Aplicación de un procedimiento para el análisis del Capital de Trabajo Neto
Enviado por Lic Cisse Boubacar
- Resumen
- Introducción
- Marco Teórico–Conceptual para el análisis del Capital de Trabajo Neto
- Procedimiento para el análisis del Capital de Trabajo Neto
- Aplicación del procedimiento para el análisis del Capital de Trabajo Neto
- Conclusiones
- Recomendaciones
- Bibliografía
- Anexos
Resumen
La gestión del Capital de Trabajo Neto contiene variables de gran importancia que son un punto clave para la administración que realizan los gerentes, directores y encargados de la gestión financiera. Este tipo de gestión se encarga de manejar cada uno de los activos y pasivos a corto plazo de la empresa de manera que se alcance un nivel aceptable y constante de Capital de Trabajo Neto, y es fundamental para el progreso de una Empresa, puesto que mide en gran parte el nivel de solvencia y asegura un margen de seguridad razonable para las expectativas de los directivos.
El control eficaz del Capital de Trabajo Neto es sumamente importante debido a la relación estrecha que existe entre el crecimiento de las ventas y el del Activo Circulante, el tamaño de las cuentas del Capital de Trabajo Neto, sobre todo de las cuentas por cobrar y los inventarios, además del pasivo circulante que representa una fuente de financiamiento a corto plazo; la relación entre el manejo eficaz del Capital de Trabajo y la supervivencia de la empresa; y por último el hecho de que la rentabilidad de una empresa puede verse afectada por el exceso de inversión de Capital de Trabajo Neto.
Con el objetivo de aplicar un procedimiento para el análisis del Capital de Trabajo Neto en la empresa ECOAI #9, es que ha surgido esta investigación.
La secuencia metodológica seguida se agrupa en tres capítulos. El primero relaciona definiciones de Capital de Trabajo Neto de diversos autores, su origen, necesidad y políticas exponiéndose los elementos relacionados con la importancia de su control eficaz. En el segundo capítulo se presenta el procedimiento y se explican algunas técnicas tradicionales para llevar a cabo el análisis de su comportamiento. En el tercer capítulo se aplica el procedimiento para evaluar el comportamiento del Capital de Trabajo Neto y se desarrolla una breve caracterización del surgimiento y desarrollo de la empresa ECOAI #9 y se brindan los elementos que permiten caracterizar el objeto de estudio.
Los métodos, técnicas y herramientas utilizados son: análisis vertical y horizontal, tablas y gráficos, estados específicos para el análisis del Capital de Trabajo Neto, razones financieras, análisis documental, Satgraphics y Microsoft Excel.
Posteriormente se muestran las conclusiones a las que se arriban destacándose la relación existente entre los crecimientos de las ventas y los componentes del Capital de Trabajo Neto. Además se dota a la empresa de una serie de recomendaciones para previsiones futuras, se relaciona la bibliografía consultada y se adjuntan los anexos correspondientes.
Introducción
En el modelo económico cubano existen importantes transformaciones en su funcionamiento, lo que ha conllevado a cambios sustanciales en la actividad empresarial, por lo que tomar decisiones para conducir acertadamente una organización, resulta algo complejo y representa una gran responsabilidad para las personas que asumen tal compromiso. Estas decisiones, que determinan en gran medida el éxito de una empresa y de su cuerpo de dirección, son el fruto de una gerencia inteligente y preparada que le permita apreciar el impacto de sus decisiones desde el punto de vista económico y financiero; teniendo en cuenta un mejor uso de los recursos, elevando la productividad del trabajo, alcanzando mejores resultados con menos costos, que podrán ser logrados con una administración eficaz del Capital de Trabajo Neto.
En la búsqueda de una mejor administración del Capital de Trabajo Neto influyen una serie de factores tales como la administración eficiente de los recursos monetarios, el otorgamiento de créditos razonables y la gestión eficiente de cobro, una adecuada administración del inventario y un uso efectivo del financiamiento a corto plazo. La combinación de todos estos elementos posibilitará la obtención de resultados favorables y el crecimiento sostenido de la empresa.
La investigación referida al análisis del Capital de Trabajo Neto es de vital importancia dado el creciente proceso de recuperación de la economía nacional y teniendo en cuenta el compromiso que tienen las empresas cubanas en alinear sus objetivos y estrategias a los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución aprobados en el VI Congreso de PCC, donde en su mayoría se fundamenta en que las empresas cubanas tienen que tener la capacidad de ser eficiente y autofinanciarse, lo que exige que las empresas tengan que cubrir sus gastos con sus ingresos y generar un margen de utilidad para que sean cada vez más eficientes y competitivas. Para dar cumplimiento y aplicación de estos lineamientos es que se hace necesario desarrollar esta investigación en la empresa objeto de estudio, con el objetivo de aplicar un procedimiento que contribuya al logro de nuevas formas de gestión y de dirección de la economía.
