LA JUVENTUD TEMPRANA Y MEDIA
El Comienzo de La edad adulta: La juventud
Todo lo que ha llegado a su vida hasta ahora, comenzando desde su nacimiento – las experiencias, los golpes, las alegrías, las influencias – está por desembocar en lo que será su forma "final": Dicho de otra manera, lo que dentro de pocos años él llegará a ser un adulto, ahora en la juventud se le está cristalizando, se le está cuajando. Para darle diferente forma, ya es un poco tarde, aunque no del todo. La juventud es la etapa en que se concreta en su vida aquello que él ha venido recibiendo; de arraigar lo recibido. Pero este arraigo no será tanto por obra de padres, maestros y pastores, sino por el ejercicio de su propia voluntad, decisión y acción. Cabe señalar que, si estuviéramos viviendo en una sociedad simple, agrícola, donde el hijo trabaja al lado del padre desde los 9 años, aprende de la vida de él, de sus tíos y vecinos, en una cultura donde no fueran necesarios tantos años de educación formal en escuelas y universidades, nuestro joven de 18 años sería un adulto, adiestrado para afrontar el desafío y las vicisitudes de la vida. En esas culturas _ que aún existen en ciertas latitudes del mundo hoy – el desarrollo emocional de los jóvenes coincide más y mejor con su desarrollo físico.. Nuestros jóvenes no son adultos aún.
El rol de la familia en pleno
En este período, la familia de origen ya no ocupa el lugar fundamental que tenía en las etapas anteriores. El joven es más independiente, y el papel que juega la familia es de consejera y orientadora. Ya el joven está en capacidad de tomar sus propias decisiones y responsabilizarse con su propia vida. El incremento de la madurez y el autocontrol en esta etapa, se expresa en relaciones más activas y afectivas. En la juventud se profundiza la formación de la personalidad. Los motivos dirigidos a la superación profesional, posibilitan una regulación interna de la personalidad basada en la autodeterminación consciente; que garantiza la madurez y responsabilidad necesaria en la proyección futura (Fernández, 2003).
El rol de los padres
Según la fuerza de la visualización y anhelos de los jóvenes, así serán sus convicciones, fe y fuerza de decisión al llegar el momento de determinar rumbos. Una vez que él se defina, los padres deben acudir para apoyar y ayudarle a encauzarse hacia lo propuesto. Vivir con los hijos esos momentos y caminar con ellos hacia su realización, es una gloria para los padres.
Salud y condición física
Los adultos jóvenes por lo general se encuentran en la cima de la salud, fuerza, energía y resistencia. También están al máximo de su funcionamiento sensorial y motor. Para los 20 años la mayoría de las funciones corporales están totalmente desarrolladas. La agudeza visual optima entre 20 y 40 años y el gusto, olfato y sensibilidad al dolor y la temperatura usualmente permanecen intactos hasta a los 45 años. Sin embargo, una pérdida gradual de la audición, lo cual es común que comience durante la adolescencia, se hace más evidente después de los 25 años, en especial para los sonidos más agudos. Otros factores de estilo de vida que tienen una relación fuerte y directa con la salud y la condición física es la nutrición, obesidad , el sueño, consumo del alcohol y de drogas donde influyen mucho las influencias indirectas como la posición socioeconómica que tenga, la raza u origen étnico, el género y las relaciones.
Relaciones sociales
La mayoría de los jóvenes adultos tienen amigos, pero cuentan con un tiempo cada vez más limitado para estar con ellos. Las amistades de las mujeres suelen ser más intimas que la de los hombres.
Estado emocional
La edad adulta temprana es una época de cambios drásticos en las relaciones personales. Los adultos jóvenes buscan la intimidad emocional y física en sus relaciones con los pares y los compañeros románticos. La autorrevelaciòn y un sentido de pertinencia son aspectos importantes de la intimidad. Las relaciones intimas se asocian con la salud física y mental. Aunque internet ofrece mayores oportunidades de comunicación, también conduce a un debilitamiento de la intimidad y a una disminución en el bienestar psicológico.
