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Reflexiones sobre nuestra relacion con Dios (página 7)


Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7

Es difícil creer que todavía os hagáis esta pregunta. Me resulta difícil de imaginar. ¡Ha habido tantos informes, de fuentes extremadamente fidedignas, acerca de experiencias de vidas pasadas…! Algunas de estas personas han aportado descripciones sorprendentemente detalladas de los acontecimientos, y el hecho de que sus datos hayan sido totalmente comprobables ha eliminado cualquier posibilidad de que fueran inventados o de que, de algún modo, engañaran a los investigadores y a sus seres queridos.

Puesto que insistes en la exactitud, te diré que has vivido 647 vidas pasadas. Esta es la que hace 648. En ellas, has sido de todo: rey, reina, siervo; profesor, estudiante, maestro; macho, hembra; guerrero, pacifista; héroe, cobarde; asesino, salvador; sabio, loco. ¡Has sido todo eso!

No, no existe la "deuda kármica" ni nada que se le parezca; no en el sentido que tú le das en esta pregunta. Una deuda es algo que se debe pagar, que se está obligado a pagar. Vosotros no estás obligados a hacer nada.

No obstante, hay ciertas cosas que queréis hacer, que decidís experimentar. Y algunas de esas decisiones dependen de – su deseo ha sido creado por – lo que habéis experimentado anteriormente.

Esto es lo que más se puede aproximar a eso que llamáis karma.

Si el karma es el deseo innato de ser cada vez mejor, de ser cada vez mayor, de evolucionar y de crecer, y de contemplar los acontecimientos y experiencias pasados desde esta perspectiva; entonces, sí, el karma existe.

Pero no exige nada. Nada en absoluto. Eres, como has sido siempre, un ser con libre albedrío.

  • A veces tengo la sensación de ser un médium. ¿Existe algo parecido a "ser un médium"? ¿Lo soy yo? La gente que afirma que lo es ¿"pacta con el diablo"?

Sí, existe algo parecido a ser un médium. Tú lo eres. Todo el mundo lo es. No hay nadie que no posea eso que llamáis facultades extrasensoriales; lo que ocurre simplemente es que hay personas que no las utilizan.

Utilizar vuestras facultades extrasensoriales no es más que utilizar vuestro sexto sentido.

Evidentemente, eso no es "pactar con el diablo", pues entonces Yo no os habría dado ese sentido. Y, por supuesto, no existe ningún diablo con el que pactar.

Algún día – quizás en el Libro Dos – te explicaré exactamente como funcionan la energía psíquica y las facultades extrasensoriales.

¿Va a haber un Libro Dos?

Sí. Pero primero terminemos con éste.

  • ¿Es correcto ganar dinero haciendo el bien? Si yo decido realizar una obra de reconciliación en el mundo – la obra de Dios – ¿puedo hacerlo y, a la vez, disfrutar de abundancia económica? ¿O bien ambas cosas son mutuamente excluyentes?

Ya hemos tratado de eso.

  • ¿Es bueno el sexo? ¡Vamos, que cuál es el meollo de esta experiencia humana! ¿El objetivo del sexo es puramente la procreación, como afirman algunas religiones? ¿Es cierto que la santidad y la iluminación se obtienen mediante la negación – o transmutación – de la energía sexual? ¿Es correcto practicar el sexo sin amor? La sensación física ¿es suficiente razón para justificarlo?

¡Claro que el sexo es "bueno"! Una vez más: si Yo no quisiera que jugaras a determinados juegos, no os habría dado los juguetes. ¿Acaso les das tú a tus hijos cosas con las que no quieres que jueguen?

Juega con el sexo. ¡Juega! Es una maravillosa diversión. ¡Vaya! Si hablamos estrictamente de experiencias físicas, es precisamente la mayor diversión que podéis tener con vuestro cuerpo.

Pero ¡por el amor de Dios!, no destruyas la inocencia sexual ni el placer y la pureza de la diversión, la alegría, haciendo un mal uso del sexo. No lo utilices como instrumento de poder, o con un propósito oculto; para la gratificación del propio ego, o para ejercer la dominación; para cualquier propósito distinto de la más pura alegría y el más elevado éxtasis, dado y compartido, que es el amor, y el amor recreado, que es nueva vida. ¿Acaso no he elegido una deliciosa manera de que os multipliquéis?

Respecto a la negación, ya hemos tratado antes de ella. Nunca se ha alcanzado nada sagrado a través de la negación. Sin embargo, los deseos cambian a medida que se vislumbran realidades cada vez mayores. Por lo tanto, no resulta inusual que determinadas personas simplemente deseen menos, o ninguna, actividad sexual; o, por lo mismo, reduzcan algunas de las actividades del cuerpo. Para algunos, las actividades del alma pasan a un primer plano y se consideran, con mucho, las más placenteras.

La moraleja sería: cada uno a lo suyo, y sin juzgar a los demás.

La respuesta a la última parte de tu pregunta sería: no necesitas tener una razón para nada. Simplemente, sé la causa.

Sé la causa de tú experiencia.

Recuerda que la experiencia produce el concepto de Yo, el concepto produce creación, y la creación produce experiencia.

¿Quieres experimentarte a ti mismo como una persona que practica el sexo sin amor? ¡Adelante! Lo harás en tanto no quieras otra cosa. Y lo único que hará – que puede hacer – que abandones esta conducta, o cualquiera, es que en ti surja un nuevo pensamiento acerca de Quien Eres. Es así de sencillo; y así de complejo.

  • ¿Por qué hiciste del sexo una experiencia humana tan buena, tan impresionante y tan poderosa, si todo lo que debemos hacer es apartarnos de él todo lo posible? ¿Qué pasa? En este sentido, ¿por qué todas las cosas divertidas "engordan, están prohibidas o son pecado"?