El presente Trabajo de Diploma se realizó en la empresa ECOAI#9 (Empresa Constructora de Obras de Arquitectura e industriales #9), la cual constituye el objeto de estudio, sito en San Juan Bautista entre San Luis y Monserrate municipio de Matanzas, en la provincia Matanzas; perteneciente al Ministerio de la construcción (MICON).
Para encontrar alternativas sobre la gestión, la óptima utilización de los recursos y el control eficaz del Capital de Trabajo Neto en esta empresa, se propone resolver el siguiente problema científico: La Empresa ECOAI #9 de Matanzas no cuenta con un procedimiento para el análisis del Capital de Trabajo Neto.
Para dar solución al problema antes expuesto se ha trazado como objetivo general aplicar un procedimiento para el análisis del Capital de Trabajo Neto en la Empresa ECOAI #9 de Matanzas.
Los objetivos específicos que se han definido para dar cumplimiento al objetivo general son:
1. Exponer los fundamentos teóricos y conceptuales relacionados con el Capital de Trabajo Neto.
2. Exponer el procedimiento para analizar el comportamiento del Capital de Trabajo Neto.
3. Presentar los resultados de la aplicación del procedimiento para evaluar el comportamiento del Capital de Trabajo Neto.
Los métodos, técnicas y herramientas utilizadas en la investigación son los que se muestran a continuación:
Análisis vertical y horizontal.
Tablas y gráficos.
Razones financieras.
Análisis documental.
Técnicas estadísticas.
Microsoft Excel.
Statgraphics Plus 5.0.
La Estructura Metodológica que se tuvo en cuenta en el desarrollo del Trabajo de Diploma consta de tres Capítulos. En la figura 1 se muestra esta estructura.
El Capítulo 1 responde al marco teórico de la investigación, en el cual se relacionan los conceptos de Capital de Trabajo Neto planteados por los diferentes autores consultados; se explica el origen, la importancia y la necesidad del Capital de Trabajo Neto, así como los principales elementos que integran la gestión del mismo.
En el Capítulo 2 se presenta el procedimiento para el análisis del Capital de Trabajo Neto en la entidad y se exponen las técnicas tradicionales.
Por último, en el Capítulo 3, se muestran los resultados obtenidos a partir de la aplicación del mismo y para su análisis se desarrolla una breve reseña del surgimiento y desarrollo de la empresa.
Entre los aportes de la investigación se destacan:
el investigativo, al incluir una revisión de la literatura relacionada con la Gestión del Capital de Trabajo Neto, profundizando en las diferentes posiciones que asumen los autores del tema sobre su concepto, origen e importancia y en los procedimientos y técnicas para su análisis.
el práctico, al aplicar el Procedimiento para el análisis del Capital de Trabajo Neto en la Empresa ECOAI#9 de Matanzas, lo que asienta las bases para una posible implementación sistemática.
el docente – metodológico, al contribuir con el enriquecimiento de los contenidos de las asignaturas relacionadas con la Gestión Financiera en diversas carreras universitarias, y como referencia bibliográfica para la superación postgraduada.
el social, al obtenerse con la aplicación del Procedimiento información relevante para el proceso de toma de decisiones administrativas; en la facilitación del proceso de planificación, ejecución y control; en su incorporación en la actividad postgraduada, lo cual contribuirá a la formación integral y la superación de los directivos, empresarios, gestores financieros y demás profesionales.
el económico, al aplicar un Procedimiento capaz de explicar cómo se ha comportado el nivel de Capital de Trabajo Neto y sus componentes en relación con el nivel de Ventas y su influencia sobre la rentabilidad y el riesgo para tomar decisiones sobre la eliminación de la Inversión corriente inmovilizada y el ajuste de la estructura financiera corriente, elementos que son propensos a la generación de costos y al desequilibrio financiero, reduciendo la rentabilidad y aumentando el riesgo.
Figura 1: Estructura metodológica de la investigación.
Fuente: Ortiz. (2005). Propuesta de un procedimiento para el análisis del Capital de Trabajo Neto. Trabajo de diploma en opción al título de Licenciatura en Economía, tutorado por la Lic. Daisy Espinosa Chongo.
