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Anemia por déficit de hierro, un problema de salud en las edades pediátricas (página 2)

Enviado por Belkis Maceo


Partes: 1, 2

El recién nacido tiene alrededor de unos 78 mg/kg., es decir 250 mg. Con la hemólisis inicial se deposita hierro en las células del sistema retículoendotelial, las que van pasando al plasma para cubrir las necesidades del crecimiento.

Durante los dos primeros meses de vida, la hb sufre una caída, hecho que se ha atribuido a una disminución de la actividad eritropoyética.

Después de los dos meses la médula ósea comienza su actividad y comienza a elevarse la hb.

Paralelamente a este fenómeno, los depósitos de hiero disminuyen, razón por la cual la administración del hierro en esa época es importante, así como también los alimentos ricos en este mineral; que de no administrarse adecuadamente, en el lactante se producirá una nueva caída de la hb alrededor del sexto mes.

Las necesidades para el crecimiento del lactante son de unos 0.6 mg/día lo que unido a las pérdidas (0.5 mg/día) hacen que las necesidades sean aproximadamente de 1 mg/día y como la absorción rara vez supera el 10 %, la ingesta aconsejada es de alrededor de 10 mg/día.

Es la lactancia materna el alimento fundamental durante los mese iniciales de la vida, por la composición bioquímica que posee y por ser capaz de suplir en general las necesidades del lactante en los 6 primeros meses de vida y aunque es pobre en hierro su absorción alcanza un 50%, ya que contiene en comparación con otras leches un menor % de Calcio, Fósforo y Proteínas y mayor en lactoferrina y Vitamina C.

Diversos factores como la disponibilidad de sucedáneos de la leche y su comercialización, la evaluación de la función de la mujer en la sociedad y las actividades del personal de la salud, en cuanto a la preparación de las madres para la lactancia influyen en el tiempo de empleo de la lactancia materna.

En el período de 12-24 meses aparece la anorexia fisiológica. Este hecho sin duda alguna propicia la sustitución de otros alimentos por la leche, a estos se puede añadir la prolongación de los patrones de la toma de la leche, que se le venía suministrando al niño. Además el mayor % de los niños de esta edad asisten a círculos infantiles donde ingieren determinadas cantidades de leche, a la que se adiciona la suministrada en la casa.

Aún persisten los malos hábitos de la lactancia artificial, lo que para nosotros es importante, si partimos del conocimiento que la leche de vaca es la más usada y que ésta presenta poco contenido de hierro, del que sólo se absorbe el 10% que desplaza a otros alimentos ricos en hierro y también dificulta la absorción de estos alimentos.

A lo que podemos añadir el criterio de autores, que plantean, que el exceso de

leche, sobre todo la pasteurizada puede provocar microhemorragias gastrointestinales.

Esta tendencia al consumo de dietas inadecuadas en porcentajes mayoritarios de la población infantil pudiera estar influenciada por hábitos socioculturales negativos y al falso concepto de que la leche es el alimento fundamental en todas las edades. Todo lo cual nos conduce a trabajar para modificar estos hábitos y esto fundamentalmente lo logramos a través de la intervención directa del médico de la comunidad.

ABSORCION DE HIERRO.

El hierro en la dieta se presenta en dos formas químicas diferentes: hierro hemínico y hierro no hemínico. El hierro hemínico es un componente de hemoglobina y la mioglobina, por lo que está presente en las carnes, aves, pescados y mariscos, así como, se encuentran en gran cantidad en productos elaborados como sangre bovina, morcillas, entre otras.

El hierro hemínico es fácilmente absorbible en cantidades entre 30 y 60% del total ingerido y su biodisponibilidad no está influida por las características de la dieta. En una dieta adecuada este sólo representa una pequeña parte del hierro total ingerido. (10-12%)

El hiero no hemínico se encuentra fundamentalmente en leguminosas, cereales, vegetales, vianda y en general en casi todos los alimentos . La absorción del hierro no hemínico es baja, en ocasiones menos de 3 % y varía notablemente en cada comida por la presencia de factores dietéticos que aumentan o inhiben su absorción y puede elevarse hasta 4 veces mas su biodisponibilidad con un adecuado balance de estos factores.

