- La naturaleza del hombre y la ciencia
- La naturaleza del hombre y la Palabra de Dios
- La imagen de Adán era la de Dios
- Cómo definimos los elementos que componen todo nuestro ser
- ¿El hombre tiene alma, o es alma?
- La Biblia y el alma
- Cómo podríamos dar un estudio bíblico sobre el tema
- ¿Hay vida en la muerte?
- Estudio adicional
El instinto de conservar la vida y el deseo de vivir eternamente están muy grabados en el pensamiento del hombre. Por eso los hombres de ciencia emplean tanto tiempo, y reciben tantos recursos económicos para conservar la vida en los seres humanos.
La naturaleza del hombre y la ciencia
Pero entre algunos científicos se ha divulgado la teoría de que en el hombre existe un po der parapsicológico, como "una sustancia desprendida del cuerpo vivo";1 o como el "fluido univer sal" de Mesmer y los campos electromagnéticos que sobrevivirían al hombre cuando muere. Pos teriormente la teoría quedó descartada porque esa supuesta energía atravesó paredes contra toda onda magnética conocida.2 Derrotada la hipótesis energética, se fortaleció la teoría idealista y vita lista, que habla del psigamma, generalmente llamada "alma", o fuerza espiritual que sobrevive al cuerpo del hombre por cierto tiempo3 ?aquí, aunque aceptan la supervivencia del "alma", se opo nen a los religiosos que hablan de un alma eterna.
Poco a poco los parapsicólogos anglosajones fueron apoyándose en una "concepción espi ritualista del hombre". El Dr. J. B. Rhine, de la Universidad de Duke, EE.UU., llevó las investigacio nes al ámbito académico. Y fue él quien llegó a decir que la parapsicología "viene a socorrer a la religión debilitada; le ofrece una base científica; la justifica y demuestra su verdad ante los incrédu los".4 Pero en la teoría de Rhine se destacan dos grandes errores: El primero, que la telepatía, la telequinesis, y todos los fenómenos que son superiores a la capacidad humana, no demuestran que el inconsciente o subconsciente del hombre sean capaz de producirlos. No probó que son fenómenos "parapsicológicos" ?capacidades mentales del hombre más allá de las normales?, sino solamente que una parte de estos fenómenos se producen con relación al hombre; y que muchos de ellos son "supranormales" y "suprahumanos".5 Pero, ¿cuál es el origen y cómo se producen los poderes paranormales? Estas preguntas todavía no tienen respuesta.
El segundo fracaso de Rhine fue asegurar que los fenómenos supranormales, que dijo que se producen mayormente después de la muerte, testificarían del psigamma: "la supervi vencia del espíritu" humano.6 Pero si el "alma" fuera un ente separado de nuestro cuerpo; que vive con nosotros y sobrevive en la muerte, ¿qué función cumple nuestro cerebro? ¿Es que es un simple conductor del "alma"? No. Hoy se sabe que es la supercomputadora más completa y perfecta que se conoce, capaz de generar el pensamiento elevado que nos diferencia de los animales. Y, puesto que el alma no es una existencia paralela que habita en el cerebro y lo dirige, sino que es el resultado de su funcionamiento, las substancias químicas que alteran el comportamiento de nuestras células cerebrales, también alteran la conducta del alma (el pen samiento).
Los psiquiatras no son charlatanes. Ellos saben que si a un sujeto se le administra amital o citrato de cafeína, no se exaltará porque su alma se altera por alguna causa celestial o de ultratumba, sino por la acción de las drogas que actúan en las células cerebrales. El comportamiento desinhibido, grotesco y violento de un alcohólico, no se debe al cambio de conducta de un alma que habita en el sujeto, sino por la acción del alcohol en la corteza cere bral. Cuando un cirujano opera el cerebro, y logra restablecer la circulación de la sangre en un anciano que estaba comportándose en forma anormal, sabe que su conducta volverá a la normalidad por la cirugía, no por obra de su ente espiritual. Si en un accidente, un hombre pier de una parte de su materia encefálica; es operado, pero desde entonces tiene dificultad para hablar y recordar cosas, no es porque su alma está distraída o se fue a pasear, sino porque perdió parte del archivo de su memoria. Tampoco la enfermedad de Alzheimer anuncia el ale jamiento de un alma, sino la lenta destrucción de las neuronas. Y si el alma se apaga con esta enfermedad, ¿cómo podría sobrevivir con la muerte irreversible? Ante un paro cardíaco, la pérdida de la conciencia sobrevive unos 8 segundos, y la ac tividad eléctrica cerebral superior cesa en no más de 20 segundos. Pero si, mediante apara tos, oxigenamos, limpiamos la sangre con un riñón artificial y alimentamos con esa sangre la cabeza de un hombre decapitado en un accidente; le conectamos unos electrodos y lo unimos a un tomógrafo de positrones ?como lo hizo en 1984 el equipo del Dr. Edward Rellet, en Ohio, EE. UU.?,7 ese cerebro podrá mantenerse vivo, pero se irá apagando ?porque el ce rebro depende de los órganos de nuestro cuerpo? hasta morir a los 12 días.
