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Enfermedad de Parkinson

Enviado por Carmen Gutierrez


Partes: 1, 2, 3

  1. Introducción
  2. ¿Qué es la enfermedad de Parkinson?
  3. ¿Cuáles son sus síntomas?
  4. ¿Cuál es su causa?
  5. ¿A quién afecta?
  6. ¿Cuál es su evolución?
  7. ¿Puede curarse?
  8. Solucionando problemas diarios
  9. Dieta en la enfermedad de Parkinson
  10. Medicamentos que el paciente con enfermedad de Parkinson no debe tomar
  11. Ejercicios que debe practicar el paciente
  12. Ideas prácticas sobre cómo manejar los desafíos comunes de la enfermedad de Parkinson
  13. Dr. James Parkinson (1755-1824)

Introducción

Vivir con una enfermedad crónica -como la Enfermedad de Parkinson (EP)- es mucho más que padecerla: Significa conocerla en su totalidad y descubrir cómo afectará nuestra vida diaria, nuestros planes, objetivos, deseos, ilusiones, relaciones e interacciones, para, finalmente, aprender ese nuevo modo de vivir a que nos obliga y que, en parte, se hará más o menos difícil según nosotros aprendamos a conocerla y a descubrir sus puntos débiles.

El primer punto débil que debemos reconocer es que conociéndola podremos luchar más eficazmente contra ella: La ignorancia de la misma solo la fortalece.

El segundo punto débil nos lleva a una gran verdad; como en todos los casos de enfermedades crónicas, la ignorancia de la familia respecto a la enfermedad, a su tratamiento y a su rehabilitación solo la fortalece: la EP no sólo vive en el paciente sino también en sus familiares.

El tercer punto débil hace referencia a su tratamiento actual: Es una enfermedad que puede ser tratada eficazmente. Para ello, los pacientes deberán tomarse los medicamentos de una forma continuada y tal como la prescribe el médico, es decir, a la hora y en las cantidades exactas. Una actitud contraria solo la fortalece.

El cuarto punto débil es quizás, paradójicamente, el más difícil de atacar: Modificar nuestros hábitos de vida y mantenernos físicamente activos. La pereza solo la fortalece. A pesar de saber que el tratamiento farmacológico de la enfermedad es un 50% del tratamiento global y que el ejercicio físico continuado, constante y repetitivo corresponde al otro 50%, modificar nuestros hábitos de vida y mantenernos físicamente activos sigue siendo lo más difícil de alcanzar. Parece que nos olvidamos que mantener y conservar nuestra autonomía e independencia es uno de los determinantes más importantes de nuestra calidad de vida.

Cuando el resultado de una enfermedad es la cronicidad -como la EP-, la prevención terciaria ocupa un papel primordial mediante las actividades encaminadas a la rehabilitación y a la reinserción social, que persiguen como objetivo fundamental el máximo de autonomía a fin de posibilitar al paciente una buena adaptación en su nueva situación. Este es, junto a los anteriormente señalados, unos de los propósitos básico de este manual.

Finalmente, debemos siempre mantener presentes sus puntos fuertes: El que nadie la conozca, ni siquiera el paciente o sus familiares, no tomarse los medicamentos según las indicaciones del médico, la pereza y la falta de constancia con los ejercicios.

¿Qué es la enfermedad de Parkinson?

La EP es una enfermedad del Sistema Nervioso Central ("cerebro") de carácter degenerativo, crónico, progresivo y lento, que afecta a la zona del cerebro encargada del control y coordinación del movimiento, del tono muscular y de la postura. En esta zona, llamada sustancia negra, existe un componente químico, la dopamina, compuesto esencial para la regulación de los movimientos, es decir, para que los movimientos se realicen de una forma efectiva y armónica. Así, en la EP se produce una "degeneración" de la sustancia negra (de causa desconocida) cuya consecuencia es la disminución de la dopamina. Es por ello que las principales manifestaciones de la enfermedad expresan un control deficiente de los movimientos: Temblor, lentitud generalizada (bradicinesia), rigidez y alteraciones de la postura y de la marcha.

Es la más común de las enfermedades degenerativas del cerebro después de la Enfermedad de Alzheimer y la que mejor y más adecuado tratamiento tiene de todas ellas.

A diferencia de muchas otras enfermedades neurológicas, el tratamiento de la EP es "hecho a medida" para cada paciente y los objetivos del mismo variarán según el estadio de la enfermedad. Por otra parte, y debido a que cada día que pasa la gente vive más años, hay un creciente aumento de pacientes con EP.

Su costo -incluidos pérdida de salarios, gastos por cuidados y medicamentos- se calcula, a nivel mundial, en 1.1 billones de dólares/año.

¿Cuáles son sus síntomas?

