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Innovaci�n educativa

Enviado por tbarraza

  1. Una primer aproximaci�n al concepto de innovaci�n
  2. Modelos de la innovaci�n desde una perspectiva procesual
  3. Elementos para una Teor�a de la Innovaci�n
  4. Los �mbitos de la innovaci�n educativa
  5. Formaci�n docente e innovaci�n educativa
  6. Lista de referencias

Una primer aproximaci�n al concepto de innovaci�n

  1. Cambio, mejora e innovaci�n.
  2. Hablar de innovaci�n supone, en primer lugar, la necesidad de establecer con claridad los diversos significados que se dan al t�rmino y su relaci�n con conceptos como el de cambio y el de mejora que, en muchas ocasiones se utilizan como sin�nimos, pero que no son tales, aunque su significado pueda estar estrechamente vinculado con la innovaci�n.

    Con base en la etimolog�a del t�rmino, se puede hablar de innovaci�n en el sentido de la mera introducci�n de algo nuevo y diferente; sin embargo, este significado, deja abierta la posibilidad de que ese "algo nuevo" sea o no, motivo de una mejora; tan nuevo ser�a un m�todo que facilita la mejora de la comprensi�n lectora, como uno que la inhibe.

    Algunas veces, el t�rmino innovaci�n es utilizado para designar una mejora con relaci�n a m�todos, materiales, formas de trabajo, etc., utilizados con anterioridad, pero la mejora por s� sola puede, o no, ser innovaci�n; por ejemplo, un m�todo puede mejorar porque se aplica con m�s conocimiento de causa o con m�s experiencia, y en este caso no hay una innovaci�n, mientras que si el m�todo mejora por la introducci�n de elementos nuevos, la mejor�a puede ser asociada entonces a una innovaci�n.

    As�, una primer aproximaci�n al concepto de innovaci�n puede ser el de "introducci�n de algo nuevo que produce mejora" (Moreno, 1995; parr. 6).

    Un an�lisis m�s detallado se tiene que realizar para examinar la relaci�n entre innovaci�n y cambio. Si se establece que la innovaci�n significa la introducci�n de algo nuevo que produce mejora, el hecho de pasar de lo que se ten�a antes, a un estado de mejor�a, supone la presencia de un cambio. Sin embargo, no puede afirmarse que todo cambio sea una innovaci�n, un cambio puede ocurrir incluso de manera no deliberada como consecuencia de la intervenci�n de m�ltiples factores en una situaci�n determinada.

    As�, puede establecerse que la innovaci�n es algo m�s planeado, m�s deliberado, m�s sistematizado y m�s obra de nuestro deseo que el cambio, el cual es generalmente m�s espont�neo.

    A�n coincidiendo en que el t�rmino innovaci�n est� asociado al significado de la introducci�n de algo nuevo que produce mejora, y que por lo tanto trae consigo un cambio, surge luego la discusi�n de qu� ser� entendido por "nuevo". En un sentido estricto, lo nuevo es asociado a lo que nunca antes hab�a sido inventado, conocido o realizado, que se genera, se instituye o se presenta por primera vez; utilizando este significado de lo nuevo, las innovaciones ser�an realmente escasas o raras, no es com�n que surja algo nuevo en el sentido antes mencionado.

    La reflexi�n anterior conduce al planteamiento de lo nuevo en otra dimensi�n, asociado sobre todo a formas o maneras nuevas de hacer o utilizar algo. En este sentido, se admite como nuevo algo que ya ha sido conocido o utilizado en otros tiempos o situaciones, pero que ahora se utiliza en nuevas circunstancias, con diferentes finalidades, en diversas combinaciones o formas de organizaci�n, etc.

    Los planteamientos anteriores permiten una plena coincidencia con la definici�n que Richland (citado por Moreno, 1995) da de innovaci�n: "la innovaci�n es la selecci�n, organizaci�n y utilizaci�n creativas de recursos humanos y materiales de maneras nuevas y propias que den como resultado la conquista de un nivel m�s alto con respecto a las metas y objetivos previamente marcados" (parr. 11)

    .El hecho de que en la definici�n de innovaci�n que se acaba de citar se hable de la conquista de un nivel m�s alto con respecto a ciertos objetivos, alude a una caracter�stica que, en la innovaci�n educativa, resulta fundamental: las innovaciones tienen que ser evaluadas y s�lo pueden valorarse en relaci�n con las metas y objetivos de un determinado sistema educativo, no son transferibles, sin m�s, de un sistema a otro.

    Por otra parte, una innovaci�n para ser considerada como tal, necesita ser duradera, tener un alto �ndice de utilizaci�n y estar relacionada con mejoras sustanciales de la pr�ctica profesional, esto establecer� la diferencia entre simples novedades (cambios superficiales) y la aut�ntica innovaci�n.

  3. Reforma e innovaci�n.

Desde un punto de vista estrictamente terminol�gico, las diferencias entre innovaci�n y reforma no son demasiado precisas, lo que conduce a que en la mayor�a de las ocasiones se les use como sin�nimos, ya que la innovaci�n y la reforma son conceptos que se relacionan con un orden de cosas preexistentes e implican la oportunidad de un cambio.