Con lo que acabo de decir, he contestado también a la última parte de esta pregunta. Todas las cosas divertidas no engordan, están prohibidas o son pecado. No obstante, vuestra vida constituye un interesante ejercicio a la hora de definir qué es o no divertido.

Para algunos, "divertido" se refiere a sensaciones del cuerpo. Para otros, "divertido" puede ser algo completamente distinto. Todo depende de quién pienses que eres y de qué estés haciendo.

Hay mucho más que decir acerca del sexo de lo que hemos dicho aquí; pero nada más importante que esto: el sexo es alegría, y muchos de vosotros habéis hecho del sexo algo totalmente diferente.

Sí, el sexo también es santo. Pero la alegría y la santidad son compatibles (en realidad, son la misma cosa), y muchos de vosotros pensáis que no lo son.

Vuestras actitudes ante el sexo constituyen un microcosmos de vuestras actitudes ante la vida. La vida debería ser alegría, celebración, y se ha convertido en una experiencia de "no tener nunca bastante", de temor, ansiedad, envidia, rabia y tragedia. Y lo mismo puede decirse respecto al sexo.

Habéis reprimido el sexo, igual que habéis reprimido la vida, en lugar de verlo como la plena expresión del Yo, como entrega y alegría.

Habéis deshonrado el sexo, como habéis deshonrado la vida, calificándolo de malo y de cruel, en lugar de verlo como el más alto don y el mayor placer.

Antes de que protestes y me digas que no habéis deshonrado la vida, fíjate en vuestras actitudes colectivas respecto a ella. Cuatro de cada cinco personas en todo el mundo consideran la vida como una desgracia, una tribulación, un período de prueba, una deuda kármica que se debe pagar, una escuela dónde hay que aprender duras lecciones, y, en general, una experiencia que se debe soportar mientras se espera la verdadera alegría, la que viene después de la muerte.

Es deshonrar la vida el que tantos de vosotros penséis de ese modo. Resulta, pues, poco sorprendente que hagáis extensiva esta deshonra al propio acto que crea la vida.

La energía que subyace al sexo es la misma energía que subyace a la vida, ¡que es la vida! El sentimiento de atracción y el deseo – intenso y, a menudo urgente – de acercarse unos a otros, de hacerse uno, constituye la dinámica esencial de todo lo que vive. Lo he incorporado a todo. Es innato, inherente, interno a Todo lo que Es.

Los códigos morales, las constricciones religiosas, los tabúes sociales y las convenciones emocionales que habéis establecido en torno al sexo (y, por cierto, también en torno al amor y todo lo relativo a la vida) han hecho que para vosotros resulta prácticamente imposible celebrar vuestro ser.

Desde el principio de los tiempos, todo hombre a deseado siempre amar y ser amado. Y desde el principio de los tiempos, el hombre a hecho todo lo que estaba en su mano para que eso resultara imposible. El sexo constituye una extraordinaria expresión de amor; de amor a otro, de amor a Sí mismo, de amor a la vida. ¡Deberíais, pues, amarlo! (Y lo hacéis; pero no podéis decirle a nadie que lo hacéis; no os atrevéis a demostrar cuanto lo amáis, pues os llamarían pervertidos. Sin embargo, es esta idea la que lo constituye una perversión.)

En nuestro próximo libro, consideraremos el sexo con mucho mayor detalle; exploraremos con más detenimiento su dinámica, puesto que se trata de una experiencia y de una cuestión con implicaciones dramáticas a escala global.

Por ahora – y en tu caso -, simplemente debes saber esto: Yo no os he dado nada que sea deshonroso; y menos vuestro propio cuerpo y sus funciones. No hay ninguna necesidad de ocultar vuestro cuerpo ni sus funciones; ni vuestro amor a ellas, y a los demás.

Vuestros programas de televisión no tienen ningún problema en mostrar la violencia desnuda, pero en cambio no se atreven a mostrar el amor desnudo. Toda vuestra sociedad refleja esta escala de valores.

  • ¿Hay seres vivos en otros planetas? ¿Nos han visitado? ¿Nos están observando? ¿Veremos alguna evidencia irrefutable e indiscutible – de vida extraterrestre durante nuestra vida? ¿Cada forma de vida tiene su propio Dios? ¿Y Tú eres el Dios de todas ellas?

Sí a la primera parte. Sí a la segunda. Sí a la tercera. No puedo contestar a la cuarta, puesto que ello requeriría que Yo predijera el futuro; y eso es algo que no voy a hacer.

No obstante, hablaremos mucho más acerca de eso llamado el futuro en el Libro Dos; y hablaremos de la vida extraterrestre y de la(s) naturaleza(s) de Dios en el Libro Tres.

¡Ah!, pero ¿va a haber también un Libro Tres?

Permíteme que esboce el plan.

El Libro Uno tiene que contener verdades básicas, conocimientos primarios, y tratar de cuestiones personales esenciales.

El Libro Dos debe contener verdades de mucho mayor alcance, conocimientos mucho más importantes, y tratar de asuntos mundiales.

El Libro Tres tiene que contener las mayores verdades que seáis capaces de entender, y tratar de cuestiones universales, cuestiones relacionadas con todos los seres del universo.

Ya veo. ¿Es un orden?

No. Si preguntas eso es que no has entendido nada de lo que hay en este libro.

Tú has elegido realizar esta obra; y has sido elegido. El círculo está completo. ¿Lo entiendes?

Sí.