La EP se manifiesta básicamente por la presencia de lentitud general (bradicinesia) que interfiere en mayor o menor intensidad con las actividades de la vida diaria, rigidez, temblor e inestabilidad postural, con trastornos de la marcha característicos. Estos síntomas pueden aparecer aislados o combinados, pudiendo predominar en una parte del cuerpo o bien ser más marcado un síntoma sobre los demás, de forma que hay gran variación de un enfermo a otro. Los síntomas empiezan en un lado del cuerpo en la mayoría de los pacientes (aproximadamente en el 80%) y menos frecuentemente en ambos lados o generalizados.

La variedad de la intensidad de los síntomas de la EP, de un momento a otro, de un día a otro, es un signo característico de la EP. En razón de estas fluctuaciones, y no por mala voluntad del enfermo, es que es difícil predecir sus períodos de mayor autonomía.

En los comienzos pueden aparecer molestias muy variables, difíciles de relacionar con la enfermedad. No es raro que los pacientes acudan inicialmente al médico por dolores en las articulaciones (la enfermedad provoca dolores en un tercio de los pacientes y a menudo este hecho se descuida; a veces son dolores pseudo-reumáticos en aquellas partes del cuerpo que están mas afectadas por la rigidez), o al psiquiatra por un estado depresivo. Más adelante se presentarán los síntomas más característicos.

(1) Temblor. El temblor es más evidente cuando la extremidad está en reposo, disminuyendo con el movimiento voluntario, aunque pueden presentarse variaciones y variar a lo largo de la enfermedad; tiene una oscilación de 3-6 Hz y no se presenta cuando el paciente está dormido; empeora siempre cuando el paciente está nervioso. Constituye uno de los síntomas mas habituales (70-90% de los pacientes tienen temblor) y puede llegar a ser incapacitante.

(2) Rigidez. La rigidez se muestra como una resistencia o falta de flexibilidad para mover pasivamente las extremidades. Su frecuencia varía de un 89 a un 99% según los estudios. Se presenta, al estirar la extremidad afectada, el signo de la "rueda dentada" (como si dentro de la articulación existiese un piñón). La rigidez y lentitud de los músculos en la cara (hipomimia), del lenguaje y de la deglución, así como la disminución del parpadeo ocasionan una rigidez en el semblante del paciente que da la impresión de tener una "cara congelada". Todo esto podría dar la impresión de que nos encontramos ante una persona ausente, indiferente, intelectualmente deteriorada o deprimida; en la mayoría de los casos nada de esto es verdad. Sus facultades intelectuales están intactas, aunque son más lentas de lo habitual.

(3) Bradicinesia. Se presenta en el 77-87% de los pacientes. Esta lentitud de los movimientos se manifiesta en la falta de expresión de la cara (hipomimia) y en una lentitud y torpeza general en la realización de los movimientos, ya sean automáticos (parpadear, tragar, balancear los brazos al caminar) como voluntarios (vestirse, levantarse de una silla, escribir). Afecta de forma importante las actividades de la vida diaria: Bañarse, vestirse y arreglarse, usar el baño para orinar o defecar, movilizarse, controlar orina y materia fecal, alimentarse, caminar, subir y bajar escaleras, usar el teléfono, ir de compras o mercar, preparar la comida, cuidar la casa, lavar la ropa, montar en bus, taxi o metro, responsabilizarse de sus medicamentos, manejar los asuntos económicos propios y de la casa.

(4) Inestabilidad Postural. Las anomalías de la postura se reflejan en la inclinación del tronco y cabeza hacia adelante (la espalda del paciente está encorvada) y la flexión de las articulaciones de los codos y rodillas, y los trastornos de la marcha. Tiende a presentarse de forma tardía. Resulta difícil el control del equilibrio, por lo que pueden producirse caídas con frecuencia. La marcha es a pequeños pasos, con episodios de estar bloqueado, pegado al suelo o congelado, y con aumento brusco del ritmo de la marcha (mini-pasos muy rápidos y confusos).

(5) Otros síntomas son:

a. Estreñimiento: Se debe a la reducción de la actividad de los músculos intestinales y abdominales que provoca la enfermedad, a la dificultad de masticar y tragar, a la falta de ejercicio, a los medicamentos y a la falta de ingesta de agua y fibra en la dieta.

b. Congelamiento (acinesia): Se trata de una inmovilidad total (un bloque) cuando se inicia la marcha, que se presentan de un momento a otro y que puede durar varios minutos o mas de una hora (los pacientes no hacen teatro). Aparecen después de muchos años de enfermedad y que parece asociarse al deterioro de las neuronas residuales de la sustancia negra. Cuando esto sucede, los pacientes se sienten muy cansados y no suelen querer más que una cosa: Que se les deje en paz, esperando que la movilidad de restablezca de golpe, tal como apareció. En el caso de que los bloqueos tengan lugar siempre a la misma hora, tener en cuenta la comida, el aseo, los ejercicios y los medicamentos. A veces los períodos de bloqueo son muy cortos y se asocian al paso por lugares estrechos (una puerta, un ascensor, o ver simplemente una línea trazada en el suelo); en tales lugares el pie se queda "pegado" al suelo.

