Indice1. Introducción2. Prevención3. Detección5. Familias: respuestas según la capacidad6. SIDA y educación: círculos complejos7. Sarcoma de kaposi8. Sindrome de desgaste
El SIDA está causado por la infección por el VIH. Se caracteriza por una considerable bajada de los niveles de linfocitos T (LT) CD4+, lo que permite la aparición de determinadas enfermedades oportunistas que son, en definitiva, las que producen la muerte del paciente. La bajada en los niveles de LT CD4+ compromete la inmunidad humoral y celular del individuo puesto que estos linfocitos son imprescindibles para la activación de los linfocitos B, que dará lugar a células plasmáticas y células memoria, y para la proliferación de los linfocitos citotóxicos (CTL). Se considera que un individuo padece SIDA cuando está infectado por VIH y el recuento de LT CD4+ es menor de 200/µl, es decir, no es necesario que presente síntomas de ninguna enfermedad oportunista. De forma resumida, el desarrollo clínico del SIDA se puede dividir en tres fases: Infección primaria o viremia inicial: se caracteriza por la replicación del VIH en los linfocitos diana y su diseminación a los órganos linfoides. Se organiza una fuerte respuesta inmunitaria frente al VIH pero no se llega a eliminar totalmente la infección por lo que se pasa a la siguiente fase. Fase de latencia clínica: no se observan síntomas específicos pero el virus se replica rápidamente y el recuento de linfocitos en sangre baja de forma drástica. Tras unos 10 años se pasa a la última fase. Fase avanzada: se caracteriza por la aparición de enfermedades oportunistas en principio controlables pero que a lo largo de la fase van comprometiendo cada vez más la vida del paciente. Las infecciones más frecuentes son la neumonía debida a Pneumocystis carini, meningitis criptocócica por Cryptococcus neoformans y la toxoplasmosis por Toxoplasma gondii. Con frecuencia aparecen también neoplasias malignas como el sarcoma de Kaposi, linfoma de Burkitt y otros tumores de células B. Grupos de riesgo: Se podría definir un grupo de riesgo como un conjunto de personas que, por una determinada característica común, es más propenso a contraer una determinada enfermedad. En un principio se pensó que en el caso del SIDA sólo había dos grupos de riesgo, los homosexuales y los consumidores de drogas por vía intravenosa. Posteriormente saltó la alarma debido a la aparición de casos de infectados por transfusiones de sangre o hemoderivados contaminados. Por último, se sumó a los grupos anteriores el de los jóvenes heterosexuales con parejas no estables. A estos grupos hay que añadir el del personal de centros de salud y laboratorios.
SIDA: Virus Responsable.- VIH El VIH pertenece a la subfamilia Lentiviridae, dentro de la familia Retroviridae, es decir, es un retrovirus. El virión maduro del VIH-1 es esférico, con cápsida en forma de cono truncado. En la envuelta lipídica se aprecian las glucoproteínas gp120 y gp41. Esta última es de tipo transmembrana y se une a gp120 de forma no covalente. Otras glucoproteínas presentes pertenecen a la membrana de la célula huésped (HLA-II, MHC, etc.) En la nucleocápsida hay dos moléculas de ARNmc idénticas, de sentido positivo, por lo que se puede decir que se trata de un virus diploide. Junto a ellas, hay moléculas de transcriptaza inversa, proteasa y glucoproteínas de la nucleocápsida. Asociado al ARN hay un ARNt que actúa como cebador en la iniciación de la síntesis de ADN.
Estructura Genomica El VIH pertenece a la subfamilia Lentiviridae, dentro de la familia Retroviridae, es decir, es un retrovirus. El virión maduro del VIH-1 es esférico, con cápsida en forma de cono truncado. En la envuelta lipídica se aprecian las glucoproteínas gp120 y gp41. Esta última es de tipo transmembrana y se une a gp120 de forma no covalente. Otras glucoproteínas presentes pertenecen a la membrana de la célula huésped (HLA-II, MHC, etc.) En la nucleocápsida hay dos moléculas de ARNmc idénticas, de sentido positivo, por lo que se puede decir que se trata de un virus diploide. Junto a ellas, hay moléculas de transcriptaza inversa, proteasa y glucoproteínas de la nucleocápsida. Asociado al ARN hay un ARNt que actúa como cebador en la iniciación de la síntesis de ADN.
Regulación De La Expresión La regulación de la expresión del virus es un proceso complejo. La síntesis del ARN se produce en el núcleo celular a partir del ADN del pro virus. En las LTR se distinguen los dominios U3, R y U5, que tienen un papel decisivo en la regulación. U3 contiene los promotores y las secuencias TATAA para la iniciación de la ARNpol II de la célula. La proteína Tat actúa gracias a una secuencia del dominio R denominada TAR (elemento de respuesta a tat). La transcripción va a originar tanto ARN genómico como ARNm.
