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Hepatitis con cuerpos de inclusión


  1. Introducción
  2. Importancia económica
  3. Etiología
  4. Patogenie y epizootiología
  5. Signos clínicos
  6. Lesiones macroscópicas
  7. Lesiones microscópicas
  8. Diagnóstico
  9. Prevención y control
  10. Técnica histológica
  11. Bibliografía

Introducción

En nuestro país la avicultura es una actividad que ha crecido notablemente, la cual ha ido adquiriendo una importancia socio-económica muy grande y es el rubro en el que mayores investigaciones se realizan, con el fin de lograr y disminuir los costos de producción.

La Hepatitis con cuerpo de inclusión (HCI), una enfermedad económicamente importante de pollos comerciales fue reportada por primera vez en los Estados Unidos de América en 1963. Posteriormente, esta enfermedad ha sido reconocida en numerosos países del mundo y continua siendo hoy en día un problema de salud aviar.

En Sudamérica esta enfermedad estuvo presente desde los años 80, principalmente en Chile, Perú, Ecuador. Es una enfermedad que afecta principalmente al pollo de engorde a la edad de 3 a 7 semanas, con una duración de 2 semanas. (ADA, 2003)

Es una enfermedad vírica causada por adenovirus aviares del grupo 1, clasificados en 12 serotipos, caracterizándose por las principales lesiones observadas en el hígado. Afecta a pollos jóvenes, con morbilidad baja y una mortalidad que puede llegar hasta el 30 %.Caracterizada por producir anemia, hemorragias e inmunodepresión. Debido a la anemia y hemorragias que producen también se llama anemia aplástica de las gallinas o anemia infecciosa (MOSQUEDA y LUCIO, 1985; WHITEMAN Y BICKFORD, 1983)

Importancia económica

Radica principalmente en la disminución poblacional, con la mortalidad que varía del 2 al 60% y una morbilidad del 1 al 20% (ADA, 2003).

Esta enfermedad es de importancia económica ya que produce predisposición a otras enfermedades por la inmunodepresión, retraso en el crecimiento del ave, depresión en la conversión alimenticia y en la ganancia de peso, además de aumento de la mortalidad. (MOSQUEDA y LUCIO, 1985; DA SILVA MARTINS y Col. 2000)

Etiología

La Hepatitis por Cuerpos de Inclusión es producida por un Desoxivirus (virus ADN) perteneciente a la familia de los Adenoviridae, Genero Aviadenovirus y especie Virus de Hepatitis con Cuerpos de Inclusión, tipos 1-12. Se han agrupado los Adenovirus Aviarios por sus relaciones serológicas, su proliferación en cultivos de células y características de su ácido nucleico.

El genoma viral de estos virus está constituido por ADN de doble banda y las partículas virales completas miden entre 80 100 nm. De diámetro. La forma del virión es icosahédrica y su cápside está conformada por 252 capsómeros esféricos y elongados. Hasta el momento se reconocen 12 diferentes serotipos de Adenovirus del grupo I, mismos que pueden variar en virulencia y patogenicidad sin importar el serotipo aislado.

Patogenie y epizootiología

Los diversos virus de HCI están diseminados en la avicultura industrial. Los Adenovirus de Gallus fueron aislados también de pavo, palomas, periquitos australianos y patos (Anas platyrhynchos). Partículas semejantes a los Adenovirus fueron encontradas en tejidos de falcones, (Falco sp), gaviotas (Larus argentatus) y otras aves marinas y varios spitacicos.Anticuerpos específicos para el VHCI están diseminados en las aves domésticas (Gallus, Meleagris, Phasianus, Coturnix, Colinus, Anas y Anser) y salvajes. Los estudios indican que los virus de Gallus (F1 a F12) son originarios probablemente de faisanes y gallina de Angola (Numida numida).

Generalmente con el manejo de lotes de diferentes orígenes mantenidos próximos o mezclados se promueve un intercambio de virus resultando, en la madurez sexual, que las aves ya estén infectadas con los 12 serotipos. Es común una infección con más de un serotipo en un mismo individuo, que puede ser resultados de una baja protección cruzada.

