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Y la batalla de la triple A (La guerra de las divisas – Segunda parte)

Enviado por Ricardo Lomoro


Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7

  1. ¿Se puede soplar y sorber al mismo tiempo?
  2. Antecedentes (decíamos ayer…)
  3. La batalla de la triple "A": los sospechosos habituales (¿quiénes se benefician del ataque al euro?) –
  4. Finale (Bernanke y la "auténtica finalidad" de su keynesianismo bastardo)
  5. Los que están más allá de la guerra de divisas, de la batalla de la Triple A, del abismo fiscal, del secuestro del presupuesto, del techo de la deuda… y de la madre que parió a la burbuja… ¡Gracias Ben por ser tan "precario" y tan "complaciente"!
  6. La "guerra" de la lechera (the mysterious power of Fed backstop): "The End"

Un lustro sin lustre (el grado cero del pensamiento)

(Si usted se fía de los "WASP", no le arriendo la ganancia)

edu.red

¿Se puede soplar y sorber al mismo tiempo?

Leer y comer, no puede ser.

No se puede dormir y guardar la era.

No se puede estar al plato y a las tajadas.

No se puede estar en misa y repicando.

No se puede nadar y guardar la ropa.

Soplar y sorber, no puede ser…

Estos refranes (populares castellanos) sobre la imposibilidad de hacer dos cosas a la vez, no son de aplicación en los Estados Unidos y el Reino Unido. Ambos países (WASP: (White, Anglo-Saxon and Protestant) pueden hacer las dos cosas simultáneamente, y con singular éxito (como luego se verá). Soplan y sorben a la vez, suben y bajan la escalera simultáneamente, dicen una cosa y la contraria en paralelo, sin cortarse un pelo.

Estados Unidos puede "exportar" dólares falsos (sin respaldo), impresos para la ocasión, y lanzados "alegremente" por Bernanke desde el helicóptero, e "importar" dólares auténticos de las reservas de terceros países (con respaldo) e inversores internacionales.

El Reino Unido (socio preferente, fiel escudero, submarino, espía… ¿alcahuete? de los EEUU), practica "con igual cinismo" (e idéntico resultado) el mismo pase de magia. Por ahora Mervyn King, y en poco tiempo más, Mark Carney, desde su puesto de Gobernador del Banco de Inglaterra, imprimen libras esterlinas (sin respaldo) que el mundo recibe "agradecido", mientras recauda reservas genuinas de ahorro cosmopolita.

¿Y cómo logran este "milagro de la transubstanciación"?

A través de la "batalla de la triple A". Por un lado, como se mostró en la Primera parte del Paper, utilizan a destajo la máquina de imprimir billetes exportando su moneda sin respaldo y su inflación a los terceros países (¿dependientes culturales? ¿estómagos agradecidos? ¿socios del silencio? ¿esclavos morales?…), aspecto por el que cualquier agencia de calificación de riesgo rebajaría la valor de la deuda, pero que para el caso de Estados Unidos y el Reino Unido, no se cumple (o se realiza, tarde, mal y nunca).

Aprovechando el "temor reverencial" (y "presunta" connivencia) de Standard & Poor's – Estados Unidos, Moody's – Moody's Investors Service – Estados Unidos, Fitch – Fitch Ratings – Estados Unidos – Reino Unido, su deuda ha mantenido la calificación de Triple A, durante mucho más tiempo del lógico y razonable, en situaciones similares.

En este "inapreciable servicio" de "complicidad necesaria" participan activamente los periódicos de economía y finanzas de mayor difusión mundial (The Wall Street Journal y Financial Times) y los canales de televisión especializados (Bloomberg, CNBC, CNN, BBC,…), donde sus analistas y columnistas de cabecera "intoxican" y "desinforman" a satisfacción del "cliente". A lo largo del Paper (Primera y Segunda parte) hay amplio material de hemeroteca con testimonios de manipulación informativa.

La única forma de mantener la economía conectada al respirador y el QEternity es a través de la "financierización" (libre movimiento de capitales), de la "ficción" (con la participación activa de los "sospechosos habituales": agencias de calificación y medios especializados), y del "vasallaje" (aprovechando el "poder blando" que tienen sobre los terceros países proveedores). El triunfo en la "batalla de la Triple A" es clave en todo este operativo. Alcanzar y mantener la "máxima calidad, con mínimo riesgo crediticio", es fundamental en el proceso de "aspiración" de recursos a nivel internacional.

Puede parecer incongruente, y hasta esquizofrénico, que estando EEUU y el Reino Unido, en posibilidad de imprimir dinero sin respaldo (falso), con la aceptación (pastueña), y atesoramiento (ignorante) de la comunidad internacional, se interese en solicitar crédito externo para atender sus necesidades de financiamiento.