Ciclo biológico del virus. 1.- El VIH (virus de la inmunodeficiencia humana), debe penetrar en una célula humana para subsistir y reproducirse. El VIH es un retrovirus. 2.- El VIH se une a la membrana de la célula. 3.- El virus inyecta su ARN (ácido ribonucleico) a la célula y éste, gracias a la acción de una enzima (la transcriptaza inversa), se trasforma en ADN (ácido desixorribonucleico). 4.- El ADN viral se integra al ADN de la célula obligándola a fabricar nuevos virus.
El ciclo vital del VIH comienza con la unión de la gp120 a su ligando, la molécula CD4 de los LT CD4+ principalmente y de otras poblaciones celulares como macrófagos y diversas APC. Existen otras moléculas que actúan como correceptores. La función natural del CD4 es la de reconocer a las moléculas MHC II de linfocitos B y macrófagos, ya que los LT CD4+ sólo reconocen antígenos presentados por estas moléculas. La unión gp120-CD4 es de alta afinidad. Esta unión favorece un cambio estructural que permite a la gp41 la fusión de las membranas implicadas, con la consiguiente entrada de la nucleocápsida al citoplasma celular. Posteriormente, se liberan las cadenas de ARN y se produce la retrotranscripción de las mismas y la integración del virus en el genoma celular en forma de pro virus (ADN). Tras un periodo de latencia comienza la transcripción del pro virus para dar lugar a una nueva generación de virus. Los virus salen de la célula hospedadora por gemación. De esta forma adquieren la envuelta lipídica con las proteínas necesarias para poder infectar nuevas células.
Desde la XI Conferencia Internacional del SIDA, celebrada hace un año en Vancouver, se han abierto nuevas perspectivas sobre la infección VIH y el SIDA fundamentadas en dos pilares: el empleo de la medición de carga viral del VIH y las nuevas pautas de tratamiento con antirretrovirales. Estas perspectivas permiten ser optimistas y vislumbrar una luz en el fondo del túnel. (estas páginas se han actualizado con el tiempo, se conservan por su valor de perspectiva histórica)
Sin embargo se empiezan a oír comentarios que pueden reflejar la confusión de la creencia de que existen tratamientos que curan el SIDA y que puede inducir a error.
A la luz de los conocimientos actuales no existe un tratamiento antirretroviral que cure el SIDA; las potentes combinaciones de 3 o más antirretrovirales sólo han demostrado que retrasan la progresión del seropositivo a SIDA y mejoran su calidad de vida, lo que ya supone un gran logro y quizás en el futuro se pueda decir que curan o cronifican la infección VIH; pero aún no. A pesar del descenso de la carga viral a niveles que no son posibles de detectar con las actuales técnicas, no quiere decir que el virus ha desaparecido o que no exista ADN viral dentro del material genético de algunas células. Por lo tanto no se debe confundir 'indetectable' con 'inexistente'. También se tiene que tener presente que los descensos detectados en sangre no tienen porque corresponderse con descensos en, por ejemplo, secreciones sexuales.
En el momento actual es posible detectar al virus por carga viral o PCR a los pocos días del contagio (4-7 días) y se están ensayando regímenes de tratamiento temprano para ver si es posible erradicar el virus en los primeros momentos de la infección (unos pocos, 2-3, días tras ser expuesto a una potencial fuente de contagio). Sin embargo harán falta años para sacar conclusiones definitivas. Es cierto que la infección VIH puede ser una carrera 'contrarreloj', pero las precipitaciones iniciales y las estimaciones que se han hecho han sido con frecuencia erróneas; por lo tanto lo mejor es ser prudente y actuar a la luz de los conocimientos actuales, que además evolucionan con mucha rapidez. Por todo ello todos deberíamos tener presente que: Los tratamientos actuales no sabemos si pueden erradicar el VIH aún cuando se inicien precozmente. Aquí no ocurre como con la lúes o la gonorrea, un contacto sospechoso no se puede subsanar con una dosis de antimicrobianos. Por ello el sexo seguro sigue siendo la mejor practica para evitar un posible contagio de las enfermedades de transmisión sexual, entre ellas el SIDA. No se puede decir: 'da igual, mañana me tomo los antirretrovirales y solucionado…'. Además en la actualidad los tratamientos no se venden en las farmacias, tienen muchos efectos secundarios o indeseables de gravedad variable y no siempre será fácil acceder a ellos. Los seropositivos, mientras no se demuestre lo contrario, siguen siendo portadores del VIH aunque su carga viral sea indetectable. Por lo tanto deben evitar la transmisión del virus a otros adoptando o reafirmando practicas seguras; a su vez, podrán evitar reinfecciones.
