Debate sobre la Trinidad
- Normas del debate sobre la Trinidad entre A. Yusuf y D. Vicente (26/09/04 – 3/10/04)
- Debate
- Conclusiones y reflexiones finales sobre el debate sobre el dogma trinitario
NORMAS DEL DEBATE SOBRE LA TRINIDAD ENTRE A. YUSUF Y D. VICENTE (26/09/04 – 3/10/04).
1) Partiendo de la base de que mi punto de vista es el católico y el tuyo el musulmán, podremos emplear la Biblia y el Corán, así como la tradición Patrística, para probar o desautorizar nuestros respectivos enfoques. Huelga decir que ni a ti te vincula todo lo que afirme la Biblia, sino sólo en tanto que es acorde al Corán, ni a mí me vincula todo lo que sostenga el Corán, sino sólo en tanto que se corresponde con la Biblia. Los argumentos filosóficos serán válidos para los dos. 2) El debate empezará el lunes próximo y terminará el viernes de la misma semana, pudiéndose prorrogar los días que convenga en caso de que fuera necesario. 3) Será un debate singular, entre tú y yo, aunque subsidiariamente se añada quien lo desee para aportar su punto de vista, que podremos tener o no en cuenta. 4) Ambos participantes dispondremos de un turno en cada ocasión. Es decir, no se podrá responder dos veces seguidas y en mensajes separados hasta que el otro contendiente no haya consumido la suya. Te cedo la entrada, si estás conforme. 5) La extensión de los escritos deberá ser razonable, en aras de la fluidez. Este principio puede sacrificarse en un momento determinado, si se estima pertinente, pero no por sistema. No estará permitida la remisión a textos ajenos, salvo citas oportunas y bien traídas a colación. 6) Las actas del debate se publicarán en lugares visibles de los foros de ambos polemistas una vez terminado aquél*1, en su integridad y sin omitir ningún contenido relevante. *1 Como puede apreciarse, me he tomado la licencia de irlas publicando antes de su terminación. Dirección del debate:
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(1) ABDALLAH YUSUF En el Nombre de Dios, El Compasivo, El Misericordioso La Paz sea con todos ustedes. Saludos. Dice el Sagrado Corán: "¡Oh, Gente de la Escritura! ¡No exageréis en vuestra religión! No digáis de Dios sino la verdad: que el Mesías, Jesús, hijo de María, es solamente el Enviado de Dios, Su Palabra, la cual El Ha comunicado a María, y un Espíritu que procede de El. No digáis ‘Tres’. ¡Basta ya! Será mejor para vosotros. Dios es sólo Un Dios Uno. ¡Creed, pues, en Dios y Su Mensajero! ¡Glorificado sea de tener un hijo! Suyo es cuanto hay en los cielos y en la tierra. Dios basta como Protector. El Mesías no tiene a menos ser un siervo de Dios. Tampoco los ángeles allegados lo tienen. A todos aquellos que menosprecien adorarle y sean altivos, les congregará hacia Sí (en el Infierno)". (4:171 y 172) "No creen, en realidad, aquellos que dicen: Dios es el Mesías, hijo de María. Dí ¿Quién podría impedir que Dios, si El quisiera, Hiciera morir al Mesías, hijo de María, a su madre y a todos los de la tierra? De Dios es el Dominio de los Cielos y de la Tierra y de lo que entre ambos existe. El crea lo que quiere. Dios es Omnipotente". (5:17) "No creen, en realidad, quienes declaran: Dios es el Mesías, hijo de María, siendo que el mismo Mesías ha dicho: ¡Oh, hijos de Israel! ¡Adorad a Dios, mi Señor y el vuestro! Dios veda el Jardín (del Paraíso) a quien asocia algo a Dios. Su morada será el Fuego. Los impíos no tendrán quien les auxilie". (5:72) "No creen, en realidad, quienes dicen: "Dios es el tercero de una trinidad. ¡No hay más Dios que Dios Unico! Si no paran de decir eso , un castigo doloroso alcanzará a quienes de ellos no crean. ¿No se tornarán hacia Dios pidiéndole perdón? Dios es Indulgentísimo, Misericordiosísimo. El Mesías, hijo de María, no es más que un Enviado que fue precedido por otros enviados. Su madre era veraz. Ambos tomaban alimentos (como cualquier mortal ). ¡Mira cómo les explicamos los Signos! ¡Y mira cómo se desvían! Dí: ¿Acaso vais a adorar en lugar de Dios a aquello que no puede dañaros ni beneficiaros? Dios es Quien todo lo oye, Quien todo lo sabe. Dí: ¡Oh, gente de la Escritura! No exa- geréis en vuestra religión, profesando algo diferente a la Verdad, y no sigáis las pasiones de la gente que ya antes se ha extraviado, que extravió a muchos y que se apartó del camino recto". (5:73 a77) "Y cuando Dios le dijo: ¡Oh, Jesús, hijo de María! ¿Acaso has sido tú quien le dijo a la gente?: ¡Tomadnos a mí y a mi madre por dioses en lugar de Dios! (Jesús) le contestó: ¡Glorificado seas! ¿Cómo voy a decir algo que no tengo por verdad? Si lo hubiera dicho, Tú lo Habrías sabido. Pues Tú conoces lo que hay en mí, más yo no conozco lo que hay en Tí. Tú eres Quien conoce perfectamente todo lo oculto. No les he dicho más que lo que me Has ordena do: ¡Adorad a Dios , mi Señor y el vuestro! Fui testigo de ellos mientras estuve con ellos. Pero cuando me llamaste hacia Tí, fuiste Tú Quien los controló. Tú eres Testigo de todas las cosas. Si les castigas, son Tus siervos. Si les perdonas, Tú eres Poderosísimo, Sabio". (5:116 a 118) "El (Jesús -P-) no es más que un siervo a quien Hemos agraciado y a quien Hemos puesto como ejemplo a los hijos de Israel". (43:59) Dios Altísimo es Veraz. Sostengo que la doctrina de la trinidad no tiene fundamentos ni en la Revelación confirmada ni en la razón o el intelecto. Se trata de un dogma impuesto a partir de los Concilios de Nicea y Constantinopla, dogma que los cristianos son forzados a aceptar en forma ciega, sin posibilidad de razonamiento lógico ni análisis intelectual, y que contiene más de una aberración tanto desde el punto de vista del intelecto como del Mensaje de todos los Profetas (con ellos sea la Paz). Y sostengo que la postura del Islam expuesta en forma resumida en los anteriores párrafos del Sagrado Corán es correcta desde el punto de vista racional, lógico, y desde la visión traída por todos los Profetas y las enseñanzas dejadas por ellos, incluso por el mismo Jesús (la Paz sea con él). Veamos qué tiene para decir nuestro amigo cristiano en defensa del dogma trinitario. Dios es Amigo de los creyentes sinceros: los extrae de las tinieblas hacia la luz. Y no hay Fuerza ni Poder sino en Dios Altísimo. Que Dios Bendiga, otorgue Su Misericordia y Paz a nuestro Profeta Muhammad y a su familia, y a todos los Profetas anteriores. Que la Bendición de Dios, Su Misericordia y Paz sean con quienes buscan la verdad por la verdad misma. Saludos. Abdallah Yusuf de La Plata. * * * (1) DANIEL VICENTE En primer lugar, hay que corregir los errores más frecuentes acerca de la Trinidad. El Dios de Israel no son tres dioses, sino uno solo, expresado en tres personas o hipóstasis distintas. Ahora bien, su expresión no depende de la polisemia del lenguaje de los hombres, pues refiere al primero de los principios ontológicos, previo a toda multiplicidad y a todo ser; ni hace alusión a la misma persona en tres estados sucesivos (como creen los modalistas), ya que las tres son coeternas; ni remite a ninguna operación aritmética de agregación o multiplicación, dado que no concierne a la cantidad. La Trinidad, entonces, no puede concebirse humanamente, desde un prisma finito, temporal, obtuso. Ella es, en consecuencia, incomprensible, insondable, inefable, indeducible, inagotable. Es el bautizo de fuego para la fe, pero también piedra de tropiezo y roca de escándalo para la impiedad. Los cristianos creemos porque el Verbo profetizador y profetizado se hizo carne, murió y resucitó; porque su presencia subyace en la letra de las Escrituras y fue conocida por los Patriarcas, si bien en la sacra tiniebla de lo que todavía no puede soportarse; porque incluso los filósofos inspirados, fieles o paganos, dan razón de ella. No mintáis a sabiendas al decir que la Trinidad fue un dogma conciliar, una invención de obispos, pues ningún concilio se habría celebrado si la fe de la mayoría de la Cristiandad no se hubiera visto atacada por las heréticas indagaciones de Arrio, basadas en la filosofía de Aristóteles. No afirméis insensatamente que Constantino promovió una división tal, ni olvidéis que la unidad religiosa del Imperio era uno de sus principales cometidos. No creáis, por último, que los católicos hostigaron a los arrianos por sus errores, sino más bien que aquéllos tuvieron que sufrir persecución a manos de éstos por su fidelidad al mensaje apostólico. La humildad y la debilidad de Jesús, esgrimidas como una lacra por los enemigos de su nombre, no constituyen objeciones válidas a su condición divina. Son un misterio en la economía de nuestra salvación, que no podía llevarse a cabo por la sola gracia, endurecidos como estábamos para recibirla, sin gravísimo menoscabo del humano albedrío y del orden universal. Tan necesario era el sacrificio de Cristo, muerto por nuestros pecados, como que creyésemos que no era un mero hombre el que perecía por nosotros, sino el propio Dios creador, que descendió a vivir con los hombres a semejanza de los mismos para confirmarnos su doctrina, desvelarnos las Escrituras y abrirnos el camino a la vida eterna. El mayor de todos puede y debe servir a sus hermanos para ser el mayor en caridad. Intentad, musulmanes, entender esto y os habréis hecho con la esencia del cristianismo, que es la imitación del Cristo. Saludos. Daniel.
