La investigación es un proceso de indagación y búsqueda permanente, que permite descubrir consolidar y producir nuevos conocimientos, es una posibilidad para plantear alternativas de solución a los problemas de nuestra cotidianeidad; vista de esta manera implica la adquisición de nuevos conocimientos utilizando un sinfín de instrumentos y métodos para reunir datos que permitan conocer la manera de cómo otras personas conciben el mismo problema.
La investigación permite el desarrollo de las sociedades y las culturas y es únicamente basándonos en la investigación que la educación de los países puede cambiar y ser mejorada a fin de favorecer a aquellos que están inmersos en el proceso educativo.
A fin de poder realizar una investigación sobre la aplicación de actividades lúdicas para desarrollar el pensamiento matemático en educación primaria fue primordial poder observar los antecedentes existentes dentro de esta área y sobre todo el contexto donde se realizó la investigación y la realidad de los niños/as participantes de este proyecto, y tras haber analizado las realidades, contextos, antecedentes y disposición de los docentes participantes en esta investigación, se toma la decisión de seguir el enfoque de investigación que más se adapte a las necesidades; en este caso nos enfocaremos en la investigación acción puesto que deseamos realizar un cambio en la esfera educativa de nuestra realidad a partir de la aplicación del juego como parte primordial de la enseñanza de las matemáticas; ya que la investigación-acción permite que los involucrados cambien y modifiquen su forma de actuar a fin de transformar su realidad.
La investigación acción se puede describir como "Reflexión relacionada con el diagnóstico" (ELLIOT, 1990). Dicha investigación es un análisis crítico y reflexivo en base a un diagnóstico elaborado por parte del investigador; análisis que dará como resultado una serie de acciones y elementos que servirán para transformar la realidad observada en el diagnóstico, misma que, nunca se quedará estática, sino que estará en constante transformación.
Para Elliot, la investigación acción presenta características necesarias para su identificación, dentro de las cuales encontramos que analiza las acciones humanas, es decir situaciones sociales, se relaciona con problemas prácticos y no con los teóricos; consiste en profundizar la comprensión del investigador con los problemas que este enfrenta; se adopta una postura teórica que vaya acorde a la acción emprendida para cambiar la situación; se da además, la construcción de un guión sobre el hecho en cuestión, mismo que proporciona una teoría de la situación, pero se trata únicamente de una teoría naturalista presentada en narrativa; la I-A interpreta lo que ocurre desde el punto de vista de quienes actúan e interactúan dentro del problema y sólo puede ser válido a partir del diálogo libre con aquellos que participan dentro de este. Por último debe haber un flujo constante de información al que el investigador tiene acceso, pero también los sujetos que forman parte del problema de investigación.
El fundamento básico de éste enfoque reside en que tanto los investigadores como la población participan activamente, en un plano de igualdad, como agentes de cambio, confrontando en forma permanente el modelo teórico y metodológico con la práctica, a fin de ajustarlo a la realidad que se quiere transformar y pueda servir para orientar las estrategias y los programas de acción. (ROJAS SORIANO, 2002)
Paradigma de investigación
La noción de paradigma ha jugado un papel importante en la historia y filosofía de la ciencia a partir de la obra de Thomas S. KUHN, quien establece que "las nuevas teorías científicas no nacen por verificación ni por falsación, sino por sustitución"; dicha sustitución radica en el cambio de un modelo explicativo al que denominó paradigma.
De acuerdo con Kuhn se debe entender por paradigma las realizaciones científicas universalmente reconocidas, que durante cierto tiempo proporcionan modelos de problemas y soluciones a una comunidad científica en particular. Podemos también añadir la propuesta de Alvira quien denomina al paradigma como un conjunto de creencias y actitudes, visión del mundo compartida por un grupo de científicos, que implica específicamente una metodología determinada.
