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Contribución al conocimiento de la abundancia y frecuencia de uso del hábitat


Partes: 1, 2, 3, 4, 5

    1. Resumen
    2. Area de estudio
    3. Metodología
    4. Resultados
    5. Discusión
    6. Situación actual del P.N. Aguaro-Guariquito
    7. Propuesta de manejo
    8. Conclusiones
    9. Recomendaciones
    10. Bibliografía

    RESUMEN

    Durante el año 1999 se realizó un trabajo de investigación con la finalidad de estimar índices de abundancia poblacional del delfín de río Inia geoffrensis en dos sistemas fluviales del Parque Nacional Aguaro-Guariquito, estado Guárico, Venezuela y la frecuencia con la cual esta especie utiliza los hábitats disponibles.

    La información básica recabada contribuiría a diseñar planes de manejo para la conservación de estos delfines.

    El trabajo de campo tuvo inicio en el mes de enero y se desarrolló bimensualmente en seis períodos. En cada salida se invirtieron 2 – 4 días efectivos de campo.

    La abundancia se estimó mediante un índice en el que se relacionó el número de individuos observados con los kilómetros de río recorridos (ind/km). Para esto se realizaron un total de 25 transectas fluviales, 17 en el sistema Aguaro y 8 en Guariquito-Apurito durante el transcurso del estudio.

    Se compararon los índices de abundancia obtenidos en un sistema con respecto al otro, por período de muestreo, mediante la prueba no parámetrica de Kruskal-Wallis (a =0,05).

    Se estableció cuál tipo de hábitat era el más utilizado por Inia con base en la frecuencia con la cual fueron observados en cada uno.

    Para caracterizar parcialmente los sistemas fluviales estudiados se fijaron 4 localidades de muestreo ubicadas de norte a sur en cada uno, denominadas A1 a A4 en Aguaro y G1 a G4 en Guariquito-Apurito, tomando como referencia las variables físico-químicas, velocidad de corriente, transparencia, pH, oxígeno disuelto, sólidos totales y descarga (Q).

    Adicionalmente, se colectaron muestras de vegetación acuática que, en conjunto con la recopilación de bibliografía acerca de la ictiofauna y vegetación del parque, contribuyeron a la caracterización de los sistemas.

    Por último, se aplicó una encuesta para estimar cuáles son las amenazas potenciales que pueden afectar a las toninas en el parque.

    La abundancia en el sistema Aguaro fue relativamente alta durante la época de sequía (1,29 ± 0,14 ind/km) y transición (1,44 ind/km), pero decayó considerablemente en la época lluviosa (0,7 ± 0,18 ind/km).

    En el Guariquito-Apurito los índices de abundancia promedio fueron similares en sequía (0,19 ± 0,16 ind/km) y lluvias (0,19 ± 0,07 ind/km).

    Al realizar el análisis no paramétrico de Kruskal-Wallis, se encontró que existían diferencias estadísticamente significativas entre ambos sistemas. El Aguaro presentó mayores índices de abundancia que el Guariquito-Apurito (H=8,3077; p=0,0040; N=12). Igual resultado se obtuvo durante la época de sequía (H=3,857; p=0,0495; N= 6), mientras que en la época de lluvias no se encontraron diferencias (H=2,4; p=0,1213; N=4).

    Se estableció que el hábitat más utilizado por las toninas en el área de estudio durante el tiempo que duró la investigación fueron los pozos dentro del canal principal. En el sistema Aguaro, el 100% de las observaciones (14) se realizaron en hábitats con estas características, mientras que en Guariquito-Apurito solo el 20% (1 observación) se produjo en localidades de este tipo, 40% (2 observaciones) en canal principal y 40% (2 observaciones) en localidades con características intermedias.

    Los tramos estudiados en los sistemas fluviales seleccionados, presentaron en toda su extensión, amplias variaciones en las características físico-químicas, tanto de una localidad a otra, como de una época a otra.

    En el sistema Aguaro, la velocidad de corriente incrementó de la época de sequía (0,03 ± 0,05 m/s) a la de lluvia (0,09 ± 0,06 m/s) al igual que la descarga (6,25 ± 8,36 m3/s en sequía y 54,72 ± 47,59 m3/s en lluvia). La transparencia se incrementó de sequía (63,40 ± 56,02 cm) a lluvias (150,38 ± 65,41 cm), mientras que, la concentración de sólidos disueltos en agua disminuyó (162,40 ± 147,98 mg/l en sequía a 44,38 ± 19,62 mg/l en lluvia). El pH disminuyó ligeramente de la época de sequía (5,87 ± 0,87) a la de lluvia (5,15 ± 0,68), mientras que la concentración de oxígeno disuelto se redujo aproximadamente a la mitad (6,23 ± 1,84 mg/l en sequía a 3,83 ± 2,12 mg/l en lluvia).

    En el Guariquito-Apurito, las tendencias de los parámetros físico-químicos fueron similares al Aguaro. La velocidad de corriente incrementó de la época de sequía (0,23 ± 0,13 m/s) a la de lluvia (0,40 ± 0,28 m/s) al igual que la descarga (116,39 ± 132,34 m3/s en sequía a 434,31 ± 323,06m3/s en lluvia). La transparencia se incrementó de sequía (10,40 ± 1,74 cm) a lluvias (38,63 ± 26,08 cm), mientras que, la concentración de sólidos disueltos en agua disminuyó (350,50 ± 61,01 mg/l en sequía a 117,88 ± 46,46 mg/l en lluvia). El pH disminuyó ligeramente de la época de sequía (7,25 ± 0,25) a la de lluvia (6,15 ± 0,28), mientras que la concentración de oxígeno disuelto se redujo mas de la mitad (4,90 ± 1,74 mg/l en sequía a 2,13 ± 1,48 mg/l en lluvia).

    Con base en la bibliografía y observaciones directas realizadas en el campo, se pudo determinar que en el P.N. Aguaro-Guariquito existe gran biomasa y riqueza íctica (289 especies), las cuales constituyen presas potenciales para las toninas, así como también un número considerable de familias (18) y especies (25) de plantas acuáticas que proveen refugio para peces y toninas durante todo el año.

    Los resultados de la encuesta realizada y las observaciones de campo indicaron que la principal amenaza para las toninas en el parque, es la degradación del hábitat, reflejado en la deforestación de las márgenes de ríos para establecer cultivos dirigidos a cubrir las necesidades de los pobladores de los caseríos; tráfico frecuente de embarcaciones con motor, que incrementan la contaminación sónica y riesgos de arrollamiento para las toninas, entre otras.

    El sistema Aguaro presentó mayores índices de abundancia de toninas que el Guariquito-Apurito durante el período de estudio.

    Los índices de abundancia registrados en el sistema Aguaro durante las épocas de sequía y lluvias fueron mayores que los registrados en el Guariquito-Apurito.