La transmisión vertical ocurre por vía transovariana, en huevos fértiles o no, alcanzando, de la matriz infectada al embrión. La transmisión horizontal se da directamente, principalmente después de contaminación por heces (fecal -oral), o indirectamente, por equipamientos de personal (especialmente pies sucios) contaminados. Todas las secreciones pueden estar infectadas. Los aerosoles respiratorios tienen menor importancia y pueden requerir mucha proximidad.

Las infecciones horizontales de pollitos susceptibles ocurren principalmente en cortas distancias y la forma aerógena es de lenta diseminación (semanas).Las matrices infectadas transmiten la infección verticalmente (es muy importante), pudiendo resultar en embriones con anticuerpos maternos y con 20virus en los pollitos, la disminución de los niveles de anticuerpos maternales ocurre como promedio dentro de 2 – 4 semanas, permitiendo la reactivación del virus.

La infección natural resulta en replicación intestinal del VHCI y excreción en las heces. En los pollos el pico de producción de virus ocurre normalmente entre las 4 – 6 semanas de edad. En ponedoras, el pico ocurre entre las 5 a 9 semanas. Con la ocurrencia de la enfermedad clínica, la infección se disemina, alcanzando al hígado como también hay replicación respiratoria (nasal y traqueal) y renal. La patogenicidad varía con la muestra y el título de virus, variando para algunas muestras de 4 a más de 300.00 dosis infecciosas de cultivos de tejidos como dosis mínimas necesarias para causar mortalidad. Las diferencias de patogenicidad pueden ser grandes, hasta entre muestras del mismo serotipo. (MORALES y Col, 1994).

La edad del ave interfiere también en la patogenicidad, que puede resultar, después de la inoculación parenteral con algunas muestras, en mortalidad al primer día, pero al décimo día de edad. Los pollos de engorde han sido más comúnmente afectados. Las aves infectadas se convierten portadoras vitalicias. La reactivación viral es periódica, con excreción en las heces, lo que resulta en los reproductores de transmisión vertical.

La enfermedad clínica es muy rara y contrasta con la alta diseminación del VHCI. La HCI está comúnmente asociada a una coinfección como agente infeccioso que potencializa la vida del VHCI, especialmente inmunodepresores, como los virus de la enfermedad de Gumboro (VDIB) y de la anemia de las gallinas (DA SILVA MARTINS y Col. 2000).21

Debido a que no está bien establecida la función de los Adenovirus del tipo 1 como patógenos primarios, los factores que determinan la patogenicidad no están claros. Hay indicaciones de que distintos serotipos, y aun cepas con el mismo serotipo, pueden variar en su capacidad para provocar enfermedades y muerte. En muchos estudios la vía de inoculación ha sido en extremo importante; muchos aislamientos no provocan enfermedad cuando se administran por vías naturales o por propagación directa, pero son altamente patógenos cuando se administran por inyección parenteral. Esto sugiere que muchos Adenovirus son patógenos potenciales y requiere de algún otro agente para que les permita ocasionar enfermedad. Además la edad del ave es importante. Así, ha sido posible provocar mortalidad en polluelos de un día de inyección, pero no en aves de 10 días de edad. La virulencia puede relacionarse con la cepa de virus, edad del ave y titulo, con variación de la dosis mortal mínima de >300.000 a 4 dosis infecciosas 50% de cultivo de tejidos.

La infección de la Bolsa de Fabricio aumenta la patogenicidad de los Adenovirus aviares y su capacidad para originar hepatitis y muerte se aumentó de manera considerable con la presencia del agente de la anemia del pollo (CAA del inglés, chicken anemia agent) (McFERRAN, 1995)

Los Adenovirus del pollo se encuentran en todas partes en las aves como se demuestra por múltiples estudios de anticuerpos y por los índices altos de aislamiento de Adenovirus de muestras tomadas de aves normales y enfermas. Además de infectar pollos, los serotipos de Adenovirus aviares se han recuperado de pavos, pichones, periquitos de Australia y patos silvestres y es probable que algunos aislados de aves domésticas procedan de gallinas de Guinea y de faisanes.