En ciencias sociales, el paradigma se entiende como el modo de ver, analizar e interpretar los procesos sociales que tienen los miembros de la comunidad científica, tanto los que se dedican a la investigación y docencia como los que se dedican al ejercicio práctico, ya que todos ellos comparten un conjunto de valores, postulados, fines, normas, lenguaje, creencias y formas de percibir y comprender los procesos sociales. El paradigma es una concepción de la realidad que se nutre de teorías, principios metodológicos y técnicas.
Para Kuhn la ciencia es un tipo de actividad organizada, poseedora de ciertos modelos de control de los resultados, que dependen no sólo de factores lógicos o intelectuales, sino, y además, de factores históricos y sociales.
Un paradigma es aquello que los miembros de una comunidad de científicos comparten: una constelación de creencias, valores y técnicas por un lado, y de soluciones de problemas tipo por otro, que sirven para la resolución de problemas aun no resueltos, que constituyen el punto de partida de la investigación. (PAZ SANDÍN, 2003)
Por otra parte, el paradigma que se llevará a efecto es el cualitativo que tiene como objetivo la descripción de las cualidades de un fenómeno. No se trata de probar o de medir en qué grado una cierta cualidad se encuentra en cierto acontecimiento dado, sino de descubrir tantas cualidades como sea posible. La complejidad del mundo social presenta cambios constantemente y es imposible establecer leyes similares a las existentes en las ciencias físicas. El primero en resaltar un cambio en la concepción metodológica de las Ciencias Sociales fue Wilhelm Dilthey.
Sus argumentos se basan en que las ciencias físicas poseen objetos inanimados, en cambio en los estudios de las Ciencias Sociales es imposible separar el pensamiento de las emociones, la subjetividad, y los valores; la posición de Dilthey consiste en proponer a las ciencias culturales ser más descriptivas y concentradas sobre la comprensión interpretativa que en ser predictivas o explicativas.
De manera similar a Dilthey, Max Weber enfatiza que la comprensión interpretativa es el objetivo del quehacer de las ciencias sociales y argumenta que nada puede ser comprendido con la ausencia del contexto. A diferencia de Dilthey, Weber establece la posibilidad de enunciar leyes sociales para un determinado contexto y en un tiempo determinado; además, utiliza el término verstehen (término alemán que traducido al español significa comprensión) que surge en Alemania, durante el siglo XIX como oposición al positivismo como método científico, ya que se planteaba que las ciencias sociales o ciencias del espíritu, debían estudiarse con base en este método positivista, congruente y dirigido sobre todo al cambio de la sociedad.A grandes rasgos, el positivismo planteaba que las ciencias debían estudiarse en un único lenguaje, el físico-matemático, y que la base de la fundamentación se hallaba en la observación. Wilhelm decía que las ciencias sociales deberían ser estudiadas de manera que se pudiera comprender la vivencia en su conjunto, aplicando la Verstehen, la cual intenta comprender al individuo, entender y buscar motivos racionales de su proceder. Un método útil, prosigue Dilthey, es aplicar la hermenéutica, la cual intenta, muy resumidamente, interpretar el significado los fenómenos. Lo importante a destacar del comprensivismo, es su rompimiento de la ciencia social como rama de las ciencias naturales.
Entre las características de esta postura se encuentran que: es inductiva; el investigador ve al escenario y a las personas desde una perspectiva holística; las personas, los escenarios o los grupos no son reducidos a variables, sino considerados como un todo; los investigadores cualitativos son sensibles a los efectos que ellos mismos causan sobre las personas que son objeto de su estudio y tratan de comprender a las personas dentro del marco de referencia de ellas mismas. Para el investigador cualitativo, todos los escenarios y personas son dignos de estudio.
Siguiendo con el argumento anterior, el abordaje de los enfoques de investigación en el terreno de las ciencias sociales busca establecer cuáles son las ópticas que se han desarrollado para concebir y mirar las distintas realidades que componen el orden de lo humano, así como también comprender la lógica de los caminos, que se han construido para producir, intencionada y metódicamente conocimiento sobre ellas.