c. Discinesias: Cuando el tratamiento con medicamentos lleva mucho tiempo, cuando la persona es muy sensible a la levodopa (predominantemente en mujeres) o cuando se realiza una dieta estricta, se pueden presentar movimientos involuntarios y desordenados de los miembros, movimientos de cabeza, etc., conocidos como "discinesias". Aunque el espectáculo de estos movimientos anormales puede llegar a ser penoso, los pacientes sufren menos con éstos que con los bloqueos (a diferencia del entorno, que lo soportan mejor).

d. Fenómeno "on-off": Con el tiempo, algunos pacientes tratados con levodopa experimentan una regresión en la mejoría inicial obtenida y aparecen una serie de efectos secundarios que modifican negativamente la importante respuesta del comienzo del tratamiento. Uno de estos efectos secundarios son los fenómenos "on-off" o fluctuaciones del estado del enfermo durante el día, de duración variable e impredecible, que oscila entre ratos sin síntomas (fases "on" o fases de conexión a la levodopa) y otros en que reaparecen el temblor, la dificultad para caminar y la lentitud (fases "off" o fases de desconexión a la levodopa). En los períodos "on" pueden presentarse discinesias. Este fenómeno parece estar asociado a variaciones en sangre de los niveles de levodopa como consecuencia de su interacción con las proteínas de la dieta.

e. Micrografía: La escritura es pequeña e ilegible

f. Babeo: Frecuente y debido al exceso de producción de saliva y a la alteración de los mecanismos para tragarla.

g. Disartria: Son frecuentes los trastornos de la voz.

h. Depresión: Existe una mayor tendencia a la depresión y a los trastornos de ansiedad (nerviosismo), lo que suele empeorar todos los síntomas que el paciente manifieste.

i. Demencia: Puede asociarse una demencia en un 25-40% de los casos, generalmente en pacientes muy mayores y con muchos años de enfermedad.

j. Rasgos psicóticos (10-15% de los pacientes en tratamiento) tipo alucinaciones (predominantemente visuales), delirio de persecución, episodios de confusión y agitación, que son de predominio en las tardes (síndrome de puesta del sol) .

k. Inestabilidad de la presión arterial con los cambios de posición (hipotensión ortostática) y que puede manifestarse como vértigo.

l. Trastornos de la temperatura corporal.

m. Trastornos urinarios o gastrointestinales (diferentes al estreñimiento) como dificultades para orinar o tragar.

n. Trastornos visuales y olfativos.

ñ. Dolores ocasionales y distonías (espasmos dolorosos).

o. Trastornos del sueño: Son muy frecuentes y generalmente asociados a los medicamentos y/o a otros síntomas que acompañan la enfermedad (temblor, ansiedad, dolor, alucinaciones, etc.).

Un 20% de los pacientes presentan una forma leve de la enfermedad, un 60% intermedia y un 20% con síntomas pronunciados y de progresión rápida.

Finalmente, no debemos olvidar que las caídas son frecuentes en los pacientes con EP (un paciente con EP se cae una media de 7 veces/año). Para intentar evitarlas, habrá que estar vigilantes, retirar todos los posibles obstáculos o elementos que favorecen las caídas, evitar los cambios bruscos de dirección o de girar la cabeza rápidamente y PREPARARSE SIEMPRE PARA UNA CAÍDA (desarrollar planes de urgencia para llevar a cabo "en caso de que el paciente se caiga).

¿Cuál es su causa?

La EP fue descrita por primera vez por el médico inglés James Parkinson en 1817 (llamada por él "parálisis agitante"), médico nacido un 11 de Abril, fecha en la que se celebra el Día Mundial del Parkinson. Desde entonces se han invocado varias causas posibles aunque, hasta el momento, es de origen desconocido.

Debido a que la enfermedad se manifiesta clínicamente (es decir, cuando el paciente o la familia notan los primeros síntomas) cuando ya cerca del 70-80% de las neuronas que producen la dopamina han muerto, la longitud de esta fase pre-sintomática o período de incubación de la enfermedad (fase que se presenta antes de que los síntomas aparezcan) depende de la causa que se considere (ver tabla).

Hoy día se considera que no se trata de "una sola enfermedad" sino de varias que comparten rasgos comunes, siendo la Enfermedad de Parkinson Idiopática (la EP) su forma más común.