    Los hábitats más utilizados por las toninas en el P.N. Aguaro-Guariquito durante el estudio fueron los pozos dentro del canal principal. Estos hábitats se observaron con mayor frecuencia en el sistema Aguaro, sin embargo, no existió relación entre las variables físico-químicas evaluadas y la presencia de toninas. Inia geoffrensis explotó hábitats con un amplio intervalo de condiciones y utilizó una misma zona del ambiente acuático por períodos prolongados de tiempo aun cuando se produjeron cambios significativos en las características de las aguas.

    El área de estudio puede considerarse compleja desde el punto de vista hidrológico, debido a que, la estacionalidad climática generó cambios considerables en las condiciones físico-químicas de los cuerpos de agua estudiados y en la dinámica de flujo de los ríos.

    La abundancia y riqueza de especies de plantas acuáticas incrementa considerablemente durante la época de transición y lluvias, sobre todo en las áreas inundables.

    La principal amenaza para las toninas en el área de estudio es la degradación del hábitat como consecuencia de los efectos de sistemas de riego, uso de fertilizantes y/o pesticidas, deforestación de las riberas de los ríos y tráfico de embarcaciones a motor.

    En el P. N. Aguaro-Guariquito, el sector donde se ubicó la localidad A4 (sistema Aguaro) y la región correspondiente al río Guariquito (sistema Guariquito-Apurito) no reúnen condiciones adecuadas para la supervivencia de las toninas durante la época de sequía, pero si en lluvias, mientras que, los sectores donde se ubicaron las localidades A1, A2 y A3 (sistema Aguaro) reúnen condiciones favorables durante todo el año para la supervivencia de estos delfines.

    1. INTRODUCCION.

    Los animales pertenecientes al Orden Cetácea derivaron de mamíferos primitivos que abandonaron la tierra durante el período Cretáceo (Watson, 1985). Incluye tres subórdenes, Archaeoceti, actualmente extinto, Mysticeti, que abarca a las verdaderas ballenas y Odontoceti el cual comprende a todas las formas con dientes (Perrin, 1989 citado por da Silva, 1995). A su vez, este último Suborden está dividido en cuatro Superfamilias, de las cuales la Platanistoidea incluía a los delfines fluviales (Watson, 1984). No obstante, Barnes, Domning y Ray (1985 citados por da Silva, 1995) y Gaskin (1985 citado por da Silva, 1995) señalaron que la similaridad en forma y función observada en estas especies, probablemente esta relacionada a la convergencia evolutiva por vivir en el mismo tipo de hábitat, antes que a la divergencia a partir de un ancestro común, por lo que la Superfamilia ha sido dividida en tres Familias (da Silva, 1995).

    Platanistidae, representada por los delfines del río Ganges Platanista minor y Platanista gangetica, en la India (Perrin, 1989 citado por da Silva, 1995).

    Pontoporiidae, dividida en dos Subfamilias; Lipotinae con una especie, Lipotes vexillifer, en el río Yangtze (China) y Pontoporinae, también con una especie Pontoporia blainville, está localizado en la costa atlántica Suramericana (Argentina, Brasil, Uruguay) (da Silva, 1995).

    Iniidae, incluye una especie, Inia geoffrensis, conocida como tonina (Venezuela), boto (Brasil) y bufeo o bufeo colorado (Perú y Colombia). Presenta amplia distribución en las cuencas de los ríos Amazonas y Orinoco, donde es endémica. Ha sido reportada en diferentes sistemas fluviales de Perú, Bolivia, Ecuador, Brasil, Venezuela, Colombia y Guyana. (Layne, 1958; Pilleri, 1969; Meade y Koehnken, 1991; Reeves y Leatherwood, 1994a; Vidal, Barlow, Hurtado, Torre, Cendón y Ojeda, 1997; Linares, 1999).

    Pilleri y Gihr (1977) dividieron el género en dos especies, Inia boliviensis en los ríos del sistema Beni en Bolivia e Inia geoffrensis en las cuencas de los ríos Amazonas y Orinoco. A su vez, dividieron esta última en dos subespecies, Inia geoffrensis geoffrensis e Inia geoffrensis humboldtiana. Casinos y Ocaña (1979) consideraron que no existían diferencias taxonómicas suficientes para realizar tales divisiones. No obstante, la condición de subespecie es generalmente utilizada, e incluye a Inia geoffrensis boliviensis (Bolivia), I.g. geoffrensis, en la cuenca del Amazonas e I.g. humboldtiana, reportada para la cuenca del Orinoco (Trebbau y Van Bree, 1974; Grabert, 1984; Sylvestre, 1985; Best y da Silva, 1989a; da Silva, 1995).

    Clasificación Taxonómica (da Silva, 1995).

    Orden: Cetacea

    Suborden: Odontoceti

    Superfamilia: Platanistoidea

    Familia: Iniidae

    Género: Inia

    Especie: Inia geoffrensis

    Subespecie: Inia geoffrensis boliviensis

    Inia geoffrensis geoffrensis

    Inia geoffrensis humboldtiana

    Al menos una subespecie está presente en Venezuela Inia geoffrensis humboldtiana, (da Silva, 1995) reportada en gran diversidad de microhábitats de las cuencas de los ríos Orinoco, Apure, Negro y Casiquiare , al sur del Orinoco, los Llanos y el Sistema Deltaico, entre 0 y 220 m.s.n.m. (Linares, 1998).

    Viven en aguas dulces o poco salobres, en ríos y caños grandes, en aguas someras o profundas, en aguas continentales tranquilas, en márgenes con vegetación boscosa (Linares, 1998).

    Usualmente es una especie solitaria, pero varios ejemplares pueden ser vistos juntos durante la época reproductiva, así como a las hembras y sus crías (Linares, 1998). Magnusson, Best y da Silva (1980) señalaron que grupos mayores de 3 individuos son excepcionales, mientras que Meade y Koehnken (1991), Best y da Silva (1989a, 1993), reportaron que el número de individuos en las agrupaciones puede incrementar durante actividades de búsqueda de alimento o durante el período de cortejo y apareamiento, esto último aparentemente sincronizado con la época de aguas bajas en los ríos.

    Inia geoffrensis presenta hábitos alimentarios generalistas, se alimenta tanto de día como de noche de gran variedad de especies de peces (da Silva, 1983, 1995; Best 1984), también de cangrejos (Pilleri, 1972) y tortugas (da Silva, 1982, 1983). La mayor actividad se registra entre las 0600 y 0900 h. y las 1500 y 1800 h. (Pilleri, 1969; Best y da Silva, 1989b). También puede formar asociaciones alimentarias con otras especies tales como el delfín de río (Sotalia fluviatilis) y el perro de agua gigante (Pteronura brasiliensis) (Defler, 1983).

