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Trabajo de investigación sobre la democracia ateniense

Enviado por estebanbargas


Partes: 1, 2

     

    Indice1. Introducción 2. El surgimiento y la evolución de la polis. 4. Coyuntura histórica de la democracia ateniense. 5. La Política. 6. Conclusión 7. Bibliografía.

    1. Introducción

    El objetivo del presente informe es explicar objetivamente las causas, el desarrollo y el alcance de la denominada "democracia ateniense". Se verá la repercusión de este sistema político en la sociedad y la economía de la Atenas Clásica. Otro punto importante que se tratará es la visión de los estudiosos contemporáneos con respecto al tema. Finalmente se establecerá una comparación entra la democracia de Atenas y la República Romana, especialmente en cuanto al funcionamiento y la representatividad de ambos sistemas. Naturalmente la extensión de cada uno de los puntos mencionados anteriormente es tema como para varios volúmenes y, seguramente, el trabajo seguiría incompleto. Por lo tanto este informe presentará los temas de una manera no extensamente desarrollada pero completa, tratando de explicar todos los ítems en cuestión, pero no con la extensión que merecen. La cuestión central será ver cómo funcionaba concretamente el sistema democrático en Atenas, saber si era representativo de toda la sociedad o de sólo un sector, cuáles eran los órganos que le daban forma y quiénes fueron los personajes que le dieron vida. La elección del tema responde principalmente a que el sistema democrático es una de las creaciones más acabadas de la cultura griega y posee alcances, salvando las diferencias, hasta nuestros días. Si bien es cierto que la democracia no es el único legado griego a nuestra civilización, es uno de los más mencionados y estudiados, por lo que merece especial atención. El trabajo se inicia con el nacimiento de la polis, ya que es el marco en el que se desarrollará posteriormente la democracia y que la verá caer. Muchos temas, como la esclavitud, las guerras (tanto las guerras contra los Persas como la Guerra del Peloponeso) o las estructuras sociales, son tratados de manera muy sintética, debido a la dimensión del trabajo. Sin embargo estos temas requieren necesariamente ser mencionados, aunque sea de manera breve, ya que pertenecen a la coyuntura histórica en la que se generó la democracia de Atenas. Excluir su mención parece incorrecto, dada la importancia del contexto histórico en los cambios que se produjeron en el sistema democrático griego entre los siglos VI y IV a.d.C. Otro de los puntos de este trabajo que merece atención es el tratamiento de la importancia de la guerra y de la participación popular en los sistemas políticos de Atenas y Roma. La guerra fue un móvil vital para todo el Mundo Antiguo, generadora de líderes políticos y causa del debilitamiento y caída de sistemas como el ateniense. La comprensión de la importancia de la participación popular resulta fundamental porque muchos autores caen en la idealización del sistema otorgándole características que se alejan de la realidad.

    2. El surgimiento y la evolución de la polis.

    Para poder comprender las modificaciones de las formas políticas que llevaron al surgimiento de la democracia en Atenas resulta fundamental explicar brevemente el nacimiento y desarrollo de la polis. Es evidente la importancia de este nuevo sistema en la evolución del mundo griego, tanto en el aspecto político como en el cultural, social o económico. Un ejemplo de la importancia de la polis en relación con la democracia puede verse claramente, ya que con el desarrollo de la ciudad – estado aparece cada vez más definida la idea de ciudadanía, que resulta fundamental para el funcionamiento del sistema democrático. "La época arcaica es probablemente el período más importante de la historia de Grecia. Aunque la Grecia de la época clásica, más brillante y mejor conocida, sea la más atrayente, no puede concebirse sin el período que la precedió. Efectivamente, en la época arcaica se dieron innovaciones capitales en todos los terrenos." Se hace muy difícil rastrear el origen de la polis por diferentes factores: en primer lugar no se puede hablar de un nacimiento de ese tipo de organización simultáneo en toda Grecia, tampoco se puede pensar que todas las polis evolucionaron de la misma manera, y la documentación de la época es muy escasa. Los autores proponen diferentes explicaciones a cerca de los elementos que pueden haber hecho que este sistema se hiciera posible. Vidal – Naquet y Austin mencionan una teoría que hace aparecer al factor geográfico como detonante, el fraccionamiento físico del paisaje griego da como resultado el fraccionamiento político. Esta teoría es criticada por los autores, afirman que no es totalmente ilógica, pero que debe estar acompañada por algún otro elemento, porque hubo muchos habitantes anteriores en Grecia que no vivieron en polis, si bien el paisaje físico era el mismo. Los autores explican algunos otros factores posibles, pero terminan afirmando que "se nos escapa totalmente el proceso de cristalización de la polis, sin que haya posibilidad de lo contrario" Por su parte, Bravo hace una explicación del inicio de la polis que se inicia con un factor poblacional. Sería entonces un aumento demográfico, que desborda el sistema parental de los oikos. Se produce entonces una unión en torno a la aldea por parte de las diferentes familias (genos). El siguiente paso que menciona Bravo es la agrupación de las aldeas pertenecientes a diferentes tribus (phylé). La polis fue entonces la evolución poblacional de los oikos que dio como resultado una serie de agrupaciones que generan los cimientos sobre los que luego nacerá la polis. "La integración del marco urbano y el rural en una sola comunidad de ciudadanos fue la base sobre la que se asentó la nueva organización sociopolítica, la polis griega."

