Siglos antes de la llegada de los españoles, existía en el continente americano áreas pobladas por gran variedad de pueblos indígenas, muy civilizados (Mayas, Aztecas e Incas) y de culturas intermedias (Tainos, Araucanos, Guaraníes, Charruas, Pampas). De las mas avanzadas surgieron tres grandes centros de civilización: el de los mayas, en Guatemala y Yucatán; el de los aztecas en México; y el de los Incas, en el Perú, que han dejado un legado artístico admirable (templos, palacios, cerámicas, esculturas, pinturas, industria del tejido, orfebrería y tallas en madera).
Rasgos comunes:
- Desarrollo de conocimientos científicos y manifestaciones artísticas.
- Existencia de tipos de organización social muy avanzadas
- Gran desarrollo en el cultivo agrícola, especialmente el maíz (economía agrícola).
- Teatro ritual y conocimiento de la poesía (épica y lírica) y le la poesía narrativa.
La naturaleza les inspira adoración a divinidades que aseguren la vida en un mundo hostil, propio de la mentalidad mágica e irracionalista. Una de las principales características de la sensibilidad indígena es la concepción de un mundo y de una historia vinculada con la idea de "fatalidad y Catástrofe"
Poesía Lírica
El pensamiento mágico se lo expresaba en la poesía indígena a través de poemas:
"lloro y me aflijo, cuando recuerdo
que dejaremos las bellas flores, los bellos cantos;
… no por segunda vez serán engendrados,
no por segunda vez serán hijos,
y ya están a punto de salir de la tierra…
¿Donde ha de vivir este corazón mío?
¿Dónde será mi casa?
¿Dónde mi mansión duradera?
Ah, sufro desamparo en la tierra."
A través de metáforas y símbolos, los pueblos de las altas culturas expresaron la lucha entre la vida y la muerte. Entre medio de los hombres están los dioses, cuyos orígenes constituyen un verdadero misterio.
Tres concepciones del mundo se entremezclan a través de la historia precolombina: la etapa mágica, la etapa religiosa y la etapa histórica.
En la etapa mágica el hechicero era el invocador o nombrador de las fuerzas benignas y su lenguaje, de carácter ritual, contenía los elementos de una poesía, espontánea y revelada.
En una etapa posterior, el lenguaje simbólico y religioso, sirvió para dejar testimonio, con patético acento lírico, de la destrucción de sus culturas en manos de los conquistadores, como en este poema escrito en náhuatl, después de la conquista:
"Todo esto paso con nosotros. Nosotros lo vimos, nosotros lo admiramos. Con suerte lamentosa nos vimos angustiados. En los caminos yacen dardos rotos, los cabellos están esparcidos. Destrechadas están las casas, enrojecidos tienen sus muros"
Es un pueblo que domino el centro y sur del actual México, en Mesoamérica, desde el siglo XIV hasta el siglo XVI. Tras la caída de la civilización tolteca que había florecido principalmente en Tula entre los siglos X y XI, oleadas de inmigraciones inundaron la meseta central de México, alrededor del lago de Texcoco. Debido a su tardía aparición en el lugar, los aztecas-mexicas se vieron obligados a ocupar la zona pantanosa situada al oeste del lago. Estaban rodeados por enemigos poderosos que les exigían tributos.
Los aztecas fueron capaces de consolidar un imperio poderoso en sólo dos siglos, esto se debió en parte a su creencia en una leyenda, según la cual fundarían una gran civilización en una zona pantanosa en la que vieran un nopal (cactus) sobre una roca y sobre él un águila devorando una serpiente.
Al aumentar en número, los aztecas establecieron organizaciones civiles y militares superiores. En 1325 fundaron la ciudad de Tenochtitlán.
Los aztecas-mexicas establecieron alianzas militares con otros grupos, logrando un imperio que se extendía desde México central hasta la actual frontera con Guatemala. A principios del siglo XV Tenochtitlán gobernaba conjuntamente con las ciudades-estado de Texcoco y Tlacopan bajo la denominación de la Triple Alianza. En un periodo de unos 100 años los aztecas lograron el poder total.