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SEGUNDO TURNO.
(2) ABDALLAH YUSUF En el Nombre de Dios, El Compasivo, El Misericordioso La Paz sea con ustedes: saludos a todos. En mi primer mensaje yo dije: "Sostengo que la doctrina de la trinidad no tiene fundamentos ni en la Revelación confirmada ni en la razón o el intelecto. Se trata de un dogma impuesto a partir de los Concilios de Nicea y Constantinopla, dogma que los cristianos son forzados a aceptar en forma ciega, sin posibilidad de razonamiento lógico ni análisis intelectual, y que contiene más de una aberración tanto desde el punto de vista del intelecto como del Mensaje de todos los Profetas (con ellos sea la Paz)". Parte de mis afirmaciones ya han sido confirmadas por el amigo Daniel (irichc) en su mensaje, ya que él dice: "La Trinidad, entonces, no puede concebirse humanamente, desde un prisma finito, temporal, obtuso. Ella es, en consecuencia, incomprensible, insondable, inefable, indeducible, inagotable". Es decir que es un dogma que no se puede razonar ni concebir con la lógica o el intelecto. Es irracional, una aberración desde el punto de vista del intelecto. Tal es así que no lo pueden explicar con palabras simples y directas, como hablaba Jesús y los demás Profetas (con ellos sea la Paz). Yo dije que los cristianos son forzados a aceptar el dogma en forma ciega, sin ningún análisis racional. Daniel (irichc) acota: "Los cristianos creemos porque el Verbo profetizador y profetizado se hizo carne, murió y resucitó…" ¿Cómo puede verificar un cristiano que realmente Dios se hizo carne, murió y resucitó? Y si murió, ¿qué pasó con el resto de la trinidad? ¿En esos días dejaron de ser tres personas y pasaron a ser sólo dos? ¿O todo Dios murió y el Universo quedó sin Administrador? ¿O sólo fingió morir? ¿O sólo murió una parte, un tercio de Dios? Veremos luego si tiene fundamentos en la Revelación. Pero hablemos un poco de los concilios. El concepto de la trinidad se fue desarrollando a partir de la continua influencia del paganismo grecorromano dentro del cristianismo primitivo, a pesar de que los cristianos orientales eran marcadamente unitaristas. La división entre facciones culminó en enfrentamientos sangrientos, que llevaron al Emperador Constantino, flamante cristiano, a convocar el primer Concilio General en Nicea, en el año 325, para determinar los dogmas oficiales del cristianismo. Las posturas eran la trinitaria, sostenida notoriamente por Clemente y Atanasio, y la unitarista, de Arrio, sacerdote de la Iglesia de Alejandría y discípulo de Luciano de Antioquía. Arrio decía que "el Hijo" era de distinta naturaleza que "el Padre", que era una criatura de Dios. Merced a la influencia política desplegada por los primeros, la asamblea de Nicea definió la doctrina de las relaciones del Padre y del Hijo, declarando que la naturaleza de éste era de la misma substancia que el Padre, es decir, consubstancial a Él. De esta manera triunfó la postura trinitaria, que cobró forma con el conocido dogma atanasiano o Credo. Esto precipitó la masacre y persecución de los "herejes" unitaristas, lo cual llevó a la muerte aproximadamente a un millón de personas (Primer genocidio cometido con el ropaje cristiano). España por su parte fue "arriana" (es decir, monoteísta) hasta el siglo VII. Gracias a un edicto del rey Recaredo I, que creía en la Trinidad, se implantó el catolicismo y con él la Trinidad, en el año 600 y bajo pena de muerte de todo aquel que no estuviese de acuerdo. Así fue como se terminó de eliminar todo vestigio de creencia unitarista dentro de los cristianos, en especial dentro de la Iglesia. Posteriormente otras tendencias han supuesto algo parecido a la postura de Arrio. Por ejemplo los Testigos de Jehová los cuales creen, basados en algunos versículos (como Apocalipsis 3:14), que Jesús es la primera creación de Dios y no es Dios ni es igual a El, por lo que no tendría sentido una Trinidad: Pr 8, 22; Jn 17, 5; Col 1, 15-16, Ap 3, 14 Luego de Nicea hubo otro Concilio en Constantinopla donde se refinó el texto del dogma, se dilucidó la naturaleza divina y humana a la vez de Jesús y se incorporó el Espíritu Santo a la figura de la trinidad. Es decir que hasta el año 381 DC (Concilio de Constantinopla, bajo el emperador Teodosio) no fue instituido el dogma de la trinidad. A pesar de esto, se debieron realizar cerca de veinte o más Concilios ecuménicos hasta el Vaticano II, para los católicos, aunque los protestantes no los siguen todos, al menos desde Trento alrededor del 1500. Sin embargo, si siguen los de los primeros siglos, donde se produjeron las peores aberraciones doctrinales. Pues ambos grupos mayoritarios en el tema de la trinidad están de acuerdo. Entre los Evangelios, es el de Juan de donde se sacan más datos que supuestamente aluden a la trinidad, aunque es Pablo, al parecer, quien primero habla de ella o, mejor dicho, de lo que entendieron más tarde que debería ser una trinidad. Y nos referimos a expresiones de las que se puede inferir este dogma, pero que no está expuesto en forma clara y explícita. Cuando hablamos de argumentos basados en expresiones de los Evangelios, se debe tener en cuenta un punto fundamental que ya mencionamos en la primera parte de este trabajo: que no se conservan Evangelios originales ni anteriores al siglo IV, por más que los cristianos quieran esforzarse en negarlo. Lo único anterior son piezas de tamaños diminutos como el p52, de 7x5cm, supuestamente perteneciente al evangelio de Juan, que es del siglo II (en red se puede encontrar una fotografía del pedazo de papiro). David Lyle Jeffrey dice lo siguiente : "De acuerdo a la creencia católica ortodoxa, Dios es Uno en naturaleza, en tres personas Padre, Hijo, y Espíritu Santo. Ninguno de ellos precede o creó o supera en posición o poder al otro .En términos teológicos precisos, las tres personas son una en substancia, coeternas, y mutuamente iguales. Esta doctrina, es estos términos no aparece en las Escrituras …La doctrina de la trinidad fue forjada gradualmente a lo largo de un período de unos trescientos años o más… No sorprende entonces que el tema de la consustancialidad, coeternidad, e igualdad entre las personas (de la trinidad) haya permanecido como un centro de diversos debates teológicos y que fuese discutido con frecuencia en el contexto de diversas herejías…En 381 DC los Obispos se reunieron de nuevo en Constantinopla, y establecieron la forma final del dogma (tal como se conoce hoy)" Diccionario de la Tradición Bíblica en la Literatura Inglesa, David Lyle Jeffrey, p. 785 Hay mucho para hablar en este debate que recién recién comienza. Que la Bendición de Dios sea para quienes buscan la verdad por la verdad misma. Saludos. Abdallah. * * * (2) DANIEL VICENTE Querido Abdallah: Dices que ni la revelación divina ni el intelecto humano coadyuvan en la noción trinitaria de Dios. Te mostraré que sí. La doctrina de la Trinidad sostiene que, así como Dios es eterno, su Logos procede eternamente de Él. Ahora bien, el propio Corán designa la misión universal de Jesucristo y emplea el verbo "proceder", en boca de Dios, para referirse al Salvador: "Lo pondremos como aleya [signo] entre los hombres y como misericordia procedente de Nos" (Azora 19:21). También, en el siguiente pasaje, parece indicar que Jesús fue engendrado en el seno de María por el Espíritu Santo, y del mismo modo, insiste en su misión universal en la Tierra, algo que lo distinguiría de todos los profetas que le precedieron: "Y acuérdate de aquella que conservó su virginidad. Infundimos en ella parte de nuestro Espíritu. De ella y de su Hijo hicimos una aleya [signo] ante los mundos" (Azora 21:91). No es, en fin, menos explícito en este otro, señalando a Jesús como Palabra de Dios e intercesor ante Él: "Acuérdate de cuando los ángeles dijeron: '¡Oh, María! Dios te albricia con un Verbo, emanado de Él, cuyo nombre es el Mesías, Jesús, hijo de María; será ilustre en esta vida y en la última, y estará entre los próximos a Dios…'" (Azora 3:40-45). Pero es especialmente en el Evangelio donde encontramos sus títulos de divinidad: 1) Jesús está profetizado en Daniel como "Hijo del hombre", en Isaías como el siervo sufriente ("Dios con nosotros"), y es reconocido por San Juan Bautista en los mismos términos: "He aquí al cordero de Dios que quita el pecado del mundo" (Jn. 1, 29). 