La transmisión más importante es a través del huevo (transmisión vertical). Los Adenovirus se transmiten a través del embrión y a menudo se desenmascaran en cultivos celulares preparados con embriones de pollos y pollitos de parvadas infectadas. Esta ha sido una de las motivaciones mayores para establecer parvadas libres de patógenos específicos (SPF de inglés specific-patogen-free). Hay evidencia de que la infección de Adenovirus puede permanecer latente y sin detectarse por una prueba de inmunodifusión doble durante cuando menos una generación en una parvada SPF.Aunque se han aislado Adenovirus desde el primer día de vida, los virus se excretan normalmente a partir de la tercera semana. En pollos de engorda, el nivel máximo de excreción se encontró entre 4 y 6 semanas de vida. En reemplazos de ponedoras, la excreción de virus llego al máximo entre 5 y 9 semanas, pero aún se estaba en 70 % después de 14 semanas.

Se supone que el estrés de la producción de huevo o las concentraciones elevadas de hormonas sexuales ocasionan reactivación del virus. Esto naturalmente asegura una transmisión máxima en el huevo a la generación siguiente. El ave infectada puede transmitir el virus a su progenie durante unperiodo de 2 a 3 meses. El pollito infectado puede transmitir el virus a otros pollos. El virus es muy resistente al medio ambiente por lo que se transmite fácilmente por el equipo alimento, agua, personal y fomites contaminadas (transmisión horizontal) (McFERRAN, 1995; MOSQUEDA y LUCIO, 1985).

La propagación horizontal también es importante. El virus se encuentra presente en las heces, en la mucosa traqueal y nasal y en los riñones. Por lo tanto, se puede transmitir el virus por todas las excreciones, aunque los títulos más elevados estén en las heces. Hay un patrón juvenil y un patrón adulto de excreción. Así, un ave de 35 días de edad, que muestra el patrón adulto, tiene un título máximo más bajo de virus fecal, con una declinación más temprana en los títulos de virus y excreta durante un periodo más corto que un pollito recién nacido, que inhibe el patrón juvenil. La propagación horizontal parece ser de manera principal por contacto directo fecal, pero también por contacto aéreo a distancia corta, con una propagación lenta que requiere semanas para llevarse a cabo. La propagación aérea entre las granjas no parece ser destacada, pero la propagación por medio de fomites, personal y transporte, puede ser importante. (McFERRAN, 1995)

Existen evidencias de que algunas parvadas que sufren la enfermedad están inmunológicamente deficientes ya que fueron expuestos con anterioridad a la enfermedad infecciosa de la Bolsa de Fabricio. Los pollos infectados eliminan Adenovirus en las heces durante unas cuantas semanas y la infección se disemina lentamente en la parvada. El virus es resistente a muchos cambios del medio ambiente y puede ser diseminado fácilmente a través de objetos o mecánicamente.

La mayoría de las parvadas comercialmente poseen anticuerpos de Adenovirus aviar lo que conduce a creer que la infección está ampliamente diseminada y es generalmente inaparente. Parvadas con infección inaparente pueden ser fuente de diseminación a otras parvadas. (WHITEMAN y BICKFORD, 1983)

La infección clínica puede producirse como consecuencia de factores de estrés desconocidos que actúan sobre el animal y hacen posible la acción de un virus existente ya en el interior del organismo. Las aves adultas actúan como portadoras sanas del virus, la transmisión se realiza a través de las vías digestivas, respiratorias y a través de los huevos (ZARZUELO, 1982).24

Se considera que la enfermedad se puede transmitir verticalmente a través del huevo y horizontalmente por medio del agua, alimento, fomites (secreciones, orines y estiércol), contaminado por heces de animales enfermos. Generalmente es una enfermedad de difusión rápida. (MEDIAVILLA, 1991)

La transmisión principal es por vía horizontal, las aves enfermas eliminan el virus al medio ambiente a través de las heces y este es propagado por el aire, agua alimento contaminado, movimiento de materiales, movimiento de equipos de avícolas y desplazamiento de personas. El brote ocurre frecuentemente con algunas condiciones predisponentes como la presencia de Gumboro y Anemia Infecciosa. El virus es extremadamente resistente y mantiene su efectividad por varios meses en las instalaciones sin la presencia de aves. Las medidas de higiene y desinfección solo reducen la concentración viral y retardan el contacto con el huésped. (SAAED, 1994).

