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Ricardo Clark

Enviado por canibal8288


    1. La literatura es para interpretar la vida, afirma Ricardo Clark
    2. Peregrino a los 21 años
    3. Encuentro con Donald Borsella
    4. Entrevista por telefax
    5. En Argentina sobra talento
    6. La barricada es un absurdo.
    7. Ricardo Clark, Ganador del Concurso de "La Revue Francaise"
    8. Clark: Narrador de Primera

    LA LITERATURA ES PARA INTERPRETAR LA VIDA, AFIRMA RICARDO CLARK

    Ricardo Clark nació en La Plata. Argentina. Estudio en la Escuela normal 3, pero algo salió mal justo al terminar el segundo año, es decir "no daba el perfil académico requerido", que era (afirma Clark)… "la necesidad de un grupo de maestros ciruela de basar su relación con los alumnos difíciles en gritos, amonestaciones y poco aliento para los que simplemente no eran balas memoristas, algo muy apreciado en esa época…".

    Así, este nuevo prototipo de alumno de secundaria del 54 tuvo que pasar de urgencia a la Escuela Normal No. 2, donde con suerte variada casi termino la secundaria.

    Pero la adolescencia de Clark no fue tiempo perdido. Durante ese periodo fundo La Gaceta Estudiantil, un periódico que se edito tres veces. Entre otras actividades extracurriculares y que nunca fueron apreciadas, tuvo durante esos años un programa en LU8 Radio Bariloche, interrumpido por tener que emigrar nuevamente ya que el clima escolar de Bariloche simplemente no le sentó (tuvo algunas diferencias con la directora del plantel y gano el pleito la señora), aunque antes de partir alcanzo a meter alguna critica de teatro en un periódico del pueblo de los laguitos.

    Finalmente y como ninguna Escuela de La Plata se interesaba por él, aterrizo en un simpático Instituto en Sarandi, muy cerca de la ciudad de Avellaneda un suburbio de Buenos Aires. Se trataba del José Hernandez, una especie de legión extranjera para estudiantes de su perfil académico, con profesores que estaba ahí porque en realidad no encontraban trabajo en ningún otro lado, pero eran gente amable, afirma Clark explicando que todos merecieron destino mejor.

    Era una escuela nocturna para trabajadores (en ese tiempo Clark no trabajaba pero aprovechaba su tiempo libre para dormir hasta la una de la tarde, almorzaba y de inmediato se recostaba para una ligera siesta, cosa de llegar fresco a la escuela, a la que viajaba todos los días desde La Plata, una ciudad que no figuraba en los planes futuros del escritor.

    PEREGRINO A LOS 21 AÑOS

    Cuando tenía 21 años tomo un tren a La Quiaca en la frontera boliviana, desde donde inicio un peregrinar por varios paises de America Latina, viajando a dedo, y durmiendo al costado del camino, algunas veces en Universidades como fue el caso de la de Lima. Este lugar tenía un magnifico albergue para cualquiera que llegara con una buena historia que fuera creíble . Clark fue uno de los que pudo convencer al rector Luis Alberto Sánchez con una excelente versión.

    Después de un recorrido de ocho meses llego finalmente hasta California, donde estuvo concurriendo durante dos años como oyente al San Francisco Cita College, consiguiendo un ingles impecable.

    Eran los años sesenta y asistió al nacimiento del movimiento hippy en San Francisco (vivió en una pequeña comuna muy brevemente) aunque como la residencia en Estados Unidos implicaba un viaje de cortesía pagado por ejercito norteamericano a Vietnam, y no precisamente de turista, a los dos años regreso al país que le había llamado la atencion en todo ese largo viaje: México.

    Bien aceptado comenzó una carrera como escritor que alternando con mil trabajos diferentes, continua hoy en día.

    Toda la obra de Clark fue publicada por primera vez en México. Pero nunca se olvido de Argentina. Fundo el Instituto Mexicano Argentino de Relaciones Culturales, que se mantuvo a flote hasta que en Argentina todo se hundió en los setenta, aunque presento en el teatro General San Martín (1974) una magna exposición sobre la prensa mexicana con la novedad de que todos los temas a los que se hacía alusión eran sobre Argentina y a color, sistema que aún no se implantaba en el país.