2) Jesús realiza su entrada mesiánica en Jerusalén montado en un pollino, como profetizó Zacarías. 3) Dios proclama de él: "Éste es mi Hijo amado en quien me complazco: escuchadle" (Mt. 3, 17; Lc. 9, 36). 4) Jesús, como Dios, se arroga la potestad de cambiar los nombres: "Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro" (Mt. 16, 18). 5) También dice que "el Hijo de Dios es mayor que el sábat" y que ha venido para dar cumplimiento a la Ley, cosa que ningún otro profeta había osado antes, ya que sólo él estaba investido de plena autoridad divina. Él renueva los mandamientos ("Habéis oído que se dijo… Pues yo os digo…"). 6) Jesús, a quien la naturaleza obedece, calma la tempestad (cf. Mc. 4, 35-41). 7) Jesús, como el espíritu de Dios narrado en el Génesis, camina sobre las aguas (cf. Mc. 6, 45-52). Pedro lo acompañó siguiendo su mandato, y tuvo que tomar su mano para no hundirse. 8) Jesús prevé las persecuciones contra los cristianos: "y por mi causa seréis llevados ante gobernadores y reyes" (Mc. 13, 9-13), así como la división que causará su doctrina entre judíos, paganos y musulmanes: "Sí, he venido a enfrentar al hombre con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra…" (Mt. 10, 35). 9) Jesús remite los pecados, para escándalo de los fariseos (cf. Mc. 2, 7). Afirma: "¡y dichoso aquel que no halle escándalo en mí!" (Mt. 11, 6). 10) Jesús da la vida eterna: "El que encuentre su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la encontrará" (Mc. 8, 34-35), porque es superior a la vida: "Si alguno viene donde mí y no odia a su padre, a su madre, a su mujer, a sus hijos, a sus hermanos, a sus hermanas y hasta su propia vida, no puede ser discípulo mío" (Lc. 14, 26-27).. 11) Jesús es eterno y omnipresente: "Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo" (Mt. 28, 20). 12) Jesús predice el momento de su propia resurrección, al tercer día (Mt. 20, 19). 13) Jesús habla de sí mismo como Maestro ("No está el discípulo por encima del maestro") y Rey ("mi reino no es de este mundo"). 14) Jesús separará el grano de la paja en el Juicio final (cf. Mt. 25, 31-46). 15) Los discípulos de Jesús le reconocen como Dios, a lo que él asiente complacido: "Verdaderamente eres Hijo de Dios" (Mt. 14, 36); "Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo" (Mt. 16, 16); "Señor mío y Dios mío" (Jn. 20, 28). 16) Jesús se declara Hijo del Hombre ante el Sanedrín, y es mandado crucificar por ello (cf. Mt. 26, 64-66). Para finalizar por ahora, también el Antiguo Testamento ofrece múltiples testimonios de la filiación celestial de Jesús y del carácter trino de Dios. No entraré de momento a examinar las profecías. Bástenos con saber a qué estaba aludiendo Jesucristo cuando habló del "signo de Jonás" como el último y más importante de sus milagros. La apologética musulmana adopta al respecto el punto de vista de los herejes docetas (de dokéo, parecer, y dóxa, opinión), que creían que Cristo sólo en apariencia había tenido un cuerpo y, por lo tanto, sólo en apariencia había muerto. No podían concebir que Dios, el Señor del universo, expirase en la cruz, sin reparar en que fue su carne la que murió y no su espíritu. Modalismo y docetismo, pues, se complementaban para negar las cualidades humanas de Cristo, justo al contrario de lo que sucede en el Corán. Allí se dan cita, en una amalgama contradictoria, el ebionismo (Jesús como puro hombre) y el docetismo (Jesús como espíritu inmaterial y cuerpo aparente): "Ellos [los judíos] dicen: 'Ciertamente, nosotros hemos matado al Mesías, Jesús, Hijo de María, Enviado de Dios', pero no le mataron ni le crucificaron, pero a ellos se lo pareció. Quienes discuten y están en duda acerca de Jesús, no tienen conocimiento directo de él: siguen una opinión, pues, con certitud, no le mataron. Al contrario, Dios lo elevó hacia Él, pues Dios es poderoso y sabio" (Azora 4:156-158). ¿Cómo explica el Corán que los discípulos dieran fe de su resurrección? ¿Acaso Mahoma conoció mejor su suerte, seiscientos años después? ¿Se dejaron matar los Apóstoles por una mentira que ellos mismos habían imaginado? ¿O tal vez interpretaron mal las palabras de Jesús? Porque, se dirá, que Dios pusiera a Jesús a buen recaudo para preservarlo de la muerte no obsta para que luego le permitiera mostrarse ante sus allegados, no como resurrecto, sino -si se me permite la distinción- como re-suscitado. Esto es, no como vencedor sobre la muerte, sino como superviviente de un simple coma. Aquí, afirman ellos, residiría el signo y el milagro de Jonás: en prevalecer, con la ayuda de Dios, incólume después del gran peligro. Nos proponemos demostrar la falta de base de esta pretensión. a) No hay nada milagroso en resucitar por medios naturales: incluso la medicina es capaz de ello en la actualidad. Además, Jonás no fue reanimado en un trance agónico, sino salvado de la muerte total, es decir, de la muerte física, ya que se encontraba en un peligro inminente, y de la espiritual, puesto que desobedeció a Dios cuando se le ordenó marchar hacia Nínive. Pues bien, Jesús nos ofrece el signo de Jonás. ¿Qué significa? También él tuvo que afrontar dos clases de acechanzas, la física (la disposición de los fariseos para matarle) y la espiritual (el diablo tratando de vencerle mediante tentaciones). Si escapaba a los fariseos, habría sucumbido al diablo (cf. Mt. 16, 21-23: "¡Aléjate de mí, Satanás! Quieres hacerme tropezar, que no piensas como Dios, sino como los hombres"), a diferencia de Jonás. Por otro lado, si derrotaba al diablo, no debía escapar a los fariseos, como estuvo tentado en el Jardín de los Olivos. De modo que, ante la disyuntiva absoluta, debía morir y resucitar para cumplir su propia profecía (cf. Jn. 2, 19), repetida múltiples veces en el anuncio de su pasión. No valían para ello una victoria a medias ni una fuga rocambolesca, que habrían caracterizado a Cristo como mentiroso y cobarde, inferior a cualquier mártir. b) Entonces, ¿por qué anunció Cristo su resurrección si finalmente iba a evitar la muerte? ¿Puede seguir siendo considerado un profeta cuando su principal profecía fue un fraude? En este caso, elegid: O bien no fue un verdadero profeta, y el Corán se equivoca cuando le designa así, o bien fue un auténtico profeta, lo que convertiría al Corán en mentiroso en lo tocante a la resurrección de Cristo. En ambos casos la infalibilidad del Corán queda truncada. c) ¿Es que los musulmanes no creen en la resurrección de la carne? Sí creen. ¿Qué sentido tiene, pues, argüir tan apasionadamente en favor de resurrecciones inmateriales y rechazar la de Jesús, en cuerpo y alma? ¿Se puede inferir del aserto de que los resucitados, como los ángeles, no tienen pasiones humanas (según Jesús, cuando es preguntado por los fariseos a propósito de una cuestión escatológica) el que carezcan en absoluto de materia? ¿Cómo podrían ser dichos ángeles visibles a los hombres en ese caso? Y, sobre todo, ¿qué les haría distintos a Dios? d) Para terminar, contra aquellos que alegan que Jesús "abrió su boca" mientras estaba siendo juzgado, a diferencia del siervo sufriente que nos profetiza Isaías, valga recordar que no la abrió en su defensa, tal y como la profecía establece: "… como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus esquiladores, enmudeció y no abrió su boca" (Is. 53, 7). Por consiguiente, no trató de salvarse a sí mismo con sus palabras a los fariseos y a Pilatos, sino que, por el contrario, no hizo más que confirmar su papel mesiánico con ellas. Saludos. Daniel. PS: ¿Podrías acreditar históricamente alguna de las "masacres" y "genocidios" que citas?
