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La lectura domiciliaria y los estilos de aprendizaje: un desafío para la evaluación

Enviado por Marisa Guzmán Munita


Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Marco referencial
  3. Diseño
  4. La propuesta
  5. Evaluación de la propuesta
  6. Conclusiones
  7. Bibliografía
  8. Anexos

Introducción

En un contexto en que la sociedad avanza a pasos agigantados conforme exigen las nuevas tecnologías y los diversos gobiernos elaboran propuestas formativas centradas en el desarrollo de competencias, persisten habilidades básicas que los jóvenes aún no son capaces de desarrollar, pese a estar incluidas en el currículum desde hace mucho tiempo.

Una habilidad tan fundamental como la comprensión lectora, es un aspecto en el que la mayoría de las personas de todas las edades falla. De acuerdo a un estudio de la Universidad de Chile, el 84% de los chilenos no comprende lo que lee.[1] Este dato resulta preocupante e instala una necesidad urgente de atender, si consideramos que la comprensión lectora constituye una habilidad básica para conectarse con el medio y comprender la realidad, lo que la hace transversal a las asignaturas.

Este panorama ha llevado a los establecimientos educacionales a incorporar la lectura domiciliaria con el objetivo de afianzar el gusto por la lectura, y con ello, lograr el desarrollo de las habilidades que acompañan la lectura de textos: abstracción, síntesis, pensamiento imaginativo, inferencia, entre otras.

Pero a la generalizada apatía que los jóvenes sienten por la lectura, se suma una serie de desaciertos relacionados con los métodos que el profesor de aula emplea, para orientar su desarrollo y proponer formas de evaluación. No sólo es frecuente que los docentes se limiten a enunciar el listado de textos y la fecha de su respectiva evaluación, sino que al evaluarlos, opten por aplicar pruebas tradicionales compuestas por ítemes de selección múltiple, verdadero y falso, o completación de oraciones, que tienden a valorar más los aspectos memorísticos, que la comprensión profunda de los elementos intertextuales que rodean la obra.

Desde nuestra perspectiva, esta práctica no sólo resulta desmotivadora, sino que representa un problema: impide recoger la variedad de formas de representar creativamente los significados que aporta el texto, al limitar su expresión e insistir en emplear formas de evaluación estandarizadas, que no se hacen cargo ni del proceso ni de las características de los alumnos.

Por lo anterior, una vía para avanzar en el desarrollo de la comprensión lectora, lo constituye el nicho que aporta la lectura domiciliaria, espacio que justifica aportar un proyecto de innovación pedagógica, cuya particularidad radica en reparar en la diversidad de formas de aprender que tienen los alumnos y alumnas y conforme a éstas, propone instrumentos de evaluación divergentes.

Marco referencial

Expuesto el contexto general que enmarca el proyecto, se debe señalar que la articulación del mismo surge producto de la confrontación de las formas evaluativas actuales y las propuestas en este trabajo.

Se releva que el proyecto aborda una necesidad real y transversal. En este sentido, se presenta una vía para contribuir a elevar los desempeños relacionados con la comprensión profunda de las obras; un objetivo compartido por muchos establecimientos.

A continuación, de presentan los referentes teóricos que nos orientan.

2.1 La lectura domiciliaria y su abordaje didáctico en la escuela

Desde la perspectiva de Rosenblatt (2002), la lectura constituye un proceso transaccional, en el cual cada sujeto moviliza sus saberes previos, historia, interioridad y experiencias de vida, y los confronta con los significados que le aporta el texto. De esta manera, la lectura constituye un proceso destinado a construir significados, desde la relación dialéctica entre el sujeto lector y el texto, relación que influye decisivamente en su comprensión.