En mi opinión, ello puede ser atribuible a dos aspectos. El primero de ellos, que la "falsificación" tiene un "límite" interno (control legislativo) e internacional (pérdida de confianza en la moneda). Aunque el "relajamiento cuantitativo" (y cualitativo) tenga manga ancha, todo se termina. El "abismo fiscal"… el "techo de la deuda"… el "secuestro del presupuesto"… resultan inicialmente "apercibimientos" y finalmente "cepos" que neutralizan el libre albedrío (¿libertinaje?) de la autoridad monetaria.

En el mercado financiero internacional (a pesar de la complicidad -Reino Unido-, y la complacencia -Unión Europea, China, Japón…-) por más hipocresía, cinismo, y corrupción (al uso) de los agentes financieros, resulta imposible negar las evidencias indefinidamente. Al final, el mar devuelve los cadáveres a la playa y no se puede continuar la patraña. Probablemente la "inflación soportable" (gracias al trabajo de "intoxicación" de los organismos internacionales –FMI, OCDE…-, algunos premios Nobel y analistas mediáticos -Krugman, Stiglitz, Rogoff, Roubini,…- y la prensa "políticamente correcta" -The Wall Street Journal, Financial Times,…-, esté en el orden (según mi opinión) del 4% anual. Más allá "el precipicio" (y no solo fiscal). Los inversores internacionales abandonarían el dólar (o la libra esterlina) en busca de proteger sus activos. Una "estampida" difícil de soportar (hasta para los EEUU).

Esta situación podría tener consecuencias directas para el coste de financiación de EEUU (o el Reino Unido), no solo porque la rebaja de notas haría que algunos potenciales compradores pierdan la confianza en ellos, sino porque determinados inversores (fondos de pensiones, fondos de inversión, fondos soberanos,…) tienen registrados en sus estatutos la obligación de comprar solo activos Triple A. Dicha obligación podría provocar que tengan que deshacer posiciones (vender los bonos que han perdido la calificación de Triple A) y que las siguientes colocaciones de deuda sean más complicadas y con costos más altos (mayores tasas de interés).

El segundo aspecto, es la conveniencia "estratégica" de continuar manteniendo su moneda (dólar) presente en el 85 por ciento de las transacciones mundiales de divisas y en el 60 por ciento de las reservas mundiales en moneda extranjera. Para tener esa "preferencia" y asegurar esa "permanencia" hay que sacar una ventaja decisiva a todos los eventuales (o potenciales) competidores internacionales (euro, yen, yuan…). No se puede dejar el mercado de bonos soberanos (y corporativos) a desafiantes espontáneos.

La libra esterlina se cuela en este proceso no por su importancia internacional (francamente menguante, por no decir insignificante), sino por la importancia de Londres como principal plaza financiera global. En medio del temporal generado por un lustro de crisis, Londres se mantiene como principal plaza financiera del mundo por delante de Nueva York, Hong Kong, Singapur y Zúrich, los perseguidores inmediatos de la capital británica según el índice de Centros Financieros Globales, elaborado por el centro de análisis Z/Yen (25/9/12). El sector financiero representa el 10% del PIB británico, y se calcula que la mitad de la industria se concentra en la capital. La plaza del Eurodólar.

Los Eurodólares son depósitos denominados en dólares estadounidenses que se mantienen en bancos fuera de los Estados Unidos, y por lo tanto no están bajo la jurisdicción de la Reserva Federal. En consecuencia, estos depósitos están sujetos a una menor regulación que depósitos similares en los Estados Unidos, lo que permite mayores márgenes de ganancia. No hay nada "europeo" sobre los depósitos en eurodólares; un depósito en dólares en Tokio o en Caracas también se considerará un depósito en eurodólares. Tampoco existe ninguna relación con el euro.

Por ejemplo, cuando un banco en Londres o en Luxemburgo mantiene cuentas en dólares, la Reserva Federal -aun tratándose de la moneda de EEUU- casi no puede utilizar los controles e instrumentos de regulación de los que dispone dentro de las fronteras del país. Por otra parte, los gobiernos involucrados pueden -y con frecuencia también quieren-, (para el caso el Reino Unido o Luxemburgo) regular apenas efectivamente esos instrumentos financieros por tratarse de moneda extranjera, en este caso del dólar estadounidense. La fijación del encaje bancario, o la regulación de la cantidad de dinero (en este caso de dólares), resultan apenas posibles de manera eficaz.

El término fue acuñado originalmente para los dólares que se encontraban en los bancos europeos, pero se amplió a lo largo de los años a su definición actual. La formación del mercado del Eurodólar fue un paso importante en dirección a la desregulación de los mercados de crédito nacionales y el surgimiento de los mercados financieros globales. El impulso esencial de los mercados del Eurodólar tuvo lugar a través de los petrodólares en ocasión del aumento de los precios del petróleo luego de la crisis de 1973, y el abandono de la conversión dólar-oro por parte del gobierno de los Estados Unidos en 1971 y 1973.