  • ¿Se realizará alguna vez la utopía en el planeta Tierra? ¿Se mostrará alguna vez Dios a las gentes de la Tierra, como prometió? ¿Habrá algo parecido a la Segunda Venida? ¿Habrá alguna vez un Fin del Mundo, o un apocalipsis, tal como lo profetiza la Biblia? ¿Hay una religión que sea la verdadera? Y si es así, ¿Cuál de ellas?

Todo eso por sí sólo constituye un libro, y la mayor parte será tratado en el Volumen Tres. He preferido que este volumen inicial se limitara a asuntos más personales, a cuestiones más prácticas. En posteriores entregas pasaré a ocuparme de cuestiones con implicaciones a escala mundial y universal.

¿Ya esta? ¿Es todo de momento? ¿Ya no vamos a hablar más aquí?

¿Ya me hechas de menos?

¡Pues sí, porque lo hemos pasado bien! ¿Lo dejamos aquí?

Necesitas un pequeño descanso. Y tus lectores también. Aquí hay mucho que asimilar; mucho contra lo que luchar; mucho sobre lo que meditar. Tómate tu tiempo. Reflexiona; medita sobre ello.

No te sientas abandonado. Yo siempre estoy contigo. Si tienes preguntas que hacerme, preguntas cotidianas – como sé que tienes ahora mismo -, y quieres continuar, ten en cuenta que puedes acudir a Mí para que te conteste. No es necesario que sea en forma de libro.

No es este el único modo en que Yo te hablo. Escúchame en la verdad de tu alma. Escúchame en los sentimientos de tu corazón. Escúchame en el silencio de tu mente.

Óyeme en todas partes. Cada vez que tengas una pregunta, simplemente debes saber que ya la he contestado. Luego abre los ojos a tu mundo. Mi respuesta puede hallarse en un artículo ya publicado; en el sermón ya escrito y a punto de ser pronunciado; en la película que se está rodando; en la canción que ayer se acabó de componer; en las palabras que está a punto de decir un ser querido; en el corazón de un nuevo amigo que estamos a punto de hacer.

Mi Verdad está en el susurro del viento, en el murmullo del arroyo, en el estampido del trueno, en el tamborileo de la lluvia.

Es el tacto de la tierra, la fragancia del lirio, el calor del sol, la atracción de la luna.

Mi Verdad – y tu más segura ayuda en los momentos de necesidad – es tan sobrecogedora como el cielo nocturno, y tan simple e incontrovertiblemente confiada como el balbuceo de un niño.

Es tan potente como el latido del corazón, y tan silenciosa como el aliento contenido en unión conmigo.

No te dejaré, no puedo dejarte, puesto que eres Mi creación y Mi producto, Mi hija y Mi hijo, Mi propósito y…

Yo mismo.

Acude a mí, pues, cada vez y en cualquier circunstancia en que te alejes de la paz que Yo soy.

Yo estaré ahí.

Con la Verdad.

Y la Luz.

Y el Amor.

FIN DEL LIBRO

* * *

CONVERSACIONES CON DIOS 1

NEALE DONALD WALSH

En este primer volumen comienzan a revelarse verdades y reflexiones muchas de ellas conocidas por la mayoría de nosotros, pero lamentablemente, muy poco puestas en práctica en la vida cotidiana.

Y algunas de ellas sorprendentes, pero sencillas en su análisis. Y buscando en la parte lógica de nuestro cerebro mundano, entendibles.

Y lo que es mejor aún, VIVIBLES, sin tener que hacer nada más que aceptar querer vivir mejor lo cual suele ser difícil de lograr.

Por supuesto requiere analizar cada punto y ponerlo en práctica.

Por ejemplo: Comienza explicando cómo El se comunica con nosotros. Nos dice que principalmente se comunica con nosotros a través de la experiencia, y luego el sentimiento. Luego con el pensamiento y las imágenes. Y finalmente las palabras, como un medio más restringido, dada su limitación.

Nos indica la importancia de discernir "Cuales mensajes provienen de DIOS y cuales de otras fuentes". Y a modo de ayuda para entender más claro, nos dice "QUE NUESTRO PENSAMIENTO MAS ELEVADO, NUESTRA PALABRA MAS CLARA, Y NUESTRO SENTIMIENTO MÁS GRANDIOSO, PROVIENEN SIEMPRE DE ÉL. Todo lo demás proviene de otras fuentes.

Y nos recuerda que el pensamiento más elevado es aquel que encierra Alegría. Las palabras más claras son aquellas que encierran Verdad. El sentimiento más grandioso, es el llamado Amor.

Importante reflexión cuando nos dice que muchas veces sus mensajes no son tenidos en cuenta porque parecen demasiado buenos para ser verdad.

Y eso acaso, ¿no nos ocurre a diario en nuestras vidas? ¿ Cuántas veces rechazamos o dudamos de algo porque es tan fácil y sencillo que creemos que alguna trampa debe tener?

Y nos recuerda que lo que menos escuchamos es a nuestra experiencia y por eso seguimos reviviéndola una y otra vez hasta tanto la entendamos. El propósito de DIOS no puede verse frustrado, ni su voluntad ignorada, por tanto recibiremos el mensaje, antes o después. Más no nos forzará pues nos dió el Libre Albedrío para que pudiésemos hacer de nuestra vida lo que quisiésemos. Y así será siempre.

Y a los que ya estamos involucrados en este conocimiento, nos recuerda que "NO PODREMOS IGNORAR SU MENSAJE UNA VEZ LO HAYAMOS OIDO VERDADERAMENTE. Esto se hace ahora perfectamente entendible.

Muy importante el análisis que hace sobre el modo en que la mayoría de las personas, hemos entregado a otros la responsabilidad de entender el mensaje de DIOS y así dejarnos llevar por el creer de esos otros.