Por lo tanto la PREVENCIÓN sigue siendo el mejor medio de lucha contra la infección VIH.
Puntos Que Se Deben Tomar En Cuenta
- Una relación ocasional, un sólo contacto, puede transmitir el VIH.
- Debería tomarse tiempo para conocer a la pareja e intimar, preguntarse sobre comportamientos pasados y actuales.
- Las relaciones sexuales, homo o heterosexuales, comportan un alto riesgo de transmisión del virus del SIDA.
- La presencia de otras enfermedades de transmisión sexual, lesiones genitales, favorece la transmisión del virus.
- La mayoría de las personas infectadas lo han sido en una relación sexual.
- El contacto de la boca con el esperma o las secreciones vaginales suponen un riesgo de transmisión cuando existen lesiones en la boca.
- La penetración anal es la que supone mayor riesgo
El preservativo es eficaz en la prevención de todas las enfermedades de transmisión sexual (ETS).
El preservativo masculino 1. Comprobar su fecha de caducidad y retirarlo de su envoltorio con precaución de no deteriorarlo. 2. Colocárselo en el pene en erección antes de cualquier penetración. 3. Si carece de depósito, crearlo dejando un espacio libre de 2 cm a lo largo de la punta del pene y apretar la punta del depósito para expulsar el aire. 4. Desenrollar el preservativo hasta la base del pene. 5. Para evitar que el esperma se derrame hay que retirarse y retirar el preservativo sujetándolo por la base antes del que pene se quede flácido. 6. El preservativo se debe utilizar sólo una vez y tirarlo a la basura con cuidado. 7. Evitar utilizar lubricantes de base grasa, como la vaselina, ya que pueden deteriorar el látex.
El preservativo femenino Consiste en una fina bolsista plástica con un anillo flexible en sus extremos; el anillo más pequeño se introduce en la vagina apretándolo para darle una forma alargada y con un dedo se empuja hacia el interior con el fin de adherirlo al cuello del útero. El otro anillo queda fuera de la vagina.
Al igual que el preservativo masculino sólo debe utilizarse una vez. Evitar la penetración vaginal o anal. Escoger actividades sexuales sin riesgo como pueden ser las caricias o la masturbación mutua. La forma más importante en la actualidad de transmisión del SIDA por la sangre es el uso compartido de los objetos que se utilizan para preparar e inyectarse drogas. 1. Abandonar las drogas o en su defecto su uso por vía parenteral (inyectadas). 2. Si a pesar del riesgo de transmisión del VIH se sigue siendo UDVP se debería: No compartir nunca los objetos utilizados para preparar e inyectarse la droga. Utilizar agujas y jeringuillas desechables y en su defecto desinfectar las usadas mediante alguno de los siguientes: Introducir jeringa y aguja varias veces en lejía y enjuagarla después con agua. Hervir jeringuilla y aguja en agua durante al menos 15 minutos. Enjuagar aguja y jeringuilla en agua e introducirlas en lejía diluida al menos 15 minutos. 3. No recibir ninguna sesión de acupuntura ni realizarse ningún tatuaje si las condiciones de esterilidad del material empleado ofrece pocas garantías. 4. No utilizar objetos de aseo personal de personas desconocidas. 5. No donar sangre si en los tres meses anteriores se ha estado expuesto a un comportamiento o situación de riesgo.
Al menos una quinta parte de los hijos de madres seropositivas pueden presentar riesgo de transmisión del SIDA. 1. Debería desaconsejarse el embarazo si alguno de los padres es seropositivo. 2. Se debería solicitar la prueba de detección en todos los embarazos especialmente cuando los padres han tenido o tienen comportamientos de riesgo. 3. El caso de estar embarazada y ser seropositiva se puede acoger a los supuesto de interrupción voluntaria del embarazo (aborto). 4. Si a pesar de todo se decide tener un hijo se debe buscar consejo y cuidados médicos.
La prueba que se realiza de manera rutinaria es un ELISA comercial, en fase sólida. Consiste en múltiples pocillos de microtitulación que contiene antígenos de las dos familias del virus. Sobre estos pocillos se deposita el suero que se quiere comprobar y se deja incubar. Posteriormente se añaden anticuerpos marcados anti-IgG humana. Se deja que reaccionen y se lava para eliminar los anticuerpos marcados que no se han unido a IgG. La prueba se basa en que si en el suero existe IgG específica para los antígenos del VIH el segundo anticuerpo que se añade se unirá a la IgG y al revelar la prueba aparecerá coloración. La sensibilidad de la prueba es muy alta, un 99.5%, pero su especificidad es baja por lo que hay gran número de falsos positivos.