Es una enfermedad de difusión rápida entre la parvada y se transmite en dos formas: Vertical, los Adenovirus pueden permanecer latentes en la parvada de reproductoras hasta la aparición de la madures, donde después se puede transmitir el virus en forma vertical después de periodos de inmunosupresión o estrés a través del huevo (embrión). Horizontal, particularmente entre parvadas de granjas, de edades múltiples, por medio de agua, alimento, secreciones de heces de animales enfermos esparcidos, por aire (vientos), movimientos de materiales avícolas y desplazamiento de personas. (ADA, 2003).

Signos clínicos

La HCI surge rápidamente y se caracteriza por súbito aumento de mortalidad, alcanzando entre 10 y 30 % durante tres a cuatro días, depresión en la conversión alimenticia y en la ganancia de peso. Entre los signos comúnmente observables se incluye postración, agachamiento, plumas erizadas, anemia e ictericia (DA SILVA MARTINS y Col. 2000)

El periodo de incubación es de 24 a 48 horas después de la infección por vías naturales. Se encontró que la inmunosupresión producida por la bolsa de Fabricio (IBF) ayudo a los virus en la producción de HCI. Cuando se infectan aves tanto con CAA como con Adenovirus, hay un aumento en la incidencia de hepatitis y muerte (McFERRAN, 1995)

La HCI se caracteriza por inicio súbito de mortalidad que alcanza su máximo nivel después de 3 a 4 días y suele suspenderse el 5to día, pero a veces continúa durante 2 a 3 semanas. La morbilidad es baja y las aves enfermas adoptan una posición de acurrucamiento con plumas erizadas y mueren dentro de un plazo de 48 horas o se recuperan. La mortalidad puede llegar a 10% y en ocasiones hasta 30 %. Se observa normalmente en aves productoras de carne de 3 a 7 semanas de edad, pero se ha comunicado en aves tan jóvenes como de siete días y tan viejas como de 20 semana. Hay evidencia de enfermedad en operaciones integradas de pollo de engorda de ciertas parvadas de reproductoras (McFERRAN, 1995; MOSQUEDA y LUCIO, 1985).

La HCI se difunde rápidamente en la parvada causando una súbita elevación de la mortalidad. La enfermedad se presenta con más frecuencia en pollos de engorda entre 5 a 7 semanas de edad, generalmente después de un brote de enfermedad de Gumboro o después de otro padecimiento que ocasione inmunodepresión, lo que parece ser una condición indispensable para la presentación de HCI (MOSQUEDA y LUCIO, 1985).

Los signos más comunes son depresión, plumas erizadas, poliuria, diarrea, acurrucamiento, anemia, ictericia y aumento de la mortalidad. Puede haber palidez de la cresta, barbilla y piel de la cara. Las aves afectadas muestran 26depresión e indiferencia. (WHITEMAN y BICHFORD, 1983; McFERRAN, 1995; MOSQUEDA y LUCIO, 1985)

La presentación de HCI/SHP se caracteriza por signos clínicos como depresión, fiebre, postración e incremento en la mortalidad alta. (ADA, 2003).

La HCI se caracteriza por inicio abrupto de mortalidad, entre los 3 a 5 días, pero en algunos casos sigue por 2 a 3 semanas. La morbilidad es baja; los pollos enfermos se quedan encogidos y con las plumas erizadas, mueren dentro de 48 horas o se recuperan. (MORALES Y CARDOSO, 1994).

Lesiones macroscópicas

Entre las lesiones más comúnmente observadas se incluyen hemorragias de hígado y músculos (especialmente cuando el hígado esta aumentado de tamaño y con hemorragias también en músculos especialmente cuando están asociadas a la enfermedad de Gumboro y/o anemia de las gallinas) e hipoplasia de la medula ósea (enfermedad hepatomielopoyética, posiblemente debido a la presencia de la anemia en las gallinas).

El hígado se encuentra pálido, aumentado de volumen y friable, con hemorragias de tipo petequial o equimótica (DA SILVA MARTINS y Col. 2000).

La piel esta pálida y puede estar ictérica con presencia de hemorragias, especialmente sobre las piernas y pechugas internamente se presentan hemorragias generalmente en los músculos esqueléticos y por debajo de las membranas serosas. Las lesiones principales son hígados pálidos, friables e hinchados. Pueden haber hemorragias petequiales y equimóticas subcapsulares y en el parénquima del hígado y en los músculos esqueléticos.