    También se hace difícil mencionar un momento histórico en que se puede hablar de polis establecidas en el territorio de Grecia. Bravo afirma que "la situación descrita en la obra hesiódica, aun sin mencionarla, apunta ya a una polis aristocrática en funcionamiento." De ésta manera, Bravo sitúa al siglo VIII, incluso con anterioridad, como el momento en que se configuró este nuevo sistema político. Para Vidal – Naquet y Austin una de las pruebas más contundentes para poner una fecha con respecto al origen de la polis es la colonización que se inicia en el siglo VIII. "Señalemos aquí un hecho fundamental: las colonias implantadas en Sicilia, en el sur de Italia y en otras zonas, con excepción de ciertos emporia, son todas desde un principio polis, que imitan las instituciones de sus metrópolis, prueba evidente de la existencia de la polis desde los comienzos del período de la colonización." Por lo tanto ya contamos con dos elementos fundamentales para la comprensión de la polis: la hipótesis del origen y el marco temporal. Ahora es importante explicar brevemente los diferentes modelos de organización política de las ciudades – estado griegas. La polis monárquica es la más antigua de las organizaciones . Para muchos autores el régimen monárquico se extingue al aparecer la polis, por lo que es imposible hablar de polis monárquica. Bravo afirma que "se duda que pueda hablarse sensu stricto de una polis monárquica en el período arcaico." La tradición mantenía el cargo de rey o basileus para una magistratura de carácter religioso o para denominar un cargo militar. La evolución de este sistema monárquico se dio en tres etapas. En la primera el rey era uno de los jefes de las tribus que constituían la ciudad y ostentaba cargos religiosos, militares y judiciales. Mas tarde el rey sería elegido de entre los miembros de la nobleza. Finalmente la figura del monarca se vería limitada en sus funciones por un Consejo de Ancianos, llegando incluso a ser prácticamente ficticia. El siguiente modelo de organización política es el de la polis aristocrática. Su origen es tema de debate entre los historiadores, Bravo explica que "se pretende que la caída de la monarquía fue la consecuencia de una revolución política llevada a cabo por las aristocracias locales del mismo modo que la sustitución de éstas por los regímenes tiránicos." La explicación que ofrece Bravo no incluye revoluciones, afirma que el paso de la monarquía a la aristocracia no fue violento en la mayoría de los casos, sino la consecuencia de la paulatina acumulación de poder de los grupos propietarios de tierras durante el período anterior. Los grupos que poseían el poder de las tierras, eran en ese momento los que también tenían el poder militar. La duración de este tipo de organización en su forma teórica es de dos siglos, desde el VII al VI. Otro tipo de organización que se dio en el contexto de las polis es el de las tiranías. "En la teoría política griega (clásica) la tiranía no era sino una degeneración de la monarquía." Según Aristóteles , la diferencia entre un tirano y un monarca no estaba basada en la naturaleza de su poder, sino en la forma de ejercerlo, el monarca lo hace con la ley , mientras que el tirano ejerce el poder en beneficio propio. "La tiranía es, como se ha dicho, una monarquía que ejerce un poder despótico sobre la comunidad política". Según Bravo los tiranos pertenecen a las familias aristocráticas que en la generación anterior habían terminado con las monarquías. Los regímenes de tiranos se establecieron en el siglo VII y fueron predominantes en casi todas las polis de Grecia y el Egeo. La configuración de este nuevo tipo de poder se dio principalmente con el descontento popular con los gobiernos aristocráticos, que generó una inestabilidad política que fue aprovechada por los tiranos que contaban con el apoyo de los demos, término que según Bravo a partir de ese momento ya no se utilizará más para denominar a los cuerpos de ciudadanos y se aplicará a grupos inferiores. Es en este contexto en el que se empiezan a gestar los regímenes democráticos. La tiranía, a pesar de su carácter semi-monárquico y la democracia con su tendencia aristocrática "supusieron una ampliación considerable de la comunidad política con la integración en la polis de nuevos grupos sociales y económicos."