En la Escuela, los actores que movilizan a la lectura son los profesores, quienes tienen ante sí, el desafío de generar alternativas para orientar la comprensión profunda de las obras. La adquisición de competencias lectoras, implica un largo proceso en el que entran en juego múltiples variables: cognitivas, lingüísticas, sociales y culturales. Por esto, el docente debe conjugar saberes, creatividad, originalidad, y mediante un conjunto de estrategias no tradicionales, encontrar nuevas prácticas que respondan a los desafíos de la diversidad. (Hébrard, 2000).

El canon de lecturas domiciliarias propuestas por el currículum nacional, no sólo busca desarrollar hábitos de lectura, sino la comprensión de distintas obras, movimientos y autores representativos de diversas épocas.

Para acercarnos a este nivel de comprensión, la consideración de los diversos estilos de aprendizaje que confluyen en el aula, abre posibilidades para que el lector experimente la sensación del goce estético, producto del contraste entre la experiencia de leer y su experiencia en torno a la manifestación de su comprensión de los textos literarios. En este sentido, el uso de nuevas formas de evaluar en el ámbito de la clase de literatura, fomenta la motivación y abre un espacio de comunicación significativo entre el profesor y sus estudiantes, por cuanto integra diversos lenguajes para expresar esta comprensión: orales, escritos, audiovisuales, icónicos, gráficos, kinésicos, entre otros.

Desde esta perspectiva, la inclusión de un test que determine los estilos de aprender del alumnado, constituye el punto de partida para que el docente genere formas de evaluación que consideren la diversidad de estilos a través de los cuales puede lograrse el aprendizaje. De esta manera, reparar en formas innovadoras de evaluar el proceso y producto, amplifica posibilidades de revelar las habilidades que cada estilo moviliza, por cuanto indican sus preferencias y sus diferencias y deben tenerse en cuenta en el diseño de los procesos de Enseñanza-Aprendizaje.

2.2 El trabajo con los estilos de aprendizaje: el test CHAEA

 Los Estilos de aprendizaje dan cuenta de cómo la mente procesa la información  y como es influida por las percepciones de cada sujeto. Revela qué estructura educativa necesita un discente para aprender mejor. Por ejemplo, cómo los individuos se diferencian en el modo de iniciar, investigar, absorber, sintetizar, evaluar e integrar sus experiencias para dar fluidez a su aprendizaje.

 Los Estilos de aprendizaje toman en cuenta los rasgos cognitivos, por lo que fundamenta en la psicología cognitiva para explicar la diferencia  en los sujetos respecto a la forma de conocer. Este aspecto cognitivo es el que caracteriza y se expresa en diversos estilos, los que han sido clasificados desde distintos enfoques, como se aprecia en el siguiente esquema[2]

Año

Autor

Etapa 1

Etapa 2

Etapa 3

Etapa 4

1966

H. Turner

retroalimentación,

evaluación

integrar, mapa

posibilidades, decisión

Inversión autónoma

1969

Charlesworth

atención

desarrollo  cognoscitivo

expectativas

sorpresa

1970

Inst. Pedagógico de Holanda

formación de imagen

ordenación

formas, conceptos

hacer

1971

Kolb

Observación reflexiva

Conceptos abstractos

experimentos activos

experiencias

1973

Euwe

acepta como verdadero

ordenar

realizar planes

ejecutar

1975

Ramsden

prestar atención

pretender

compromiso

implementar

1976

H. Augstein

revisar

propósito

estrategia

resultados

1976

Rowan

comunicación

pensar

proyectar

encuentro

1977

Argyris

generalizar

descubrir

inventar

producir

1977

Torbert

efectos

propósitos

estrategias

acciones

1977

Raming

biológico

psíquico

sociológico

psíquico

1978

Mangham

observar

interpretar

ensayar

actuar

1978

Pedler

evaluación

diagnóstico

establecer objetivos

acción

1978

Boydell

información

teoría

consejo

actividades

1978

Hague

conciencia

conceptos

herramientas

práctica

1980

Morris

revisar el proceso

interpretar

planear proyectos

logros activos

1980

Juch

percibir (observar)

pensar

dirigirse a (planear)

hacer

1982

Honey y Mumford

Activo

reflexivo

teórico

pragmático

Tabla n°1: Etapas en el proceso cíclico de aprendizaje

Se debe señalar que el reconocimiento de las particularidades que diferencia a los estudiantes, choca con los enfoques que proponen maneras únicas e iguales de aprender para todos. De esta manera, este reconocimiento constituye un enfoque pedagógico que obliga a readaptar y diversificar creativamente la metodología y los procedimientos didácticos, a objeto de extraer lo mejor de cada sujeto, en función de sus fortalezas y habilidades.