FACTORES QUE DETERMINAN LA ABSORCION DEL HIERRO NO HEMINICO:

Sobre el aumento de la absorción del hierro no hemínico tiene un efecto consistente el ácido ascórbico (Vitamina C) y el tejido animal. (carnes, pescados y aves).

Otros factores como son los fitatos (presentes en el germen y el salvado de los granos y cereales) y los taninos, (en el té y en menor proporción en el café) se conocen como inhibidores de la absorción del hierro.

El exceso de leche artificial también contribuye a la pobre absorción del hierro.

Tanto los factores que eleven como los que inhiben la absorción del hierro,

van a ejercer su efecto si se ingieren simultáneamente con los alimentos ricos de hierro no hemínico, es decir, si están presentes en la misma comida.

La absorción de hierro está por tanto influida por la combinación de alimentos ingeridos en una comida dada. Es decir, la cantidad de hierro total de la dieta es tan importante como la biodisponibilidad del hierro no hemínico ingerido.

Al hablar de la influencia del ácido ascórbico con relación al hierro es importante conocer las frutas y vegetales que contienen dicho elemento así como algunos alimentos que contienen hierro no hemínico.

Por otro lado, mas que la cantidad y frecuencia de los alimentos ricos en hiero, hay que tener en cuenta su biodisponibilidad, es importante que nuestra población conozca que no sólo los alimentos ricos en hierro se limitan a las carnes y el huevo sino que existen otros alimentos que también aportan gran cantidad de este elemento y que la asociación de muchos de ellos incluso sin estar presentes en las canes aumentan su biodisponibilidad.

La ingestión de leche conjuntamente con otros alimentos influye determinantemente en la biodisponibilidad del hierro contenido en estos al inhibir su absorción, sin embargo, la biodisponibilidad del hierro de los cereales aumenta con la ingestión de leche posiblemente por la acción de pequeños polipéptidos que se forman durante la ingestión de proteínas.

Existen variadas combinaciones de alimentos a los que debemos prestar atención si queremos lograr una alimentación rica en hierro; tal es el caso en que se adiciona a los vegetales o al maíz, carne. También el pescado en una cantidad tan pequeña como 30 gramos añadido al huevo puede aumentar la absorción del hierro. Así mismo la inclusión en la comida de naranja, toronja u otra fruta o vegetal rico en Vitamina C aumenta la absorción del hierro no hemínico. Además de los casos mencionados que incrementan la absorción del hierro, debemos referirnos a otras combinaciones que tienden a influir la absorción de este elemento: la yema de huevo disminuye la absorción de hierro, aunque los huevos sean una de las principales fuentes de hierro en la alimentación. El té que se consume en una comida puede reducir el hierro que se absorbe en esa misma comida.

ETIOLOGÍA.

La mayor parte del hierro en el recién nacido se encuentra en la hemoglobina circulante. El bajo peso al nacer y una hemorragia perinatal importante se acompañan de una disminución de la masa neonatal de hemoglobina y de las reservas de hierro. A medida que disminuye la hemoglobina en el recién nacido durante los primeros dos o tres meses de la vida, se recupera y almacena una considerable cantidad de hierro. Estos depósitos recuperados suelen ser suficientes para la formación sanguínea durante los primeros seis o nueve meses de nacido; los depósitos de hierro transplacentarios están agotados cuando el peso al nacimiento se triplica. En los lactantes con bajo peso al nacimiento o con pérdidas sanguíneas, perinatales, los depósitos de hierro pueden agotarse antes y las fuentes dietéticas adquieren una importancia primordial. El patrón dietético que normalmente se encuentra en los lactantes con anemia ferropénica es el consumo de grandes cantidades de leche y de hidratos de carbono que no están enriquecidos con hierro.

Existen diferentes causas que provocan este tipo de anemia como son las pérdidas de sangre, hemorragias ocultas (ya sea por hemorragias ocultas, lesión del conducto gastrointestinal como son la úlcera péptica pólipo o hemangioma)

En las anemias ferropénicas avanzada existen alteraciones histológicas de la mucosa del conducto gastrointestinal. Los cambios morfológicos pueden ser una manifestación directa de la deficiencia tisular de hierro.

EVALUACION DEL ESTADO NUTRICIONAL CON RESPECTO AL HIERRO.