Si el ELISA es positivo se debe confirmar con un western-blot o inmunotransferencia, que sirve para confirmar la infección. El western-blot se considera positivo si se detectan anticuerpos contra al menos dos de los antígenos víricos p24, gp41 o gp120. Un individuo con un ELISA positivo pero el western-blot negativo casi seguro no está infectado y el resultado del ELISA era un falso positivo. Durante la fase de seroconverisón los análisis basados en la detección de anticuerpos pueden dar resultados dudosos por lo que puede ser conveniente realizar pruebas que detecten directamente al virus o a sus antígenos. Para ello, se pueden utilizar el métodos de detección frente al antígeno p24, ELISA comercial o la técnica de la PCR (muy sensible para la detección del virus). Para seguir el curso de la enfermedad se suele utilizar la carga viral o el número de linfocitos CD4+.
El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), que causa el SIDA, ha desencadenado una epidemia mundial mucho más extensa que la que se predijo hace apenas una década. El ONUSIDA y OMS estiman que, a finales del año 2000, el número de personas que viven con el VIH o con SIDA se sitúa en 36,1 millones. Esa cifra es más de un 50% superior a la que proyectó en 1991 el Programa Mundial sobre el SIDA de la OMS a partir de los datos entonces disponibles. Los problemas que plantea el VIH varían enorme- mente de un lugar a otro, dependiendo de la magnitud y rapidez de la propagación del virus y de la existencia de un gran número de personas infecta- das que hayan empezado a enfermar o fallecer. • Excepto en África subsahariana, en todas las partes del mundo hay más varones que mujeres infectados por el VIH y que fallecen a causa del SIDA. El comportamiento de los varones – influido a menudo por creencias culturales perjudiciales sobre la masculinidad – los convierte en víctimas propiciatorias de la epidemia. En total, se estima que durante el año 2000 se infectaron 2,5 millones de varones de 15 a 49 años de edad, lo que eleva a 18,2 millones el número de varones adultos que, a finales de año, viven con el VIH o con SIDA. El comporta- miento masculino también contribuye a la infección por el VIH en las mujeres, que a menudo tienen menos poder para determinar dónde, cuándo y cómo se llevan a cabo las relaciones sexuales. Los hombres marcan la diferencia – el lema de la Campaña Mundial contra el SIDA del presente año – reconoce esos factores y hace hincapié en el enorme potencial de los varones para marcar diferencias cuando se trata de frenar la transmisión del VIH, cuidar a los familiares infectados y ocuparse de los huérfanos y otros supervivientes de la epidemia. • Durante el año 2000, en la Federación de Rusia se han producido más nuevas infecciones por el VIH que en el conjunto de todos los años previos de la epidemia. Teniendo en cuenta también la expansión durante los próximos 10 años el SIDA recortará en un 20% el presupuesto gubernamental, erosionará los progresos de desarrollo y dará lugar a una reducción del 13% en los ingresos de las familias más pobres. • La ampliación de la respuesta a la epidemia en África es imperativa y financieramente asequible. Estableciendo unas metas de cobertura ambiciosas pero alcanzables, los países necesitarían por lo menos US$ 1.500 millones anuales para poner en marcha medidas de prevención con el fin de reducir el riesgo del VIH en su población, incluidos los lactantes, jóvenes, trabajadores y receptores de transfusiones sanguíneas. Para las personas con el VIH y sus familias, la factura de los cuidados paliativos para el dolor y el malestar, del tratamiento y prevención de las infecciones oportunistas y del cuidado de los huérfanos se situaría al menos en US$ 1.500 millones anuales. La adición de terapia antirretrovírica costaría algunos miles de millones de dólares más cada año. Europa oriental y Asia central A finales de 1999, la cifra estimada de adultos y niños que vivían con el VIH o con SIDA en Europa oriental y en los países de la antigua Unión Soviética era de 420 000. Justo un año después, una estimación conservadora sitúa esa cifra en 700 000. La mayoría del cuarto de millón de adultos que se han infectado en el 2000 son varones, en su mayor parte consumidores de drogas intravenosas. A lo largo del año han aparecido nuevas epidemias en usuarios de drogas intravenosas de Uzbekistán y Estonia, un país que ha