La medicina, la comunicación y el paradigma disyunción reducción
Enviado por Carlos Miyares Rodriguez
- Emergencia del paradigma disyunción/reducción
- La comunicación y los escenarios esquivos
- Pertinencia del pensamiento complejo
- Bibliografía
"…lo que sucede es que las interacciones
que parecen tan triviales, tan banales,
inclusotan "naturales", que tanto para
losautoressociales que las ejecutan
comopara losobservadores que las
estudian……las cosasque sabemos
hacery hacemos cada día nointeresan
anadie como objetivo deestudio"
Goffman 1960 (1)
En el párrafo que inaugura un artículo científico en un reciente número de la revista Temas se expresa: "Las tendencias actuales de la educación superior y de la sociedad del conocimiento están inmersas en un escenario de cambios radicales del sistema-mundo. Es probable que este sistema se esté alejando del equilibrio y acercándose a un punto de bifurcación en el que podremos optar por varios futuribles–futuros posibles. El desarrollo de la sociedad del conocimiento tiene lugar en un marco signado por la complejidad y la incertidumbre como nuevo paradigma científico y teórico, y en una transición sistémica desde el punto de vista histórico" (2).
Después de leer el contenido de dicho artículo se nos hace más manifiesto el sentimiento de que vivimos en un desfasaje entre lo que cotidianamente nos rodea y los avances de los conocimientos científicos en muchas de las esferas del saber.
Una de estas esferas es la que enlaza a la medicina y la comunicación humana, ya que la relación medico/paciente como puntal de la práctica médica necesita una adecuada comprensión y aplicación por parte del médico de la comunicación interpersonal.
Lo más interesante es que uno de los más prestigiosos profesionales de la medicina del centro del sistema-mundo, George Engel, hizo emerger, en la década de los 70 del pasado siglo, el paradigma bio-psico-social en contraposición franca y abierta al modelo biologista vigente. Y lo hizo con una fundamentación científica muy actualizada, tal como la teoría general de los sistemas de Von Bertalanffy, los sistemas autoorganizadores, conceptos propios de la teoría del caos, etc, haciéndolo de forma consecuente y práctica pero contundente. (3)
Sin embargo el mismo Engel, en 1992, se preguntaba hasta cuando la medicina iba a seguir atada a la visión del siglo XVll. (4). Creo que la respuesta, después de tantos años, es que seguimos atrapados en el mismo paradigma de principios de la Edad Moderna que sirvió de base al modelo médico biologista.
La llamada medicina biologista, occidental, hegemónica, o cualquier otra denominación que se le dé, se encuentra en una profunda crisis, la cual tiene diferentes manifestaciones entre las cuales mencionaremos:
la superespecialización
el abuso de la tecnología
el acceso a la asistencia
la calidad de la asistencia
el manejo y tratamiento de las enfermedades crónicas
la deshumanización de la asistencia médica
De todas ellas la más importante en nuestro criterio es esta última (5).
En realidad esto no constituye una manifestación de la época actual, ya que en última instancia el alejamiento del médico del paciente o la interposición de un avance tecnológico entre el especialista y el enfermo, no son más que las justificaciones más recientes para buscar causas a la mala relación del médico con su enfermo.
Esta relación ha sido asimétrica en todas las sociedades de clases (primitiva, esclavista, feudal y capitalista). A lo sumo, si se ha logrado algún avance es en documentos oficiales de valor más bien simbólico, tales como la Declaración de Lisboa de 1981 que habla de los derechos del paciente (6), que en teoría tratan de dignificar la condición del enfermo. En una antológica frase del profesor Bustamante, éste expresa: "el enfermo siempre ha sido la cantidad necesaria de persona para un fin determinado….pero por lo demás, el enfermo fue tratado como un objeto muy observado, manipulado y atendido por el médico, pero objeto al fin" (7).
Esta manifestación es la más antigua y la más frecuente en la actualidad.