La evaluación del déficit de hierro se puede conocer mediante tres tipos de métodos: el método bioquímico, clínico, y dietético.

Con respecto a la evaluación clínica los signos y síntomas de la anemia ferropénica, no son patognomónicos de la enfermedad pero ayudan a orientar el diagnóstico Entre las manifestaciones clínicas asociadas con la deficiencia de hierro se encuentran:

  • Palidez: constituye el dato más importante para el diagnóstico de la deficiencia nutricional.

  • Anorexia e irritabilidad: debido a que el nivel de hemoglobina desciende por debajo de 5g/dl.

  • Taquicardia

  • Dilatación cardíaca

  • Soplos sistólicos.

  • Esplenomegalia palpable

  • Ensanchamiento del diploe craneal.

  • El niño puede ser obeso o pesar menos de lo normal y presentar otros signos de malnutrición

  • Afecta la función neurológica e intelectual

  • Altera la capacidad de atención, la vigilia y el aprendizaje.

  • Si la anemia es de larga duración puede encontrarse la atrofia de las papilas linguales.

  • Apetecer sustancias exóticas o no comestibles(pica; en este caso hielo, tierra, cal, etc.)

  • Uñas en cuchara (coiloniquia)

Es importante también, durante la evaluación clínica, averiguar en el caso de preescolares, sobre todo en áreas rurales, la presencia de parásitos intestinales. En el caso de mujeres en edad fértil identificar situaciones que las colocan en un mayor riesgo como es el caso de sangrados menstruales anormalmente abundantes, embarazos repetidos, sangrado por vías digestivas, cirugía reciente.

La evaluación dietética debe encaminarse a la búsqueda de información sobre el contenido de hierro de la dieta y de otros factores que pueden estar asociados con el padecimiento. Por ejemplo, si la dieta es rica en cereales que no contengan sales de hierro (principalmente formas ferrosas), o si es pobre el consumo de frutas y verduras (que son fuentes de alto contenido de vitamina C); si la dieta es rica o no en alimentos que contengan hierro heme o si está acompañada habitualmente de café, té, cerveza oscura o vino tinto; las personas que tengan dietas exclusivamente vegetarianas también son de especial interés. Todos estos son aspectos que se pueden analizar mediante el recordatorio de dieta habitual o de 24 horas.

Durante la evaluación bioquímica, la alteración del metabolismo del hierro se presenta de manera gradual (hay tres etapas) y se inicia cuando se agota la reserva corporal de hierro debido a que las necesidades de él aumentan (como en el caso de los preescolares y mujeres en edad fértil). Como consecuencia de esto hay movilización de las reservas, primordialmente, hepáticas de hierro, y esto se manifiesta en los estudios de laboratorio como una disminución en los niveles séricos de ferritina. Esta primera etapa se denomina, empobrecimiento de hierro. La segunda etapa es conocida como eritropoyesis deficiente en hierro y en esta fase tenemos un agotamiento total de las reservas corporales de hierro y una disminución en la concentración de hierro sérico circulante, o sea, el que está unido a la transferrina, molécula responsable del transporte del hierro a la médula ósea para iniciar el proceso de eritropoyesis y síntesis de hemoglobina. La tercera etapa de la deficiencia de hierro, es conocida como anemia ferropénica per se por lo que se observa un decremento en la concentración de hemoglobina y en el hematocrito, además de alteraciones morfológicas en los eritrocitos, como la hipocromía y microcitosis. Es en esta etapa en donde observamos las manifestaciones clínicas y funcionales de la deficiencia de hierro.

Existen varios indicadores hematológicos del hierro circulante, entre ellos tenemos la ferritina sérica (microgramos/ml), porcentaje de saturación de la transferrina, concentración de Hb (g/dl), hematocrito, protoporfirina eritrocítica (microgramos/dl), porcentaje de absorción de hierro, capacidad total de fijación por la transferrina (microgramos/dl), etc. De relevante importancia son los tres primeros. El uso de uno u otro indicador depende de lo que se pretenda determinar durante la secuencia de cambios en el desarrollo de la deficiencia de hierro.