Al final del reinado de Moctezuma II, en 1520, se habían establecido 38 provincias tributarias; sin embargo, algunos pueblos de la periferia del Imperio azteca luchaban encarnizadamente por mantener su independencia. Estas divisiones y conflictos internos en el seno del Imperio azteca facilitaron su derrota frente a Cortés en 1521, ya que muchos pueblos se aliaron con los españoles. Es posible que la interpretación de antiguos presagios sobre el regreso del dios Quetzalcóatl indujera a Moctezuma a confundirlo con Cortés, si bien lo que más interesaba al emperador era colmar de regalos a los españoles para que se retiraran.
Arte y Escultura
Sus manifestaciones se encuentran entre las más importantes de Mesoamérica antes de la llegada de los europeos. El arte azteca es, fundamentalmente, un lenguaje utilizado por la sociedad para transmitir su visión del mundo, reforzando su propia identidad frente a la de las culturas foráneas. El arte azteca se expresa a través de la música y la literatura, pero también de la arquitectura y la escultura, valiéndose para ello de soportes tan variados como los instrumentos musicales, la piedra, la cerámica, el papel o las plumas. El arte azteca es violento y rudo pero deja entrever una complejidad intelectual y una sensibilidad que nos hablan de su enorme riqueza simbólica.
Era fundamentalmente monumental y aparecía asociada a las grandes construcciones arquitectónicas, contenía un componente simbólico y abstracto de gran importancia relacionado con su universo religioso. De las obras destacaremos la imponente Coatlicue (diosa de la tierra), de relieve plano y repleta de símbolos; la cabeza de Coyolxauhqui (diosa de la Luna e hija de Coatlicue); la Piedra del Sol o Calendario azteca, enorme bloque circular trabajado en relieve y dedicado a la divinidad solar Tonatiuh que algunos investigadores atribuyen al monstruo de la tierra Tlaltecuhtli y la Piedra de Tizoc, enorme disco que narra en un friso las conquistas del que fuera famoso Tlatoani (emperador) de los aztecas entre 1481 y 1486. Existen obras escultóricas de menor envergadura entre las que destacaremos el llamado Caballero Águila y algunas imágenes del dios Tláloc y de la diosa Chalchiuhtlicue. La más conocida es la imagen de la diosa de las flores Xochipilli. Algunas piezas conservan restos de pintura e incrustaciones realizadas con piedras diferentes. Los trabajos escultóricos en madera y turquesa, supusieron un aporte interesante. Encontramos tambores con relieves muy complejos, marcos para espejos de obsidiana y los llamados mosaicos de turquesas que continúan la antigua tradición mesoamericana y de los que sólo se conservan algunas cabezas zoomorfas y máscaras.
Literatura
La escritura
Le escritura azteca o náhuatl, fue videográfica o jeroglífica, y estaba en la ultima etapa de elaboración, es decir, la fonética, cuando llegaron los españoles. Los aztecas no habían podido todavía representar los sonidos con letras, o al menos, no se lo ha podido comprobar.
Fuentes
La literatura náhuatl es conocida, sin embargo, por diversas fuentes que han llegado hasta nuestros días. Muchos códices de la época aborigen, fueron destruidos por los españoles, para evitar la supervivencias de las regiones idolátricas y a veces, lo destruyeron también los propios aborígenes en sus luchas intestinas.
En general, lo que se conoce hoy en dia de la literatura nahuetl es debido a las crónicas de los misioneros o la tradición oral. Los estudiosos investigadores han podido hacerse una idea caval e incluso rescatar ideas indígenas gracias a esas fuentes.
Se sabe, así, que entre los aztecas llegaron a formarse verdaderas escuelas literarias y que al menos hubo tres grandes centros culturales: Tenochtitan (México), Texcoco y Cualhtitlán. En las primeras de esas ciudades, existió un verdadero emporio cultural, y en la segunda hubo archivos y museos importantes, ahora desaparecidos.
Los géneros literarios mas cultivados fueron la lírica , la épica, el drama y además, la historiafria.
La poesía lírica
La poesía lírica estuvo íntimamente ligada a la música y a la danza, es decir, que la poesía era cantada y bailada.
Esta poesía era anónima e intervenían tres agentes: el compositor de la letra, el músico y los bailarines y cantores.
La temática no era muy variada, y trataba principalmente de la fugacidad de la vida, el enigma de la muerte con frecuentes alusiones al mas allá, la vanidad del hombre y la rapidez del goce en la vida. Estaba impregnada de ideas religiosas, acordes con el concepto azteca de la vida, que en su opinión, consistía en la guerra, la muerte, el mundo de ultratumba y las clases sociales.