El último refugio: sólo once países mantienen la Triple A (Libertad Digital – 27/2/13)

(Por Domingo Soriano) Lectura recomendada

Australia, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Alemania, Luxemburgo, Holanda, Noruega, Singapur, Suecia y Suiza. Estos once países son, desde el pasado fin de semana, el último refugio de los inversores más conservadores. Tras la decisión de Moody"s de este sábado, de rebajar la nota de la deuda del Reino Unido (pasó de AAA a Aa1), sólo los bonos soberanos emitidos por alguno de dichos estados mantienen la máxima calificación crediticia en las tres grandes agencias de calificación.

En los últimos años, han sido relativamente habituales las noticias sobre la rebaja en las notas de diferentes países. El despilfarro de muchos gobiernos y la caída de ingresos provocada por la crisis han descuadrado las cuentas de estados habitualmente solventes. Ya no es fácil fiarse de nadie. Mientras que hace una década más de veinte países diferentes podían presumir de ser completamente solventes (al menos según el criterio de Fitch, Moody"s y Standard & Poor"s), a día de hoy sólo los once referidos más arriba han logrado convencer a las tres compañías de la seguridad plena que tiene invertir en sus activos.

Esto tiene consecuencias directas para el coste de financiación de los estados: no sólo porque la rebaja en las notas hará que algunos potenciales compradores pierdan la confianza en ellos, sino porque determinados inversores tienen registrados en sus estatutos la obligación de comprar sólo activos Triple A. Esto último que puede provocar que tanto las próximas colocaciones de deuda sean más complicadas para el Reino Unido como que se produzca una pequeña estampida de ventas en los próximos días, mientras se deshacen posiciones en bonos británicos.

Evidentemente, este proceso de continuas rebajas no ha sido tranquilo. Desde que las agencias comenzaron a degradar la nota de los bonos de los países occidentales, éstos se han revuelto y han amenazado con castigar a los que se atrevían a tal desafío. De esta manera, mientras que al comienzo de la crisis se acusó a las tres grandes de mantener notas demasiado altas (incluso para empresas que acabaron en la quiebra), ahora se les recrimina que sean demasiado estrictas con la deuda soberana. Por eso, varios gobiernos han atacado a estas tres agencias (alguno incluso les ha llamado "terroristas") y han propuesto endurecer los controles sobre las mismas.

Más allá de toda esta polémica, lo cierto es que en los últimos dos años las tres calificadoras han tomado decisiones históricas. Por ejemplo, la rebaja del Reino Unido decidida la semana pasada por Moody"s supuso la pérdida de la máxima calificación crediticia para este país por primera vez desde 1978. Y si esta medida habrá conmocionado a muchos en la City, no fue menos impactante la tomada en el verano de 2011, cuando S&P castigó la deuda de EEUU por primera vez en su historia.

Francia, a pesar de la pataleta de sus políticos, ha sufrido la misma suerte en los últimos meses. Y todo esto por no hablar de España, que ha pasado de Triple A a BBB (a un paso del bono basura) en menos de tres años.

Por otro lado, la lista de los países Triple A ofrece algunas pistas sobre las políticas públicas que están funcionando desde el inicio de la crisis. A pesar de la retórica habitual en muchos políticos, que separan "austeridad" y "crecimiento" como si fueran dos conceptos contrapuestos, lo cierto es que los países más "austeros" (es decir, los que mantienen la Triple A gracias a su buen manejo de las finanzas públicas) también son los que están pasando la crisis con mejor desempeño.

De esta manera, dentro de la UE, Dinamarca, Alemania, Finlandia, Holanda o Suecia son, entre los estados ricos, los que han tenido una menor caída del PIB, los que antes han recuperado la senda del crecimiento económico.

Por otro lado, habría que destacar que Alemania, Finlandia, Luxemburgo u Holanda, aunque mantienen la Triple A en las tres agencias, están en perspectiva "negativa" en alguna de ellas. Esto quiere decir que podrían perder su estatus en los próximos informes. Esto es significativo porque, mientras tanto, Dinamarca o Suecia conservan la nota con perspectiva "estable"; y hay que recordar que estos dos países no entraron en la Eurozona y decidieron mantener sus divisas. Unirse al club de la moneda única, con lo que tiene de respaldo del resto de los socios, está empezando a ser castigado por los expertos.

¿Hasta cuándo puede durar el "exorbitante privilegio" resultante de tener una moneda de reserva como moneda de curso legal? (el secuestro de la razón)

En décadas anteriores, los países mantenían dólares porque necesitaban una moneda altamente líquida y ampliamente aceptada para financiar la brecha si sus importaciones superaban a sus exportaciones. El candidato obvio para este fondo de reserva eran los bonos del Tesoro estadounidense. Pero, desde finales de la década de 1990, países como Corea del Sur, Taiwán y Singapur han acumulado enormes volúmenes de divisas, que reflejan tanto sus estrategias de crecimiento orientadas a las exportaciones como su deseo de evitar la repetición de los ataques especulativos a sus monedas que dispararon la crisis financiera asiática de 1997-1998. Cada uno de esos países mantiene divisas por más de $ 200 mil millones -y China, más de $ 3 billones. Esos ya no son fondos para solucionar desequilibrios en el balance comercial. Son importantes activos nacionales que deben ser invertidos prestando atención a su rendimiento y riesgo. También están los fondos soberanos de los déspotas petroleros, que deben asegurar sus inversiones. En resumidas cuentas, EEUU ya no tiene el "exorbitante privilegio" resultante de tener una moneda de reserva como moneda de curso legal. De ahí, la "batalla de la Triple A".