    Consiguió donaciones de textos de escritores mexicanos para la biblioteca de la Universidad Nacional de La Plata y publico en el periódico El Día reportajes sobre Erich From, Carlos Fuentes y otros personajes del entorno mexicano. Precisamente con el director de ese periódico, David Kraiserbuld editor a los dieciséis años un periódico que no pudieron sacar de la imprenta porque no se reunieron los mil pesos que en aquella época costaba la publicación. El pintor Edgardo Antonio Vigo intento el rescate del material, pero fue inútil: el imprentero, un anarquista hispano quería efectivo o nada.

    ENCUENTRO CON DONALD BORSELLA

    Presento ademas en el D.F. al inolvidable Donald Borsella (1926-1986), en los círculos literarios de la capital azteca donde Clark trabajo durante cuatro años en la Presidencia de la República como analista de información. Fue reportero en Televisa, hizo programas especiales en el canal 11 y en la Confederación Patronal (el sindicato de los patrones mexicanos), colaboro en varios periodicos sobre temas culturales y en ultimas fechas es el cronista de opera en El Financiero, un periódico, que ademas de los temas bancarios curiosamente le da importancia a los culturales.

    Clark gano en 1984 El Premio Nacional de Cuento que otorga el Instituto Nacional de Bellas Artes, por "entre la opera y los motores diesel" obra que a recorrido con suerte diversa, con buena critica y mucho silencio por parte de quienes consideran este tipo de trabajos una molestia.

    Uno de los premios (entre otros) pero que vale la pena mencionar es el de la Revue Francaise, galardón que en su oportunidad gano Mario Vargas Llosa. Este premio incluyo la traducción del trabajo en la misma revista, mas una estancia de quince días con todos los gastos pagados en París.

    ENTREVISTA POR TELEFAX

    Y esta es una mini biografía del escritor platense compuesta con la información que le sacamos en una larga (y cara) conversación telefónica desde la ciudad de México, incluyendo faxes para componer la entrevista que sigue:

    – Miguel Angel Guereña: ¿Cuál fue la ultima imagen que acude a tu mente al irte de Argentina

    – Ricardo Clark: Frondizzi. La foto del presidente subiendo al avión que lo llevaba a la isla Martín Gracia

    MAG: Estuviste en febrero de este año. A mas de treinta años de tu partida ¿cómo encontraste Argentina?

    RC: Aclaremos que estuve varias veces. Hace dos años con la gente de la SADE (Sociedad Argentina de Escritores) de Azul y por invitación de la poetisa Marita Moreno, una mujer notable realizamos una expo titulada "Prensa Mexicana Contemporánea". Puedo decir que encontré al país con notables adelantos por ejemplo en el campo de la ecología algo impensable en otros tiempos.

    MAG: No entiendo que significa eso exactamente…

    RC: Si, vemos la noticia de que en la Patagonia se logro reducir la existencia de ovejas de seis a dos millones… esto indica que existe una fuerte conciencia ecológica, la de volver a la naturaleza, aunque, observe con sorpresa que ese no es el único lugar de Argentina donde se protege con celo el medio ambiente. La zona cañera es otro ejemplo. Es increíble que se haya podido hacer funcionar maquinas que cortan 140 toneladas de caña por hora, con lo cual los miles de gentes que dependían de esos trabajos ahora tienen tiempo para escuchar el disco de Palito Ortega, leer revistas del corazón, estudiar computación y gozar de las telenovelas frente a un buen aparato taiwanes.

    MAG: Paso de largo la ironía y te pregunto como sentís al país en este momento como hombre de letras.

    RC: Argentina es el sueño de un novelista…

    MAG: ¿Podes ser mas especifico?

