El Impacto de la Globalización Económica en la Industria de Diamantes (página 4)
Enviado por Rashi Bhatnagar
1998 | 0.5 | |
1999 | 4 | |
2000 | 4.9 | |
2001 | 5.4 | |
2002 | 9 | |
2003 | 9 | |
2004 | 1.5 | |
2005 | 11.7 | |
2006 | 19.9 |
Fuente: CIA World Factbook
En razón de las estadísticas del gráfico 5, el conflicto resultó perjudicial para la economía de Angola, especialmente antes de 1995 y después de 1996. Sin embargo, la economía parece tener altibajos, aun durante la guerra civil; por ejemplo, en 1996, el crecimiento llegó al 9%, mientras que en 1994 se clasificó en -1%. El crecimiento se atribuye mayormente a las exportaciones de los recursos naturales; las ganancias por el petróleo excedieron US$ 4 billones en 1996 y las de los diamantes (venta formal e informal) superaron los US$ 850 millones.[127] Es decir, que el crecimiento no siempre hace al pobre suficientemente rico a menos que exista una política pública a favor de los pobres y que prevalezca la paz. Como resultado de tal carencia en la política pública, el crecimiento porcentual del PBI real llegó a un promedio de 6.5% durante 1995-1999; sin embargo, la población pobre no recibió ningunos beneficios porque los ingresos públicos no fueron utilizados para los servicios sociales.[128]
4.3 La Economía de Guerra de Angola
"los diamantes son el elemento vital de la UNITA. Sin ellos, la UNITA no podría mantener sus opciones…(tal como) las reservas militares, para que el gobierno no puede destruirnos"[129]
Ex Jefe de Personal de la UNITA, General Arlindo Pena ("Ben Ben").
Angola es el tercer productor de diamantes en África y hasta ahora sólo ha explorado el 40% de su territorio dotado por este recurso mineral. Sin embargo, Angola no ha podido atraer mucha inversión extranjera, lo cual se debe principalmente a la corrupción, las violaciones de los derechos humanos y el contrabando de diamantes. Ambos regímenes, el MPLA y la UNITA, juegan un papel importante para reflejar los ingresos ilícitos ganados por la exportación de los diamantes. Es importante destacar que, mientras que la UNITA ha aprovechado las ganancias por los diamantes en los territorios bajo su control, el MPLA se ha beneficiado por su control sobre el sector de petróleo para financiar la lucha contra el grupo rebelde.
4.3.1 Lucha de Poder entre la UNITA y el MPLA
La economía de guerra, destacando las posiciones de la UNITA y el MPLA, también necesita ser explicada en términos del uso de la fuerza en el hecho de perseguir estrategias de poder y seguridad. Los líderes de ambos movimientos lucharon por el poder y consideraron la noción de reforzarlo a través de la guerra. Cuando los dos partidos gradualmente perdieron el apoyo local popular y el extranjero, su dependencia en los recursos naturales aumentó. Aunque aquellos líderes percibieron el control sobre los recursos en los años 80 como una parte de mantener el poder, en los años 90 y siguientes, ambos lados cambiaron su percepción y comprendieron que los recursos son un medio elemental para conseguir el poder.[130] Después de haber fracasado en los acuerdos de paz, para los dos beligerantes, la commodificación o la transformación de los recursos en mercancía y el marketing, dependía mucho de terceros. La tercera parte fue importante en la medida en que abrió avenidas, las cuales influyeron en el comercio ilícito. Asimismo, las empresas transnacionales fueron fundamentales para generar ingresos y a su vez sostener la renuencia de la elite angoleña a abandonar las ofertas violentas que obtuvieran o conservarían el poder estatal e implementar reformas necesarias al desarrollo de Angola.
Los diamantes de Angola están especialmente vulnerables a la minería por UNITA, porque están difundidos sobre un territorio vasto, lo cual no es manejable para el gobierno.[131] Sin embargo, el MPLA ha tenido un poco de éxito al expulsar a la UNITA de algunos sitios claves de diamantes desde 1998. Al hacer esto, los ingresos de los rebeldes disminuyeron considerablemente. (Ver gráfico 6).
4.3.2 La Venta y Producción de Diamantes
Gráfico 6: Ventas de Diamantes por UNITA[132]
Fuente: Africa Policy E-Journal, Angola: Diamond Trade and War. [Consulta: 06-07-2008].
Nota: Todas las cifras encontradas en son estimaciones según investigaciones conducidas en la industria por varios analistas.
En las áreas minerías del norte de Lunda (el sitio más explotado en el país por sus reservas de diamantes), los diamantes llegaron a ser prominentes en el hecho de sostener y alimentar el conflicto desde las elecciones presidenciales en 1992. Está estimado que UNITA ha ganado alrededor de US$ 1.5 billones en sus ventas de los diamantes por áreas bajo su control durante todo el período del conflicto civil. En 1996, el rendimiento total de los diamantes de Angola se estimó en US$ 700 millones (ver gráfico 6), de los cuales US$ 147 millones representaron las ventas por medios legales de los productores pequeños y la compañía paraestatal, Endiama.[133] De este cálculo, unos US$ 553 millones no pueden ser explicados porque la UNITA vendió los diamantes por intermediarios usando las vías informales y las redes regionales. Además, el gráfico ayuda a explicar que los ingresos de US$ 700 millones en diamantes representaban cerca del 10% de la producción total mundial de los diamantes crudos.
Las consecuencias del uso de los fondos por las ventas de diamantes es esencial en comprender el movimiento del financiamiento por la UNITA. Los objetivos financieros centrales para aquel grupo rebelde encabezaban la necesidad de obtener una representación extranjera, cubrir costos de viaje, obtener mercancía y comprar armas. La estrategia seguida por la UNITA fue similar a la de cualquier comerciante que busca aumentar sus ingresos. El grupo rebelde mantuvo sus gastos indirectos a pesar de las expensas altas de la minería (porque grandes proporciones de las ganancias tenían que cubrir los gastos operativos) durante las operaciones en los mediados de los años 90. Esto fue posible mediante el gasto externo a los garimpeiros[134]y operadores extranjeros de minas.
Del mismo modo, al analizar el gráfico 6 con más detalle, se observa que en los períodos de "paz" durante los años 90, las ventas disminuyeron debido a la exigencia de transparencia convocada por la comunidad internacional y las Naciones Unidas. La situación de paz claramente señaló una desventaja para la UNITA. En los años 1995 y 1998, antes del estallido de la guerra y después de firmar los acuerdos de paz, la cantidad ganada por la UNITA se redujo drásticamente a US$ 320 millones y US$ 200 millones. También cabe destacar las ramificaciones de la adquisición de las minas por el gobierno conforme al Protocolo de Lusaka, el agotamiento de las minas existentes en ausencia de inversiones nuevas y las sanciones impuestas por las Naciones Unidas en 1998 contra los diamantes producidos por la UNITA, lo cual ha impactado en las ventas.
