Resumen
La influencia de José Martí en las ideas humanistas y libertarias que han aportado a configurar la identidad latinoamericana, hacen pertinente analizar su pensamiento en el ensayo "Nuestra América" (1891).
Se tiene por objetivo interpretar el sentido metafórico de fragmentos escogidos de esta obra, en el contexto político- cultural en que fue escrita.
Tal contexto orienta indagar la concepción simbólica de su prosa, en torno a tres tópicos que se advierten como centrales: i. La lucha por la independencia; ii. La amenaza del imperialismo norteamericano; iii. Los principios éticos y políticos.
La interpretación de fragmentos asume la perspectiva metahistórica planteada por H. White 1992, mediante relacionar el momento histórico de la narración martiana, con el terreno poético y político con que construye el discurso literario.
En ámbito de la crítica literaria y la pedagogía, se plantea responder las siguientes preguntas: ¿constituye el lenguaje poético una vía para descubrir el pensamiento histórico del siglo XIX?; el enfoque crítico: ¿favorece la comprensión y valoración de las obras, en su contexto político- cultural?
El análisis cualitativo del sentido metafórico de los fragmentos de "Nuestra América", permitió reconocer la profundidad ética y política el pensamiento de Martí, del que se desprende una clara exhortación a que el hombre latinoamericano crea en sí mismo y en lo suyo, marche unido, y luche por la libertad para que pueda tener una vida plena.
Palabras clave: pensamiento martiano, tópicos, sentido metafórico, perspectiva metahistórica
"Nuestra América" es uno de los ensayos más importantes de la literatura cubana, que se publica por primera el año 1891 en la "Revista Ilustrada" de Nueva York y en el diario mexicano "El Partido Liberal", y ha trascendido como documento histórico, aun hasta nuestros días.
Toma por evidencia la realidad histórica de la América Latina del siglo XIX, para exponer la dualidad que confronta el hombre de la época: su naturaleza material (como ser social, de trabajo e intereses por satisfacer); y su conciencia espiritual (de libertad, anhelo de justicia y de verdad).
Su forma elocutiva corresponde a la prosa expositivo conceptual, mediante la cual reflexiona " el análisis crítico de una situación histórica determinada y, a partir de allí [formula] propuestas para el cambio social, todo lo cual determina el uso de un lenguaje referencial, pero su tejido verbal está empapado de lenguaje expresivo, potenciado connotativamente por la carga poética."[1]
El contexto político de este ensayo queda de manifiesto ya en su título, por cuanto alude a una concepción de "nuestra" América, desde la apropiación del concepto que releva la importancia de distinguirnos de la otra América: la anglosajona. El título también sugiere la construcción conjunta de la identidad cultural de los países latinoamericanos, haciendo un llamado a la unidad para consolidarla.
El análisis global del ensayo, permite distinguir tres tópicos principales:
1. La lucha por la independencia: de la corona española, para lo que exhorta a los lectores a luchar por liberarse de su yugo.
2. La amenaza del imperialismo norteamericano: insta reflexionar ante la amenaza expansionista del imperialismo norteamericano, motivando a la acción de impedirlo.
3. Los principios éticos y políticos: resultan ser una alusión central y transversal en esta obra. La invitación a la lograr la unión que permita recuperar la soberanía de los pueblos latinoamericanos contra los opresores foráneos, se hace desde una profunda concepción ética y moral de la vida.
Cada uno de estos tópicos permite comprender el pensamiento martiano, el que examinamos desde la perspectiva metahistórica de White, a fin de descubrir la relación del contexto político- cultural y la representación metafórica manifiesta en "Nuestra América".
La comprensión y explicación del sentido metafórico de los distintos fragmentos que se analizan, orientan dar respuesta a las interrogantes que conducen el análisis presentado, tras lo cual se exponen las conclusiones, así como la bibliografía consultada para la realización de este trabajo.