Capítulo 1:
Marco Teórico–Conceptual para el análisis del Capital de Trabajo Neto
La gestión financiera[1]operativa se dedica al estudio del adecuado efectivo disponible, de los términos de crédito a ofrecer a los clientes que estimule las ventas, del financiamiento corriente que minimice los costos y del manejo de los inventarios que reduzcan los costos asociados con éstos; es decir, del equilibrio entre los flujos positivos y negativos de fondos. Todo lo anterior se resume en el término capital de trabajo, el cual contribuye a determinar la posición de riesgo y rentabilidad empresarial. Precisamente este es el objeto de estudio teórico de la presente investigación y que permite definir como objetivos del presente capítulo:
Relacionar los diferentes conceptos del Capital de Trabajo Neto planteados por autores que estudian el tema.
Explicar el origen, importancia y necesidad del Capital de Trabajo Neto.
Explicar los principales elementos que integran la Gestión del Capital de Trabajo Neto.
Definición del Capital de Trabajo Neto.
Innumerables son los autores que se han dedicado al estudio de la gestión financiera operativa, la cual se refiere a las actividades operativas de la empresa y en particular entran en el campo del Capital de Trabajo Neto.
Altschule (1945), plantea diversos criterios sobre el Capital de Trabajo Neto, entre los cuales se destacan:
"es el número de unidades monetarias invertidas en Activos Circulantes no comprometidas con Pasivos a Corto Plazo."
"es el excedente del Activo sobre el Pasivo y representa el importe del Activo Circulante que no ha sido suministrado por los acreedores a Corto Plazo."
"es la diferencia obtenida al comparar el total de Activos Circulantes, en una fecha determinada, con el total de Pasivos, también Circulantes o de Corto Plazo. El resultado de dicha comparación señala los recursos con los cuales la empresa atiende sus actividades operacionales y financieras, sin tener que acudir a fondos extraordinarios."
Los criterios según Gitman (1986), sobre el Capital de Trabajo Neto, es:
"la diferencia entre los Activos Circulantes y los Pasivos Circulantes de una empresa." El Capital de Trabajo Neto expresa también que: "es la parte de los Activos Circulantes de la empresa que se financian con fondos a Largo Plazo."
Según Santandreu, (1989), el Capital de Trabajo se debe ver desde dos puntos de vista:
"Punto de vista estático: es la diferencia entre los capitales empleados por la empresa de forma permanente y las inversiones en inmovilizado neto."
"Punto de vista dinámico: necesidades financieras que se producen cíclicamente en la empresa producto de las variaciones en los niveles de actividad. Esta relación se obtiene por la diferencia entre los Activos Circulantes (inversión) y el Pasivo exigible a Corto Plazo (financiación)."
"Es aquella parte de los recursos permanentes que exceden la financiación del Activos Fijos."
Como señala Weston (1994):
"el Capital de Trabajo es la inversión de una empresa en Activos a Corto Plazo (Efectivo, Ventas Netas, Cuentas por Cobrar e Inventarios). El Capital de Trabajo Neto se define como los Activos Circulantes menos los Pasivos Circulantes."
Así mismo, como sugiere Brearley (1998):
"el Fondo de Maniobra Neto es los Activos Circulantes menos los Pasivos Circulantes."
Como menciona Demestre (2002), el Capital de Trabajo Neto es:
"los fondos o recursos con que opera una empresa a Corto Plazo, después de cubrir el importe de las deudas que vencen también a Corto Plazo."
En términos del profesor Gómez. (2004):
El Capital de Trabajo puede definirse como: "la diferencia que se presenta entre los Activos y los Pasivos corrientes de la empresa".
Como argumenta Silva. (2004):
El Capital de Trabajo bruto se refiere simplemente a los Activos Circulantes, el Capital de Trabajo Neto se define como los Activos Circulantes menos los Pasivos Circulantes. El Capital de Trabajo es la inversión de una empresa en Activos a Corto Plazo (Efectivo, Valores Negociables, Cuentas por Cobrar e Inventario).
Hay dos definiciones del Capital de Trabajo que parecen haber tenido una aceptación general:
"El Capital de Trabajo es el excedente del Activos Circulantes sobre Pasivos Circulantes, es el Activo Circulante que ha sido suministrado por los acreedores a Largo Plazo y por los accionistas. En otras palabras, el Capital de Trabajo representa el importe del Activos Circulante que no ha sido suministrado por los acreedores a Corto Plazo".
Se puede decir que una empresa tiene un Capital Neto de Trabajo cuando sus Activos corrientes sean mayores que sus Pasivos a Corto Plazo, esto conlleva a que si una entidad organizativa desea empezar alguna operación comercial o de producción debe manejar un mínimo de Capital de Trabajo que dependerá de la actividad de cada una.
Esta definición es de carácter cualitativo, puesto que muestra la posible disponibilidad del Activo Circulante en exceso del Pasivo Circulante; representa un índice de estabilidad financiera o margen de protección para los acreedores actuales y para futuras operaciones normales.