La protoporfirina eritrocitaria libre (PEL) tiene la ventaja que puede utilizarse como una prueba de pesquizaje debido a su fácil procesamiento y bajo costo. Por el contrario el hierro sérico, la saturación de transferrina y la ferritina sérica son más difíciles de realizar por el tiempo que requieren y por ser los reactivos más costosos.

La medida de la PEL se ha simplificado recientemente mediante el método hamatofluorimétrico, por el cual el análisis puede efectuarse en pocos segundos en sangre capilar; siendo su valor normal entre 20-50 mcg/dl. El cociente PEL/hb es un índice útil en la deficiencia de hierro cuando las reservas de éste se agotan y antes de que se haga evidente la anemia el cociente PEL/hb aumenta.

La determinación de PEL se realiza mediante punción digital .Lo que nos permite utilizar la mitad del volumen de sangre así como el resto de los reactivos; siendo su valor normal de 20-50 mcg/dl. El cociente PEL/hb, es un índice útil en la deficiencia de hierro, cuando las reservas de este se agotan y antes de que haga evidente la anemia el cociente PEL/hb aumenta .

Datos de laboratorio.

  • 1. Disminución de los depósitos de hierro; disminución de los depósitos de hemosiderina del hígado y de la médula ósea.

  • 2. Disminución de los niveles de ferritina sérica por debajo de 10ng/ml

  • 3. Disminución del nivel de hierro sérico; aumento de la capacidad total de combinación del hierro; descenso del porcentaje de saturación por debajo del 15%

  • 4. Aumento de los niveles de protoporfirinas eritrocíticas libres

  • 5. Anemia; hipocromía y microcitocis

  • 6. Disminución de la actividad intracelular de las enzimas que contienen hierro.

REPERCUSION DE LA FERROPENIA.

La función de las enzimas que contienen hierro o que dependen del hierro pueden disminuir en la fase temprana de la deficiencia del mismo, quizás incluso antes de aparecerla anemia; por tanto podemos deducir que habrá repercusión sobre el estado de salud desde estadíos previos a la ferropenia.

Numerosos estudios han tratado de implicar a la deficiencia de hierro como causa del incremento de la susceptibilidad a las infecciones. Se conocen actualmente datos a favor de esto tanto clínicos, ( las infecciones agudas sobre todo las respiratorias, tienen mayor incidencia en niños con anemia ferropénicas y cuando se trataron con hierro evolucionaron mejor) como de laboratorio, (disminución de test de inmunidad celular específica como el de la transformación linfocítica y los de hipersensibilidad cutánea y de inmunidad celular inespecífica o fagocitosis, o como el descenso de mieloperoxidasa a nivel de leucocitos y pared intestinal y valores anormales de la prueba del nitroazul de tetrazolio).

Ha existido la impresión clínica de que los pacientes deficientes de hierro se caracterizan por ser inapetentes, irritables y carentes de interés en el medio que los rodea y se cree que estas características desaparecen varios meses después de establecido el tratamiento con hierro.

Se sugiere que la deficiencia de hiero en ausencia de anemia puede provocar alteraciones de la conducta con efectos adversos sobre la capacidad de prestar atención y la memoria.

Existen evidencias de que la deficiencia de hierro puede disminuir la tolerancia al ejercicio y la capacidad de trabajo, aún con anemia ligera.

También ha sido demostrado un retardo en el crecimiento con recuperación después del tratamiento con hierro.

Considerándose que existen suficientes evidencias de que la deficiencia de hierro es una enfermedad sistémica y muchas de las alteraciones funcionales no dependen de la anemia, algunas de las cuales preceden a la misma, insistimos y consideramos de vital importancia el diagnóstico de la ferropenia en sus primeros estadíos y la posibilidad de la instalación de la terapéutica férrica como profilaxis de la anemia y la posibilidad del médico de intervenir de forma directa en los cambios de los hábitos alimentarios de nuestra población.

MÉTODOS PREVENTIVOS PARA DISMINUIR LA ANEMIA POR DÉFICIT DE HIERRO.

Las anemias nutricionales afectan el desarrollo económico y social de los países ya que dicho padecimiento reduce la productividad del trabajo físico y mental, aumenta la susceptibilidad de infecciones y sus gastos asociados con sus atenciones. Las deficiencias nutricionales se asocian con incrementos de la mortalidad materna, la cual puede prevenirse.

