertador. Da lo mismo que se estudie idiomas, física, análisis: al comenzar a estudiar prepara el despertador para que suene a los quince minutos. Ponte a estudiar sin preocuparte del tiempo. Si tus músculos y nervios se inquietan antes de concluir el cuarto de hora, si las piernas están impacientes por huir antes de sonar la alarma, entonces quince minutos serán demasiados y representan una porción de tiempo desfavorable desde el punto de vista de la motivación.
Pero esto no debe ser motivo para desalentarse. Estos casos de debilidad en concentrarse, que es justamente de lo que aquí se trata, no demuestran ni inmoralidad ni falta de inteligencia, sino simplemente falta de entrenamiento. Por otra parte, son fáciles de subsanar mediante una simple terapia personal. Para ello no se necesita ningún psiquiatra, basta con tu despertador.
El error más grave consiste en intentar superar compulsivamente los sentimientos desagradables que se presenten, en obligarse a seguir estudiando, autocastigarte, hacerlo bajo violencia: nada de masoquismo!!
La receta es sencilla. El estudiante que no aguanta un cuarto de hora, en su próximo intento señalará en su despertador solo diez (10) minutos. Si todavía es un tiempo excesivo hará intentos con períodos menores. Si concluyes con éxito tu estudio en el período determinado, haz una pausa, descansa brevemente. Ello representará una especie de gratificación, de premio por el escollo superado.
Con ayuda del despertador todo el mundo puede aplicarse esta misma terapia.
Se trata de reducir los períodos de tiempo de aprendizaje hasta que desaparezcan del todo los síntomas de angustia, de la tendencia a fugarse, de la opresión y del ahogo.
Inversamente, quien no experimente estos sentimientos de malestar y de impaciencia en la primera prueba realizada sobre un período experimental de quince minutos, en el segundo intento señalará en el despertador veinte (20) minutos aumentando si no aparecen síntomas de impaciencia.
Al principio debes reducir tus períodos de estudios hasta el punto de soportarlos sosegadamente. Cuando haya transcurrido dicho período y suene la alarma debes hacer una pausa o abandonar la actividad. Sólo si disfrutas haciéndolo podrás seguir estudiando después de la pausa, pero nunca durante un período de tiempo superior al que te permite tu capacidad individual al estudiar.
Para prolongar el correspondiente tiempo de estudio debes proceder despacio y progresivamente abandonándolo en el momento mismo en que experimentes sentimientos de fuga y fastidio.
Otros ejercicios para aumentar la capacidad de concentración.
1.- Mira detenidamente cada una de las siguientes figuras, tratando de memorizar el sentido que siguen las líneas en su estructura (comenzando en A y terminando en B)
a.- Trata de dibujarlas mentalmente, sobre una superficie blanca o sobre un plano imaginario, utilizando como recurso tu dedo índice y conservando el mismo orden en que aparecen aquí.
b.- Dibújalas mentalmente en forma lenta, conservando el mismo orden. Repite la construcción de todas ellas, por lo menos cinco veces.
c.- Este ejercicio debe efectuarse momentos antes de tareas o actividades que requieran una atención y concentración continua: antes de estudiar, de clases o de un examen. Su duración no debe exceder a cinco minutos.
d.- Una vez que el ejercicio ha sido efectuado varias veces y se dominen a plenitud la construcción de las figuras, deberán ser sustituídas por otras de mas complejas como las que siguen:
Ejercicio 2.- Escoge un lugar tranquilo. Enfoca tu mente en un objeto específico. Previamente coloca ante ti un reloj y anota el tiempo exacto. Cierra los ojos y piensa en el objeto pensado tratando de detallarlo en todos sus aspectos.
Al darte cuenta de que estás pensando en algo distinto al objeto escogido inicialmente, apunta en una libreta:
1.- El objeto escogido
2.- El período de tiempo
3.- Aquello que se impuso a tu pensamiento.
