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Cuba – Patrimonio y Sociedad. Reflexiones en torno a su manifestación en contextos locales (página 2)


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Generalidades acerca del Patrimonio Cultural. Su relación con la sociedad.

El primer enunciado que hicimos, establece que el patrimonio, no surge de la nada, sino que tiene una génesis social, en tanto no existe fuera de la sociedad y en cuanto es creado por el hombre; no obstante poseer referentes naturales, los que evidentemente no serían considerados como parte el patrimonio, protegidos y difundidos, si no fueran apreciados por el ser racional. En otras palabras, no existe el patrimonio fuera de la conciencia del hombre o social.

Según Llorenc Prats, "El Patrimonio es, naturalmente, una construcción social (o cultural, como se prefiera). No existe en la naturaleza ni siquiera en todas las sociedades humanas ni en todos los períodos de la historia…" () Vale señalar, que respecto a este estudio (artículo), coincidimos en el carácter societal del tema que nos ocupa, sin embargo, es nuestra opinión (muy modesta por cierto) que su afirmación se contradice cuando refiere que no existe "en la naturaleza", cuando todo proceso humano tiene su base en la naturaleza, e incluso, parte del patrimonio hoy se considera como natural, en lo que abundaremos más adelante. Empero en lo que consideramos que más se quiebra su argumento, es en lo referido a que "no existe ni siquiera en todas las sociedades humanas ni en todos los períodos de la historia", en tanto es reconocido que desde el propio surgimiento del hombre apreció sus pertenencias y consolidó sus creencias, difundió sus costumbres, no sólo culinarias sino de manera muy acérrima otras muchas que pasaron de generación en generación, aunque quizás no existiera para entonces la definición de patrimonio.

¿Cómo explicar entonces que desde el propio surgimiento del hombre en sociedad (e incluso individual), se identificara con sus propiedades, con su cultura y al reconocimiento de sus testimonios contados y protegidos por generaciones, no sólo en prosa, sino en versos y cantos, que aún sin haberse conservado en sus propias voces, son acogidas por leyendas e historia que constituyen paradigmas para las actuales generaciones? ¿De donde aparecen las colecciones y los coleccionistas (más adelante en el tiempo), en tanto se organizan y clasifican las mismas, remontándose al siglo VI a.n.e, asociados a guerras púnicas y de rapiña cuyos saqueos para apoderarse de las riquezas, constituían un fin de cada contendiente para coleccionar objetos, en tanto el surgimiento "… del Museo está asociado a la identificación del hombre con su cultura y al reconocimiento de su valor testimonial de ciertas evidencias como patrimonio…"()

Ese proceso de identificación y defensa de lo suyo (no como propiedad, sino como costumbre que se construye, ideal, de creación material) que provocó guerras, distensiones, sacrificios, es en principio, patrimonio. ¿Cómo se entienden entonces los valores de las construcciones de las pirámides de Egipto, sino como una manera de sacralizar, proteger, conservar, idealizar a sus líderes y la imaginería de otra vida en el más allá, en fin la presencia de un panteón con sus correspondientes ídolos a los que rendían tributos y ofrendas?

En el decir de Llorenc Prats, el patrimonio tiene "algo de sabiduría" y pensamos que de sabiduría tiene todo, en tanto descubrirse cada cultura, es un hecho de conocimiento, de identificación, de inteligencia; aunque coincidimos plenamente con sus argumentos de que en el momento de considerar o no patrimonio a algo, la designación y movilidad de recursos para su protección, conservación y exposición, se tienen en cuenta su "…carácter simbólico, su capacidad para representar, mediante un sistema de símbolos, una determinada identidad"(), lo que merece un comentario también, a tenor de que ya sea por su relevancia, por la interpretación que de la identidad se realice de un fenómeno o proceso cultural (espiritual o material), incluyendo a la naturaleza que maleada o no por el hombre, representa un fenómeno extracultural en tanto no es resultado de la actividad humana y sí de su capacidad de apreciación para comprender sus valores, importancia, belleza y relevancia ecológica, entre otros aspectos.

Un elemento de distinción y análisis perenne en el tema, es la vinculación o relación patrimonio-historia, que en no pocas ocasiones tiende a confundir o tergiversar el concepto. Empero se impone hacer un análisis de las definiciones que sobre Patrimonio se ofrecen, de acuerdo a diversos puntos de vista y su relación con la sociedad. Para Francesc Xavier Hernández Cardona, estudioso del tema en la Universidad de Barcelona, es: "aquello que queda visible del pasado y de las concepciones ideáticas y estéticas del pasado y del presente que lo reconoce. El patrimonio es, en un sentido amplio, es prácticamente lo único que queda directamente observable de la historia y por tanto, como historia identificada y observable, nos permite una aproximación científica al pasado" ()