A objeto de identificar el Estilo de aprendizaje, Alonso, Gallego & Honey (1994) diseñan el test CHAEA, que se basa en los mismos cuatro estilos señalados en 1982 por Honey & Mumford (Activos, Reflexivos, Teóricos y Pragmáticos). Se trata de un cuestionario que consta de ochenta preguntas, que deben ser respondidas bajo los indicadores de (+) o (-), el cual determina la estructura predominante que favorece el aprendizaje, a partir de plantear situaciones hipotéticas que quien responde, debe resolver.[3]

Este test, repara en cómo las características personales como la preocupación por del detalle, el uso de la lógica para determinar la verdad, la búsqueda de significados o la necesidad de opciones; no son casuales, sino elementos muy ligados a lo psicológico, que influyen determinantemente en los aprendizajes. Una vez que se obtienen los resultados del test, se calculan los valores para luego realizar una clasificación de los puntajes, donde se agrupa en cuatro grandes categorías, que considera los estilos que predominan en la persona:

Activos: se destacan principalmente, por ser personas de mente abierta que buscan experiencias nuevas, y realizan con entusiasmo las tareas que implican descubrir, por lo que tienden a ser creativos y tomar riesgos. Tiene por características ser líderes, conversadores, participativos, competitivos y algo voluntariosos.

Reflexivos: se caracterizan por ser personas que anteponen la reflexión a la acción. Son por tanto, ponderados, pacientes, exhaustivos y analíticos. Gustan de la observación del detalle, el registro de datos, de investigar…lo que los hace concienzudos, previsores y prudentes.

Teóricos: en general, buscan la racionalidad y la objetividad de las cosas. Suelen ser personas metódicas, lógicas, críticas y estructuradas. Otras características: disciplinados y sistemáticos, ordenados, sintéticos, perfeccionistas.

Pragmáticos: actúan con decisión y seguridad y suelen planificar sus acciones. Son prácticos, directos, realistas y procuran la eficiencia y utilidad. Son positivos, concretos y claros.

Se destaca que el análisis de los Estilos de Aprendizaje ayuda a guiar las interacciones del individuo con la realidad, facilitando el auto y heteroconocimiento, por lo que la aplicación de este test en el contexto de la elaboración del proyecto de innovación presentado, contribuirá de manera positiva a la orientación de la evaluación del proceso y producto de la lectura complementaria.

De esta manera, la consideración de las habilidades propias de cada alumno al momento de evaluar la lectura domiciliaria, conlleva hacerlo no sólo en la evaluación de término, sino durante las actividades intermedias que el profesor propicia en el aula, relacionadas con la orientación y acompañamiento de la lectura, tal como se expone en el Diseño de este proyecto.

Este test dará directrices al profesor para guiar el aprendizaje de sus estudiantes potenciando el desarrollo de las habilidades que en ellos convergen. El impacto positivo que eventualmente provocaría en el estudiante expresarlas mediante su propio Estilo de aprendizaje, estimularía la motivación a implicarse en la tarea, y la autoconfianza para hacerlo con creatividad y compromiso.

Sólo nos resta señalar que disponer de instrumentos diagnósticos que revelen la forma de aprender, contribuye a la individualización de la enseñanza, lo que supone favorecer la igualdad de oportunidades, al respetar la singularidad personal, y no aceptar la uniformidad de las personas. 