La comodidad humana, se libera de la responsabilidad de entender el mensaje de DIOS, aceptando que sean otros, (supuestamente más capaces, o más privilegiados) los que puedan escuchar ese mensaje, y así dictar lo que es bueno o malo. En esta parte DIOS desautoriza a muchos que "interpretaron" lo que El nunca dijo y nos recuerda que escuchemos particularmente a nuestros sentimientos, para determinar qué es realmente nuestra Verdad. Es muy común y muy cómodo no asumir la responsabilidad de nuestras vidas y adjudicarles a otros, (sacerdotes, rabinos, gurús, instituciones, etc) la autoridad de decirnos lo que hay que hacer, que en muchísimos casos difiere mucho de nuestro real sentimiento. Esta realidad la hemos vivido posiblemente todos. Y posiblemente la mayoría de las veces hemos callado nuestro parecer diferente del que "está establecido" por no pasar por locos o rebeldes. (Piénsalo, amigo lector de estas páginas. Y aprovecha esta reflexión para determinar cuántas veces sentiste en tu corazón que lo que te decían no era tu verdad.)

En otra parte, nos dice que se revela de millones de maneras y que está en todas las cosas. Y que si realmente necesitamos que El se manifieste físicamente, entonces no creemos realmente en su presencia en nuestro interior. Y así dicha manifestación no se producirá.

Nos recuerda que la oración correcta no es nunca de súplica, sino de gratitud. En ese contexto nos indica una valiosísima verdad como que el hecho de querer algo, lo aleja de nosotros, pues le estamos diciendo al Universo, (que está a nuestro servicio) que esa realidad no está en nosotros.

Por tanto se produce en nuestra realidad la carencia de tal cosa. La forma acertada es AGRADECER por anticipado eso que deseamos, pues de ese modo queda creado en nuestra realidad. No podemos manipular a DIOS o al Universo con verdades que no existen, SI VERDADERAMENTE NO TENEMOS FE. Pues la fe es la única vía para cambiar algo que no está de momento presente en nuestra realidad. Con la FE moverás montañas.

Importante es conocer y entender como funciona nuestro pensamiento. DIOS nos dice que el pensamiento es CREADOR, y que existen dos pensamientos: el pensamiento primario y el pensamiento promotor. Este último es particularmente poderoso, pues es el que dirige al pensamiento primario. Es el pensamiento que te dice por ejemplo, cuando quieres acercarte a otra persona que te gusta, cosas como " NO, EL O ELLA NO SE VAN A FIJAR EN TI" o cuando ves el automóvil más lujoso " NO SUEÑES CON ESO, NUNCA LO PODRAS TENER". Y eso es lo que creas en tu realidad. La FE puede superar ese pensamiento cuando la certeza de que DIOS está en TÍ te hace poderoso.

La voluntad de DIOS respecto a nosotros, es la voluntad que nosotros tengamos respecto de nosotros mismos. DIOS es el observador y no el creador de nuestra realidad. Él nos guía y cuida, mas lo que hagamos con nuestra vida es NUESTRA TOTAL REPONSABILIDAD.

Eso es muy fuerte. Nos pone en el camino (que usualmente no nos enseñaron) de decidir nuestra vida, POR NOSOTROS MISMOS. O sea que no puedes ahora seguir esperando que las cosas pasen en tu vida dependiendo de la Voluntad Divina y sintiendo que lo bueno o lo malo que te ocurre es la obra de DIOS y liberándote entonces de la responsabilidad.

DIOS de todos modos no se preocupa por el final, pues este está garantizado. O sea que NO puedes dejar de volver a DIOS al final de tus tiempos. Mas lo que demores en ese recorrido, y como lo transites ES TU RESPONSBILIDAD Y TU VOLUNTAD. Esto, creer que el resultado de la vida es dudoso, o sea que no volveremos a DIOS al final, ha creado nuestro mayor enemigo: EL TEMOR. Pues solo existen dos grandes emociones: EL TEMOR Y EL AMOR.

El temor hace que te escondas y huyas, que tengas sentimientos de carencia. El amor hace que estés presente y sonrías, que te muestres tal cual eres, que des sin esperar a cambio.

DIOS nos repite constantemente a lo largo de los libros que toda la experiencia de la vida se basa en RECORDAR QUIENES SOMOS Y DEFINIR QUIENES QUEREMOS SER. Pues somos los seres más magníficos jamás creados por El, a su imagen y semejanza.

Por tanto cambiar las enseñanzas que erróneamente recibimos de nuestros maestros y padres, aún cuando tuvieron la mejor intención, y actuar de acuerdo a nuestro sentimiento y a nuestra propia voz interior, que es la forma más poderosa con que se comunica DIOS con nosotros, es trascendente. Esa es la voz te dice si lo que estás leyendo ahora son palabras de amor o de temor, y si son palabras que hay que tomar en cuenta o ignorar.

El único propósito de la vida es experimentar la gloria más plena. Lo maravilloso es que esa gloria nunca termina, pues cuando la experimentemos, imaginaremos una gloria más grande aún. La vida es un proceso de creación. No es una escuela, pues todo lo sabemos. Solo debemos RECORDAR, (REMEMBRAR). Venimos a conocer experimentalmente lo que ya sabemos conceptualmente, y crear de ese modo la experiencia de DIOS en SÍ Mismo. El se experimente a Sí Mismo a través de nuestras experiencias. Recuerda que la VERDAD MAYOR ES QUE SOMOS UNO. Que solo hay UNO de Nosotros. Que somos chispas Divinas del Alma de DIOS. POR TANTO SOMOS DIOS TAMBIEN. Nuestra experiencia de vida es la experiencia de la vida de DIOS EN NOSOTROS.