    3. El camino hacia la democracia en Atenas. Evolución de Atenas hasta Dracón. Se tienen muy pocos elementos como para rastrear con certeza la historia primitiva de Atenas. Fue pasando por los diferentes tipos de gobiernos de las polis, antes mencionados, estuvo regida por una monarquía "absoluta" que fue perdiendo poder en manos de la aristocracia local. Cuando se produjo la unificación del Ática, los distritos que aceptaron el liderazgo político de Atenas a cambio de crear un "consejo común" integrado por los representantes de las familias nobles. "De este modo, el paso de la monarquía a la aristocracia se produjo aquí sin estridencias aparentes en el sentido de que el ‘clan aristocrático’ se repartía ahora funciones militares, políticas y religiosas que hasta entonces habían sido confiadas al ‘rey’ de la comunidad." Hacia el siglo VII fue establecido un gobierno oligárquico de nueve arcontes y la autoridad del monarca sobrevivió en un de ellos denominado arconte – rey, con funciones religiosas, el "polemarco" usurpó al rey sus funciones al mando del ejército y con el tiempo el cargo del monarca dejó de ser vitalicio. Los grupos aristocráticos, fundamentalmente los viejos arcontes integraban el Areópago. Según Bravo este proceso se dio en todas las regiones de Grecia entre el siglo VIII y el VII a.d.C. Existía una gran diversidad regional en el Ática, y Atenas funcionaba como elemento de cohesión, especialmente entre el campo y la ciudad. En Atenas el proceso de unificación entre la ciudad y las aldeas vecinas se dio más temprano, por lo que no siguió todos los pasos de evolución en forma pareja con otras polis: "no participó de la primera fase de la expansión colonial durante la segunda mitad del siglo VIII, ni conoció la implantación de tiranías durante el siglo siguiente, cuando otras polis libraban una dura lucha interna desde las diversas facciones de la aristocracia y entre esta y el ‘demos’ con aspiraciones de participación en la vida política." En cambio, en Atenas fue predominante el dominio de los eupátridas que se mantuvo hasta aproximadamente el siglo VI, cuando comenzaron promoverse reformas sociales y económicas en defensa de grupos no aristocráticos. Hubo intentos de propiciar tiranías en Atenas, pero fracasaron (un ejemplo es el intento de Cilón, un noble ateniense yerno del tirano Teágenes de Mégara). Un intento de poner freno a los abusos de los eupátridas fue el intento de algunos grupos aristocráticos de imponer un sistema de leyes codificadas que la mayoría de los historiadores le atribuyen a Dracón, hacia el año 621 a.d.C. Las leyes draconianas estaban basadas en el antiguo derecho patriarcal, castigaban los delitos con gran severidad y aplicaban frecuentemente la pena de muerte, aun a los acusados con faltas leves. Por su excesivo rigor, las leyes de Dracón cayeron en desuso y no solucionaron el problema social de fondo que aquejaba a la población y los problemas sociales persistieron.

    Las reformas de Solón. Atenas estaba por caer en una completa anarquía cuando los diferentes puntos de conflicto, eligieron a Sólon para el arcontado (año 594 a.d.C). Solón pertenecía a la familia de los Medóntidas (que eran eupátridas), y fue uno de los primeros personajes importantes de la política griega. Solón dejó sin efecto el severo código de Dracón y, para satisfacer las demandas de los atenienses propició una serie de reformas. "Entre las reformas de Solón y las de Clístenes, a fines de siglo, en Atenas se implantó la tiranía de los Pisistrátidas que de forma inusual dio paso a la democracia […] Pero la propia tradición griega se encargó de ‘lavar’ la experiencia tiránica en Atenas forjando el ‘mito’ de Solón como ‘padre fundador de la democracia’." Bravo afirma que Solón, como eupátrida, pertenecía a la nobleza ateniense y sus formas políticas y sociales se corresponden con las de un régimen timocrático en el que el honor de los ciudadanos se adecuaba a su diferente capacidad económica. En el aspecto social, dividió a la población en cuatro clases, de acuerdo con su fortuna, los más adinerados tenían más derechos políticos, pero pagaban más impuestos. Estableció que todos los ciudadanos tenían libre acceso a la Asamblea del Pueblo (ecclesia), que era la encargada de votar las leyes. Solón creó el Consejo de los Cuatrocientos destinado a preparar los proyectos de leyes, y al que podían acceder sólo miembros de las tres primeras clases. El Areópago siguió administrando la justicia, pero estableció en Tribunal de Heliastas, destinado a la apelación de las sentencias de los arcontes, cuyos miembros eran ciudadanos pertenecientes a la última clase.

    División de clases con la reforma de Solón:

    CLASES

    DENOMINACIÓN

    RENTA

    CATEGORÍA POLÍTICA

    Pentakosiome – dimnoi

    500

    Plena

    Hippeis

    300

    Arcontado

    Zeugitas

    200

    Cargos menores

    Thetes

    -200

    Sin cargos

    En economía fomentó la industria y el comercio, favoreció al artesanado e introdujo un nuevos sistema de pesos, medidas y monedas. "Aunque el alcance político de este tipo de reformas es dudoso, su incidencia económica es indudable, dado que desde entonces los productos atenienses comenzaron a desplazar de los mercados orientales y occidentales a los corintios, a pesar de que Atenas hasta ca. 600 no había intervenido en el proceso de expansión colonial." Las leyes de Solón no quitaron en poder a las clases más altas, pero permitieron a los ciudadanos no aristocráticos enriquecidos (especialmente por el comercio), ocupar cargos más altos. Sus reformas con importantes, porque constituyen un importante antecedente del futuro sistema democrático ateniense, pero la obra política de Solón resultó insatisfactoria al no resolver los problemas sociales planteados por la creciente demanda de tierras.