Los métodos que proponemos para disminuir la anemia por déficit de hierro incluyen:

  • La educación nutricional sin olvidar la promoción de la lactancia materna.

  • Suplementación que incluye la distribución de suplementos a grupos de población a riesgo da la deficiencia.

  • ?Fortificación de alimentos lo que involucra producción, distribución y consumo de alimentos enriquecidos, control de la calidad de los alimentos.

  • Medidas de salud y de lucha contra la deficiencia recomiendan mejoramiento de la atención primaria en salud, prevención de infecciones: higiene del medio ambiente, vacunación, terapia de rehidratación oral y medidas antiparasitarias.

  • Se debe asegurar el consumo de alimentos de origen animal: roja, carne y pescado en general.

  • Se recomienda el consumo de alimentos ricos en vitamina C como acompañamiento de una comida rica en hierro. Por ejemplo arroz a la cazuela de primer plato, albóndigas con tomate de segundo plato y naranja fresca como postre.

  • Se debe educar la familia al completo. La dieta de todos sus miembros debe ser variada, con todos los grupos de alimentos. La mejor prevención es la dieta equilibrada.

  • Un aumento del consumo de alimentos de origen vegetal ricos en hierro: porotos (judías) de soja, trigo, lechuga, maíz, legumbres en general, espinacas.

  • Disminuir el consumo de té y café junto con las comidas, principalmente en los grupos de riesgo.

PREVENCIÓN DE LA ANEMIA FERROPÉNICA EN EL RECIÉN NACIDO.

  • El hierro contenido en la leche materna se absorbe mejor que el de las fórmulas especiales (biberón)

  • La lactancia materna cubre las necesidades de hierro

  • La lactancia materna durante 6 meses o más protege al recién nacido de infecciones (que aumentan el riesgo de padecer anemia)

  • Si se recurre a la lactancia artificial (biberón) se necesitarán suplementos de hierro de una o más fuentes alimentarias. Por ejemplo cereales infantiles fortificados con hierro a la vez que leche también fortificada. Es necesario aportar 1 mg de Fe2+ / Kg / día.

El volumen de la leche de fórmula no debe exceder de 1 l / día para favorecer la introducción de alimentos sólidos ricos en hierro y establecer así una educación nutricional variada.

Prevención en la adolescencia

  • Cumplir recomendaciones nutricionales para le edad y sexo, que cubran las exigencias de éste período de crecimiento rápido y desarrollo intenso, con aumento del volumen sanguíneo y sangrados (menstruaciones).

  • Educación nutricional a los padres y adolescentes para eliminar tabúes alimentarios y cambiar hábitos y costumbres perjudiciales en la alimentación.

  • Influir en los gustos y preferencias de los adolescentes, ofreciéndoles alimentos bien confeccionados, sensorialmente agradables y a la vez nutritivos, para evitar de ésta manera el consumo de comida chatarra.

  • Velar por la alimentación en la escuela.

  • Poner atención al estado de salud integral del adolescente para eliminar y/o mejorar estados propicios para pérdida de sangre crónica como son las metrorragias, el parasitismo por parásitos expoliadores y otras causas de sangrado digestivo de menor escala y que puedan pasar inadvertidos. Velar los embarazos a estas edades como causa de anemia ferripriva.

  • Poner atención al estado de salud mental del adolescente que pueda influir en el proceso de alimentación-nutrición como son los conflictos por la imagen corporal, que pueda llevar a aberraciones a la alimentación como la anemia nerviosa, la bulimia, el mericismo o rumiación, reflujo gastroesofágico, síndrome emético.

SUPLEMENTACIÓN.

Este método implica la suplementación con sales de hierro de manera preventiva o terapéutica a grupos en riesgo. Los grupos en riesgo están representados por aquellos que se encuentran durante periodos de crecimiento físicos acelerados por lo que los requerimientos fisiológicos normales son considerablemente mayores ( lactancia infantil y adolescencia ).

La deficiencia de hierro y la anemia es el problema nutricional más frecuente en las embarazadas debido a que en muchos casos inician el embarazo con depósitos de hierro disminuidos o agotados y con las demandas del embarazo

aumentan las necesidades de este nutriente. Es probable que las reservas maternas durante el embarazo afectan las reservas de hierro del recién nacido.