La disponibilidad inmediata del Capital de Trabajo depende del tipo y de la naturaleza liquida de Activos Circulantes tales como Caja, Inversiones Temporales en Efectivo, Cuentas por Cobrar e Inventarios. Cuando el Capital de Trabajo se define de esta forma, no puede aumentarse por medio de préstamos de los bancos o por medio de la ampliación de crédito por los acreedores.
El Capital Neto de Trabajo representa el importe del Activos Circulante que quedaría si todo el Pasivo Circulante fuese pagado, suponiendo que no hubiese pérdida o ganancia al convertir el Activos Circulante en Efectivo.
El término "Capital Circulante" se usa frecuentemente para designar aquellos Activos que son cambiados con relativa rapidez de una forma a otra, esto es, de Efectivo a Costo de Operación e Inventarios, a Cuentas por Cobrar, a Efectivo. Cuando se utiliza éste término para designar al Activo Circulante, el importe neto del Activo Circulante es considerado como Capital de Trabajo.
El Capital de Trabajo corresponde al Activos Circulante, mientras que Capital Neto de Trabajo equivale al exceso del Activo Circulante sobre el Pasivo Circulante. Existe un déficit de Capital Neto de Trabajo si el Pasivo Circulante excede al Activo Circulante.
En la presente investigación se consideran válidas estas definiciones, por lo que se definirá el Capital de Trabajo Neto como la diferencia entre Activos Circulantes y Pasivos Circulantes, es decir, siempre que los Activos Circulantes superen a los Pasivos Circulantes, la empresa tendrá un Capital de Trabajo Neto positivo. Por lo tanto, la existencia de Capital de Trabajo Neto se vincula con la liquidez de la organización.
Componentes de capital de trabajo
Teniendo en cuenta la definición brindada anteriormente de capital de trabajo neto, se deduce que los componentes que lo conforman son: activo circulante y pasivo circulante (Figura 1.1).
El activo circulante forma parte, o es una de las masas del activo total[2]de una empresa y está compuesto por los activos más líquidos de la empresa, incluyendo las cuentas más representativas de los bienes y derechos que se convertirán en dinero en un período de tiempo no mayor de un año (Demestre et al., 2002); es decir, son aquellos activos que se espera convertir en efectivo, vender o consumir ya sea en el transcurso de un año o durante el ciclo de operación.
Figura 1.1. Componentes del capital de trabajo neto.
Fuente: Espinosa, 2005. Propuesta de un procedimiento para el análisis el capital de trabajo. Caso hotelero. Tesis presentada en opción al título de Máster en Administración de Empresas. Dirigida por la Dra. Nury Hernández de Alba Álvarez.
Las categorías más comunes de activos circulantes son el disponible, el realizable y las existencias y el avance de las diferentes formas de activo circulante a efectivo se muestra en la Figura 1.2.
Las principales características del activo circulante son, fundamentalmente, su disponibilidad e intención de convertirse en efectivo dentro del ciclo normal de operaciones y su uso para la adquisición de otros activos circulantes, para pagar deudas a corto plazo y en general, para cubrir todos los gastos y costos incurridos en las operaciones normales de la organización durante un período (Smith, 1989).
El disponible está constituido por las partidas representativas de aquellos bienes que pueden ser utilizados para pagar las deudas a su vencimiento. Éstas son efectivo en caja, efectivo en banco e inversiones a corto plazo.
Figura1.2 Ciclo de transformación de los activos circulantes en efectivo.
Fuente: Espinosa, 2005. Propuesta de un procedimiento para el análisis el capital de trabajo. Caso hotelero. Tesis presentada en opción al título de Máster en Administración de Empresas. Dirigida por la Dra. Nury Hernández de Alba Álvarez.
El efectivo en caja incluye las existencias de monedas y billetes que son propiedad de la empresa, tanto en moneda nacional como extranjera, el efectivo destinado al fondo para pagos menores (caja chica), al fondo para cambio y cualquier otro fondo de uso específico, sellos de correo y los cheques recibidos pendientes de depositar en banco y el ingreso en efectivo extraído del mismo para pagos de nóminas y otros. Este efectivo es un fondo limitado para enfrentar erogaciones de monto pequeño y cuya naturaleza y oportunidad exige que el pago sea en efectivo y no con cheques.
El efectivo en banco contiene las existencias de monedas y billetes en depósitos a la vista con los bancos que opera la empresa a través de cuentas corrientes, contra las que se giran los pagos y se depositan y reciben los cobros y transferencias, por lo que es conveniente mantener niveles aceptables en promedio en ésta.