    En la actualidad no se conocen los índices poblacionales de los delfines de agua dulce y pocos han sido los esfuerzos para determinar o estimar su densidad en las cuencas hidrográficas de los países latinoamericanos. Layne (1958) reportó índices de abundancia cerca de Leticia en el Amazonas colombiano. Kasuya y Kajihara (1974) señalaron índices cerca de Iquitos en el Amazonas peruano. Pilleri y Gihr (1977) reportaron índices de abundancia en los ríos Ipurupurú, Ibaré e Ichilo, en la cuenca del Amazonas Boliviano. Magnusson y col. (1980) señalaron índices observados en el río Solimoes, Brasil. Pilleri, Marcuzzi y Pilleri (1982) reportaron índices para el canal de Casiquiare y los ríos Apure y Orinoco. Vidal y col. (1997) presentaron los índices obtenidos para 120 km recorridos en el río Amazonas, entre los ríos Atacuari (Colombia) y Yavari (Brasil). Carantoña (1999) reportó los índices de abundancia obtenidos en el Refugio de Fauna silvestre Caño Guaritico, Venezuela, mientras que Denkinger (1999) comparó la abundancia de toninas en dos ríos de aguas negras en la Reserva de producción faunística Cuyabeno, Ecuador.

    Los machos adultos pueden alcanzar 255 cm de longitud y un peso superior a 160 kg, mientras que para las hembras se han reportado tallas cercanas a 200 cm de longitud y pesos aproximados a 100 kg (Best y da Silva, 1989b).

    Su coloración puede variar de gris claro a rosado brillante según la edad, sexo, transparencia, temperatura del agua y posiblemente de una localidad a otra (de Miranda, 1943; Layne, 1958; Trebbau, 1975 citados por Best y da Silva, 1989b).

    Las crías menores de un año presentan color gris oscuro, los juveniles gris ligeramente mas claro mientras que los adultos, particularmente los machos, pueden presentar color rosado uniforme o tener el vientre rosado y el dorso gris (Best y da Silva, 1989a y b). Los individuos pueden ser reconocidos por la presencia de marcas y cicatrices en el dorso, aleta dorsal, patrones de coloración y malformaciones del hocico (Trujillo y Kendall, 1994).

    La madurez sexual la alcanzan aproximadamente a 198 cm. de longitud los machos y 183 cm. las hembras (Best y da Silva, 1984). Se reproducen estacionalmente con el nivel de las aguas, pariendo una cría al final de la estación lluviosa; el período de gestación es de unos 10 meses y medio, permaneciendo la cría hasta 2 años en estrecho contacto con la madre (Linares, 1998). Best y da Silva (1984) consideraron que los partos tienen lugar durante los meses de mayo y julio en el Amazonas, cuando se presenta el nivel más alto de agua en los ríos y el comienzo de su declinación, mientras que (Best, 1984) consideró que estos tienen lugar durante el período de aguas bajas, cuando existe una mayor disponibilidad de alimento.

    Actualmente no existen registros de que se produzca depredación natural sobre Inia geoffrensis, aunque el caimán negro (Melanosuchus niger), el tiburón toro (Carcarhinus leucas) y el jaguar (Panthera onca) pueden ser depredadores potenciales en diferentes sectores de la cuenca del río Amazonas (Best, 1984 citado por Best y da Silva, 1993). Defler (1994) reportó un pequeño jaguar alimentándose de los restos de una tonina, con pocas horas de muerta, a orillas del río Tuparro (Colombia). No obstante, el autor no pudo establecer si ésta fue cazada por el jaguar o murió a causa de otro factor.

    Las amenazas inmediatas a que está sometida Inia geoffrensis en los ecosistemas acuáticos de la cuenca del río Amazonas son, la captura y muerte accidental en los aparejos de pesca, la muerte provocada por los pescadores para evitar el daño a dichos aparejos, la degradación y pérdida de hábitats, colisiones con botes, entre otras (Leatherwood y Reeves, 1997; Vidal y col. 1997). Se trata de una especie no cazada ni utilizada por el hombre, que muy rara vez la atrapa en sus redes para pescar. Goza de protección natural en el país, ya que las creencias populares la identifican con seres salvadores y beneficiosos al hombre, y para algunas etnias Amazónicas son sagrados. A nivel internacional esta especie es incluida en el Apéndice II de CITES (Convención sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Animales y Plantas Silvestres) (Linares, 1998).

    Best y da Silva (1989a) recomendaron la inclusión de Inia geoffrensis en la convención sobre Conservación de Especies Migratorias de Animales Silvestres (CMS) y Perrin y Brownel (1989) sugirieron su inclusión en el libro rojo de la IUCN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) como "vulnerable" ya que puede enfrentar un alto riesgo de extinción en estado silvestre en el futuro inmediato.

    Rodríguez y Rojas-Suárez (1999) incluyeron a Inia geoffrensis bajo la categoría de "menor riesgo" en el Libro Rojo de la Fauna Venezolana debido a que "su área de distribución es restringida, y/o por encontrarse presente en pocas localidades, y/o por ser sus densidades muy bajas a lo largo de su distribución, por lo que el taxón es propenso a los efectos de las actividades humanas y se cuenta con indicios claros de amenazas moderadas o potenciales."

    Goodland (1980 citado por Best y da Silva, 1989a), señaló que no existían razones para creer que la distribución de Inia geoffrensis a principios de los años ochenta fuese diferente a la encontrada en décadas anteriores, ya que no había evidencias de explotación sobre esta especie, y la degradación de hábitats estaba localizada en zonas reducidas dentro de las inmensas cuencas de los ríos Amazonas y Orinoco. Esta situación puede haberse modificado en los últimos veinte años debido al avance de proyectos mineros, madereros y petroleros que se han desarrollado en estas cuencas y al incremento del tránsito fluvial de botes y barcos a motor.

    Leatherwood y Reeves (1994) señalaron que estas actividades antrópicas han generado contaminación sónica y disminución de la calidad del agua por adición de pesticidas agrícolas y mercurio proveniente de la minería. Estos autores también consideraron que la construcción de represas puede provocar fragmentación de los hábitats y fraccionar las poblaciones de delfines en subpoblaciones aisladas reduciendo el flujo genético incrementando la probabilidad de extinción.

    Tagliavini y Pilleri (1984 citados por Leatherwood y Reeves, 1997) reportaron que en los ríos de Ecuador, el incremento en el tráfico de embarcaciones a motor y la deforestación dirigida a la construcción de instalaciones para almacenaje de petróleo, había afectado las condiciones de habitabilidad de estos ecosistemas, provocando el desplazamiento de los delfines hacia otros hábitats.

    Leatherwood y Reeves (1997) reportaron que las toninas parecen tolerar los niveles actuales de contaminación sónica proveniente del tráfico de embarcaciones en sectores del Amazonas Peruano, sin embargo, muestran respuesta de huida a embarcaciones con motor que navegan a alta velocidad en canales estrechos (menos de 180 mts). Estos autores también presumen que existe una frecuencia umbral de paso de embarcaciones a través de los canales, la cual, una vez alcanzada, los hace inhabitables para los delfines.