De las estadísticas halladas para las ventas de diamantes por la UNITA no se puede derivar qué cantidad de ganancias reales obtuvo el grupo rebelde después de tomar en cuenta las expensas y gastos incurridos en las transacciones. Sin embargo, para comprobar la hipótesis planteada, esta investigación concuerda en un cierto grado que la dependencia en los diamantes ha alimentado la guerra aún más. De esta forma, el MPLA ha tomado represalias contra la UNITA, con acciones violentas para expulsarlos y quitarles sus fuentes de ingresos en las zonas bajo el control de la UNITA. Tal vez podemos inferir que, si la UNITA no hubiera logrado una fuente de ingresos por los diamantes, sería posible que la guerra hubiese terminado con los acuerdos de paz y el Protocolo de Lusaka. La ONU incorporó varios mecanismos que enfrentaban el tema de los diamantes conflictivos, sin embargo, el informe de las Naciones Unidas en 2001 indicó que la UNITA había eludido las sanciones impuestas por el Consejo de Seguridad y los diamantes fueron "limpiados" y envasados en paquetes legítimos o por bolsas de diamantes, donde los comerciantes ocultaban las fuentes originarias.[135]
Gráfico 7: Producción de Diamantes de Angola (1996-2006) en Quilates
Fuente: Diamond Industry Annual Review: Republic of Angola 2007. [Consulta: 07-07-2008].
Producción Total
Producción Formal
Producción Informal
La producción de diamantes angoleña ilustra una perspectiva similar a la de las ventas. Sin embargo, la diferencia entre las dos bases de estadísticas es que el gráfico 7 también incluye datos que señalan la producción formal de la economía de diamantes. Para analizar los datos del gráfico 7, aunque la producción informal no refleja la situación completa ni la correcta, se puede derivar que la producción y las ventas de diamantes durante la época de la guerra aumentaron y disminuyeron según la situación que involucraba principalmente el control mantenido por la UNITA sobre las minas de diamantes. Es importante comprender que la producción ha incrementado continuamente. Una de las razones para explicar tal hecho es que el gobierno angoleño tomó control sobre la industria de diamantes en 2000, controlado anteriormente por la UNITA, y constituyó un monopolio, ASCorp, una compañía que ahora controla la mayor parte del comercio de diamantes. Al principio del año 2000, Angola entregó todos sus derechos de marketing a esta empresa, la cual es una empresa conjunta con la compañía estatal, SODIAM, Wellox de Israel y Tais de Bélgica.[136]
El monopolio sostiene el argumento, para explicar por qué la producción informal disminuyó durante aquella época, de que trató de incrementar los ingresos estatales mediante la contracción del caos en el mercado doméstico de diamantes y buscó crear más vías oficiales desde donde traspasar a los mercados internacionales. Asimismo, creando una salida transparente de actividades comerciales y domando el intercambio de diamantes conflictivos, el monopolio estatal quiso asegurar su posición en el sector de comercio formal. Sin lugar a dudas, ASCorp aumentó sus ingresos, los cuales fueron guiados al Estado, pero el contrabando y el vínculo con la UNITA no desaparecieron. Después de las sanciones impuestas por el Mecanismo de Monitoreo de las Naciones Unidas, se estimó que US$ 1 millón de diamantes fueron vendidos por contrabando en el exterior cada día, equivalente a US$ 350-420 millones por año.[137] Asimismo, dado que la producción formal de diamantes aumentó desde los fines de los años 90 y fue controlada por el monopolio que buscó poner freno al contrabando, esta acción tomada resultó contraproducente porque disminuyó la cantidad que los intermediarios y comerciantes pagaron a los mineros. Por lo tanto, los pequeños a medianos mineros buscaron canales ilícitas para aumentar sus ingresos, para reemplazar los impuestos que aseguraban una fuente importante.
Hoy en día, analistas estiman que las ganancias de UNITA por los diamantes son aproximadamente US$ 100 millones por año, lo cual marca una diferencia enorme respecto de los años 90. Además, ahora la UNITA vive gracias a las reservas de diamantes guardadas durante los años de explotación intensiva de las minas artesanales y al robo, cuando era posible evitar las regulaciones del Estado. Es percibido por los angoleños que el triunfo del MPLA y no del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, ha sido la mayor razón por la cual disminuyeron los ingresos de diamantes de la UNITA.[138]
4.4 La Geografía del Conflicto de Recursos
Como uno de los enlaces para explicar el conflicto civil en relación con la dependencia en los recursos minerales, la ubicación geográfica constituye un enfoque central en el siguiente análisis del comercio ilícito de diamantes por la UNITA. Para entender el vínculo entre el conflicto y la geografía, se debería observar que cuanto más grande es la distancia o la dificultad en el acceso al centro de control, tanto más incrementa el costo del control y el riesgo de perder los recursos, al adversario.[139] En otras palabras, es menos probable que un recurso mineral cerca de la capital esté capturado por los rebeldes que un recurso ubicado cerca de la frontera.
El conflicto intratable entre el MPLA y la UNITA, demuestra que cada uno busca el control sobre el territorio dotado de diamantes. La mayoría de las minas se concentran en una sola provincia, Lunda Norte, y los diamantes aluviales se encuentran en muchos lechos de ríos sobre un terreno enorme con arbustos, lo cual facilita las actividades guerrilleras. Si los diamantes hubieran sido encontrados en los caños de kimberlitas[140]tal como se encuentran en Bostwana, o en el lecho marino de la costa, tal como en Namibia, el acceso a los diamantes para la UNITA hubiese sido más complicado o tal vez imposible.
En general, a lo largo de los años 90, la UNITA controló la mayor parte de la meseta y la parte interior del país. Esto les permitió tener acceso desde un 60% hasta un 70% de la producción de diamantes para financiar sus desempeños militares.[141] Mientras tanto, el MPLA mantuvo un control constante sobre los campos petrolíferos para asegurar su remuneración durante el conflicto civil.
El control sobre los territorios geográficos variaba de un año al otro dependiendo del triunfo militar entre las facciones beligerantes. Debido a una acción militar agresiva en 1992 por la pérdida de las elecciones, la fuerza militar de UNITA tomó control sobre dos tercios del país.[142] En los años siguientes, UNITA aflojó su control sobre los territorios de diamantes cuando llegaron los acuerdos tentativos de paz y las sanciones impuestas por la Naciones Unidas. UNITA empezó en 1996 con un control de 337 localidades que descendió hasta 155 localidades a fines de 1998.[143]
Otra dimensión geográfica de importancia equivalente es la de la fragmentación. Durante un conflicto, las actividades sociales y económicas están afectadas por el fenómeno de fragmentación o contracción, por el cual se observa un cambio drástico de la distribución de la población. Las poblaciones tienden a reagruparse en aéreas seguras por temor a un ataque militar o guerrillero, dejando regiones amplias deshabitadas. Esto acaba en una reconfiguración de las actividades económicas y de las estructuras socio-políticas. La economía durante el periodo de paz disminuye y está restringida por la geografía del país, marcando un cambio de producción de los servicios y resultando en el aumento de las actividades informales.[144] El efecto resulta ambiguo en cuanto al control político y social y las estructuras políticas pierden fuerza cuando gente de comunidades no relacionadas se concentran. A menudo esto da lugar a que las autoridades intensifiquen su control sobre la población y utilicen la coerción en la ausencia de una cohesión social.
De mismo modo, los líderes manipulan los recursos en los momentos difíciles como medio de mantener alianzas y controlar a sus subordinados. Cuando existe una oportunidad para monopolizar los medios de intercambio entre el recurso mineral y la economía abierta, se genera un espacio económico cuya disponibilidad permite a los aliados y a los subordinados operar con autonomía mediante actividades comerciales o criminales.
4.5 Intervención Extranjera y Protección Local
El aspecto externo comercial de la política económica de Angola refleja cambios en la política exterior de las potencias extranjeras, especialmente en los Estados Unidos.[145] El régimen de MPLA beneficia por su coalición con partidarios en la industria de diamantes. Esta juega un papel importante al atraer la "seguridad industrial" con un estilo militar corporativo de servicios. Además, dentro de este análisis se observará la importancia creciente de las transacciones formales y no clandestinas en las estrategias elegidas por regímenes débiles y en las políticas exteriores de los oficiales de Estados poderosos quienes están preocupados por la anarquía en los Estados débiles o fracasados.