2.3 El aporte de las ciencias cognitivas

Las ciencias cognitivas constituyen el sustento teórico que estudia de manera interdisciplinaria la mente y el cerebro; desde la perspectiva de su naturaleza, funciones, desarrollo, trastornos, relación con la cultura y la educación, entre otros. Desde el ámbito cognitivo, se vale de diversas disciplinas para buscar una explicación a preguntas como: ¿qué es el pensamiento, qué el aprendizaje, qué relación existe entre el cuerpo y la mente? a objeto de derribar los mitos que surgen como respuesta no científica para explicar el aprendizaje.

Las ciencias cognitivas intentan dar una explicación de cómo funcionan las conductas y los fenómenos del comportamiento de la mente y la inteligencia de los seres humanos; para lo que la confluencia de variadas teorías explicativas y enfoques, permiten considerarla como una ciencia transdisciplinaria.

En el marco investigativo de estas ciencias, el aporte de Margaret A. Boden (1994), y su modelo computacional de la mente (MCRM), supone que los seres humanos procesan la información de manera similar a los ordenadores, al expresar su creatividad.

La autora distingue dos tipos de creatividad: la P- creatividad (psicológica) y la H- creatividad (histórica). Dentro del primer grupo están todas aquellas ideas consideradas inusuales, y que resultan ser completamente nuevas para quien las haya creado, sin importar si ya las pensó alguien más. En el segundo grupo, se encuentran las ideas que nunca nadie más ha pensado, lo que las hace inéditas, y aportan a transformar ideas y cambios conceptuales de la materia en la que se desenvuelve el sujeto creativo.

En este sentido, la pertinencia de evaluar este proyecto según las ideas que esta connotada investigadora realizó sobre cómo surgen las ideas creativas, nos permitirá determinar a posteriori, si el proyecto elaborado implica una idea novedosa u original.

Diseño

Para orientar el diseño, metodológicamente, el proyecto se sitúa en el paradigma mixto, por cuanto, combina las fortalezas que aportan el enfoque cuantitativo y cualitativo de investigación, a objeto de vincular los datos. En enfoque mixto agrega valor al estudio, por cuanto emplea técnicas que permiten: "caracterizar a los objetos de estudio mediante números y lenguaje e intentan recabar un rango amplio de evidencia para robustecer y expandir nuestro conocimiento de ellos" (Hernández Sampieri y otros, 2014: 537).

El proyecto que se presenta, surge de la observación de cómo se vinculan los estudiantes y docentes con los textos de lectura domiciliaria en la Escuela. Ante la variedad de estilos de aprendizaje que el profesor encuentra en el aula, la forma en que los estudiantes decodifican la información, es un punto que se debe atender, toda vez incide en la expresión del conocimiento al que se lo confronta.

Por lo anterior, conocer el estilo de aprendizaje de los estudiantes en el aula, resulta una condición sine qua non, para elaborar instrumentos divergentes, que se hagan cargo de la diversidad del alumnado.

Ante esto, el cuestionario de Alonso, Gallego & Honey sobre Estilos de Aprendizaje (CHAEA, 1994), constituye el instrumento empleado para materializar una propuesta pedagógica inclusiva, y se escoge para este proyecto, por la facilidad para su aplicación e interpretación posterior.

La responsabilidad que nos asiste a los profesores de aula por examinar permanentemente nuestra praxis, hacen pertinente el contenido de la propuesta, por cuanto se constituye en una alternativa para incrementar el capital pedagógico docente, invitando a valorar la innovación que se propone para desarrollar didácticamente el tratamiento de las obras de lectura domiciliaria.

Por lo anterior el proyecto se orienta por la siguiente hipótesis:

  • Conocer los Estilos de aprendizaje en el aula, permitirá guiar a los alumnos a expresar la comprensión de las obras de lectura domiciliaria, desde actividades que adapten sus estrategias didácticas a los diversos estilos.