comunicado muchos más casos de VIH que en cualquier año anterior. El VIH no muestra signos de frenar su crecimiento exponencial en la Federación de Rusia. A juzgar por el número de casos comunicados a lo largo de los nueve primeros meses del presente año, las nuevas infecciones egistradas durante el 2000 pueden alcanzar perfectamente la cifra de 50 000, que es muy superior al total de 29 000 infecciones producidas en el país entre 1987 y 1999. Sin embargo, incluso este incremento masivo subestima el crecimiento real de la epidemia: según estimaciones rusas, el sistema nacional de registro capta sola- mente una fracción de las infecciones. Las prácticas peligrosas de inyección de drogas intravenosas siguen constituyendo el principal propulsor de la transmisión del VIH en este enorme país. En muchos países de Europa oriental y Asia central, la lucha contra la epidemia se está desenvolviendo en un cúmulo de circunstancias muy complejo. La inestabilidad socioeconómica en la región tiende a alimentar el consumo de drogas y el comercio sexual, favoreciendo así la propagación del VIH. Sin embargo, un hecho más esperanzador es que las reformas políticas y jurídicas han empezado a crear marcos más eficaces para la prevención del VIH. Por ejemplo, en vez de confiar en evaluaciones masivas e ineficaces de la población para rastrear y controlar el VIH, la mayoría de los países está utilizando una amplia variedad de cauces para informar y educar a sus ciudadanos acerca del virus. En Belarús, un comité interministerial reúne 12 ministerios diferentes en una respuesta al SIDA que va desde medidas para la reducción del daño destinadas a usuarios de drogas intravenosas hasta campañas de sensibilización a cargo de la compañía nacional de ferrocarriles.La implicación de casi todos los ministerios y comités estatales contribuyó a alcanzar una reducción en el número total de infecciones comunicadas anualmente entre 1996 y 1999. Los esfuerzos de prevención han resultado particularmente satisfactorios entre los adolescentes. En Kazajstán, una pequeña ONG de la capital, Astana, envía a las calles a su equipo de prevención formado por ocho varones (que también tocan música en una sala de rock) para que suministren preservativos e información sobre relaciones sexuales seguras a los profesionales del sexo que trabajan allí. El equipo también acompaña a los profesionales del sexo a un dispensario ambulatorio donde pueden recibir tratamiento confidencial y gratuito para sus infecciones de transmisión sexual. Esto supone un distanciamiento significativo respecto al enfoque tradicional de la región, consistente en detenciones y evaluaciones sistemáticas obligatorias. La región también está implantando cada vez más sistemas adecuados de vigilancia del VIH en poblaciones "centinela"; por ejemplo, profesionales del sexo, mujeres embarazadas, consumidores de drogas intravenosas o personas con una infección de transmisión sexual. La República Checa y Eslovenia ya pueden enorgullecerse de sus excelentes sistemas de vigilancia centinela del VIH, que figuran entre los mejores de Europa. Aunque el número anual de nuevos casos registra- dos en Ucrania parece haber disminuido desde 1997, el virus podría estar adentrándose en la población general, a juzgar por los datos de la infección por el VIH constatados recientemente en mujeres embarazadas. Ucrania ha puesto en práctica un sistema de vigilancia centinela de alta calidad que cabe esperar que proporcione una panorámica más clara de las tendencias de la infección en el futuro. También en Ucrania, una ley crucial aprobada en 1998 ratificó el principio de las pruebas voluntarias del VIH y de la educación general sobre el SIDA. En la que representa quizá la prueba más difícil para el nuevo enfoque nacional frente a la epidemia, un studio reciente ha confirmado que en las prisiones de Ucrania ya no se realizan evaluaciones sistemáticas obligatorias de nternos ni se aísla a los que resultan VIH-positivos. Este giro radical se ha alcanzado gracias a un proyecto innovador que podría constituir un modelo para la reforma penitenciaria y el SIDA en la región. Sin embargo, al igual que muchos de los países vecinos, Ucrania se enfrenta a restricciones presupuestarias tan severas que tiene dificultades incluso para alimentar a sus prisioneros, y no digamos para proporcionarles preservativos, desinfectantes, jeringas y agujas.