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TERCER TURNO.
(3) ABDALLAH YUSUF En el Nombre de Dios, El Compasivo, El Misericordioso La Paz de Dios y Sus Bendiciones sean con todos. Saludos. Vayamos despacio y punto por punto, sin diversificarnos demasiado porque de lo contrario me llevarían varios mensajes responderte. Para empezar, el Sagrado Corán es claro y contundente, y se explica a sí mismo. Por lo tanto, te aconsejo que no pretendas argumentar con el Corán, pues como ves las aleyas que yo expuse en mi primer mensaje son más que claras. Por otra parte, para pretender argumentar en base a una palabra o una expresión del Corán hay que usar el texto original en árabe y no las traducciones. Pero veamos unos párrafos traducidos del Corán: "(Recordad) cuando los ángeles le dijeron: ¡Oh, María! Dios te anuncia la buena nueva de una Palabra ( un ser extraordinario) procedente de El. Su nombre es el Mesías Jesús, hijo de María. Tendrá prestigio y nobleza en este mundo y en el más allá, y será de los allegados ( o próxi mos a Dios). Hablará con la gente desde la cuna y en la madurez, y será de los justos. Ella inquirió : ¡Señor! ¿Cómo voy a tener un hijo si ningún homre me ha tocado? Le dijo: Así será, Dios crea lo que quiere. Cuando decide algo (ordenado su existencia), solo dice:¡Se! Y entonces es (inmediatamente). El (Jesús) enseñará el Libro y la sabiduría, la Torah y el Evangelio" (3: 45 a 48) El Sagrado Corán es claro respecto de Jesús (con él sea la Paz): es uno de los grandes Profetas próximos a Dios que nació de una virgen, sin padre. No es Dios ni Hijo de Dios. En cuanto a la Biblia y el concepto trinitario: La palabra "Trinidad" no esta en la Biblia. No figura en toda la Biblia. La única mención es el versículo de 1 Juan 5:7 : "Porque tres son los que dan testimonio en el cielo, el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo: y estos tres son uno. Y tres son los que dan testimonio en la tierra, el Espíritu, y el agua, y la sangre: y estos tres concuerdan en uno." Este párrafo proviene de la versión de King James, de 1611, y constituía la evidencia más grande de la Doctrina de la Trinidad. Pero esta parte, "el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo: y estos tres son uno" ha sido eliminada en La Biblia de Jerusalén (versión revisada) de 1952 y l971 y en muchas otras Biblias, ya que era un comentario que se había juntado al texto griego cuando los escritores añadían notas al transcribir los originales manuscritos hebreos. Véase también la Traducción del Reino Interlinear de las Escrituras griegas. Isaac Newton reconocía que este versículo de 1 Juan 5:7 es una adición y que comenzó a aparecer de manera estándar a partir de la versión en griego de la Biblia de Erasmo de Rotterdam, e incluso Newton puntualiza que dicha adición aparece recién en la TERCERA EDICION de dicha Biblia (1466/1536). Y muchos eruditos investigadores concuerdan en lo mismo : que este párrafo no existe en los Códices antiguos y es considerado como un agregado posterior. Todas las versiones modernas de la Biblia, como la Revised Standard Version, la New Revised Standard Version, la New American Standard Bible, la New English Bible, y la Phillips Modern English Bible, entre otras, han quitado dicha adición ( el susodicho versículo) sin la menor ceremonia. Veamos lo que dice al respecto Benjamín Wilson en su libro "Emphatic Diaglott : "Este texto conteniendo el testimonio celestial no puede ser hallado en NINGUNO de los manuscritos griegos antiguos anteriores al SIGLO QUINCE. No es citado por ninguna de las autoridades eclesiásticas (santo Tomás, san Agustín, etc) los Padre, incluso cuando los temas discutidos (en las controversias, con unitaristas como Arrio) hubieran llevado naturalmente a su utilización (como prueba de la canonicidad de la trinidad).Por lo tanto este texto (1Juan 5:7) es notoriamente espurio" Otros como el fallecido Dr. Herbert W. Armstrong, sostienen que dicha adición fue hecha a la Vulgata de San Jerónimo durante el clímax de polémicas con unitaristas. Cualquiera haya sido el motivo y el tiempo en que esta se haya hecho, hoy es universalmente reconocido que dicho versículo (1Juan 5:7) es una adición tardía y por lo tanto está siendo descartado como falso. Daniel ha planteado: "Entonces, ¿por qué anunció Cristo su resurrección si finalmente iba a evitar la muerte? ¿Puede seguir siendo considerado un profeta cuando su principal profecía fue un fraude? En este caso, elegid: O bien no fue un verdadero profeta, y el Corán se equivoca cuando le designa así, o bien fue un auténtico profeta, lo que convertiría al Corán en mentiroso en lo tocante a la resurrección de Cristo. En ambos casos la infalibilidad del Corán queda truncada". "c) ¿Es que los musulmanes no creen en la resurrección de la carne? Sí creen. ¿Qué sentido tiene, pues, argüir tan apasionadamente en favor de resurrecciones inmateriales y rechazar la de Jesús, en cuerpo y alma? ¿Se puede inferir del aserto de que los resucitados, como los ángeles, no tienen pasiones humanas (según Jesús, cuando es preguntado por los fariseos a propósito de una cuestión escatológica) el que carezcan en absoluto de materia? ¿Cómo podrían ser dichos ángeles visibles a los hombres en ese caso? Y, sobre todo, ¿qué les haría distintos a Dios?". Puntualicemos: Los musulmanes creemos en la resurrección de la carne, sin duda alguna. Creemos que Jesús era un Profeta. No creemos que sea Dios encarnado ni que como Dios haya venido a morir en la cruz para quitar los pecados del mundo y redimir a la Humanidad. Por varias razones: primero, es inconcebible que Dios se presente como un hombre, limitado y débil. Además es inconcebible que necesite hacerlo para redimir al mundo del pecado: con dar la orden era suficiente. Además, es irracional que un acto de maldad y crueldad redima a la Humanidad del pecado. En realidad la carga con más pecado. Y si recuerdas la parábola del señor que arrienda una tierra y luego envía a sus mensajeros a cobrar la renta (luego la busco, si Dios quiere), es claro que la muerte del "hijo" del señor no redime a los arrendatarios sino que los condena definitivamente. Veamos un poco las propias palabras de Jesús negando su condición Divina: "Nada hago de mí mismo" (Juan 8:28); "el Padre mayor es que yo" (Juan 14:28); "el Señor nuestro Dios, el Señor uno es" (Marcos 12:29); "Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero que no sea como yo quiero sino como Tú." (Mateo 26:39) ; "Padre, en tus manos encomiendo mí espíritu." (Lucas 23:46). Alguien llamó a Jesús (P) "maestro bueno" en Mateo 19:16. El contestó: "¿Por qué me llamas bueno? Ninguno es bueno sino uno, ese es Dios". Así que si Jesús (P) no quería ni siquiera que le llamaran "bueno", no toleraría que le llamaran Dios. Existen unos puntos clave para comenzar a analizar. Primero: cuando los discípulos lo vieron luego de su resurrección, se postraron ante él y lo adoraron. Ya dijimos que aquí se usa la palabra griega "prosekunesan" que en realidad significa "reverenciar", indicando que ellos se inclinaron ante él en señal de respeto, tal como los discípulos hacen ante un gran maestro. Esto no implica que Jesús (P) haya aceptado ser adorado como a Dios. Si vemos en 2 Reyes 2:15, la gente se postró delante de Eliseo en recibimiento: "…Y vinieron a recibirle y se postraron delante de él." (2 Reyes 2:15) En Josué 5:13 a 15 se relata que Josué recibe la visita de una aparición, una figura con forma de hombre con una espada en la mano que viene a hablarle y se presenta como "Príncipe del ejército de Jehová". Josué lo saluda prosternándose delante suyo: "Entonces Josué, postrándose sobre su rostro en tierra, le adoró…" (Josué 5:14) Hay en Juan 9:35 a 38 Otra cita que también menciona "y le adoró", aunque la consideración es la misma que la anterior. Segundo: cuando Jesús (P) usa expresiones que podrían dar lugar a que se piense que se está refiriendo a él mismo como a Dios. Por ejemplo, en la cita anterior, en Juan 9:35 a 38, Jesús (P) dice "yo soy" (en realidad dice "el que habla contigo, él es"), y esta expresión "yo soy" los cristianos a asocian al "Yo soy" que manifiesta Dios en Exodo 3:14, de donde deriva el nombre "Yahvé" o "Jehová". Otras expresiones similares como "El que me ha visto, ha visto al Padre" son usadas para argumentar que Jesús (P) declaró ser Dios mismo. Pero tales expresiones en realidad no son explícitas y (suponiendo que no sean agregados falsos) requieren de una interpretación, una exégesis profunda para entenderlas. Por ejemplo: " Nadie conoce al Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce nadie sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar" (Mt 11, 27). No está diciendo que él sea Dios, sino que él conoce a Dios, que él es el camino para llegar al conocimiento de Dios y fuera de él no hay puerta ("Yo soy el camino, la verdad y la vida"). Por supuesto : él es el Profeta de su época, el Mensajero y guía de parte de Dios de su tiempo. En tal sentido estas expresiones pueden ser comprendidas. El hombre debe apegarse a las expresiones y palabras explícitas, no a las alegorías que requieren interpretación. En las palabras explícitas, Jesús (P) ha declarado no ser Dios, tal como las que antes mencionamos y otras que luego si Dios quiere expondremos. Pero no quiero usar por ahora más de dos mensajes y hacer una exposición más detallada me llevaría mucho más que eso. Así que por hoy termino con esto y seguimos mañana si Dios quiere. Que Dios Bendiga a quienes buscan la verdad por la verdad misma. Saludos. Abdallah * * * (3) DANIEL VICENTE Contraviniendo en parte mi propia norma, contestaré todas tus objeciones escriturísticas utilizando a San Hilario de Poitiers (La Trinidad), es decir, con un texto ajeno y extenso, pero "bien traído a colación". Espero que se me valore el esfuerzo de documentarme. << Los herejes juzgan que se ha de negar que nuestro Señor Jesucristo sea Dios por naturaleza, porque dijo: "¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno más que el único Dios" (Mc. 10, 18). El contenido de toda respuesta se ha de sacar necesariamente de la razón de la pregunta. Así se responderá a lo que se pregunta. Y, ante todo, pregunto al falso intérprete de esta frase si piensa que el Señor se opone a que se le llame bueno y hubiera preferido que se le llamara malo, pues parece que es lo que quiere decir con esta frase: "¿Por qué me llamas bueno?". No creo que haya nadie tan necio que quiera atribuir una confesión de maldad al que dijo: "Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, porque soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas, pues mi yugo es suave y mi carga ligera" (Mt. 11, 28-30). ¿Se confiesa manso y humilde, y creeremos que se irrita porque se le llama bueno? La diversidad de estas dos afirmaciones nos muestra que es contradictorio que uno que ha dado testimonio de su bondad rechace que se le llame bueno. No podemos pensar, por lo tanto, que se haya irritado porque se le haya llamado bueno. Debemos buscar, por consiguiente, a qué otra afirmación que le afecta quiere oponerse aquel que no podemos creer que haya rechazado el apelativo de "bueno". Veamos qué dijo el que le preguntaba además de "bueno". Dice: "Maestro bueno: ¿qué cosa buena he de hacer?" (Mt. 19, 16). Le llamó, por tanto, dos cosas; "bueno" y "maestro". Y puesto que Jesús no se opuso a que le llamara "bueno", es necesario que se oponga a que se le haya llamado "maestro bueno". Pero rechaza que se le llame "maestro bueno" en un modo tal, que se opone a la fe del que le pregunta más que a los apelativos de "maestro" y "bueno". Pues el joven se había hecho orgulloso por la observancia de la ley, desconocía el fin de la ley que es Cristo y se creía justificado por las obras; y sin entender que Jesús había venido a las ovejas perdidas de la casa de Israel y que era imposible a la ley salvar a los creyentes mediante la fe en la justificación, pregunta al Señor de la ley y Dios unigénito como a un maestro de los preceptos comunes y consignados en la ley. El Señor rechazó esta impía profesión de fe en él, porque se le preguntaba sólo como maestro de la ley, y respondió: "¿Por qué me llamas bueno?" (Mc. 10, 18). Y para dar a entender en qué sentido debía ser considerado y confesado bueno, añadió: "Nadie es bueno más que el único Dios" (Mc. 10, 18), y así no rechazó el nombre de "bueno" si se le atribuía como a Dios. …… Pero tal vez se podría oponer a esta nuestra fe ortodoxa la afirmación de tu herética incredulidad, según la cual esta confesión de incapacidad sería incompatible con la idea del Dios verdadero: "En verdad, en verdad os digo: el Hijo no puede hacer nada por sí mismo, más que lo que ha visto hacer al Padre" (Jn. 5, 19). Si no fuese porque el doble enojo de los judíos exige una doble respuesta, sería ciertamente una confesión de debilidad decir que el Hijo nada puede hacer más que lo que ha visto hacer al Padre. Pero con una sola frase se responde, a la vez, a dos acusaciones de los judíos, que le reprochan el crimen de violar el sábado y que no pueden soportar que Cristo se declare igual a Dios al confesar que Dios es su Padre (…) Pero veamos qué respondió el Señor: "Mi Padre trabaja hasta ahora, y yo también trabajo" (Jn. 5, 17). Por favor, hereje, muéstrame cuál es el trabajo del Padre, pues todas las cosas existen por medio del Hijo y en el Hijo, las visibles y las invisibles. Y tú que sabes más que los evangelios, tienes que haber alcanzado necesariamente el conocimiento del obrar del Padre por alguna otra doctrina misteriosa para que nos puedas mostrar al Padre que trabaja. Pues el Padre trabaja en el Hijo, de acuerdo con lo que este mismo dice: "Las palabras que os digo no las digo yo, sino que mi Padre, que permanece en mí, él mismo lleva a cabo sus obras" (Jn. 14, 10). ¿No ves qué significa "Mi Padre trabaja hasta ahora"? (Jn. 5, 17). Dijo estas palabras para que se viera que tenía el poder de la naturaleza del Padre y que había usado en las obras hechas en sábado este poder de su naturaleza, pues si el Padre trabaja en él cuando él trabaja, hace falta que él también trabaje cuando trabaja el Padre. …… El que no conoce nada de la economía de nuestra fe, no puede entender sus misterios, y el que no ha aceptado la doctrina del Evangelio, camina lejos de la esperanza del Evangelio. Se ha de creer que el Padre está en el Hijo, y el Hijo en el Padre, en virtud de la unidad de naturaleza, del poder de su fuerza, de la igualdad del honor que se les debe, de la generación del Hijo. Pero tal vez sea contrario a esta confesión nuestra el testimonio del Señor cuando dice: "El Padre es mayor que yo" (Jn. 14, 28). ¿No es, acaso, ésta, hereje, la flecha de tu impiedad? ¿Son éstas las armas de tu locura? ¿Acaso te has olvidado de que la Iglesia no conoce dos innascibles, ni tampoco confiesa dos padres? ¿Te has olvidado de la encarnación del mediador, y en ella de su nacimiento, su cuna, su crecimiento, su pasión, su cruz, su muerte? Cuando has renacido en el bautismo, ¿no has confesado al Hijo de Dios nacido de María? Y si el Hijo, al experimentar todas estas vicisitudes, dice: "El Padre es mayor que yo", ¿crees que se ha de ignorar que esta economía de tu salvación consiste en el vaciamiento de su forma de Dios? ¿Y que el Padre ha permanecido fuera de esta asunción de las debilidades humanas, en la eternidad feliz de su naturaleza incorruptible, sin adquirir nuestra carne? (…) Y no afirmamos que el Padre está en el Hijo al modo de una penetración corporal, sino que la naturaleza engendrada por el Padre, de la misma esencia que él, tiene en ella, de modo natural, la naturaleza del que la engendra, y que aquella naturaleza que permanecía en la forma de la naturaleza que la engendró, asumió la forma de la naturaleza y de la debilidad corporal. Existía (en el Hijo encarnado) lo que es propio de la naturaleza divina, pero ya no estaba en la forma de Dios, porque al despojarse de sí había adquirido la forma de siervo. No es que hubiera desaparecido la naturaleza divina de tal manera que no existiera ya, sino que la naturaleza de Dios, continuando en el ser, había asumido la condición humilde del nacimiento terreno, y ejercitaba el poder propio de su esencia en el modo de existir de la condición humilde asumida. Y el Dios nacido de Dios, hallado como hombre en forma de siervo, obraba como Dios en sus acciones milagrosas, y no dejaba de ser Dios, al que mostraba con sus hechos, ni le faltaba el ser de hombre en cuya condición fue visto. (…) ¿O es acaso una ofensa para el Dios unigénito [= Cristo] tener como Padre al Dios que no puede nacer, cuando su nacimiento como unigénito del