Una de las grandes Verdades para poder comprender como funciona todo es una de las grandes DICOTOMIAS DIVINAS: NO PODREMOS EXPERIMENTARNOS COMO LO QUE SOMOS, HASTA QUE NO HAYAMOS EXPERIMENTADO LO QUE NO SOMOS. Esto explica de forma terminante, el porqué de los ciclos de la vida. Es común ver que vivimos tiempos de calma, a los que siguen tiempos de gran agitación, tiempos de tristeza, que son seguidos por tiempos de alegría. Y así continuamente. Esto ocurre por que para que podamos vivir la experiencia del frío, debemos saber inevitablemente, qué es el calor. Debes saber que es el arriba, para saber qué es el abajo. Qué es la luz para saber qué es la oscuridad. TIENES PRIMERO QUE " NO-SER" para poder SER.

Y a este fin DIOS nos cuenta en el libro una parábola muy bella, que transcribo a continuación:

"Había una vez un alma que sabía que ella era la Luz. Era un alma nueva y por tanto, ansiosa por experimentar."Soy la Luz,-decía-.Soy la Luz" Pero todo lo que supiera al respecto no podía sustituir a la experiencia. Y en la esfera de la que surgió esa alma, no había sino LUZ. Todas las almas eran grandiosas, Todas magníficas. Todas brillaban con el brillo imponente de Mi Propia Luz. Así la pequeña alma en cuestión era como una vela en el sol. En medio de la más grandiosa luz – de la que formaba parte- no podía verse a sí misma, ni experimentarse a sí misma como Quien y Lo Que Realmente Era.

Sucedía que esa alma anhelaba conocerse a sí misma. Y tan grande era su anhelo, que un día le dije: –¿Sabes Pequeña, qué deberías hacer para satisfacer ese anhelo tuyo?

–¿Qué DIOS Mío? !Quiero hacer algo! Me dijo la pequeña alma.

–Debes separarte del resto de nosotros—respondí—y luego debes surgir por tí misma desde la oscuridad.

–¿Que es la oscuridad, Oh Santo? – preguntó la pequeña alma.

–Lo que Tú no eres—le respondí, y el alma lo entendió.

Y eso hizo el alma, apartándose del Todo, e incluso yendo hacia otra esfera., pues en ella el alma tenía la facultad de incorporar a su experiencia todo género de oscuridad. Y así lo hizo.

Pero en medio de toda aquella oscuridad, gritó:

! Padre, Padre! ¿ Por qué me has abandonado?

Igual que vosotros en vuestros momentos más negros. Pero Yo nunca os he abandonado, sino que estoy siempre a vuestra disposición, y dispuesto a recordaros Quienes Sois Realmente, dispuesto siempre a recibiros en Casa.

Así pues sé Luz en la oscuridad y no la maldigas.

Y no olvides Quien Eres mientras dura tu rodeo por lo que no eres.. Y sabe que lo que hagas en los momentos de tu más dura prueba, puede ser tu mayor triunfo, ya que la experiencia que creas es una afirmación de Quien Eres y Quien Quieres Ser.

Te he explicado esta parábola, a fin de que puedas entender mejor porqué el mundo es como es, y como puede cambiar en un instante en el momento en que cada uno recuerde la Divina Verdad de su más Alta Realidad.

DIOS nos explica en el libro que todo en el ámbito de lo sublime se basa en trilogías o tríadas, como mente –cuerpo y alma, o pensamiento – palabra y obra. Mientras que en el ámbito de lo relativo, todo se resume a díadas, como ser caliente y frío, o arriba y abajo.

El mundo es como es porque no podía ser de ninguna otra manera. Todo va de una a otra polaridad. No podemos caer enfermos si a un determinado nivel, no lo provocamos nosotros mismos, y podemos de nuevo estar bien solo decidiendo estarlo. Claro que eso requiere una profunda convicción del poder interno que se aloja en nosotros.

DIOS no provoca las calamidades mundiales. Lo provoca el consciente colectivo. Y Él nada hace para evitarlo pues sería ir en contra de la libertad de la cual nos dotó. En cada caso negativo, preguntémonos ¿Qué parte de Mí quiero experimentar ahora ante esta calamidad? O ¿Qué aspecto del SER quiero que aparezca ahora? .Y como esto es así para cualquier alma, no debemos sentirnos víctimas del Universo.

DIOS pone énfasis en que no debemos juzgar el camino que recorre otra alma. No debemos envidiar su éxito ni compadecer su fracaso, pues desconocemos cuál es el propósito de esa alma. En suma debemos hacernos responsables de nuestras vidas. Tomarla entre nuestras manos y cambiar el pensamiento que nos dice que algo es malo, por aquel que nos dice que algo bueno hay en el hecho en sí, para nuestro desarrollo, o para el desarrollo de otros, ligados a nosotros. Recuerden que SOMOS UNO y que estamos unidos por hilos invisibles. Y que nada ocurre por casualidad, dado que la casualidad no existe. Pero Si existe la Ley de Causa y Efecto.

También DIOS nos hace poderosas reflexiones sobre nuestra creencia de lo que es bueno o malo y nos dice que esos juicios de valor están en nuestra imaginación y en las enseñanzas que recibimos. No ha sido eso establecido por Él.

Y llegamos a un tema tan importante como es el del infierno y el supuesto castigo al que estamos expuestos por nuestro errado comportamiento.

Y allí DIOS, en forma más que entendible nos dice que nos dio el Libre Albedrío y sería absurdo que nos castigara luego por no hacer lo que supuestamente Él habría mandado. El no necesita castigarnos, pues, qué castigo mayor que el que nosotros mismos nos proporcionamos al saber que no actuamos de acuerdo con nuestra conciencia. Quién más que nosotros para saber si estamos o no en paz. DIOS es amor no castigo.