Asia Se estima que, en el Asia meridional y sudoriental, a lo largo del año 2000 han contraído la infección unos 700 000 adultos, 450 000 de ellos varones. Esas estimaciones están en consonancia con los conocidos comportamientos de riesgo en la región, en la que los varones no sólo constituyen la mayoría de los consumidores de drogas intravenosas sino que, además, están contribuyendo a impulsar la primera oleada de transmisión sexual del VIH, en gran parte a través del comercio sexual, pero también, en menor medida, de los varones que tienen relaciones sexuales con varones. En conjunto, las estimaciones para finales de 2000 indican que en la región hay 5,8 millones de adul- tos y niños que viven con el VIH o con SIDA. Bangla Desh ha dado el paso impresionante de controlar el VIH y los comportamientos de riesgo en una etapa muy temprana de su epidemia. Después de una primera iniciativa de vigilancia efectuada hace dos años, entre agosto de 1999 y mayo de 2000, se emprendió un segundo esfuerzo centrado en las pruebas del VIH y la sífilis y los estudios de comportamiento. El trabajo se llevó a cabo en colaboración con ONG y asociados gubernamentales, que incluían dispensarios para profesionales del sexo, programas de intercambio de agujas y centros de desintoxicación de drogas. Aunque los estudios pusieron de manifiesto toda una gama de factores de riesgo, como las prácticas peligrosas de inyección de drogas intravenosas y el uso inadecuado de preservativos, las tasas de infección por el VIH son hasta ahora muy bajas. La región de Asia oriental y el Pacífico sigue manteniendo a raya el VIH en la mayor parte de su enorme población. A lo largo del año se infectaron unos 130 000 adultos y niños. Esto sitúa en 640 000 el número de personas que viven con el VIH o con SIDA a finales del año 2000, lo que representa tan sólo un 0,07% de la población adulta de la región, en comparación con una tasa de prevalencia del 0,56% en el Asia meridional y sudoriental. No obstante, la epidemia en Asia oriental dispone de mucho espacio para el crecimiento. El comercio sexual y el uso de drogas ilegales son prácticas extendidas, al igual que la migración y la movilidad entre fronteras y dentro de los propios países. Con más de cien millones de personas implicadas, China, en concreto, está experimentando movimientos de población de una envergadura mucho mayor que cualquier otro que se haya producido en la historia. Asimismo, después de haber erradicado prácticamente las infecciones de transmisión sexual durante los años sesenta, China asiste en la actualidad a un incremento repentino de estas tasas que, a la larga, podría traducirse en una mayor propagación del VIH. Dado que la epidemia de Asia se cuece a fuego lento, persiste el riesgo de complacencia acerca de los peligros del VIH. Un reto importante consistirá en mantener tasas altas de uso de preservativos en lugares donde éstas ya se hayan alcanzado. Los niveles elevados de uso de preservativos no sólo protegen a las personas implicadas de inmediato, sino que también evitan lo que podría convertirse en una larga cadena de transmisión.
África del Norte y Oriente Medio Debido a la insuficiencia de datos, entre 1994 y 1999 se realizaron pocas nuevas estimaciones de la infección por el VIH en los países de esta región. Algunos datos recientes, sin embargo, indican que las nuevas infecciones están aumentando. Por ejemplo, los estudios realizados en el sur de Argelia revelan tasas de aproximadamente el 1% en mujeres embarazadas que acuden a dispensarios prenatales, y los centros de vigilancia en el norte y el sur del Sudán indican que el VIH se está propagando entre la población general. Con una estimación de 80 000 nuevas infecciones en la región durante 2000, a finales de año el número de adultos y niños que viven con el VIH o con SIDA alcanzará los 400 000.
América Latina y el Caribe La epidemia en América Latina es un mosaico complejo de patrones de transmisión en el que el VIH continúa propagándose a través de las relaciones sexuales entre varones, las relaciones sexuales entre varones y mujeres y el uso de drogas intravenosas. Se estima que en esa región 150 000 adul- tos y niños contrajeron la infección a lo largo de 2000. En muchos países, gracias a la terapia antirretrovírica, las personas VIH-positivas viven más tiempo y en condiciones más saludables. Se estima que, a finales del presente año, 1,4 millones de adultos y niños de la región viven con el VIH o con SIDA encomparación con 1,3 millones a finales de 1999.Cuando el VIH se propaga principalmente dentro de un pequeño grupo de población, como los varones que tienen relaciones sexuales con varones, existe un límite provisional en el número de personas expuestas (aunque la