No quedan sino escasos vestigios de la poesía amorosa o satírica.
En cuanto a la forma, fue muy común el uso del verso hemistiquios.
La épica y los himnos religiosos
Los aztecas componían himnos religiosos en honor a sus dioses, que provenían de la inspiración de compositores oficiales de los templos.
En materia épica o guerrera los aztecas tuvieron una profunda conciencia. Escribieron problemas sobres sus héroes y la historia, bastantes rudimentarios, en los cuales mezclaban ciertos lirismos.
Nombre genérico de los gobernantes cuzqueños, con equivalencia a soberano, quienes establecieron un vasto imperio en los Andes en el siglo XV. Los incas no eran un grupo étnico natural del Cuzco, se trataba de una población que emigró hacia el año 1100 d.C. Con el paso del tiempo se convirtieron en un grupo muy poderoso e importante.
Cuenta la leyenda que eran años en que gobernaba el Inca Viracocha, cuando aparecieron rodeando la ciudad del Cuzco los chancas, un pueblo muy belicoso de la sierra central, quienes atacaron y destruyeron la ciudad, tras de lo cual Viracocha huyó. Frente a las ruinas del viejo templo solar, el Inticancha, el general Yupanqui imploró su ayuda al dios Sol, el cual convirtió a las piedras que rodeaban la ciudad en soldados y éstos derrotaron a los enemigos. La gente aclamó a Yupanqui como su nuevo inca y éste asumió el cargo con el nombre de Pachacutec (‘el que transforma el mundo’). A Pachacutec le sucedió Túpac Inca Yupanqui. Posteriormente, ya como inca, se dirigió al sur, donde avanzó hasta el río Maule, punto que se convertirá en la frontera sur del Imperio. Éste, no obstante, alcanzó su mayor extensión con el reinado (1493-1525) del hijo de Túpac, Huayna Cápac. Hacia 1525, el territorio bajo control inca se extendía por la zona más meridional de la actual Colombia, por Ecuador, Perú y Bolivia y por zonas de lo que hoy en día es el norte de Argentina y Chile, abarcando un área de más de 3.500 Km de norte a sur, y de 805 Km de este a oeste. Los investigadores estiman que esta inmensa región estuvo habitada por una población de entre 3,5 y 16 millones de personas de distintas culturas andinas. La muerte de Huayna Cápac en 1525 provocó la división del Imperio. Sus dos hijos aspiraban al trono. La consiguiente y encarnizada lucha entre ambos, debilitó seriamente al Imperio. En este crítico momento el conquistador español Francisco Pizarro desembarcó en la costa con una fuerza de unos 180 hombres dotados de armas de fuego. Pizarro, apoyado por distintos grupos de indígenas descontentos por la dominación inca, logró controlar el Imperio, altamente centralizado, haciendo prisionero a su jefe, Atahualpa. Temeroso de que Pizarro pudiera ordenar su destitución en favor de Huáscar, Atahualpa dio la orden de ejecutar a su antiguo rival, lo que sería una de las causas de su propia condena en el proceso al que le sometieron los españoles un año después.
Arte y escultura
Supuso el momento culminante de un largo proceso social y político que se había iniciado varios milenios antes. Más que un conjunto de formas innovadoras, sus manifestaciones artísticas supusieron una continuidad con las tradiciones anteriores, siendo las más elaboradas los textiles, la orfebrería, el trabajo en piedra y la cerámica. A partir de una experiencia local modesta, los incas desarrollaron un arte sencillo al que fueron incorporando las técnicas y la habilidad de los pueblos conquistados. Los trabajos realizados en piedra constituyen el otro gran conjunto de realizaciones incaicas que merece la pena destacar. Suele limitarse a representaciones zoomorfas de auquénidos, llamas, vicuñas y alpacas, y fitomorfas, mazorcas de maíz, que son conocidas como conopas y a numerosos cuencos y recipientes llamados popularmente morteros. Entroncados en las tradiciones artísticas andinas, los incas supieron imprimir un carácter propio y original a sus obras que se basó en una simplificación de las formas por medio de volúmenes geométricos sencillos y una esquematización de los motivos decorativos muy próxima a una concepción estética geometrizante y cubista. El arte inca se caracterizó por la sobriedad, la geometría y la síntesis, tendiendo más a lo práctico y funcional que a lo formal.