No existe el llamado infierno. Ni existe castigo alguno de parte de DIOS. Eso es mitología creada por otros. No podemos estar para siempre separados de DIOS pues no es ese su Plan Divino.

DIOS nos dice con remarcado poder que NO HAY NADA QUE NO PODAMOS SER, O HACER, O TENER. Y ante la pregunta del autor "Eso suena como prometer la luna" contesta: "¿Y que otra clase de promesas podría hacerte DIOS? Y nos habla de su mayor promesa: un potencial ilimitado para todos nosotros, que depende solo de nuestra decisión Y su amor ilimitado y eterno. Por tanto debemos alejar de nosotros el temor, el cual a su vez nos aleja del amor infinito, y nos crea las dificultades que conocemos como limitaciones.

Nos habla también de las emociones ya mencionadas de amor y temor. Toda emoción es energía en movimiento, y atrae energías semejantes. El temor crea, cuando se unen dos o más personas, movimientos de energía no siempre favorables que tiene mucho que ver con el consciente colectivo, del cual ya hablamos. También nos habla del pecado original de Adán y Eva, y se refiere a él como la Bendición original, pues fueron los primeros seres en tomar una decisión dando pie con ello a todas las decisiones de la humanidad que conocemos.

Las primeras leyes del Universo que recibimos en este primer capítulo, son:

Todo pensamiento es creador.

El temor atrae a la energía semejante.

El amor es todo lo que hay. (Pues la realidad última. Es nuestra experiencia con DIOS.) Y hay una maravillosa explicación sobre lo que es el amor en el mundo de lo absoluto. ( El mundo de DIOS). El mundo de lo relativo, el cual habitamos se creó con el único fin de poder experimentarse DIOS a SÍ Mismo, a través de nosotros. (Y más de uno de nosotros al leer esto puede pensar que DIOS nos jugó una trastada al crearnos para El conocerse a Si Mismo, y experimentar con nosotros Quien Es El).

Pero recuerden queridos amigos, una vez más que SOLO HAY UNO DE NOSOTROS. Que SOMOS UNO. Que somos chispas Divinas de DIOS. Que cada uno de nosotros SOMOS DIOS. Que El y Nosotros somos lo mismo. Que su Plan es Nuestro Plan. (Ojalá sea esto suficientemente claro para todos. . .) Es algo tan trascendente que puede hacernos cambiar paradigmas y creencias, para lograr una vida verdaderamente diferente para bien.

Finalmente termina este capítulo diciéndonos que una y otra vez ha puesto LA VERDAD delante de nosotros y no la hemos querido ver. Y ahora una vez más contesta a nuestro llamado, a nuestra súplica por conocer esa Verdad, o más bien recordarla. Y nos dice que estemos atentos ahora, pues en cualquier manifestación del Universo, en las formas más comunes y sencillas, en las más inesperadas, las respuestas aparecerán ante nosotros.

Y así pasamos ahora al volumen 2, en que seguiremos recibiendo la Luz de DIOS. Su Amor y su Guía. Para poder determinar de verdad QUIENES SOMOS Y QUIENES QUEREMOS SER.

JORGE SALAMA.

FIN

* * *

Este libro fue digitalizado para distribución libre y gratuita a través de la red

Digitalización: Jorge Salama

15 de Junio 2002 – 14:23

La suprema ironía del asunto es que vosotros hayáis dado tanta importancia a la palabra de Dios, y tan poca a la experiencia.

El Pensamiento más Elevado es siempre aquel que encierra alegría.

Las Palabras más Claras son aquellas que encierran verdad. El Sentimiento más Grandioso es el llamado amor.

Algunos de mis mensajes parecen demasiado buenos para ser verdad. Otros, porque parece demasiado difícil seguirlos. Muchos, debido simplemente a que se entienden mal. La mayoría, porque no se reciben.

Si uno reconoce que recibe Mis mensajes directamente, entonces es responsable de interpretarlos. Es mucho más seguro y mucho más fácil aceptar la interpretación de otros (aunque se trate de otros que han vivido hace 2.000 años) que tratar de interpretar el mensaje que uno puede muy bien estar recibiendo en este mismo momento.

No podéis conocer a Dios hasta que hayáis dejado de deciros a vosotros mismos que ya conocéis a Dios. No podéis escuchar a Dios hasta que dejéis de pensar que ya habéis escuchado a Dios.

No puedo deciros Mi Verdad hasta que vosotros dejéis de decirme las vuestras.

Escucha tus sentimientos. Escucha tus Pensamientos más Elevados. Escucha a tu experiencia. Cada vez que una de estas tres cosas difiera de lo que te han dicho tus maestros, o has leído en tus libros, olvida las palabras. Las palabras constituyen el vehículo de Verdad menos fiable.

Puedo adoptar una forma o aspecto que podáis comprender, pero entonces todos supondrían que lo que han visto es la sola y única forma y aspecto de Dios, en lugar de una forma y aspecto de Dios

Y si viniera bajo cualquier otra forma, ante cualesquiera otras personas, los primeros dirían que no habría aparecido ante los segundos, ya que no Me habría mostrado a los segundos igual que a los primeros, ni les habría dicho las mismas cosas; de modo que ¿cómo iba a ser Yo?

Si me revelara como Dios todopoderoso, Rey de los Cielos y la Tierra, y moviera montañas para demostrarlo, habría quienes dirían: "Debe de ser cosa de Satanás".