Antecedentes (decíamos ayer…)

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El "factor" Bernanke: otro "Maestro" que se cae del tabernáculo (Parte III)

(Hagiografíano autorizadadel heterodoxo "socializador" de las pérdidas del sistema financiero) – Publicado en Junio de 2013

(Del Apartado 12) – La guerra de las divisas (y la batalla de la triple A) (escrito a principios del año 2012)

Algunos antecedentes, "de propia mano"

La Unión Europea llama a "revisión" al Euro: "la casa está en llamas"… (Cuando los PIGS bailan el tango: los primeros países subprime)

Crónicas desde el "deshuesadero" (un Paper escrito -casi- "de cuerpo presente", antes del fin -aún incierto- del hecho de la causa y sus daños colaterales)

Segunda parte (Junio de 2010)

La batalla de la triple "A": los sospechosos habituales (¿quiénes se benefician del ataque al euro?)(I) Aportación de pruebas (las crónicas de Narnia)

Entremos en harina y, rápidamente, en polémica (¿por qué no?)

¿Quiénes se benefician del ataque al euro?

Aquellas monedas con las que el euro puede competir (fundamentalmente dólar y libra), y aquellos países a los que la colocación de la deuda soberana de países europeos puede afectar el mercado de la suya propia (fundamentalmente EEUU y Reino Unido).

Si la demanda de euros aumenta lo hace en detrimento de la demanda de dólares y libras. El mercado vende dólares y libras y compra euros. Sube la cotización del euro y baja la cotización del dólar y la libra (en sus cruces de referencia).

Si la demanda de bonos soberanos de los países europeos aumenta lo hace en detrimento de la demanda de bonos soberanos de Estados Unidos y Reino Unido. Las emisiones de deuda de los países europeos se colocan en el mercado con más facilidad que las de deuda americana o británica. Podría interpretarse como una pérdida de importancia relativa (estratégica).

Cuando se produce una disminución en la cotización de una moneda (menor demanda), el país afectado puede "verse obligado" a elevar la tasa de interés en el mercado doméstico para que los inversores aumenten su apetito por realizar inversiones en ese país y "compren" su moneda para ello (mayor demanda). En estos momentos, esa solución resultaría muy comprometedora para la estabilización y crecimiento económico tanto de los Estados Unidos, como del Reino Unido. Además obligaría a la Fed y al Banco de Inglaterra a alterar sus planes y cronogramas monetarios previstos. Podría interpretarse como una pérdida de soberanía.

Lo mismo ocurre con el mercado de bonos soberanos. A igual tasa de interés, el inversor se sentirá más atraído por aquella deuda que tiene menor riesgo. Por carácter inverso para compensar un mayor riesgo habrá que ofrecer una tasa de interés mayor. La calificación de la deuda (las famosas "A") representa una ventaja o desventaja a la hora de comercializar los bonos soberanos. A menor calificación (riesgo país) mayor tasa de interés, o a mayor calificación menor tasa de interés.

Por todo ello es muy importante (fundamental, me animaría a decir) la calificación de la deuda (la ansiada triple "A"), para asegurar la demanda de los bonos soberanos y para disminuir el costo de capital a pagar para hacer atractiva la inversión.

Una vez emitido y colocado el título, el mercado (en este caso el secundario) se encarga por la vía de la cotización del bono de ir haciendo este arbitraje a los largo de la vida. Si el precio del bono sube la tasa de interés (efectiva) baja, y si el precio del bono baja la tasa de interés (efectiva) sube.

¿No les resulta por lo menos extraño que durante el segundo semestre del año 2009, la preocupación principal fuera la "debilidad" del dólar, y en los primeros meses del año 2010, los motivos de desvelo sean la "fragilidad" del euro?

¿Qué fundamentales han variado en tan corto espacio de tiempo? ¿Qué era lo que antes se ignoraba y ahora se ha descubierto?

Si consideramos que Grecia aporta 10 millones de habitantes a los 500 millones de la región europea y su economía supone sólo un 2% de la Unión Europea, podríamos concluir que el alarmismo está siendo excesivo.

Como diría Greenspan: "Si han entendido lo que he dicho, es que me han interpretado mal".

Ruego a los "entendidos" que sepan disculpar la sencillez de la explicación (y obviedad, para muchos), pero siempre intento (otra cosa es que lo logre) que mis escritos sirvan a los jóvenes estudiantes de economía y a personas ajenas al ámbito financiero.

Esta elemental "introducción", sólo tiene la intención de presentar la escenografía en la que se está librando lo que he dado en llamar "la batalla de la triple A".