Emergencia del paradigma disyunción/reducción
"….y empezó una sucesión de causas,
de causas concomitantes y de causas
contradictorias entre sí que se habían
desarrollado por su propia cuenta
creando relaciones que no dependían
de voluntad alguna"
Guillermo Baskeville en "El nombre de la rosa"
Humberto Eco (8)
El paradigma de la ciencia clásica se conformó en los primeros siglos de la edad moderna. La visión del mundo fue totalmente cambiada y esto se basó en dos premisas: una, el modelo newtoniano y la otra, el dualismo cartesiano (9). La nueva visión es la de una máquina perfecta gobernada por leyes matemáticas exactas. Lo científico se limita solo a lo medible y lo cuantificable. Se creó el método analítico con el cual los fenómenos complejos son desmenuzados en partes para comprender, desde estas, el funcionamiento y la esencia del todo. Con la separación del cuerpo y la mente surgen dos dominios independientes: el de la mente y el de la materia. El observador puede estudiar un fenómeno con la certeza de que puede abstraerse totalmente de cualquier influencia externa o interna. Las relaciones causales se entienden siempre lineales y simples, sin lugar a la incertidumbre. (10)
Este modelo ha sido de gran utilidad para la investigación del mundo físico y ha conformado la mentalidad científica durante mucho tiempo. A este paradigma entre otras denominaciones se le llama de la disyunción y reducción. Aunque sus bases teóricas se han resquebrajado de forma notoria desde el principios del siglo XX se sigue aplicando aún en la actualidad.
La comunicación y los escenarios esquivos
"Nada de tangos en el antro del saber"
Palabras del rector de la Universidad
de Buenos Aires de la Facultad de
Filosofía al expulsar al célebre músico
de fama mundial Astor Piazzola,
donde los estudiantes le habían
invitado a dar un recital en 1986 (11)
En otroórden de cosas, según Martín Serrano, la comunicación es una actividad muy antigua, toda vez que la aptitud para servirse de la información en la interacción la poseen los animales que han antecedido al hombre en millones de años (12). Sobre esta cuestión Gómez Marín señala: "hablar de comunicación humana es hablar de algo consustancial al modo de ser y de existir del hombre" (13). Podríamos decir sin temor a equivocarnos que el hombre como ser vivo y comunicación andan juntos, bailando estrechamente una danza desde mucho antes que la ciencia creara una teoría sobre la comunicación aunque la partitura de esa danza está aún por descubrir.
Es a mediados del siglo XX que Shannon y Weaver conforman una teoría matemática de la información y crean un modelo en el que se entiende la comunicación "como un conjunto de procedimientos por los cuales un mecanismo afecta a otros mecanismos"(14) .
Los términos comunicación y comunicar sufren sensibles transformaciones pasando de los usos que en su conjunto significa compartir al significado de transmitir (15).
Muchas de las insuficiencias del modelo han sido perfectamente identificadas: su linealidad, unidireccionalidad y carácter pasivo del destino, además de la inaplicabilidad a la comunicación humana y muchas más.
Este modelo trasciende a pesar de todo eso la influencia general del esquema para convertirse en el paradigma dominante durante muchos años pero su repercusión se produjo principalmente en los llamados medios de comunicación social (prensa, radio, cine, televisión), lo cual hizo que en lugar de partir de las relaciones humanas fueran la técnica, la ingeniería y la electrónica y las poderosas empresas propietarias de los medios los que impusieron la forma de concebir la comunicación (16).
Al modelo se le añadieron trascendentales adelantos, tales como la incorporación por Von Froester (17) del concepto de retroalimentación positiva de la cibernética, con lo que superaba la concepción lineal por una circular lo cual permitió una mayor comprensión de las complejas comunicaciones interpersonales.
La consolidación de la teoría de la comunicación se lograría con el grupo de Palo Alto y otros muchos investigadores (Jakobson, Bateson, Watzlawick, Goffman, Hall, por solo mencionar algunos), que tejieron durante varios años una pródiga trayectoria de la cual surgieron pilares de conocimientos como: distintos niveles de transmisión de la comunicación: verbales lingüísticos y no lingüísticos, no verbales y contextuales, la proxémica y muchos más.
