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El trabajo independiente eslabón fundamental en los resultados docentes de los estudiantes (página 2)

Enviado por Belkis L. G. Bello


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Permite al alumno desarrollar al máximo su rendimiento, pero necesita fundamentalmente del trabajo sistemático, científico y consciente del profesor. Además se analiza como parte componente de la educación de los alumnos formando en los estudiantes individualidades que están estrechamente relacionadas con el desarrollo, en los alumnos, de la independencia cognoscitiva.

Nos apoyamos para realizar este articulo algunas fundamentaciones que dan los alumnos y profesores, sobre la importancia que reviste el tema en el proceso de enseñanzaaprendizaje.

De ahí nos propusimos como objetivo analizar las causas que originan la poca utilización del trabajo independiente por el profesor de matemática como vía en la adquisición de conocimientos, hábitos y habilidades.

En nuestras aulas existe una gran dificultad esta radica en la poca utilización del trabajo independiente en las clases de Matemática, a raíz de esto nos realizamos algunas preguntas científicas:

¿Hemos logrado que nuestros estudiantes sean capaces de obtener los conocimientos de manera independiente?

¿Están aptos los alumnos para aplicar los conocimientos a nuevas situaciones?

¿Hemos encaminado nuestros esfuerzos realmente a propiciar la actividad creadora de los educandos?

Se ha demostrado que realmente en estos aspectos existen dificultades a pesar de realizarse el trabajo independiente desde los primeros grados y se incrementa hacia los niveles superiores de educación, desarrollando en el estudiante su máximo rendimiento. La correcta utilización de esta vía de activación de la actuación cognoscitiva de los alumnos en las clases es un medio que se utiliza para atender a los requerimientos de la gran tarea que enfrentamos en la formación de las nuevas generaciones.

Estudiando primeramente las particularidades psicológicas que tiene el joven en esta etapa de su formación, de ahí que se hace necesario la búsqueda de la bibliografía que nos brinde información sobre este periodo de reelaboración y restructuración de las diferentes aspectos y esferas de la personalidad en que se encuentra el joven.

En esta etapa el joven cuenta con un número mayor de profesores que imparten diferentes asignaturas, por lo que todo esto exige la utilización de vías que le permitan aumentar las posibilidades cognoscitivas del joven, así como la asimilación de conocimientos y la formación de capacidades hábitos y habilidades.

Por tanto el aprendizaje de las matemáticas tienden a ser difícil debido a que el estudiante debe ir acumulando una serie de conocimientos, en los cuales tiene que apoyarse para construir nuevos conocimientos, es decir que son una especie de escalera donde no se puede pasar al segundo escalón sin haber comprendido el primero y generalmente, estos procesos se enseñan de forma rápida por lo cual los estudiantes se quedan atrás con frecuencia.

La dificultad de las matemáticas radica en que se necesita de un concepto para aprender otro. Otra razón es que las matemáticas muchas veces no son bien enseñadas porque los docentes no cuentan con una buena formación para enseñar esta área. Muchos de los docentes tienen la ilusión de que si ellos enseñan bien estos conceptos, los alumnos tienen que aprenderlos bien. Sin embargo, el proceso de aprendizaje requiere cierto tiempo que suele ser largo y no siempre aunque se explique bien se aprende bien, Para superar lo anterior es necesario que el estudiante trabaje de forma independiente con las matemáticas de la siguiente manera

  • Repite a tu modo las gráficas, imágenes y esquemas que el texto te va proporcionando.

  • Entérate bien a fondo para qué sirven y cómo se manejan.

  • Observa cómo los utiliza el profesor, tus compañeros, para hacer tú igual.

  • Pregunta. .Quien pregunta aprende. Pregunta cuanto antes puedas aquello que no entiendas bien.

  • Observa con atención los diferentes pasos por los que procedes. Esto es lo más interesante que has de tratar que quede en tu memoria.

  • Activa frecuentemente lo que has aprendido. Cada mes trata de activar las cosas que has aprendido a lo largo del mes. No hace falta que esperes a que vengan las evaluaciones.

  • Memoriza lo que es de uso constante.