Causas de la Enfermedad de Parkinson

Factores ambientales

El tóxico ambiental puede actuar en cualquier momento y producir una rápida pérdida de neuronas (que pueden sumarse a las ocasionadas por la edad). El único tóxico identificado es el MPTP, si bien también se consideran otros pesticidas y herbicidas.

Factores Genéticos

La rapidez de la muerte neuronal es desconocida, variando de acuerdo al tipo de defecto genético del paciente. Tiende a presentarse a una edad más temprana de lo habitual, antes de los 50 años (la EP de inicio precoz -en gente joven- es más probable que tenga una causa genética).

Factores Vasculares

El Parkinson Vascular se considera una variante de la EP, si bien no está bien definido. Su síntomas predominantes son trastornos de la marcha y del equilibrio, hay menos temblor, no responde a la levodopa y se asocia a antecedentes personales de derrame o trombosis o riesgo para sufrirlos.

Otros Factores

Radicales libres, proceso inflamatorio, infeccioso, inmune, metabólico, farmacológico, fármaco-dependencia, traumatismos.

 

¿A quién afecta?

La enfermedad suele comenzar entre los 50 y 65 años, afecta a todas las razas y se observa en todas las regiones del mundo sin que tenga predilección por uno de los dos sexos.

Se estima que 4.000.000 de personas padecen la enfermedad en el mundo, con 1.500.000 de norteamericanos y 80-90.000 españoles. Aunque el 15% de los pacientes suelen ser diagnosticados antes de los 50 años (incluso en personas de 20 años), generalmente se considera como una enfermedad de personas de edad avanzada. Afecta a 1 de cada 100 personas mayores de 60 años, si bien el mayor número de casos se da entre los 70 y 80 años.

¿Cuál es su evolución?

La EP suele empezar con un temblor episódico de la mano de un lado del cuerpo, que se acompañarán poco o bastante después por lentitud, rigidez del lado afectado alteraciones de la escritura y babeo. Según los síntomas progresan, los pacientes pueden empezar a notar alteraciones en el otro lado del cuerpo, casi siempre menos severos que en el lado inicial. Algunos pacientes notan que arrastran un poco el pie del lado afectado, con la impresión de que caminan con dificultad (como si fuera sobre "arena movediza"). Los pasos se acortan, los pies pueden congelarse y la voz se pone más baja en volumen y algo áspera. Hay dificultad pasa pasar a través de una puerta o por lugares angostos, si bien no hay dificultad para subir escaleras. Las caídas son muy frecuentes (una media de 7 por año). Algunos de estos síntomas pueden llegar a ser más evidentes después de una operación, un accidente o un episodio muy estresante.

En la mayoría de pacientes con enfermedad de Parkinson los síntomas son lentamente progresivos, de la manera que la interferencia en la vida cotidiana del enfermo puede ser mínima durante varios años. No es raro que en algunos casos los síntomas permanezcan aparentemente estables por largos períodos de tiempo.

Por otro lado, la mayoría de los síntomas principales de la enfermedad pueden controlarse con los medicamentos actuales. Esta posibilidad de control, junto con la adaptación y rehabilitación por parte del paciente, suele significar que la mayor parte de personas con EP pueden llevar una vida independiente y activa, a pesar de las limitaciones que impone la misma. A medida que la enfermedad progrese y aparezcan nuevos problemas, ya sean debidos a la propia enfermedad o a la medicación, deben buscarse soluciones que, a veces, implican un cambio o ajuste de los medicamentos. La enfermedad de Parkinson tratada debidamente, no acorta las perspectivas de vida.

Estadios de la EP

(Hoehn y Yahr)

Estadio 1

Signos y síntomas en un solo lado.

Síntomas leves.

Síntomas molestos pero no incapacitantes.

Presencia de síntomas con temblor en alguna extremidad.

Amigos notan cambios en la postura, expresión facial y marcha.

Estadio 2

Síntomas bilaterales.

Mínima discapacidad.

La marcha y la postura están afectadas.

Estadio 3

Significante enlentecimiento de los movimientos corporales.

Dificultad para mantener el equilibrio tanto de pie como al andar.

Disfunción generalizada moderadamente severa.

Estadio 4

Síntomas severos.

Todavía puede andar cierto recorrido.

Rigidez y bradicinesia.

No puede vivir solo.

El temblor puede ser menor que en los estadios anteriores.

Estadio 5

Estadio caquéctico Invalidez total.

No puede andar ni mantenerse de pie.

Requiere cuidados de una enfermera.

Actividades de la Vida Diaria

(Schwab y England)

El estadio puede ser asignado por médico o por el paciente

100%-Completamente independiente. Capaz de realizar cualquier tarea con/sin lentitud o dificultad.

90%-Completamente independiente. Capaz de realizar cualquier tarea con/sin lentitud o dificultad. Puede tardar el doble de lo normal.