Estos adelantos fueron realmente trascendentes en psiquiatría. Para el modelo médico y biologista pasó inadvertido.
El modelo telegráfico de Shannon y Weaver que consideraba la comunicación humana como un intercambio y trasmisión de información lo amplió de tal manera el grupo de Palo Alto y otros, que se proyectó como un modelo orquestal de comunicación, considerando al mismo, ante todo, como un fenómeno social (18).
Desde hace varios años la teoría de la información forma parte , junto con la teoría general de los sistemas y la cibernética, de un conjunto raigal de conocimientos que son la base del pensamiento complejo. Según Morín, estas tres teorías emparentadas e inseparables aparecieron a comienzos del año 40 del siglo pasado y se han fecundado unas a otras (19).
Pertinencia del pensamiento complejo
Es en este contexto que Gómez Marín analiza algunas consecuencias de insertar la comunicación humana en el marco del paradigma disyunción/reducción y hace los siguientes señalamientos, los cuales hemos sintetizado de la siguiente forma:
Se concibe la comunicación humana como algo sustantivo y completamente objetivable.
Las teorías de la comunicación que han aparecido fecundadas por este paradigma conciben un sujeto de la certeza, por lo que presuponen la unidad, simplicidad, sustancialidad y sentido de sus enunciados.
Los sujetos de la comunicación son reducidos a individuos humanos que viven en mundos separados de los objetos y la naturaleza, que tienen una percepción idéntica, clara y distinta de las palabras, las cuales tienen un significado único para todas ellas y que nos sirven para referirnos a los objetos y a las cuestiones humanas. Se reduce por tanto la comunicación a lo simple, de lo simple a la significación y de esta a dato.
Estas reducciones conducen a un proceso de desemantización y pérdida progresiva del carácter dinámico del lenguaje.
Por tanto , la comunicación humana se reduce a un simple problema de emisión o recepción. Si de emisión se trata , la cuestión será encontrar la mejor manera de expresar o emitir una idea o información ya "dotada" de un sentido precisado de antemano por quien lo emite. Por otra parte, el receptor será capaz de atrapar exactamente el mismo significado que el emisor le otorgó a su mensaje.
La comunicación humana se reduce por tanto a un simple intercambio de significaciones las cuales están referidos a los textos tutores de la cultura (enciclipedias, diccionarios, manueales).
Todo lo anterior nos lleva a estar de acuerdo con que las teorías de la comunicación surgidas en el seno de este paradigma están perfectamente encuadradas en los modelos que imponen la "evidencia" y la "certeza" y obedecen por entero a los principios de racionalidad científica (20).
A continuación el autor coloca a la comunicación humana en los términos del pensamiento complejo y hace las siguientes consideraciones:
Pensar la comunicación desde la complejidad nos conduce a considerarla como una multiplicidad irreductible, como un complexus de fenómenos que no se pueden simplificar ni reducir unos a otros, que reúnen en sí determinaciones subjetivas e individuales, sociales y culturales que hablan y nos hace hablar en un determinado acto de interacción comunicativa.
En consecuencia con este pensamiento el término comunicación, ya que se abandona la idea de lo sustancial y objetivo, debe sustituirse por la expresión interacción comunicativa o expresarlo de la siguiente forma: la comunicación humana es un complexus de interacciones comunicativas que se están haciendo y deshaciendo, que quiérase o no generan un cierto número de incertidumbres, paradojas y antagonismos, para forjar continuamente la trama y la urdimbre de la existencia humana.
No existe un modelo de comunicación humana, si no múltiples modelos de interación comunicativa los cuales son productos y productores de la diversidad de sentidos y a su vez son producidos social, cultural y subjetivamente.
Esto implica abandonar la concepción que reduce el sentido al significado, el significado a la información y la información al dato.
No hay unidad de sentido y significado, pues ambos inicialmente fijos son deconstruidos y reconstruidos en el seno de determinadas interacciones comunicativas.
No implican estas ideas que tengamos que renunciar a todos los conocimientos producidos por las ciencias de la comunicación , las cuales han sido muy prolíficas.