El acuerdo entre las empresas, las instituciones financieras internacionales, los oficiales de Estados extranjeros y los oficiales angoleños reflejan un cambio en la perspectiva de los actores extranjeros. Es decir, que aquellos agentes externos crean una relación entre la eficiencia y el orden en los Estados Africanos, en particular, los que dependen fuertemente de los ingresos por la extracción de recursos minerales. De este modo, los políticos locales y extranjeros utilizan las empresas privadas como representantes que responden a las amenazas de anarquía en áreas donde la administración burocrática es muy escasa. Asimismo, los Estados intensifican sus derechos de seguir explotando para aprovechar las oportunidades económicas privadas.
El MPLA siguió estrategias comerciales, las cuales parecen estar relacionadas con el otorgamiento de concesiones mineras a las empresas extranjeras. Aquellas empresas demostraron un papel activo al reforzar el interés por la seguridad para el gobierno de Angola. Por ejemplo, (tal como fue explicado brevemente en el capitulo 1) American Mineral Fields (AMF) estableció una empresa conjunta con la compañía de seguridad (con base en el Caribe) International Defence and Security (IDAS), para desarrollar una concesión minera.[146] El MPLA concedió el 50% de los derechos a la empresa de seguridad para que se ocupara de un territorio de 36000 de kilómetros cuadrados, lo cual fue bajo el control de la UNITA.
La cultura de la industria de diamantes demuestra que se toleran varias prácticas comerciales desviadas. Primero, porque los diamantes son un recurso fungible, los cuales son fácilmente disponibles en muchos mercados internacionales y segundo, porque la forma en que fueron adquiridos no permite distinguir o localizar el sitio donde fueron encontrados y, por ende, los compradores de diamantes no dan mucha importancia al origen, lo cual puede implicar que se han extraídos de zonas conflictivas.
De tal forma, en las redes comerciales creadas es fácil entrar, por ejemplo, para el comerciante de armas, Arkady Gayamek, quien compró el 15% de la empresa África-Israel y es el inversor principal de esta empresa, que se ocupa de minería de diamantes, "Catoca Kimberlite".[147] Supuestamente, este empresario ofreció su apoyo para renegociar la deuda externa de Angola con Rusia, constituyendo su apoyo en pagos consistentes en el trueque de las ventas de diamantes o petróleo para reembolsar la deuda, con lo cual Angola formará un cierto grado de credibilidad para adquirir equipo militar desde Rusia mismo y evitar su dependencia en los intercambios riesgosos con comerciantes de armas o intermediarios.[148]
Este negocio señala un intento del gobierno del MPLA para perseguir una diversa gama de relaciones empresariales y atraer competidores a Angola para contender en el control de la cuota del mercado. A su vez, las transacciones comerciales generan un interés propio para los oficiales israelíes que ayudan al gobierno angoleño a enfrentar sus problemas de seguridad. Tratos comerciales de la forma indicada arriba ilustran que los Estados poderosos están más disponibles para utilizar empresas representantes, mientras que las potencias pequeñas están más restringidas a depender de agentes comerciales para ejercer su influencia en la región. Como agentes de las potencias pequeñas, los oficiales israelíes no pueden ejercer el mismo apalancamiento sobre las autoridades angoleñas, por el uso de empresas de seguridad. Por eso, las potencias que tienen interés propio económico en la industria de diamantes, fortalecen sus relaciones comerciales a través de estrategias que atraen los angoleños por su objetivo principal, el de enfrentar los grupos rebeldes y recuperar su control sobre las minas de diamantes.
La comercialización de los intereses diplomáticos y estratégicos en relación con Estados Africanos y no Africanos, demuestra un componente expansivo de la economía global. De hecho, el uso de representantes comerciales para reemplazar Estados débiles se remonta a las estrategias coloniales de desarrollo. Sin embargo, Angola es un país que ha podido superar la administración colonial en la medida en que utilizó la manipulación de las condiciones naturales dotadas para enfrentarse con rivalidades internas. El gobierno dominante, MPLA, obtuvo un reconocimiento y legitimidad soberana por su capacidad de organizar el mercado en tal forma, que buscó aprovechar las relaciones comerciales para llegar a los objetivos políticos. Por lo tanto, se puede percibir los diamantes como una forma de competir entre los distintos partidos para llevar a cabo una posición hegemónica y creando una militarización de comercio. De modo similar que el MPLA, la UNITA justificó sus acciones violentas y belicistas, con una ideología que encabezó los valores del pueblo indígena y que le ganaba apoyo y luchaba contra la elite extranjera robando la riqueza nacional. No obstante, la UNITA también aprovechó de las redes globales y la elite extranjera. La minería e intercambio de diamantes en el sur de la RDC ha integrado la UNITA con las redes de contrabando de los congoleses. Esta actividad de la UNITA representa una porción de la producción informal de diamantes por la RDC. Durante la guerra fría, Jonas Savimbi de la UNITA dependía estrechamente de Kinshasa en la exportación de diamantes con lo cual la UNITA creó una ruta para importar armas y bienes. Asimismo, los mismos comerciantes que negociaban con el régimen de Mobutu, también hacían negocio con la UNITA, creando una sinergia entre el líder rebelde, Savimbi y el dictador congolés, Mobutu. Se puede concluir entonces que el imperio de la ley existe pero de una manera selectiva en Angola, con la cual uno puede manipular el negocio para moverse entre la compraventa clandestina y oficial.
CAPÍTULO 5
La hipótesis planteada al principio de esta investigación, se retomará ahora en el caso de Botswana. Este caso se ha examinado para ilustrar una perspectiva alternativa a la de la RDC y Angola. Los dos casos anteriores han señalado una dependencia alta en los diamantes y, consecuentemente, tanto los factores domésticos como los internacionales, han derivado en un proceso conflictivo. El análisis previo también destaca que otras variables, tales como la etnia o la heterogeneidad de la población, la geografía de los recursos naturales y la política local juegan un rol dominante en la alimentación del conflicto civil. Botswana se distingue por varias razones en relación con los dos países evaluados anteriormente; asimismo, el propósito de este capítulo es el de investigar por qué los recursos naturales no concurren inevitablemente a la guerra civil en tanto es posible que haya variables, entre las cuales median el nivel de corrupción, la burocracia estatal, las políticas de la elite en cuanto a los privilegios otorgados durante y después de la colonización, que pueden jugar también un rol decisivo en el hecho de determinar la ocurrencia de un conflicto civil.
La primera parte de este análisis se basa en la historia del país y su posición frente a la economía global, medido por su PBI durante los años 90. Luego, sigue una explicación que demuestra por qué Botswana ha sido un éxito desde la pos-colonización. Durante la trayectoria de esta investigación se observarán variables que no sólo eliminan el riesgo para Botswana sino que también aumentan la inseguridad a pesar de su alta PBI en la región y de su inserción en la economía global con una economía política supuestamente estable y liberal. De este modo, habrá una comparación con el caso de Angola para destacar las diferencias en la forma en que los dos países han manejado sus industrias de diamantes y las consecuencias. Después de observar el éxito de Botswana, se verá que es necesario tomar en cuenta las críticas encontradas dentro de un país para evaluar si realmente Botswana es tan diferente en el contexto de gestionar el sector de diamantes dentro de África o si el caso deja huellas que aún no aclaran la situación futura y que tal vez puedan resultar en un conflicto civil. Es importante aquí considerar los elementos que llevan a cabo una guerra civil y los que disminuyen el riesgo, porque la mayoría de los países de África consisten de factores que coexisten entre si.
