Interdisciplinaridad[1]
La ciencia pierde su atractivo más vivo, su principal utilidad, cuando considera las diversas ramas como extrañas entre sí, cuando ignora que cada estudio esclarece y fecunda a los demás. las Musas son hermanas, nos dice la ingeniosa Antigüedad […]. La ciencia es una; las Lenguas, la Literatura, la Historia, la Física, las Matemáticas y la Filosofía, los conocimientos más alejados en apariencia, se tocan realmente, o más bien forman todo un sistema, cuyas diversas partes considera sucesivamente nuestra debilidad. Un día intentaréis captar esta majestuosa armonía de la ciencia humana […][2].
En Colombia, y particularmente en el medio educativo se esta habituado a la especialización y disciplinaridad, la enseñanza se asume, predominantemente, a partir de la fragmentación del conocimiento. Así están organizados los currículos y la vida cotidiana de la mayoría de las escuelas, paras muchos docentes la interdisciplinaridad es algo, simplemente imposible, no se entiende, o no se conoce, para otros es una innovación, una nueva forma de asumir la enseñanza. Es precisamente por esto que se hace necesario poner en claro el origen y recorrido histórico de la interdisciplinaredad mostrado, especialmente, aquellas concepciones que han ejercido una fuerte influencia dentro de las ciencias sociales*. Profundizando, posteriormente, en el concepto de interdisciplinariedad visto desde aquellas perspectivas que han trabajado en el campo específico de las ciencias sociales.
2.2.1.1. Aproximación histórica a la interdisciplinaridad: El interés por la interdisciplinaridad no es un asunto nuevo, tal como lo afirma Gusdorf "el tema de la unidad de territorio del conocimiento es una constante epistemológica" (GUSDORF, G. 1.983, p. 33)
Los albores de la civilización occidental demuestra la preocupación que se tenían respecto al tema de la unidad del conocimiento, prueba de esto son los programas académicos de la antigua Grecia y Roma. El programa sofistas de la enkuklios paideia (enseñanza circular de las disciplinas constitutivas del orden intelectual), o la escuela de carácter neoplatónica de Alejandría (que integró bajo su seno las ciencias, las artes, las letras y las técnicas, con la intención de realizar un programa común de síntesis cultural) de los griegos; o el orbis doctrinae de los rectores romanos: la unión de las artes liberales el trivium (gramática, retórica y dialéctica) y las ciencias el quadrivium (aritmética, geometría, astronomía y música), que perduro durante toda la Edad Media, en cuyas Universidades se apelaba por una pedagogía de la totalidad, entendida como la unidad entre maestros y estudiantes junto con la comunidad de las disciplinas del conocimiento (GUSDORF, G. 1.983. p. 33), vistas, claro esta, desde la perspectiva dogmática del cristianismo.
En el siglo XVII pensadores como Francis Bacon, Jean Amos Komenski (Comenio)y Leibniz, realizan fuertes llamados a la unificación del saber, a través de propuestas que propendían por la conformación de verdaderas comunidades académicas. La utopía baconiana: la Casa de Salomón, formula la constitución de una comunidad de sabios que se dedicarán a la investigación científica interdisciplinar al servicio de la humanidad (TORRES, J. 1.996. p. 49-50). Comenio a través de su Pansophia propugnaba por la unidad epistemológica de las ciencias, evitando así su desarraigo.
En el siglo XVIII es el Siglo de las Luces, caracterizado por la búsqueda del orden racional del conocimiento, que llevase a una unidad de las diferentes ciencias a partir de una epistemología genética que ponga en evidencia sus raíces comunes, sus bases solidarias. Este pensamiento fue expresado en la realización del Proyecto Enciclopédico, desarrollado en Francia bajo la dirección de D'Alembert y Diderot. La Enciclopedia surge como respuesta a la cada vez mayor dispersión de los conocimientos que imponía la creciente división del trabajo y a la vez fue un arma de lucha ideológica que inspiro a los ideólogos, filósofos y sabios contemporáneos de la Revolución Francesa. Entre los representes más destacados de esta doctrina que se esfuerza por conducir al conjunto de las disciplinas del saber a principios comunes se encuentran: Condillac, Destutt de Tracy, Canabis, de Bichat, de Lamarck, de Lavoisier, de Volney, Turgot, entre otros, quienes lograron la constitución del Instituto Nacional, en el cual se concreta la utopía baconiana de la Casa de Salomón (GUSDORF, G. 1.983, p. 34-36).