En relación con esto último, TAYLOR y BOGDAN (1992) señalan que lo que define la metodología es simultáneamente tanto la manera cómo enfocamos los problemas, como la forma en que le buscamos las respuestas a los mismos. De acuerdo con ellos, en las ciencias sociales han prevalecido dos perspectivas teóricas principales: el positivismo, que reconoce su origen en el campo de las ciencias sociales en los grandes teóricos del siglo XIX y primeras décadas del XX, especialmente August Comte y Emile Durkheim. Los positivistas buscan los hechos o causas de los fenómenos sociales con independencia de los estados subjetivos de los individuos. Durkheim afirma que el científico social debe considerar los hechos o fenómenos sociales como "cosas" que ejercen una influencia externa sobre las personas.
La segunda perspectiva teórica principal que, siguiendo a Deutscher describimos como fenomenológica, posee una larga historia en la filosofía y la sociología. El fenomenólogo quiere entender los fenómenos sociales desde la propia perspectiva del actor. Examina el modo en que se experimenta el mundo. La realidad que importa es lo que las personas perciben como importante. Jack Douglas escribe: Las "fuerzas" que mueven a los seres humanos como seres humanos y no simplemente como cuerpos humanos… son "materia significativa". Son ideas, sentimientos y motivos internos. Puesto que los positivistas y los fenomenólogos abordan diferentes tipos de problemas y buscan diferentes clases de respuestas, sus investigaciones exigen distintas metodologías. Adoptando el modelo de investigación de las ciencias naturales, el positivista busca las causas mediante métodos tales como cuestionarios, inventarios y estudios demográficos, que producen datos susceptibles de análisis estadístico. El fenomenólogo busca comprensión por medio de métodos cualitativos tales como la observación participante, la entrevista en profundidad y otros, que generan datos descriptivos.
El enfoque metodológico de esta investigación es la investigación-acción. El término "investigación-acción" proviene del autor Kurt Lewin quien describía una forma de investigación que podía ligar el enfoque experimental de la ciencia social con programas de acción social que respondieran a los problemas sociales principales de entonces. Mediante la investigación-acción, Lewin argumentaba que se podían lograr en forma simultánea avances teóricos y cambios sociales.
La Investigación-acción tiene sus bases conceptuales en Marx; en la Escuela de Frankfurt (Horkeimer, Adorno, Lowenthal); en la teoría social crítica de Habermas y en Freire. En contraposición al positivismo y al interpretativismo, desde este paradigma se considera que la ciencia, en lo social, ha de ser algo más que una mera duplicación descriptiva de la realidad, rechaza su pretendida neutralidad.
Dicha metodología se sustenta en un proceso de reflexión que se realiza en una problemática determinada, donde se desea mejorar o hacer un cambio. En este sentido, su objetivo principal es el impulsar acciones de cambio, partiendo de situaciones reales.
Asimismo, Lewin señala que la investigación-acción es un proceso de investigación, orientado al cambio social, caracterizado por una activa y democrática participación en la toma de decisiones; de aquí la importancia y necesidad de la integración de un equipo de trabajo.
En un seminario sobre Investigación-Acción, citado por KEMMIS, se le definió como una expresión que describe una familia de actividades vinculadas con el desarrollo del currículo, del profesional, del mejoramiento de los programas y de las políticas y sistemas de planeamiento.
Estas actividades tienen en común: la identificación de estrategias y de acciones planeadas, que son aplicadas y sistemáticamente sometidas a observación, reflexión y cambio. Los participantes en las acciones, se consideran integralmente involucrados en todas estas actividades.
Una de las ventajas de la investigación- acción es que a través de la práctica misma se generan nuevos conocimientos tanto al investigador como a los grupos involucrados. Estos nuevos conocimientos permitirán reflexionar y replantear, si es necesario, las acciones que se estén emprendiendo.