De acuerdo a White, el relato histórico –a diferencia del de ficción- se caracteriza por hacer referencia a hechos reales, propios de la literatura histórica. En este contexto, la perspectiva metahistórica permite seguir el progreso del relato historiográfico, desde un punto de vista poético-literario.
Para este autor, el lenguaje que articula el pensamiento manifiesto en el texto, propicia develar los fundamentos que conforman lo que denomina "conciencia histórica". Tal conciencia se enmarca en un proceso histórico particular, que puede analizarse mediante:" la teoría de los tropos [por cuanto] proporciona los elementos claves para el análisis de los modos dominantes en que el pensamiento histórico toma forma y se transforma."[2]
En la obra de Martí, esta conciencia adquiere una importante carga ideológica, y se materializa en la estructura del relato, desde su relación con el contexto político- cultural convulso, que enmarcó la América Latina de 1891. Reparar en este contexto para establecer el análisis, permite: " ubicar cualquier acontecimiento en el mapa contextual de su acontecer [lo que] localiza la especificidad de cada uno de los sucesos en el momento histórico considerado." [3]
En relación a las transformaciones sucedidas durante el siglo XIX, si bien las lecturas pueden ser muchas, desde un ejercicio teórico crítico, utilizamos la interpretación metafórica como vía para determinar la concepción simbólica del momento político- cultural manifiesto en esta obra, por cuanto, la metáfora constituye un recurso estético que permite identificar la experiencia de mundo en relación a fenómenos que pueden ser identificados por su semejanza o diferencia, con otros. La explicación de dichas metáforas permite reflexionar sobre el pensamiento histórico de la época, y a la vez, abre posibilidades para valorar la vigencia del pensamiento martiano en el contexto actual.
Para conducir el análisis, se seleccionan fragmentos en torno a los tópicos ya mencionados, los que comentan su lenguaje simbólico desde las perspectivas señaladas; tal como se expone en el próximo apartado.
La obra se divide en doce párrafos, mediante los cuales se expone el ideario moral, social y político de José Martí, en torno a la liberación integral y definitiva del continente, como se revela en los siguientes tópicos:
De la lucha por la independencia
El ensayo se inicia con una exhortación a los pueblos que continuaban en sujeción a la corona española: "Lo que quede de aldea en América debe despertar. Estos tiempos no son para acostarse con el pañuelo en la cabeza, sino con las armas de almohada " (párrafo 1). [4]Aunque inmediatamente aclara que las "armas" no son literales, sino "armas del juicio [por cuanto] vencen a las otras." La importancia de generar un pensamiento propio, como vía para resistir ante el dominador queda de manifiesto con los siguientes enunciados: "Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedra." (Ibíd) y "No hay proa que taje una nube de ideas" (párrafo 2).
Ante la necesidad de levantar una política autóctona para conseguirlo, declara: " el buen gobernante en América no es el que sabe cómo se gobierna el alemán o el francés, sino el que sabe con qué elementos está hecho su país, y cómo puede ir guiándolos en junto " (párrafo 4).
Respecto de la marginación de los indios y la lucha contra la Iglesia (dada su posición tradicionalista y conservadora), en el camino de dejar de ser colonia, el autor se pregunta: "¿en qué patria puede tener un hombre más orgullo que en nuestras repúblicas dolorosas de América, levantadas entre las masas mudas de indios, al ruido de pelea del libro con el cirial, sobre los brazos sangrientos de un centenar de apóstoles?" (párrafo 4).
Al señalar la estrategia que debía seguirse para lograr la defensa de la cultura e historia de los pueblos latinoamericanos, declara: "Injértese en nuestras Repúblicas el mundo; pero el tronco ha de ser el de nuestras repúblicas" (párrafo 6).
Martí también señala que la lucha para consolidar la independencia por conquistar, involucra acoger la diversidad: " si la república no abre los brazos a todos y adelante con todos, muere la república" (párrafo 10). De esta manera destaca el compromiso con los marginados: "Con los oprimidos había que hacer causa común, para afianzar el sistema opuesto a los intereses y hábitos de mando de los opresores" (párrafo 8).