    RC: Sí claro, fácil. La esposa de un presidente muere. Su cadáver viaja por todo el mundo durante años. Una señorita sale a trabajar como folclorista y regresa como presidenta de la República. Un joven medico sale a dedo por Latinoamérica y termina muerto a los 37. Tres décadas después es un icono de camiseta playera, que da la vuelta al mundo, en lugar de haber ejercido en forma normal en el barrio norte de Buenos Aires y estar ahora decentemente jubilado, paseando nietitos por los parques, esos parques que recorren ahora los fantasmas-personajes de Sabato. Veo Argentina como un país asfixiado por el pasado, donde la ambición no descansa, la pesadilla de los excesos, el aprendizaje del aprendiz de brujo y sin embargo…

    EN ARGENTINA SOBRA TALENTO

    MAG: Tu síntesis es un poco emocional, pero ¿qué mas?

    RC: Digo que sin embargo Argentina es un país donde sobra talento, donde pasan cosas que después se adoptan en otros lugares. Por ejemplo, mucha gente tiene una preparación que asombra. Recuerdo que en México hace seis años se tuvo que solicitar permiso al congreso para que un argentino pudiera ser asesor del Secretario (Ministro) de economía, algo jamas visto en este país, lugar donde por otra parte hay quince mil argentinos residiendo. Estan en las universidades, el deporte, los bancos, la industria, etc.

    Pero ademas de eso sorprende que en Argentina los locos y los presos tengan estaciones de radio y en algunos casos desde hace mas de veinte años. Para terminar menciono el sistema de autofinanciamiento, la publicación "Segunda Mano", etc. Todas creaciones argentinas como lo son Mario Bunge, Milstein, y otros en el campo de la ciencia.

    MAG: ¿En que se parecen lo argentinos y los mexicanos?

    RC: En nada. Los mexicanos tienen el toque oriental en su forma de ser. Tienen potrero político, se manejan con cautela, en primer lugar porque saben que estan en esas tierras desde hace dos mil años y que seguirán estando otros dos mil. En segundo lugar porque toda la experiencia histórica, desde sus luchas por la independencia-lucha mas amarga que la nuestra- sumada a la revolución de 1910, demuestra que la violencia debe evitarse a cualquier precio.

    A los argentinos en cambio, les falta precisamente eso: Potrero político. En la Argentina de los últimos treinta años la violencia les pareció a todos muy fácil, s hizo sencillo matar adolescentes de 19 años por la espalda, desaparecer monjas francesas, torturar chicos de secundaria, tirar opositores políticos desde los aviones, robar como si fueran piratas del mediterráneo, niños recién nacidos y ejecutar a su madre. Todo en un orgía de sangre sin el menor sentido político, orgía que será muy difícil de olvidar y que estuvo en las primeras planas de todos los periodicos del mundo. Todo esto sin contar las vidas destrozadas, las carreras truncadas, el dolor y la miseria que vivió el país. Muchas veces se me ocurre que los argentinos carecen del sentido del ridículo político.

    Ahora que leí las declaraciones del exquisito maestro Bianciotti, antes de ir a ocupar un apolillado sillon de la academia francesa…

    MAG: ¿Qué decían…?

    RC: Si, en el sentido de que creía que "algo muy frágil estaba en peligro", es decir la cultura argentina. No pude menos que sonreír, creo que todo esta en peligro y que lo frágil son las instituciones argentinas, cosa que ignorábamos. Nadie pudo preveer que los demonios se soltarían de esa manera en la década de 1970, arruinando la vida de una generación y de la que devino también, que la necesitaba como modelo.

    MAG: ¿ Entonces…?

    RC: estoy seguro que será necesario perdonar, así lo piden los espíritus superiores, pero creo que jamas debemos olvidar… y la cultura argentina no esta en peligro, viene detrás gente capaz que dará la medida de su tiempo. Pienso que Guicciardini tiene razón cuando afirma en su discurso político que no hay que afligirse por lo que le ocurre a un país en su natural devenir. Ay que afligirse porque a uno lo toco estar en ese horno.

    LA BARRICADA ES UN ABSURDO.

    MAG: Me da la impresión por tus palabras que la literatura debe ser comprometida, de barricada.