    La tiranía de Pisístrato. "Las reformas de Solón no produjeron los efectos esperados, sino que, por el contrario provocaron el descontento generalizado de la ciudadanía." Los eupátridas se vieron perjudicados en el aspecto económico, mientras que las clases bajas (zeugitas y thetes), aunque mejoraron su situación, reclamaban el ansiado y prometido reparto de tierras. Este descontento generalizado provocó lo que los griegos denominaron stasis, que según Bravo es una situación de especial inestabilidad política y social que aquejó a la polis ateniense durante las dos primeras décadas del siglo VI a.d.C. En medio de esta situación de inestabilidad, Pisístrato, con el apoyo de una parte del demos de la ciudad y de campesinos de los alrededores, consiguió imponerse como gobernante en Atenas. Tuvo una serie de problemas hasta alcanzar el poder, fue desterrado durante diez años y en dos ocasiones tuvo que abandonar Atenas. El período de la tiranía de Pisístrato fue de gran provecho para la ciudad de Atenas, intensificó el comercio, promovió el monocultivo (vid u olivo) iniciado por Solón y favoreció las redes comerciales de Atenas en el Egeo. "Pero quizás el aspecto más destacado de la política de Pisístrato sea la realización de un ambicioso programa de ‘obras públicas’, con la finalidad no sólo de mejorar la ‘imagen’ de Atenas en el mundo griego, sino también de reforzar la base ideológica de su poder." La muerte de Pisístrato inicia una etapa confusa en cuanto al poder de la ciudad. Sus hijos Hipías e Hiparco, alternan el mandato con otros arcontes aristocráticos que quieren impedir el mantenimiento de la tiranía. En el 514 Hiparco es asesinado por un grupo de tiranicidas y en el 510, Hipías es obligado a huir a Asia Menor. De ese modo Atenas recobra lentamente la estabilidad política y el camino hacia la democracia esta preparado. "Atenas, que ya antes era poderosa, vio por aquel entonces –al desembarazarse de sus tiranos- acrecentado su poderío"

    4. Coyuntura histórica de la democracia ateniense. Las reformas de Clístenes. Existen diferentes opiniones con respecto al papel de Clístenes en el desarrollo de la democracia en Atenas. Bravo afirma que: "la llamada ‘revolución’ clisteneana no instauró la ‘demokratia’ en Atenas, pero si sentó las bases institucionales de un futuro funcionamiento democrático de la polis ateniense." Por su parte, Bowra sostiene que: "La democracia ateniense existía antes de Pericles y, desde un principio contenía muchos de sus rasgos característicos." Heródoto habla de la época de Clístenes como isegoría o libertad de expresión, mientras que Aristóteles se refiere a la isonomía que significa igualdad de oportunidades políticas El período posterior a la expulsión de Hipías, el último tirano, es confuso. Heródoto afirma que la caída de la tiranía debe ser atribuida a la familia de los Alcmeónidas, pero según Bravo existe una participación política y militar activa por parte de Esparta. Los Alcmeónidas habían tenido una política antitiránica constante y esperaban los frutos de su esfuerzo opositor que había sido de años, pero para llegar al poder necesitaban más apoyo del que poseían. Uno de los eupátridas era Clístenes, quien aprovechó la confusa situación política y puso de su lado a grupos de las clases bajas que habían visto mejorar su situación con Pisístrato y que ahora temían a un gobierno aristocrático que los perjudicara nuevamente. Tuvo una oposición clara liderada por un líder oligárquico llamado Iságoras quien recurrió a la ayuda de Esparta en su lucha contra Clístenes, pero no tuvo éxito. "Las reformas de Clístenes fueron ingeniosas, complejas y de largo alcance." Los habitantes del Ática estaban tradicionalmente divididos en cuatro tribus, cada una con su propia estructura interna de pirámide. Esta división era conflictiva porque traía problemas regionales entre los habitantes de la polis. Clístenes dividió la ciudad en cien demos, que a su vez formaban diez tribus, cuyos integrantes eran iguales ante la ley y pertenecían a zonas muy diferentes de la ciudad (cada demo contenía habitantes de la ciudad, del litoral y del campo). Esta división hizo desaparecer la importancia del sentimiento local como fuerza política y suponía la idea de que el Ática respondiese con mayor facilidad a la llamada de unidad nacional. "Atenas no sólo era un verdadera democracia, sino que estaba bien organizada contra las disensiones internas." Además de esa acertada división, Clístenes reformó el antiguo Consejo de los Cuatrocientos instituido por Solón y aumentó su número a quinientos para adaptarlo al número de las tribus. El Consejo era la autoridad administrativa suprema del Estado, era deliberativo y tenía la iniciativa de la configuración de las leyes. De esa manera, el Consejo se convirtió en un organismo representante del pueblo, pero la Asamblea, que decidía las cuestiones importantes, controlaba y moderaba su poder. Lo más importante que puede rescatarse de las reformas de Clístenes con respecto a la participación política de la población es que gracias a sus determinaciones casi todos los ciudadanos podían acceder a cargos públicos, si bien la tendencia aristocrática seguía en pie.