Y esta definición es propicia para el análisis que sobre el tema se realiza, en tanto existen puntos convergentes en nuestros modestos conocimientos y criterios, como puede haberlos también divergentes. Así, por ejemplo, el autor del artículo moderniza la teoría de que patrimonio engloba, como definición, sólo lo viejo (criterio muy difundido y alejado de la realidad, sobre todo si se considera que patrimonio y cultura material y espiritual, están muy relacionadas y esta última se construye cada día); no obstante aclarar que son muy contados y selectivos los elementos o fenómenos que se reconocen de la actualidad como patrimonio. Hernández Cardona integra ya en su "concepciones ideáticas" la presencia de un patrimonio inmaterial, fruto del intelecto que en muchas ocasiones no tiene una representación material y en otras muchas sí; e insiste en la estrecha vinculación entre nuestro tema y la historia que indisolublemente están ligadas a la creación social; sin embargo en nuestra opinión su definición se quiebra en que es "lo que queda visible del pasado" ignorando quizás, que en el proceso de construcción histórica se pierden muchos elementos u objetos materiales que forman parte del patrimonio y que no son concepciones ideáticas sino fragmentos recogidos de la historia, que aunque provocan versiones diversas son concebidas y reconocidas por su relevancia. Los monumentos y sitios históricos, no siempre muestran un exponente de lo ocurrido; sin embargo el hombre reconoce como parte del patrimonio las estelas arquitectónicas que se construyen para honrar, celebrar y ceremoniar el hecho acaecido.

Más adelante se cierra aún más la visión amplia, al referir "que es prácticamente lo único observable de la historia", desconociendo los elementos distintivos de las leyendas, la cuentística y casi la generalidad de la llamada cultura popular y tradicional. Coincidimos; sin embargo totalmente en que, como historia identificada, nos permite un acercamiento científico a los sucesos y fenómenos del pasado, ofreciéndole a la materia del patrimonio un carácter netamente científico y no sólo de selección, jerarquización y movilización de recursos para su conservación y exposición; sino de estudio con objetividad de la naturaleza de las cosas, sus gustos, costumbres, tipología, significación y valores de cada aspecto.

El concepto de patrimonio pues, se erige como polisémico, interdisciplinar y sistémico, que experimenta en continuo proceso de reelaboración y modernización al que cada vez se integra menos elementos enriquecedores y abarcadores de una nueva disciplina o tendencia social, en la búsqueda y comprensión de las identidades societales, manteniendo su relación más estrecha con disciplinas como la arqueología, antropología, el arte, la archivística, etnología, biología, geografía, filosofía y la historia en mayor proporción. En consecuencia, patrimonio, en sus diversas acepciones, constituye un concepto abierto y en constante movimiento, no es dogmático ni estático, de lo que es deduce que es moderniza y enriquece, siempre dependiente de la sociedad que es quien le da vida, lo varía, lo designa y valora.

En un principio, se limitó a los objetos o artefactos visualizados, lo que a favor de la humanidad ha ido cambiando, para agrupar más fondos, de diversas tipologías e intereses.

Indiscutiblemente, tiene un carácter instructivo, formativo, y holístico en el trabajo con las nuevas generaciones y aunque su uso más frecuente se supedita a la enseñanza de la historia (muy acérrimo este principio en Cuba, limitando sus verdaderas potencialidades), el patrimonio esencialmente histórico, aunque no constituye un recurso anecdótico, como muchas veces se pretende tomar definitivamente, no obstante sus condiciones( por mostrar generalmente originales que avalan un hecho histórico) para el desempeño exitoso de esa función.

Es entonces de gran significación, en tanto"…nuestra cotidianidad está construida sobre millones de luchas y decisiones que ocurrieron en el pasado. Toda nuestra realidad (conocimientos, creencias, tradiciones, organizaciones, costumbres alimentarias, actividades económicas, tecnológicas, artefactos, preferencias culturales, etc.) se ha configurado hace decenas, centenares o miles de años, y prácticamente nadie lo tiene en cuenta…si bien es cierto que nuestra historicidad es, en general imperceptible; el patrimonio es la historicidad evidenciada. Son las formas del pasado que reconocemos explícitamente presentes, son pervivencias del pasado que identificamos como tales y a las cuales otorgamos valor"

Y aunque insiste el autor en vincular al patrimonio con el pasado, no obstante su modernidad conceptual, coincidimos con su afirmación final diferente a la identificación y el otorgamiento de valor como parte o no del patrimonio.

Sobre este particular, convendría detenernos para analizar la referencia que establece el Decreto No. 118 del Consejo de Ministros, Reglamento para la ejecución de la Ley de Protección al Patrimonio.

"El Patrimonio cultural de la Nación está integrado por aquellos bienes, muebles e inmuebles que son la expresión y el testimonio de la creación humana o de la evolución de la naturaleza y que tienen especial relevancia en relación con la Arqueología, la prehistoria, la historia, la literatura, la educación, el arte, la ciencia y la cultura en general, y fundamentalmente:…" y a partir de entonces, ofrece una lista casi detallada de todos los elementos y objetos que considera, por ley como Patrimonio Cultural. Pareciera que no se quedara nada fuera de esta concepción, que en nuestra opinión es muy acertada, sin embargo, llama la atención como desde esta visión, se afianza aún más la idea de que (volviendo a la definición de Francesc Xavier, de que es "prácticamente lo único directamente observable de la historia"), tampoco todo lo que queda observable de la historia es patrimonio, en tanto existe un proceso de selección, decantación, y jerarquización que valora y otorga la condición.