Esto puedes hacerlo por varias veces, pero si sientes alguna molestia en la cabeza, debes dejarlo.
Escoge un objeto sencillo, sin interés, como una moneda, un reloj, un lápiz, una hoja. Conviene siempre hacerlo de cuando en cuando.
A la semana de haber hecho el ejercicio ve tu libreta de notas y date cuenta de las razones por las cuales ha sido perturbada tu concentración, concientízate acerca de ellas y combátelas.
Ejercicio 3.- Escoge un material, cuidando de cambiarlo cada dos o tres días. Piensa en todo lo que quieras acerca del mismo pero sin perderlo de vista. Di al comienzo "voy a fijar la mente sobre cual o tal cosa durante quince minutos y en todo ese tiempo no tendré que ver con ninguna otra cosa". Importa mucho determinar claramente en la imaginación lo que se va a hacer y antes de comenzar imaginárselo en acción.
Sigue cuatro líneas de pensamiento:
1.- Objeto y clase, objetos de la misma clase. Conocemos las cosas por su comparación con otras, es decir, notando sus diferencias y semejanzas. Cuando las definimos mencionamos su clasificación y luego los aspectos en los que se diferencia de otros miembros de la misma clase. Mientras más comparamos un objeto dado con otro, mejor lo conocemos.
2.- Relacionar el todo con las partes de modo de formar un cuadro mental de sus detalles y del conjunto en general.
3.- Objeto y cualidad. Piensa en sus cualidades físicas, químicas, psicológicas, sentimentales…..
4.- Experiencia personal, relacionada con otras más notables que te sean familiares.
Esto tiene que ver más con la imaginación que con la observación lógica. Piensa en los objetos similares al escogido por tí para el ejercicio y que has conocido en tu vida, tus experiencias con los mismos.
Este ejercicio no debe hacerse en forma descuidada ni al azar. Al terminarlo deberás tener conciencia de que en cada una de las cuatro líneas has buscado toda posible idea, mientras que todo el tiempo tuviste presente al objeto en cuestión.
Si te das cuenta de que la mente se siente tentada de seguir algún pensamiento interesante en relación con las ideas que extraes pero ajeno al objeto del ejercicio, hazla retornar al objeto central.
De realizar esta práctica como es debido se producirá el hábito del "retorno", que viene a reemplazar a la divagación, de manera que llega a ser inclinación de la mente volver al pensamiento central y de esta manera lograr adquirir el poder fijar la atención en una sola idea durante un largo tiempo.
Haz este ejercicio por un mínimo de tres semanas durante por lo menos una vez diaria.
Ejercicio 5.- Sentado en tu habitación da un paseo imaginario a lo largo de una calle conocida por ti. Pasa revista a todos los detalles que puedas recordar y luego regresa mentalmente por la misma. De este modo, haz este paseo imaginario por esa calle durante una semana y cada vez que el pensamiento se desvíe de la actividad que te has trazado, oblígalo a volver y comenzar de nuevo el recorrido desde el principio
Ejercicio 6.- Trata de recordar detalladamente las actividades desarrolladas por ti en cierto tiempo. Revive otra vez los incidentes que experimentaste tan perfectamente como sea posible. Si tu mente se desvía hazla volver y comienza de nuevo.
Ejercicio 7.- Trata de recordar un edificio, una casa o escena en particular. Detállalo en todos sus aspectos. Quizás te sea difícil en un principio. Si ves que la mente empieza como a dar "tirones" violentos en sus esfuerzos por desviarse, colócate a intervalos en posiciones diferentes y trata de describirla desde allí. Probablemente notarás que conoces muy poco los detalles del edificio o escena que creías familiar.
Lo importante en todos estos ejercicios no es lograr el recuerdo, sino el desarrollo de la mente que resulta del esfuerzo hecho.