    1. La organización social ateniense estaba dividida en tres grupos fundamentales, los ciudadanos, los metecos y los esclavos. "El ciudadano no lo es por habitar en un lugar determinado (de hecho los metecos y los esclavos participan de la misma residencia)." Los ciudadanos eran todos los hombres libres, hijos de padre y madre atenienses que habían cumplido los diecisiete años. El joven ciudadano era empadronado luego de una detallada investigación sobre su origen, y en caso de notarse falsedad en los datos, se le confiscaban los bienes y perdía la libertad. Los metecos eran todos los habitantes del Ática que no tenían derecho a la ciudadanía, en su mayoría extranjeros domiciliados. Muchos de los metecos eran artesanos, pero la mayoría se dedicaba al comercio, que no era bien visto socialmente, pero que pasó a ser una fuente de riqueza para muchos. "Lo que llamamos esclavo, era una institución que variaba de modo considerable y significativo en las diferentes partes del mundo griego." En su gran mayoría, los esclavos eran prisioneros de guerra, y estaban sometidos a las tareas que su amo les encargara. Éste podía castigarlos, pero en Atenas estaba prohibido darles muerte. Según Finley, que aclara que el trato no fue igual para todos los esclavos griegos, les estaba permitido contraer matrimonio y poseer cierto "capital" propio. "En Atenas se ve claramente la separación entre las distintas categorías legales: la distinción entre hombre libre y esclavo, lo mismo que entre ciudadano y no ciudadano, es bien nítida y quedan eliminadas las categorías intermedias." En lo que respecta a la educación, en Atenas el tema era objeto los mayores cuidados. Se trataba de que los niños alcanzaran un desarrollo favorable tanto de su cuerpo como de su espíritu. La enseñanza era privada, por lo que las clases aristocráticas eran las mejor educadas. Desde los seis años, los niños asistían a la escuela, donde aprendían diversas actividades como la lectura, la escritura, los versos que relataban las historias de sus antepasados e incluso aprendían el manejo de instrumentos musicales. A los dieciocho años, el joven ingresaba en el ejército y a los veinte años, luego de un juramento, adquiría la plena ciudadanía. La educación para la política estaba reservada exclusivamente los descendientes de las familias aristocráticas, por lo que gran parte de los cargos políticos quedaban reservados a esta clase por una cuestión de formación.