    Para Venezuela, existe un plan nacional de uso de la tierra que incluye un esquema para hacer los ríos Orinoco y Apure navegables a lo largo del año, lo cual podría involucrar la modificación de rápidos, construcción de esclusas y otras actividades que son adversas a la vida silvestre acuática (Reeves y Leatherwood, 1994).

    La información existente en el país acerca de las poblaciones de Inia geoffrensis es dispersa y son pocos los estudios realizados en forma detallada. Linares (1998) consideró que su población es estable en todo el país. No obstante, se desconoce el "status" de Inia en los ambientes acuáticos Venezolanos (Carantoña, 1999).

    Entre los estudios realizados en Venezuela se encuentran los de Trebbau (1975) quien realizó observaciones en el río Apure y mencionó aspectos de su distribución, dieta, variaciones en los patrones de coloración en función de la edad y comportamiento en campo y cautiverio.

    Schnapp y Howroyd (1992), quienes en investigaciones realizadas en los ríos Orinoco y Apure, señalaron aspectos de su distribución y ecología, además de reportar índices de abundancia relativa en el río Apure al Este de San Fernando y en el río Apurito, aguas arriba, desde su desembocadura en el Orinoco. Adicionalmente, registraron relaciones inversas entre el tamaño de grupo de toninas y la velocidad de corriente del río.

    McGuire y Winemiller (1998) reportaron aspectos de su ecología y distribución en el río Cinaruco, en el Parque Nacional Santos Luzardo, estado Apure, y registraron tamaños promedio de los grupos observados. Adicionalmente, Carantoña (1999) consideró aspectos de su ecología en el Refugio de Fauna Silvestre Caño Guaritico, estado Apure, donde reportó, abundancia, movimientos locales, distribución espacial y estacional de los tamaños de grupo, actividad diurna y causas de mortalidad.

    En ausencia de leyes específicas que protejan al delfín de río en Venezuela (Atkins, 1989), el desconocimiento acerca de su "status" en nuestros ambientes acuáticos (Carantoña, 1999) y el poco conocimiento de sus requerimientos de hábitat y dinámica poblacional, es necesario generar la información referente a tales aspectos en nuestros ríos, con la finalidad de desarrollar e implementar programas de manejo adecuados para su conservación, en aquellos ecosistemas afectados por una actividad antrópica alta (Industria, Ecoturismo, Navegación). Adicionalmente se deben realizar esfuerzos dirigidos a incrementar el conocimiento de la biología y ecología de Inia geoffrensis, así como también, determinar las principales amenazas para la especie.

    Este trabajo de investigación tuvo como finalidad, evaluar aspectos ecológicos de Inia geoffrensis en el Parque Nacional Aguaro-Guariquito que permitieran generar bases para el desarrollo de un plan de manejo para su conservación.

    1.2 OBJETIVOS.

    -Evaluar aspectos ecológicos de Inia geoffrensis en el Parque Nacional Aguaro-Guariquito. Bases para el desarrollo de un plan de manejo para su conservación.

    objetivos específicos:

    – Estimar índices de abundancia poblacional de Inia geoffrensis en dos sistemas fluviales del Parque Nacional Aguaro-Guariquito.

    – Establecer comparaciones entre los índices de abundancia de los sistemas estudiados y las épocas de sequía y lluvias.

    – Determinar el uso y frecuencia de uso de los hábitats por la especie.

    – Registrar parámetros físico-químicos que caractericen los ambientes acuáticos en diferentes puntos de los ríos estudiados.

    – Recopilar la información existente sobre inventarios de ictiofauna y vegetación acuática que contribuyan a caracterizar el hábitat.

    – Identificar posibles amenazas para la población de esta especie en la zona.

    2. AREA DE ESTUDIO.

    El Parque Nacional (P.N.) Aguaro-Guariquito está ubicado en la región centro-sur del Estado Guárico (07º 43´ y 08º 53´ N; 66º 18´ y 67º 12´ W) (Holmquist, 1995) (Fig. 1). Fue creado por el decreto Nº 1686 del 7 de marzo de 1974 por el Ejecutivo de la Presidencia de la República, sobre una superficie de 585.750 ha. Esto involucró aproximadamente 90 predios rurales, principalmente hatos ganaderos, y más de 40 caseríos pequeños (MARNR-PDVSA, 1985). Posteriormente, en 1993, el parque fue objeto de una donación de un lote de terreno por parte de Hylton Enterprises Inc. (Virginia) alcanzando un área de 612.150 hectáreas.

    El área de estudio (Fig. 1) está localizada entre 7º 58´ 00´´ y 7º 43´ 20´´ N y 66º 37´ 30´´ y 66º 22´ 15´´ W, y se caracteriza por estar sometida a procesos de inundación de más de seis meses durante la época lluviosa. Se estudiaron los ríos Apurito, Guariquito y Aguaro, los cuales forman límites del P.N. Aguaro- Guariquito.

    Fig. 1. Area de estudio y dirección de flujo de los ríos.

    2.1 CLIMA.

    De acuerdo con Ewel, Madriz y Tosi (1976), el área de estudio corresponde a un Bosque Seco Tropical, caracterizado por presentar una marcada estacionalidad con dos períodos, uno lluvioso (mayo – septiembre) y otro seco (diciembre – abril). La precipitación aumenta gradualmente de Norte (1.373,8 mm, Estación Biológica de los Llanos) a Sur (1.527,0 mm, Estación Caicara),

    La temperatura media anual también se incrementa de Norte (27,2 º C, Estación Biológica de los Llanos) a Sur (28,0 º C, Estación Caicara) (MARNR, 1999).

    2.2 RELIEVE.

    El área del parque se caracteriza por ser una extensa altiplanicie (Formación Mesa) basculada en su parte Norte e inclinada suavemente hacia el Sur. Las mayores altitudes se localizan al Norte, superando los 200 m.s.n.m. donde aparecen lomas y taludes de topografía fuerte a suavemente ondulada con pendientes entre 3% y 25% producto de la acción de agentes erosivos. Hacia el Sur, la altitud disminuye hasta los 40 m.s.n.m. donde predominan las posiciones de acumulación, planicies aluviales de explayamiento, de desborde, eólicas y fluvio deltáicas, de topografía plana y pendiente suave (MARNR-PDVSA, 1985; Montes, Sebastiani, Delascio, Arismendi y Mesa, 1986).