En el Decreto del Consejo de Ministros Cubano, se establece ya la selección, otorgando la condición de trece incisos que pueden llegar a abarcar todo el contenido historiográfico y cultural de país; ofreciendo incluso la posibilidad de que se declaren otros, en los criterios del Ministerio de Cultura, lo que, indiscutiblemente deja abierta una posibilidad que vemos con buenos ojos, en tanto es nuestra opinión que todo lo que posea valor en la cultura humana y natural debiera considerarse patrimonio.

En cada uno de los incisos comprendidos en el decreto que analizamos, se ven representados todas y cada unas de las concepciones consideradas para declarar al patrimonio, desde una óptica social, en tanto no existe representatividad en que no esté implícita la creatividad humana.

Claramente lo refiere el artículo I cuando plantea que "…Son la expresión o el testimonio de la creación humana o de la evolución de la naturaleza…"; pero siempre esclareciendo que tienen relevancia. Coincidimos sin lugar a dudas con las disciplinas que constituyen ejes transversales del patrimonio y que tienen en él su máximo exponente.

Analicemos pues, desde esta visión cubana cómo se manifiesta el patrimonio cultural en contextos locales.

El Patrimonio Cultural en contextos locales. Estudio de caso en Campechuela.

La pobreza o riqueza cultural que poseen, ofrecen y muestran las localidades cubanas, no llegan, es nuestra opinión, a copar las expectativas de todo lo que encierra la definición de patrimonio cultural. Así, aunque las historias de los pueblos se desarrollan y escriben en pequeñas localidades; no siempre se puede complementar en estos contextos, la existencia plena del patrimonio.

Una localidad puede expresar y mostrar una riqueza arqueológica deslumbrante, en tanto descontar exponentes del folklor o las artes plásticas (muy buscadas hoy en los contextos locales cubanos).

En Cuba, el patrimonio se ha dado a la búsqueda de la riqueza histórica bélica, lo que no es desacertado en grado mínimo; pero no es todo lo que puede y debe apreciarse, claro, la amplitud y facilidad, la tradición combativa y las ansias ideológicas de ser independientes, los cubanos escribieron y escriben páginas gloriosas que resaltan, unas veces por encima del desarrollo artístico, en lo que debiéramos meditar con detenimiento, en tanto en los locales es más fácil encontrar objetos y hechos históricos que artísticos, folklóricos, en fin; no obstante el poco o el desconocimiento sobre estas temáticas que no se han difundido con plenitud y que tienden a tergiversar los intereses de la ley y con ello el de la sociedad.

Tratemos entonces, el patrimonio en los contextos locales, desde sus referentes (material e inmaterial): La Historia (patrimonio histórico); La Naturaleza (patrimonio Natural); y desde las inspiración creadora (Patrimonio Inmaterial).

En el patrimonio histórico tiene el concepto, el máximo de exponentes, contando que en el mismo se recogen además otros referentes como el inmaterial y hasta el natural que son de alguna manera resultado o consecuencia de un proceso histórico concreto; sin embargo, la amplitud arquitectónica de lo histórico, no impide su clasificación en los contextos locales y que en los foráneos se complejiza en alto grado.

Sin llegar a confrontar el concepto de historia, queda claro que el patrimonio, en primera y última instancia, representa los fenómenos resultados del proceso de construcción histórica, resaltando sus máximas expresiones y exponentes que son la génesis del desarrollo humano y la valoración, interpretación e identificación cultural. En párrafos anteriores hemos tratado el tema de que en los contextos locales cubanos, la historia que más se resalta dentro del patrimonio cultural, es la bélica; así, por ejemplo, en el Museo Municipal Campechuela, se destacan por encima de los fondos museales, los relacionados con las gestas independentistas y de liberación nacional, donde armas, vestuario e historia, como secciones del inventario ocupan la mayor cantidad de fondos de la institución con los mayores valores otorgados.

Campechuela, sin lugar a dudas, cuenta con una rica historia bélica que tiene sus inicios el 9 de Octubre de 1868, cuando se produce el levantamiento armado para iniciar las luchas independentistas en el incipiente poblado de San Miguel de Guá cuyo centro núcleo era el más importante dentro del Partido Rural de Guá; a partir de entonces, se desarrollaron acciones destacadas en pos de la independencia nacional.

Relacionados con las luchas en el territorio, se declararon un total de 15 sitios históricos, de 17 con que cuenta el municipio y los dos restantes deben su designación por estar relacionados con dos personalidades de gran significación como Eduardo Saborit Pérez en la música y Gustavo Adolfo Aldereguía Lima en la medicina, aunque ambos con una gran trascendencia revolucionaria y política.

Dentro del patrimonio histórico bélico de los contextos locales cubanos se ubican personalidades, sitios, objetos, monumentos, construcciones y anecdotarios, que por su relevancia clasifican dentro del patrimonio cultural de la nación, con base local.