  • Activa lo que ya sabes relacionado con el tema.

  • Haz tú mismo los ejemplos y ejercicios aclaratorios.

  • Evalúa tu trabajo.

  • Identifica lo que has de tratar de retener del capítulo.

  • Hacer muchos problemas es muy bueno. Mejor todavía es hacerlos con cierto método para aprovechar mejor el tiempo que en ello empleas.

Para obtener un buen rendimiento escolar el aprovechamiento del alumno debe haber sido al máximo.

Algunos factores que influyen en el rendimiento académico son aquellos relacionados con los profesores como: la manera en que desarrollan la clase, cómo revisan, el tipo de trabajo que dejan, el tiempo disponible.

Otros factores están relacionados con los alumnos y son: la capacidad mental del estudiante, interés en las materias, el esfuerzo de éste, el orden en el estudio Comparto mi opinión con lo planteado por este autor (Cuevas, 2002) el mínimo o nulo desempeño se entiende como fracaso escolar y el alto desempeño se considera éxito escolar. El fracaso escolar, que incluye un logro deficientes en las metas y prácticas de la escuela, abarca: reprobar grados, bajo aprovechamiento y deserción escolar. De acuerdo con Cuevas (2002) el éxito escolar es el ideal y es la meta que guía a los criterios y bases para obtener dicho éxito.

Coincido con (Regidor, 2000) que las causas del fracaso académico pueden ser varias .Puede ocurrir que los problemas de rendimiento aparezcan desde los primeros años de escolarización y suelen asociarse con dificultades madurativas del sistema nervioso y se solucionan con el tiempo y con una intervención temprana y adecuada. Por otra parte los problemas que se presentan luego de varios años de escolaridad en el que las calificaciones han sido buenas sucede que ante cambios evolutivos, relacionados con los factores emocionales, el rendimiento académico disminuye. Muchos expertos coinciden en destacar dos causas de fracaso escolar relacionadas con la adolescencia: la falta de motivación y los malos hábitos de estudio.

Según Cutz (2002), muchos de los problemas respecto al éxito en la escuela, giran alrededor del desarrollo de buenos hábitos de estudio y expectativas respecto a las tareas en casa. Esta idea visual tiende a ser efectiva.De Giraldo y Mera (2002) infieren que: el nivel socioeconómico y cultural del hogar y de la comunidad de donde proviene el escolar, determinan en parte, su nivel de información, experiencia y rendimiento.Las causas del fracaso de los estudiantes son: habilidades deficientes para estudiar, motivación deficiente para estudiar, malos hábitos de estudio y actitudes académicas antisociales. Por otra existen cuatro factores para el éxito académico y son: la habilidad académica, los conocimientos previos, la adaptación a la actividad escolar y la actitud hacia el trabajo académico. Es importante que el alumno conozca sus puntos débiles y fuertes y que reconozca que a cada materia se le debe dedicar su tiempo de estudio (JLAE, 2000).

Las técnicas de estudio son de los aspectos más importantes en la educación. Siendo herramientas que ayudan a mejorar el rendimiento y facilitan la memorización y el estudio.

Un buen estudiante tiene hábitos de estudio buenos y actitudes positivas .Los buenos hábitos con los que debe contar un estudiante son: empezar a una hora prevista y terminar en el tiempo estimado, hacer sólo lo necesario, tener buena presentación en los trabajos, entregar a tiempo las tareas, tener un horario establecido para el estudio diario.El aprendizaje se refleja en la forma que respondemos al ambiente, a los estímulos sociales, emocionales y físicos, para entender nueva información. El estilo de aprendizaje se define como la forma en que la información es procesada. Se centra en las fortalezas y no en las debilidades. Se sugiere que se estudie en una habitación de uso exclusivo, sin malos olores, bien aireada y ventilada, sin mucho calor o frío, sin molestias, sin ruidos y sin ningún tipo de distracciones. También sugiere utilizar una mesa de trabajo amplia, en la que se pueda tener lo necesario para hacer la tarea o estudiar. Además que la luz sea de preferencia natural y si no es así que sea blanca o azul y que proceda del lado contrario a la mano con que se escribe. Sin olvidar que la mesa y silla deben estar adecuadas a la altura del estudiante y que deben ser cómodas pero no en exceso. La silla debe tener respaldo y no ser dura. Se debe cuidar la postura y que ésta debe ser con el tronco estirado, la espalda apoyada en el respaldo de la silla a unos 30 centímetros del libro o apuntes y que estén inclinados por un atril u otro objeto.