La época de los especialistas llega con el siglo XIX. El desarrollo del capitalismo transforma incesantemente los medios y las formas de producción, las necesidades de la Revolución Industrial, traen consigo el incremento de la especialización en los diferentes campos del saber acelerando, de esta forma, su desarrollo científico como tecnológico, rompiendo con la anhelada unidad epistemológica.
"La túnica sin costuras de la ciencia unitaria parece desgarrada de forma irremediable. La pulverización del saber en sectores muy limitados arroja al hombre de ciencia a una paradójica soledad, puesto que ha perdido ese sentido de causa común que reunía a los enciclopedistas y a sus sucesores, los ideólogos."[3]
Expresión de esta fuerte tendencia es la organización del sistema de enseñanza en Francia en 1.808, que Napoleón mal denominó Universidad Imperial, en la cual por primera vez en la historia se divide en facultades de letras y facultades de ciencias en donde a cada una se amputa de la otra. A pesar de esto, el clamor por la interdisciplinariedad encuentra fuertes defensores, es el caso del ideal que promulga la Universidad de Berlín, fundada en 1.810, en la que se rescata el sentido mismo de la palabra universidad llamando a la solidaridad de todas las disciplinas, en una comunidad de hombres y saberes que buscan enriquecerse mutuamente en la diversidad de sus intereses. Igualmente en Francia, Michelet llama incesantemente a la unidad partiendo del desorden y la confusión a la unidad del orden y la claridad (GUSDORF, G. 1.983, p. 37 -38).
Es un hecho que la disciplinariedad ejerció gran preponderancia durante todo el siglo XIX, manteniendo una fuerte tendencia durante el siglo XX. Aún así, la defensa de la interdisciplinaridad en este siglo fue de gran preponderancia, con exponentes de gran reconocimiento en el mundo de la ciencia encarnaron diversidad de tendencias, dejando en claro, los diversos aspectos y los múltiples caminos que se pueden recorrer en su búsqueda.
Las circunstancias vividas en el transcurso del siglo pasado requirieron que el conocimiento tendiera hacia mayores cotas de interdisciplinariedad. Entre las causas influyentes se puede nombrar: la guerra (que en este siglo tomó dimensiones internacionales); la política (la crisis social fue la constante, su explicación y las alternativas de solución requirieron de miradas globales); la globalización de la economía; el desarrollo científico y tecnológico especialmente en los campos de las comunicaciones, la electrónica, la informática, cibernética, la conquista del espacio. Más actualmente la preocupación por la Paz y el medio ambiente, han evidenciado la complejidad de la realidad, aumentando las posibilidades de cooperación e integración del conocimiento en el ámbito académico y universitario.
Estas circunstancias, en gran medida, influenciaron para que algunas líneas del trabajo interdisciplinario fueran determinadas por la acción práctica; muchas investigaciones y diversos campos del conocimiento se constituyeron por está razón. Sinaceur, ve aquí el origen y la razón de ser de la interdisciplinaridad. Para él, la satisfacción de necesidades es la que determina qué campos de estudio entran a intervenir y la forma como deben relacionarse. Es en la acción práctica, en la labor del ingeniero, donde está el eje fundamental de la interdisciplinariedad, y una vez se haya encontrado se urden asombrosamente:
"En la interdisciplinariedad es la finalidad práctica la que determina la división de los hechos que deben estudiarse; éstas reciben de ella la transmutación necesaria para la objetivación de los fenómenos, es decir, a su presentación 'científica'. Nada lo muestra mejor que el lugar sobre el que se ha formado una práctica interdisciplinaria ejemplar: la investigación operacional."[4]
Sin embargo, los caminos hacia la interdisciplinaridad, no fueron siempre guiados por las acciones prácticas que impone la realidad. Otros autores como Smirnov, reconocen que la interdisciplinariedad posee múltiples origines, planteando que lo importante es llegar a una clasificación de la forma como está se da:
"En la ciencia actual, la interdisciplinariedad toma formas múltiples, sigue caminos diversos y utiliza una gran variedad de medios, especialmente en lo que concierne a la formación y el desarrollo de las relaciones entre las disciplinas. El problema crucial es, pues, el de su clasificación, problema que puede resolverse de varias formas diferentes… El análisis de los fundamentos naturales, social y espistemológico de la interdisciplinariedad[…], permite aclarar los principales aspectos de esta unidad." [5]
Así pues, dos de los caminos más destacados y de gran influencia en este siglo, como medios para llegar a la interdisciplinariedad, fueron la utilización de marcos metodológicos y epsistemológicos globalizantes.