Finalmente, hace referencia a la actitud y las tareas que tenía ante sí la juventud latinoamericana para avanzar su propia independencia cultural, política y social: "Cuando aparece en Cojímar un problema [aludiendo a una localidad cubana], no van a buscar la solución a Danzig [ciudad que en la época en que se escribió el ensayo, era Alemana]. Los jóvenes de América se ponen la camisa al codo, hunden las manos en las masas, y la levantan como la levadura de su sudor. Entienden que se imita demasiado, y que la salvación está en crear. Crear es la palabra de pase para esta generación" (párrafo 10).
De la amenaza del imperialismo
Martí refiere como "gigante de siete leguas" al imperialismo estadounidense y a los nacidos en América como "los árboles que han de ponerse en fila" (párrafo 2), para oponer resistencia a su yugo, con valor y determinación.
Asimismo, describe la posición que deberían asumir quienes denomina "América mestiza" y los "pueblos de pierna desnuda" (párrafo 7), frente a la presencia de su poderoso vecino del norte, señalando: "El desdén del vecino formidable, que no la conoce, es el peligro mayor de nuestra América; y urge, porque el día de la visita está próximo, que el vecino la conozca, la conozca pronto, para que no la desdeñe" (párrafo 11).
También refiere a América del Norte como "el tigre" (párrafo 8) y "el pulpo" (párrafo 11) representaciones que vinculan a esta nación, por una parte, con las características de un depredador avieso, y por otra, con un animal voraz, de muchos brazos.
Para garantizar la defensa ante tamaño invasor, Martí declara: "Los pueblos han de tener una picota para quienes les azuzan a odios inútiles; y otra para quien no les dice a tiempo la verdad" (párrafo 11). Con esto último refiere a "Los pensadores canijos, los pensadores de lámparas, enhebran y recalientan las razas de librería " (párrafo 12) y advierte: "Peca contra la Humanidad el que fomente y propague la oposición y el odio entre las razas" (párrafo 12).
Finalmente, hace un llamado a la grandeza cuando sentencia: "No ha de suponerse, por antipatía de aldea, una maldad ingénita y fatal al pueblo rubio del continente, porque no habla nuestro idioma, ni ve la casa como nosotros la vemos, ni se nos parece en su lacras políticas, que son diferentes a las nuestras" (párrafo 12) añadiendo que "el estudio oportuno y la unión tácita y urgente del alma continental" resulta fundamental y necesaria para lograr la unidad latinoamericana de la "América trabajadora"; la "América nueva" (Ibíd.).
De los principios éticos y políticos
Este tópico concita nuestra mayor atención, debido a que plantea desafíos que aún resultan vigentes, como se expone en el llamado a la conciencia con que ha enfrentarse el momento histórico, al declarar: "Ya no podemos ser el pueblo de hojas, que viven en el aire [ ] es la hora del recuento, y de la marcha unida, y hemos de andar en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes" (párrafo 2).
Martí critica a quienes mantienen prejuicios raciales diciendo: "¡Estos nacidos en América, que se avergüenzan, porque llevan delantal indio, de la madre que los crió, y reniegan, ¡bribones!, de la madre enferma, y la dejan sola en el lecho de las enfermedades!" (párrafo 3) y más adelante advierte: "No hay odio de razas, porque no hay razas" (párrafo 12).
Respecto del valor necesario para cambiar el estado de las cosas, declara: "Los que no tiene fe en su tierra son hombres de siete meses. Porque les falta valor a ellos, se lo niegan a los demás" (párrafo 3) y más adelante señala que esta fe en lo nuestro, debe manifestarse en la capacidad de innovar: "El vino, de plátano: y si sale agrio, ¡es nuestro vino! (párrafo 10).