    2.3 GEOLOGIA.

    En el área del parque se pueden observar afloramientos de las formaciones Chaguaramas y Mesa además de sedimentos recientes hacia el centro y Sur. La formación Chaguaramas corresponde al período Oligoceno-Mioceno y se ubica al Norte del parque en capas delgadas que pueden alcanzar los doce metros de espesor. La litología de esta formación se compone de conglomerados, areniscas, lutitas, arcillas y capas de lignito. Los conglomerados constan de guijarros de 5 a 25 cm conectados con arenas de grano fino y óxidos de hierro y aluminio (Roa, 1981; MARNR-PDVSA, 1985; Zinck y Urriola, 1970 citados por Montes y col. 1986).

    La formación Mesa aflora en la región central del parque en grandes manchas, compuesta por granos, guijarros, peñas y peñones con intrusiones de arcillas puras y arcillas arenosas cubiertas superficialmente por una costra dura ferruginosa bien cementada. La litología esta formada por depósitos horizontales deltáicos y palustres de origen diverso.

    Al Sur, ésta formación decrece en espesor y se compone de gravas y arenas principalmente. En general se trata de sedimentos sueltos cuya superficie está cubierta por una masa pétrea compuesta por conglomerados de grano fino a medio, bien cementados y muy ferruginosos (MARNR-PDVSA, 1985).

    Los sedimentos recientes se presentan al Sur del área del parque como resultado del arrastre de grandes volúmenes de material de las partes altas hasta las riberas de los ríos Aguaro y Guariquito (MARNR-PDVSA, 1985).

    2.4 GEOMORFOLOGIA.

    Existen dentro del parque las tres unidades naturales que caracterizan los llanos, como son:

    Llanos altos, donde predomina la altiplanicie (Formación Mesa) caracterizada por una topografía plana a ligeramente ondulada donde se desarrolla una red hidrográfica densa de tipo dendrítico. Ocupan una franja que va desde el límite Norte del parque hasta aproximadamente la cota de los 100 m.s.n.m. (MARNR-PDVSA, 1985).

    Llanos intermedios, constituidos por una planicie aluvial de explayamiento, de topografía plana. Ocupan desde la cota de los 100 m.s.n.m. hasta los 40 m.s.n.m. aproximadamente, línea convencional que indica la permanencia de las aguas en la unidad de tres a seis meses (MARNR-PDVSA, 1985).

    Llanos bajos, representados por una planicie aluvial de desborde originada por represamiento y desbordamiento de los principales ríos localizados en el parque. Una de las características más importantes de esta unidad son las inundaciones periódicas anuales, las cuales se prolongan cuatro o cinco meses posterior al inicio de la época lluviosa. Estas inundaciones se deben a la topografía plana y al alto volumen de precipitación. Esta unidad ocupa desde la cota de los 40 m.s.n.m. hasta el límite Sur del parque (Sarmiento y Monasterio, 1969; MARNR-PDVSA, 1985; Montes y col. 1986).

    2.5 CUENCAS Y RED DE DRENAJE.

    El levantamiento de la altiplanicie (Formación Mesa) ha provocado que los cursos de agua fluyan hacia el Sur del parque. Las principales cuencas que lo drenan son: la del río San José y la del río Guariquito por el lindero Oeste y Aguaro por el lindero Sur-Este. Además, los ríos Mocapra, San Bartolo, y Faldiquera en la región central, confluyen en el Guariquito y el Apurito antes de su desembocadura en el Orinoco (MARNR-PDVSA, 1985; Montes y col. 1986).

    En las cuencas altas, localizadas al Norte y Nor-Este del parque, se presenta un patrón de drenaje dendrítico denso, por estar sus cabeceras asentadas sobre la Formación Mesa, cuya constitución facilita la acción de las aguas.

    La erosión de las cabeceras determina diferentes grados de disección en estas cuencas, desde restos de mesas conservadas, rodeadas por grandes taludes, hasta áreas extremadamente disectadas donde los procesos erosivos prácticamente han cesado. Hacia los bordes de la altiplanicie, los drenajes se concentran en un cauce, entallado y delimitado por paredes verticales (MARNR-PDVSA, 1985; Montes y col. 1986).

    Las cuencas medias se caracterizan por ser áreas principalmente de acumulación de sedimentos, producto del cambio brusco de pendiente lo cual hace que los ríos se explayen y depositen gran parte de su carga de sedimentos. Los cursos de ésta sección presentan numerosos brazos o caños que se llenan totalmente durante la temporada lluviosa y debido a su topografía plana o suavemente ondulada, la delimitación entre una cuenca y otra es imprecisa (MARNR-PDVSA, 1985; Montes y col. 1986).

    Las cuencas bajas se caracterizan por presentar un patrón de drenaje desordenado con muchos efluentes y presencia de lagunas, afectadas por inundaciones estacionales de más de seis meses (MARNR-PDVSA, 1985; Montes y col. 1986).

    2.6 HIDROLOGIA.

    Entre las principales cuencas que drenan el P.N. Aguaro-Guariquito se encuentran:

    2.6.1 Río Guariquito.

    Es el río de mayor extensión del parque ( > 150 km.). Se origina en la Laguna de Los Aceites y morichales cercanos a la Mesa de Becerra. Su curso es de carácter permanente y recibe aguas del Caño El Caballo y los ríos San José, Mocapra, San Bartolo y Faldiquera, que aumentan considerablemente su caudal.

    El tramo inferior de este río no se encuentra definido ya que forma una red compleja de caños y brazos que desembocan en el Apurito y este a su vez en el Orinoco (Montes y col. 1986). Es un cuerpo de agua navegable durante todo el año y presenta bosques con poca intervención humana en sus orillas. Posiblemente presenta altos niveles de contaminación ya que en su cuenca media y alta recibe afluentes que provienen de sistemas de producción agrícola cercanos a la ciudad de Calabozo, estado Guárico (Rodríguez, 1996).

    2.6.2 Río Aguaro.

    Es la vertiente mas oriental del parque, se origina de numerosos morichales tales como: Morrocoy, Palenque, Aguaro y Mariota. Pasa a través de la laguna de El Socorro y luego confluye con el río Apurito. Presenta un curso semipermanente en particular en las zonas superiores, en las que se reduce a pozos y pequeños cursos de agua durante la temporada seca (Montes y col. 1986). En su cuenca alta predominan concreciones ferrosas denominadas localmente "arrecifes" o "ripiales" y presenta aguas cristalinas relativamente ácidas con elevada velocidad de corriente.

    En su cuenca media y baja el sustrato es arenoso con sectores donde predomina el fango y materia orgánica en descomposición, por lo que sus aguas contienen mayor carga de sedimentos y materia orgánica (Rodríguez, 1996). En la cuenca alta y media predominan plantas acuáticas sumergidas, mientras que en la cuenca baja plantas flotantes y/o emergentes (Rodríguez, 1996).