Durante esos días, la mente ?ya muy perjudicada, por supuesto? pensará y recor dará lo grabado en el archivo de la memoria sin ser consciente, así como lo puede hacer una computadora. Mediante el tomógrafo, se podrá ver cómo ante un estímulo se colorea una zo na de la corteza cerebral, y luego hace conexiones con otras zonas grabadas —pensamiento mediante asociación de ideas—; pero en medio de un silencio y oscuridad total, porque no podrá ser consciente de ver, sentir o escuchar algo, ni darse cuenta de que estaba pensando algo. Y aunque la parte inconsciente de ese cerebro estaba en actividad, no se produjo ningu na acción paranormal, y menos supranormal. Por lo tanto, esta hipótesis no tiene valor.
Stephen Hawking resumió el pensamiento científico sobre el tema, en The Guardian, con estas palabras: "Veo al cerebro como una computadora que dejará de trabajar cuando sus componentes fallen. No hay cielo ni vida después de la muerte para las computadoras".
Pero el Dr. Raymond A. Moody hijo, publicó en 1975 su bestseller: Vida después de la Vida, donde presenta un centenar y medio de casos que se acercaron a la muerte, o fueron resucitados por los modernos métodos de reanimación y resucitación. Y cuenta que la mayo ría de los pacientes que él entrevistó después de su mejoría, contó haberse liberado del cuer po; elevarse y pasar por un oscuro túnel hacia una luz, donde encontraron una sensación de paz y bienestar. Kenneth Ring, de la Universidad de Connecticut, presentó un buen número de estas experiencias, y estableció la IANSDS (International Association for Near Death Stu dies) en 1977. Otros estudios, como los de Karlis Osis y Erlendur Haraldsson (1977), Michael Sabom y Sarah Kreutziger (1976), Bruce Greyson y Ian Stevenson (1980), Craig Lundahl (1981) y Elisabeth KüblerRoss (1983), describen experiencias similares.
Los tanatólogos distinguen tres etapas de muerte: La muerte aparente, la muerte relativa ?pacientes que se los mantiene vivos con ausencia de actividad de los centros cerebrales superiores? y la muerte absoluta o irreversible. Y ninguno de los que argumentan como el Dr. Raymond Moody, presentan en sus libros algún caso de muerte absoluta. Es decir, que en ningún caso de reanimación hubo una vuelta a la vida. O, como Moody titula su obra, hubo Vida después de la vida. El Instituto Gallup mostró que la gran mayoría de los encues tados y que estuvieron cerca de la muerte o estuvieron clínicamente muertos, no vio nada de lo que presenta el doctor Moody.8 También en 2001 se hizo una investigación con 344 pacien tes holandeses que habían sufrido la muerte clínica, pero sólo el 18% de ellos recordó haber vivido alguna de esas experiencias.
En una encuesta norteamericana realizada en 1980, sólo el 15% de los que sufrieron un paro cardíaco, participaron de lo que destaca Moody. En 2001 hizo esta investigación el cardiólogo holandés Pim van Lommel, dándole un 18%.9 Consciente de la falta de pruebas para documentar su hipótesis con criterio científico, Raymond Moody confiesa al final de su libro: "Insisto en que no me engaño pensando que he probado que hay vida después de la muerte".10
El psicólogo Mario Pereyra informó que los que se drogan con ciertos psicofármacos suelen describir las mismas sensaciones de ingravidez y de desprendimiento del cuerpo. Lle garon a verse a sí mismos desde afuera; contaron de visiones de luz y hasta de la visita de criaturas insólitas.11 Experiencias semejantes también pueden encontrarse en los delirios de los esquizofrénicos. El psiquiatra británico Karl Jansen, que ha publicado recientemente "Ketamine: Dreams and Realities" (2001), lleva años estudiando el efecto de la ketamina, un anestésico con conocidos efectos alucinógenos y disociativos, comprobando que usando esta sustancia se pueden reproducir estas experiencias en las que se experimenta la sensación de estar fuera del cuerpo, se viaja por un túnel o se llega a hablar con Dios.
Muchas de estas experiencias se producen en pacientes en unidades de cuidado in tensivo hospitalario, donde reciben fármacos anestésicos que pueden generar sensaciones similares, posiblemente debido a la liberación del glutamato, un aminoácido que juega un pa pel muy importante como neurotransmisor en los procesos cognitivos radicados en el cortex cerebral: el pensamiento, la memoria y la percepción.
James E. Whinnery, de la Universidad West Texas A&M, dijo en 1997 que estas expe riencias mencionadas por Moody, son conocidas entre los astronautas que deben prepararse con los aceleradores gravitatorios.12 En una película documental presentada en 1999 por TV Quality, se pudo ver la reacción que tienen estos astronautas en la cabina de ingravidez. Se presentaron varios ejemplos, y en todos los casos que se aumentaba la velocidad, la reacción de los astronautas fue semejante: Primero, se mostró la desfiguración del rostro, que se lo veía tenso. Luego llegó el momento cuando la presión era tal que los pilotos comenzaron a perder la conciencia; cerraron sus ojos, perdieron el control de su cuerpo, y de inmediato la cabeza se fue hacia un lado.
Cuando se redujo la velocidad de la nave espacial simulada, los astronautas comenza ron a recobrar la conciencia. Entonces abrieron bien los ojos y fijaron la mirada con sus pupi las dilatadas, tratando de ver un punto de luz en medio de una gran oscuridad –que en reali dad no existía–. La luz pareció agrandarse, dando la sensación de estar avanzando hacia ella. Luego, ya aliviados de la presión, sus ojos miraron más normalmente, y en el rostro se dibujó una sonrisa en el momento cuando ya recobraban la plena conciencia.