Para Leo Apostel, la interdisciplinariedad tiene como punto de partida la aparición de sistemas teóricos globales de racionalidad matemática, a partir de los cuales, no solo se comparten paradigmas, sino, lo que para él es fundamental: metodologías, conceptos e instrumentos, facilitando la interacción de diversas áreas del saber, creando a su ves, nuevos campos del conocimiento de carácter interdisciplinar. Un aspecto clave de estos sistemas teóricos es la aplicación que han tenido en las ciencias humanas, lo que a permitido compartir procedimientos que no solamente han unido a las ciencias humanas, sino que, han mostrado la relación cada ves más estrecha entre estas y las ciencias físico – naturales. Dentro de los sistemas teóricos principales, Apostel destaca:
b. Teoría del aprendizaje en tanto que proceso estocástico.
c. Teoría de la información (Teoría matemática de la comunicación)
d. Teoría de las gramáticas formales (conocidas también bajo el nombre de lingüística matemática)
e. Teoría de los sistemas de feedback o cibernética.
f. Teoría de la evaluación aproximativa de un álgebra daba por una secuencia de álgebras (lo esencial de la psicología y de la epistemológia genéticas de Piaget).
g. El análisis factorial con sus diversas generalizaciónes (análisis de n factores, análisis factorial cualitaivo, etc.)."[6]
Otro de los sistemas teóricos que aportan una metodología que propicia la interdisciplinaridad es el Deconstruccionismo de Jacques Derrida. A partir de aquí, se llama a reflexionar las estructuras sobre las cuales se cimientan y se construyen determinados campos del saber, con la finalidad de hacer un análisis a la distancia, es decir, a partir del cual se pueda develar sus orígenes, vulnerabilidad, errores. Este procedimiento implica el conocimiento de diferentes disciplinas, concepciones y metodologías, lo que de hecho estimula el pensamiento interdisciplinar (Torres, 1.994. p. 54).
La búsqueda del viejo ideal, de la unidad epistemológica del saber, determino también, movimientos interdisciplinarios en este siglo. En Estados Unidos en los años 20s y 30s los filósofos neopositivistas del Circulo de Viena, constituyeron un proyecto que pretendía la elaboración de una Enciclopedia Unificada de las Ciencias. Bajo la dirección de Otto Neurath, Rudolf Carnap y Charles Morris, el centro de interés estuvo en la unificación de todas las ciencias con concepciones y metodologías propias de las ciencias físicas y naturales a través de un lenguaje científico positivita lógico*común a todas las disciplinas. Con este argumento se quiso dotar a las ciencias sociales de una racionalidad formal que le proporcionaran una supuesta 'objetividad' así como 'salidas científicas' a los problemas sociales y humanos.
Pero el positivismo, no fue el único modelo filosófico que opto por una unificación de las ciencias partiendo de la búsqueda de formulismos lógicos que sirvieran para tal fin. La teoría general de los sistemas se construyó con criterios de la biología y el estructuralismo se influencio de esquemas y estructuras provenientes de las matemáticas.
Von Bertalanffy uno de sus mayores exponentes de la teoría general de sistemas hacia 1.925, hablaba de una integración de las ciencias que partiera de una construcción teórica amplia y general trascendente a los compartimientos y aplicable a toda clase de fenómenos. Basada en el criterio de sistemas de la biología y de un principio de la neurología, el concepto de feedback, establece que todo campo del conocimiento es susceptible de establecerse como un sistema, compuestos por diferentes elementos o subsistemas que se interrelacionan de diferentes maneras.
El estructuralismo, por su parte, surge de la teoría sobre la génesis de la inteligencia del niño de Jean Piaget, quien a partir de la generalización de las estructuras formales que recorre el niño para alcanzar la racionalidad, a las estructuras formales de las ciencias, crea una base epistemológica común a todas ellas. Para él todas estas estructuras son "fomalizables o matemátizables" (Piaget, 1973), expresadas en términos algebraicos y aplicables en cualquier campo del saber.