    2. La sociedad.

      La prosperidad e independencia de Grecia en la primera mitad del siglo V a.d.C. se vio interrumpida por los proyectos imperialistas del poderoso imperio persa. Ambos pueblos procedían de un mismo tronco etnolingüístico, ya que ambos eran indoeuropeos. El elemento detonante de la guerra fue la rebelión una colonia griega en Asia Menor que no soportó las condiciones del dominio persa: Mileto. La rebelión de Mileto fue apoyada militarmente por Atenas, pero finalmente fue sofocada. Darío, el soberano persa, juro venganza por la participación de Atenas en contra de su imperio. Esta es la causa detonante de la guerra, pero existen elementos más profundos que pueden haber causado el conflicto, como el choque de dos sociedades poderosas militarmente como los griegos y los persas. En Heródoto puede notarse como la necesidad de territorio, la idea expansionista persa se ve frenada por los griegos y la confrontación se hace inevitable. Luego de la rebelión jonia, Darío se vio obligado a recuperar sus territorios de Tracia (al oeste del Bósforo) para reforzar sus posesiones occidentales y controlar algunos abastecimientos, especialmente de metales y grano, de las ciudades griegas. Luego de ese fortalecimiento, lanzó su primer ataque naval contra Atenas en el año 490. "Los persas desembarcaron en Maratón, y allí, entre las montañas y el mar, los atenienses, gracias a la unión de una táctica diestra, una moral elevada y una competencia física, los obligaron a retroceder hasta sus barcos. Tras esto, y durante diez años, Atenas se vio libre para ocuparse de sus defensas y preparar tanto el futuro de toda Grecia como el de sí misma." Heródoto es el historiador de la antigüedad indicado para extraer información a cerca de la guerra contra los persas, ya que fue casi un testigo contemporáneo de ellas. Según él, los persas enviaron seiscientas naves a la batalla de Maratón y las cifras que da con respecto a las muertes en ambos grupos son dudosas dada su notoria diferencia ("seis mil cuatrocientos bárbaros y ciento noventa y dos atenienses"). Maratón fue la primera gran derrota de los persas frente a los griegos, pero no hubo intervención de los espartanos, que envió refuerzos cuando la batalla ya había concluido. Darío murió sin poder vengar su derrota en Maratón. Lo sucedió su hijo Jerjes, que luego de reprimir una sublevación egipcia, destinó todas sus fuerzas a preparar un ataque contra los griegos. En al año 480 partió de Sardes con poderosísimo ejército y se dirigió a través de Tracia, Macedonia y Tesalia con el fin de atacar Atenas por el norte. El ataque fue tanto terrestre como marítimo. Los espartanos se enfrentaron con ellos en el paso de Las Termópilas, pero fueron derrotados numéricamente. Mientras se libraba la batalla de Las Termópilas, otro ejército griego situado al norte de la isla de Eubea se enfrentaba con resultado indeciso a las flotas navales persas. Entretanto, los persas habían saqueado Atenas e incendiado la Acrópolis; los habitantes de la ciudad se refugiaron en las islas de Salamina y Egina. El siguiente gran enfrentamiento fue el de Salamina, donde las flotas navales griegas vencieron contundentemente a las persas, que las triplicaban en número. Luego de la derrota, Jerjes se retiró de Grecia. "Cuando Jerjes se percató del desastre que había sufrido, ante el temor de que algún jonio pudiera sugerir a los griegos la idea de zarpar hacia el Helesponto para destruir los puentes, o de que se les ocurriese a estos últimos por su cuenta (con lo que se vería bloqueado en Europa y en peligro de muerte), empezó a proyectar su huida." A pesar de su huida, Jerjes dejó en Tesalia un poderoso ejército al mando del general Mardonio para seguir combatiendo. En al año 479 a.d.C. los griegos, a las órdenes de Pausanias (rey de Esparta) y Arístides, reunieron un ejército que venció a los invasores en la batalla de Platea. El mismo día, las naves persas que habían logrado escapar de Salamina fueron derrotadas en Micala, frente a la isla de Samos. Aunque los griegos habían desalojado a sus enemigos del territorio continental, la guerra marítima continuó en el mar Egeo y en las costas de Asia Menor. El jefe espartano Pausanias desalojó a los persas de Chipre y sitió Bizancio, pero dominado por la codicia, pactó con los enemigos, por lo que fue destituido y condenado a muerte. Esparta, que no era una potencia naval, no deseaba proseguir con la lucha en territorios asiáticos, y cuando se enteraron que sus tropas iban a estar en manos del ateniense Arístides, se retiraron. El jefe ateniense reunió unas doscientas ciudades con las que formó la Confederación de Delos, cuyos integrantes debían contribuir con dinero, naves y soldados. Atenas confió el mando de sus flotas a Cimón, quien durante cerca de veinte años prosiguió la lucha contra los persas. Logró expulsarlos del Egeo y de la mayor parte de Asia Menor. La Paz de Cimón puso fin a las denominadas "Guerras Médicas". La importancia de las guerras contra los persas radica en los grandes logros que obtuvieron, los griegos, pero especialmente los atenienses. Las grandes victoria durante la guerra, pusieron a Atenas en una situación hegemónica con respecto a las otras polis griegas. Además de su supremacía militar, se había perdido el miedo al poderoso Imperio Persa que comenzaba a debilitarse. Las ciudades griegas de Asia Menor fueron liberadas, y la navegación a través del Mediterráneo fue exclusiva de los griegos.

    3. Las Guerras contra los Persas.

      Desde mediados del siglo VI a.d.C., se produce una profunda transformación en el mundo de las polis. La tendencia que cada ciudad – estado tenía hacia la autonomía política y autosuficiencia en su abastecimiento, se debilita cada vez más. Bravo explica que además, la época de las tiranías en la etapa arcaica había demostrado que era necesaria la intervención de polis fuertes militarmente, como el caso de Esparta, para recomponer el orden. Aunque Esparta no conoció regímenes tiránicos, estuvo siempre amenazada por interiormente por los grupos no privilegiados de su sistema: los ilotas. "Por esta razón Esparta era la primera interesada en contar con el apoyo militar exterior ante una potencial rebelión interna en el Peloponeso, que minaría las bases económicas de su peculiar sistema político." Hacia el fines del siglo VI empezaron a estrechar relaciones con las polis más cercanas a su territorio (como Tegea, Corinto, Mégara). Este grupo de ciudades que se formaba fue por intereses mutuos y la hegemonía era espartana, y su inicio se corresponde también con una serie de intervenciones espartanas en el Ática. Este grupo se denominó la Liga del Peloponeso. "Esparta había concertado con cada uno de los estados – miembros que serían integrados en un tratado multilateral que estipuló los derechos y obligaciones de los coligados." En cuanto a Atenas, la guerra contra los persas, tuvo un gran significado en la conformación de la Liga Helénica. Si bien todas las polis habían intervenido de alguna manera en el conflicto, se había notado la superioridad de Esparta y de Atenas. El miedo a una nueva serie de ataques persas dio lugar a la conformación de una agrupación de ciudades denominada Liga Helénica. Esta liga estuvo comandada particularmente por los espartanos, pero el nacimiento de la Liga de Delos en torno a Atenas, y la ya existente Liga del Peloponeso, hicieron que la Liga Helénica no tuviera los resultados esperados. Dada la mayor coincidencia de intereses entre los atenienses y los jonios, estos grupos se mantuvieron unidos luego de la guerra contra los persas y se juraron mutua defensa ante nuevos ataques. Ante la evidente superioridad de Atenas con respecto a los otros integrantes, su hegemonía fue inevitable y el grupo fue denominado Liga Ática, pero los estados pertenecientes fueron declarados iguales. El control de las finanzas de la liga fue confiado a un grupo ateniense. En el momento de su máxima expansión hacia mediados del siglo V, la Liga Ática estaba formada por polis de seis diferentes áreas regionales griegas: Ática (Atenas y la isla de Salamina), Asia Menor (Mileto, Éfeso, Colofón, Halicarnaso, etc.), islas del Egeo (Eubea, Rodas, etc.), ciudades del Helesponto, colonias y ciudades de Tracia (Estagira, Abdera, etc.) y colonias y ciudades de la Calcídica (Samotracia, Potidea).