Cuando hacemos un análisis de lo que comprendido dentro de la Ley No. 2, para la declaración de los Monumentos Nacionales y locales, vemos en ella una preponderancia, muy conveniente, en relación con la historia y la sociedad sobre el resto de las disciplinas que intervienen en el patrimonio, refrendado en las definiciones de:

  • Monumento Nacional
  • Monumento Local
  • Centro histórico urbano
  • Construcciones
  • Sitios
  • Objetos

Por solo poner un ejemplo, los objetos "son aquellos elementos que, por su excepcional significado histórico, artístico o científico, merezcan ser conservados y protegidos independientemente de que se encuentren en una institución oficial…" ()

Empero la decisión es efectiva en tanto tratan de manera clara de dejar abierta la selección de los elementos relacionados con las artes, e incluso con el desarrollo científico en relación con los sitios y monumentos; en tanto en el resto de las opciones de patrimonio, se comprenden otros elementos no tan histórico-bélico, sino artísticos y culturales, dejando fuera las contiendas funestas para la humanidad.

Desde las primeras letras nos hemos referido al carácter social de patrimonio y en la parte histórica tiene la sociedad una gran relevancia, por cuanto es ella la gestora del desarrollo histórico-cultural en los contextos locales, sea cual fuere el que se escoja, lo que hemos referido ya en otros momentos.

Sin embargo, el carácter interdisciplinar e institucional del patrimonio, ofrece posibilidades para su análisis epistemológico, no sólo en su génesis, sino también en las proyecciones para el conocimiento de la historia de la sociedad; o sea, no sólo es resultado de la actividad social, sino que propicia su identificación.

"…el patrimonio tiene un protagonismo instruccional alto ya que suministra conocimientos objetivales. La contemplación, valoración y estudio del patrimonio contribuye a aumentar los saberes de los ciudadanos, los conocimientos sobre su sociedad y sobre otras sociedades, y eso evidentemente es positivo en tanto en cuanto ayuda a la formación de una ciudadanía de calidad" ()

Es quizás basado en lo anterior, entre otros aspectos, en lo que se fundamenta la declaración, conservación y exposición de los fondos relacionados con la historia en los museos y fuera de éstos (sitios y Monumentos), dado el caso de que los mismos constituyen fuentes de conocimientos primarias para la instrucción y el conocimiento de la historia.

Al respecto, merece citarse un postulado que nos parece atinado y recurrente dentro de este proceso de gestación y enseñanza que refiere Francesc Xavier: "…si entendemos que la historia es una ciencia cuyos saberes y metodologías se pueden y deben enseñar ay aprender, a nadie se le escapa la importancia del patrimonio, considerado como fuente primaria, en una perspectiva de enseñanza aprendizaje de la ciencia histórica."()

Sin embargo, y para concluir (aunque queda mucho por referir en relación con el patrimonio histórico), en los contextos locales, por diversas razones que no analizaremos; se tiende a emplear los fenómenos y recursos históricos locales como anecdóticos, al referirse al patrimonio identificado, lo que indiscutiblemente desaprovecha las posibilidades de análisis científico, en profundidad. Y consideramos además que adquiere ese carácter anecdótico precisamente por el escaso conocimiento de la teoría patrimonial y las facilidades que ofrece un discurso museológico en lo anecdotario o factual, en tanto no se va a lo casuístico y analítico.

El uso del patrimonio en todos los niveles del conocimiento histórico en cada una de sus escalas, es ideal para el trabajo de contenidos factuales, conceptuales y procedimentales presentes en las posibilidades que oferta y que constituye una necesidad para el conocimiento societal.

Referente de gran valor, que pareciera para muchos estar extralimitado en el tema que nos ocupa, es el patrimonio natural, más bien representado dentro de los sitios y que constituyen áreas, espacios, lugares "…donde la naturaleza presente aspectos que justifiquen su conservación y protección"()

En las reflexiones que al inicio hacíamos, proponíamos un debate en torno a este aspecto, que se ha incluido como parte del patrimonio, no obstante adolecer en muchos casos de la presencia de la mano del hombre; pero que tiene una significación, en nuestra opinión por lo que de él aprecia el ser humano y que se puede clasificar de diversas maneras tanto por el CNAP, como por el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural.

La protección del Patrimonio Natural cobra fuerza a partir de la convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural que fue aprobada por la Conferencia General de la UNESCO en 1972. Sin embargo, la correlación de sitios o áreas declaradas evidencia que hasta 1988, estaban inscriptos 288 bienes, de los cuales 211 correspondían a los culturales y 68 naturales y además de 9 mixtos.

La correlación evidencia una balanza hacía el tema cultural, aunque debemos reconocer que "…una cultura, en su sentido más amplio no puede reducirse a expresiones folklóricas o confinarse a los niveles superestructura les del desarrollo de una nación. El Patrimonio Cultural no sólo expresa una historia y un desarrollo económico, sino que constituye un recurso para el desarrollo, o sea, es un potencial de crecimiento." ( )

De manera que queda abierto el desarrollo natural desde la valoración humana, que ya hemos referido con anterioridad.

Desde la proyección del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural en defensa del Patrimonio Natural, previste en la Ley No.2 su clasificación responde a la definición de Sitio Natural, ya tratado; que comprende los elementos distintivos de un área y que desde la visión del Centro Nacional de Áreas Protegidas, en su artículo 5, capítulo II " Categorización de las Áreas Protegidas" se clasifican en: Reserva Natural; Parque Nacional; Reserva Ecológica; Elemento Natural Destacado; Reserva Florística Manejada; Refugio de Fauna; Paisaje Natural Protegido y Área Protegida de Recursos Manejados.