Las mujeres en edad fértil representan otro grupo de riesgo por sus mayores requerimientos de hierro debido a la pérdida menstrual.

Estudios anteriores reportan que las deficiencias de micronutrientes por lo general ocurren en poblaciones pobres o sea que tienen una mala situación socioeconómica, falta de acceso y escaso uso de los servicios de salud (distritos prioritarios).

Entre las limitantes señaladas para la sostenibilidad de esta estrategia están las privaciones socioeconómicas, el difícil acceso de las comunidades que realmente necesitan de la intervención, las dificultades logísticas y los costos.

Suplementación medicamentosa

  • FORFERR

Fumarato ferroso y ácido fólico

Proporciona 2 mg/kg de hierro elemental

Destinado a niños entre 6 meses y 5 años

Utilizado para prevención de anemia ferropénica

Administración de hierro

Vía oral:

– Dosis (en mg de hierro elemental): 3 a 6 mg/kg/día, divididos en 2 o 3 tomas diarias.

– Preparado de elección: sulfato ferroso.

– Hay varios factores que se deben tener en cuenta sobre el tratamiento con sulfato ferroso:

  • a) debe ser administrado alejado de las comidas, ya que muchos alimentos disminuyen la absorción de hierro (hasta en un 40 a 50%) debido a la formación de complejos poco solubles.

Algunas de las sustancias que inhiben la absorción de hierro son calcio, fosfatos, fitatos, fenoles, mientras que entre los que la facilitan se incluyen vitamina C, citratos y ácido clorhídrico.

b) al comenzar el tratamiento la absorción es de aproximadamente 13,5% y después de 20-30 días disminuye a 5%;

c) la absorción varía con la severidad de la anemia y con la coexistencia con otras enfermedades.

  • Tiempo de administración: una vez alcanzados valores normales de hemoglobina y hematócrito, debe continuarse el tratamiento (a igual dosis) durante un tiempo igual al que fue necesario para

alcanzar los valores normales para reponer los depósitos de hierro.

  • Complicaciones: intolerancia digestiva, coloración negruzca

de dientes (reversible).

  • Vía parenteral:

Se utilizará en casos de intolerancia digestiva al hierro oral severa, patología digestiva que contraindique la vía oral o presunción firme de tratamiento oral insuficiente o inadecuado.

  • Dosis: la dosis total a administrar (para corregir la anemia y reponer los depósitos) se calculará de acuerdo a la siguiente

fórmula:

Hb teórica-Hb real x Volemia x 3,4 x 1,5 = mg Fe

100

3,4: Factor de conversión de g de Hb a mg de Fe.

1,5: Hierro de depósitos.

La cantidad total de mg de Fe resultante de esta fórmula, deberá fraccionarse

en dosis que no excedan de1,5 mg/kg/día, a administrarse cada2 a 3 días.

a) Lactantes con antecedente de RN de pretérmino a partir de los 2 meses de vida o al duplicar peso de nacimiento, en dosis de 2 mg/K/día durante el primer año de vida.

b) Lactantes con antecedente de RN de término a partir de los 4 meses de vida (6 meses si reciben lactancia materna exclusiva hasta esa edad) en dosis de 1 mg/K/día durante el primer año de vida.

El tratamiento curativo incluye hierro elemental 3 – 5 mg/K/día, mantener hasta 1 mes después de obtenida la normalización de la Hb. y la desaparición de los signos de hipocromía y microcitosis (alrededor de 3 meses en total). La administración debe ser alejada de las comidas, en una o dos tomas diarias.

OTROS: El aumento de la Hb. en 1 g/dl o más durante el primer mes de tratamiento se puede considerar una buena respuesta terapéutica. Si esto no sucede, reevaluar el paciente y derivar al hematólogo.

-Complicaciones: dolor localizado, linfadenopatía regional, hipotensión arterial, shock anafiláctico, cefalea, malestar general, urticaria, fiebre, mialgias, reagudización de artralgias (en artritis reumatoidea).

Se han realizado estudios donde se ha demostrado que la eficacia del trofin como antianémico en dosis de 8mg/kg/dia ha sido buena, aunque menor que la del fumarato ferroso. Su principal inconveniente lo constituyó el rechazo al sabor.