80%-Independiente en la mayoría de tareas. Tarda el doble. Consciente de la dificultad y enlentecimiento.

70%-No completamente independiente. En algunas tareas tarda 3 o 4 veces más de lo normal, pudiéndole tomar gran parte del día.

60%-Alguna dependencia. Puede hacer la mayoría de tareas, pero muy lentamente y con mucho esfuerzo.

50%-Más dependiente. Necesita ayuda en la mitad de tareas cotidianas. Dificultad para todo.

40%-Muy dependiente. Sólo puede realizar algunas tareas sin ayuda.

30%-Con mucho esfuerzo puede realizar alguna tarea. Necesita mucha ayuda.

20%-Ninguna tarea solo. Severa invalidez.

10%-Totalmente dependiente.

0%-Funciones vegetativas como la deglución, función urinaria e intestinal no funcionan. Postrado en cama.

¿Puede curarse?

Hoy por hoy no se conoce nada que pueda prevenir o curar la EP, ni existe ninguna prueba de laboratorio que permita diagnosticar y/o verificar la enfermedad. Es una enfermedad que puede ser controlada y tratada eficazmente en la actualidad (como muchas otras enfermedades crónicas). Los medicamentos y tratamiento quirúrgicos o complementarios que se conocen hasta el momento permiten aliviar la mayor parte de los síntomas aunque no eliminen la causa. El principal objetivo del tratamiento es mejorar el estado funcional del paciente (su capacidad para realizar las actividades de la vida diaria) con el menor número de medicamentos posibles y el menor número de dosis al día.

Los principales retos médicos actuales en relación al tratamiento de la EP son descubrir cómo proteger a las neuronas que producen dopamina (ya sea previniendo la enfermedad o retrasando su aparición) y/o cómo proteger a las pocas que ya quedan y que están en riesgo de morir, y mejorar la efectividad y tolerancia de los medicamentos actuales.

Solucionando problemas diarios

A continuación se exponen algunas dificultades que los pacientes pueden encontrar en algunas de las actividades de la vida diaria, así como las sugerencias para intentar solventarlas. Estas recomendaciones pueden hacerle la vida más fácil al paciente y a la familia. Son fáciles de llevar a cabo. Utilícelas y le ayudarán.

1. Levantarse de la cama

Es importante que la cama tenga una altura adecuada para que el paciente con EP pueda acceder fácilmente a ella; si es muy baja, le añadimos algún suplemento para levantarla. Si se tiene dificultad para girar dentro de la cama, es recomendable usar unas agarraderas con las que afianzarse y poder girar mejor. También mejoran la movilidad dentro de la cama las sábanas y pijamas de satén, y la utilización de un edredón ligero en vez de una cobija.

2. Acostarse

Siéntese en el borde de la cama, cerca de la almohada. Acuéstese de modo que la cabeza quede en posición correcta sobre la misma. Levante las piernas sobre la cama y descanse.

3. Levantarse del suelo (si se ha caído)

Espere unos minutos en el suelo para tranquilizarse. Si no puede levantarse solo, busque primero por la habitación un punto de referencia que le sirva de apoyo (p.ej., la cama, una silla); luego, arrástrese hacia este y colóquese de manera que el lado del cuerpo más fuerte (el dominante) se sitúe cerca del mismo; con la ayuda de sus brazos, intente arrodillarse paralelamente al soporte; una vez hecho esto, doble la rodilla del lado más fuerte del cuerpo de manera que todo el pie asiente en el suelo. Haga una pausa si está muy agotado. En caso de presentar algún tipo de dolor muy intenso, llame a un familiar o espere que acudan (puede estar fracturado). Si no se presenta ningún problema, apóyese en el pie con la ayuda de los brazos para levantarse lo suficiente y sentarse en la silla, cama o punto de referencia. Siéntese bien en el mismo y descanse durante un rato antes de ponerse en pie. Se pueden seguir los mismos pasos descritos, aunque tenga una persona para ayudarle, para que ésta no tenga que efectuar todo el esfuerzo y usted practique este ejercicio (no olvide que esta situación puede presentarse en un futuro, y !debe estar preparado para ello¡).

4. Higiene personal

El baño es uno de los lugares más peligrosos de la casa, por ello hay que arreglarlo para que sea lo más seguro posible. Es aconsejable instalar unos pasamanos al lado de la taza del inodoro y en la bañera (si se dispone de ella) para que sea más fácil sentarse y levantarse. Es conveniente instalar un banco de plástico dentro del baño o bañera, y utilizar una ducha tipo teléfono, que permitan sentarse y facilitar el baño, respectivamente. La bañera o la ducha deben tener una superficie antideslizante. Deben evitarse las alfombras pequeñas no adheridas al suelo. Para afeitarse es mejor usar una maquina eléctrica. Si el temblor le dificulta lavarse los dientes, utilice un cepillo con el mango recubierto de espuma. Es importante que se bañe todos los días. Si tiene un cierto grado de inmovilidad, vigile la piel en búsqueda de las áreas de roce, especialmente nalgas, codos, talones y cabeza.