El realizable reúne aquellos bienes y derechos que habrán de convertirse en disponibles. Dentro de éstos se encuentran los efectos y cuentas por cobrar y los pagos anticipados.
Cuando una empresa vende productos a otra empresa o a un organismo estatal, por lo general no espera cobrar inmediatamente. Estas facturas no pagadas o crédito comercial forman el grueso de cuentas por cobrar. Las empresas también venden algunos productos a crédito al consumidor final, formando el resto de las cuentas por cobrar (Brealey, 1997).
A partir de lo anterior, las cuentas por cobrar representan los derechos del negocio contra deudores, que normalmente surgen de la venta de mercancías o por la prestación de servicios dentro de las operaciones normales de la empresa[3](Guajardo, 1999).
Los efectos por cobrar, por su parte, incluyen letras de cambio y pagarés -que son aceptados o emitidos por los clientes y que se encuentran pendientes de cobrar-, constituyen derechos de cobro a favor de la empresa, respaldados por instrumentos formales de pago.
Los pagos anticipados[4]representan futuras partidas de gastos que ya han sido pagados a cambio de recibir en fecha futura bienes y/o servicios que se van a consumir dentro de un año (Guajardo, 1999 y Demestre et al., 2002). Si es mayor el ciclo normal de operaciones, se clasificará como activo no circulante, específicamente dentro de cargos diferidos (Guajardo, 1999).
Las existencias recogen el valor de los inventarios que posee la empresa y que son de su propiedad, incluyendo inventarios tanto de materias primas, en proceso y terminados, como de materiales.
Los inventarios de materias primas comprenden los artículos que compra la empresa, los cuales representan materiales básicos para la actividad operativa. Los inventarios de producciones en curso o en proceso incluyen todos los elementos que se utilizan de forma actual en el proceso de producción, mientras que los inventarios de productos terminados reúnen aquellos artículos que han sido producidos pero aún no han sido vendidos. Así mismo se incluyen en las existencias, partes y piezas de repuesto, combustibles, insumos de oficina y cualquier otro material auxiliar; mercancías para la venta o mercadería de las empresas comercializadoras al por mayor y al detalle (Demestre et al. 2002).
El inventario, considerado como una inversión, es necesario en el proceso de "producción-ventas" de la empresa para que ésta prevea un mínimo de interrupciones. Se necesita una existencia tanto en materia prima como de productos en proceso para asegurarse de que los artículos necesarios estén disponibles cuando se necesiten. Debe haber un inventario de artículos terminados disponible que representen las existencias amortiguadoras para que la empresa pueda satisfacer la demanda de ventas a medida que se presentan. Todo lo anterior conlleva a la determinación del inventario óptimo.
El otro componente del capital de trabajo, el pasivo circulante, es una de las masas del pasivo total[5]y comprende todas las obligaciones provenientes de las operaciones de la empresa y algunas eventuales que vencen por lo general antes de un año y que el pago se realiza con fondos provenientes de los activos circulantes (Demestre et al, 2002) o de modo alternativo, con la creación de otros pasivos circulantes (Bernstein, 1997). Los pasivos que con mayor frecuencia se encuentran en la práctica son: cuentas y efectos por pagar, cobros anticipados y pasivos estables.
Las cuentas por pagar reflejan las deudas con los suministradores o proveedores de la empresa, que han sido contraídas en la modalidad de cuenta abierta, aquellas que se amparan sólo en facturas y que sus términos varían, por lo general, entre 30 y 120 días. La gestión de proveedores incluye aspectos como: fiabilidad, puntualidad, calidad, financiación. Este último aspecto constituye una financiación espontánea basada en condiciones comerciales, más que financieras, que no incrementa la deuda bancaria y depende del costo de los recursos del proveedor, resultando más estable que la financiación bancaria. El costo de la financiación de los proveedores depende de los días de pago pactados y de la tasa de recargo.
Los efectos por pagar constituyen deudas a corto plazo sustentadas en documentos formales de pago (letras de cambio y pagarés), los que por lo general están sujetos a interés.
Los cobros anticipados reflejan obligaciones contraídas con clientes los cuales han anticipado el pago, en forma parcial o total.
Los pasivos estables muestran las obligaciones que la empresa contrae de forma estable, con los trabajadores como consecuencia de sus operaciones, al adeudarles salario, vacaciones, etc.; con el Fisco al adeudarle impuestos; con los propietarios al adeudarles contribuciones o dividendos (Demestre et al., 2002).
En general, los diferentes niveles de activos y pasivos circulantes, influyen directamente en los niveles de capital de trabajo; por consiguiente, se hace imprescindible estudiar la importancia del mismo para las empresas.