Es en los contextos locales, donde precisamente se ubican y desarrollan estas categorías. En el caso de Campechuela desde el año 2000, se trabaja en el plan de manejo de un área con riquezas naturales e históricas (**) categorizado como sitio natural desde patrimonio y Área Protegida de Recursos Manejados; en la que se ha logrado un magnifico trabajo de Educación Ambiental (****).

En interés de lograr una amplitud que se equiparé entre Patrimonio Cultural y Natural, considerando además su trascendencia histórica, inmaterial y de belleza natural, se propuso por parte del Museo Municipal, la inscripción de un nuevo sitio desde junio del año 2006, con la condición de sitio natural, para categorizar dentro del tipo "Elemento Natural Destacado"; que es "Un área que contiene una o más características naturales de valor destacado o excepcional; por su rareza implícita y sus cualidades representativas o esté ticas y que puede contener valores históricos-culturales asociados, siendo manejada con el fin de conservar dichas características y valores". () Es e l caso de Pozo Azul, en lo intrincado de la Sierra Maestra.

El Patrimonio entonces juega un rol importante e la preservación no solo de las áreas o sitios declarados, sino también en lo que por su relevancia ecológica se destacan para el desarrollo social e incluso, que pueden ser afectados por ella en su acción antrópica, que muchas veces se convierte en depredadora por excelencia.

Empero se impone, a tenor con la tesis que defenderemos sobre el Patrimonio natural, teorizar e interpretar algunos aspectos válidos en el momento de la ejecución de nuestra labor en defensa del Patrimonio Natural, inmersos en los contextos locales pero viniendo desde lo universal.

¿Qué Patrimonio Natural defendemos o protegemos con nuestro actuar?

La Convención de Patrimonio, que entrara en vigor a partir del 17 de diciembre de 1975, a la que Cuba está adherida desde el 24 de marzo de 1981, considera como Patrimonio Natural:

"a) Los monumentos naturales construidos por formaciones físicas y biológicas o por grupos de esas formaciones que tengan un valor universal excepcional desde el punto de vista estético o científico.

b) Las formaciones geológicas y fisiográficas y las zonas estrictamente delimitadas que constituyan el hábitat de especies animales y vegetales amenazadas, que tengan un valor universal excepcional desde el punto de vista estético o científico.

c) Los lugares naturales o las zonas naturales estrictamente delimitadas que tengan un valor universal excepcional desde el punto de vista de la Ciencia, la conservación o la belleza natural."().

Ahora bien, ¿Cómo se hace representar esta definición en nuestros contextos locales, a fin de concebir, reconocer y declarar Patrimonio cultural determinado elemento?

A la luz lógica de los elementos o conjuntos de elementos bióticos, abióticos, biológicos, botánicos, en fin en los contextos locales es precisamente donde existen y emergen las formaciones, los lugares y los monumentos naturales; pero indiscutiblemente no todo lo que se protege (primero) y se declara (por selección después), como Patrimonio Natural en los contextos locales cubanos, se corresponde con la definición del concepto emitido por la convención de Patrimonio del año 1975; sobre todo en lo tocante al "valor universal excepcional" , lo que nos llama poderosamente la atención.

Es evidente que no todos los territorios tienen el privilegio de contar con la "gracia" de la naturaleza que los dotara de las terrazas marinas de Cabo Cruz, por citar algún ejemplo o el Parque de Humbolt.

Y traemos a colación el tema, en tanto la democratización y la amplitud del concepto de Patrimonio (cada vez más creciente y mejor interpretado) nos incita a trabajar en la búsqueda y preservación de los "elementos naturales destacados", a partir o teniendo como premisa ¿Qué preservar y por qué? De acuerdo con los conocimientos adquiridos de la importancia y la concientizaciön de la necesidad de cuidar el Medio que nos da la vida.

En tal sentido, se ajusta más el trabajo de localización, evaluación y declaración que realizan los trabajadores del patrimonio sobre la naturaleza y el Medio Ambiente, a la definición que ofrece el Centro Nacional de Patrimonio Cultural, del concepto de Sitio o Sitio Natural reconociéndolo como: " … aquellas formaciones geológicas o fisiográficas, geográficas y biológicas o grupos de esta clase de formaciones que tengan una importancia especial desde el punto de vista de la ciencia, de la belleza natural o de las obras conjuntas del hombre y de la naturaleza"()

Reflexionado entorno a esta definición, consideramos que por ejemplo, los lugares propuestos (y en los que se trabaja con éxito) en el contexto local campechuelense, se ajustan en sentido estricto a lo reconocido.

El sitio "Desembocadura del Río Guá", atesora valores faunísticos, florísticos, de belleza natural, con accidentes geográficos valores biológicos y hasta de evidencias conjuntas del hombre y la naturaleza, meritorios de la declaración hecha en el año 2003. Detengámonos en esta apreciación.

El descubrimiento de la zona desde tiempos muy lejanos trae a la memoria de pescadores la existencia de una rica fauna que la propia actividad depredadora del hombre puso en peligro de extinción hasta el año 2000 en que se inició n programa de protección para la posteridad de especies como el Manatí (Trichechus Manatus Manatus), de los que aún existen ejemplares y muchos residuarios que evidencian su presencia en el lugar.