5. Vestirse

Vestirse y quitarse la ropa puede llegar a ser muy difícil, por ello es aconsejable que espere a vestirse cuando la primera dosis (de los medicamentos) del día haya hecho efecto. Las siguientes indicaciones pueden serle útiles para disfrutar más adecuadamente el diario vestir: arregle la ropa en el orden correcto y a su alcance. Si tiene dificultad para ponerse una camisa o un sueter, intente colocar la ropa frente a usted, coloque sus brazos en las mangas, levante los brazos por encima de su cabeza y meta la cabeza por el cuello. Utilice preferentemente ropa de cuello abierto y sin botones, faldas abiertas o con cintura elástica, corbatas con banda elástica y zapatos sin cordones. Un calzador de mango largo le ayudará a calzarse, y un banquito a ponerse las medias. La cita adhesiva (velcro) puede sustituir varios tipos de cierre. Reserve el tiempo suficiente para vestirse y quitarse la ropa con tranquilidad. Procure estar cómodo. Si no se encuentra seguro de pie, es mejor que se siente al borde de la cama o en una silla con brazos; tenga un soporte firme a mano para cuando quiera ponerse en pie.

6. Trabajar en la cocina

La cocina es también un lugar muy peligroso, y es importante de nuevo la seguridad. Para conseguirla, es necesario que la reorganice. Las superficies de trabajo deben ser amplias y deberá reducir al mínimo el transporte de objetos. Los utensilios y productos que más se utilicen deben estar en un lugar de fácil acceso. Si tiene que prepararse la comida, espere a estar en buenas condiciones para ello (a que él o los medicamentos "estén actuando"); utilice preferentemente objetos irrompibles. Mantenga siempre una reserva de alimentos envasados.

7. Comer

Los problemas relacionados con la alimentación contribuyen con frecuencia al malestar general y, frecuentemente, al estreñimiento. A las dificultades propias del manejo de los cubiertos pueden añadirse las de masticar y tragar. Utilice vajilla y vasos irrompibles que permitan sostenerlos firmemente. Use cubiertos que pesen poco ya que son más fáciles de manejar. Pueden modificarse los mangos de los cubiertos, cubriéndolos con espuma. A veces es mejor el uso de la cuchara que del tenedor. Los alimentos con la consistencia de puré son más fáciles de tragar que los alimentos cortados finos o picados. Si tiene dificultad para llevarse el vaso a la boca, utilice un pitillo. Cuando coma, siéntese correctamente. Un sorbo de agua muy fría le puede ayudar a tragar mejor ya que estimula el reflejo de la deglución

Consejos para una correcta deglución

A. Poner poca comida en la boca (bocados pequeños).

B. Cerrar los labios mientras se come.

C. Masticar bien los alimentos, exageradamente, moviendo la mandíbula y la lengua.

D. Hacer una pausa de 2-3 segundos para saborear y prepararse para tragar.

E. Colocar la lengua contra el paladar.

F. Cerrar la boca y los labios.

G. Tragar con fuerza. Si quedan restos de comida, volver a tragar otra vez.

I. Controlar el acto de tragar y ayudarse con sorbos de agua fría para deglutir bien y evitar atragantamientos.

J. Pausa antes de poner más comida en la boca.

K. No hablar mientras se come.

L. Controlar la respiración en el momento de tragar.

M. Colocarnos en una buena postura para comer (espalda bien recta).

N. Comer siempre en fase "on", es decir, cuando se tiene una buena coordinación motora (cuando el medicamento "está actuando").

Ñ. Comer alimentos ricos en fibra o residuo.

O. Beber abundante agua al día.

P. Tener en cuenta la incompatibilidad que tiene los medicamentos con las proteínas de la comida.

8. Cambios en los hábitos intestinales y consideraciones dietéticas.

El estreñimiento es un problema común en la mayoría de los pacientes. Algunos comen poco y beben poca agua. En muchos casos, el estreñimiento se agrava por los medicamentos. El estreñimiento puede aliviarse con una atención cuidadosa para mantener unos hábitos intestinales correctos. En la mayoría de los casos no es necesario dar del cuerpo diariamente, siendo suficiente cada dos o tres días. Hay varias medidas que usted puede tomar: Beba de dos a tres litros de agua diarios. Manténgase físicamente activo (haga los ejercicios y camine con frecuencia). Añada salvado de trigo a su dieta, así como frutas y vegetales. Siéntese cómodamente cuando vaya a defecar, con las rodillas encogidas para favorecer la contracción de los músculos abdominales. Evite en lo posible los laxantes, o bien utilice laxantes suaves como la leche de magnesia. Evite asimismo el uso frecuente de enemas. Los supositorios de glicerina, o aún los pequeños enemas de limpieza, pueden ser de gran ayuda. El paciente con EP debe comer lo más normal posible, evitando excesos y procurando una dieta equilibrada. El alcohol, tomado de una forma moderada (menos de 30 gr/día), no está prohibido.