Importancia y necesidad del capital de trabajo neto.
La existencia de capital de trabajo neto está muy relacionada con la condición de liquidez de la empresa, sin embargo, no se puede perder de vista el grado de liquidez de cada activo circulante y el grado de exigibilidad de cada pasivo circulante (Demestre et al., 2002), lo cual sustenta la idea de que mientras mayor sea el margen en que los activos a corto plazo de una empresa cubren sus obligaciones a corto plazo, más capacidad de pago generará para pagar sus deudas en el momento de su vencimiento. Esto se basa en que los activos circulantes son fuentes de entradas de efectivo, en tanto que los pasivos circulantes son fuentes de desembolso de efectivo. Dado que la mayoría de las empresas no pueden hacer coincidir las recepciones de dinero con los desembolsos de éste, es necesario que las fuentes de entradas superen a los desembolsos (Espinosa, 2005)[6].
Según Espinosa (2005), otros criterios sobre la importancia del capital de trabajo neto son:
Alta participación de los activos circulantes en los activos totales de las empresas por lo que los primeros requieren una cuidadosa atención (Weston y Brigham, 1994).
Evita desequilibrios que son causa de fuertes tensiones de liquidez y de situaciones que obligan a suspender pagos o cerrar la empresa por no tener el crédito necesario para hacerle frente (Santandreu, 2000).
Una gran parte del tiempo es dedicado por la mayoría de los administradores financieros a las operaciones internas diarias de la empresa, las cuales caen bajo el terreno de la administración del capital de trabajo (Weston y Brigham, 1994).
La rentabilidad de una empresa puede verse afectada por el exceso de inversión en activo circulante (Demestre et al., 2002).
Es inevitable la inversión en efectivo, cuentas por cobrar e inventarios, aunque sí lo sea en plantas y equipos que pueden ser arrendados. Esto se une a que en ocasiones, el acceso al mercado de capital a largo plazo se dificulta, por lo que debe haber un basamento sólido en el crédito comercial y en préstamos bancarios a corto plazo, todo lo cual afecta el capital de trabajo neto (Weston y Brigham, 1994).
Existe una relación estrecha y directa entre el crecimiento de las ventas y la necesidad de financiar los activos circulantes, relación que se percibe como causal (Weston y Brigham, 1994; Van Horne y Wachowicz, 1997 y Demestre et al., 2002).
La supervivencia de la empresa, traducida en su capacidad para cubrir sus obligaciones a corto plazo en la medida en que éstas venzan, o la probabilidad de ser técnicamente insolvente, lo cual se resume en el riesgo, depende de la adecuada gestión del capital de trabajo neto (Demestre et al., 2002).
Existencia de "inversiones circulantes que deben financiarse con fondos permanentes" (Santandreu, 2000). Estas inversiones son en esencia:
Stock de seguridad; es decir, stock permanente en la empresa para mantener la correcta rotación sin interrupciones y un adecuado índice de rentabilidad.
Parte de la tesorería que debe permanecer inmovilizada por alguna razón (ejemplo: cuentas de retención e inversiones financieras).
Cumple dos funciones, una económica y otra financiera. En su función económica puede ser considerado como bienes complementarios y heterogéneos[7]de producción que concurren a la creación de productos y servicios por parte de la empresa. En su función financiera se incluye lograr una adecuada relación entre los ritmos de liquidez y exigibilidad de los activos y pasivos circulantes respectivamente, garantizando la solvencia[8](Lara et al., 2005).
Para Kennedy (1999) y Lara et al. (2005), las necesidades de capital de trabajo de un negocio dependen de algunos factores que a continuación se relacionarán.
La naturaleza general del tipo de negocio determina las necesidades de capital de trabajo neto, puesto que éstas varían dependiendo del tipo de actividad que se realice. Por ejemplo, en una empresa de servicios públicos las inversiones en inventarios y cuentas por cobrar son convertidas con rapidez en efectivo; sin embargo, una empresa industrial tiene que invertir más en ellos y sus rotaciones son relativamente lentas, requiriendo de una cantidad mayor de capital de trabajo neto. Así mismo, negocios con ventas de tipo estacional requerirá una cantidad máxima de capital de trabajo neto por un período relativamente corto. Dicho negocio normalmente tendrá un excedente de capital de trabajo neto durante el período de menor actividad en las ventas.
Unido a lo anterior, el ciclo del negocio afecta las necesidades de capital de trabajo neto, pues durante los períodos de prosperidad, la actividad de los negocios se amplía, y existe una tendencia a comprar mercancías a fin de aprovechar los precios más bajos. Consecuentemente, será necesaria una mayor cantidad de capital de trabajo neto. Así mismo, según se amplía el volumen de las operaciones, la cantidad de capital de trabajo neto requerida viene a ser mayor, aunque no necesariamente en proporción exacta al crecimiento.