    4. Las ligas y las hegemonías.

      Luego de las reformas de Clístenes, el siguiente personaje importante en la evolución política de Atenas fue Efialtes, él introdujo importantes cambios en la constitución ateniense. Aparentemente, luego de la guerra contra los persas el Areópago recuperó ciertas atribuciones en el gobierno de la ciudad. "Esto implica que el viejo Consejo había usurpado algunas funciones, de las que había quedado virtualmente relegado tras las reformas de Clístenes." Hacia el año 462/61 Efialtes convenció a la Asamblea acerca de la necesidad de tomar medidas contra el creciente poder del Areópago. Lo que el político Ateniense logró fue expulsar a algunos de sus miembros, recuperar las atribuciones administrativas que había tomado dicho órgano y privar al Areópago de sus atribuciones políticas que fueron distribuidas hacia la Asamblea, el Consejo de los 500 y los tribunales populares. De esta manera, el Areópago perdió todo su poder hasta que fue recuperado por la oligarquía en el 404. Las reformas de Efialtes tuvieron una reacción política importante que le costó la vida en manos de algunos aristócratas expulsados del Areópago. Para esa época había cobrado importancia en la escena política Pericles. Pericles era hijo de un importante militar ateniense llamado Jantipo. Gobernó Atenas durante más de treinta años (desde el 460 hasta el 429) y nunca quiso ser arconte, prefiriendo compartir con nueve personas más el cargo de estratego, para el cual fue electo en quince oportunidades. Realizó diversas reformas que llevaron a la democracia ateniense a su máximo esplendor. "El objetivo primordial de estos cambios era lograr una mayor participación de ‘todos’ los ciudadanos en las tareas de gobierno, aunque la 4° clase soloniana (thetes) quedó de hecho relegada del ejercicio de las magistraturas importantes (arcontado) y los cargos que requerían una alta cualificación profesional (estrategas); en cambio los ‘zeugitas’ (3° clase) tuvieron acceso al arcontado desde 457/56." Pericles también organizó una serie de colonias agrícolas y comerciales fuera del Ática con el fin de disminuir el exceso de población en Atenas. En previsión de una guerra contra Esparta, fortificó la ciudad de Atenas y el puerto del Pireo. Bravo define el gobierno de Atenas durante la época de Pericles como "democracia radical" o "directa", pero aclara que no todos los elementos de la población tenían la posibilidad de formar parte del gobierno de la ciudad y dice (citando a Finley) que "de todos modos el control de la democracia quedó en manos de un reducido grupo social que acabó convirtiendo al sistema en ‘demagogia’." Durante el gobierno de Pericles se produjo un florecimiento de todos los aspectos de la cultura, que hizo de Atenas un de los principales centros artísticos y culturales de su época. Uno de los principales temas de discusión con respecto a este período de la historia de Grecia es el del denominado "imperialismo ateniense". Existen autores que afirman que no puede denominarse "imperio" al tipo de dominio que ejerció Atenas, mientras que otros afirman que puede ser denominado "imperio económico", como lo afirma Finley. Lo cierto es que "las polis implicadas no perdieron su autonomía política sino que, en teoría sólo vieron hipotecada su política exterior. " En su obra "La Grecia Antigua: Economía y Sociedad", Finley dedica el capítulo segundo a hacer un análisis económico del Imperio Ateniense, el autor firma que no pretende restar importancia al aspecto político del imperio, ni que el aspecto político y el económico no se encuentren relacionados, pero la cuestión económica fue la primordial en las relaciones exteriores atenienses y el factor con el que se impuso principalmente, que se encuentra a su vez íntimamente relacionado con el elemento militar. "En cualquier estudio del imperio ateniense hay que considerar juntas las dos categorías (servicio militar – naval y tributo), porque juntas fueron manipuladas por Atenas durante la mayor parte de la historia del imperio." Según Finley, cuando se fundó la Liga, los miembros se dividían entre los que colaboraban financieramente y los que lo hacían con barcos y tripulaciones. Con el paso del tiempo, el segundo grupo de fue reduciendo hasta que quedó integrado sólo por dos polis. Por lo tanto, parece correcta la definición que hace Finley del imperio ateniense como un imperio económico, ya que los tributos de los miembros de la Liga fueron su principal sustento.