9. Temblor

El temblor puede interferir con las actividades que usted realice a diario. Para evitarlo o reducirlo, puede usar las siguientes técnicas: apriete fuertemente el codo de la extremidad afectada contra las costillas para estabilizar la parte superior del brazo y efectúe el movimiento lo más rápidamente posible. Se pueden engrosar con espuma los mangos de bolígrafos o cubiertos para facilitar su sujeción.

10. Andar

Una de las dificultades más frecuentes en esta enfermedad es la de caminar, manifestándose habitualmente por un "arrastrar los pies al andar". Puede ocurrir que usted empiece a caminar normalmente y que al cabo de unos pasos se encuentre con alguna de las siguientes dificultades: los pies parecen clavados en el suelo (congelación o bloqueo); los pasos se hacen muy cortos y rápidos (festinación); los pasos se hacen muy cortos, el cuerpo se inclina hacia delante y sólo puede frenarse agarrándose a un objeto o persona (propulsión); este fenómeno también puede ocurrir hacia atrás (retropulsión). Los siguientes son algunos consejos para aliviar estos trastornos de la marcha:

A. Para superar el bloqueo debe detenerse, apoyar los talones sin inclinarse hacia atrás, taconear y empezar a andar balanceándose y sin moverse del sitio hasta que se sienta dispuesto a desplazarse hacia delante. Puede ser útil poner música (p.ej., marcha militar) o contar "uno-dos, uno-dos" en voz alta; a veces los pacientes tienen su propio truco para solucionar estos bloqueos.

B. Para evitar que ocurra la festinación debe dejar de andar cuando note que arrastra los pies; luego debe asegurarse de que los talones están firmes en el suelo, tener conciencia de la postura, separar los pies entre sí unos 20 centímetros para mejorar la estabilidad y cuando dé un paso, apoyar primero el talón sobre el suelo y luego los dedos. Si anda cogido del brazo de alguien, éste debe andar a su lado y no delante o detrás, ya que podría hacerle perder el equilibrio.

C. También puede tener algún problema cuando quiera dar la media vuelta. La solución es que no gire nunca sobre un pie o cruce las piernas; camine dando un rodeo (un semicírculo), con los pies ligeramente separados entre sí

D. Retirar todos los obstáculos posibles en su casa.

11. Mejorando la comunicación verbal

En relación con el hablar, la voz y el comunicarse, pueden presentarse varios problemas en la EP: disminución del volumen de la voz, voz monótona, dificultades de pronunciación, habla acelerada y dificultades en encontrar la palabra adecuada. Las siguientes son unas normas simples de conducta para mejorar la comunicación verbal con el paciente de EP:

A. Tener presente que hablar claramente requiere una atención y esfuerzo deliberados.

B. Dar al paciente la más completa atención.

C. Respirar antes de empezar a hablar, haciendo una pausa en cada palabra o cada pocas palabras.

D. Decir al paciente que hable frase por frase y palabra por palabra.

E. Repetir cada palabra o frase después del paciente.

F. El paciente debe exagerar la pronunciación de las palabras. Comportarse como si con quien habla fuera sordo y necesitase leer los labios.

G. Decirle al paciente que exagere la pronunciación de las palabras y acabar diciendo la consonante final de la palabra anterior al empezar la siguiente palabra.

H. Dar al paciente señales afirmativas, como asentir con la cabeza, o decir "sí", indicando que se entiende lo que está diciendo.

I. El paciente debe expresar las ideas de forma escueta, empleando frases concisas.

J. Animar al paciente a usar frases cortas, a veces de tipo telegráfico.

K. Tomarse el tiempo necesario para organizar los pensamientos y planear lo que se va decir.

L. Si tiene problemas para comenzar a hablar darle tiempo para que empiece, sin interrumpir su concentración.

M. Mirar siempre a quien se habla: será mucho más fácil la comunicación para ambos

N. Recordar a familiares y amigos que animen al paciente a hablar en voz alta y a éste que así lo haga (o que lea en voz alta). Decirle que se imagine que la persona con quien habla está en otra habitación y que debe gritar para ser oído.

Ñ. Es sumamente importante no dar la espalda a un paciente con EP con el pretexto de que la comunicación con él es difícil.