Así podemos saber por qué los que pierden la conciencia en estos casos, creen ver una luz lejana al final de un túnel de oscuridad. Y se prueba que esa luz no se la ve, ni la sen sación de bienestar se la siente en el momento de perder la conciencia, o cuando un paciente llega a la muerte clínica, sino pocos segundos antes de volver a recobrar la actividad consciente.
Un sondeo realizado por el Instituto Gallup, encontró que uno de cada veinte norte americanos adultos que perdieron la conciencia, parecen haber vivido una experiencia como la descripta por el Dr. Moody, pero dentro de ese grupo sólo un porcentaje muy pequeño ex perimentó todas las sensaciones descriptas por él. Y por un estudio realizado por Kenneth Ring, psicólogo de la Universidad de Connecticut, el 60% de quienes estuvieron al borde de la muerte sintieron la sensación de flotar en el aire; sólo el 37% creyó salir del cuerpo y verse desde afuera; el 23% creyó pasar por el túnel, y sólo el 16% vio la luz.13 Cherie Sutherland estudió con 50 pacientes que estuvieron al borde de la muerte, y el 80% de los que creyeron estar en el más allá, creían en la reencarnación del alma.
En la mayoría de los casos más destacados, había una conexión paranormal con el espiritismo. Entre ellos estaba Joe Mc Moneagle, con su "visión remota", que luego fue llama do para prestar apoyo a la CIA norteamericana, a fin de encontrar a criminales internaciona les. Es decir, que la mente de estas personas estaba predispuesta a ver lo que creían. Pero como no había acuerdo en la descripción de lo que habían visto, el "viaje del alma" no pudo ser aceptado como algo real sino imaginado. En verdad, se dieron tantas versiones del más allá como creencias existen sobre el tema.
El hombre tiene un cuerpo preparado para sus funciones específicas. Podrá existir fal tándole un brazo. Pero nunca podrá llegar a ser un hombre vivo consciente si le falta el cere bro. Como el cuerpo sin vida de un hombre es un hombre muerto, el segundo elemento indis pensable es la vida. Ahora tenemos una dualidad cuerpovida. Sin embargo, en caso de que ese cuerpo humano con vida, por alguna razón que mencioné, no llegara a tener conciencia, se consideraría al hombre en "estado vegetativo". ¿Por qué "vegetativo", si no es un vegetal? Por la sencilla razón de que presenta una dualidad cuerpovida como los vegetales. Para que ese cuerpo vivo con forma de hombre sea considerado un ser humano completo, tiene que llegar a poseer conciencia de sí; tiene que pensar como lo hace una persona.
James W. Walters escribió: "Sostengo que los términos humano y persona no son equivalentes".14 Él argumenta que "un infante anencefálico o un paciente en estado de coma permanente no tiene el derecho especial a la existencia como el que ustedes y yo posee mos".15 Elena G. de White se inclina hacia esta posición, cuando escribió: "Cada ser humano, creado a la imagen de Dios, está dotado de una facultad semejante a la del Creador: la indi vidualidad, la facultad de pensar y hacer".16 Si Dios es un Ser personal, las criaturas que creó a su imagen tiene que ser seres personales, no meramente humanos.
Sin embargo, con respecto a la actividad que se desarrolla en el cerebro, vimos que los hombres de ciencia ven a su vez dos partes bien diferencias: Una es corporal e incons ciente, donde se archiva el conocimiento heredado y adquirido, y donde obra lo que algunos llaman la supercomputadora humana. Y la otra consciente, que aunque tiene su centro físico principal en la zona frontal del cerebro, no se ve porque es el resultado de la acción cerebral. Por eso los lóbulos frontales pueden seguir trabajando durante el sueño, y llegar a conclusiones razonables, como lo hace una computadora, pero sólo al despertar y ser consciente, la persona sabrá qué estaba pensando; y si era o no razonable el resultado de su trabajo cere bral.
Cuando recibimos una información, ésta recorre el cerebro eléctricamente por alrede dor de unos 20 minutos. Si la información nos interesa por alguna razón, se deposita trans formando la química de una parte de la espiral de cromosomas (ADN) que hay en el núcleo de cada célula de la corteza cerebral, y llega a ser literalmente "carne" de nuestra carne17 ?re cuerde esto para cuando nos detengamos a considerar la lucha mental de "la carne contra el espíritu" que describe la Biblia.
Toda esa información heredada y adquirida sin la actuación de nuestra voluntad, no la podemos hacer aflorar a la conciencia voluntariamente. Cualquiera puede valerse de la me moria archivada por otra persona en una computadora, porque su memoria está depositada en una especie de celdillas, de donde se la obtiene fácilmente. Pero la memoria humana es una "memoria de asociación", no de celdillas. Por eso es que, aunque los hijos heredan toda la información genética de sus padres, sólo la captan muy vagamente, a manera de tenden cias o inclinaciones inconscientes.18
Esta dualidad cerebral inconscienteconsciente, que no debemos confundirla con los elementos fundamentales que constituyen todo nuestro ser, es la que la Biblia presenta con los dos poderes mentales "carne" (el inconsciente, subconsciente, "preconsciente", "ello", etc.)19 y "espíritu" (el consciente, "yo superior", voluntad, "alma", etc.), que generalmente se oponen, por la sencilla razón de que los pensamientos del inconsciente no están regidos por la razón y los conceptos de moralidad, como lo hace el consciente (Juan 3:6; Rom. 7:5,18 8:13; Gál. 5:24). Y aquí se ve otra vez cómo, mediante los tomógrafos de positrones, la cien cia confirma lo que la Biblia venía diciendo tanto tiempo antes que fuera confirmado. Los in vestigadores pudieron ver las zonas donde actuaba el pensamiento del inconsciente, pero en ningún momento pudieron ver en el monitor el pensamiento consciente ?el "espíritu de vues tra mente", 20 como dijo el apóstol Pablo (Efe. 4:23).