Quizás pienses que todas estas prácticas de concentración implican un esfuerzo muy grande. No es así. Piensa en los esfuerzos que hiciste para aprender a escribir, montar bicicleta, manejar, nadar, ¿Cuánto tardaste en adquirir estas habilidades? Esos fueron esfuerzos superiores a estas prácticas de concentración pues, por más que la mente parezca escurrirse de tu control, es más fácil de dominar que el brazo o la pierna.
NO DEBE HABER NINGÚN ESFUERZO FÍSICO EN ESTOS EJERCICIOS.
Cada vez que hayas llegado a observar bien algo y verlo perfectamente, en todo y en partes, sin poner la mirada fija y escudriñadora, sin fruncir el ceño ni retener el aliento, sin apretar los puños ni hacer algo semejante, podrás aplicar los principios de la concentración. La concentración debe practicarse sin el menor esfuerzo. El dominio de la mente no se consigue por esfuerzos violentos de ninguna clase, así como no se toma agua con un violento agarrón del vaso.
El proceso en este campo sólo se consigue con la práctica constante, calmada y tranquila, desprendiéndose de toda agitación y excitación emocional.
La calma constante, pausada y tranquila, junto a un ejercicio continuado, regular y periódico por un tiempo suficiente, garantiza un resultado efectivo.
El tiempo que se le dedique cada vez no necesita ser muy grande, porque la calidad de la actividad importa más que la cantidad.
Poco, pero frecuente, es mejor que mucho pero a grandes intervalos ("Poquito, pero a cada rato").Una vez al día bien ejecutado es mejor que tres veces practicadas con indiferencia. Los ejercicios deben hacerse siempre antes de reposar y no posponerlos hasta después de haber cumplido con otros deberes más fáciles o más placenteros. Es necesario ser estricto consigo mismo.
DECISIÓN, CONSTANCIA, DEDICACIÓN, deben ser los factores básicos para que todos estos ejercicios aumenten efectivamente nuestro potencial para concentrarnos. Ello habrá de producir un resultado satisfactorio en nuestra actividad central.
Recuerda que mientras mayor interés tengas por aprender, más fácil será tu tarea y todos estos ejercicios sugeridos darán un resultado efectivo.
El estudio en la biblioteca.
Está plenamente demostrado que la biblioteca es el mejor lugar para estudiar. Esto parece muy razonable cuando se piensa en que la biblioteca ha sido construida especialmente para la actividad intelectual. Hay menos distracciones y menos tentaciones de descuidar el estudio que en cualquier otro lugar.
Algunos estudiantes se distraen con tanta facilidad, que aún para concentrarse en la biblioteca tienen problemas. Si eres uno de esos que constantemente están viendo si anda por allí alguien a quien conocen o a quien les gustaría conocer, es mejor que escojas un lugar frente a la pared, en un rincón del local y te dediques a lo tuyo. Recuerda: las reglas para reducir la distracción al mínimo y elevar la concentración al máximo, funcionarán tanto en tu habitación como en la biblioteca.
Las distracciones audiovisuales y la desorganización deben ser controladas dondequiera que estudies o tu concentración se verá sujeta a disturbios. Sin embargo, puesto que este control implica a otras personas, quizás prefieras estudiar en la biblioteca para seguir los pasos pertinentes y mejorar así las condiciones de estudio que las que ofrece tu propia habitación.
Muchos estudiantes deciden estudiar en la biblioteca a fin de reorganizar su ámbito de estudio porque si lo hicieran en casa, podrían producir resquemor y desagrado en otros. Tú puedes tomar la misma solución de aquellos y evitar, al mismo tiempo, la mala voluntad que ello pudiera provocar entre tu familia o entre amigos íntimos.
Plantéate claramente lo que deseas lograr en esa hora de estudios.
Ten presente el factor comprensión, el cual equivale a entendimiento del material, sacar deducciones, penetrar en el significado.
Para lograr mayor concentración trabaja rápido, pero atendiendo siempre a tu propio ritmo, ya que estas condiciones mueven a una persona a concentrarse de manera diferente que otra.
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Cumaná, Mayo de 2006.
Autor:
Cruz Manuel Guédez P.