Problemas y tensiones que experimentan
El joven ya piensa por su propia cuenta, y afectivamente tiene que hacerlo así. Así que tiene que reconocer con realismo que la vida no es un picnic de fin de semana; hay luchas, pugnas y peligros. El debe particularizar los problemas y tensiones que más le afectan y buscar sortear los mismos con fe, convicción y coraje. Los padres deben, también, interpretar acertadamente las tensiones que vive el hijo y apoyarle en su orientación para con las mismas. Entre los problemas y tensiones que experimentan los jóvenes figuran las siguientes:
El impulso sexual en los varones. Las ansias del matrimonio de parte de las jóvenes.
Los estudios: entre lo que quisiera estudiar, lo que puede y lo que resultaría beneficioso para su posterior inserción en el mercado laboral. Las chicas necesitan orientación para equilibrar la tensión entre el estudio y la formación de su hogar.
La música moderna, la vestimenta y las modas cambiantes.
La televisión., internet, las atracciones, las distracciones y las diversiones.
Los partidos políticos y la inserción del joven cristiano en la política, la relación de la iglesia con el estado, la diferencia generacional, etc.
LA ADULTEZ TEMPRANA, MEDIA Y MAYOR
La adultez es la etapa comprendida entre los 18 y los 60 años aproximadamente. En esta etapa de la vida el individuo normalmente alcanza la plenitud de su desarrollo biológico y psíquico. Se consolida el desarrollo de la personalidad y el carácter, los cuales se presentan relativamente firmes y seguros, con todas las diferencias individuales que pueden darse en la realidad. De este modo la edad adulta constituye un período muy extenso dentro del ciclo vital.
Adultez temprana
a. Características:
En lo biológico, las funciones están en su máximo funcionamiento, están estables, lo que se traduce en seguridad, poder y dominio, hay fortaleza, energía y resistencia física. Además las mujeres tienden a vivir más que los hombres, en parte por razones biológicas, pero quizás también porque son más consientes de la salud. Los factores del estilo de vida como la dieta, la obesidad, el ejercicio, el tabaquismo y el consumo o uso de drogas afectan la salud y la supervivencia.
b. Desarrollo Social y Personalidad
Los humanos cambian y crecen en muy diversos aspectos durante el período de los 18 a los 40 años. Durante estas 2 décadas se toman muchas de las decisiones que han de afectar al resto de la vida, con respecto a la salud, felicidad y el éxito del individuo. Se trata de una fase de importantes cambios sociales en los ámbitos de la vida profesional y familiar, cambios que se resumirían en la apropiación de aquellos roles requeridos para la ejecución de una serie de tareas como la elección de un compañero/a, comienzo de una ocupación, aprendizaje en la convivencia marital, paternidad y cuidado de los hijos, atención del hogar, adquisición de responsabilidades cívicas, localización de un grupo de pertenencia, entre las principales.
c. Sexualidad
Es una etapa en la cual se toman decisiones muy importantes tales como matrimonio, el trabajo y el estilo de vida en general. Para algunos los primeros años de la adultez son tiempos de incertidumbre. Para otros, de satisfacción sexual. Los conflictos aparecen por causa de las culpas sexuales o la inmoralidad conservada de años anteriores. Aparecen patrones de comportamiento sexual tales como el experimentador(a). Este tipo de comportamiento se basa en medir la frecuencia, variedad y eficacia del sexo. El individuo ve al mundo como un campo de juego ya que "ahora es el momento… luego formalizo". Otro tipo de comportamiento sexual es el buscador(a). Esta persona busca la pareja y relación perfecta para casarse. Desarrolla las relaciones sexuales buscando este norte. En ocasiones, se une a otra persona para probar el éxito de una relación formal futura.
Adultez Media
En esta etapa las personas participan plenamente en las actividades sociales. Se ingresa en la vida profesional. Las principales preocupaciones son encontrar un trabajo permanente y encontrar cónyuge para formar un hogar. Se consolidan los roles sociales y profesionales.
a. Características:
Descenso de habilidades sensoriales y capacidad física.
Periodo fructífero del trabajo profesional y creativo.
Tensiones del trabajo afectan bienestar físico y emocional.