Literatura
Escrituras y fuentes
Los Incas carecieron de un sistema de escritura ideográfico o fonético. No se conservan restos del idioma imperial ni tampoco quedan documentos literarios escritos. Solo se dispone de tradiciones orales. El Inca Gracilaso, que la conoció dice que "es lastima que se pierda o corrompa, siendo una lengua tan galana"*. Las fuentes de la primitiva literatura quechua, además de la tradición oral, son los libros escritos por los españoles del tiempo de la Conquista, quienes han dejado transcriptas muchas composiciones de la época y aun anteriores.
La poesía Quechua
La poesía incaica se caracteriza por el panteísmo o adhesión a la tierra, propio a una civilización agrícola-militar, en la que los animales, las plantas y las flores, ocupan un lugar importante. El espíritu de la mentalidad indígena es difícil de comprender por el hombre occidental, ya que los valores de ambos mundos son distintos.
Además del panteísmo, es perceptible en la poesía incaica una tristeza típica del indígena, que, sin embargo, no tiene el mismo sentido que le da el hombre moderno. Por otra parte, casi no existe diferencia para el alma indígena entre los conceptos de tiempo y espacio. Otra característica es un cierto "franciscanismo" (como lo designo Luis Alberto Sánchez) que consiste en el amor especial que el indio siente por los animales, que comparten el hogar casi en calidad de hermanos. Este matiz hace pensar en la sicología de san Francisco de Asís, que consideraba hermanos a las bestias y cosas naturales.
Así mismo, la poesía Quecha es un arte de masas y no exalta sino por excepción a los grandes hombres del imperio o Tahantisuyo.
Como en las otras civilizaciones antiguas, la poesía se acompañaba de la música y de la danza. Hubo dos clases de poetas: el poeta oficial, de la corte y el poeta popular, profano, lírico o bucólico, llamado Haravec. El primero componía poesías rituales, de mayor valor literario y más exquisita técnica literaria, mientras que el segundo era un vate popular, de menos técnicas y compromisos en los temas a desarrollar.
Declinación de la literatura quechua
Conviene distinguir al referirse a las letras incaicas, entre el arte incaico puro, propio de la época de la Conquista, y el arte mestizo o cholo fruto de la contaminación de las culturas aborigen y española.
Con la Conquista, los cantos indígenas se mezclaron con los católicos, y de esa fusión surgió un arte nuevo o mestizo. Los españoles, del mismo modo que lo habían hecho en México, Guatemala y otros países, destruyeron los elementos paganos de las civilizaciones indígenas. Sin embargo, la mentalidad indígena, muy religiosa de por si, transfirió muchos aspectos de su paganismo al catolicismo, y fue así como en algunos casos Jesucristo fue asimilado en Pachacamac, dios de los incas.
Clases de lírica
La lírica incaica y su posterior evolución, la mestiza, tenían distintos tipos de composiciones. Entre ellas el wawaki, que era cantado por coros juveniles de ambos sexos en las festividades de la luna o durante las noches de guardia en las sementeras.
El yaraví, que eran expresiones líricas, por lo general de temas amatorios y sentimental, que fue raíz del actual yaraví peruano.
El Huayno, de carácter erótico; el hahuay o lamento; el triunfo o canción alegre del trabajo y la victoria, que también paso al arte mestizo; el aymoray, poesía ligera de inspiración rural, que empleaba a menudo el dialogo; la poesía ritual y otras formas.
Era un grupo de pueblos indígenas mesoamericanos perteneciente a la familia lingüística maya o mayense. Entre los demás pueblos significativos se hallan los tzeltales de las tierras altas de Chiapas; los choles de Chiapas; los quichés, cakchiqueles, pokonchis y pokomanes de las montañas de Guatemala y los chortís del este de Guatemala y el oeste de Honduras. Todos estos pueblos formaban parte de una civilización y cultura comunes que, en muchos aspectos, alcanzó las más elevadas cotas de desarrollo entre los indígenas de todo el área mesoamericana.
Los orígenes de la civilización maya son objeto de discrepancias académicas en virtud de las contradictorias interpretaciones de los hallazgos arqueológicos. El periodo formativo comenzó, cuando menos, hacia el 1500 a.C. Durante el periodo clásico, aproximadamente entre el 300 y el 900 d.C., los mayas extendieron su influjo por la zona sur de la península de Yucatán y el noroeste de las actuales Guatemala y Honduras. Se construyeron entonces los grandes centros ceremoniales como Palenque, Tikal y Copán. Los centros maya fueron abandonados de forma misteriosa hacia el año 900 y algunos individuos emigraron al Yucatán.