En concordancia con este supuesto, y con la finalidad de contribuir a mejorar la capacidad de análisis de textos de lectura domiciliaria, desde la consideración de la diversidad de formas de aprender del alumnado, se plantean los siguientes objetivos:

1. Realizar un diagnóstico de los Estilos de aprendizaje.

2. Diseñar evaluaciones de proceso y producto para alumnos teóricos, reflexivos, activos y pragmáticos.

3. Aportar un material piloto, que ilustre cómo el profesor de aula puede implementar nuevas estrategias de enseñanza.

En consecuencia con el enfoque mixto declarado, se opta por el diseño secuencial de investigación, dado su dinamismo, amplitud y profundidad. (Hernández Sampieri, Op. Cit. 2014). La secuencia es la siguiente:

En una primera etapa, se recolectan los datos cuantitativos (emanados de la aplicación del test CHAEA) y en una segunda fase, se analizan sus resultados desde una perspectiva cualitativa. Lo anterior prepara el camino, para aportar la innovación: una muestra de nuevas estrategias de enseñanza y evaluación para abordar la lectura domiciliaria.

El proyecto que proponemos, básicamente, modifica el instrumento de evaluación de las lecturas complementarias para segundos medios en la clase de Lenguaje y Comunicación.

La razón de porqué nos enfocamos en la realidad escolar del Nivel Medio 2, es porque buscamos aportar a mejorar la realidad de todos los colegios -tanto científicos-humanistas como los que tienen alguna especialidad- y segundo medio es el último año que presenta un plan común de estudios. Y considerando que nos enmarcamos en el ámbito de las lecturas domiciliarias, la posibilidad de implementar el proyecto de innovación en este nivel, no comprometería tiempos extras a los considerados por el plan de estudios.

Por ser nuestro propósito modificar el instrumento clásico de evaluación –la prueba estandarizada-, proponiendo otros, que valoren de forma diferenciada las distintas habilidades de los estudiantes pueden expresar, mediante el test CHAEA se recogen los distintos estilos de aprendizaje de los alumnos, lo que insuma la orientación de las evaluaciones a cada grupo aportadas por el proyecto, según cada estilo.

Consideramos que esta innovación favorecería el interés de los jóvenes por leer, al asumir un proceso de acompañamiento lector, mucho más dinámico y centrado en las habilidades de cada quien. Eso es principalmente, porque el formato "prueba" que trata de comprobar si el alumno leyó o no leyó, mediante preguntar el orden secuencial de los hechos, sucesos, o la clásica solicitud de realizar descripciones físicas y psicológicas de los personajes, no causan ningún tipo de impacto en los alumnos y sólo favorecen al que tiene buena memoria, lo que no es de ninguna forma un adecuado método para desarrollar las habilidades del lenguaje.

El diseño, por tanto, se orienta a desarrollar las destrezas que competen a la enseñanza de la literatura, en base a una nueva forma evaluativa, que tiene por finalidad incentivar el pensamiento crítico y analítico de las diversas obras que se den a leer, y que se manifiesten conforme a los distintos estilos de aprendizaje de cada alumno.

La propuesta

Para efectos de operacionalizar este proyecto, del conjunto de lecturas complementarias sugeridas para el segundo medio por el Programa de estudio de este nivel (narrativa, poesía y teatro), se opta por "El lazarillo de Tormes" (Mendoza Fillola, 2008; Mineduc, 2011).

Se trata de una obra de la literatura española clásica, que resulta difícil de apreciar desde propuestas evaluativas que no consideren un trabajo de proceso y actividades significativas para los estudiantes. El elemento diferenciador de esta lectura, radica en que al ser una obra narrada en español antiguo, suele tener un rechazo por parte de los lectores, no solamente los jóvenes; sin embargo, el contenido de esta obra es exquisito en crítica social, la que debido al contexto político social en que se realiza, se atenúa mediante situaciones muchas veces divertidas. Este elemento, sin dudas agiliza la lectura de la obra, pero también puede afectar la comprensión más profunda, de quedarse el lector sólo en los rasgos anecdóticos de la misma.