5.1 Historia Política Económica de Botswana
Desde el descubrimiento de los diamantes en 1967, la economía de Botswana pasó del hecho de ser un país subdesarrollado con un ingreso per capita de entre US$ 60-80 anual a ser un país de mediano a alto ingreso con un PBI per capita en términos de poder adquisitivo de US$ 8.244 en 2002. El país debe este incremento a la alta concentración de diamantes, los cuales constituyen alrededor del 45% del total del PBI, 65% del ingreso publico y casi 80% de los ingresos totales por las exportaciones.[149] Todos los ingresos que el país obtiene de las inversiones extranjeras directas vienen de la minería. El sector de diamantes constituye una plataforma de desarrollo.
La producción de diamantes está controlada por Debswana, una compañía conjunta entre el gobierno de Botswana y DeBeers. El cartel DeBeers no es una compañía pública y es conocida por sus secretos en la industria.[150] Ha sido una práctica normal en Angola y Sudáfrica por parte de DeBeers, el mantener un sitio de diamantes valiosos por un período de 25 años antes de decidir cómo explotar el recurso mineral.
Además DeBeers es reconocido por violaciones a la ley antimonopolio. En 1994, el Departamento de Justicia de Estados Unidos acusó a DeBeers y a General Electric por la conspiración de fijar precios a los diamantes industriales. Asimismo, el cartel siempre ha utilizado estrategias para controlar la oferta y demanda del mercado de diamantes. Desde los años 90 y antes, DeBeers ha manipulado el mercado en períodos cuando era posible que el precio de los diamantes aumentara debido a la inflación. El monopolio ha llenado el mercado con más diamantes para reducir el precio bajo que ofrece el mercado y para que los diamantes no sean más un commodity raro y asimismo seguir controlando la oferta internacional. Por ejemplo, DeBeers ha forzado a los israelíes, quienes también participan en la venta de diamantes, para vender sus diamantes cuando haya una posibilidad de que el precio aumentara. Los mecanismos usados son: imponer aranceles a los compradores en los centros de venta y compra, crear condiciones especulativas con fluctuaciones de precios y prohibir los compradores de diamantes de los centros de venta.
La relación con el gobierno de Botswana y DeBeers a través de Debswana es muy cercana e influyente. A fines del año 2003, Botswana tuvo acciones del 15% en la corporación, la cual vendió el 50% de los diamantes crudos mundialmente en 2004 a un valor de US$ 5,7 billones.[151] La mayoría de los directores de Debswana son oficiales mayores del gobierno y el Presidente Festus Mogae declaró que la interdependencia entre la compañía controladora y su gobierno es tal, que se asemeja a la de "Gemelos Siameses".[152] Sin embargo, existe preocupación por la asociación tan cercana, secreta e irresponsable con la organización DeBeers. Es por eso que persiste el temor dentro de un país democrático, especialmente cuando los líderes han mostrado que tienen un amplio historial de irresponsabilidad y corrupción.
5.2 El Triunfo de Botswana
Nd: Información no disponible
Fuente: J. Clark Leith, Why Botswana Prospered, McGill-Queen"s University Press, Reino Unido, 2005, pág. 4. [Consulta: 25-05-2008], [Consulta: 25-05-2008] y [Consulta: 28-05-2008].
Botswana es uno de los países del mundo que registra el mayor crecimiento económico, superando a Mauricio, Corea y otros tigres asiáticos. Durante los años 80, el país demostró el nivel de crecimiento económico más alto del mundo, con un promedio de 10% – a pesar de una sequía que afectó la industria de ganado.[153] También, los años noventa marcaron una diferencia considerable en comparación con los países en vías de desarrollo y los países industrializados (ver cuadro 11). Botswana tuvo una deuda de sólo US$ 0,7 billón en 1996. La deuda fue compensada con el 4% de las exportaciones del país y las gigantescas reservas extranjeras. Botswana cuenta con una población pequeña pero posee una base enorme de recursos naturales, lo cual determina que tenga un ingreso per capita de US$ 5,367 (en 1996)[154]. La perspectiva reciente del país muestra contrastes con su historia, cuando solía depender de la asistencia externa para financiar su presupuesto. El hecho de que Botswana haya pasado de ser un Estado agricultor pobre a convertirse en una economía en crecimiento, hace posible definir al país como un Estado en vías de desarrollo.
El gobierno debe el desarrollo y el crecimiento sostenible del país, principalmente a la riqueza generada por los recursos minerales, especialmente los diamantes, los cuales se constituyeron en la base de la economía a fines de los años 60. Los ingresos de minería se estiman en un 50% del PBI, superando a la industria de la carne.[155] Además, con las ganancias de los diamantes, el Estado invirtió en otras industrias de minerales, tales como cobre y carbonato de sodio anhidro y se diversificó en las manufacturas, particularmente en los vehículos, las industrias de tela y jabón y el turismo.
Cabe destacar que las inversiones de los ingresos por los diamantes ayudaron al desarrollo de servicios sociales y de infraestructura, a un incremento rápido en la educación y en la asistencia a la salud. Por los cambios fuertes, se ve que el 90% de los niños han ingresado en la escuela primaria y el 80% de la población rural que vive en un radio de 15 kilómetros tiene acceso a una clínica de salud.[156] Del mismo modo, hubo un aumento en la cantidad de hogares que tenían acceso a agua potable entre 1981 y 1994, de un 56 a un 83%. También la pobreza ha disminuido considerablemente. El censo nacional ha calculado que hubo una disminución desde el 59% al 47% entre los años 1985 y 1986 y los años 1993 y 1994.[157] Adicionalmente, los ingresos de las exportaciones de diamantes han contribuido a la creación de empleo, con el gobierno como el empleador más amplio del país.
El progreso económico de Botswana no sólo se explica por una economía liberalizada y una democracia estable, factores que han permitido un rol más estrecho para atraer capital extranjero privado en la minería y la manufactura.[158] La razón por la cual el progreso no se debe sólo a lo mencionado anteriormente es porque otras variables han sido igualmente importantes. Primero, la alta demanda y precios de los diamantes en los mercados mundiales han permitido al gobierno acumular grandes ahorros y un amplio excedente comercial. Segundo, el compromiso del Estado para el desarrollo por parte de la elite política y burocrática, quienes han implementado políticas de divisa extranjera, fiscales y monetarias, las cuales han atraído inversión extranjera privada y ha conducido al desarrollo nacional.[159] Tercero, el éxito económico se atribuye a la burocracia eficaz, imparcial y estable, lo cual ha significado la utilización adecuada de recursos evitando los gastos excesivos, la deuda externa y una inflación alta. Según Malcom Wallis, la eficacia de la burocracia también se puede atribuir a los niveles bajos de corrupción entre la elite burocrática y la política mayor.[160] Cuarto, la calidad del liderazgo y una gestión cuidadosa de los ingresos de diamantes ha maximizado considerablemente las oportunidades de Botswana para un desarrollo económico. Con respecto a este punto, la habilidad estratégica de la elite de Botswana queda en evidencia por el hecho de que el país logró negociar con DeBeers Diamond Company un contrato de 50%-50% de posesión de la compañía en 1975 en vez de la titularidad anterior de 85%-15%. El hecho de que Botswana sea dueña de la mitad de la compañía, le permite tener influencia sobre las políticas de salarios, dándole flexibilidad para cambiar el salario mínimo, los contratos de autorización y operación en las minas, para beneficiar tanto al Estado como a DeBeers.[161]
Al analizar el cuadro 11, es evidente que ningún otro país superó el crecimiento del PBI per capita desde los años 60 hasta los fines de los años 90. La RDC tuvo un promedio del 4% de crecimiento del PBI durante los 30 años medidos, y la información disponible de Angola muestra que desde los años 80, el país ha crecido sólo un 2.5% en comparación con Botswana. Además, Botswana se clasifica en el 124 lugar entre los 177 países contados según el nivel del desarrollo humano en 2005[162]Una justificación por el alto crecimiento en comparación con los otros casos es que Botswana no cayó en una guerra civil y así pudo seguir aumentado su nivel económico en la región. Un conflicto civil para un país también significa que habrá menos inversión en los sectores que rinden más desarrollo económico y más inversión en el militar para poder sostener la guerra hasta que un lado logre un triunfo.