Dios no se revela a Sí mismo por, o a través de, la observación externa, sino de la experiencia interna.

el acto de pedir constituye una afirmación de que aquélla falta

vuestro pensamiento sobre algo es creador, y vuestra palabra es productora, y vuestro pensamiento y vuestra palabra juntos resultan magníficamente eficaces en tanto dan origen a vuestra realidad. Por lo tanto, experimentaréis que Dios no se ha revelado, ya que, si lo hubiera hecho, no se lo pediríais.

No tendréis lo que pedís, ni podéis tener nada de lo que queráis. Y ello porque vuestra propia petición es una afirmación de vuestra carencia, y al decir que queréis una cosa únicamente sirve para producir esa experiencia concreta – la carencia – en vuestra realidad."

La gratitud es, pues, la más poderosa afirmación dirigida a Dios; una afirmación a la que Yo habré contestado incluso antes de que me la formuléis.

Así pues, no supliquéis nunca. Antes bien, agradeced.

Fe. Si tienes aunque sólo sea la fe equivalente a un grano de mostaza, moverás montañas. sea lo que sea lo que queráis, si lo queréis en Mi nombre así será.

Cualquier oración – cualquier pensamiento, cualquier afirmación, cualquier sentimiento – es creador. En la medida en que sea fervientemente sostenido como una verdad, en esa misma medida, se hará manifiesto en vuestra experiencia

el Pensamiento Promotor que se halla detrás de cada súplica es el de que en ese momento no tenéis lo que deseáis. Ese Pensamiento Promotor se convierte en vuestra realidad.

El único Pensamiento Promotor que puede ignorar este pensamiento es uno fundado en la fé en que Dios concederá cualquier cosa que se le pida, sin falta

la propia petición no es necesaria. Entonces la oración se convierte en una plegaria de acción de gracias. No es en absoluto una petición, sino una afirmación de gratitud por lo que ya es.

La función de Dios no es crear, o dejar de crear, las circunstancias o condiciones de vuestra vida. Dios os ha creado a vosotros, a imagen y semejanza suya. Vosotros habéis creado el resto, por medio del poder que Dios os ha dado. Dios creó el proceso de la vida, y la propia vida tal como la conocéis. Pero Dios os dio el libre albedrío para hacer con la vida lo que queráis.

Si crees que Dios es quién crea y decide todo lo que afecta a vuestra vida, estás equivocado.

Dios es el observador no el creador.

Si dudáis de las intenciones de Dios – y de su capacidad de producir este resultado final -, entonces ¿cómo podréis descansar nunca? ¿Cómo podréis nunca hallar realmente la paz?

Sin embargo, Dios posee pleno poder para encajar las intenciones con los resultados. No podéis ni queréis creer en ello (aunque afirméis que Dios es todopoderoso), y, en consecuencia, habéis de crear en vuestra imaginación un poder igual a Dios, con el fin de encontrar una manera de que la voluntad de Dios se vea frustrada. Así, habéis creado en vuestra mitología al ser que llamáis "el diablo". Incluso habéis imaginado a Dios en guerra con ese ser (pensando que Dios resuelve sus problemas del mismo modo que vosotros). Por fin, habéis imaginado realmente que Dios podría perder esa guerra.

Todo eso viola lo que decís que sabéis acerca de Dios, pero eso no importa. Vivís vuestra ilusión, y, de este modo, sentís vuestro temor, debido a vuestra decisión de dudar de Dios.

Pero ¿qué ocurriría si tomaras una nueva decisión? ¿Cuál sería entonces el resultado?

Deberias vivir como Jesús sin embargo cuando trataras de explicar tu sensación de paz, tu alegría de vivir, tu éxtasis interior, ellos oirían tus palabras, pero no te escucharían se burlarian. Tratarían de convencerte de que eras tú quién no entiende a Dios.

Y si fracasaran a la hora de arrancarte tu alegría, tratarían de hacerte daño; tan enorme sería su rabia. Y cuando tú les dijeras que eso no te importaba, que ni siquiera la muerte podría privarte de tu alegría, ni cambiaría tu verdad, seguramente te matarían. Entonces, cuando vieran con qué paz aceptabas la muerte, te llamarían salvador, y te amarían de nuevo.

Todos los actos humanos están motivados, a su nivel más profundo, por una de estas dos emociones: el temor o el amor. En realidad existen sólo dos emociones: sólo dos palabras en el lenguaje del alma

Todo pensamiento humano, toda acción humana, se basa o bien en el amor, o bien en el temor. No existe ninguna otra motivación humana, y todas las demás ideas no son sino derivadas de estas dos

he ahí por qué los humanos aman, luego destruyen, y luego aman de nuevo: siempre con ese movimiento pendular de una emoción a la otra. El amor promueve el temor, que promueve el amor, que promueve el temor…

…Y la razón se halla en la primera mentira – una mentira que sostenéis como si fuera la verdad sobre Dios – de que no se puede confiar en Dios; de que no se puede contar con el amor de Dios; de que el hecho de que Dios os acepte está condicionado; por tanto, de que el resultado final es dudoso. Entonces, si no podéis contar con que el amor de Dios está siempre ahí, ¿con el amor de quién podéis contar? Si Dios se retira y se aparta cuando vosotros no actuáis correctamente, ¿no lo harán los simples mortales?

…Y así es como en el momento en que prometéis vuestro más elevado amor, abrís la puerta a vuestro mayor temor.

Y ello, porque lo primero que os preocupa después de decir "Te amo" es si vais a escuchar lo mismo. Y si lo escucháis, entonces empezáis inmediatamente a preocuparos por la posibilidad de perder ese amor que acabáis de encontrar. Así, toda acción se convierte en reacción – de defensa ante la pérdida

Fueron vuestros padres quienes os enseñaron que el amor está condicionado – habéis sentido esas condiciones muchas veces -, y esa es la experiencia que habéis interiorizado en vuestras relaciones amorosas.