Qué crisis más rara (disparen contra el euro)

Los países que se benefician (evidentemente) con la menor cotización (y demanda) del euro son, principalmente, Estados Unidos y Gran Bretaña.

Los países que se benefician (con seguridad) con cualquier rebaja en la calificación de la deuda (y demanda) de algún país europeo son, principalmente, Estados Unidos y Gran Bretaña.

Por allí hay que buscar, tal vez, a las tropas que están dentro del "caballo de Troya".

A continuación les presentaré alguna información en "titulares", para que ustedes tengan elementos de juicio y participen del debate (dar o quitar razón), si corresponde:

"El movimiento pendular imperante en la deuda pública desde el inicio de la crisis ha deparado en 2009 la mayor oleada vendedora desde hace una década en Estados Unidos. Esta tendencia se ha reflejado en la evolución de la rentabilidad, que ha registrado su mayor incremento desde 1999 -hay que tener en cuenta que sube cuando el precio de los títulos baja-. El rendimiento de los bonos norteamericanos se ha disparado desde el 2,21 hasta el 3,80%, un repunte de 159 puntos básicos -ó 1,59 puntos porcentuales"… Los bonos estadounidenses a 10 años sufren su peor ejercicio desde 1999 (El Economista – 28/12/09)

De este modo, la deuda norteamericana a largo plazo da carpetazo a dos años de adquisiciones ininterrumpidas.

La continuación de la retirada de las medidas extraordinarias por parte de la Fed prolongará en 2010, con toda seguridad, la tendencia vendedora vista este año.

Según las previsiones, en 2010 el desequilibrio podría crecer entre 1,5 y 2 billones de dólares, lo que obligará al Tesoro a emitir una cantidad similar en deuda.

"Los principales fondos de inversión del mundo están recortando su exposición a los bonos Reino Unido y EEUU ante los temores de que el aumento de la deuda pública y la retirada del apoyo de los bancos centrales a sus economías puedan suponer un deterioro de la recuperación global"… Los fondos de inversión recortan su exposición a los bonos de EEUU y Reino Unido (Expansión – 5/1/10)

Pimco, uno de los mayores fondos de bonos del mundo, que gestiona unos 940.000 millones de dólares (655.000 millones de euros), advierte de que los niveles récord de emisión de bonos en EEUU y Reino Unido y el final de la relajación monetaria situarán a los mercados financieros en una situación de extrema dificultad.

En opinión de Richard Batty, responsable de inversiones de Standard Life Investments, "el nivel de riesgo se ha disparado en los mercados de bonos de EEUU y Reino Unido. Hay riesgo de una venta masiva en estos mercados". Paul McCulley, director gerente de Pimco, aseguró que el aumento de emisión de bonos y el final de los programas de ayuda de los bancos centrales, que han situado la rentabilidad de los bonos a un nivel inferior, son el principal motivo para reducir la exposición en EEUU y Reino Unido.

En el último mes (fines de diciembre/09, principios de enero/10), la desconfianza ante los bonos de estas dos economías ha provocado que su rentabilidad suba a un mayor ritmo que la de los bonos alemanes. La de los bonos de EEUU a diez años ha subido 63 puntos básicos hasta el 3,83% desde el pasado 30 de noviembre, mientras que en Reino Unido, el aumento ha sido de 44 puntos básicos hasta el 3,96%.

La rentabilidad de los bonos alemanes sólo se ha incrementado 23 puntos básicos en el mismo periodo, lo que supone una escalada del 3,38%.

La batalla de la triple "A": los sospechosos habituales (¿quiénes se benefician del ataque al euro?)

(II) Apreciación de las pruebas (por si quedara alguna duda)

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"El mercado de acciones de Estados Unidos podría enfrentar problemas en 2010 debido a que los billones de dólares en estímulos monetarios y gastos gubernamentales han comenzado a agotarse en la mayor economía del mundo, según algunos inversionistas y estrategas"… Los recortes de estímulos y gastos afectarían a las acciones de EEUU en 2010 (The Wall Street Journal – 7/1/10)

Con menos respaldo, la continuación de la recuperación de las acciones tendría que ser impulsada por un crecimiento de las ganancias. En los anteriores repuntes cíclicos de las ganancias, las empresas de bienes de consumo masivo, como las minoristas, y las de servicios financieros, lideraron la escalada. Pero esos sectores enfrentan un año difícil, debido a que los consumidores siguen altamente endeudados y los bancos continúan haciendo frente a las persistentes pérdidas por préstamos producto de la crisis financiera.

"Esta vez no podemos contar con que las acciones financieras y de consumo masivo se encargarán de proporcionar el gran impulso", escribió Brian Knapp, titular de estrategia de cartera estadounidense en Barclays Capital, en una nota a los inversionistas.

Knapp espera que el índice Standard & Poor's 500 caiga a 990 puntos durante la primera mitad de 2010, y luego se recupere para cerrar el año en 1.120 puntos. El índice cerró el 6/1 en 1.126,4 puntos.