El cuadro 3 del capítulo 2 ayuda a explicar la teoría de Michael Ross aunque no justifica en su totalidad el gasto militar. Ross agrega a esta explicación acerca de los países con abundancia de recursos naturales y los que gozan de los altos ingresos por las exportaciones de diamantes, que aquellos Estados generalmente gastan una cantidad grande en la fuerza militar.[163] El gasto militar incrementó considerablemente en Botswana en los años 90, desde P214 millones en 1992 a P625 en 1995, representando alrededor de 5% del PBI.[164] Aunque la seguridad regional fue bastante adecuada durante los años 90, todavía existían problemas de pobreza en el país a pesar de la riqueza generada por los diamantes. Además, el país no demostró señales que podrían originar un conflicto civil, sin embargo, la inestabilidad y desigualdad en la sociedad implicó que las diferencias creadas podrían tener un efecto adverso con la probabilidad de una guerra.
El Partido Democrático de Botswana (BDP) que ha sido predominante en el país desde la pos-colonización, no quiso explicar la cantidad gastada en lo militar, lo cual marcó un 4.1% del PBI en 2003.[165] En comparación con la RDC, durante los años 90, el gasto militar aumentó durante el periodo de guerra pero en general quedó entre 1-2% del PBI y después aumentó sólo hasta el 2.4% del PBI hasta el año 2005[166]Angola, por otro lado invirtió una cantidad más grande, con un promedio de 6.19% de su PBI entre 1988 a 2002[167]Una explicación por este gasto puede ser que un país con más recursos es capaz de gastar más en su fuerza armada para proteger la fuente de ingresos. Sin embargo, un país como Angola que tuvo un PBI menos que Botswana en el año 1999 (cuadro 11), gastó más de su PBI en el militar. Otro razonamiento es la alta probabilidad de guerra y el estado de guerra en que se encuentra un Estado en un momento determinado. Los años 90 fueron el período más adverso para Angola, porque sólo durante dos años (1992-1994), hubo 300,000 muertos, marcando una cifra más alta que el conflicto durante la época de la guerra fría (1975-1991). Angola es también un país dotado no sólo de diamantes, sino también de petróleo, lo cual es un recurso estratégico para muchos países de Occidente. Asimismo, para sostener la guerra y seguir aprovechando los ingresos por las vías criminales y globales, el país siguió financiando el militar y prolongando la guerra.
Tomando en cuenta los factores económicos, uno puede inferir por qué Botswana creció más rápido que los otros países en desarrollo y evitó un conflicto. Colin Bradford ha identificado cómo se implementa una filosofía positiva de desarrollo con un esquema que funciona mediante los mecanismos del mercado para la asignación y utilización eficiente de recursos[168]Al aplicar la propuesta de Bradford, la teoría postula que la complementariedad entre las fuerzas de los Estados y mercados ha allanado la promoción de un desarrollo nacional con una mayor importancia de la política. Por lo tanto, la congruencia entre los sistemas políticos y la elección de políticas económicas son esenciales. Es decir que Botswana, un país democrático, tiende a elegir políticas económicas sensatas para asignar y utilizar los recursos con eficacia y satisfacer una gran parte de la población.
5.2.1 Botswana: ¿Bajo Riesgo de Conflicto?
Gráfico 8: Riesgo de guerra civil y el PBI per capita, 1960-1999
Fuente: Susan E. Rice, Corinne Graff y Janet Lewis, "Poverty and Civil War: What policymakers Need to Know", Global Economy and Development Working Paper, The Brookings Institution, Washington DC, Diciembre 2006, pág. 6.
Las guerras civiles ocurren sin proporción en los países pobres. Según la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), en 2002, "más de dos tercios de los países pobres del mundo estuvieron en un conflicto". Asimismo, en comparación, los países de mediano ingreso están menos propensos a un conflicto civil violento y los países de alto ingreso tienen aún menos riesgo de conflicto interno. Los estudios de Paul Collier y Anke Hoeffler, tal como los de James Fearon y David Laitin afirman las propuestas de que el riesgo de un conflicto aumenta con una disminución en el ingreso nacional per capita[169](ver Gráfico 8).
Estas investigaciones identifican las causas principales de los conflictos, afirmado por el estudio de Collier y Hoeffler; los países que no experimentan guerra están caracterizados por el ingreso per capita, implicando que sus ingresos per capita son cinco veces más alto que los países en los cuales los conflictos han ocurrido [170]De mismo modo, Fearon y Laitin encuentran que en Africa, el Medio Oriente y Asia, "unos US$ 1000 menos en ingreso corresponde con 36 % de probabilidad de un estallido de guerra"[171].
Este análisis es importante en la medida en que apoya el hecho de comprobar la hipótesis principal de la dependencia en los recursos naturales. El PBI per capita de la Republica Democrática de Congo en el año 1999 (época del conflicto civil) fue estimado en alrededor de US$ 720 y el de Botswana fue estimado en US$ 3,124.[172] Estas estadísticas sostienen el argumento propuesto mediante el gráfico 8. Se observa por el gráfico que la RDC pertenece a los países de ingreso bajo y tiene una probabilidad del casi 0.1% de que se entrara en un nuevo conflicto, mientras que Botswana con un PBI per capita de US$ 3,124 tiene muy poca posibilidad, 0.019%. Asimismo, existe una relación negativa directa entre el ingreso per capita de un país y el riesgo de un conflicto civil. La curva en gráfico disminuye a un nivel más lento después de llegar a un ingreso per capita de US$ 2000. A partir de allí, los países pertenecen a la categoría de mediano ingreso. Por consiguiente, el riesgo de un país pobre aumenta por dos razones, las cuales no han sido marcadas en Botswana:
1. Tal como en Angola y la RDC, la pobreza genera las condiciones bajo las cuales las rebeliones se vuelven financieramente y militarmente viables. En otras palabras, para crear y mantener una organización rebelde, habría que pagar a los rebeldes y comprar el equipo militar. Además, los rebeldes son actores racionales; trabajan en un negocio (grupo rebelde) que beneficia por los bajos precios de armas, equipo militar y mano de obra barata. Es decir, que los reclutas son más disponibles cuando el ingreso per capita, el crecimiento económico o el nivel de educación entre los hombres jóvenes es bajo.[173]
2. La segunda razón se explica por la interpretación de Fearon y Laitin, que es distinta de la primera mencionada por Collier y Hoeffler. En lo que concuerdan Fearon y Laitin es que una rebelión busca hacer una insurgencia viable y atractiva pero ellos enfocan en la falta de la capacidad estatal para impedir y derrotar una insurgencia[174]Por ende, un Estado pobre y débil es más vulnerable a una rebelión. Para Fearon y Laitin, un ingreso per capita bajo es importante en la medida en que señala las capacidades financieras, administrativas, de policía y militares de un Estado. También un análisis por el ingreso per capita les permite destacar que los rebeldes reclutan hombres jóvenes para una vida guerrillera[175]En consecuencia, los investigadores argumentan que un ingreso per capita alto indica una infraestructura bien desarrollada, tal como rutas y un nivel alto de control central sobre las áreas rurales por el gobierno. Además una infraestructura desarrollada y mejor control por el gobierno significa que los insurgentes tienen menos posibilidad de ocultarse en territorios monitoreados por el Estado y de esta forma utilizar la geografía como base de rebeliones y lugares para ubicar sus actividades criminales.