En los cayos pertenecientes al sitio se incrementa la Jutía Conga (Capromys pilorides pilorides), abundante en alguna medida en Cayo Guá; la Iguana, en el mismo hábitat y que durante muchos años fueran perseguidas hasta quedar en peligro de extinción.

La fauna, cuya riqueza es aún impredecible en el hábitat acuático, existe en gran variedad, tamaños y familias no estudiadas científicamente en el territorio, pero muy conocida empíricamente por los pescadores. Así mismo abundan las especies de aves acuáticas (por su forma de alimentación) y terrestres a la que se realizan conteos periódicos especialmente a los Pelícanos y Gaviotas.

Significativo resulta contar con una variada vegetación donde se destaca una especie perteneciente a la familia de las Copernicias, que por demás es endémica y que se encontraba en peligro de extinción, conocida como Cocotrina Victorini, amenazada por el Marabú, desbrozado éste por la actividad reguladora de la Empresa para la Protección de la Flora y la Fauna, rescatando y fomentando la especie. Otras especies como la Bijáguara y el Mangle son abundantes en territorio; este último funge en una suerte de barrera natural por excelencia que impide la penetración del mar y la erosión de las costas, además de condicionar una parte boscosa tan necesaria para la protección de la Biosfera y que la depredación humana puso en peligro su existencia ocupándolo en la producción de energía para el hogar y la fabricación de carbón y sal.

Sobre el Mangle existe diversidad en las especies, Mangle Colorado (Rhizophora mangle), Mangle Prieto (Avicennia germinans), el Patabán (Laguncularia racemosa).

Su deterioro poblacional trajo aparejado el peligro de extinción de especies que los tienen como hábitat. El empleo de técnicas seminaturales como la apretura de pequeñas Zanjas para el flujo y reflujo del agua marina, de acuerdo con la afluencia natural de las mareas ha logrado la regeneración natural del mismo.

Muy atractivo resulta el paisaje en toda el área declarada como Sitio Natural, el cauce de la zanja y sus riveras (resultado de la acción antrópica del hombre) con mucho verdor evidencia la recuperación de la naturaleza, mostrando un paisaje de los más hermosos de Cuba, irreconocible para muchos pobladores del territorio. El lugar con reserva de mangle en toda su extensión, el vuelo de las aves y otros elementos destacados, bien pudiera considerarse en armoniosa combinación el "río ancho", como "recurso paisajístico: Entorno geográfico tanto superficial como subterráneo o subacuático de origen natural que ofrece interés estético o constituyen ambientes característicos."()

La zanja, muy conocida por los pescadores es resultado de la acción transformadora del hombre.(*)

De manera que existe una estrecha relación entre la zanja y la historia de un momento concreto de la situación económica y política del territorio. El propio hecho de la construcción de esta vía de comunicación, muy rudimentaria, se instituye dentro de los valores históricos del sitio natural.

Es así, que el sitio no sólo posee valores naturales en tanto propicia la preservación de especies y paisajes, sino también de tipo histórico. La zanja es hoy una fuente estética y biológica conocida y bien conservada.

En la medida en que se profundiza en el estudio del sitio natural, nos percatamos de los valores poco tratados que atesora. Así, los esteros son fuentes del patrimonio inmaterial de la zona además de su consistencia natural. Éstos, algunos construidos por la naturaleza (irregularidad costera) y otros por la mano humana para guarecerse en sus embarcaciones durante el mal tiempo, muestran las creencias y consideraciones de los pescadores:

  • Estero del ciego (natural): En determinadas épocas del año de ciega y en otras se vuelve a abrir.
  • Estero de los derramaderos (natural): denominado así porque en sus laterales derramaba agua constantemente y se convertía en algunos tiempos en una laguna pequeña.
  • Estero del muerto (artificial): Se le denomina así porque, de acuerdo a la oralidad, se presume que en el lugar hubo enterramientos de tesoros en cofres amarrados por cadenas y quien vaya a sacarlo debe morir. Otros plantean que en noches de tormenta se escucha el crujir de la madera de los barcos y el sonido de cadenas.

Elemento destacado es también y de hecho muy codiciado para la construcción, un banco de arenas blancas, extremadamente finas ubicado entre los cayos que recrea una belleza entre el verdor de los bosques, el azul de las aguas y la blancura del lugar.

En la búsqueda de fuentes que avalen y nos introduzcan en la justeza de lo que el hombre selecciona y declara con valor patrimonial (aspecto ya tratado en este mismo artículo), consideramos de gran significación una definición que ofrece la doctora Martha Arjona Pérez, no por la personalidad que lo emite, sino por considerar que abarca de mejor manera lo que en los contextos locales se categoriza como patrimonio natural y que en su decir lo conforman "… Los paisajes que integran el territorio, con sus verdes costas, sus fértiles sabanas y las aguas que corren por nuestros ríos, así como la riqueza del subsuelo y el aire que cubre el territorio cubano.