    2.6.3 Río Apurito.

    Este río presenta aguas blancas con alto contenido de sedimentos al igual que la mayoría de los ríos provenientes de las regiones andinas que drenan a través de los llanos occidentales. Es un curso de agua de aproximadamente 50 kilómetros de longitud originado en la confluencia de los ríos Guariquito y Caujarito (7º 49´ 00´´ N, 66º 30´ 30´´ W), el cual recibe el aporte de un solo tributario por su margen derecha, el Caño Cara, antes de desembocar en el río Orinoco (7º 39´ 45´´ N, 66º 20´ 00´´ W). Es considerado un brazo del río Apure.

    Sus riberas presentan gran deforestación debido a la siembra de cultivos anuales (algodón y maíz principalmente) y recibe efluentes agrícolas de los sistemas de producción asociados a sus riberas (Rodríguez, 1996).

    2.7 VEGETACION.

    MARNR-PDVSA (1985), clasificó la vegetación del P.N. Aguaro-Guariquito con base en su fisonomía en sabana y bosque, con ciertos tipos intermedios entre ambas. En cada una diferenció comunidades caracterizadas por su estructura, periodicidad y especies dominantes, representadas por:

    1. Vegetación herbácea (Sabana abierta o inarbolada).

    2. Vegetación arbórea (bosque, bosque de galería y morichales).

    3. Vegetación mixta (sabana con chaparro, sabana arbolada con matas y matorral).

    Montes y col. (1986), clasificaron la vegetación del parque en función de los paisajes fisiográficos en 7 unidades:

    1. Altiplanicie o Mesa.

    2. Valle encajado.

    3. Planicie de explayamiento.

    4. Planicie eólica.

    5. Planicie de desborde.

    6. Planicie deltaica.

    7. Afloramiento de la montaña de Guardajumo.

    En cada una de estas clasificaciones se describen con diferente grado de complejidad y detalle la ubicación, distribución y extensión de cada unidad de vegetación, así como también su composición florística.

    En general, el paisaje del parque está dominado por sabanas abiertas y sabanas arboladas y con matas, donde pueden observarse especies como el chaparro manteco (Birsonima crassifolia), paja saeta (Trachypogon sp.), alcornoque (Boudichia virgilioides), chaparro (Curatella americana); morichales, donde predominan la palma de moriche (Mauritia flexuosa) y el junco (Cyperus articulatus); bosques semideciduos y de galería, en los que se observan especies como samán (Pithecellobium saman), caro (Enterolobium cyclocarpum) y ceiba (Ceiba pentandra) (MARNR-PDVSA, 1985; Montes y col. 1986).

    La vegetación que se establece en los cuerpos de agua, de carácter permanente, se desarrolla en dos tipos de condiciones y puede clasificarse en;

    a-) léntica, se presenta en aguas tranquilas como lagunas y prestamos y

    b-) lótica, presente en caños, ríos y quebradas donde el agua se renueva constantemente (Flores, 1984; Montes y col. 1986).

    2.8 FAUNA.

    El MARNR-PDVSA (1985) caracterizó la fauna silvestre del P.N. Aguaro-Guariquito, en función de las diferentes especies de animales presentes en ambientes similares cercanos al parque.

    La mayoría de los trabajos de investigación recientes se han realizado en el área de ictiología (Machado-Allison, Lasso y Royero-León, 1993; Taphorn, 1995; Rodríguez, 1996; Hurtado, Taphorn y Rodríguez, 1997).

    La fauna del parque se caracteriza por presentar una gran diversidad íctica, entre la que se pueden citar varias especies de pavones (Astronotus sp y Cichla sp.), la cachama (Colossoma macropomum), caribes (Serrasalmus sp.), palambras (Brycon sp.), payaras (Anostomus sp.), curito (Hoplosternum littorale), corronchos (Hypostomus plecostomus), (MARNR-PDVSA, 1985; Taphorn, 1995; Rodríguez, 1996; Hurtado y col. 1997).

    La herpetofauna está representada por anfibios como el sapo granuloso (Bufo granulosus), la rana platanera (Hyla crepitans), rana cabeza pequeña (Hyla microcephala) y varias especies de ranas del género Leptodactylus sp. (MARNR-PDVSA, 1985).

    Entre los reptiles se encuentran lagartijas (Gymnophthalmus speciosus, Cnemidophorus lemniscatus), mato de agua (Tupinambis nigropunctatus), iguana (Iguana iguana), baba (Caiman crocodylus), caimán (Crocodilus intermedius), anaconda (Eunectes murinus), tortuga arrau (Podocnemis expansa), tortuga matamata (Chelus fimbriatus) y galápago (Podocnemis vogli) (MARNR-PDVSA, 1985).

    La avifauna está caracterizada por especies como el alcaraván (Burhinus bistriatus), perico cara sucia (Aratinga pertinax), garzón soldado (Jabiru mycteria), gabán (Mycteria americana), caricare (Polyburus plancus), guanaguanare (Larus atricilla), garza real (Casmerodius albus), garza resnera (Bubulcus ibis), garza chusmita (Egretta thula) (MARNR-PDVSA, 1985).

    En el grupo taxonómico de los mamíferos es posible encontrar cachicamo sabanero (Dasypus sabanicola), jaguar (Panthera onca), cunaguaro (Leopardus pardalis), báquiros (Tayassu sp.), chigüire (Hidrochaerus hidrochaeris), ardillas (Sciurus granatensis), mono araguato (Alouatta seniculus) mono capuchino (Cebus sp.) y mamíferos acuáticos como el perro de agua (Pteronura brasiliensis) (MARNR-PDVSA, 1985).

    3. METODOLOGIA.

    El trabajo se realizó bimensualmente durante el año 1999 y se distribuyó en seis períodos de muestreo, durante los cuales se invirtieron 2 – 4 días efectivos de campo. Las fechas en las cuales se realizaron los muestreos fueron 20 y 22 de enero, 5 a 7 de marzo, 4 a 6 de mayo, 3 a 6 de julio, 8 a 10 de septiembre y 11 a 13 y 16 de noviembre (Tablas 2 y 3).

    Normalmente, el clima del parque se divide en época de sequía (diciembre – abril) y época lluviosa (mayo – septiembre), pero, debido al retraso del período de lluvias, se consideró como época de sequía desde enero hasta mayo, de transición julio y época de lluvias desde septiembre a noviembre. Los sistemas estudiados (Aguaro y Guariquito-Apurito) y los puntos de muestreo se seleccionaron durante la salida preliminar realizada en enero de 1999 tomando como criterio la presencia o ausencia de toninas en los ríos.

    En el sistema Aguaro se recorrieron 20 km. (2 transectas) en enero; 28 km. (3 transectas) en marzo; 25 km. (3 transectas) en mayo; 25 km. (3 transectas) en julio y 30 km. (3 transectas) los meses de septiembre y noviembre (Fig. 2; Tabla 2).

    En el sistema Guariquito-Apurito, se recorrieron 25 km. (1 transecta) en enero; en los meses de marzo y mayo 50 km. (2 transectas), y en julio, septiembre y noviembre 50 km. (1 transecta) (Fig. 2; Tabla. 3).