5.3 ¿Por qué Angola no ha logrado el mismo éxito que Botswana?
Como ya he explicado en detalle en el capítulo 4, se ve que Angola es un país dotado de riquezas naturales, por ejemplo, petróleo, minerales y agricultura. Estos recursos en teoría deberían dar al país suficiente potencial para un desarrollo económico. Su desarrollo ha estado basado en la exportación de petróleo, diamantes y café. Luego de la independencia en 1975, el Estado Angoleño decidió transformar la economía colonial heredada en una de tipo socialista, excluyendo la industria del petróleo, la cual siguió operando según los principios capitalistas.[176]
La consecuencia del conflicto civil impactó la minería de diamantes negativamente, cuando las minas fueron bombardeadas por la fuerza UNITA y la minería fue temporalmente detenida durante el proceso de saqueo de las áreas de diamantes. Claramente, la guerra y el contrabando han privado al Estado de ingresos de diamantes y la guerra también ha resultado en la destrucción de facilidades de infraestructura como ser puentes, rutas y ferrocarriles, poniendo restricciones al transporte de mercancías (commodity), a los mercados y al abastecimiento para los productores. Consecuentemente, la guerra ha disminuido la producción agrícola porque los campesinos han abandonado el sector, huyendo de la guerra y de los riesgos asociados con las minas terrestres. La producción de cultivos exportables se ha reducido causando una hambruna por la escasez. Asimismo, Angola depende de la importación de cultivos y asistencia de alimentación, lo cual ha creado condiciones que impulsan el mercado negro.[177]
Además, las políticas socioeconómicas que deberían motivar la participación del Estado, han obstaculizado el proceso del desarrollo económico. El rol del Estado en la economía ha generado una participación alta de los burócratas. Consecuentemente, la falta de una disciplina económica entre los líderes ha resultado en la falta de congruencia de los planes y los presupuestos, por ende, dificultando la realización de las metas de desarrollo. También ha existido una caída de los puertos y tráfico marítimo por la falta del control del Estado. Esto se relaciona con los pocos angoleños que recibieron educación de los colonizadores portugueses en el momento de la independencia. Cuando la potencia colonialista no tuvo más presencia, el MPLA Estado no pudo sostener el personal expatriado.[178] Debido a la falta de financiamiento y limitaciones burocráticas, los servicios públicos tales como educación, salud, suministro de agua, aguas residuales y electricidad también se volvieron insuficientes a fines de los años 80.[179]
Por consiguiente, la corrupción de los líderes políticos y militares del MPLA ha resultado en el uso de los recursos para los intereses propios o los ingresos de los recursos han sido asignados ineficazmente. En muchos casos, hubo una replicación de compras debido a la falta de coordinación y responsabilidad para el uso de los fondos estatales entre los principales funcionarios del gobierno.[180]
5.4 Dependencia en Los Diamantes y La Etnicidad
Bannon, Collier y Ross han tratado de medir la dependencia en recursos naturales, especialmente la que concierne a los minerales y al petróleo. Tomando la exportaciones de aquellos recursos como un porcentaje del Producto Bruto Interno (PBI), Botswana demuestra una dependencia del 35.1% de los 20 países más dependientes en recursos naturales del mundo[181]Asimismo, el país es lo más dependiente del mundo en sus recursos minerales. Las consecuencias sociales de tal dependencia sugieren que ya existe una probabilidad del 33% de que el país llegue a un proceso conflictivo. Sin embargo, este punto no justifica que en la mayoría de los casos conflictivos, existe también un cierto grado de inestabilidad resultante de la dependencia minera. El Estado de Botswana ha intentado de controlar tales presiones aunque el país tuviera la posibilidad de enfrentar una situación conflictiva dando los factores vigentes que se verán en el caso de la RDC. Lo que resalta en el caso de Botswana es que en comparación con la RDC y Angola, el nivel de dependencia en los recursos minerales es mucho más. La RDC tiene una dependencia del 7% de sus recursos minerales y Angola tiene una dependencia del 3.6%[182].
Estas cifras refutan la teoría propuesta por Paul Collier y Ian Bannon hasta un cierto grado. Un nivel alto de dependencia no siempre significa un estallido de guerra, tal como en el caso de Botswana. Sin embargo, Michael Ross explica la dependencia utilizando otros factores y postula que los recursos naturales no son la única causa de conflicto. Cualquier conflicto se manifiesta con un conjunto de acontecimientos, tales como, los agravios étnicos y religiosos, y un Estado inestable.
Bannon y Collier también señalan una tendencia hacia una dependencia interrelacionada de recursos con factores sociales, en particular "dominancia étnica". Ellos destacan que "las sociedades que consisten de un grupo mayor étnico, lo cual cuenta entre 45 y 95 por ciento de la población…tienen un riesgo alto de conflicto o un tercio más alto que en situaciones opuestas". De la misma manera, Ross agrega que, "la riqueza puede hacer pobre al otro". Es decir que la dependencia en recursos y una dominanción étnica constituyen los motores de un conflicto.[183] Asimismo, el rol del gobierno es el de moderar y balancear las relaciones étnicas u otra es de negar y agravarlas para mantener su posición de poder, lo cual pertenece también a la etnia más dominante del país.
El grupo Tswana, el cual está definido como un grupo lingüístico, constituía un 70 por ciento de la población total de Botswana en los años 1990. La cantidad consistía de un millón en comparación con los grupos minorías (en el orden descendente), como Kananga con 160,000, Kgalagadi con 35,000, Herero con unos 31,000 y Yeyi con 27,000 de personas.[184] El gobierno ha caracterizado a Botswana a lo largo del tiempo como un país étnicamente homogéneo. Por un lado, este dato tiene validez, sin embargo, por otra parte el grupo dominante tiende a suprimir las culturas y los roles de la minoría, con lo cual existe poca oportunidad de rebelarse o sentirse representados en el gobierno.
El ambiente creado por los oficiales es pacífico, pero con un efecto imperialista. A su vez, el grupo étnico, Tswana es un componente institucionalizado en la constitución del país y el sistema política.[185] La predominancia de Tswana llamó la atención y recibió algunas críticas hacia fines de los años 90, cuando las elites educadas y profesionales de las comunidades minoritarias, Kananga y Wayei, se organizaron y desafiaron las relaciones étnicas prevalecientes.