bisexualidad y el consumo de drogas pueden stablecer puentes con la población general). Sin embargo, en los lugares donde el VIH se transmite por medio de relaciones sexuales entre varones y mujeres, existe un riesgo inmediato para una proporción mucho más grande de la población total. Ése es el patrón de transmisión vigente en el Caribe, donde las tasas del VIH son las más altas del mundo fuera de África. Aunque los ministerios de salud en el Caribe son conscientes desde hace tiempo de la epidemia galopante y de susimplicaciones para la región, una serie de reuniones de alto nivel durante el año 2000 ha abierto las puertas a una nueva etapa de sensibilización pública y relieve del SIDA. En junio, en una reunión del Grupo Caribeño para la Cooperación en Materia de Desarrollo Económico organizada por el Banco Mundial, los primeros ministros y los ministros de finanzas se centraron en el SIDA como un problema fundamental de desarrollo para el periodo 2000-2020. En julio, los jefes de gobierno de la Comunidad del Caribe (CARICOM) reconocieron públicamente que la epidemia amenaza con invertir los logros de desarrollo alcanzados por la región durante las tres últimas décadas. Esos encuentros fueron seguidos por una reunión de alto nivel sobre el VIH/SIDA, organizada por el Primer Ministro de Barbados en septiembrede2000. Con la asistencia de primeros ministros y otros representantes de gabinetes de la región, así como de donantes bilaterales y funcionarios del Banco Mundial y el sistema de las Naciones Unidas, la reunión de Barbados marcó un hito por lo que se refiere al compromiso político para luchar contra la epidemia y a las nuevas promesas de financiación, especialmente por parte de los Países Bajos. Para ayudar a potenciar la acción, el Banco Mundial anunció un programa de nuevos préstamos para intervenciones contra el VIH/SIDA en la región, por un importe total de US$ 85-100 millones. El primer ministro de Barbados, que está a punto de asumir la presidencia de CARICOM, ha puesto el SIDA en el orden del día de la reunión que deberá celebrarse en febrero de 2001. Cabe esperar que, en ese momento, la CARICOM emprenda oficialmente una asociación caribeña contra el VIH/SIDA. Países ricos La noticia en los países más ricos del mundo es que los esfuerzos de prevención están estancados. Aunque la incidencia del VIH no se rastrea mediante vigilancia centinela nacional, la información disponible indica que el número de personas infectadas de novo no es menor este año que el pasado. En conjunto, a lo largo de 2000, se estima que han contraído el VIH 30 000 adultos y niños en Europa occidental y 45 000 en América del Norte. La prevalencia total del VIH ha aumentado ligeramente en ambas regiones, debido sobre todo a que la terapia antirretrovírica está prolongando la vida de las personas VIH-positivas. Todavía se están produciendo miles de nfecciones a través de las prácticas sexuales peligrosas entre varones. En un momento en que pocos varones gay jóvenes han visto fallecer a amigos a causa del SIDA y en que algunos consideran erróneamente que los antirretrovíricos tienen poder curativo, existe una complacencia creciente acerca de los riesgos del VIH, a juzgar por algunos informes de comportamientos de mayor riesgo sexual, principalmente entre varones jóvenes. Un problema que subsiste para la prevención es el estigma persistente de la homosexualidad, que puede dificultar el crecimiento de los muchachos que se sienten "diferentes"; muchos de ellos acabarán exponiéndose a una vulnerabilidad y unos riesgos innecesarios.
En cualquier caso, las deficiencias de prevención están repercutiendo por encima de todo en los consumidores de drogas intravenosas y sus familias, que se cree que representan el grueso de las nuevas infecciones en muchos de los países con ingresos elevados. La mayoría de esas infecciones podría haberse evitado. Los programas de prevención consistentes en educación sobre el SIDA, fomento del preservativo, intercambio de agujas y tratamiento farmacológico (que puede incluir el suministro de metadona, una sustancia que no se inyecta) han demostrado su eficacia no sólo en los países alta- mente industrializados sino también en economías en fase de transición, como Belarús, donde un pro- grama para la reducción del daño logró evitar más de 2000 casos de infección durante su segundo año de funcionamiento, con un costo aproximado de US$ 29 por infección prevenida. En los Estados Unidos, igualmente, un estudio reciente ha llegado a la conclusión de que prevenir los casos de SIDA mediante la reducción del daño resulta económica- mente razonable. Lo que se requiere es la voluntad política de aplicar medidas realmente eficaces y llegar a las personas de los colectivos marginales.