Aunque estos sistemas globales han tenido gran preeminencia respecto al desarrollo de la interdisciplinaridad, han sido fuertemente criticados por autores que no los ven como tal, más bien los hallan totalizantes. De esta forma Gusdorf advierte los peligros que se corren al tomar un paradigma que parta de criterios formalizadores como elementos unificadores de las ciencias
"La toma de partido del formalismo lógico – matemático, lejos de ayudar al desarrollo de la investigación, actúa como impedimento de la misma. El pretendido 'investigador', prisionero de su misma fórmula de inteligibilidad, no busca más que lo que ya ha encontrado; su reflexión se despliega sobre las correderas cuidadosamente engrasadas de una red prefabricada. El horizonte epistemológico se encierra en este idealismo de la razón científica militante y triunfante, fácilmente reconocible bajo los revocados sucesivos del lenguaje, realizados por las doctrinas de moda. Lejos de mirar hacia delante, de afrontar lo desconocido, de intentar establecer fórmulas nuevas, de descubrir valores y de crear una lengua, el 'sistemismo', que se contenta con generalizar, extrapolar formas axiomáticas ya hechas, avanza retrocediendo sobre un camino bloqueado de antemano."[7]
Pero la búsqueda de la integridad y la unificación de la ciencia, no se ha hecho siempre rompiendo tajantemente con los diferentes sistemas teóricos catalogados como totalizantes. De esta forma Edgar Morin, parte del análisis de la Cibernética, el Sistemismo, la Teoría de la Información retomando principios claves que estas teorías han develado como los conceptos de sistema abierto, información, ruido, orden, desorden, organización, auto-organización: entropía – neguentropía, la complejidad y la incertidumbre. Procedimiento que le ha permitido realizar una "ruptura, integración y reflexión" bases de la constitución de un pensamiento complejo "que conecte la teoría a la metodología, a la Epistemología, y aun a la Ontología" (MORÍN, E. 1.996, p. 75-76). Igualmente, ha hecho un recorrido por la física, la biología y la antropología, mostrado las diferentes relaciones que se establecen en estos campos del saber, lo que le da bases para plantear la posibilidad de crear una nueva ciencia que parta de la unidad e integración de las áreas del conocimiento.
"Finalmente, y sobre todo, lo que hemos querido y creímos encontrar, es el punto articular para las investigaciones fundamentales, un conjunto teórico/metodológico/epistemológico, a la vez coherente y abierto. Lo creemos más coherente que todas las demás teorías que se extienden sobre un dominio igualmente vasto pero que se reducen a repetir incansablemente sus generalidades. Lo creemos mucho más vasto y más abierto que todas las otras teorías abiertas (que caen en el eclepticismo, faltas de una columna vertebral). Vamos a intentar aquí un discurso multidimensional no totalitario, teórico pero no doctrinario (la doctrina es la teoría cerrada, autosuficiente), abierto a la incertidumbre y a la transcendencia; no idea/idealista, sabiendo que la cosa no será nunca totalmente encerrada en el concepto, el mundo jamás aprisionado en el discurso."[8]
La opción por el marxismo ha sido, también, un intento por romper con esos estrechos marcos. Desde está concepción se han desarrollado trabajos en todos los campos de las ciencias, especialmente en las ciencias sociales, logrando una integración de saberes en torno al materialismo dialéctico. Desafortunadamente se han mantenido prejuicios de tipo ideológico y político que han hecho que no se encuentre una amplia bibliografía donde se realice un análisis de cómo el marxismo ha aporta al desarrollo de la interdisciplinariedad, dificultando la argumentación hacia este.
2.2.1.2. El concepto de interdisciplinariedad. Los intentos por definir la interdisciplinariedad son relativamente recientes, propios del pasado siglo XX, pero, como es común en el ámbito de las ciencias, no se tiene un concepto unívoco de la interdisciplinariedad, esta varia de una forma más amplia o más sesgada de acuerdo al punto de vista de cada autor. Aún así, hay un notado interés por ver la interdisciplinariedad, no solo como yuxtaposición de saberes, sino verla desde el punto de vista epistemológico, ontológico, filosófico y social, mostrando de esta forma, cómo cuando realmente se emprende un trabajo interdisciplinario se trasciende del campo específico de cada una de las ciencias, descubriéndose un nuevo campo del conocimiento, una nueva forma de llegar a ella.