Bajo este enfoque, la investigación constituye un proceso continuo, una espiral (planificación, acción, observación y reflexión); donde se tiene que pasar por un ciclo de etapas, las cuales se deben de seguir necesariamente para poder desarrollar adecuadamente el proyecto de investigación y esto tendiente a una situación dialéctica, dicho en otros términos de renovación continua y permanente.
Alcances y limitaciones de la investigación acción
En la investigación – acción, el quehacer científico consiste no sólo en la comprensión de los aspectos de la realidad existente, sino también en la identificación de las fuerzas sociales y las relaciones que están detrás de la experiencia humana, analiza el contexto donde se realiza el estudio y su finalidad es la de transformar la realidad y estar en constante cambio.
El criterio de verdad no se desprende de un procedimiento técnico, sino de discusiones cuidadosas sobre informaciones y experiencias específicas, donde se analizan las vivencias y las relaciones de los sujetos que están inmersos dentro del contexto de la investigación.
Este tipo de investigación no pone mucho énfasis en el empleo del instrumental técnico de estadísticas y de muestreo, lo que permite su aplicación por parte de un personal de formación media.
Además, ofrece otras ventajas derivadas de la práctica misma: permite la generación de nuevos conocimientos al investigador y a los grupos involucrados; permite la movilización y el reforzamiento de las organizaciones de base y finalmente, el mejor empleo de los recursos disponibles en base al análisis crítico de las necesidades y las opciones de cambio.
Los resultados se prueban en la realidad. Las experiencias que resultan en el campo social proporcionan las informaciones acerca de los procesos históricos. En otras palabras, empieza un ciclo nuevo de la investigación – acción cuando los resultados de la acción común se analizan, por medio de una nueva fase de recolección de información. Luego el discurso acerca de las informaciones, se comienza con la etapa de elaborar orientaciones para los procesos de acción o las modificaciones de los procesos precedentes.
Aun a pesar de que la investigación acción es un proceso de constante cambio y transformación de la realidad y aún a pesar de todas las ventajas ya mencionadas, existen limitantes que podrían no favorecer el desarrollo del trabajo investigativo del equipo de trabajo.
"La investigación acción no tiene cabida en áreas donde la acción humana no pesa sobre las leyes que la investigación quiere descubrir o circunstanciar. Estas áreas son inmensas." (LOPEZ CEBALLOS, 1998) Un ejemplo de esto podría ser la astronomía y su teoría de la gravitación, donde el investigador y ningún ser social puede hacer un cambio en ellas.
Como una forma de innovación, la I-A permite al investigador el desarrollo de capacidades y habilidades de trabajo y de fortalecimiento de las ya existentes; al realizar este tipo de análisis, surge la responsabilidad de transformación y cambios personales, grupales y sociales, es parte de esa misma responsabilidad y del proceso completo el ayudar a los demás actores y participantes a cambiar sus actitudes, aptitudes y todas aquellas características que les permitan el inicio de la transformación de la realidad en la que cada uno se desenvuelve.
Bibliografía
ELLIOT, J. (1990). LA INVESTIGACIÓN-ACCIÓN EN EDUCACIÓN. MADRID: MORATA.
Kunh, T. (1968). La estructura de las revoluciones científicas. México: FONDO DE CULTURA ECONÓMICA.
LOPEZ CEBALLOS, P. (1998). UN MÉTODO PARA LA INVESTIGACIÓN ACCIÓN PARTICIPATIVA. MADRID: POPULAR.
PAZ SANDÍN, E. (2003). INVESTIGACIÓN CUALITATIVA EN EDUCACIÓN FUNDAMENTOS Y TRADICIONES. MADRID: MC GRAW HILL.
ROJAS SORIANO, R. (2002). GUÍA PARA REALIZAR INVESTIGACIONES SOCIALES. MEXICO DF: PLAZA Y VALDEZ EDITORES.
Autor:
Roberto Vazquez Sosa