África subsahariana En África, al sur del desierto del Sahara, se estima que 3,8 millones de adultos y niños se infectaron durante el 2000, lo que, a finales de año, eleva a 25,3 millones el número total de personas que viven con el VIH/SIDA en la región. Durante el mismo periodo, millones de africanos infectados en años previos han empezado a experimentar problemas de salud, y 2,4 millones, en una etapa más avanzada de la infección, han fallecido a causa de enfermedades relacionadas con el VIH. Así pues, la región sigue enfrentándose a un triple reto de magnitud colosal: • Proporcionar asistencia sanitaria, apoyo y solidaridad a una población creciente de personas con enfermedades relacionadas con el VIH. • Reducir la tasa anual de nuevas infecciones, capacitando a las personas para que se protejan a sí mismas y protejan a los demás. • Afrontar el impacto acumulativo de más de 17 millones de fallecidos por el SIDA sobre los huérfanos y otros supervivientes, as comunidades y el desarrollo nacional.Aunque África subsahariana vuelve a encabezar la lista de regiones con el mayor número anual de nuevas infecciones, tal vez se vislumbre una tendencia en el horizonte: aparentemente, la incidencia regional del VIH se está estabilizando. Dado que las epidemias africanas de larga duración ya han afectado a un gran número de personas cuyo comportamiento las expone al VIH, y puesto que las medidas preventivas eficaces en algunos países han capacitado a las personas para reducir su riesgo de exposición, el número anual de nuevas infecciones se ha estabilizado, o incluso ha disminuido, en algunos países. Esos descensos han empezado a equilibrar ahora las tasas de infección aún crecientes en otras partes de África, en especial la zona meridional del continente. En conjunto, pues, en el año 2000 las nuevas infecciones han totalizado 3,8 millones, algo menos que el total regional correspondiente a 1999, que fue de 4,0 millones. Sin embargo, esta tendencia no se mantendrá si países como Nigeria empiezan a experimentar una expansión rápida. Por el momento, la prevalencia total del VIH – el total regional de personas que viven con el VIH o con SIDA – sigue aumentando porque todavía hay, cada año, más personas que contraen nuevas infecciones que personas que fallecen a causa de la enfermedad. Sin embargo, a medida que las personas infectadas hace años fallezcan por enfermedades relacionadas con el VIH (se estima que, en ausencia de terapia antirretrovírica, la supervivencia promedio es aproximadamente de 8-10 años), aumentará la mortalidad por SIDA. En el año 2000, la mortalidad asociada al SIDA totalizó 2,4 millones de personas, en comparación con 2,2 millones en 1999. En los próximos años, a menos que exista un acceso mucho más amplio a terapias que prolongan la vida, y a condición de que no vuelvan a aumentar las nuevas infecciones, cabe esperar que el número de africanos supervivientes VIH-positivos se estabilice y finalmente disminuya, conforme el SIDA se cobra la vida de los que estaban infectados hace tiempo. En África subsahariana, las tasas nacionales de prevalencia del VIH (publicadas en el Informe sobre la epidemia mundial de VIH/SIDA – junio de 2000, del ONUSIDA) siguen variando ampliamente entre los distintos países. Oscilan desde menos del 2% de la población adulta en algunos países de África occidental hasta cerca del 20% o más en la zona meridional del continente, con tasas intermedias en los países de la región central y oriental de África. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que las tasas de prevalencia no reflejan el riesgo que tienen las personas de contraer la infección y fallecer a causa del SIDA a lo largo de su vida. En los ocho países africanos con tasas de infección en adultos iguales o superiores al 15%, algunos análisis con- servadores indican que el SIDA se cobrará la vida de aproximadamente un tercio de los muchachos que actualmente tienen 15 años. ¿Cómo está respondiendo África al VIH? Tal como se aprecia en los apartados anteriores de la presente actualización de la epidemia, el VIH ha penetrado en todos los países del planeta. Pero, por desgracia, el cuadro de la página 5 muestra claramente que hay un continente mucho más afectado por el SIDA que cualquier otro. África alberga el 70% de los adultos y el 80% de los niños que viven actualmente con el VIH en el mundo, y ha enterrado a las tres cuartas partes de los más de 20 millones de personas que han fallecido en todo el mundo a causa del SIDA desde el comienzo de la epidemia. Más allá del sufrimiento personal que acompaña a la infección por el VIH dondequiera que se produzca, el virus amenaza con devastar comunidades enteras e invertir décadas de progreso hacia un futuro más próspero y saludable en África subsahariana. En los siguientes apartados examinaremos cómo incide el SIDA en la vida y los medios de subsistencia de los varones, mujeres y niños de los países más afectados, especialmente los de Africa meridional. La información presentada pone de manifiesto dos cosas. La primera es que la devastación causada por el VIH es muy real, con independencia de que sus repercusiones se midan en cuanto a la infraestructura empresarial o las perspectivas futuras para los niños. El segundo hilo de conexión a lo largo del presente informe es que la epidemia está estimulando una nueva facultad de adaptación. Los gobiernos, empresas, familias y comunidades se están adaptando – con mayor o menor esfuerzo y dolor – al nuevo panorama que está configurando la epidemia. Esto ilustra la capacidad estimulante de toda la población africana para afrontar nuevos retos justo cuando la situación parece más desesperada.
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