El hígado inflamado e hinchado puede presentar áreas focales moteadas (rojo amarillentas). Los riñones pueden estar pálidos e hinchados y contener hemorragias corticales (McFERRAN, 1995; MOSQUEDA y LUCIO, 1985; WHITEMAN y BICKFORD, 1983).

Se observa hemorragias subcutáneas en diversos grados, sangre acuosa, hepatitis (hígado amarillento o bronceado), hidropericardio, bazo pequeño, medula ósea pálida, riñones pálidos inflamados y hemorrágicos. (ADA, 2003).

La medula ósea se observa frecuentemente pálida, la sangre pierde viscosidad y esta acuosa. El líquido del pericardio generalmente aumenta, pudiendo encontrarse manchas grises o blancas sobre el corazón. (WHITEMAN y BICKFORD, 1983).

Las lesiones macroscópicas incluyen la presencia de abundante liquido amarillo pajizo en el saco pericárdico, congestión generalizada y con un hígado aumentado de tamaño, pálido y friable. (HIDALGO y Col. 2001).

Lesiones microscópicas

A la histopatología se observan inclusiones intranucleares basofílicas en los hepatocitos, que contienen partículas virales. Las inclusiones intranucleares eosinófilas son también encontradas, pero contienen material granular y fibrilar. Las inclusiones son circundadas típicamente por un halo claro. (DA SILVA MARTINS y Col. 2000).

Las lesiones histopatológicas en el corazón y pulmón consisten de edema, degeneración y necrosis con moderada infiltración de células mononucleares.

Se observa disociación de las sinusoides y cordones hepáticos, vacuolizacion de hepatocitos, degeneración grasa y la presencia de cuerpos de Inclusión Intranucleares basófilos y eosinófilos en hepatocitos en el hígado. (MOHANTY y Col, 1988).

Los cambios más significativos son encontrados en el hígado y son: corpúsculos de inclusión intranucleares en los hepatocitos que pueden considerarse como una lesión patognomónica, estas inclusiones pueden ser eosinófilas, grandes y redondas o de forma irregular en color pálido claro o a veces basófilas. Existe aplasia o hipoplasia de la medula ósea

Las lesiones observadas son: distensión del saco pericárdico con abundante fluido seroso amarillento, congestión generalizada y edema pulmonar con la presencia de exudado seroso en la cavidad toráxica, aumento del volumen del hígado (se observa parches amarillentos o color rojizo oscuro) y la presencia de puntilleo hemorrágico, muestran necrosis del miocardio y hepatitis, hemorragias petequiales en el pericardio bajo la cápsula del hígado, esplecnomegalia, atrofia del timo y de la bolsa de Fabricio, severa lesión renal con los riñones aumentados de tamaño, pálidos y con acumulación de curatos. (ADA, 2003).

Diagnóstico

  • Diagnostico presuntivo.

El rápido incremento de la mortalidad en parvadas jóvenes y en crecimiento acompañado de una baja morbilidad son sugestivas de Hepatitis con Cuerpos de Inclusión. También son de ayuda las lesiones macroscópicas típicas y la historia de brotes anteriores en la zona

6.2 Diagnóstico definitivo

  • 1. Histopatología

La histopatología puede confirmar el diagnóstico, con la demostración de inclusiones intranucleares eosinofÍlicas o basofÍlicas, consideradas como lesiones patognomónica en el hígado coloreado por H-E, observando la presencia de cambios microscópicas típicos en el hígado, especialmente los corpúsculos de inclusión intranucleares en hepatocitos

Los diagnósticos de HCI es difícil detectar por tratar de una enfermedad con varios agentes etiológicos. El examen de histopatología nos revela con mucha eficacia la presencia de Corpúsculos de Inclusión intranucleares en las células del hígado del ave. (CUBILLOS, 1996).