Los informes económicos que se publicarán a comienzos del año podrían fijar el tono para el resto del año. Si superan las expectativas, podrían alentar a la Reserva Federal a comenzar a revertir pronto su ultra expansiva política monetaria.

El S&P 500 subió casi un 30% en 2009 debido a que las tasas de interés cercanas a cero y las masivas compras de bonos del Tesoro y valores respaldados por hipotecas por parte de la Fed evitaron otra Gran Depresión. Los sectores de tecnología de la información, materiales y consumo masivo estuvieron entre los grandes ganadores, con un aumento de al menos el 45%, según FactSet Research Systems.

A medida que entramos al 2010, la mayoría de los analistas se muestra optimista sobre las ganancias. Proyectan que las ganancias de las empresas que integran el S&P 500 crecerán cerca del 25% en promedio en el año. Ese sería por lejos el repunte en las ganancias más fuerte registrado en el primer año de una recuperación desde la Segunda Guerra Mundial, destacó Knapp.

Los sectores de consumo masivo y financiero impulsaron las recuperaciones pasadas, con un crecimiento promedio anual de las ganancias del 64% y el 55%, respectivamente, durante cinco repuntes desde 1973, según estudios de Knapp.

En esta oportunidad, esos sectores podrían tener dificultades para generar tal crecimiento de las ganancias.

Hogares endeudados

El crecimiento de las ganancias del sector minorista podría ser especialmente débil debido a que los consumidores estadounidenses siguen muy endeudados, según la firma de inversiones Matthes Capital.

Matthes, con sede en San Francisco, ha pasado cerca de dos décadas analizando balances de empresas, estados de ingresos y flujos de efectivo para juzgar la valuación de las acciones. Pero, ante la peor recesión en décadas, la firma recientemente cambió su enfoque hacia los hogares estadounidenses para ver cómo están respaldando sus activos e ingresos.

Durante los primeros ocho años de este siglo, los pasivos de los hogares estadounidenses aumentaron en promedio en US$ 943.000 millones al año. Desde el inicio de la más reciente recesión hasta septiembre de 2009, los pasivos se redujeron en US$ 256.000 millones, revirtiendo apenas 3,2 meses de ese crecimiento de deuda, según Matthes.

La mayor parte de esta montaña de deudas aún está relacionada al frágil mercado de viviendas, que recibió el apoyo del Gobierno. En el momento de mayor auge inmobiliario, en 2006, los hogares estadounidenses debían US$ 9,8 billones en deuda hipotecaria. A fines de septiembre, la cifra había aumentado a US$ 10,3 billones, calcula Matthes.

Gasto gubernamental

Tales niveles de deuda dejan a los hogares estadounidenses con menos efectivo disponible para gastar en otras cosas. Debido a que los consumidores en general representan dos tercios del producto interno bruto de Estados Unidos, esta situación debería mellar el crecimiento económico. No obstante, el consumo personal actualmente representa más del 70% del PIB, bien por encima del promedio del 66% que se registraba desde 1929, según Matthes.

Es probable que el consumo haya permanecido alto debido a los pagos de transferencias del Gobierno, que ayudan a las personas que pasan momentos difíciles a través de los sistemas de bienestar social, dijo Matthes.

Desde 1929, los pagos de transferencias promediaron el 10,9% del gasto de los consumidores hasta septiembre. Pero la cifra de septiembre fue de casi el 22%, el mayor porcentaje de la historia, según Matthes.

Esta ayuda del Gobierno generalmente se destina a las personas más pobres, las cuales son las más propensas a gastarla, impulsando así el consumo y la economía. Pero dicho consumo beneficia a los minoristas enfocados en consumidores de menores ingresos a expensas de los rivales que apuntan a las clases media y alta, dijo Matthes.

Cuando el Gobierno comience a retirar esta ayuda, el impacto podría ser más amplio.

"En algún momento de los próximos 9 a 12 meses, el Gobierno desacelerará sus drásticos gastos, los cuales provocaron un crecimiento de la deuda de casi el 50% desde el inicio de la recesión y generaron una deuda federal registrada equivalente a la mitad del PIB", escribió Matthes.

"La magnitud de la respuesta fiscal ha sido tal que cuando retroceda el raudal de gastos del Gobierno dejará expuesto a un consumidor con una demanda de consumo orgánica bien inferior a la necesaria para alentar una recuperación económica", añadió la firma.

"Un gran agujero"

Las ganancias del sector financiero también podrían tener dificultades para crecer este año.

La mayoría de los bancos estadounidenses más grandes, como JPMorgan Chase & Co., Bank of America Corp. y Wells Fargo & Co., devolvieron decenas de miles de millones de dólares en ayuda directa del Gobierno.

El sector también se está beneficiando de una pronunciada curva de rendimientos -la diferencia entre las tasas de interés de corto y largo plazo. Eso los ayuda a generar más dinero debido a la brecha entre lo que pagan por los depósitos y las tasas que cobran a los prestatarios.