De esta forma Daya Khishna, parte de la base que no se puede ver la interdisciplinariedad solamente como el campo de estudio donde participan diferentes disciplinas, sino aquel donde
"haría intervenir categorías que trascienden a las disciplinas y que igualmente son, por construcción, inaplicables a cualquiera de esos campos considerados aisladamente"[9]
lo que sugiere un proceso creativo y evolutivo del desarrollo científico, que transforma continuamente los diferentes campos de estudio
"Los campos disciplinarios de la actualidad serán las disciplinas del mañana, y las que son consideradas actualmente como disciplinas bien definidas y limitadas pueden flexibilizarse y convertirse a su vez en campos de estudio interdisciplinario."[10]
Este tipo de definición encierra el reconocimiento de que donde no se puede determinar el campo de estudio de una disciplina específica se crea un nuevo campo de estudio trascendente a esta, pero que de hecho parten del entendimiento disciplinar, lo que implica una forma novedosa de cooperación. Sinaceur comparte esta visión remarcando en los vínculos que supone la interdiscipliariedad
"Es, pues, una problemática cuyos rasgos esenciales son, ciertamente, una coordinación de las disciplinas y de los saberes que proporcionan, pero también una coordinación de naturaleza muy especial, que nos recuerda una indicación de Platón en su definición de arte político, no su teoría idealista del Estado, sino su descripción de la acción: arte del tejido, que nunca deja que se establezca el divorcio entre los diferente elementos; siempre urde y reúne las informaciones para hacer con ellas un tejido flexible y bien tupido. Si la interdisciplinariedad se pusiera a soñar, éste es el tejido que seria su fantasma."[11]
Para Gusdorf la interdisciplinariedad no supone solamente una forma novedosa de coordinación, él parte de la necesidad de crear una nueva lógica de descubrimiento, que rompa con los moldes preestablecidos:
"El conocimiento interdisciplinaria debe ser una lógica del descubrimiento, una apertura recíproca, una comunicación entre los campos del saber, una fecundación mutua, y no un formalismo que neutraliza todos los significados cerrando todas las salidas.[…] El propio principio de la investigación interdisciplinaria es una empresa llamada a romper los moldes de la inteligibilidad preexistentes; no se trata de proclamar la soberanía absoluta de tal o cual formulario preestablecido, sino de luchar por el establecimiento de un nuevo formulario, no reductor y simplificador, sino factor de apertura y enriquecimiento para cada uno de los campos a que se aplica."[12]
Otros por el contrario como Tom Bottomore, no son tan severos respecto a papel que puedan jugar determinados marcos teóricos, sin embargo parten del reconocimiento de que la unificación del saber presenta diferentes niveles. Remarca, pues, una diferencia entre la interdisciplinariedad y la transdisciplinariedad, resaltando el papel que juegan los paradigmas cuando se comparten en el trabajo teórico e investigativo.
"Entre la interdisciplinariedad, tomada en un sentido restringido, y la transdisciplinariedad. La primera implica, en efecto el encuentro y la cooperación entre dos o más disciplinas, aportando cada una de ellas (en el plano de la teoría o de la investigación empírica) sus propios esquemas conceptuales, su forma de definir sus problemas y sus métodos de investigación. La segunda, por el contrario, implica que el contacto y la cooperación entre las diversas disciplinas tienen lugar, sobre todo, cuando estas disciplinas han terminado por adoptar un mismo método de investigación, para hablar de forma más general, el mismo paradigma."[13]
Benoist, comparte igualmente este punto de vista, explicando más claramente los limites que hay entre la interdisciplinariedad y la transdisciplinariedad
"Hemos podido definir la transdisciplinariedad como el campo de intercambio de los esquemas abstractos de los diálogos interdisciplinarios locales desde el momento en que hay una generalización o posibilidad de exportación de esquemas o relaciones conceptuales. La interdisciplinariedad sigue siendo el diálogo actual y localizado entre dos o varias disciplinas que engendran una nueva adquisición heurística… Pero tan pronto como una aproximación espistemológica o crítica se refleja en la pureza conceptual de los esquemas puestos al día, tan pronto como una exportación o transformación rigurosa pueden ser tenidas en cuenta, entramos en el campo de una transdiciplinariedad. P. 185.