La lesión más característica de la enfermedad se encuentra en el hígado y guarda relación con la presencia de Cuerpos de Inclusión Intranucleares basófilos en los hepatocitos, necrosis difusa y vacuolización de las células hepáticas apreciándose también disociación de los cordones hepáticos e hiperplasia en los conductos biliares y células de Buffer. (TALAVERA, 1995)

  • 2. Aislamiento e Identificación del virus

El cuadro clínico y las lesiones son indicativos para la sospecha de la enfermedad, los Adenovirus pueden ser aislados en cultivos en

monocamadas de hígados, o de riñones de embriones de gallina SPF.

CELO (tipo1) y Tipton (tipo5) pueden ser cultivados en embriones de 9 a

11dias de incubación, el cultivo e identificación de los Adenovirus del tipo 1 tiene importancia experimental pero no tiene valor diagnóstico, considerando la diseminación de esos agentes. Los cultivos son examinados para observar la presencia de corpúsculos de inclusión intranucleares después de la coloración de hematoxilina-eosina (H-E) o revelación con anticuerpo 30marcado. Los anticuerpos marcados contra Aviadenovirus Grupo pueden ser detectados por inmunodifusión contra pool de antígenos de tres serotipos.

Inmunofluorescencia y ELISA son pruebas consideradas sensibles y confiables. Los anticuerpos serotipo específico pueden ser detectados por pruebas de neutralización o ELISA.

Los resultados de detección de anticuerpos son de difícil interpretación debida a la alta diseminación de los VHCI, tanto en aves saludables como en aves enfermas. La histopatología puede ser auxiliar en el diagnóstico, con la demostración de inclusiones intranucleares en el hígado coloreado por H-E o anticuerpos marcados con fluoresceína (Inmunofluorescencia) o enzima (inmunoenzimática) (DA SILVA MARTINS y Col. 2000)

Las muestras preferidas son hígados de aves sospechosas, que pueden prepararse como una suspensión al 10% e inocularse ya sea a células de hígado de embrión de pollo o a células de riñón de pollo, en los que se realiza dos pasajes ciegos de siete días de duración cada uno. Una vez que se aísla un agente en cultivo de células, el método más fácil para confirmar que es un Adenovirus es teñir las células con un antisuero marcado con un colorante fluorescente. El examen directo de lisado celular en el microscopio electrónico también proporciona una respuesta rápida y positiva y tiene la ventaja adicional de que además pueden detectarse parvovirus. Si es que están presentes. Si no se dispone de estas técnicas, entonces la tinción con hematoxilina y eosina de las capas unicelulares demostrara la presencia de inclusiones basófilas intranucleares. Para identificar un serotipo es necesario practicar pruebas de virus de neutralización con el aislamiento enfrentando el aislamiento con los antisueros estándar de preferencia de todos los serotipos conocidos (McFERRAN, 1995; COWEN y Col. 1978)

  • 3. Serología.

Pueden detectarse anticuerpos contra el antígeno de grupo mediante el empleo de la prueba de inmunodifusión doble, pero esta sensibilidad aparente en los brote naturales se debe muchas veces a una infección múltiple con serotipos de Adenovirus y no puede usarse como base para la detección de infección en las parvadas libre de patógenos específicos. Sin embargo, se ha demostrado que si se usa un antígeno trivalente que incorpora tres serotipos de Adenovirus, la prueba de inmunodifusión es sensible. La prueba inmunofluorescente indirecta es mucho más sensible, rápida y barata: No obstante requiere destreza en su interpretación. ELISA se ha empleado para detectar anticuerpos de grupo, y es sensible y barata. El problema principal con cualquier prueba serológica para Adenovirus consiste en la interpretación de los resultados, porque los anticuerpos están distribuidos tan ampliamente en aves tanto sanas como enfermas, que muchas de ellas están infectadas con varios serotipos. Por lo tanto, la presencia de anticuerpo no da una indicación del estado de la inmunidad local en la superficie de las mucosas (McFERRAN, 1995).

Impresión de Organos.

El diagnostico de impresión de órganos se puede hacer con base en las lesiones macroscópicas post morten. La presencia de corpúsculos de

Inclusión en el hígado e hidropericardio en el corazón, apoyan al diagnóstico clínico. El tejido hepático necrótico debe colocarse entre dos porta objetos, se fijan por calor y se tiñen por el método de GRAM (CALNEK, 2000).

  • DIAGNOSTICO DIFERENCIAL.