Es también la experiencia que me aplicáis a Mí.

Y a partir de esta experiencia extraéis vuestras conclusiones sobre Mí. En este marco proclamáis vuestra verdad. "Dios es un Dios amoroso – decís -, pero si quebrantas Sus mandamientos, Él te castigará con el destierro perpetuo y la condenación eterna."

Habéis proyectado en Dios el papel de " padre", y, en consecuencia, habéis salido con un Dios que juzga, y premia o castiga, en base a lo buenos que crea que habéis sido hasta ese momento. Pero esta es una visión simplista de Dios, basada en vuestra mitología. No tiene nada que ver con Quién soy Yo.

Y aunque la nueva teología que podría reemplazarla sería realmente vuestra salvación, no podéis aceptarla, puesto que la idea de un Dios al que no haya que temer, que no va a juzgar, y que no tiene ningún motivo para castigar, resulta sencillamente demasiado magnífica para incluirla ni siquiera en vuestra más grandiosa noción de Quien y Qué es Dios.

Cualquier acción emprendida por los seres humanos se basa en el amor o el temor, y no simplemente las que afectan a las relaciones. Las decisiones relativas a los negocios, la industria, la política, la religión, la educación de vuestros jóvenes, la política social de vuestras naciones, los objetos económicos de vuestra sociedad, las decisiones que implican guerra, paz, ataque, defensa, agresión, sometimiento; las determinaciones de codiciar o regalar, de ahorrar o compartir, de unir o dividir: cualquier decisión libre que toméis se deriva de uno de los dos únicos pensamientos posibles que existen: un pensamiento de amor o un pensamiento de temor.

El miedo es la energía que contrae, cierra, capta, huye, oculta, acumula y daña.

El amor es la energía que expande, abre, emite, permanece, revela, comparte y sana.

El temor cubre nuestros cuerpos de ropa; el amor nos permite permanecer desnudos. El temor se aferra a todo lo que tenemos; el amor lo regala. El temor prohíbe; el amor quiere. El temor agarra; el amor deja ir. El temor duele; el amor alivia. El temor ataca; el amor repara.

Habéis aprendido a vivir en el temor. Se os ha hablado de la supervivencia de los más capacitados, y de la victoria de los más fuertes y el éxito de los más inteligentes. Pero se os ha dicho muy poco sobre la gloria de quienes más aman. De este modo, os esforzáis por ser los más capacitados, los más fuertes, los más inteligentes – de una u otra manera -, y si en una situación determinada percibís que vosotros lo sois menos, tenéis miedo de perder, puesto que se os ha dicho que ser menos significa perder.

La voz interior es la voz más fuerte con la que hablo, puesto que es la más cercana a vosotros. Es la voz que os dice si todo lo demás es verdadero o falso, correcto o equivocado, bueno o malo, según vuestra definición. Es el radar que señala el rumbo, dirige el barco y guía el viaje, si dejáis que lo haga.

El secreto más profundo es que la vida no es un proceso de descubrimiento, sino un proceso de creación.

No os descubrís a vosotros mismos, sino que os creáis a vosotros mismos de nuevo. Tratáis, por lo tanto, no de averiguar Quienes Sois, sino de determinar Quienes Queréis Ser.

El único deseo de vuestra alma es convertir ese magnífico concepto de sí misma en su mayor experiencia. En tanto el concepto no se convierta en experiencia, todo lo que hay es especulación

Dios sabía que, para que existiera el amor – y se conociera sí mismo como puro amor -, había de existir también su contrario. Así, Dios creó voluntariamente la gran polaridad: el opuesto absoluto del amor – todo lo que el amor no es -, que ahora llamamos temor. Desde el momento en que existía el temor, el amor podía existir como algo que se podía experimentar.

Es a esta creación de dualidad entre el amor y su contrario a la que se refieren los humanos, en sus diversas mitologías, como el nacimiento del diablo, la caída de Adán, la rebelión de Satán, etc."

En la Tierra, algunos han establecido mitologías algo más elaboradas en torno a este acontecimiento, completadas con argumentos de batallas y guerras, soldados angélicos y guerreros diabólicos, las fuerzas del bien y del mal, de la luz y de la oscuridad.

Al dar el universo como una versión dividida de Sí mismo, Dios produjo, a partir de la energía pura, todo lo que ahora existe; tanto lo visible como lo invisible.

En otras palabras, no sólo se creaba de este modo el universo físico, sino también el universo metafísico. La parte de Dios que forma el segundo término de la ecuación "Soy – No Soy" explotó también en un infinito número de unidades más pequeñas que el conjunto. A estas unidades de energía las llamaríais espíritus.

Sólo hay una manera en que el Creador puede conocerse experiencialmente en cuanto Creador, y es creando. Así, di a cada uno de los innumerables partes de mí (a todos mis hijos espirituales) el mismo poder de crear que Yo poseo en su totalidad.

A eso es a lo que se refiere vuestra religión cuando afirma que fuisteis creados "a imagen y semejanza de Dios". Esto no significa, como han dicho algunos, que nuestros cuerpos físicos sean iguales (aunque Dios puede adoptar cualquier forma física que quiera para un determinado propósito). Significa que nuestra esencia es la misma. Estamos hechos de la misma sustancia. ¡SOMOS la "misma sustancia"! Con las mismas propiedades y capacidades, incluyendo la capacidad de crear realidad física de un soplo.

 

 

Autor:

Agustin Lopez Guerrero

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7
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