Un académico, Lydia Nyati-Ramahobo de la Asociación Kmanakao, un grupo cultural activista de la tribu Wayei, declaró en una región de Gaborone en mayo de 2002: Tenemos el derecho de hablar sobre nuestra represión y nadie nos puede detener. No paramos hasta que nuestras demandas están satisfechas[186]Esto permitió que otras asociaciones culturales se juntaran para presionar por una equidad étnica en el país. El gobierno respondió a esta agitación con el establecimiento de una comisión de investigación.
La oposición encontrada contra el grupo Tswana fue apoyada por varias entidades internacionales, por ejemplo, la Comisión para la Eliminación de Discriminación Racial de las Naciones Unidas, reconoció los asuntos de abusos de derechos humanos involucrado en el país. Se veía la discriminación dentro de la legislación, las preferencias otorgadas a los hablantes Setswana y casos oficiales de prejuicios y discriminación contra los grupos San y Wayei.
Asimismo, la dominancia étnica se entró en el ámbito político en las elecciones de 2004 cuando un grupo opositor dirigido por el Frente Nacional de Botswana atacó el "chauvinismo étnico" y prometió crear una nación basada en una visión compartida de equidad.[187]
Botswana evidentemente demuestra una combinación de dependencia alta en sus recursos minerales con una predominancia étnica, los cuales son factores para llevar a cabo un conflicto viable. Según el análisis de Ross, los valores y prácticas elitistas permanecen fuertes en la política, donde la superioridad tradicional de Kgosi (jefe del pueblo o rey) fue radicada en la posesión de riqueza y el poder político. Siempre ha existido una separación entre las elites compuestas del jefe, otros aristócratas y gente rica y la población común. Aunque la industria de diamantes ha distribuido los ingresos en reformas estructurales y fiscales, aun existe una superioridad que separa el país según el ingreso.
Botswana es diferente que los casos evaluados en los dos capítulos anteriores. Su experiencia con colonización y condición de estado es distinta. Los colonizadores británicos mantuvieron las jerarquías tradicionales tribales y el gobierno, ya que esto sirvió sus propios intereses. Entre 1911 y 1956, las ganancias en la Bechuanaland Protectorate fueron iguales o excedieron las expensas. En 1966, Botswana se independizó y creó un sistema estatal, lo cual combinó un sistema moderno y parlamentario con lo tradicional de jerarquía con jefes. Ha existido sólo un partido (el Partido Democrático de Botswana) que ha gobernado el país desde la independencia, lo cual ha mantenido su posición por elecciones regulares.[188] Botswana también ha podido evitar la violencia y crimen en comparación con países como la RDC y Angola.[189]
5.5 Criticas acerca de Botswana
Caleb Edwards refiere a las guerras en África mencionando:
"Para eliminar la fuente del conflicto, es necesario eliminar el premio, por lo cual todos los actores están luchando, esto es, control completo del Estado, sus recursos y su población. Cuanto menos los intereses, cuanto menos serán los conflictos violentos. A partir de allí, la dirección necesaria para un cambio que "salvaguardará" los países Sub-Saharianos es hacia la descentralización. La comunidad internacional debería, por ende, presionarlos países Africanos para romper el monopolio de poder y recursos, lo cual esta concentrado en las manos de pocos."[190]
La cita indicada arriba puede dibujar la situación exitosa de Botswana, explicando por qué no hubo un conflicto civil por la dependencia en los recursos naturales. No obstante, un análisis más profundo de la situación económica de aquel país señala que Botswana no está tan lejos en su camino en comparación con Angola y la RDC. Como ya fue mencionado en la primera sección de este capítulo, Botswana tanto como la RDC y Angola demuestra que el imperialismo corporativo se hace evidente, en este caso, mediante el monopolio con DeBeers trabajando en conjunto con el gobierno de Botswana. Estas dos entidades controlan toda la industria de diamantes con la intención de mantener una posición poderosa tanto en el sector económico como en el ámbito político, y asimismo fortalecen sus intereses, los cuales son fuentes de un conflicto.
Aparte de la dominancia étnica, Botswana también ha experimento una disminución en la agricultura debido al aumento en los ingresos de diamantes, los cuales están utilizados para importar alimentación porque el sector agrícola no puede sostener la economía (Dutch Disease). Entre los años 1970 y 1980, cuando el país estaba en las primeras etapas de la producción de diamantes, el sector agricultor creció el 8.3% y en la década siguiente sólo el 2.2%; desde entonces siguió disminuyendo cada año el 1.2%.[191] Esto se explica no sólo por el problema de sequía en el país, sino también por la baja inversión en el sector.[192]
Además, el país esta clasificado en un nivel alto en el índice de la Transparencia Internacional. No obstante, la corrupción por la elite y la falta de responsabilidad fueron prominentes en los años 90. Durante esta época hubo una variedad de corrupción, desde el Banco Nacional de Desarrollo (NDB), a la Corporación de Propiedades de Botswana, hasta el gobierno local con los oficiales y ministros mayores.
Los diamantes han promovido en ciertas formas el desarrollo económico y político en Botswana pero otros desarrollos han sido restringidos o limitados, como los que equivalen a la democracia en términos de una inclusión de diferentes grupos étnicos. Los ingresos de diamantes ayudaron a un crecimiento infraestructural, en las comunicaciones, servicios de salud y educación. También los asuntos fiscales fueron prioritizados, porque los ingresos fueron manejados exitosamente en el establecimiento de una moneda fuerte, lo cual incrementó las reservas de la divisa extranjera y mantuvo los presupuestos en equilibrio. Los diamantes han sido responsables hasta un cierto nivel en la restricción del desarrollo agrícola. La elite política han utilizado los ingresos de la exportación de diamantes en la importación de alimentación de los productores de países vecinos en vez de desarrollar su propio sector agricultor y así han desviado los ingresos del sector domestico. Otro elemento económico que generalmente se asocia con la modernización mediante las fuerzas de globalización es de la diversificación. Botswana no ha logrado diversificar su economía en una industria manufactura y esto le retrasa en el modelo de transición y aun genera problemas locales porque el modelo del occidente de industrialización no ha sido incorporado.
El papel de la globalización en facilitar las facciones beligerantes ha surgido como un aspecto importante en la economía política de los conflictos civiles. Mary Kaldor comentó que la capacidad de los actores involucrados en la guerra para generar ingresos de forma lícita e ilícita de los recursos naturales depende en gran parte de las relaciones transfronterizas e internacionales, incluso las que son criminales.[193] Es indudable que la desregulación y la liberalización en la era global han suministrado a los actores armados las redes necesarias para establecer mercados que garantizan su supervivencia económica. De otro modo similar, las relaciones transnacionales desreguladas y las redes que sostienen el comercio legal también pueden ser explotadas por vías que realzan la capacidad de auto financiamiento de los empresarios conflictivos, por ende, constituyen el "lado oscuro" de la globalización. Es decir, "si la paz es el camino de obtener ganancias, la codicia debería disuadir la guerra en vez de promoverla"[194]. Tal vez para entender las políticas liberales implementadas en la resolución de conflictos es probable que necesitemos limitar la mano libre del mercado, lo cual contradice el principio de la globalización económica.
Igualmente, después de haber analizado las teorías de Paul Collier acerca de la dependencia en los recursos naturales, es posible concluir que los tres casos no son iguales en términos de llegar a un conflicto. Aunque los diamantes son centrales para dirigir las economías políticas de los casos estudiados en la región Sub-Sahariana, los conflictos que ocurrieron no tienen un origen sólo en la carácter codiciosa. En otras palabras, la duración y la intensidad del conflicto se debe a varios factores políticos más, los cuales emanan muchas veces de los agravios identitarios y étnicos. Además, el análisis ha señalado que los recursos son ciertamente responsables para crear oportunidades en una guerra; sin embargo, la guerra también crea oportunidades económicas y estas oportunidades a su vez generan los incentivos para la prolongación de un conflicto civil o la posibilidad de modificar, distorsionar y pervertir el orden económico en el país.