No obstante, las persistentes pérdidas por préstamos causadas por el colapso inmobiliario y la crisis financiera podrían limitar las ganancias futuras, dijo Knapp de Barclays Capital.

Los inversionistas parecen creer que los US$ 1,1 billones en pérdidas por créditos que ya fueron registradas por el sector representan la mayor parte de las pérdidas de este ciclo, añadió.

Pero el estratega destacó que la mayor parte de las pérdidas provinieron de los aproximadamente US$ 2 billones en activos que estaban disponibles para la venta y que estaban en cuentas al valor de mercado o de intermediación de instituciones.

Los bancos también tienen aproximadamente US$ 8 billones en activos en cuentas devengadas, las cuales son mantenidas hasta el vencimiento. Los bancos cuentan con reservas para cubrir sólo parte de las pérdidas sobre esos activos, reconoce Knapp.

"Las pérdidas por préstamos acumuladas restantes serán de aproximadamente US$ 750.000 millones, y las reservas son de aproximadamente US$ 200.000 millones", escribió Knapp. "Esto implica provisiones adicionales de US$ 550.000 millones para los próximos dos o tres años".

Eso reducirá las ganancias en el sector financiero, lo que limitará el repunte más amplio que esperaba la mayoría de los analistas, añadió.

En 2006, el sector financiero representó US$ 24, o un 27%, de las ganancias del S&P 500, de US$ 88 por acción. Este año los bancos contribuirán con US$ 3, estimó Knapp.

"Ese es un gran agujero", concluyó el estratega.

"La firma de ingeniería eléctrica de John Murray en esta ciudad se ha mantenido a flote en medio de la recesión en parte gracias al trabajo generado por contratos con el gobierno local. A medida que la crisis financiera amaina, sin embargo, Murray se "desvela" ante la posibilidad de que sus perspectivas empeoren, en lugar de mejorar.

El motivo: aunque Gran Bretaña sale de la recesión, enfrenta un déficit fiscal de 12,5% del Producto Interno Bruto (PIB), uno de los mayores del mundo. Para reducirlo hay que quitar miles de millones de libras esterlinas de la economía mientras que el gobierno sube los impuestos y reduce el gasto"… Gran Bretaña sale de la recesión y se alista para una era de austeridad (The Wall Street Journal – 8/1/10)

En los años que siguieron a las cuatro recesiones de posguerra anteriores en Gran Bretaña, los déficits promediaron un 5,7% del PIB en su momento más álgido. En la recesión más virulenta, a inicios de los años 90, llegó a 7,67% del PIB, casi la mitad del monto actual.

Los problemas potenciales de Murray quedaron en evidencia en una reunión del mes de diciembre con funcionarios locales en Walsall, una localidad en el centro-oeste de Inglaterra. Murray afirma que él y otros empresarios recibieron una clara advertencia: "No piensen que una vez que termine esta recesión habrá mucho dinero a disposición de las autoridades para gastar. No habrá dinero".

Este tipo de recortes son un indicio de que la recuperación del país tras la recesión probablemente sea más dolorosa que en otros lugares. Gran Bretaña pagó caro su fuerte dependencia de la industria financiera y el consumo en la primera etapa de la crisis financiera. El gobierno estabilizó la economía mediante un estímulo de miles de millones de libras.

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Mientras países como Estados Unidos, Japón, Francia y Alemania retomaron la senda del crecimiento en el tercer trimestre del año pasado, Gran Bretaña cayó 0,3% y pasó a ser el último de los integrantes del Grupo de los 20 en superar la recesión. Los economistas prevén una expansión de 0,9% el año próximo, frente a 2,2% en EEUU y un promedio de 0,7% en la Unión Europea.

A pesar de la divulgación de algunas cifras positivas, muchos economistas temen que Gran Bretaña quede rezagada durante años mientras el gobierno y los consumidores se ajustan el cinturón. Un vocero del Ministerio de Finanzas, no obstante, afirma que algunos economistas, incluidos los del Fondo Monetario Internacional, creen que el crecimiento británico excederá al de otras grandes economías en 2010 y que el país continúa "comprometido con finanzas públicas sostenibles".

El control del déficit fiscal será un tema decisivo en las elecciones programadas para mayo y los dos grandes partidos, el Laborista y el Conservador, prometen medidas duras.

La primera semana de enero, el gobierno laborista detalló medidas para reducir a la mitad el déficit para 2014, pero postergó los grandes recortes hasta que el crecimiento cobre impulso. El opositor Partido Conservador ha prometido una "era de austeridad".

La medicina será amarga quien quiera que gane. Bank of America Merrill Lynch estima que retirar las medidas de estímulo económico conducirá a una pérdida de alrededor de 2 puntos porcentuales del PIB en 2010. En cada uno de los cinco años siguientes, Gran Bretaña tendrá que reducir el gasto público o aumentar los impuestos en una suma igual al 0,5% del PIB para ordenar sus finanzas, señala el informe.