FORTIFICACIÓN DE ALIMENTOS

La fortificación de alimentos es una de los medios más efectivos a largo plazo para combatir o prevenir las deficiencias de micronutrientes.

Los principales factores que tienen que tomarse en cuenta al seleccionarse el fortificante o el compuesto de hierro con el cual deseamos fortificar un alimento son los siguientes:

?? Que no altere las características organolépticas del vehículo. Estas son principalmente: su sabor, color y textura. Si el consumidor detecta cambios en estos parámetros, el alimento probablemente será rechazado.

?? La estabilidad. El hierro es un elemento muy reactivo. Este mineral es altamente oxidante y en condiciones apropiadas de alta humedad y temperatura puede reaccionar con el vehículo volviéndolo inestable, con una vida de almacenaje muy corta y al final se puede volver rancio.

?? La biodisponibilidad. Es el factor más importante desde el punto de vista biológico y de impacto nutricional. Existen muchos compuestos cuyo hierro se aprovecha muy ineficientemente por el organismo. Esto es porque su absorción intestinal principalmente en presencia de inhibidores, es muy baja. Por lo cual, hay que seleccionar compuestos que sean altamente biodisponibles hasta donde las circunstancias tecnológicas lo permitan.

Fortificación de alimentos

  • Harina de trigo

  • 45 mg/kg=ppm de harina de trigo en forma de sulfato ferroso

  • 2550 ug de ácido fólico

  • 7 mg de vitamina B1

  • 7 mg de vitamina B2

  • 6 mg de vitamina B6

  • 70 mg de niacina

  • Puré de frutas

  • 2 mg/100g de hierro elemental en forma de lactato ferroso

  • 30 mg de ácido ascórbico

Frutas tropicales de colores claros

Alimentos ricos en hierro.

Entre los alimentos ricos en hierro(mg/100g de parte comestible) se destacan los siguientes:

Hígado de cerdo

29,1

Riñón de res

13,0

Ajonjolí

10,0

Hígado de pollo

8,5

Hígado de res

7,5

Riñón de cerdo

6,6

Chorizo

6,5

Perejil

6,2

Corazón de res

5,9

Yema de huevo

5,5

Corazón de cerdo

4,9

Picadillo de res con soya

3,6

Carne de res

3,5

Leguminosas

2,2

Vegetales de hojas verdes

2,0

COSTO.

El costo es un factor importante pero también relativo. Por ejemplo, los compuestos más biodisponible son por lo general más costosos; en principal por que las demandas es más baja. Es lógico pensar que cuando su uso aumente su costo podría disminuir.

MEDIDAS DE SALUD

Este método se enfoca principalmente al control de infecciones parasitarias que requiere de medidas de prevención de salud pública tales como: agua potable, colocación de letrinas y la administración de medicamentos antiparasitarios.

CONCLUSIONES.

La anemia por déficit de hierro constituye un problema de salud, no solo en Cuba sino a nivel mundial, es de primordial importancia el papel del equipo de atención primaria de salud en la profilaxis de esta anemia en los diferentes grupos poblacionales orientándolos sobre una adecuada educación nutricional principalmente en las edades pediátricas.

RECOMENDACIONES.

  • Poner atención al estado de salud integral del adolescente para eliminar y/o mejorar estados propicios para pérdida de sangre crónica como son las metrorragias, el parasitismo por parásitos expoliadores y otras causas de sangrado digestivo de menor escala y que puedan pasar inadvertidos.

  • Poner atención al estado de salud mental del adolescente que pueda influir en el proceso de alimentación-nutrición como son los conflictos por la imagen corporal, que pueda llevar a aberraciones a la alimentación como la anemia nerviosa, la bulimia, el mericismo o rumiación, reflujo gastroesofágico, síndrome emético.

 

 

Autor:

Greta Alessandrini Maciques

Sheila García Maceo

Estudiantes de 4to año de Medicina .Facultad de Medicina 10 de Octubre .C Habana. Cuba.

Asesora: Dra. Raquel Maciques Rodríguez

Instituto Superior de Ciencias Médicas de la Habana.

Facultad de Ciencias Médicas "Diez de Octubre".

Policlínico Docente Universitario "Luis Pasteur".

Ciudad de la Habana 2009

Partes: 1, 2
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