    RC: Aclaremos. Existen dos tipos de escritores. Los académicos tipo Bianciotti, que juntan palabras, son maestros de su idioma o del de otros. Son arquitectos de lo aparente. En ellos no hay nada visceral. Nada que huela a vida si no es perfumada. Se los cita, son respetados pero también olvidables. Otros escritores estan en un mano a mano con la vida. En una permanente pulseada, sufriendo sus rigores, explicando los otros lo que es el sentido de vivir. La barricada hoy en día esta demás. Si lo que la gente hace esta bien o mal esa no es tarea para el escritor.

    Así la barricada es un absurdo. Opino que el escritor no debe juzgar, solo mostrar lo que él siente acerca de la vida, porque para eso siento que es la literatura, para interpretar la vida, para bucear en ella. Algunas gentes nacieron para brincar en la superficie del agua, otras para remontarse a las profundidades. Me considero de estas ultimas, pero no soy juez de nadie.

    MAG: Para finalizar: publicaste en 1979 un libro de cuentos "Días de Acecho"; en 1992 un libro de cuentos "Entre la Opera y los Motores Diesel". Tengo entendido que un sello mexicano publica este año tu primera novela titulada "Intersmog" ¿Cuál es el tema?.

    RC: Bueno, no es mi primera novela. Tengo dos mas que escribí antes

    (Rumbo a Cálida Región y Patrullas Nocturnas). Intersmog es una historia urbana, del México de lo 80 y una especie de "evangelio" según la clase media, o al menos eso afirma el corrector de la editorial. Veremos que dice la critica, esperemos que guste.

    ( Periódico Jornada. Suplemento de Cultura. Trelew, Rawson y Puerto Madryn. 25 de mayo de 1997. Pagina 4 y 5 ).|

    ENTRE LA OPERA Y LOS MOTORES DIESEL …la mordacidad la ironía….

    hay rasgos poéticos en la narración de Ricardo Clark…

    La mordacidad, la ironía, el hábil manejo de los tiempos y las circunstancias concatenantes, el profundo conocimiento de lo que habla, son algunos de los elementos del libro de Ricardo Clark, entre la ópera y los motores diesel, ganador con éste del Premio de Cuento San Luis Potosí en 1984 y que apenas hace unos meses pudo circular comercialmente, editado por "Joaquín Mortiz".

    Mundo tan opuesto y tan lleno de similitudes, el ambiente de la ópera y la vida de los choferes de camiones de carga, son los mundos que Ricardo Clark maneja con amplio sentido del cuento, del narrar unas vivencias que envuelven a los personajes, uno que viaja solitario por las carreteras, deteniéndose de vez en vez en algún punto de su monótono caminar y otra que, solitaria también, asiste a funciones operísticas, con su mundo interno confuso y opresivo.

    Sin embargo, en cierto momento de la historia el lector se entera que mucho tienen que ver entre sí, ambos viven vidas de conflictos intensos, y de alguna manera buscan refugio en sus ensoñaciones, en sus fantasías para no ver la cotidianidad.

    Hay rasgos poéticos en la narración de Ricardo Clark, de manera casi imperceptible lleva al lector de la descripción lírica de los motores diesel al mundo interno del chofer; paralelamente explica hábilmente tramas y decorados del mundo de la ópera y ya estamos metidos en la vida sentimental de una meretriz de alta categoría, de ésas que sólo se alquilan a un hombre poderoso y por tiempos definidos.

    Ricardo Clark, quien vive en México desde hace ya varios años, aunque nacido en Argentina, conoce profundamente la vida cotidiana y de la alta cultura de nuestro país, por ello se abroga intentos de criticar la cultura nacional, y también a los hacedores y disfrutadores de la cultura misma y eso se nota en la narración del cuento, cada asunto, cada mención de Clark tiene mordacidad en sus palabras y la ironía en sus conceptos.