La naturaleza del hombre y la palabra de Dios
Después de la mentira presentada por Satanás en el Edén (Gén. 3:4,5), la creencia más remota que se conoce21 acerca de la inmortalidad del alma humana, separando el ser en una dicotomía cuerpo y "sombra" o alma, la encontramos en el primer reino de la Babilonia antigua, llamado primeramente "Babel" (Gén. 10:10)22.
Con la Epopeya de Gilgamesh, podemos saber que esa inmortalidad al principio sólo se cumplía en los reyes y principales del reino. Tiempo después se divulgó la creencia de la "kigallu, "ancha tierra" de los muertos que no tienen "reposo", porque es el lugar donde deben purgar sus culpas ante Nergal y Ereskigal, soberanos de "los infiernos".23 La creencia babilonica de una dicotomía cuerpoalma o cuerpoespíritu, se extendió muy pronto a todos los anti guos reinos de la tierra.
Pero la influencia mayor que recibió el cristianismo acerca del tema, viene de los filóso fos griegos como Platón, mediante los llamados "Padres de la Iglesia". Podemos mencionar a Clemente, Policarpo, Panteno e Ireneo24 y los escritores cristianos de los siglos II y III. Entre estos últimos se destaca principalmente Orígenes, que aseguraba que el alma de Adán vino de Dios a encarnarse en el Edén para pagar sus culpas.25 Aunque muchos se opusieron a la creencia de Orígenes,26 la doctrina de la inmortalidad del alma llegó a ser aceptada por la ma yoría de los teólogos cristianos.
Los hebreos estuvieron mucho tiempo en contacto con los paganos. Así que no es de extrañar que los escritores bíblicos señalen los "riñones" y los intestinos como fuentes del en tendimiento (Sal. 16:7; Heb. 4:12); el "corazón" generalmente como lugar de los sentimientos (Gén. 6:6; 8:21; 20:6; 24:45; 27:41; 34:3,8; 42:28; 50:21; Éxo. 4:14; 25:5, etc.); y el "corazón" con la "mente", las distintas funciones del cerebro (Sal. 7:9; 26:2; Jer. 11:20; 17:10; 20:12; Mat. 13:15; Heb. 8:10; Apoc. 2:23). En otros lugares, esas funciones también se las señala con el "corazón" y el "alma" (Deut. 4:29; 6:5; 10:12; 11: 13, 18; 13:3; 26:16; 28:65, etc.); el "corazón", la "mente" y el "alma" (Mat. 22:37; Mar. 12:30), y el "corazón", el "alma" y el "espíri tu" (Heb. 4:12).
Así que, si buscamos en la Biblia las partes que componen toda nuestra unidad vivien te, nos encontraremos con una totalidad dual cuerpoalma (Sal. 63:1; Mat. 10:28); cuerpo mente (Dan. 5:21; Heb. 10:22; 1 Ped. 3:21) y cuerpoespíritu (Rom. 8:10,11,23; 1 Cor.5:3;7:34, etc.); con una unidad triple cuerpoespíritualma (1 Tes. 5:23) y con fuerza (¿del cuerpo?)corazónalma (Deut. 6:5; 2 Rey. 23:25), y la unidad cuádruple fuerzacorazón mentealma (Mar. 12:30; Luc. 10:27).
¿Cuál de estas descripciones es la que expresa mejor lo que Dios señala para todo nuestro ser? La mayoría de los teólogos sigue la influencia platónica predicho en la profecía, por eso cree que tiene que ser la unidad dual cuerpoespíritu o cuerpoalma. Muchos de ellos creen que esta dualidad permanece unida hasta la muerte. Nosotros creemos que el ser hu mano es una unidad. Sin embargo, algunos de nuestros teólogos sostienen que es una unidad dual indivisible; es decir que no se puede dividir o separar a pesar de lo que dice Eclesiastés 12:7.
Si creemos en una unidad dual cuerpoespíritu, ¿qué es el "espíritu"? ¿Es sólo la vida? ¿Es la vida con el entendimiento? En el primer caso, el entendimiento estaría en el "cuerpo". En el segundo, lo que volvería a Dios sería también el entendimiento. Si decimos que no, en tonces no sería una unidad dual cuerpo1º y espíritu2º, sino cuerpo1º, más espíritu2º, más el re sultado de esa suma: el alma3º. El primer elemento va a la tierra, el segundo vuelve al Autor de la vida, y el tercero muere al instante. Entonces tenemos claramente tres partes con tres destinos.