    Fig. 2. Transectas realizadas en el área de estudio y períodos (meses) de muestreo en que fueron recorridas.

    3.1 INDICES DE ABUNDANCIA POBLACIONAL.

    La abundancia de las toninas se estimó a través de un índice en el que se relacionó el número de individuos observados con los kilómetros de río recorrido (ind/km) (Pilleri y Gihr, 1977; Magnusson y col. 1980). Se realizaron 25 transectas fluviales, 17 en el sistema Aguaro, para un total de 163 km recorridos y 8 en el sistema Guariquito-Apurito, para un total de 275 km. (Fig. 2; Tablas. 2 y 3). Durante el recorrido de las transectas se contaron todos los individuos observados. En cada transecta se invirtió aproximadamente diez minutos de observación por kilómetro de recorrido. Tales transectas se recorrieron utilizando un bote de aluminio de 4,5 m. de longitud con motor fuera de borda de 25 HP manteniendo una velocidad promedio de 22.5 km/h.

    Durante los meses de enero y marzo se contó con la presencia de cuatro observadores, mientras que para los meses restantes se contó con tres observadores, incluyendo al conductor del bote, ubicados a una altura aproximada de 1,20 m. sobre la superficie del agua.

    La presencia de toninas se evidenció por observación directa de partes del cuerpo sobre la superficie del agua (exposición de melón, aletas dorsales, pectorales y/o caudales) o de manera auditiva (bufeo) (Layne, 1958; Pilleri, 1969; McGuire y Winemiller, 1998).

    En cada observación se detuvo la marcha por aproximadamente 5 minutos, con la finalidad de realizar una mejor determinación del número de individuos presentes. Una observación se definió como la detección de una o más toninas en un área determinada. En los puntos donde se observaron toninas se registraron las coordenadas geográficas utilizando para esto un aparato geoposicionador por satélite (G.P.S).

    3.2 COMPARACION DE LA ABUNDANCIA POBLACIONAL.

    Para establecer comparaciones entre los índices de abundancia de los sistemas estudiados y las épocas de sequía y lluvia se realizaron pruebas estadísticas no paramétricas, específicamente la de Kruskal-Wallis, a = 0,05 (Siegel, 1956; Sokal y Rohlf, 1979).

    3.3 USO Y FRECUENCIA DE USO DE LOS HABITATS.

    Layne (1958), Best y da Silva (1989a), da Silva (1995) señalaron que los hábitats mas frecuentados por los delfines en las cuencas del Amazonas y el Orinoco son: Canal principal, Pozo dentro del canal principal, Sabana inundada, Bosque inundado, entre otros.

    Para determinar que hábitats fueron los mas utilizados por Inia y en que frecuencia se clasificaron los hábitats potenciales en cuatro tipos en función de la velocidad de corriente y el tipo de vegetación en:

    Canal principal: caracterizado por presentar velocidades de corriente suficiente para producir turbulencia evidente, y vegetación arraigada al fondo resistente a la descarga hidráulica.

    Pozo dentro del canal principal: caracterizado por presentar velocidad de corriente baja o nula y vegetación arraigada o flotante, representada por géneros como Salvinia, Echinodorus, Eichornia, Nymphea y Ludwigia (Montes y col. 1986).

    Sabana inundada: caracterizada por presentar velocidad de corriente baja o nula y vegetación característica de sabanas inarboladas o arboladas, con predominio de especies de gramineas y ciperáceas representadas por los géneros Trachypogon, Axonopus, Bulbostilis, entre otras y especies arbóreas como Curatella americana, Bowdichia virgilioides y Byrsonima crassifolia (Montes y col. 1986).

    Bosque inundado: caracterizado por presentar velocidad de corriente baja o nula y vegetación característica del bosque de galería representadas por especies como Lecythis ollaria, Pterocarpus podocarpus, Pithecellobium saman, (Montes y col. 1986).

    La presencia de cinco toninas o más en un hábitat determinado por un tiempo de 30 min., fue el criterio utilizado para definir que el mismo era utilizado por la especie para una actividad en particular. Cuando estos casos se hicieron presentes, se registraron parámetros físico-químicos directamente en el lugar y se tomaron muestras de agua, utilizando el procedimiento descrito en la sección 3.4, para ser posteriormente analizadas.

    Los lugares donde se observaron toninas se ubicaron de acuerdo a la clasificación preestablecida en un mapa de la zona.

    El uso de los hábitats se determinó de acuerdo a la frecuencia con que se observaron delfines en cada uno de ellos. Las observaciones sólo pudieron ser realizadas en aquellas áreas que presentaban características de Canal principal y Pozo dentro del canal principal, debido al difícil acceso y condiciones limitadas para la navegación que presentaban los hábitats de Sabana y Bosque inundado.

    Para determinar el grado de relación entre, el número de toninas y las variables físico-químicas medidas en las localidades donde se produjeron las observaciones, se realizó un análisis de correlación no paramétrico de Spearman a = 0,05 (Siegel, 1956; Sokal y Rohlf, 1979).

    3.4 CARACTERIZACION FISICO-QUIMICA DE LOS AMBIENTES ACUATICOS.

    Para la caracterización físico-química de los ambientes en cada sistema fluvial, se fijaron cuatro localidades o puntos de muestreo para determinar sus tendencias a lo largo de los sistemas. Tales puntos se localizaron aproximadamente equidistantes en los cincuenta kilómetros preestablecidos para realizar las transectas. En el sistema Aguaro las localidades se denominaron A1, A2, A3 y A4 mientras que en el sistema Guariquito-Apurito fueron denominadas G1, G2, G3 y G4, ubicadas en ambos de norte a sur (Fig. 3). En cada localidad se tomaron muestras únicas o por triplicado dependiendo del parámetro a determinar.

    La actividad de toma de muestras se llevó a cabo durante la realización de los conteos de delfines. Cada vez que se arribó a uno de los puntos preestablecidos para determinar parámetros físico-químicos, se detuvo el bote por un tiempo aproximado de 45 minutos durante los cuales se procedió a tomar las muestras necesarias para caracterizar el sistema, tales como:

    -Velocidad superficial de la corriente, (3 réplicas) determinada registrando el tiempo que tardaba un flotador de goma de 61,86 g. en desplazarse una distancia conocida (Franco y col. 1989).

    -Transparencia vertical del agua, (3 réplicas) determinada utilizando un disco de Secchi.

    -pH de muestras de agua colectadas a 1 m. de profundidad, (1 réplica) determinado utilizando un pH-metro marca Orion modelo SA 250.

    -Oxígeno disuelto, (3 réplicas) utilizando la metodología descrita por Franco y col. (1989).