El tiempo necesario para la fabricación u obtención de la mercancía a vender y el costo unitario de la misma juega un papel fundamental, puesto que mientras mayor sea el tiempo requerido para la fabricación de la mercancía o para obtenerla, mayor cantidad de capital de trabajo neto se requerirá, al igual que a medida que sea mayor el costo unitario de la misma.
Con respecto a las condiciones de compra y de venta, mientras más favorables sean las condiciones de crédito en que se realicen las compras, menos efectivo se invierte en el inventario. Por otra parte, mientras más liberales sean las condiciones de crédito concedidas a los clientes, mayor será la cantidad de capital de trabajo neto que estará representada por las cuentas por cobrar.
La rotación de los inventarios y su análisis es fundamental, en tanto, mientras mayor sea el número de veces que los inventarios sean vendidos y repuestos (rotación del inventario), menor será el importe de capital de trabajo neto que hará falta, menor el riesgo de pérdidas debidas a las bajas de los precios, cambios en la demanda o en el estilo y menor el costo en llevar los inventarios. Igualmente la rotación de las cuentas por cobrar influye notablemente en las necesidades de capital de trabajo neto porque depende del tiempo necesario para convertirlas en efectivo. Mientras menos tiempo se requiera para cobrar dichas cuentas, menor será el importe de capital de trabajo neto que se necesitará.
El grado de riesgo de una posible baja del valor del activo circulante, influye en las necesidades de capital de trabajo neto, el cual mientras mayor sea, mayor será el importe necesario de éste que debe estar disponible a fin de mantener el crédito de la empresa. Para hacer frente a dicha contingencia se debe mantener una cantidad relativamente grande de efectivo o de inversiones temporales.
Es importante destacar que el crecimiento de las empresas conlleva a la necesidad de un capital adicional para las inversiones en cuentas por cobrar, en inventarios y en activos fijos. Parte de este capital en la mayoría de las ocasiones es obtenido por fuentes internas, pero si el ritmo de crecimiento es acelerado, parte de él provendrá de forma externa (García, 1999), financiamiento que por demás, generalmente es menos económico.
Todos estos elementos, en esencia, justifican la necesidad de financiar inversiones con características a corto plazo o circulantes, con fondos o recursos permanentes.
Relación entre riesgo y rentabilidad.
Las decisiones financieras tomadas por los administradores de la empresa afectan positiva o negativamente el grado de liquidez y de rendimiento (Weston y Brigham, 1994), por lo que se hace necesario definir los componentes del binomio riesgo–rendimiento.
Definiciones de riesgo y rentabilidad.
Van Horne y Wachowicz (1997) definen el rendimiento como el ingreso recibido sobre una inversión, la cual generalmente se expresa en por ciento, en tanto Weston y Brigham (1994) la generaliza indistintamente como la corriente de flujo de efectivo y la tasa de rendimiento sobre los activos[9]
Por su parte Gitman (1986) y Gómez (2004) consideran la rentabilidad como las utilidades después de gastos. Estos investigadores concuerdan en que por fundamentación teórica ésta se obtiene y aumenta por dos vías esenciales: la primera, aumentando los ingresos por medio de las ventas y la segunda, disminuyendo los costos pagando menos por las materias primas, salarios, o servicios que se presten.
Otra forma de medir la rentabilidad puede ser a partir de la capacidad de cubrir los gastos asociados al nivel de operaciones (Espinosa, 2005)[10]; esto se determina a partir del análisis asociado con la utilidad obtenida por cada peso de ventas ejecutado.
También se considera oportuno el análisis de la rentabilidad en forma de tasa, indicando la capacidad de los recursos, fundamentalmente de la inversión corriente, para generar utilidades.
Por su parte, la categoría riesgo en su definición, se asimila con mayor dificultad (Van Horne y Wachowicz, 1997). En términos muy simples, existe riesgo en cualquier situación en que no se conozca con exactitud lo que ocurrirá en el futuro[11]El riesgo es sinónimo de incertidumbre, que es la dificultad de poder predecir lo que ocurrirá en el futuro.
En la gestión financiera, el riesgo se asocia con la variabilidad de los resultados que se esperan (Van Horne y Wachowicz, 1997), derivándose de esto que es más arriesgado aquello que ofrece resultados más variables, sean positivos o negativos. Con respecto al análisis de los riesgos en un negocio, se pueden identificar tres fundamentales a evaluar: el riesgo comercial, el riesgo financiero y el riesgo operativo.