Lo que llama la atención es que, en nuestra iglesia, los que sostienen una unidad dual, enseñan que en la muerte del cuerpo no se debe confundir el espíritu de vida con el alma. Correcto. Pero al separar el alma del espíritu de vida, ya están señalando con el cuerpo más que dos elementos. Entonces, ¿por qué hablan de una unidad dual y no triple? Si en verdad fuéramos una dualidad cuerpovida, ¿por qué los vegetales también son una dualidad cuerpo vida y no tienen alma? ¿Tenemos un elemento más que la unidad dual de los vegetales o no? 90.24 J. B. Lightfoot, Los Padres Apostólicos, (Barcelona: CLIE, 1990), pp. 7084, 99, 161,163, 620, 680, 687.
Según la nueva teología católica acerca del origen del hombre, ya enunciada por Pío XII con la encíclica Humani generis (1950); y divulgada en octubre de 1996 por el papa Juan Pablo II, hace alrededor de dos millones de años, Dios eligió una pareja de monos que había evolucionado, gracias a sus capacidades superiores de supervivencia ?¿Australopitecus? ¿Homo hábilis??; y como ya lo venía anunciando el jesuita Teilhard de Chardin, le sopló el "alma", convirtiéndose así en nuestros primeros padres. Así fue como a este cuerpo vivo Dios le agregó el "alma", llegando a ser el "homo sapiens" Adán.
MONO VIVO + ALMA = HOMBRE. Según leemos en Génesis 2:7, el proceso fue así:
CUERPO + SOPLO DE VIDA = ALMA DE VIDA (néfesh jayyah), traducido como "ser viviente").
Así Roma muestra su gran ignorancia de la Biblia, pues Dios dice que los seres inferio res, entre ellos los monos, ya tenían "néfesh jayyah ("alma de vida" o "alma viviente"). Es de cir, que en el sexto día –para ellos sexto "período evolutivo"– Dios habría dispuesto darles el "alma" que ya poseían (Gén. 1:20, 21,24; 2:19; 9:10,12,15). ¿Es que el hombre tiene dos al mas, una animal y otra humana? La iglesia de Roma nunca había enseñado esto.
Génesis 2:7: Aquí Moisés dice que Dios formó (yatsar) al hombre de la tierra. ¿Cómo se interpreta yatsar? Algunos sostienen que el Creador no hizo sólo una estatua (tsélem) de barro o arcilla, sino directamente la carne y el hombre Adán. ¿Qué dice la Revelación al respecto? Ella dice que la facultad del Señor que "engendra vida", no es su persona, sino su "energía creadora".27
Por eso creemos que al morir, no vuelve a Dios un ser, sino sólo la energía viviente que nos ha sido prestada. Y para transformar el barro en células con todos sus complejos aparatos; los órganos, y finalmente en Adán, se requiere de más de una "energía" de vida. Se necesita de un Ser inteligente. Por eso Dios dijo "hagamos al hombre". No fue obra únicamente del soplo de Cristo, sobre esa forma de barro, ni fue obra de un solo Creador.
El Espíritu Santo es quien administra la vida de Cristo;28 es quien la transmite de pa dres a hijos y la retira del hombre. Por eso Elena G. de White escribió: "El poder divino sostie ne a cada momento la vida natural; no obstante, ello no ocurre debido a un milagro directo, sino mediante la aplicación de las bendiciones puestas a nuestro alcance".29
En segundo lugar, el vocablo "adamah significa tierra, no cuerpo o carne. La expresión basar, que significa carne, cuerpo y humanidad, se lee por primera vez en Génesis 2:21. Por lo tanto, el texto bíblico dice que el soplo de vida penetró en la nariz de esa forma humana cuando sólo era "adamah: tierra o barro rojizo. La Hna. White lo confirma:
"Cuando Dios hubo hecho al hombre a su imagen, el cuerpo humano ?o forma, pues en inglés dice: "the human form"? quedó perfecto en su forma y organización, pero estaba sin vida. Después […] infundió en aquella forma el soplo de vida, y el hombre vino a ser cria tura viva e inteligente".30
En tercer lugar, Elena G. de White aclara que "el Creador de los mundos, Aquel en quien moraba la plenitud de la Deidad corporalmente, se manifestó ?después? en el desvalido bebé del pesebre"31 (Juan 17:5). Entonces, si en el momento de formar el cuerpo de Adán, el Hijo de Dios poseía la Deidad "corporalmente", tenía que transformarse en Espíritu para poder introducirse en esa masa de barro y trabajar allí adentro, creando miles de millones de células en el instante en que el soplo penetraba en la estatua. Pero ¿para qué estaba el Espíritu San to? Cristo podía hacerlo. Pero recordemos que, como Dios es perfecto, no desobedece sus propias leyes naturales, ni contradice lo que convinieron que hiciera cada Persona.
A Elena G. de White se le reveló que, aunque Jesús se espiritualizó atravesando las paredes del aposento alto, no podía usar su poder de la Omnipresencia mientras tuviera un cuerpo.32 Y en la creación de Adán no sólo necesitaba espiritualizar su cuerpo glorioso para penetrar en la estatua que había formado con sus manos: Sólo para construir una sola célula de las 120.000 millones que debía haber en el cuerpo de Adán, con todos los pequeñísimos órganos que debe tener cada una, Cristo podría haber tardado mucho más que lo que, gracias al uso de su omnipresencia, el Espíritu tardó en construir el organismo humano completo. En tonces, por medio del Espíritu Santo, fue como si la obra de Cristo se hubiera multiplicado con la ayuda de 120.000 millones de obreros más, trabajando a la vez (omnipresencia).