Edgar Morin y Massimo Piattelli-Palmarini, pone la transdisciplinariedad como una meta y la interdisciplinariedad como el camino
"Solo la "interdisciplinariedad" forma un campo constituido o fácilmente constituible, puesto que conduce a negociaciones "diplomáticas" con lo que coexiste ya un marco cerrado. Por el contrario, la transdiciplinariedad no puede construir su propio campo de investigación más que después de que la problemática y la teoría de la autoorganización hayan sido definidas. No podemos tomar, pues, la transdiciplinariedad como punto de partida. Esta sólo puede ser una de las facetas de la meta que se desea alcanzar. El camino es tanto más difícil (y será, por tanto, más largo) cuanto que la organización y lo auto necesitan no sólo una elaboración teórica, sino también una reforma paradigmática orientada hacia los principios del razonamiento. No solo hay que dejar de oponer lo uno a lo diverso, lo uno a lo complejo (todo sistema es primeramente una unidad compleja), sino también el desorden a la organización."[14]
Para Morin, la búsqueda de esa nueva elaboración teórica, el camino hacia esa reforma paradigmática está en la constitución de un pensamiento complejo que parte de la complejidad misma de la realidad. Complejidad que debe ser entendida en primera instancia como un tejido
"(Complexus: lo que está tejido en conjunto) de constituyentes heterogéneos inseparablemente asociados: presenta la paradoja de lo uno y lo múltiple. Al mirar con más atención, la complejidad es, efectivamente, el tejido de eventos, acciones, interacciones, retroacciones, determinaciones, azares, que constituyen nuestro mundo fenómenico. Así es que la complejidad se presenta con los rasgos inquietantes de lo enredado, de lo inextricable, del desorden, la ambigüedad, la incertidumbre…"[15]
Constituyéndose en una concepción del mundo desde la cual abordar el conocimiento, la realidad. Siendo a su vez la base epistemológica, teórica y metodológica desde la cual abordar cualquier campo del conocimiento y de la realidad. Trascendiendo el marco de las disciplinas integrando los diferentes saberes en el proceso mismo del conocimiento y constituyéndose en la base común de diferentes campos del conocimiento.
Hasta aquí se quiso mostrar el camino que se ha seguido en la construcción de la interdisciplinariedad como ideal buscado a lo largo de la historia del conocimiento y que hoy en día se encuentra más vigente que nunca, no solo como necesidad para abordar la ciencia, sino como necesidad social y humana, en la medida en que las condiciones del momento así lo determinan y requieren. La construcción de una sociedad más justa e igualitaria sin duda alguna requerirá de una mirada interdisciplinar de la realidad.
Autor:
Ednna Lucena Acosta Gil
[1] Docuemnto escrito por Ednna Lucena Acosta Gil Licenciada en Educación con énfasis en Ciencias Sociales Especialista en Neuropsicopedagogía Master in Education ednalucena[arroba]gmail.com
[2] MICHELET. Discurso sobre la unidad de la ciencia. 1.825. Tomado de APOSTEL y OTROS. Intedisciplinaridad y ciencias humanas. UNESCO. 1.983.
[3] Ya que está aproximación histórica no se puede hacer excluyendo los diferentes campos del saber, debido a que, fundamentalmente, la integración de las ciencias sociales se ha hecho a partir de los aporte de las otras ciencias, hecho que es explícito, especialmente, en pasado último siglo.
[4] GUSDORF, G. Pasado, presente y futuro de la investigación interdisciplinaria. En: Interdisciplinariedad y ciencias humanas. p. 36-37.
[5] SINACEUR, M. A. ¿Qué es la interdisciplinariedad? Ibib. p. 28.
[6] SMIRNOV, S.N. La aprocimación interdisciplinaria en la ciencia de hoy. Fundamentos ontológicos y epistemológicos. Formas y funciones. En Ibib. p. 58
[7] APOSTEL, L. Las ciencias humanas: Muestras de relaciones interdisciplinarias. En Ibid. p. 73
[8] Se opta por un racionalismo que llama a la ciencia al control de las situaciones, a partir de estructuras y técnicas rigurosas de las ciencias físico – naturales.
[9] GUSDORF, G. Pasado, presente y futuro de la investigación interdisciplinaria. En: Interdisciplinariedad y ciencias humanas. p. 48.
[10] MORIN, Edgar. Introducción al pensamiento complejo. Barcelona: Editorial Gedisa. 1.996. p. 76-77
[11] KRISHNA, Daya. La cultura. Ibib. p. 215.
[12] Ibib. p. 215-216
[13] SINACEUR, M. A. ¿Qué es la interdisciplinariedad? Ibib. p. 31.
[14] Ibib. p. 49
[15] BOTTOMORE, Tom. Interdisciplinariedad y ciencias humanas. Madrid: UNESCO, 1983. p. 11