La segunda lectura debe ser reposada, comprensiva y analítica, además de que es el momento adecuado para hacer dichas operaciones y también es el momento para comprender las gráficas, tablas, mapas o recuadros. Así como los esquemas se deben presentar ideas principales de un texto de manera clara, sencilla y lógica. la atención y concentración son fundamentales para aprovechar el tiempo de estudio, pero existen muchos elementos que influyen en la atención como:

  • la motivación e interés para estudiar.

  • las preocupaciones.

  • las condiciones de lugar donde se estudia

  • y la fatiga.

Coincido con Valdiviet (2002) cuando recomienda que el mismo estudiante se motive y piense en lo que desea lograr, que se procure resolver los problemas, que se cuide el ambiente donde se estudia y que se cuide el estado físico y descanso del estudiante, además que se estudie de forma dinámica y activa, que se tomen apuntes en clase, se pregunte cuando algo no se entienda, seguir las explicaciones de la clase, ser positivo con el profesor y la materia.

Se recuerda mejor lo que ya se ha escrito por lo que enfatiza en el subrayado, resúmenes, esquemas y fichas.

Las reglas mnemotécnicas son trucos que facilitan la memorización y se basan en que recordamos mejor lo que es conocido o que nosotros hemos creado, uno de los elementos más importantes al empezar a estudiar es la organización y por eso se debe reflexionar acerca del material que se va a necesitar, el tiempo del que se dispone y establecer un horario de estudio o trabajo para todos los días del año se debe tener el concepto de una rutina de estudio, es tener el concepto de un calendario de tareas.

Las actitudes que debe tener un estudiante son: fijarse metas, saber tomar decisiones, tener una constante búsqueda intelectual, leer y escuchar con sentido crítico, trabajar en equipo y establecer un estilo de estudio propio. El éxito académico consiste en el equilibrio entre el éxito académico, social y personal y se consigue a través del trabajo de padres, profesores y estudiantes en relación a un proyecto común para desarrollar las capacidades hábitos y actitudes que hacen que el alumno esté contento consigo mismo, con la escuela y la familia.

Para fomentar el éxito académico se necesita estar preparados para: dedicar más tiempo a la familia, fomentar la comunicación, comprender y participar en el proyecto educativo de la escuela, mejorar el ejemplo, aprender a hacer buen uso del tiempo libre.

Propongo que los profesores adquieran la capacidad y recursos para motivar positivamente, además de usar recursos didácticos que ayuden a realizar propuestas útiles de trabajo, hacer las clases amenas, enseñar lo importante, orientar en el estudio, estar en formación continua y disposición de autoevaluación. Los estudiantes inteligentes y trabajadores aprueban las materias, aunque hay estudiantes que pueden sacar un mejor provecho. En cuanto a los alumnos tienen que dominar las técnicas de estudio para cada curso, se aprenda a aprender, se marquen metas que estimulen el esfuerzo, se realicen actividades que mejoren la capacidad de expresión. Es parte del proceso educativo y ayuda a valorar el progreso de los alumnos, su motivación, dificultades y eficacia en los procedimientos de enseñanza. Los datos de la evaluación dan información para reconducir la enseñanza, la evaluación debe informar sobre si el alumno aprendió y cómo lo hizo. Se plantea que calificar permite comunicar los logros de los estudiantes a los padres, dar incentivos para aprender y fomentar la autoevaluación. González- Pumariega (1996) aportan que en la mejora del rendimiento académico debemos tener en cuenta tanto los aspectos cognitivos como los motivacionales. Para aprender es imprescindible; poder; hacerlo, lo cual hace referencia a las capacidades, los conocimientos, las estrategias, y las destrezas necesarias (componentes cognitivos), pero además es necesario; querer; hacerlo, tener la disposición, la intención y la motivación suficientes (componentes motivacionales).