    5. El Imperio Ateniense: la época de Pericles.

      La Guerra del Peloponeso, posee gran importancia, ya que marca un gran cambio en el rumbo de la civilización griega. Las dos citas siguientes demuestran la importancia que le dan los estudiosos del Mundo Antiguo a Guerra del Peloponeso. La primera corresponde a Plácido Domingo: "El año 431, en el que se inicia la Guerra del Peloponeso, representa el final de un período, la Pentecontecia, que, gracias a una serie de circunstancias reales, unidas a la elaboración ideológica que se hizo de la misma, ha llegado a ser simbólica de una gran parte de las características que suelen atribuirse a la Grecia Clásica.". La segunda corresponde a Austin y Vidal – Naquet: "La Guerra del Peloponeso significó un giro decisivo en la historia de Grecia, tanto si la consideramos en sus aspectos políticos y militares, como si lo hacemos desde los sociales y económicos. Indica en efecto la decadencia de la ciudad como marco esencial de la civilización griega, y su sustitución durante el siglo IV por nuevos marcos, en particular por la monarquía, que será la forma predominante durante la época helenística." Como se mencionó anteriormente, al finalizar la guerra del contra los persas, las ciudades griegas estaban divididas en dos grandes grupos, las de la Liga del Peloponeso, encabezada por Esparta y la Liga Ática, encabezada por Atenas. Según relata Tucídides, la principal causa de la Guerra del Peloponeso fue el miedo de los espartanos al poderío ateniense. El historiador explica la votación de los lacedemonios, diciendo que los ateniense habían violado un tratado con Esparta. "Los lacedemonios votaron que el tratado había sido violado y que se debía hacer la guerra, no tanto porque hubieran sido persuadidos por los discursos de sus aliados como porque temían que los atenienses se hicieran más poderosos." Existían muchas diferencias entre ambos estados griegos; en lo político, existía una clara rivalidad entre las ciudades jónicas, apoyadas por Atenas y los gobiernos aristocráticos dorios apoyados por Esparta y en lo económico, la expansión comercial de Atenas lesionaba los intereses espartanos. El "imperio ateniense", basaba su poderío en sus flotas marítimas, consideradas las mejores y más eficientes desde la guerra contra los persas y por lo tanto, dominaba la mayoría de las ciudades marítimas. Por su parte, Esparta dominaba gran parte de las ciudades del interior y confiaba en sus equipos terrestres. La primera batalla estalló en el año 431 a.d.C., y la guerra duró veintisiete años, hasta el 404, y concluyó con la derrota de Atenas. Según el análisis de Tucídides, la guerra constó de tres etapas fundamentales: la primera duró diez años y se inicia con la invasión del Ática por los espartanos y se prolonga hasta la paz de Nicias; la segunda parte duró siete años y fue un período de relativa calma que se caracteriza por la expedición a Sicilia en la que los atenienses atacan a ls espartanos en una de sus colonias principales; y la tercera parte es denominada La guerra de Decelia, que termina con la victoria y el agotamiento general de toda Grecia.

    6. La Guerra del Peloponeso.
    7. La crisis de la polis.

    Muchos autores coinciden al afirmar que el declive del poder de la civilización griega se da como consecuencia del desgaste del sistema que produce la Guerra del Peloponeso. El siglo IV a.d.C. fue el marco temporal en el que la crisis de la polis se hizo presente. Según Vidal – Naquet y Austin: "Si algo caracteriza al siglo IV es ante todo la guerra. El estado de guerra se convierte casi en permanente. De 431 a 338, es decir, durante casi un siglo, el mundo griego conoció casi constantemente la guerra generalizada, al margen, por supuesto, de los conflictos locales." El primer síntoma de la crisis que se hace presente es el fracaso del imperialismo de Atenas, que había resultado exitoso durante el siglo V. Según Michael Mann, Atenas no quería renunciar a la hegemonía que había obtenido, "pero no tenía la suficiente fuerza para defenderla contra la revuelta encabezada por Esparta en la Guerra del Peloponeso. A su vez, la victoria de Esparta inauguró su propia y breve hegemonía a partir del 413. Tebas y Atenas se liberaron de esa hegemonía en los años siguientes al 380. A partir de entonces, ninguna ciudad – estado obtuvo la hegemonía ni la coordinación de la defensa regional." Según la teoría de Mann, la caída de la antigua Grecia tuvo una forma militar, dice que hacia el año 360 incluso Esparta había comenzado a reclutar hoplitas mercenarios. Estos mercenarios no eran ciudadanos ni estaban comprometidos con los asuntos políticos de las polis, esto "debilitó la democracia interna de la polis." Además los costos de la guerra de hicieron cada vez más altos, tanto que ya ni las grandes polis se los pudieron permitir. Dos tipos de jefes militares fueron teniendo cada vez más poder: el general / tirano mercenario y los reyes de las zonas del norte, que podían movilizar grupos armados sin tantos costos financieros (o políticos) como las polis del sur. Mann afirma que en ese momento, algunos grupos aristocráticos empezaron a traicionar a la democracia y a iniciar negociaciones con los nuevos agentes de poder. Esta etapa llega a su fin cuando Filipo, rey de Macedonia logra establecer una eficaz red de poder que le permite a su hijo desarrollar una idea imperialista que se encuentra con las debilitadas polis griegas que pronto se vieron sometidas.

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