Asimismo, destaca la necesidad de profundizar en el estudio de la Historia de América, por cuanto el conocimiento de nuestros orígenes orienta la clave para entender nuestra esencia y defenderla con orgullo. Así lo sugiere: "La universidad europea ha de ceder a la universidad americana. La historia de América, de los incas de acá, ha de enseñarse al dedillo, aunque no se enseñe la de los arcontes de Grecia. Nuestra Grecia es preferible a la Grecia que no es nuestra. Nos es más necesaria" (párrafo 6).
Martí amonesta a "los hombres naturales" a conocerse y cultivarse, porque: "La masa inculta es perezosa, y tímida de las cosas de la inteligencia" (párrafo 6). Y da la clave: "Conocer el resolver" porque "Conocer el país, y gobernarlo conforme al conocimiento, es el único modo de librarlo de tiranías" (Ibíd). Por lo que para resolver las problemáticas, recomienda: "El premio de los certámenes no ha de ser para la mejor oda, sino para el mejor estudio de los factores del país en que se vive" (Ibíd), lo que resulta urgente y necesario, por cuanto: "Resolver el problema después de conocer sus elementos, es más fácil que resolver el problema sin conocerlos" (Ibíd).
Respecto a las formas de gobierno, Martí insiste en el valor del conocimiento, pero no uno meramente cognoscitivo, sino activo y situado: " conocer los elementos verdaderos del país [para] derivar de ellos la forma de gobierno y gobernar con ellos. Gobernante, en un pueblo nuevo, quiere decir creador" (párrafo 5). Lo anterior resulta vital para generar la igualdad y el beneficio colectivo, que se materialice en: " aquel estado apetecible donde cada hombre se conoce y ejerce, y disfrutan todos de la abundancia que la Naturaleza puso para todos en el pueblo que fecundan con su trabajo y defienden con sus vidas" (párrafo 4).
Al terminar el ensayo, Martí desliza: "Pensar es servir" (párrafo 12). Desde una perspectiva política, tal sentencia llama a la acción, de manera de no: " esconder los datos patentes del problema que puede resolverse [la liberación del continente], para la paz de los siglos, con el estudio oportuno y la unión tácita y urgente del alma continental" (Ibíd.).
Ante las preguntas que orientaron el curso de este artículo, a saber: i. ¿Constituye el lenguaje poético una vía para descubrir el pensamiento histórico del siglo XIX?; ii. El enfoque crítico: ¿favorece la comprensión y valoración de las obras, en su contexto político- cultural? , se debe señalar:
En el ámbito de la crítica literaria, la perspectiva metahistórica se constituyó en valioso recurso para recoger los matices de una obra documental como "Nuestra América", tanto desde su objetivo contexto político- cultural, como desde su concepción simbólica.
La reflexión crítica de los hechos y fenómenos históricos que enmarcaron la América latina del siglo XIX, se favorece desde el análisis del lenguaje poético-narrativo con que José Martí construye sus representaciones.
En ámbito de la pedagogía, el análisis del sentido metafórico de los fragmentos seleccionados, permitió reconocer el espesor ético y político del pensamiento de Martí, del que sus constantes exhortaciones a generar un pensamiento latinoamericano crítico, mantienen plena vigencia.
Sólo nos resta señalar que la narrativa de Martí invita a constituirse en lectores activos. En ese sentido, el análisis propuesto representa una particular lectura en estos términos, por cuanto dimensionar la profundidad valórica y humanista de "Nuestra América", queda abierta a cada lector.
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Autor:
Marisa Guzmán Munita
[1] Navarrete Orta, Luis., Discurso reflexivo y discurso literario en Nuestra Am?rica de Jos? Mart?. Universidad de La Habana, 1991, p?gina 24.
[2] White H., Metahistoria. La imaginaci?n hist?rica en la Europa del siglo XIX, FCE., 1992, p?gina 47
[3] Op., Cit., p?gina 28.
[4] MART?, Jos?. Nuestra Am?rica. Barcelona (Espa?a), Biblioteca Ayacucho, 2? edici?n, 1985.