Se encuentran atrapados entre cuidado de adolescentes y ser padres ancianos.
Se da una relativa estabilidad a nivel material y en el campo de las relaciones sociales. Con la experiencia se logra una mayor integración del conocimiento. La eficiencia se relaciona con la experiencia.
Integración de la personalidad: se es menos vulnerable a las presiones externas, se saben manejar mejor.
Después de los 30 empieza un ligero declive de las funciones físicas. Se mantienen en esta etapa los roles sociales y profesionales. Es un período especialmente propenso para echar la vista atrás y ver que ha sido de los sueños, ilusiones y proyectos anteriores. Se trata también de una etapa de gran productividad, especialmente en la esfera intelectual y artística, y es en definitiva el período en el que se consigue la plena autorrealización.
b. Cambios Físicos
En la Mujer:
Físicamente, en la mujer se vive la menopausia (45-50).
Disminución fluctuante.
Aquí si se da la pérdida de una función: la capacidad reproductora. Mal genio, labilidad, falta de energía. Desajuste en relación al equilibrio anterior. Sintomatología física (cambios) y psicológica: "me estoy poniendo vieja, ya no puedo tener más hijos".
La mujer va a vivir mucho más aceptadamente la vejez, siempre que no haya centrado su autoestima en el atractivo físico.
En el Hombre:
Andropausia en los hombres: disminución de la hormona masculina (testosterona).
Disminución en la cantidad de esperma y su velocidad.
Disminuye la frecuencia de las relaciones sexuales.
Con la pérdida de la testosterona se da una cierta inestabilidad sexual, se requiere más estimulación y apoyo de parte de la pareja.
La adultez mayor
Actualmente se definen dos sub-estadios:
3° Edad: 60 – 79 años.
4° Edad: 80… más años.
Los principales cambios físicos en esta Etapa son: La disminución en las habilidades sensoriales y la disminución en la psicomotricidad.
a. La Edad del Adulto Mayor: Una etapa vital.
El adulto mayor constituye una etapa vital que puede tener elementos de desarrollo personal, aunque este desarrollo vaya en dirección contraria a los valores predominantes en la sociedad actual.
b. El Adulto Mayor: fuente de cultura
La experiencia más importante que la persona mayor posee, no radica en sus conocimientos técnicos, que los jóvenes poseen en mayor cantidad, sino en el conocimiento de los problemas psíquicos y sociales que él posee por el mero hecho de haber vivido. Él tendrá por su experiencia posibles respuestas para los temas contemporáneos de crisis individual, diálogo entre generaciones, conflicto entre grupos y tantos otros problemas psicológicos contemporáneos.
c. El adulto mayor en su contexto familiar y social: Problemáticas más sentidas
La jubilación
Otro problema para el Adulto Mayor es el de la jubilación. Ha pasado a ser de un día a otro una persona improductiva. Hay que tener en cuenta también la evolución cultural y las nuevas ocupaciones de ocio, relación con los demás. La dependencia de la familia por carencia de ingresos económicos. Hoy entre los Adultos Mayores existen varios sin ingreso alguno y entre un 7 y un 8 por ciento de la población de Adultos Mayores está percibiendo el fondo de asistencia social. La jubilación no afecta igual al hombre que a la mujer; el hombre deja su actividad laboral y se convierte, de ordinario, en improductivo, inactivo: por el contrario la mujer sigue desarrollando sus actividades hasta que sus fuerzas físicas o su actividad mental se lo impidan.
Existencia ignorada y marginada por la sociedad
El hombre actual, que con tanto énfasis habla de progresismo, ha reducido la edad del Adulto Mayor a un mero apéndice del cuerpo social. No faltan, incluso, cirujanos sociales que abogan por la extirpación y propugnan una situación marginal para este colectivo. Por eso, ignorado o marginado al Adulto Mayor le estamos negando un cúmulo de valores, muchos de ellos permanentes, que, a través del crisol de la vida, nos han legado las generaciones pretéritas. Y es más, estamos despreciando una fuente de inagotable riqueza espiritual, un eslabón de la cadena generacional, un cordón umbilical que, además de unirnos a las generaciones que nos precedieron, nos nutre culturalmente.