Debemos incluir en él, así mismo, las múltiples especies de animales que, de acuerdo con el clima y la geografía de cada región, han creado junto con la vegetación los grandes sistemas ecológicos o ecosistemas, cuya protección permitirá que la vida continúe floreciendo". ()

Las consideraciones de la doctora, en nuestro modesto modo de pensar ofrece una fotografía y constituye además una guía en la búsqueda, selección y declaración de lo que se puede o no considerar patrimonio natural; a diferencia de las normas que establece la Convención de 1975, la que consideramos rígida y que ya hemos comentado, sin pecar de ilusos en el sentido de reconocer que los mismos se emiten para declarar a nivel mundial y que evidentemente existen millones de ejemplos que no pueden alcanzar esa categoría, de ahí la exclusividad de considerar para proteger sólo lo que posea valor excepcional.

En esa dirección y volviendo al contexto local campechuelense, el sitio natural propuesto en junio del año 2006, Pozo Azul, tiene un gran valor desde lo natural, lo histórico, geológico, biológico e inmaterial; lugar en el que propongo detenernos un instante:

El sitio que se propone goza de cada uno de loe elementos contentivos del concepto de sito natural (ver concepto), teniendo en cuenta que se trata de una espelunca de pequeña dimensión en donde confluyen varios de os aspectos tratados en la definición, así pues, es de hecho una formación geológica, considerando que constituye parte integrante de la parte sólida de la litosfera, tendido su génesis producto ala erosión o desgaste de las rocas.

Desde la óptica biológica la formación cársica sirve de refugio y hábitat a especies variadas, formando un ecosistema por cuanto confluyen en el mismo todos los factores para su denominación tanto los abióticos (clima, temperatura, suelo, luz, agua) y bióticos que son lo productores (plantas y algas microscópicas), consumidores (animales) y descomponedores o transformadores del medio (bacterias, hongos y otros) en cuyo estudio y clasificación se debe continuar trabajando.

La génesis del sitio es mediante clastos en lo que respecta a la erosión coincidiendo con la acción del agua procedente de las alturas cercanas a la misma, por o que consideramos que la cavidad se puede clasificar de acuerdo con la acción hidrológica en permanente, que incluye aquellas por las cuales fluye el agua durante todo el año, en el caso específico de ésta tanto exterior, interior y subterránea.

El área se encuentra ubicada en lo intrincado de la Sierra Maestra prevaleciendo en el lugar los bosques de galera destacándose el Roble, la Ayúa, el Cedro, el Jagüey. La Carolina y la Manzana de río entre otros.

Dentro de la espelunca adolece la vegetación, sin embargo es abundante la fauna acuática y anfibia. Se destacan los quirópteros como murciélagos y los crustáceos.

La leyenda oral de la población vecina del lugar interpreta en una de las protuberancias de la roca interior la visión de la Virgen María, perteneciente al Panteón Católico lo que puede considerarse como un elemento inmaterial, conociéndose además que los doctores que laboraban en el Hospital Rebelde le rendían culto.

Y finalmente se impone una valoración entorno a lo que en los últimos tiempos ocupa mucho espacio de tiempo en la institución a la que pertenecemos, el proyecto sobre el rescate y difusión de los valores del Campeche:

De acuerdo con bibliografías consultadas, el arbusto conocido como Campeche o Palo Campeche (Haematoxylom Campechianum), posee además como nombres vulgares: Campeche (Cuba y Puerto Rico), Logwood (Antillas Inglesas), Palo de Campeche, palo de tinta y tinto (México), Bois rouge (Antillas Francesas).

El desconocimiento de los valores naturales y de las propiedades farmacéuticas del Campeche fue quizás el elemento esencial que contribuyó a que sólo se empleara como material combustible. Empero es significativo, cómo dentro de sus características aparece la distinción de que desde la óptica estética se puede emplear, por los colores que recrea, desde el rojo hasta el negro en la fabricación de muebles, sin que se conozca en el territorio pieza alguna elaborada por esta madera.

Indudablemente, el conocimiento de todos estos elementos y de otros que aún faltan por encontrar enriquece, además del acervo cultural, el interés por proyectar nuevas obras con la intervención de preservar las especies en peligro de extinción, que se traduce también como el Medio Ambiente en general.

Las fuentes orales, desde la antigüedad, aseguran que el Campeche dio nombre al territorio por la abundancia del mismo en la zona, éste hoy se reporta, a tenor de lo conocido (sin saberse en qué cantidades existió) en peligro de extinción. ¿Qué hacer para preservarlo, fomentarlo e impedir su desaparición física del territorio?, es la pregunta de orden o quizás: ¿Qué se ha hecho? Y ¿Cómo continuar fomentando el mismo?

En tal sentido, el fomento de una cultura ambientalista entorno al Campeche, constituye una necesidad imperiosa en nuestro tiempo en el que ya se han dado pasos sólidos de avance; a lo que nos referiremos mas adelante.