Tampoco debemos abandonar la búsqueda de objetividad, ya que el introducir en la interacción comunicativa dimensiones subjetivas, sociales y culturales ganamos en objetividad, tenemos una ganancia de sentido en el entendimiento de fenómenos que tienen lugar en dicha interacción.
Al pasar del paradigma de disyunción y reducción a una concepción compleja se descubre cierto hiato que se abre ante los actantes. Este hiato o brecha se define como una entidad virtual que puede unir o separar a los actantes, determina la posibilidad del diálogo y de la emergencia del sentido. Está hecho de lo que se dice y de lo que no se dice , ya que en un acto comunicativo no trivial se integran actos comunicativos anteriores que implican o están implicados por efectos de fuerzas de poder, por rasgos subjetivos, culturales, que conllevan contradicciones y paradojas entre lo comunicable y no comunicable, lo consciente y lo inconsciente. Y todo ello condiciona, inhibe o favorece la emergencia de un posible sentido individual o de conjunto (21).
Este trabajo de Gómez Marín nos brinda suficientes elementos para con sus consideraciones tener una visión más precisa de las interacciones comunicativas, en particular las interpersonales. Es un punto de partida para investigaciones futuras y una guía para el accionar presente; pero hay mucho por andar y en particular en la relación médico paciente.
No es posible terminar este trabajo sin hacer un breve y cauteloso acercamiento a las ideas de dos exponentes cimeros de la biología fenomenológica, Humberto Maturana y Francisco Varela (22), muy conocidos por sus investigaciones sobre vida y cognición, los cuales abordan de manera muy especial y distinta aspectos esenciales de la comunicación humana.
Ya en 1987 estos autores planteaban que la información no está en un mundo físico, para que la mente externa de un sistema vivo pueda crear representaciones a través de un proceso llamado cognición, según las ciencias cognitivas convencionales. Lo que ocurre en realidad es que eso depende de la historia forjada por las continuas interacciones comunicativas que sufre la estructura del sistema en su constante proceso de acoplamiento al medio; por tanto, la cognición es experiencia y constante adaptación, aprendizaje y desarrollo de todo ser vivo. Por tanto, el comportamiento del sistema está determinado por su estructura (23).
Maturana ve la comunicación no como la trasmisión de la información, sino más bien como una coordinación e comportamientos entre organismos vivos a través del acoplamiento estructural mutuo. Crea un neologismo: lenguajear, el cual ocurre cotidianamente con el emocionar y a este entrelazamiento de generación recíproca del lenguaje y el emocionar lo denomina conversación (24).
Otros autores tienen perfectamente señalados erróneos conceptos mecanicistas sobre pensamiento, conocimiento y comunicación. Así uno de ellos, T,Roszak plantea en su libro "El culto a la información", que la información no crea ideas, las ideas crean la información. Las ideas son patrones integradores que no derivan de la información, sino de la experiencia (25). Hasta aquí nuestras reflexiones.
De todo lo anterior se hace evidente la inseparable relación entre medicina, comunicación y relación médico paciente. Así mismo vemos como el paradigma disyunción/reducción en el que se conformaron tanto la medicina biologista como la teoría de la comunicación producen efectos devastadores sobre el ser humano; la naturaleza, la razón de ser de la medicina es aliviar la aflicción del hombre, y la comunicación es una actividad consustancial con el conocer y hacer del ser humano. Cuando trascendamos el paradigma disyunción/reducción, a pesar de la hipercomplejidad de las relaciones y las conexiones particulares o de conjunto de los participantes, debe transcurrir la interacción comunicativa de forma más coherente y beneficiosa; cuando se sumen, en su obligada coincidencia, las dimensiones subjetivas, sociales y culturales; cuando los sujetos de la actividad se vean entre sí como sus respectivos Alter Ego y surja un sentido de conjunto en su conexión con el entorno, entonces tendría significado la idea de "que existe un tejido de sincronía conductual entre los seres humanos y el cosmos, una suerte de concierto para interpretar un instrumento propio en la estructura social y el mundo físico que permite que sea posible entenderse e interdepender, pero también que el lenguaje no resulta finalmente la manera más clara y fiel de comunicarnos"(26).