"El lazarillo de Tormes" se remonta al siglo XVI, en el período del Renacimiento, momento histórico en el cual se comienza a dejar atrás el feudalismo que beneficiaba únicamente a la burguesía durante la Edad Media. Los importantes cambios ideológicos y sociales que rodearon esta época -como el desarrollo de la Industria y la Economía de mercado– a la larga produjeron un incremento en la pobreza, la segregación y la delincuencia, tornándose normal encontrarse por las calles de España a mendigos, bandoleros y vagabundos. El sentido de esta obra, es dejar en manifiesto las nefastas condiciones de la vida política y social que se daba en aquel momento en la península; las que sin duda llaman a la reflexión respecto a cuánto han cambiado hasta ahora. Con todo, la obra además contiene las características propias de la novela picaresca, elemento que es revelado en sus personajes y su función en la obra. Otras de las temáticas que se desarrollan en esta novela son la importancia social del honor y de "limpiar la sangre", junto que la incorporación del antihéroe, que truncaba los objetivos del personaje principal.

Dado que uno de los objetivos mínimos obligatorios de NM2 es la lectura comprensiva de textos con estructuras simples y complejas, consideramos que iniciar la implementación del proyecto con este libro será beneficioso por las distintas aristas que los alumnos pueden abordar desde sus distintos estilos de aprendizaje. El autor de esta novela relata situaciones jocosas que atraen la atención del lector, lo que resulta el enganche para orientar la recuperación más análisis profunda de la obra: la crítica social manifiesta. Por esta razón, se escoge como parte del corpus que articula nuestro proyecto.

Como se ha expuesto, este proyecto aspira trascender a la evaluación tradicional que sólo se ubica al término -que da el nombre del libro y su fecha de evaluación- y que suele centrarse en la información de superficie que aporta la obra. Más bien, la innovación de este proyecto está dada en que presenta una forma alternativa de guiar a los alumnos -en un trabajo de proceso- a dimensionar la profundidad del planteamiento estético, histórico y cultural de las obras, que para el caso de la novela seleccionada, se concreta en actividades que adaptan sus estrategias a los diversos Estilos de aprendizaje descritos por Alonso, Gallego & Honey.

El tiempo dado para operacionalizar esta propuesta se fija en un mes. Esto debido a que constituye el plazo que usualmente se asume en los establecimientos para evaluar la lectura complementaria.[4]

Por otra parte, la consideración que la carga lectiva de la asignatura de Lengua y Literatura, en NM2 es de cinco horas pedagógicas, se fijan los 45 minutos de la quinta hora semanal, para situar lo que corresponde a la orientación de la enseñanza mediante las estrategias de evaluación formativa, concebidas para acompañar el proceso de lectura analítica y crítica de la obra.

De esta manera, al término de un mes –en lo que numéricamente corresponderá a 4 horas pedagógicas- se aplicará una evaluación de término, que seguirá los mismos lineamientos trabajados durante el mes, esto es, evaluar diferenciadamente a los estudiantes de acuerdo a su particular estilo de aprendizaje.

Respecto de los medios y recursos requeridos para la implementación del proyecto, se destacan los siguientes:

  • El profesor de aula: Es el recurso humano fundamental para motivar creativamente el trabajo de las habilidades de los estudiantes, según sus estilos de aprendizaje.

  • Recursos materiales: Para llevar a cabo las actividades diseñadas para cada estilo, se necesita contar con acceso a Data, PC, un equipo de audio, conexión a internet[5]y material concreto que pueden aportar los propios alumnos (hojas de block, revistas, plumones, cartulinas, el videograbador de su celular…), y otros, para los cuales se necesitaría apoyo del establecimiento: multicopia de fichas de trabajo o guías y, ciertamente, suficientes ejemplares en biblioteca de la obra del mes.