El adulto mayor en el seno de la familia
Modernas concepciones sobre el rol del adulto mayor en la familia:
La familia es algo que se ha deslindado por la modernidad de lo que supone la ayuda al Adulto mayor. Actualmente parece ser que el Adulto Mayor solamente compete a la responsabilidad de la sociedad. En la actual familia, reducida de tamaño, despegada de los familiares, metida en espacios vitales mínimos, el abuelo tradicional no tiene cabida. Los padres Adultos mayores quedan solos, nunca llegan de verdad a ser abuelos y amputados de este rol pierden su fuerza mayor y más universal. Pero la familia moderna también se resiente de su pérdida: al haber quedado sola la pareja humana con sus dos o tres hijos –como medida estadística– ha ganado en autenticidad y personalidad, pero se cargado de tensiones, se ha hecho tremendamente explosiva y frágil. Ello es debido a que el abuelo, con su enorme carga afectiva y su autoridad reconocida, servía para amortiguar choques, suavizaba conflictos, actuaba de intermediario en las disputas, derramaba serenidad y sabiduría en las inevitables asperezas de las relaciones familiares.
Modernas concepciones sobre el rol del adulto mayor en la familia:
El estatuto del adulto mayor ha sufrido un revés a partir de la revolución industrial. El Adulto Mayor poseía, en el mundo rural, una gran experiencia en el campo de la producción y de la economía, la agricultura y la ganadería, basada no en conocimientos raciones y científicos, sino experimentales, que se transmitían de padres a hijos. El saber acumulado por vía oral era transmitido por los mayores, e iba acompañado de prestigio y de poder. La moderna revolución industrial y el fenómeno del urbanismo, han roto estos moldes tradicionales y han introducido, entre otros muchos aspectos, de la vida, una profunda transformación y cambio en la percepción del rol y estatuto social de los Adultos Mayores. Los hijos han conseguido su propia autonomía y ya no dependen exclusivamente de los padres, aparte de que por lo general han abandonado el campo para integrarse en el mundo urbano e industrial. Esto ha creado nuevos problemas en el ámbito familiar.
d. Problemáticas socio-familiar
La familia, una vez adquirida plena conciencia de la problemática del Adulto Mayor, tiene que jugar un papel de alta eficacia indispensable para lograr su integración en la sociedad. Es ella la única capaz de lograr que adquieran confianza en si mismos y, ello es así, por cuanto que ejerce una influencia moral, con fuerza suficiente, para hacerlos comprender que su situación no afecta en nada respecto a la consideración, al afecto, a la estima que se les tiene en igualdad a los demás y que, al no existir discriminación alguna, se pone en evidencia al vivir en paridad de oportunidades, en directa aplicación de lo que en justicia les corresponde. El Adulto Mayor es un miembro más en la sociedad con unas dificultades somáticas suplementarias a las que se consideran normales. Pretendemos que el Adulto Mayor pueda vivir dentro de sus posibilidades tan intensamente como cualquier otra persona.
e. Convivencia familiar.
La comunicación entre sus miembros:
La convivencia familiar presupone: espíritu de servicio, respeto a la personalidad, tolerancia, actitud de apertura ante los valores de los demás y englobándolo todo, capacidad de comunicación. La comunicación exige un conocimiento o intuición del mundo íntimo del cónyuge y de los hijos, con lo cual superamos las prevenciones, timideces, prejuicios y resistencias mutuas. Si, de antemano vamos, a la convivencia marcados por una cultura estereotipada, ésta influye a la hora de comunicarnos, de convivir en suma.
El aislamiento:
Parece ser que un rasgo definitorio de la familia actual es el aislamiento; aislamiento entre los propios miembros y del hogar respecto al mundo exterior. Las relaciones entre parientes, amigos, vecinos se diluyen cada día más debido a la incomunicación, el stress y la estructura laboral de pluriempleo que absorben energías y tiempo. A veces incluso debido a viviendas de reducidas dimensiones que hace imposible la vida en común. No obstante, esta circunstancia puede aportar a la familia disgregada un elemento positivo. En los Adultos Mayores, el análisis de la problemática en la convivencia familiar nos lleva de la mano al estudio de las distintas soluciones de alojamiento.