Dios innascible le hace subsistir como naturaleza unigénita? El Hijo no es el origen del propio ser y no ha tenido su nacimiento de la nada cuando no era, sino que existe como naturaleza viviente que procede de la naturaleza viviente, tiene en sí el poder de su naturaleza, y con la confesión del origen de esta naturaleza da testimonio de su gloria y de la gracia de su nacimiento acaecido en la gloria. Y paga al Padre esta deuda para remitir su obediencia a la voluntad del que le ha enviado, pero no para que su humildad al obedecer debilite su unidad de naturaleza; "él se hizo obediente hasta la muerte" (Flp. 2, 8), pero después de la muerte no deja de estar "sobre todo nombre" (Flp. 2, 9). (…) Ciertamente, el Padre es mayor, por ser el Padre. Pero el Hijo, por ser el Hijo, no es menor. El nacimiento del Hijo hace al Padre mayor, pero la naturaleza del que nace no tolera que el Hijo sea menor. El Padre es mayor porque se le ruega que glorifique al hombre asumido. El Hijo no es menor, porque recupera la gloria junto al Padre. Y así se lleva a cumplimiento tanto el misterio del nacimiento eterno como la economía de la encarnación. Porque el Padre, porque es Padre y glorifica ahora al Hijo del hombre, es mayor, y el Padre y el Hijo son una sola cosa, porque el Hijo nacido del Padre, después de la asunción del cuerpo terreno, es exaltado a la gloria del Padre. (…) Y aunque por el significado de las palabras se juzgue que son diferentes el que no puede nacer y el que nace, este último no es, con todo, ajeno a la naturaleza del que no puede nacer, porque no recibe de ningún otro origen su subsistencia; pues, aunque no haya recibido el ser innascible juntamente con el Padre, del Dios que no puede nacer ha recibido el ser Dios. …… Pero los herejes entienden como una negación de su naturaleza divina el que se haya dicho (…): "El día y la hora nadie los sabe, ni los ángeles en el cielo ni el Hijo, sino sólo el Padre" (Mc. 13, 32 + Mt. 24, 36). (…) Y en primer lugar, antes de hablar del sentido y la razón de estas palabras, se ha de considerar, con el juicio del sentido común, si puede creerse que ignore algo de cualquier cosa aquel que es el principio de todas ellas en lo que son y serán. Pues si todo existe por medio de Cristo y en Cristo y existe de tal modo por medio de él que todo tiene en él (Col. 1, 16) su ser, aquello que no es ajeno a él ni deja de existir por medio de él, ¿cómo no entrará también en su conocimiento, cuando muchas veces éste, por virtud de su naturaleza, que no puede ignorar nada, abarca aquello que no existe ni en él ni por él? Y aquello que no tiene su razón de ser más que a partir de él y no recibe más que en él el desarrollo hacia lo que es y será, ¿cómo quedará fuera del conocimiento que corresponde a su naturaleza, por el cual y en el cual se contiene todo aquello que se ha de hacer? (…) Pues todas las veces que Dios dice que ignora, ciertamente confiesa ignorancia, pero no se encuentra limitado por ella. Pues su no saber nada tiene que ver con la debilidad de la ignorancia, sino que se debe a que no es tiempo de hablar o a que no ha llegado la oportunidad de obrar. Dios habá así a Abraham: "El clamor de Sodoma y Gomorra ha colmado la medida y sus pecados son muy grandes. Por lo tanto, bajaré y veré si, de acuerdo con su clamor, han llegado hasta el límite; y en el caso contrario, lo sabré" (Gén. 18, 20s). Tenemos, por consiguiente, al Dios que no sabe y que, con todo, no ignora; pues, si sabe que los pecados son muy grandes y, a pesar de todo, baja para ver si han colmado la medida o para saberlo si no la han colmado, vemos que no lo ignora porque no lo sepa, sino que entonces lo sabe porque ha llegado el tiempo de obrar. El que Dios sepa, no es, por lo tanto, un cambio desde la ignorancia, sino la plenitud del tiempo. Hay que esperar todavía a que sepa. Pero no podemos pensar de él que no sepa, y, con todo, todavía espere para saber; por ello es preciso que el hecho de que no sepa sabiendo o sepa ignorando no obedezca más que al designio de hablar o de actuar. (…) En los evangelios encontramos muchas cosas que el Señor ignora conociéndolas. No conoce a los que obran la iniquidad y se glorían en muchos milagros hechos en su nombre cuando dice: "Y entonces juraré que no os conozco. Apartaos de mí todos los que obréis la iniquidad" (Mt. 7, 23). Afirma, incluso con juramento, que no conoce a aquellos a los que, con todo, no desconoce como obradores de iniquidad. No los conoce, por tanto, no por ignorancia, sino porque a causa de la iniquidad de sus obras son indignos de su conocimiento; confirma la verdad de lo que dice incluso con el vínculo del juramento. Tiene el no ignorar en el poder de su naturaleza y conserva el no saber en el misterio de su voluntad. (…) Por lo tanto, el Hijo no conoce el día, porque lo oculta. Y dice que solamente el Padre lo sabe, porque sólo él no se lo oculta a él solo. Pero, como dije, no se refiere a dificultades de su naturaleza, como si él conociera cuando ha dejado de ignorar o como si oyera cuando el Padre ha empezado a hablar. …… Los herejes, al no poder negar estas cosas explicadas por el Señor para dar a conocer el misterio de su nacimiento divino, tratan de eludirlas y de referirlas a la concordia de voluntades, de tal manera que Dios Padre y Dios Hijo no tengan una sola divinidad, sino una sola voluntad. Hablan como si el lenguaje de la enseñanza divina no tuviera recursos y como si el Señor no hubiese podido decir "Yo y el Padre queremos una sola cosa", o como si esto fuera lo mismo que "Yo y el Padre somos una sola cosa" (Jn. 10, 30). O como si, incapaz de hablar, no hubiese podido decir: "El que ve mi voluntad, ve la voluntad de mi Padre"; o esto significara lo mismo que "El que me ve, ve también al Padre" (Jn. 14, 9). O no pudiera utilizarse en el lenguaje divino la expresión: "La voluntad de mi Padre está en mí, y mi voluntad está en mi Padre", sino que a esta frase equivaliese: "Yo estoy en el Padre, y el Padre en mí" (Jn. 14, 10). (…) Por esta razón ha pedido que, si era posible, fuera apartado el cáliz de él; porque como para Dios nada es imposible -como él mismo dice: "Padre, todo te es posible" (Mc. 14, 36)-, con todo, es imposible para el hombre no ser vencido por el miedo del sufrimiento y además la fe sólo puede conocerse mediante la prueba. Y así, como el hombre, quiere que el cáliz se aparte de él a causa de los hombres, y su voluntad, como la de Dios que procede de Dios, se identifica con la decisión de la voluntad paterna. …… Por lo tanto, si para que pudiéramos entender que moría dijo: "Dios, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?" (Mt. 27, 46); y: "Padre, en tus manos encomiendo mi Espíritu" (Lc. 23, 46), ¿deberemos pensar que, al preocuparse por nuestra confesión de fe, más que eliminar nuestras dudas, declaró que él era débil? Cuando iba a resucitar a Lázaro, ruega al Padre. ¿Necesita, acaso, la oración el que dice: "Padre, te doy gracias porque me has escuchado. Yo sabía que siempre me escuchas, pero lo he dicho por la multitud, para que crean que tú me has enviado"? (Jn. 11, 41s.). Pidió, por tanto, por nosotros para que no ignorásemos que era el Hijo. Y puesto que a él no le aprovechaban las palabras de su petición, hablaba para provecho de nuestra fe. Él no estaba necesitado de auxilio, pero nosotros estábamos necesitados de su enseñanza. También pidió ser glorificado, y al instante se oyó desde el cielo la voz del Padre que le glorificaba. Y ante la admiración que suscitó la voz que se había oído, dijo: "Esta voz no ha venido por mí, sino por vosotros" (Jn. 12, 30). Por nosotros pide al Padre, por nosotros habla el Padre. Todo se hace para conseguir nuestra confesión de fe. Y si la respuesta de Dios que le glorifica no se concede por escuchar su petición, sino a causa de la ignorancia de los oyentes, ¿cómo el lamento de su pasión, en la mayor alegría del sufrimiento, no se habrá de interpretar como dirigido a la instrucción de nuestra fe? (…) Y si Cristo, conservando la seguridad que le daba su divinidad, mostró que moría con toda confianza para mostrar su real asunción de la humanidad, ¿por qué la confesión que el Hijo de Dios nos hace de sí mismo de que se ha hecho hijo del hombre y ha muerto por nosotros, ha de servir, sobre todo, para negar su divinidad? >>. Saludos. Daniel.