Luego de desarrollar un intenso análisis detectamos la falta de motivación de los estudiantes para realizar el trabajo independiente y la poca utilización del mismo por parte de los profesores, el poco nivel de independencia en los alumnos que no poseen dominio de métodos y vías de solución de cualquier problema, no teniendo hábitos ni habilidades a la hora de enfrentarse a situaciones prácticas.

Desde los referenciales de la universalización de la educación superior, compartimos esta posición donde la evaluación tiene un carácter personológico, se reconoce entonces como el componente que influye en el proceso de desarrollo de la personalidad del estudiante, potenciando su autorregulación, metacognición, etc. Se trata de una evaluación cuya finalidad sea la mejora de la intervención pedagógica, teniendo en cuenta todos los elementos que intervienen en el proceso para facilitar la toma de decisiones adecuándola cada vez más a las potencialidades reales de los alumnos (evaluación individualizada) (Artiles Armada, K; 2001).

Como extensión de estos postulados se comparte el criterio referido a una definición de evaluación del aprendizaje ofrecido por esta misma autora y Nieves Achón (2001): "proceso interactivo cada vez más personalizado, democrático donde se comparten las responsabilidades entre profesores y alumnos y la evaluación toma dimensiones internas cualitativas y que integra conocimientos procedimentales y actitudinales, sobre la base de que los alumnos emitan sus juicios, identifiquen potencialidades y debilidades, no solo de su aprendizaje, sino también de la enseñanza que reciben de modo que sirva para tomar decisiones sobre el aprendizaje individual (alumno) y reajustar el proceso de enseñanza (profesor)".

Esta definición de evaluación del aprendizaje debe ser retomada y ampliada en el contexto de la universalización de la educación superior donde no solo intervienen en el proceso de enseñanza- aprendizaje el profesor y el estudiante sino también debe abarcar a otros agentes como son la figura del tutor, los empleadores y demás agentes educativos.

Además de coincidir con la definición de evaluación del aprendizaje referida anteriormente se aceptan para la concepción de evaluación por la cual se aboga en la universalización, las siguientes características atribuidas a este proceso por González Pérez, M. (2001) que aportan importantes elementos para el enriquecimiento de la definición con el objetivo de lograr un mejor entendimiento de la misma:

  • 1. Constituye un proceso de comunicación interpersonal, donde los roles de evaluador y evaluado pueden alternarse, e incluso, darse simultáneamente.

  • 2. Tiene una determinación socio-histórica. La evaluación se realiza con referencia a normas y valores vigentes en la sociedad y las concepciones y valores de los implicados en la misma (instituciones, personas).

  • 3. Cumple diversas funciones a la vez, complementarias y hasta contradictorias entre sí. Sus funciones esenciales son las formativas.

  • 4. Responde a determinados propósitos, conscientemente planteados o latentes; coincidentes y compartidos por los participantes en la evaluación o no.

  • 5. Constituye un aspecto consustancial al proceso de enseñanza- aprendizaje, como componente funcional del mismo.

  • 6. Abarca los distintos momentos del proceso de aprendizaje. Desde el estado inicial del sujeto de aprendizaje, el propio proceso en su despliegue, hasta los resultados parciales y finales correspondientes.

  • 7. Está compuesta por diversas acciones u operaciones relativas a la determinación de los objetivos, del objeto, la obtención y procesamiento de información, la elaboración de un juicio evaluativo, la retroinformación y toma de decisiones derivadas del mismo, su aplicación y valoración de resultados.

  • 8. Supone diversos medios, procedimientos, fuentes y agentes de evaluación.

  • 9. Abarca atributos cualificables y cuantificables del objeto de evaluación.

  • 10. Incide sobre todos los elementos implicados en la enseñanza y ayuda a configurar el ambiente educativo.

Valiosísima resulta la reflexión de esta investigadora al establecer que cuando hablamos del carácter de proceso de la evaluación, se está haciendo referencia a características de la propia evaluación como actividad en su composición y movimiento. Es decir, se considera un proceso no solo por su vínculo con el objeto (porque se evalúa el proceso de aprendizaje), sino por la propia naturaleza de la evaluación, lo que resulta relevante para comprender su esencia.