Es probable que los efectos de estos recortes repercutan con fuerza en áreas como la que rodea a Birmingham, conocida como "el País Negro" gracias a su historial de industrias que funcionan a carbón.

El desempleo de esta zona, conocida como West Midlands, llegó a 10,1% en octubre, el último mes del cual hay datos disponibles, y excedió el promedio británico de 7,8%. A pesar de que la crisis de crédito partió en centros financieros como Londres, los sectores cíclicos como la manufactura -que sigue siendo un importante empleador en la zona- se han visto muy perjudicados.

Para los partidos Laborista y Conservador, la región también reviste otro significado. De los aproximadamente 135 escaños que harían falta para que la actual mayoría laborista se transforme en una mayoría conservadora en las próximas elecciones, 30 se encuentran en West Midlands.

Ladywood, un distrito céntrico de Birmingham, marcó un hito de la recesión en enero del año 2009 cuando se convirtió en la primera zona en la que el desempleo tocó el 10%; ahora es de 16,7%.

Ladywood, sin embargo, mantuvo las apariencias gracias al robusto gasto del gobierno. Sus cuadras de viviendas públicas construidas en los años 60 tienen pocos grafitis o basura y se intercalan con áreas verdes bien cuidadas.

Esto refleja la generosidad del gobierno desde que el Partido Laborista del primer ministro Gordon Brown llegó al poder en 1997. El gasto fiscal como porcentaje del PIB aumentó de 38,2% a 47,3% del PIB el año pasado, según Eurostat, la agencia de estadísticas de la UE. Algunos analistas estiman que podría alcanzar 50% del PIB en 2010. En la UE, fue de un promedio de 46,8% el año pasado y en EEUU fue de 20,7%.

Ya comenzó una rueda inicial de frugalidad, afirma Colin Hughes, concejal de Ladywood. En 2010, el ayuntamiento de Birmingham recibirá un 5% menos que este año del gobierno central. En las reuniones de concejales ya no se sirven galletas ni se imprimen copias de la agenda. La idea de publicar un diario mensual del ayuntamiento fue archivada y las autoridades consideran cerrar un campo municipal de golf.

"Es sólo el comienzo y durante los próximos tres o cuatro años, se verán recortes en partidas de gastos importantes como asistencia social y salud", indicó Hughes.

Otro problema, aquí y a lo largo de Inglaterra es que a pesar de que el gobierno inyectó 76.200 millones de libras para rescatar a dos importantes bancos, entre otras medidas, el crédito bancario no se ha recuperado. A fines del mes pasado, el Banco de Inglaterra reportó que los préstamos a empresas se contrajeron en 4.600 millones en septiembre, el octavo mes consecutivo de declive.

Al igual que el gobierno, los bancos tienen sus propios problemas de deuda. Para cumplir los estándares internacionales de capital, los bancos británicos aún deben levantar el equivalente a 5,5% del PIB del Reino Unido para fines de 2010, según cálculos del FMI. En el caso de los bancos de EEUU, la suma es de alrededor del 1% del PIB.

"La economía de la primera potencia mundial acaba la primera década del milenio en una situación peor que la registrada en el año 2000. Tras dos recesiones en 10 años, la creación de empleo ha sido nula. Por el contrario, los países más pobres han avanzado de forma significativa"… La década de 2000: negra para EEUU, dorada para las economías emergentes (Libertad Digital – 14/1/10)

Según datos publicados por el Washington Post, la economía estadounidense ha acabado la primera década del nuevo milenio peor de lo que estaba a su inicio.

Es la primera vez desde la Segunda Guerra Mundial que el país no registra un crecimiento del empleo al acabar la década.

Entre 2000 y 2009 la creación de empleo ha sido nula. El modesto aumento entre 2003 y 2007 no ha compensado la reducción causada por las dos recesiones que ha sufrido el país.

El aumento del Producto Interior Bruto (PIB) ha sido discreto, y la riqueza neta de los hogares (activos menos deudas) ajustada a la inflación es menor que al principio de la década, al bajar el precio de la vivienda y subir la deuda de los consumidores.

En la década de los 40 el empleo aumentó un 38%, en la década de los 50 aumentó un 24%, en la década de los 60 aumentó un 31%, en la década de los 70 lo hizo un 27%, en la década de los 80 volvió a aumentar un 20%, y en la década de los 90 otro 20%. En la década de 2000 el crecimiento ha sido de 0%.

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Cabe matizar que la década sale especialmente mal parada por el hecho de comprender, justo al principio y al final del período, dos crisis muy duras: el estallido de la burbuja puntocom, y el estallido de la burbuja de la vivienda.

Pero no ha sido una década perdida para todo el mundo. Los países más pobres o en vías de desarrollo han experimentado una importante mejora. Como destaca el economista Tyler Cowen en su balance para el New York Times, los cuatro países más poblados del planeta (dejando a un lado Estados Unidos) han registrado un crecimiento económico notable. China e India han crecido a un ritmo vertiginoso.

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