La hipótesis planteada, también tomó en cuenta un caso contradictorio, el de Botswana. A partir de allí se puede hacer una comparación con los dos anteriores, en cuanto al premio para cada parte o grupo por entrar en conflicto y cuantas partes potenciales existen para competir por ese premio. Esto se aplica a ambos lados, los gobiernos y sus opositores locales, así como a las multinacionales extranjeras. Tal vez el secreto de la paz de Botswana, es que haya sólo uno de cada lado, porque no hay allá un grupo lo suficientemente fuerte como para desafiar a la mayoría Tswana, que es la potencia política en el país. Tampoco hay una multinacional con la habilidad o el poder suficiente para quebrar el monopolio de DeBeers en sus negocios en Botswana. Quizás el premio es muy alto para entrar en conflicto pero los costos de quebrar la hegemonía tanto del partido de gobierno como de DeBeers es aún mayor; por ende, a nadie le interesa arriesgarse. Finalmente, quizás la situación no es tan segura para los Tswana y su partido, ya que han invertido bastante en mejorar la situación social del país; esto implica para los que pueden haber percibido presiones que, si no lo hacían, perderían el poder.
La investigación presentada ha mostrado que la globalización facilita a quien obtenga el poder en la economía mundial, representando así la relación entre la autoridad y el mercado y dando sentido al poder económico adquirido. Las economías políticas no sólo incluyen el papel del mercado como punto central, sino que en la era de globalización es necesario prestar atención a quien posee poder y a quien ejerce la autoridad. Asimismo, la diferencia entre una economía de empresas, una economía comercial y una economía centralizada no sólo depende de la cantidad de libertad otorgada por la autoridad a los operadores del mercado sino que obedece al contexto en que se ejecutan las actividades en el mercado. El contexto refleja una cierta distribución de poder, por la cual las decisiones están tomadas. Los tres casos declaran que en sus economías políticas, los que ejercen el poder y quienes deciden sobre la cuota del mercado y las reglas, derivan su poder de tres fuentes: del uso de la fuerza, de su riqueza y sus intereses económicos políticos. Aparte del uso de la fuerza, la coerción estructural ha sido más evidente en los tres casos, en particular mediante el poder para modificar y fijar las agendas económicas, con lo cual se relaciona con otros Estados, gente y corporaciones. Esta relación determina el poder relativo y se lo usa en combinación con la autoridad política para crear una seguridad legal y territorial. Como se ha visto, el poder no esta sólo en manos de los políticos de los países Africanos, sino que radica más en las corporaciones extranjeras, quienes son responsables para crear jerarquías de posiciones políticas y decisiones.
Al finalizar esta investigación, se puede concluir que la globalización económica no engloba todos los elementos necesarios para desarrollar un Estado dotado de recursos minerales, sino que con el fenómeno de la globalización se observa otro fenómeno, el de la fragmentación, que se expresa con características de separación, heterogeneidad y desintegración. De esta forma la investigación ha presentado distintas perspectivas con respecto a la vulnerabilidad con los diamantes, y para comprender qué es lo que provoca los conflictos en los países estudiados, no se puede deducir que la dependencia en los diamantes ciertamente resulte en conflicto civil. La fragmentación nos ayuda a ver cuáles son los factores necesarios que deberían ser estudiados y explorados en el futuro. La tarea que nos espera es investigar la situación de cada país dotado por diamantes y evaluar las condiciones tanto en el contexto global como en el local para observar las fallas en el sistema estatal que puedan resultar en conflictos. No obstante, cada caso es educativo y nos ayuda a mirar a la vulnerabilidad por los mecanismos internacionales impuestos para detener el comercio ilegal de diamantes. El desafío al investigar este tema involucra una gama de variables analizadas en conjunto para evaluar las consecuencias tanto en el Estado bajo investigación como la población y el vínculo entre los asuntos económico-políticos. Una guerra definitivamente no es la respuesta, sino los medios utilizados por la comunidad internacional y nacional para combatir la codicia. La codicia puede convertirse en el mecanismo más destructivo desbordando regiones cercanas y aumentando así el riesgo de un conflicto civil en la estela de un Estado débil con características evidentes de corrupción e irresponsabilidad. Asimismo un estudio futuro debería considerar el comportamiento de las multinacionales involucradas en la industria de diamantes, quienes han tomado un papel de imperialismo corporativo, lo cual destacaría los actores detrás de las guerras y sus motivaciones ocultas en las agendas económicas.
Anexo 1: Mapa de Africa
Anexo 2: Mapa de La República Democrática de Congo
Anexo 3: Mapa de Angola
Anexo 4: Mapa de Botswana
Anexo 1
Mapa de África
Fuente: http://www.africa-confidential.com/country-index
Anexo 2
Mapa de la Republica Democrática de Congo
Fuente: www.american.edu/ted/ice/images4/detailedmap.gif
Anexo 3
Mapa de Angola
Fuente: www.architectafrica.com/…/files/angola-map.gif
Anexo 4
Mapa de Botswana
Fuente: www.infoplease.com/atlas/country/botswana.html
Addison, Tony, Growth Makes Poor Richer, But Still Not Rich Enough, en Financial
Times, Carta al Editor, 30 de Enero de 2001. [Consulta: 14-07-2008].
African Economic Outlook 2005-2006.
Bavier, Joe Congo war-driven crisis kills 45,000 a month: study, Reuters, 22 de Enero,
2008. http://www.reuters.com/article/worldNews/idUSL2280201220080122>
CBC News, 1,000 a day dying in Congo, agency says, Diciembre de 2004.
[Consulta: 01-05-2008].
Belgian Senatorial Commission of Inquiry on the Great Lakes: Noviembre, 2001. www.senate.be> [Consulta: 19-05-2008].
Belgian Senatorial Commission of Inquiry on the Great Lakes (BCS), Audition du
Professeur J. Gorus, 8 de Febrero 2002. [Consulta: 14-05-2008].
Le Billon, Phillipe (2001) "The Political Ecology of War, Natural Resources and Armed
Conflicts, Political Geography, Vol.20, No.5.
Le Billon, Phillipe (2005) "Resource Wealth and Angola"s Uncivil Wars", en Cynthia J.
Arnson y I. William Zartman (eds.). Rethinking the Economics of War. The Intersection of Need, Creed, and Greed, Baltimore: Johns Hopkins University Press.
Binsbergen, Wim van, Botswana"s Ethnic Structure.
Africa Policy E-Journal, "Angola: Diamond Trade and War". [Consulta: 06-07-2008].
Good, Kenneth (2006) The Social Consequences of Diamonds Dependency in Botswana, informe presentado en el African Study Centre, Leiden, Países Bajos. [Consulta: 15-05-2008].
Haller, William y Portes, Alejandro (2005) The Informal Economy en N. Smelser y R.
Swedberg (eds.) Handbook of Economic Sociology, 2nd edition, Russell Sage Foundation.
Hill, Catherine y D. Nelson Mokgethi (1989) Botswana: Macroeconomic Management of Commodity Booms, 1975-86, en el Banco Mundial, Successful Development in Africa, The World Bank, Washington, DC.
Página anterior | Volver al principio del trabajo | Página siguiente |