Dependencia económica y afectiva de la familia:
Es indudable que el Adulto Mayor busca refugio en la familia ante la disminución psíquica, orgánica y laboral que sufre, pero también es cierto que la ligazón afectiva que ha existido por nuestros mayores, la veneración de "los nietos por los abuelos" se va debilitando. Antes, la vida se desarrollaba en la casa paterna y el padre era el jefe de familia hasta su muerte; hoy el concepto de unidad familiar va desapareciendo, llegándose a la llamada separación de generaciones.
f. Relaciones conyugales
La relación marital es una e las más importantes, quizá la más importante relación experimentada en los años adultos. La satisfacción con el matrimonio alcanza su menor nivel en la mediana edad para aumentar después; con la vejez la satisfacción marital alcanza cuotas mayores que con ningún otro grupo de edad. Los maridos y las esposas experimentan una mayor intimidad y compañerismo, calificándose mutuamente de forma positiva. El rol del marido varía desde el de suministrador al de ayudante, y el rol de la mujer reclama que ella aporte mayor cantidad de amor y comprensión que antes. La salud llega a ser una importante fuente de preocupaciones y las esposas se convierten en más dominantes en la situación marital que en cualquier otra edad, indudablemente debido en parte a la situación provocada por la mala salud del marido. La imagen del matrimonio en los últimos años de vida es muy positiva, aunque perturbada por los problemas de salud, primordialmente, y por la posibilidad de la muerte de alguno de los cónyuges, normalmente el marido.
g. Sexualidad
También las relaciones sexuales pueden constituir una fuente importante de conflicto para la pareja. Con el pasar de los años, es cierto que se producen una serie de cambios biológicos, y a su vez, cambios en la psyche. En términos del aspecto de la sexualidad, esto también ocurre. Las personas mayores presentan ciertos problemas en lo que se refiere a este tan picante tema. Ocurren diversos procesos, sobre todo en el cambio biológico, se pierde el libido, llegar a una erección es mucho más dificultoso, entre otros factores. En el caso de la mujer, más que todo influyen factores psicológicos, los cambios que se producen en el cuerpo. Y sobre todo, aquellas creencias que la persona dependen de la belleza física. Otro gran problema se debe a que cuando ocurren cambios en la producción hormonal, la mujer no puede lubricar de una manera adecuada, entonces, se vuelve más dificultoso la práctica del coito. Y todo ello crea una cierta inseguridad o recelo en la propia capacidad sexual y motiva un fracaso de las relaciones con el otro cónyuge.
h. Relaciones entre padres e hijos
Las relaciones entre padres e hijos son más complicadas en esta etapa de la vida, sobre todo en el caso que tengan que convivir en el mismo domicilio, puesto que al invertirse los papeles que ahora juegan en la vida afloran fácilmente conflictos antiguos y olvidados. Además en nuestra época el llamado conflicto de generaciones es muy agudo, probablemente debido a la velocidad y la profundidad de los cambios de opiniones y costumbres que han surgido en los últimos decenios, por lo que una inmensa mayoría de Adultos Mayores, al no poder seguirlos, se sienten aislados del resto de sus semejantes y surgen en ellos la depresión o la ansiedad, haciéndose más irritables y ensimismados. Los problemas existentes en las relaciones entre padres e hijos se plantean con toda su crudeza cuando los padres son senescentes.
i. Síndrome del nido vacío
Cuando los hijos comienzan a crecer, los padres sienten que sus vidas cambian. Y, en cierta medida, esto es muy cierto. Los padres dedican tanto tiempo a sus hijos, que en cierta manera, llegan a depender de ellos. Sin embargo, cuando los hijos hacen sus vidas, y salen del nido en el cual han sido criados, ¿Qué sienten los padres? Ahí es dónde se empieza a formular el problema del nido vacío.
Autor:
Lic. Carlos E. Merino Morillo
Maestría en educación Superior – UNSAAC, Cusco-Perú.
Marzo, 2013.