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CUARTO TURNO.
(4) ABDALLAH YUSUF En el Nombre de Dios, El Compasivo, El Misericordioso Que la Paz y las Bendiciones del Altísimo sean con quienes buscan la verdad por la verdad misma. Saludos a todos. Homosapiens: aquí debatimos sobre la trinidad, nada más. Y lo hacemos aquí por propuesta de Daniel que eligió este foro para el debate. Si quieres, abro en esta misma lista otra cadena de mensajes y debatimos sobre la existencia de Dios. Daniel: tengo que leer atentamente el largo texto que expusiste, aunque por lo que vi son explicaciones bastante dogmáticas y no muy convincentes desde lo racional. Luego lo puntualizamos si Dios quiere. Te mando ahora otro texto para tí Argumentos referidos a la Divinidad de Jesús (P): – Jesús es Dios porque está lleno del Espíritu Santo. Sin embargo, otros personajes mencionados en la Biblia también estaban llenos del Espíritu Santo:"Porque era (Barnabás) varón bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe: y mucha compañía fue agregada al Señor." (Hechos 11:24) "Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que lo obedecen"(Hechos 5:32). Ver también Hechos 6:5; 11 Pedro 1:21; 11 Timoteo 1:14; 1 Corintios 2:16; Lucas 1:41. – Pero Jesús ya estaba lleno del Espíritu Santo en el vientre de su madre. Lo mismo pasó con Juan el Bautista : "Mas el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet te parirá un hijo, y llamarás su nombre Juan. …. Porque será grande delante de Dios, …. y será lleno del Espíritu Santo, aún desde el seno de su madre." (Lucas 1:13-15) – Jesús podía hacer milagros : Dio de comer a cinco mil personas con sólo cinco panes y dos peces. Lo mismo fue hecho por Elíseo y Elías. Elíseo dio de comer a cien personas con veinte panes de centeno y algunas espigas de trigo : "Entonces él lo puso delante de ellos, y cernieron, y sobró, conforme a la palabra de Jehová." (II Reyes 4:44) Elíseo aumentó el aceite de una viuda y le dijo : "Ve, y vende el aceite, y paga a tus acreedores; y tu y tus hijos vive de lo que quede." (II Reyes 4:7) Puede consultarse también : I Reyes 17:16: "la tinaja de la harina no escaseó, ni menguó la botija del aceite, conforme a la palabra de Jehová que había dicho por Elías". I Reyes 17:6: "Y los cuervos le traían (a Elías) pan y carne por la mañana, y pan y carne a la tarde, y bebía del arroyo." – Jesús podía curar la lepra. Y también Elíseo le dijo a Naaman el leproso que se lavara en el Jordán: "Él entonces descendió, y se zambulló siete veces en el Jordán, conforme a la palabra del varón de Dios(Elías): y su carne se volvió como la carne de un niño, y fue limpio." (II Reyes 5:14) – Jesús podía hacer que un ciego viera de nuevo. También lo hizo Elíseo: "Y oró Elíseo, y dijo: Te Ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del joven, y miró." (II Reyes 6:17) "y así que llegaron a Samaria, dijo Elíseo: Jehová, abre los ojos de éstos, para que vean. Y Jehová abrió sus ojos, y miraron, y se hallaron en medio de Samaría." (II Reyes 6:20) Elíseo también fue ordenado a que cegara : "y luego que descendieron a él, oró Elíseo a Jehová, y dijo: Te ruego que hieras a esta gente con ceguedad, Y los hirió con ceguedad, conforme al dicho de Elíseo." (II Reyes 6:18) – Pero Jesús podía resucitar a los muertos. También Elías lo hizo : "Y Jehová oyó la voz de Ellas: y el alma del niño volvió a sus entrañas, y revivió." (I Reyes 17:22) Y también Elíseo : "Después subió, y se echó (Elíseo) sobre el niño, poniendo su boca sobre la boca de él, y sus ojos sobre sus ojos, y sus manos sobre las manos suyas; así se tendió sobre él, y se calentó la carne del joven." (II Reyes 4:34) Incluso los huesos de Elíseo podían devolver un cadáver a la vida con sólo tocarlo : "Y aconteció que mientras algunas personas estaban enterrando a un hombre, he aquí que vieron una guerrilla; con lo cual echaron al hombre dentro del sepulcro de Elíseo; y el hombre fue rodando hasta tocar con los huesos de Elíseo, cuando revivió y se levantó sobre sus pies." (II Reyes 13:21). También Pedro resucitó a un muerto (ver Hechos 9:40) – Pero Elías y Elíseo hicieron maravillas rezando al Señor. Jesús (P) también hizo milagros con la gracia de Dios, como él mismo reconoció : "No puedo yo de mi mismo hacer nada"(Juan 5:30) "Mas si por el dedo de Dios echo yo fuera los demonios, ciertamente el reino de Dios ha llegado a ustedes." (Lucas 11:20) Todos los milagros hechos por Jesús (P) habían sido hechos por Profetas anteriores, discípulos e incluso infieles. Por otra parte, Jesús (P) no podía hacer nada donde no había fe: "Y no pudo hacer allí alguna maravilla; solamente sanó unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos. Y estaba maravillado de la incredulidad de ellos. Y rodeaba las aldeas de alrededor, enseñando." (Marcos 6:5-6) Y en más de una ocasión atribuyó el milagro a la fe de la persona : "Tu fe te ha salvado". Incluso dijo que cualquier persona con un poco de fe podía realizar portentos asombrosos : "De cierto os digo que si tuvierais fe como un grano de mostaza diríais a este monte : Pásate de aquí allá, y se pasará ; y nada os será imposible" (Mateo 17:20) Vemos en Hechos que los discípulos como Pedro y también el mismo Pablo (que entre otras cosas sana a un paralítico : Hechos 14:10) realizaban milagros y portentos maravillosos. Pero siempre se deja en claro que son milagros de Dios por intermedio de estas personas (ver Hechos 19:11 y Hechos 14:15). – Jesús caminó sobre las aguas. También Pedro lo acompañó en esa famosa caminata. Y recordemos que Moisés alzó sus brazos sobre el mar y dividió las aguas : "Entonces los hijos de Israel entraron por medio de la mar en seco, teniendo las aguas como muro a su derecha y a su izquierda." (Éxodo 14:22) – Jesús podía expulsar demonios. El mismo Jesús (P) admitió que otra gente podía hacerlo "Y si yo en unión con Beelzebú echo fuera los demonios, ¿sus hijos, en unión con quién los echan fuera? Por tanto, ellos serán sus jueces." (Mateo 12:27 y Lucas 11: 19) Y los discípulos podían expulsar demonios e incluso producir curaciones milagrosas. Es más : en Marcos 16:17 se señala la capacidad de expulsar demonios como uno de los signos de los que creen en Jesús (P), es decir de los cristianos creyentes. Incluso los falsos profetas pueden hacer maravillas, tal y como lo dijo el mismo Jesús : "Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y darán señales grandes y prodigios; de tal manera que engañarán, si es posible, aún a los escogidos." (Mateo 24:24) "Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre lanzamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?" (Mateo 7:22) – Pero Jesús fue resucitado tres días después de morir. Jesús (P) no es el único en volver a la vida. Quizás