    -Sólidos disueltos y en suspensión, (1 réplica) determinados mediante la metodología empleada por Sánchez (1990) utilizando para esto una balanza marca Sartorius (0,0001 g).

    -Temperatura del agua, medida en el sitio a una profundidad sub-superficial de 40 cm utilizando un teletermómetro.

    -Profundidad del cauce, utilizando una cuerda graduada.

    Fig. 3. Localidades donde se tomaron muestras de parámetros físico-químicos con la finalidad de caracterizar los ambientes acuáticos.

    La determinación del pH y la concentración de oxígeno disuelto se realizaron en el campo al finalizar los recorridos de las transectas, con la finalidad de disminuir errores.

    Adicionalmente se registraron características organolépticas del agua (sabor, color, olor), que contribuyeron a caracterizar los sistemas.

    A los datos provenientes de las mediciones de campo, se les aplicó la prueba estadística no paramétrica de Kruskal-Wallis a = 0,05 (Siegel, 1956; Sokal y Rohlf, 1979).

    3.5 VEGETACION ACUATICA.

    Se recopiló la bibliografía acerca de inventarios de vegetación acuática de la zona que contribuyeran a caracterizar parcialmente el hábitat. En este aspecto, el material es escaso, solo se localizaron los trabajos de MARNR-PDVSA (1985) y Montes y col. (1986).

    Adicionalmente, a lo largo de las transectas fluviales recorridas en el área de estudio se colectaron muestras botánicas. Estas muestras fueron prensadas y preservadas en bolsas plásticas con alcohol al 70% para evitar la descomposición del material y el daño de las partes blandas (flores y frutos). Todas las muestras fueron posteriormente secadas en una estufa.

    Para cada muestra se registró sistema fluvial, coordenadas geográficas, fecha de colección, nombre y número de colector, hábito, color de las flores (si estaban presentes) y las hojas (en caso de tener un color particular) y características ecológicas del lugar donde se realizó la colección.

    Las especies colectadas en el parque fueron depositadas en el Herbario Nacional de Venezuela (VEN) y en el Museo de Historia Natural La Salle (MHNLS) (Anexos 1a y 1b).

    3.6 AMENAZAS POTENCIALES.

    Las amenazas potenciales se detectaron mediante observación directa del hábitat ocupado por los delfines durante el recorrido de las transectas, y en conversaciones con los pescadores, guardaparques y habitantes de los caseríos ubicados dentro del área de estudio.

    Adicionalmente se realizó una encuesta (Anexo 2) durante los meses de enero y noviembre a personas habitantes de los caseríos de Garcitas y Médanos de Gómez ubicados dentro del parque.

    4. RESULTADOS.

    4.1 INDICES DE ABUNDANCIA POBLACIONAL.

    En toda el área estudiada se realizaron 39 observaciones, de las cuales 24 correspondieron al sistema Aguaro y 15 al Guariquito-Apurito, para un promedio de 6,5 observaciones por mes (período) de campo. Se detectaron desde individuos solitarios hasta agrupaciones de 25 toninas. La frecuencia con la cual fueron observados los diferentes tamaños de grupo se resumen en la Tabla 1. El mayor número de observaciones se realizaron durante el mes de julio (11) y el menor en noviembre (4).

    Tabla 1. Número de individuos por observación en cada sistema durante los diferentes períodos de muestreo.

    Número de individuos por observación

    Sistema

    mes

    1

    2

    3

    4

    5

    7

    8

    9

    10

    12

    15

    20

    25

    ene

    1

    1

    1

    1

    1

    mar

    1

    1

    1

    1

    Aguaro

    may

    1

    1

    1

    jul

    1

    1

    1

    1

    2

    1

    sep

    1

    1

    nov

    1

    1

    1

    ene

    Guariquito –

    mar

    1

    1

    Apurito

    may

    2

    1

    1

    jul

    1

    1

    1

    1

    sep

    2

    1

    1

    nov

    1

    %

    17,9

    7,7

    15,4

    7,7

    10,3

    5,1

    12,8

    2,6

    10,3

    2,6

    2,6

    2,6

    2,6

    4.1.1 INDICES DE ABUNDANCIA POBLACIONAL EN EL SISTEMA AGUARO.

    El mayor número de toninas (36) se observó durante el mes de julio, mientras que los menores registros (17) se produjeron en septiembre (Tabla 2).

    En el sistema Aguaro los índices de abundancia poblacional durante la época de sequía (enero, marzo mayo) disminuyeron de enero (1,45 ind/km, en 20 km) a marzo (1,18 ind/km, en 28 km) incrementando levemente en el mes de mayo (1,24 ind/km, en 25 km). En julio (época de transición) los valores fueron 1,44 ind/km, en 25 km. y en la época de lluvia se registraron valores de 0,57 ind/km (30 km recorridos) en septiembre y 0,83 ind/km (30 km recorridos) en noviembre (Tabla 2).

    Los mayores índices de abundancia se registraron durante los meses de enero (1,45 ind/km) y julio (1,44 ind/km), y los menores en el mes de septiembre (0,57 ind/km) (Tabla 2; Fig. 4).

    Fig. 4. Variación de los índices de abundancia poblacional en función

    de la profundidad en el sistema Aguaro.

    En la fig. 4 se observa que durante la época de sequía, se registraron los mayores índices de abundancia con cierto grado de fluctuación, en transición, los índices incrementaron levemente en conjunto con el nivel de las aguas y en lluvia, tales índices experimentaron un descenso considerable.

    4.1.2 INDICES DE ABUNDANCIA POBLACIONAL EN EL SISTEMA GUARIQUITO-APURITO.

    En este sistema, el mayor número de individuos se observó en el mes de julio (20 toninas), mientras que los menores registros se produjeron en noviembre (7 toninas) (Tabla 3).

    Los índices de abundancia se incrementaron durante la época de sequía, desde enero a mayo (enero, 0 ind/km, en 25 km; marzo, 0,26 ind/km en 50 km; mayo, 0,30 ind/km en 50 km). Continuaron aumentando levemente en la época de transición (julio, 0,40 ind/km en 50 km), y en la época de lluvias se registraron valores de 0,24 ind/km (50 km recorridos) en septiembre y 0,14 ind/km (50 km recorridos) en noviembre (Tabla 3; Fig. 5).

    Los mayores índices de abundancia se registraron durante el mes julio (0,40 ind/km de 25 kilómetros recorridos) y los menores en noviembre (0,14 ind/km de 25 km recorridos) (Tabla 3; Fig. 5).

    Fig. 5. Variación de los índices de abundancia poblacional en función

    de la profundidad en el sistema Guariquito-Apurito.

    En la fig. 5 se observa que durante la época de sequía, se registraron los mayores índices de abundancia con ciertas fluctuaciones, salvo en el mes de enero, en transición, los índices incrementaron en conjunto con el nivel de las aguas y en lluvia, tales índices experimentaron un descenso considerable.

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