Por anemia y hemorragias que produce la HCI puede confundirse con otras enfermedades que configuran el Síndrome Anémico Hemorrágico:

– Por las lesiones hepáticas con hepatitis Vibrionica

– Por hemorragias musculares con: Gumboro, Síndrome hemorragico,

Intoxicación por sulfas, deficiencia de Vitamina K.

– Por la atrofia de la bolsa de Fabricio con Gumboro.

– Por sintomatología inespecífica con: Micotoxicosis, Coccidiosis y Gumboro.

  • Intoxicación por sulfas.

Las hemorragias en el tejido subcutáneo y músculos, así como las hemorragias y color amarillento del hígado pueden hacer pensar en HCI, sin embargo, los infartos en el bazo no son característicos en la HCI y si lo son en la intoxicación por sulfas.

  • Aflatoxicosis.

Las lesiones entre Aflatoxicosis y HCI son tan parecidas que se requiere de un examen histopatológico para diferenciarlas, siendo la lesión característica de la aflatoxicosis la hiperplasia de los conductos biliares y la de la HCI los corpúsculos de inclusión.

Enfermedad de Gumboro (IBF)

La IBF aparece en la mayoría de las lesiones de HCI, con la excepción de las lesiones en el hígado que nos permite diferenciarlas. Recordemos, sin embargo, que con mucha frecuencia IBF precede y es necesaria para el desarrollo de HCI (MOSQUEDA y LUCIO, 1985; WHITEMAN y BICKFORD, 1983).

Prevención y control

Como se conoce que tanto la Infección de la Bolsa de Fabricio como la anemia Infecciosa de los pollos potencializan la patogenicidad de los Adenovirus, el primer paso debe ser controlar o eliminar ambas enfermedades (VILLEGAS, 2002)

Los Adenovirus son resistentes y aunque es posible eliminarlos de la mayor parte de las casetas con ambiente controlado que tienen pisos y paredes impermeables, y que pueden hacerse a prueba de aire, el valor del intento de erradicación de los Adenovirus de las parvadas comerciales es cuestionable.

Esto se debe a que el virus se está propagando verticalmente de manera tan extensa a través de huevos embrionados, que los virus se introducirían a la parvada siguiente y, por lo tanto, sería necesario iniciar el control desde los reproductores primarios. Además, la experiencia con parvadas libres de patógenos específicos ha indicado que la propagación horizontal sería un problema de orden mayor y seria en extremo difícil evitar que se infectara una parvada comercial

Debido a que el virus de la Hepatitis con Cuerpos de Inclusión se transmite a través del huevo, los huevos provenientes de parvadas de reproductoras cuya progenie ha presentado consistentemente hepatitis con cuerpos de inclusión no deberán utilizarse para la incubación (WHITEMAN y BICKFORD, 1983)

La aplicación de medidas cuarentenarias y las buenas prácticas sanitarias parecen ser la mejor defensa contra la infección. Se debe evitar la presencia de las aves silvestres en las instalaciones avícolas ya que existe la posibilidad de que estas sirvan como propagadoras del virus (WHITEMAN y BICKFORD, 1983).

Entre otras medidas sanitarias, se recomienda no usar la cama más de un ciclo productivo, criar aves de una misma edad, mantener prácticas de limpieza estricta y desinfección correcta (MOSQUEDA y LUCIO, 1985).34

Por la multiplicidad de serotipos no se cuenta con una vacuna adecuada. La vacunación contra la enfermedad de Gumboro en las reproductoras es el método más práctico para prevenir la hepatitis con cuerpos de inclusión.

Existe suficiente evidencia de que los Adenovirus causan la Hepatitis con

Cuerpos de Inclusión en aves que padecen inmunodepresión como consecuencia de la infección con el virus de la enfermedad infecciosa de la bolsa de Fabricio (MOSQUEDA y LUCIO, 1985; WHITEMAN y BICKFORD, 1983).

No existe tratamiento efectivo en pollos con hepatitis con cuerpos de inclusión. Sin embargo es conveniente la utilización de antibióticos, para impedir complicaciones bacteriales secundarias. El buen manejo y los cuidados generales disminuyen la mortalidad (ZARZUELO, 1982; WHITEMAN y BICKFORD, 1983).

  • MEDIDAS DE PREVENCIÓN.