En el periodo posclásico, desde el 900 hasta la llegada de los españoles en el siglo XVI, la civilización maya tenía su centro en el norte de Yucatán. La migración tolteca de los itzáes, procedentes del valle de México, impactó fuertemente en sus estilos artísticos. Chichén Itzá, Mayapán y Uxmal fueron ciudades esplendorosas. La Liga de Mayapán, que dominó la península de Yucatán durante dos siglos, preservó la paz durante algún tiempo, pero tras un periodo de guerra civil y de revolución, las ciudades quedaron abandonadas. Los españoles vencieron con facilidad a los grupos mayas más importantes, pero el gobierno mexicano no logró subyugar las últimas comunidades independientes hasta 1901. Actualmente los mayas forman la mayoría de la población campesina en Yucatán y Guatemala.
La lengua maya (también llamada yucateca) la hablan unas 350.000 personas en Yucatán, Guatemala y Belice.
Arte y Escultura
Fue la forma de expresión social política e ideológica de uno de los pueblos más interesantes de la América Prehispánica. Sus manifestaciones abarcan todas las técnicas y materiales que podamos imaginar y se extiende en el tiempo durante más de dos mil años. El territorio que abarcaron fue muy grande: el sur de México y la península de Yucatán, Guatemala, Belice y parte de Honduras y El Salvador. El periodo de mayor auge fue el clásico (300-900 d.C.), después sobrevino el llamado colapso maya de las tierras bajas del Petén, el abandono de los centros más importantes y el resurgir de la civilización más al norte, en la península de Yucatán, durante el periodo posclásico (900-1500 d.C.). El arte maya hunde sus raíces en la cultura olmeca (1200-400 a.C.) recibiendo posteriores influencias de Teotihuacan y Tula. Nos encontramos, pues, ante un arte mesoamericano que participa de sus mismos patrones y concepciones.
Incluye una gran variedad de manifestaciones: altares, estelas, lápidas, dinteles zoomorfos, tableros, tronos, jambas, columnas, figuras de bulto y marcadores de juego de pelota. Sus principales características son la utilización del relieve, la monumentalidad en el tratamiento de los temas, el uso del color en el acabado superficial, la dependencia del ámbito arquitectónico, la profusión de signos caligráficos y ornamentales, la relevancia de las líneas curvas y el carácter abigarrado y escenográfico de la composición. Las estelas conmemorativas son magníficos trabajos entre los que destacaremos las de Tikal, Copán, Quiriguá y Cobán. Se trata de enormes lajas de piedra clavadas verticalmente en el suelo, en las que los escultores mayas tallaron en bajorrelieve imágenes del jubileo de sus reyes. Se erigían al finalizar un periodo temporal concreto, cada cinco y cada veinte años, y en ellas, mediante jeroglíficos, se narraban los acontecimientos más importantes del reinado. Excelentes son los dinteles figurativos que flanqueaban las puertas de los palacios y templos de Yaxchilán, los altares de Piedras Negras y los zoomorfos de Quiriguá, aunque quizá la cumbre de la escultura maya sean los paneles de los edificios de Palenque. El palacio, y los templos de las inscripciones, el Sol, la Cruz y la Cruz Foliada, constituyen uno de los mejores ejemplos de cómo el hombre es capaz de plasmar en piedra su universo religioso
Escritura
Los pueblos mayas desarrollaron un método de notación jeroglífica y registraron su mitología, historia y rituales en inscripciones grabadas y pintadas en estelas (bloques o pilares de piedra), en los dinteles y escalinatas y en otros restos monumentales. Los registros también se realizaban en códices de papel ámate (corteza de árbol) y pergaminos de piel de animales. Sólo existen tres muestras de estos códices: el Dresdensis (Dresde), actualmente en Dresde; el Perezianus (Peresiano o de París), en París; y el Tro-cortesianus (Tro-Cortesiano o Matritense maya). Estos códices se utilizaban como almanaques de predicción en temas como la agricultura, la meteorología, las enfermedades, la caza y la astronomía.