Bibliografía
1- Serrano,S. Antropología y Lingüística. En: Ensayo de Antropología Cultural, Colectivo de autores. Ed. Ariel. S.A 1996 p 88
2- López Segrera, F. Educación superior y sociedad del conocimiento. Tendencias actuales. Revista Temas. Cultura, Ideología, Sociedad # 57 Enero – Marzo 2009 p 4
3- Vargas, P. El modelo biopsicosocial, un cambio de paradigma. En: Medicina de Familia: la clave de un nuevo modelo. Ceitlin, J. Gómez Gascón, T. Ed semFyC Madrid 1997 p 39
4- Ibidem p 48
5- Spann, S J. Epidemiología Clínica y toma de decisiones en Medicina Familiar. En: Medicina de Familia: clave de un nuevo modelo p 59 1997
6- Lecturas de Filosofía, Salud y Sociedad. Colectivo de autores, Editorial Ciencias Médicas 2000 p 361. En uno de sus párrafos esta declaración establece que todo paciente tiene derecho a escoger a su médico, y nos preguntamos si en la declaración también está establecido cuánto es el costo que tiene que pagar el paciente por dicha asistencia; en otro párrafo señala que todo enfermo tiene derecho a morir con dignidad, y nos preguntamos si no es posible decir que después de haber vivido dignamente y además si están contemplados en esta declaración los enfermos que aparecen en África, en Asia y en América Latina
7- Córdova Castro, A. y otros. Lo psíquico en Propedéutica Clínica. Edición revolucionaria. Instituto Cubano del libro 1979 p 26 – 30
8- Velilla, M.A. Complejidad y educación. La franquicia como estrategia para el mejoramiento de la calidad educativa. En: Manual de iniciación pedagógica al pensamiento complejo. Ed Jurídicas Gustavo Ibañez 2002
9- Wallerstein, I. Abrir las ciencias sociales. Informe de la Comisión Gulbenkian para la reestructuración de las ciencias sociales. Siglo XXl editores, s.a de c.v 2007 p 4
10- Capra, F. La Trama de la vida. Ed Anagrama. Barcelona 1998 p 39
11- Mattelart, M. y A. : La recepción: el retorno del sujeto. En: Comunicología. Temas actuales. Ed. Féliz Varela. La habana 2006 p 64
12- Alonso Alonso, M y Saladrigas Medina, H. Teoría de la comunicación. Una introducción a su estudio. Ed. Pablo de la Torriente. 2009 p 7
13- Gómez Marín , R. Comunicación y complejidad En: Manual de iniciación pedagógica al pensamiento complejo. Corporación para el desarrollo complexus. Ediciones jurídicas Gustavo Ibañez 2002
14- Alonso , M.M; Saladrigas, H. ibidem p 15
15- Ibidem p 9
16- Ibidemp 10
17- Moreno, J. C: Tres teorías que dieron origen al pensamiento complejo En: Manual de iniciación pedagógica al pensamiento complejo. Edición jurídica Gustavo ibañez 2002
18- Ibídem
19- Morin, E. Por una reforma del pensamiento. Correo de la UNESCO. Febrero 1998 p 11
20- Gómez Marín , R. ibídem
21- Ibidem
22- Escobar, A. El lugar de la naturaleza y la naturaleza del lugar: Globalización o postdesarrollo. En: Colonialidad del saber Ed Ciencias Sociales La Habana 2005 p 126
23- Capra, F. Las conexiones ocultas. Ed Anagrama 2003 p 63
24- Capra, F. La trama de la vida. Ed Anagrama 1998 p 296
25- Ibidem p 88
26- Londoño, S.L: Muy complejo, Hipercomplejo y Humano. En : Manual de iniciación pedagógica al pensamiento complejo. Ediciones Jurídicas Gustavo Ibañez 2002
Autor:
Carlos Miyares Rodríguez
miyares[arroba]medired.scu.sld.cu
Profesor Consultante Facultad # 2
Universidad Ciencias Médicas Santiago de Cuba. Cuba