12. La casa y la habitación del paciente con EP

La casa debe estar organizada de manera que no haya peligro (evitar los suelos pulidos o las alfombras no pegadas al piso). Los muebles deben estar dispuestos de modo que no puedan suponer un obstáculo. Si hay escaleras, deberá colocarse un pasamanos. Si se tiene dificultad para levantarse de un sofá convencional, es recomendable utilizar una silla con el respaldo alto. Si aún así supone un problema, se puede utilizar una silla expulsora (si se dispone de ella). En algunos casos puede ser útil disponer de un teléfono de teclas y con altavoz para facilitar su uso.

Dieta en la enfermedad de Parkinson

La dieta recomendada en la EP, a parte de ser balanceada, necesita al menos un mes para tener efecto. Sus características más importante son la supresión diurna (durante el día) de alimentos proteicos (ricos en proteínas), tanto animales como vegetales y la distribución de la ración proteica en un mínimo de 2 ingestas nocturnas (ingesta energética diurna adecuada e ingesta energética nocturna mixta).

Relación de alimentos permitidos en la ingesta diurna

VERDURAS

FRUTAS

CEREALES Y FÉCULAS

Todo tipo de acelga, espinaca, col, coliflor, col de brucelas, alcachofas, calabacín, rábano, judía verde, zanahoria, pimiento, ajo, tomate, berenjena, endivias, lechuga, setas, champiñones, puerro, apio, nabo, etc.

Todas permitidas como manzana, naranja, banano, pomelo, limón, higo, fresa, cereza, melón, sandía, níspero, grosella, uva, mora, ciruela, albaricoque, melocotón, piña, mandarina, kiwi, pera, frutas en almíbar, fruta desecada, ciruela, dátiles, higos.

Tapioca, maicena, papa, cereales dextrinados infantiles.

AZUCARES

ACEITES

CONDIMENTOS

Azúcar, miel, mermeladas, jalea, bocadillo, jugo de frutas.

Aceite de oliva, girasol, cacahuete, soya, mandarina y mantequilla.

Sal, hierbas aromáticas y todo tipo de ellas.

Así, durante las comidas del día se debe procurar comer pocas proteínas; estas se encuentra sobre todo en alimentos de origen animal: las carnes, pescados, leche y derivados (quesos, yogures, etc.); por lo que conviene evitarlos o comer muy poca cantidad. Pero también hay ciertos alimentos de origen vegetal ricos en proteínas como las legumbres, los frutos secos, los cereales, el arroz y la papa. De estos, se debe comer poca cantidad de legumbres, y el resto en cantidades moderadas.

Si se sigue este tipo de dieta pobre en proteínas durante el día, se deberá comer mas proteínas por la noche para satisfacer las necesidades nutricionales de nuestro organismo; esto se consigue comiendo por la noche carnes, pescados, huevos y lácteos, así como también legumbres, cereales, arroz, frutos secos y papa.

El principal efecto de la dieta es la reducción de la dosis de levodopa, lo cual suele comenzar a notarse por un aumento de los movimientos involuntarios (discinesias) o por su aparición de primera vez.

En fases más avanzadas de la enfermedad o cuando aun siguiendo una dieta baja en proteínas no conseguimos obtener un buen efecto de medicación(LEVODOPA); deberemos seguir una dieta más estricta y controlada. Esta deberá personalizarse para cada paciente en particular.

Preparación de alimentos

Todas las preparaciones son admitidas: Hervidos, a la plancha, al horno, crudos, purés, sopas, fritos, asados, barbacoa, estofados, gratinados, etc.

Relación de alimentos permitidos en la ingesta nocturna

Todos los alimentos permitidos en la ingesta diurna son permitidos también en la nocturna, además de:

LECHE Y DERIVADOS

CARNES Y EMBUTIDOS

PESCADOS

Leche entera, desnatada, yogurt natural y saborizado, con frutas, desnatado, quesos frescos y quesitos, petit siusse.

Todo tipo de cordero, pollo, buey, ternera, lomo, caballo, perdiz, codorniz, hígado, jamón, chorizo, salchichón, etc.

Todo tipo de pescado blanco, azul, de mar, de río, mariscos, crustáceos, fresco, congelado, en conserva, desecado y ahumado.

HUEVOS

VERDURAS

CEREALES Y LEGUMINOSAS

Si

Habas, guisantes frescos, secos o congelados

Arroz, pasta de sopa, pasta italiana, harina de trigo, lentejas, fríjoles, garbanzos, etc. Pan, tostadas, galletas, productos de pastelería, turrones y frutos secos.

Relación de alimentos TOTALMENTE PROHIBIDOS

Los alimentos totalmente prohibidos en la dieta son:

1. Todo tipo de quesos curados y fermentados.

2. Alcohol bajo todas sus formas.

3. Dulces, bebidas, confites y pasteles que contengan chocolate o cacao.

Partes: 1, 2, 3
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