En el siglo XVI se escribieron textos en lengua maya pero con alfabeto latino, y entre los más importantes se encuentran el Popol Vuh, relato mítico sobre el origen del mundo y la historia del pueblo maya, y los llamados libros de Chilam Balam, crónicas de chamanes o sacerdotes en las que se recogen acontecimientos históricos. La obra del obispo fray Diego de Landa, Relación de las cosas de Yucatán, ha resultado una fuente importantísima para descifrar la grafía maya.
Popol Vuh o Libro del concejo
Se transmitió originalmente por tradición oral, hasta mediados del Siglo XVI, en que fue escrito por un indígena en lengua quiché pero con caracteres latinos.
Este fue traducido al castellano por Francisco Jiménez, cura párroco de Santo Tomás Chuilá, antigua población de Guatemala.
El popol vuh narra la historia de la creación de los pueblos quiches:
Primera creación
Los dioses crearon la tierra y la poblaron de animales dándoles a cada uno un lenguaje, pero como no fueron capaces de pronunciar los nombres divinos, fueron destruidos.
Segunda creación
Los dioses crean figuras humanas de barro que hablan pero carecen de pensamientos. Vieron que no estaba bien y las destruyeron.
Tercera creación
Los dioses fabricaron muñecos de madera con forma humana, los cuales hablaban y tuvieron descendencia, pero al carecer de sangre se secaron.
Los utencillos de cocina y los animales domésticos se rebelaron contra estos maniquíes y una espesa lluvia que bajo del cielo termino por destruirlos. Los sobrevivientes huyeron a los montes convertidos en monos.
Cuarta creación
Después de celebrar nuevo consejo, se produce la creación definitiva del hombre, fortalecido con la sustancia blanca del maíz, con el cual forman la carne de los que serán los primeros padres de la humanidad. Estos como tenían inteligencia capaz de comprender los secretos del universo, agradecieron su creación a los dioses.
Las 4 edades del Popol vuh
El popol vuh tienen un carácter simbólico y a través de los mitos que lo componen se ha podido leer la historia sistematizada de las distintas etapas del pueblo quiché, desde la prehistoria hasta su edad mas avanzada.
Las cuatro edades corresponden, sucesivamente, a la edad primitiva, en la cual no existían diferencias de grupos lingüística y el hombre estaba en el ciclo de la caza y la recolección; la segunda edad es el comienzo de la vida agrícola y el principio de la alfarería; la tercera edad nos habla de una sociedad con unidad étnica y al grupo familiar dedicado a los cultos agrarios; y la cuarta edad se corresponde con importantes progresos de organización política, social y religiosa, en la que el maíz es el alimento esencial y la base de una economía propia.
Le lenguaje del Popol Vuh
Este es simbólico y oculta una cosmogía que se dirige a la mentalidad mágica del hombre primitivo. La riqueza de su prosa poética consiste en la revelación producida a través de nombres de dioses mayores o menores que representan la fuerza de la naturaleza, o nombran a los seres que pondrán la vida sobre la faz de la tierra. Los llamados constructores y los que traerán por primera vez la palabra.
En lenguaje del Popol Vuh es metafórico, debido a que se expresa por analogías, y se explica mediante un pensamiento con imágenes. Aparece entonces la metáfora como una pequeña fábula o mito.
Antes de la llegada de los españoles, en el territorio americano existían importantes culturas indígenas que se habían desarrollado en diversos aspectos: científico, artístico y económico. Entre ellas sobresalen pueblos como los mayas, radicados en Guatemala y Yucatán; los aztecas, establecidos en México, y los incas, que ocuparon el Perú. Subyace en todos ellos una interpretación mágica de la realidad, característica común a todas las civilizaciones primitivas.
En el ámbito literario, América indígena desarrolla una literatura colectiva transmitida oralmente de generación en generación.
Durante este siglo, dos civilizaciones indígenas americanas se encuentran en su apogeo: la azteca y la inca. Con el descubrimiento del nuevo mundo realizado en 1492 por Cristóbal Colon, la América indígena se convierte en América hispánica.
Siglo XV | América |
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HISTORIA SOCIOCULTURAL Y ECONOMICA
Aspecto sociocultural y económico | América |
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HISTORIA DEL ARTE
Características | América |
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PANORAMA CARACTERIZADOR DE LA LITERATURA DE LA EPOCA
Principales manifestaciones literarias, científicas y filosóficas. | América |
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Ana Gelfo