Por eso en Salmos 139 dice que el Espíritu Santo no sólo obra hoy, sino también cuando Adán todavía no era más que una estatua de barro; y gracias al Espíritu, fue "entrete jido en lo más profundo de la tierra" (Sal. 139:15). No olvidemos que en Eclesiastés 12:1 se habla de "Creadores" (Bore áka); y "envías tu Espíritu, son creados" (Sal. 104:); "porque su boca mandó, y los reunió su mismo Espíritu" (Isa. 34:16). Por este poder es que la Divinidad pudo hacer todo en tan solo seis días ?que, por no tomar en cuenta aquí esta capacidad de la omnipresencia, ha sido siempre motivo de burla de parte de los cristianos no fundamentalis tas. Así que tener en cuenta esto es muy importante.
La imagen de Adán era la de Dios
Antes de la influencia griega que recibieron los judíos, el vocablo tsélem (imagen) sig nificaba una cosa o persona con figura y apariencia (Gén. 5:3; Sal. 73:20; Eze. 8:3,5); una escultura o una estatua (Lev. 26:1; Sal. 106:19; Isa. 40:19,20; 44:9,10,15, 17; 45:20; 48:5; Jer.
10:14; 51:17; Dan. 2:31,34,35; 3:13,5,7,10,12,14,15,18; Ose. 3:4; Nah. 1:14; Hab. 2:8). Cuando era una representación o copia de algo o alguien ?aunque no fuera una copia exac ta? el original era visible y real (Gén. 5:3; Éxo. 20:4; Isa. 40: 19,20; Dan. 3:13,5,7,10,12, 14,15,18). Una persona que no podía verse con los ojos naturales, no era una tsélem sino un espíritu o una imaginación. Por eso, en el libro de Isaías Dios nos hace entender que no po demos hacerle una imagen, por la sencilla razón de que no lo hemos visto por causa de la separación que produjo el pecado (Isa. 40:18,19; Rom. 3:23).
Después de la muerte de Abel, Adán "engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen" (Gén. 5:3). Elena G. de White comenta este pasaje diciendo: "Set aventajaba en es tatura a Caín y Abel, y se parecía a su padre Adán más que sus otros hermanos".33 Así que tenía la tsélem de Adán especialmente por su figura física. Por lo tanto la Hna. White también escribió: "Adán era perfecto en su forma: fuerte, bien parecido, puro, llevaba la imagen de su Hacedor".34 Y la feliz pareja "era de elevada estatura y perfecta simetría";35 era "algo más de dos veces más alto que los hombres que hoy pueblan la tierra".36 La piel tenía un "tinte rosa do", y "estaban rodeados de una envoltura de luz y gloria, como la que rodea a los ángeles".37
Eva llegaba "un poco por encima de los hombros" de Adán.38
"Los seres humanos constituían una clase nueva y distinta. Fueron hechos "a ima gen de Dios", y fue el propósito del Creador que ellos poblaran la tierra".39 Esta declaración nos dice que tenían la "imagen de Dios", pero no "la imagen expresa de la persona" de Dios.40
Cómo definimos los elementos que componen todo nuestro ser
Como sucede en la Biblia, Elena G. de White presenta al hombre con una dualidad cuerpoalma;41 cuerpomente42 y cuerpoespíritu;43 en una triunidad cuerpoespíritualma;44 cuerpoalmamente;45 almaespíritucorazón;46 almacorazónmente47 y podercorazónalma,48 y también con la unidad cuádruple almacorazónmente y fuerzas.49 Sin embargo, cuando ella se refiere a toda la naturaleza humana, prefiere usar la fórmula que encontramos en 1 Tesa lonicenses 5:23. La razón es muy simple: 1º Tesalonicenses 5:23 es el único lugar en las Es crituras, fuera de Génesis 2:7, de donde se origina, que dice referirse a "todo" el ser.
Los teólogos que aseguran que nuestro ser es una unidad dual, creen que "Pablo no presenta aquí un estudio de la naturaleza del hombre [… porque? la Biblia parece hablar gene ralmente de una división del hombre en dos partes".50 Pero la Biblia también habla mayormen te de un castigo de "fuego eterno", "por los siglos de los siglos" (Mat. 18:8; 25:4146; Mar. 3:29; 9:43,44; 2 Tes. 1:9; Luc. 16: 1931; Heb. 6:2; Jud. 7; Apoc. 20: 10). Y ellos mismos di cen, con razón, que debe ser explicado mejor con un grupo minoritario de textos.
En segundo lugar, ¿con qué autoridad niegan al apóstol Pablo, cuando él afirma que aquí habla de "todo" lo que constituye nuestro ser, siendo el único texto que lo dice? En tercer lugar, como no aceptan que aquí Pablo se refiere a "todo nuestro ser", inter pretan el vocablo "espíritu" (pneuma) como el intelecto, no como el soplo de vida; y el "alma" (psujé) como la parte emocional. Pero, como veremos más adelante, pnéuma y psujé, tienen en las Escrituras varios significados. ¿Qué base tienen para decir cuál de ellos se debe inter pretar aquí? Sólo es correcto emplear aquí el sentido que, al unirlo con los otros dos elemen tos, pueda formar lo que constituye "todo nuestro ser", pues eso es lo que está asegurando el profeta inspirado.
En Génesis 2:7 tenemos:
Cuerpo + soplo de vida = "alma de vida" (néfesh jayyah, traducido como "ser viviente").