    Entre la ópera y los motores diesel , se lee fácil por lo bien escrito, sin embargo no es fácil de entender mucho de lo que ahí dice, por ello se tiene que leer otra vez y a veces una tercera vez, con lo que la narración adquiere mejor significado y se disfruta bien; pocas narraciones aguantan más de una lectura y ésta es de ésas, sus varios niveles de escritura merecen mejor destino que el olvido en el que la editorial la tiene.

    El autor ha sido ganador de varios premios: Punto de Partida, 1973; y el de La Revue Francaise en 1972, además de ser autor del libro de cuentos Días de acecho editado por la Comunidad Latinoamericana de Escritores (1978). Nacido en La Plata en 1940, Clark ha ejercido el periodismo desde hace muchos años. De ahí su oficio, su certeza y visión crítica de la realidad. (FA)

    Entre la ópera y los motores diesel; Ricardo Clark: Premio de Cuento San Luis Potosí, 1984. Editorial Joaquín Mortiz /Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, 1992. (Columna Morral de Libros. Nota de Fernando Allier. El Universal, 31 de julio de 1993. México, D.F.).

    Ricardo Clark, Ganador del Concurso de "La Revue Francaise"

    El joven escritor Ricardo Clark resultó ganador del concurso organizado por la revista La Revue Francaise, cuyo premio consiste en un viaje a París con todos los gastos cubiertos.

    Isabelle F. Fassy la conocida crítica gala, informó, al otorgar la mención en la embajada francesa de esta capital, que el trabajo premiado fue seleccionado entre 200 novelas cortas presentadas por escritores mexicanos. El jurado (compuesto por tres miembros anónimos) adjudicó el premio a Ricardo Clark por su obra intitulada Un día en la Vida de Guimares.

    "Un premio es un estímulo", declaró el novel escritor, "por él en sí, y porque ayuda a algo tan difícil como es darse a conocer, sobre todo en un medio como el nuestro, donde abunda el talento y no sobran las oportunidades…"

    El cuento premiado, que trata del exilio político de un brasileño, forma parte de un libro en trámites de publicación titulado Días de Acecho.

    Ricardo Clark fue ganador también del concurso de cuento de la revista Punto de Partida, de la UNAM, en 1970. (El Día, 12 de mayo de 1972).

    CLARK: NARRADOR DE PRIMERA

    Días de acecho, por Ricardo Clark (edición Comunidad Latinoamericana de Escritores), es un libro lleno de sorpresas.

    Clark es oriundo del Cono Sur y sus cuentos tienen un ambiente cosmopolita irreprochable; su autor ha visto publicados sus relatos en las principales revistas literarias de Hispanoamérica y en París. Uno de ellos titulado "Madre hay una sola", provocó escándalo por su publicación en un suplemento dominical de esta ciudad, lo que provocó que el director de dicho suplemento estuviera a punto de perder la chamba. Anteriormente, ese cuento había sido rechazado por la revista Nacional de Cultura Venezolana, así como por la revista colombiana Vivencias. Hasta la Patagonia llegó el disturbio, pues un pintor, Miguel Angel Guereña, abrió una exposición con pinturas inspiradas en el mencionado cuento. Un crítico, de apellido Borjas por más señas, no pudo resistir la vista de tales cuadros.

    Dentro de un humor negrisimo es el relato titulado "Mister Pentágono", que consiste en una serie de cartas de solicitud precisamente al Pentágono en Washington, en las que diversos tipos quieren enrolarse en un experimento de tipo militar. Esos solicitantes fueron un teniente argentino, un pederasta, un político brasileño exilado, un geólogo de Santiago de Baracoa y un agente haitiano de "Papá" Duvalier. Los cuerpos de todos ellos, en proceso de hibernación, se encuentran en una nave espacial rumbo a Alfa-Centauro.

    Algunas de estas historias son sobre la lucha clandestina y guerrillera en diversos países de América: son como aguafuertes, tintas o grabados de Goya: sus personajes, no siempre heroicos, son vivos, vivaces, vibrantes. Clark es un narrador de primera. (Columna Multilibros. Francisco Zendejas. Viernes 10 de octubre de 1980).