El docente, de acuerdo a esta concepción, debe lograr que sus estudiantes aprendan significativamente, tal como lo manifiesta Ausebel (1991) en sus estudios, es decir, que los alumnos comprendan el significado de lo que estudian, lo que lleva a relacionar los nuevos contenidos con los conocimientos previos, con su experiencia personal, etc.

Debemos propiciar que los aprendizajes sean multidimensionales por sus contenidos, procesos y condiciones, o sea, se habla no solo de aprendizajes cognoscitivos puros (como se ha visto tradicionalmente), sino también procedimentales, actitudinales y valorativos, con un carácter netamente integrador.

En la universalización de la educación superior defendemos un aprendizaje formativo apoyado en la idea anterior y que se define como un proceso personológico, responsable y consciente de apropiación de la experiencia histórico social que ocurre en cooperación con el maestro y el grupo en el cual el alumno transforma la realidad y logra su crecimiento personal (R. Bermúdez Morris, 2001), añadiendo además: en cooperación con el tutor y demás agentes educativos.

Es de extraordinario valor esta reflexión en el contexto de la universalización de la educación superior debido a que entre sus postulados se encuentra el desarrollo integral del estudiante, potenciando el tránsito progresivo de la dependencia a la independencia y a la autorregulación.

Para adecuarnos a una concepción de aprendizaje formativo en el marco de la universalización de la educación superior, la evaluación del aprendizaje debe ser formativa también, caracterizándose por promover el desarrollo integral del estudiante, como condición para el desarrollo de su autovaloración y autorregulación, que constituyen formaciones psicológicas esenciales de todo profesional, previstas en los objetivos de la educación superior, se basa en la unidad de lo afectivo y lo cognitivo, valorando integralmente el aprendizaje de los estudiantes, de modo holístico y contextualizado.

A modo de conclusión y teniendo en cuenta los resultados obtenidos proponemos un conjunto de aspectos necesarios para desarrollar un buen proceso docente educativo, tales como :

  • Revisar la bibliografía para la documentación de nuestros profesores sobre el trabajo independiente, sus formas, vías y métodos de desarrollo.

  • Realizar el trabajo independiente como vía que permita a los estudiantes la apropiación de conocimientos, hábitos y habilidades.

  • Enseñar a los estudiantes a trabajar con el texto y otros libros auxiliares y revistas.

  • Precisar la metodología para la resolución de problemas, a través de un problema tipo y desde ahí el estudiante estará en condiciones de aplicar sus conocimientos de forma individual.

  • Señalar actividades extradocentes y extraescolares con una previa orientación y un posterior análisis y control.

La motivación es una condición inseparable para el éxito en cualquier actividad y en este sentido, las intenciones profesionales, al representar el nivel superior (consciente- volitivo) dentro de todo el conjunto de motivos que pueden orientar la actividad del joven vinculada a la profesión (entre estas, el estudio) se convierte en un factor determinante en el desarrollo de las capacidades necesarias.

Mediante la formación de las intenciones profesionales, el joven hace suyos los motivos profesionales y estos toman un profundo sentido personal para él, que lo orienta a la realización de actividades independientes vinculadas a sus estudios y le permite una mayor profundidad en los mismos y, por tanto, un mayor éxito en el sistema de evaluaciones.

Solo el desarrollo de sólidas intenciones profesionales, que le permitan al joven proyectar con autonomía fines propios en el estudio de la profesión, posibilita su transición de una posición pasivo- receptiva como estudiante a una posición activa, mediante la cual puede desarrollar valoraciones y reflexiones propias sobre lo estudiado que lo orientan a plantearse problemas y dudas y, sobre esta base, orientarse a una participación activa en las formas de docencia y a una intensa actividad de estudios independientes (González Rey, Fernando; 1983).

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Autor:

Lic. Belkis García Bello

Lic. Tania Hernández Gallo

Ing. Wilian González González

Lic. Ela Mariela Pérez Delgado

Partes: 1, 2
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