Bíblicamente no puede haber "alma de vida" si primero no hay vida. Si la vida viniera del alma, la Escritura habría dicho: "vida del alma", y no "alma de vida". En la versión de la VXX, néfesh jayyah se traduce al griego con el gerundio "viviente". Pero Génesis 2:7, en he breo jayyah no está en gerundio, sino como sustantivo singular de jay. Es decir, que el alma surgió gracias a que había vida, no que el alma estaba muerta y llegó a ser viviente, o que estaba con Dios desde la eternidad, como decía Orígenes, y al tomar un cuerpo humano llegó a tener vida terrestre.
Génesis 2:7; Salmos 146:14 y 1 Tesalonicenses 5:23 concuerdan perfectamente, por que presentan todos los elementos del ser. Por ejemplo, en Eclesiastés 12:7, el cuerpo ("pol vo") va a la tierra, y el "espíritu" de vida a Dios, que lo prestó. Pero aquí no dice qué ocurre con el néfesh jayyah. Y podemos saber que aquí falta dar una explicación de este tercer ele mento, porque lo dice en Salmos 146:14 (los enumero según el orden de Gén. 2:7): "Alaba, oh alma3º mía, a Jehová […] pues sale su aliento ?de vida?2º, y vuelve ?el cuerpo?1º a la tierra; en ese mismo día perecen sus pensamientos"3º ("alma" del versículo uno).
En cuarto lugar, Elena G. de White comenta 1 Tesalonicenses 5:23 de esta manera: "Todos los que consagran su alma(3), cuerpo(1) y espíritu(2) a Dios, recibirán constantemente una nueva medida de fuerzas físicas(1) y mentales(3). Las inagotables provisiones del cielo están a su disposición. Cristo les da el aliento de su propio espíritu(2), la vida(2) de su propia vida".51 Aquí ella hace concordar 1Tesalonicenses 5:23 con Génesis 2:7, pues el cuerpo es la parte física; el espíritu, es el soplo de vida, y el alma las facultades mentales de esa vida ("al ma de vida"). Veamos otra cita semejante:
"Todo aquel que consagra su cuerpo(1), su alma(3) y su espíritu(2) al servicio de Dios recibirá continuamente nuevo caudal del poder físico(1), mental(3) y espiritual(2) […] Cristo le anima con el soplo de su Espíritu(2), y le infunde la vida(2) de su propia vida".52
Otra interpretación inspirada de 1 Tesalonicenses 5:23, dice así: "Dios quiere que comprendamos que él tiene derecho sobre todo lo que poseemos: mente(3), alma(3), cuerpo(1) y espíritu(2) […] Nuestro cuerpo(1), nuestra alma(3), nuestra vida(2) le pertenecen."53 En esta declaración repite dos veces la triunidad del ser. En la primera aclara que el "alma" es la "mente", y en la segunda, que el "espíritu" es la "vida". Justamente, estas interpretaciones son las únicas que pueden explicar por qué Pablo asegura que estos tres elementos constituyen "todo" nuestro ser, y por eso concuerda con los que se menciona en Génesis 2:7 y Salmos 146:14.
¿El hombre tiene alma, o es alma?
Nosotros somos una unidad, pero no indivisible, como muchos aseguran. En la muer te, el cuerpo no va a Dios con la vida, ni la vida va a la tierra con el cuerpo. Uno es mortal y el otro es eterno porque es del Dios eterno. Por lo tanto, es imposible que permanezcan unidos. El apóstol Pablo se detiene para destacar esta verdad, diciendo: "Y todas las partes de uste des". Aquí, Pablo no niega nuestra unidad viviente, pero aclara que no somos una unidad indivisible, sino una triunidad. El vocablo griego holókleros, viene de dos palabras: holos ("completo", "todo"); y kleros ("sección", "parte"). A muchos intérpretes de nuestra iglesia les cuesta aceptar esta verdad. Pero la Hna. White comenta Génesis 2:7 de esta manera: "En la creación del hombre […] Todas las partes del organismo humano entraron en acción".54
Aquí se ve claramente el problema que tienen los que sostienen que somos una uni dad dual. Y el problema llega a ser aún mayor al querer señalar cuáles y a dónde van sus partes en la muerte. Por eso terminan diciendo que además del cuerpo que va al polvo1º, te nemos que saber diferenciar el espíritu de vida2º que retorna a Dios, del alma3º del hombre que muere al instante… pero continúan insistiendo en una dualidad por temor a ser confundi dos con los que creen en la inmortalidad del alma. Entonces, ¿somos una triunidad, o unidad dual como los vegetales? En el Antiguo Testamento, "alma" (néfesh) aparece 753 veces; se la traduce como al ma, vida, el yo, criatura, ser viviente, persona, apetito, mente, emoción, deseo y pasión. Viene de la palabra náfash, que significa refrescarse, tomar aliento, reavivarse. En la Biblia RVR, en más de 85 casos néfesh traduce como "vida" (Gén. 9:4,5; 1 Sam. 19:5; Job 2:4,6; Sal. 31:13, etc.). Y en el NT, psujé, que aparece 105 veces, en la versión RVR se traduce como "vida" en 32 oportunidades (Mat. 6:25; 16:25; Luc. 12:22,23, etc.). De paso, en la versión Biblia de Je rusalén no dice que el alma que peca muere, sino que muere la vida (Eze. 18:4), justamente por traducir néfesh como "vida". Pero sabemos que en la muerte, la vida no muere sino que retorna a Dios. Entonces, si néfesh significara "vida", en la fórmula de Génesis 2:7 nos daría esta redundancia: Cuerpo + vida = "vida de vida" o "vida viviente".