En el interés de esclarecer la importancia y el objetivo esencial del trabajo y proyecto, tiene especial valor actualizado en el proyecto de formación de una Cultura General Integral en que se encuentra enfrascado el Estado cubano; pero sobre todo, está encaminado como nuestro objetivo esencial a la adquisición de conocimientos, en el caso que nos ocupa sobre los valores del Campeche y la Formación de valores entorno suyo, de la historia y del amor a la naturaleza. De manera que tiene como elemento esencial el trabajo con la sociedad; pero también con los elementos culturales que le preceden, desde el surgimiento del territorio y del nombre, hasta el fomento de una iniciativa para su preservación y el incremento de la especie; pero principalmente en la orientación de los procesos económicos del territorio y los que indudablemente contribuyeron a la depredación de la especie en la zona; principalmente la necesidad de la energía para la producción azucarera.

Antecedentes del trabajo de Educación Ambiental hacia el fomento y preservación del Campeche son las jornadas de trabajo ambiental de los días 1ro al 5 del mes de junio del año 2003. Por iniciativa del Museo Municipal Campechuela, la unidad Zonal para la Conservación de la Flora y la Fauna y la representación del CITMA en el territorio.

La vinculación del Medio Ambiente con la Historia, la oralidad (Patrimonio Intangible y la protección de especies en peligro de extinción, pueden constituir parte integrante de este trabajo. Dentro de las acciones se destacó el recorrido con el árbol del Campeche por las calles de la ciudad, actividad titulada "En defensa de nuestra identidad". Este arbusto, abundante en la zona muchos años atrás, dio nombre primero a la Finca, luego a la Villa y posteriormente al municipio, en franco proceso de extinción como resultado de la acción depredadora del hombre en la actualidad. El recorrido sirvió de aporte de varios elementos: muchos conocieron el árbol, otros el origen del nombre de la ciudad y la mayoría coincidió en que era necesaria su preservación y que el lugar más digno para su representatividad es el Parque 24 de Febrero.

El objetivo esencial fue mostrar el árbol en la generalidad de los casos, desconocido por la población; e iniciar de esta manera una labor en función de promocionar la versión, más acertada de la génesis del nombre del municipio. En alrededor de 5 Km. de recorrido el espécimen fue apreciado por alrededor de 5000 habitantes, los que no obstante su asombro por ser un hecho inusual en la ciudad, se interesaron por la historia del proceso que se realizaba.

La actividad de Educación Ambiental de los Museos, fuera como está de las estrategias curriculares de los centros educacionales hasta hoy y de una incipiente didáctica del Patrimonio cultural de nuestro país, lo concibe indiscutiblemente dentro de la ampliación del Concepto de Patrimonio, en el que reiteramos no se concibe sólo "… los grandes Monumentos o tesoros… sino también los pequeños edificios, el paisaje urbano, las máquinas, muebles y otros enceres, las Iglesias, los Castillos, los documentos de archivos, libros de las Bibliotecas, yacimientos arqueológicos… la artesanía que elaboraban con sus manos. Además empieza a desarrollarse una corriente de pensamiento e investigación con una concepción más plural y abierta del Patrimonio que define como elementos patrimoniales los compuestos tanto por la obra humana, nunca independiente de la naturaleza, como por la obra de la Naturaleza…’().

Unas palabras finales.

El Patrimonio en los contextos locales cubanos es un elemento dentro de las Ciencias Sociales que necesita ser trabajado para buscar un mejor entendimiento y un mayor acercamiento a lo que realmente identifica cada localidad, adecuando los conceptos generales sobre la temática a cada contexto.

Campechuela por sus particularidades ha desarrollado un trabajo de búsqueda en el sentido más amplio de los elementos que conforman su patrimonio local, así como el rescate, la difusión, y la promoción del patrimonio cultural y natural.

En la intención de proteger el patrimonio natural, aparejado al cultural, no debe quedar a la saga la manera interdisciplinar desde la visión del patrimonio en que se debe laborar, teniendo como base las actividades del Museo y su función de instructor y educados ambiental.

En esa interdisciplinaridad se enmarca la vinculación de lo natural con lo estético, lo geográfico, lo cultural, lo histórico, inmaterial, los conocimientos botánicos, biológicos y legislativos, entre otros muchos; concebidos todos ellos dentro del concepto de patrimonio cultural en una gran democratización.

Estudiosos de la didáctica del Patrimonio cultural conciben esta nueva concepción como "… perspectiva integral y holística al no hacer distinciones entre el Patrimonio cultural y Natural, permite el desarrollo de procesos de colaboración docente e integradora…"(), lo que se traduce para los Museos en un amplio trabajo de promoción.

Visto así, el patrimonio natural sale de las paredes en que se encontraba encerrado en los Museos de Ciencias Naturales y se amplía su concepción hacia un Museo vivencial, donde cada objeto (por decirlo de alguna manera) nace, crece, se desarrolla y muere de acuerdo con la ley natural y exige la previsión de mantener un estricto control y estudio, como en las colecciones que atesora una institución, de preservarlos para la posteridad aunque empleando otros métodos, vías y técnicas.

El estudio del patrimonio cultural engloba aristas en las que se ubican de manera teórica y expositiva los fondos principales a los que se les dedica especial interés para su preservación para las futuras generaciones.

Queda mucho por investigar. La democratización del concepto de patrimonio exige especialistas y personal conocedor de la materia que pueda llevar a la sociedad los conocimientos de culturas ancestrales así como culturas ulteriores.

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Cultura Campechuela

Cuba, Campechuela 31 de julio del 2007.

Partes: 1, 2
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