El riesgo comercial es el inherente al propio mercado en que se desempeña la empresa, donde es vital el análisis de la línea de negocios, la rama en la cual se opera y el entorno económico – financiero. El riesgo operativo se encuentra vinculado a las dimensiones óptimas de plantas y equipos, la utilización de los recursos y la relación con los niveles de venta; es decir, las condiciones de tecnología. El riesgo financiero es el relacionado con el nivel de endeudamiento y la relación entre financiamiento ajeno y propio; es decir, el análisis relacionado con la estructura financiera.
Vinculado al capital de trabajo neto, el riesgo significa peligro para la empresa por no mantener suficiente activo circulante para:
Hacer frente a sus obligaciones de efectivo a medida que éstas ocurran. En este sentido, Gitman (1986) define el riesgo como la insolvencia que posiblemente tenga la empresa para pagar sus obligaciones y expresa además que el riesgo es la probabilidad de ser técnicamente insolvente.
Sostener el nivel apropiado de ventas (Van Horne y Wachowicz, 1997).
En la presente investigación se considerará al riesgo como la incapacidad de la empresa para cubrir sus deudas a corto plazo con su inversión corriente.
Intercompensación entre riesgo y rentabilidad.
Como se ha planteado anteriormente, todas las decisiones que se tomen en la empresa tienen una implicación financiera, las cuales afectan favorable o desfavorablemente el grado de liquidez y de rendimiento empresarial.
Por esta razón, dos cuestiones u objetivos fundamentales del manejo del capital de trabajo son maximizar la rentabilidad y minimizar el riesgo. Sin embargo, ambos son directamente proporcionales, lo que significa que cuando una de las variables aumenta, también lo hace la otra y viceversa[12]
Un administrador financiero debe buscar aquel punto de equilibrio particular entre el riesgo y la rentabilidad que se derivan de las diferentes decisiones o políticas del capital de trabajo neto, tal como lo muestra la Figura 1.3. Este punto de equilibrio se denomina intercompensación riesgo–rendimiento.
Figura 1.3. Intercompensación riesgo–rendimiento.
A partir de lo anterior, al análisis de las políticas que inciden sobre la relación antes mencionada, se dará paso.
Políticas de capital de trabajo neto y su influencia en el riesgo y la rentabilidad.
Las políticas del capital de trabajo neto están asociadas a los niveles de activo y pasivo circulante que se fijen para realizar las operaciones de la empresa, teniendo en cuenta su interrelación, así como con los niveles operativos, por lo que se pueden categorizar tres elementos fundamentales en este sentido:
Nivel fijado como meta para cada categoría de activo circulante: política de inversión circulante.
La forma en que se financiarán estos activos circulantes: política de financiamiento circulante.
Los efectos de estos niveles en el binomio riesgo – rentabilidad[13]
Existe un estrecha relación que entre la inversión, la financiación y las operaciones de la empresa, aspecto fundamental en la comprensión de las políticas del capital de trabajo neto, para lo cual, antes de establecer los elementos teóricos relacionados con éstas y su influencia sobre el riesgo y la rentabilidad, se hace necesario establecer las bases que sustentan la problemática de la asociación de los niveles de activos y pasivos circulantes con los niveles de operación.
Weston y Brigham (1994), en su afán de establecer métodos para el pronóstico financiero, se refiere a relaciones, dos de ellas relevantes en este marco: la primera, entre las ventas y la inversión en activo circulante, y la segunda, entre las ventas y el financiamiento espontáneo. La primera relación este autor la define de causalidad, puesto que la demanda de ventas es la causa de que se invierta en inventarios, en cuentas por cobrar y en la mantención de efectivo. Por otro lado define la importancia de la estabilidad para lograr pronósticos más cercanos a la realidad. En su modelo de cálculo de los EFR[14]o Requerimiento de Fondos Externos, este autor muestra una relación lineal entre las ventas y las cuentas por cobrar y los inventarios asumiendo el crecimiento de los fondos espontáneos y los activos circulantes, en relación directa con las ventas, suponiendo de esta forma linealidad en dos relaciones:
1. ventas-activos circulantes y
2. ventas-financiamiento espontáneo.
Por su parte, Van Horne y Wachowicz (1997) reconoce estas relaciones, pero así también la inconsistencia de crecimientos estables. Respecto a lo anterior explica que para cada nivel de ventas puede establecerse diferentes niveles de activos y pasivos circulantes. Así mismo para cada nivel de activo circulante pueden establecerse diferentes niveles de pasivo circulante, lo que da paso a las políticas de inversión y financiación a corto plazo.
Políticas de inversión corriente y su influencia en el riesgo y la rentabilidad.
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