Algunos también creen que néfesh significa garganta, boca y cuello. Llegan a esta conclusión, en primer lugar, por no tomar en cuenta que en el texto hebreo el paralelismo tex tual no siempre es sinónimo (Ecle.3:22; 6:7; Isa. 5:14; Jer. 15:9). En segundo lugar, porque se valen de versiones donde el traductor da su propia interpretación de la palabra néfesh. En una versión se lee "boca sedienta", y en otra traduce "alma sedienta" (Sal. 107:9; Prov. 25:25; Hab. 2:5). Sabemos que no es por la "boca", la "garganta" o el "cuello" que se siente sed, sino por el sistema nervioso central. De paso, en Proverbios 23:2, para referirse a la garganta no emplea la palabra "alma" (nefesh) sino loà. Sólo en Isaías 5:14 "alma" se podría traducir co rrectamente con el sentido homilético de "boca", pues al pueblo hebreo se lo representa como si fuera una boca abierta de sed para devorar el pecado. Pero no significa que el pueblo he breo ("su multitud") es una "boca", y por lo tanto "alma" sería "la boca de una multitud".
Elena G. de White trae la solución diciendo: "Después, el Dios personal y existente de por sí infundió en aquella forma(1) el soplo de vida(2), y el hombre vino a ser criatura viva(1,2) e inteligente(3) […] El hombre fue hecho alma(3) viviente(2). "Por medio de Cristo el Verbo, el Dios personal creó al hombre, y lo dotó de inteligencia y de facultades(3)".55
¡Aquí está la clave que necesitábamos!:
Cuerpo ("forma") + "vida" = "criatura viva e inteligente". ("viviente") ("alma") Otra declaración de ella dice: "Cuando el Señor lo creó a su imagen, el hombre era perfecto en todo sentido, pero no tenía vida. Entonces un Dios personal y que existe por sí mismo sopló en esa forma(1) el aliento vital(2), y el hombre llegó a ser un ser viviente(1,2), inte ligente(3) que respiraba […]. Entonces el hombre llegó a ser alma(3) viviente(2)".56
Aquí tenemos:
Cuerpo ("imagen")1º + "aliento vital"2º = ser viviente2º, inteligente3º. ("viviente") ("alma") Observe que ahora el "ser" ya no es una dicotomía como los vegetales, porque ade más tiene inteligencia. Por lo tanto, el "alma" no es sólo un ser, una vida, una criatura viva, un hombre o un individuo. El "alma" es la vida que es inteligente; el ser que piensa, no que está durmiendo o en "estado vegetativo". Cuando el individuo está dormido, su "alma" (el conscien te) duerme; cuando muere, su entendimiento (alma) deja de ser en el mismo momento, aun que a su cerebro los científicos lo mantengan con vida por 12 días, o que lograran trasplantar lo en el cuerpo de otro individuo. Entonces, cuando se cumple la muerte irreversible, que es la verdadera muerte, "en ese mismo día57 perecen sus pensamientos conscientes ?"alma"?" (Sal. 146:4,1).
Como en la Biblia el ser consciente no es una tricotomía, sino una triunidad, vimos que cualquiera de sus tres componentes pueden señalar tanto una parte (kleros) de él ("cuerpo, alma y espíritu"), como a su totalidad ("el que gana almas es sabio"). En este último caso el hombre es "alma", es "espíritu" y es "carne".
> CUANDO EL HOMBRE ES "ALMA" (néfeshpsujé): Es todo el ser, la persona, el indi viduo en el momento cuando se expresa mediante el "alma" o consciente. Por eso también se la usa como un pronombre personal (Gén. 27:4; Lev. 26:11,30,43; Núm. 21:5; Deut. 18:6; Prov. 6:16; Luc. 12:19; Hech. 2:41,43; 3:23; 7:14; Rom. 13:1, etc.).
Cuando "alma" es empleada como "vida", siempre es una vida que piensa (Lev. 17:14; Deut. 12:23; 1 Rey. 17:21; 19:41; Job 12:10; 33:22; Sal. 16:10; Isa. 61:10; Mat. 6:25; Mar. 3:4; 8:35,36; Hech. 20:10, etc.). Es un error generalizado interpretar el "alma" sólo como la "vida".
> CUANDO EL HOMBRE TIENE "ALMA": Si forma parte de una persona, es la parte consciente del ser. Esto ya lo vimos con el ejemplo de Mateo 10:28. En este caso, el "alma" ya no es la vida que piensa y "morirá" (Eze. 18:4), sino el alma de esa vida; o el "alma" de ese "cuerpo" (Isa. 10:18). En este caso, también la parte consciente o "alma", muere: "Aun aquel que no puede conservar la vida a su propia alma" (Sal. 22:29); "Y serán vida a tu alma" (Prov. 3:22). Aquí el hombre ya no es "carne" ni "alma". Por eso ahora los escritores bíblicos pueden decir: "Mas su carne sobre él se dolerá, y se entristecerá en él su alma" (Job 14:22). "Que tengas salud ?del cuerpo?, así como prospera tu alma" (3 Juan 2).
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