El énfasis por implementar actividades significativas para cada estilo de aprendizaje, se constituye en la estrategia que permite operacionalizar la innovación, lo que se expone en el siguiente apartado.

4.1 Implementación

El proyecto se desarrolló respetando las etapas del proceso de lectura. Para la pre-lectura, se confronta a los estudiantes ante las diferentes portadas, objeto que los alumnos realicen sus primeras deducciones y predicciones, respetando la diversidad de enfoques que puedan darle a las imágenes y título de la obra, tras lo cual se iniciará la etapa formal de lectura.

En esta etapa, resulta fundamental que el docente motive la lectura del contenido de la obra, aportando datos biográficos e históricos novedosos, que les permita a los estudiantes dimensionar la obra en su contexto cultural y social.

Así, la lectura colaborativa y guiada de diversos pasajes o capítulos de la obra constituye una estrategia que se usará durante todo el proceso (las cuatro clases de 45 minutos), lectura que será comentada por el profesor y alumnos en cuanto a su contenido, personajes, emociones que les suscita, contexto histórico y cultural, similitud o diferencia con otros textos leídos, etc. Cada lectura semanal será concluida estratégicamente por el docente, en un punto que despierte el interés de los alumnos por descubrir qué viene, en el capítulo/s que el profesor les asigne leer para la clase siguiente. Asimismo, se cautelará que la distribución de la lectura de los mismos, se ajuste a los tiempos previstos para abordar la obra.

Conforme sean los estilos de aprendizaje de los alumnos, cada nueva clase se iniciará con la socialización personal ante pares, de la comprensión de los segmentos de la obra encomendados, lo que podrán expresar mediante fichas de lectura, resúmenes críticos, esquemas u organizadores gráficos, o mediante la exposición oral de la individual comprensión de los motivos, el ambiente, los personajes- entre otros elementos- de la obra.

Durante la clase, los alumnos trabajarán en equipos de acuerdo a su estilo de aprendizaje, y realizarán las actividades sugeridas para revelar la progresiva comprensión de la obra y su contexto de producción, como se expone:

  • Activos: Dramatización. La realización de una dramatización de capítulos seleccionados de la obra, resulta muy motivante para los jóvenes de esta característica, porque les permite manifestar corporalmente la comprensión de la obra.

  • Reflexivos: Debates. El estilo de aprendizaje reflexivo se caracteriza por la capacidad de analizar e indagar en los temas morales y éticos de la obra, por lo que la realización de una sesión de debates entre posturas diferentes con respecto a alguna temática de la novela permitirá reforzar sus conocimientos a base de su propia habilidad.

  • Teóricos: Fichas de lecturas. A los alumnos con las características del estilo de aprendizaje teórico, se considera adecuado emplear fichas de lecturas para la evaluación de la progresión en la comprensión lect6ora, dado a su facilidad por sentirse confiados en redactar los aspectos generales y teóricos de la novela.

  • Pragmáticos: Juego de roles. Los pragmáticos se caracterizan principalmente por la necesidad de llevar a la práctica los conocimientos teóricos que manejan, y que por lo tanto, explican mejor haciendo que escribiendo; por lo mismo, el juego de roles, como por ejemplo, la simulación de una entrevista a algún personaje de la obra, quien deberá responder conforme a sus aspectos físicos, psicológicos y sociales que se reconocen en la historia, facilitaría la expresión de su conocimiento y los ayudaría a reforzarlos.

Al finalizar el proceso de acompañamiento de lectura y realización de actividades grupales e individuales, que contemplan auto y coevaluación, así como co-corrección y autocorrección de los productos que emanen creativamente de la expresión progresiva del texto; para potenciar el proceso interpretativo, se propone algunas formas de evaluación de la post- lectura. Se debe señalar que las formas de evaluación de término propuestas y sus rúbricas, serán conocidas por los estudiantes con antelación, de manera que en la fecha que corresponda aplicar dicha evaluación, éstos puedan optar por la que mejor exprese la comprensión lograda, de la obra.