alguien pueda alegar que a diferencia de Lázaro y otros resucitados, Jesús (P) supuestamente resucitó sin la intervención de nadie al respecto. Pero si leemos en Mateo 27 dice describiendo el momento en que ocurrió la supuesta muerte de Jesús en la cruz : "Y se abrieron los sepulcros y muchos cuerpos de santos que habían dormido se levantaron ; y salieron de los sepulcros, después de la resurrección de él, vinieron a la santa ciudad y aparecieron a muchos." (Mateo 27:52 y 53) Sobre la doctrina de la resurrección de Jesús (P) luego haremos un somero comentario de la visión islámica al respecto. Sólo diremos brevemente que era un dogma de Pablo, que nunca vio a Jesús vivo : "Acuérdate que Jesucristo, el cual fue de la simiente de David, resucitó de los muertos conforme a mi evangelio." (11 Timoteo 2:8). Es Pablo quien insiste con este dogma luego de su conversión, incluso predicando sin haber recibido ninguna enseñanza directa de Jesús (P) ni haber tomado ninguna instrucción de Pedro ni de otros apóstoles. El predica conforme a sus propios pensamientos e insiste continuamente en la importancia de la muerte de Jesús (P) en la cruz y su posterior resurrección. El dogma de la resurrección en Marcos 16:9-20 ha sido eliminado en muchas Biblias. Si no es eliminado se imprime en letra pequeña o entre paréntesis y con un comentario. Véase la Versión Común Revisada, la Nueva Biblia Americana, la Traducción del Nuevo Mundo de la Escritura de los Testigos de Jehová y la Traducción del Reino Interlinear de las Escrituras griegas. De cualquier manera, el hecho de que haya muerto y resucitado no es una prueba de su Divinidad. Primero, porque ya otros fueron vueltos a la vida, como Lázaro. Incluso otro de los Profetas fue resucitado luego de estar muerto muchos años, según el Corán. O el caso de Enoc, que desapareció "porque se lo llevó Dios" (Génesis 5:24). O Elías que "subió al cielo en un torbellino" (2 Reyes 2:11). Sobre el punto concreto de la resurrección de Jesús (P) hablaremos un poco después si Dios quiere. Lo importante a remarcar aquí es que no es un argumento válido para considerarlo Dios, puesto que Dios es el Viviente Eterno que nunca muere. Saludos. Abdallah * * * (4) DANIEL VICENTE Querido Abdallah, Yo no he afirmado que Jesús fuera Dios por estar lleno del Espíritu Santo, multiplicar los panes y los peces, curar la lepra y la ceguera, resucitar muertos, etc. Los pasajes escriturísticos que aduje fueron muy otros, y no los has contestado aún. Pero para que todo no se reduzca a un intercambio hermenéutico, te presento un argumento que tú y algunos de los asiduos de esta comunidad ya conoceréis. Baso mi noción de la Trinidad en tres axiomas: 1) No hay pensamiento sin sujeto pensante, y viceversa, no hay sujeto pensante sin pensamiento. 2) Nadie puede ser su propio pensamiento, ya que ello conllevaría una contradicción entre el sujeto y el objeto. El sujeto debe ser siempre mayor que el objeto para comprenderlo. 3) Nada es sin una actividad. E infiero lo siguiente: a) "La verdad es la verdad" es la primera verdad. b) No puede existir sin una actividad, de modo que debe ser pensada por alguien. c) Es pensada por el Padre, y dicha verdad es el Hijo. d) El Padre es mayor que el Hijo. Sin embargo, son la misma realidad, puesto que no hay pensamiento sin sujeto pensante ni sujeto pensante sin pensamiento. e) El acto mismo de pensar (distinto a lo pensado y al que piensa) es el Espíritu Santo. f) Luego entiendo la Trinidad como "El sujeto pensante (Padre) en el acto de pensar (Espíritu Santo) el pensamiento (Hijo)". …… Este argumento puede complementarse con la siguiente explicación: I.
"'La verdad es la verdad' es verdad" forma parte del conjunto de verdades, en tanto que es verdad, pero sólo de un modo tangencial, en tanto que no necesita ninguna otra verdad como fundamento y existe necesariamente. Toda verdad debe cumplir tres propiedades: 1) no contradecirse consigo misma, 2) no contradecirse con las demás verdades y 3) inferirse de las demás verdades. Dios sólo cumple 1) y 2). De ahí que esté y no esté en el conjunto de las verdades. Me inclino a pensar que Dios carece de fundamento. Si Dios tuviera un fundamento, habría algo lógicamente previo a Dios, más simple que él, más básico, y por consiguiente, mayor. La verdad es abstractiva, es decir, negativa. Lo más compuesto coincide con lo más contingente, con lo innecesario o superfluo.<o:p></o:p>
II.
La Trinidad resuelve el problema de cómo es posible la "creatio ex nihilo" de lo material desde la plenitud divina, inmaterial. Los gnósticos proponían una prolación o degradación de Dios hacia lo material. Antes de ésta, se habrían dado un Silencio y un Abismo insalvables entre el Creador y la criatura. La ortodoxia católica objeta a esa concepción la coeternidad de la Palabra, engendrada de la misma substancia de Dios antes de todo tiempo. El Verbo divino es, antes de su encarnación,la Imagen invisible del Creador, pero también es la imagen invisible o racional de todas las criaturas. Ejerce de mediador entre ambas realidades. La verdad sería inactiva y no podría crear si no fuese, al mismo tiempo, expansiva. La verdad autosuficiente, pues, también implica lo verdadero. En resumen, la Trinidad puede condensarse en el siguiente aserto: "Que la verdad (Padre) es la verdad (Hijo) es verdad (Espíritu Santo)". No existe una forma más simple de expresar la primera de las proposiciones verdaderas, fundamento infundado del resto. Si el Islam niega que esa proposición sea cierta, entonces el Islam se equivoca e incurre en falsedad, lo cual sólo puede atribuirse a doctrinas de hombres, no a Dios. Si el Islam cree que hay un modo más simple de expresar esa primera proposición verdadera, muéstrelo sin demora. III. 1) Dios no creó el mundo arbitrariamente, sino conforme a ideas sustentadas en la Verdad. 2) Dios Padre, sin embargo, no se identifica plenamente con las ideas coeternas, ya que éstas presuponen un fin creador y un orden vinculante. Pero el fin de la Creación es accidental con respecto a la potencia eterna de Dios, inengendrada y autosubsistente. Asimismo, la providencia creadora de Dios depende de su voluntad, no su voluntad de la providencia. Por último, las ideas son por naturaleza concebibles, mientras que Dios es absolutamente inconcebible. 3) Cristo es la suma de todas las ideas que tienden a la Creación, y es también su fundamento engendrado: el Bien, la Verdad, la Vida. Dios, empero, es el fundamento de Cristo. 4) Dios, potencia totalmente indeterminada, engendra la Verdad, potencia absolutamente determinada. Ésta, a su vez, engendra al Espíritu, que es el acto infinito absolutamente determinado, en tanto es conforme con la Verdad.
Saludos. Daniel.
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