? Barreras naturales o artificiales que permitan filtrar el ingreso de roedores.

? Implementar controles sanitarios en los ingresos y salidas del plantel avícola, mediante puntos de desinfección y control sanitario.

? Prohibir el ingreso del personal extraño a las instalaciones (implementar duchas y ropa para visitas).

? Los galpones deben estar protegidos contra el ingreso de aves y roedores (así mismo se debe tomar control en los depósitos de alimentos).

? Todo equipo ingresado al plantel avícola debe ser desinfectado y fumigado

? Debe evitarse el traslado de equipos y herramientas entre galpones (estos deberán estar debidamente identificados).35

? Debe evitarse la presencia de animales domésticos en el interior de la granja.

MEDIDAS DE CONTROL.

? Las granjas comerciales deben estar a 2 Km de distancia entre una y otra.

? Extremar la limpieza y desinfección en áreas donde hubo presencia de brotes de HCI.

? Verificar la calidad del alimento.

? Efectuar un control de endoparásitos e insectos.

? Instaurar un horno para el manejo de aves muertas.

? Realizar un estricto control de roedores.

? Monitorear el ingreso y salida de los vehículos.

? Organizar y monitorear la correcta limpieza y desinfección de galpones.

? Revisar permanentemente el programa de vacunación contra HCI y

Gumboro con su proveedor.

? Es necesario conocer la calidad del agua de bebida existente en la zona.

? Incorporar control de personal y visitas a la granja. (WHITEMAN y BICKFORD, 1983)

Técnica histológica

Las técnicas histológicas comprenden todos los procedimientos especiales a los que se someten las muestras o tejidos para su posterior estudio al microscopio, Estos procedimientos se inician con:

La práctica de fijación, que consiste en: a) La obtención del material después del sacrificio y necrópsia de los animales, b) Elección de la sustancia Fijadora según el estudio que se realizara, c) Tamaño de las 36muestras a fijar de 1 cm. de espesor, d) Volumen del Fijador entre 40 a 50 veces de las piezas y e) Tiempo de Fijación, dependiente de penetración de la sustancia fijadora, en este caso entre 24 a 48 horas.

Obtención de los cortes histológicos previa inclusión en parafina.

Con la finalidad de obtener muestras lo suficientemente delgadas y uniformes para que los rayos luminosos puedan penetrarla para obtener una imagen microscópica adecuada, se deben cortar las muestras fijadas a 5 micras de espesor utilizando un Micrótomo de deslizamiento. Para conseguir que la muestra fijadas adquieran la consistencia mas favorable y uniforme para posibilitar la obtención de cortes histológicos a través del Micrótomo, se procede a incluirlas en parafina, para ello se realizan los siguientes pasos: a) Deshidratación de las muestras utilizando alcohol etílico de graduación ascendente, b)

Impregnación por un solvente de la parafina, para facilitar la penetración de la parafina en la muestra y c) Penetración de la parafina liquida al a muestra mientras se encuentra en una estufa a 56 C y la posterior formación del bloque de parafina conteniendo el tejido.

  • Coloración con Hematoxilina

Eosina. Con la finalidad de facilitar la diferenciación de las estructuras microscópicas que conforman los tejidos, se recurre al empleo sucesivo de soluciones colorantes seleccionadas que tiñan selectivamente dichas estructuras. La técnica de coloración con Hematoxilina Eosina incluye los siguientes pasos:

1. Extensión y adhesión de los cortes al portaobjeto

2. Desparafinización o eliminación de la parafina

3. Hidratación de la muestra

4. Coloración con una laca de Hematoxilina, mediante coloración progresiva

5. Viraje, para neutralizar la acidez del hemalumbre37

6. Coloración por la Eosina al 1% mediante coloración regresiva

7. Diferenciación

8. Aclaración o diafanización, para conferir al tejido un índice de refracción semejante al del vidrio

9. Montaje con un cubreobjeto para proteger al tejido coloreado y garantizar su conservación (DIFIORE, 1981)

Bibliografía

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  • DI FIORE, M. S. H. 1981. Diagnóstico Histológico. 8va. Edición. Editorial El Ateneo. Buenos Aires – Argentina.

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Autor:

Brith Karina Ccorahua Kari