Para los Activos: Realización de poesías u otras formas de producción textual o iconográfica, para expresar los motivos temáticos que orientan la obra.

Para los Reflexivos: Elaboración del diario íntimo de Lázaro, que revele los sentimientos del personaje, en episodios significativos de la obra.

Para los Teóricos: Producción del marco histórico contextual del libro (a partir de una investigación previa).

Para los Pragmáticos: Confección de un texto de opinión, de la modalidad crítica literaria o columna periodística.

Finalmente, el uso de rúbricas resulta fundamental para la etapa de evaluación. Para ello, se propone un ejemplo en el anexo 2.

Evaluación de la propuesta

La pertinencia y viabilidad del proyecto de innovación aportado, se evalúa desde los siguientes cuatro atributos: eficacia, funcionalidad, aportes a la práctica educativa y factores sociales e ideológicos involucrados. Sobre cada uno de estos puntos, podemos decir:

5.1 Eficacia: Aunque se trata de un proyecto que no ha sido probado empíricamente, los objetivos planteados resultan coherentes con el diseño y las actividades propuestas, lo que nos lleva a apostar por su eficacia. Así, el uso de formas divergentes para evaluar la comprensión lectora, permitiría apreciar los avances en el contenido de manera creativa, lo que plausiblemente permite sostener que fortalecería la autoconfianza, por lo novedoso que resulta permitirles a los estudiantes un acercamiento inédito al texto literario.

5.2 Funcionalidad: La relación entre las necesidades de formación de los estudiantes en el ámbito de la comprensión lectora, y las demandas por atenderlas que supone para los profesores, como los agentes educativos encomendados por la comunidad para satisfacerlas, involucran un desafío para las prácticas pedagógicas, urgente de atender. De esta manera, los modos de representación, producción e interpretación de los textos literarios, constituyen una oportunidad para que los alumnos identifiquen cada patrón o regla que los llevó a esa solución (reglas generativas), lo que favorecería la movilización de habilidades cognitivas superiores para realizar la tarea. La funcionalidad del proyecto está dada en que, a partir del conocimiento de los diversos estilos de aprendizaje en el aula, sugiere estrategias didácticas para los diversos estilos, a fin de satisfacer la necesidad de guiar a los alumnos a expresar la comprensión de las obras de lectura domiciliaria.

5.3 Práctica Educativa: La propuesta presentada cumple con una doble finalidad. Por una parte, busca contribuir al desarrollo de la comprensión de los textos de lectura domiciliaria que propone el programa de la especialidad, y por otra, retroalimentar la práctica de los docentes, presentando un proyecto novedoso. Desde la perspectiva de nuestra formación como profesores, el aprendizaje constituye un conjunto de procesos, a través de los cuales el ser humano no sólo adquiere conocimientos, sino habilidades y valores, lo que tiene trascendencia esencial al momento de la praxis, por cuanto favorece que la enseñanza sea no sólo instructiva sino educativa y desarrolladora. Desde las ciencias cognitivas, el aprendizaje supone modificaciones mentales, conductuales, emocionales y/o estéticas de carácter duradero en el individuo, lo que resulta de enorme valor en el contexto de Enseñanza-Aprendizaje.

5.4 Factores Sociales e Ideológicos: Desde los referentes teóricos aportados, el proyecto innovador apunta al desarrollo del pensamiento crítico del estudiante, precisamente a través de determinar formas particulares –y no estandarizadas- de evaluación del proceso y producto de su comprensión profunda de las obras. En este sentido, estimamos que el proyecto presentado logra estimular la independencia cognoscitiva del propio sujeto –tanto profesor como estudiante- al entregar formas análogas de orientar y evaluar el proceso lector, lo que por cierto, constituye una muestra que se abre, para que cada docente adapte y adopte nuevas formas, de acuerdo al contexto sociocultural y el estadio emocional y afectivo de sus alumnos.

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