Esta situaci�n obliga a reconocer que la "innovaci�n y reforma educativa son, por lo menos en teor�a, dos conceptos extremadamente relacionados. A�n as�, en la pr�ctica son a menudo conceptos, m�s que interrelacionados, contrapuestos" (Pedro y Puig, 1999; p.39).

En ese sentido vale la pena recordar que la innovaci�n est� m�s vinculada a la pr�ctica profesional de lo que lo est� la reforma y por lo tanto la interpela con mayor fuerza.

El concepto de innovaci�n implica el cambio, pero mediado por tres condiciones:

    • El cambio debe de ser consciente y deseado, por lo que se constituye en el resultado de una voluntad decidida y deliberada.
    • El cambio es producto de un proceso, con fases establecidas y tiempos variables.
    • El cambio no modifica substancialmente la pr�ctica profesional, esto es, el cambio se da dentro de los l�mites admisibles por la legislaci�n y el status quo establecido.

Por su parte la reforma implica un cambio del sistema en su conjunto; un cambio estructural que impacta lo curricular y las condiciones en que se ofrece un servicio.

Las reformas solamente se pueden presentar precedidas por una acci�n pol�tica y su consecuente marco legal, ya que el cambio impacta substancialmente al sistema educativo.

Estas diferencias entre innovaci�n y reforma quedan mejor ilustradas si se observan las dimensiones constitutivas de cada una:

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Estas dimensiones permiten sustentar las afirmaciones anteriores en el sentido de que la reforma educativa es de car�cter estructural y sus cambios son substanciales, mientras que la innovaci�n educativa implica cambios en la pr�ctica profesional esencialmente y no son substancialmente importantes para el sistema educativo en su conjunto.

Modelos de la innovaci�n desde una perspectiva procesual

La innovaci�n puede ser caracterizada como un proceso intencional y sistem�tico, sin embargo, �ste puede ocurrir de diversas maneras; en ese sentido los te�ricos de la innovaci�n han realizado cuidadosos an�lisis de experiencias de innovaci�n ya ocurridas, identificando, a partir de estas, tres modelos de proceso (Huberman, 1973 y Havelock y Huberman, 1980):

  1. Modelo de investigaci�n y desarrollo
  2. Modelo de interacci�n social
  3. Modelo de resoluci�n de problemas.

El modelo de investigaci�n y desarrollo ve el proceso como una secuencia racional de fases, por la cual una invenci�n se descubre, se desarrolla, se produce y se disemina entre el usuario o consumidor. La innovaci�n no se analiza desde el punto de vista del usuario, quien se supone que es pasivo; ni tampoco la investigaci�n comienza como un conjunto de respuestas exactas a problemas humanos espec�ficos, sino como un conjunto de datos y teor�as que son luego transformados en ideas para productos y servicios �tiles en la fase de desarrollo. El conocimiento se produce, por �ltimo, masivamente, y se procura por todos los medios difundirlo entre aquellos a los que pueda ser de utilidad.

El proceso se concreta as�, en etapas que van del conocimiento cient�fico b�sico, a su transformaci�n en investigaci�n aplicada y desarrollo, que a su vez es transformada en conocimiento pr�ctico y que finalmente se transforma en las aplicaciones que le da el usuario.

Este modelo presenta pues, un enfoque l�gico y racional de la innovaci�n; como tal est� sustentado en diversos supuestos, algunos de los cuales son cuestionables, dado que:

� Muchas innovaciones no ocurren como producto final de un cuidadoso proceso de planificaci�n que conduzca de la teor�a a la pr�ctica.

� La innovaci�n no siempre es generada por expertos que saben lo que hay que hacer para "recetarlo" a quienes ejercen las diferentes pr�cticas educativas. A pesar de estos argumentos que cuestionan la esencia de este modelo, es necesario reconocer que s� ha ocurrido que algunas innovaciones valiosas hayan surgido por una v�a como la propuesta en este modelo.

En el modelo de interacci�n social, se hace hincapi� en el aspecto de difusi�n de la innovaci�n, en el movimiento de mensajes de individuo a individuo y de sistema a sistema; se subraya la importancia de las redes interpersonales de informaci�n, de liderazgo, de opini�n, de contacto personal y de integraci�n social. La idea general es la de que cada miembro del sistema recorra el ciclo o tome conciencia mediante un proceso de comunicaci�n social con sus compa�eros. En algunos sistemas, la forma que adopta esta estrategia consiste, por ejemplo, en convencer a un profesor, directivo o administrador respetados, de la utilidad de las nuevas pr�cticas o procedimientos, y en facilitar el proceso mediante el cual otros profesores puedan ponerse en contacto con aquella persona que ya est� utilizando la innovaci�n.

En este modelo, la unidad de an�lisis es el receptor individual, se centra la atenci�n en la percepci�n por parte del receptor del conocimiento exterior, y en su respuesta al mismo. Los estudios realizados en esta �rea concreta han revelado que el medio m�s eficaz para la difusi�n de una innovaci�n es la interacci�n entre miembros del grupo adoptante. En general, los investigadores concentran sus esfuerzos en una innovaci�n presentada bajo forma concreta y difundible (un libro de texto, un material did�ctico, un procedimiento para facilitar el aprendizaje, etc.) y siguen su pista a trav�s del grupo social de los adoptadores; en particular, realizan un estudio de los efectos de la estructura social y de las relaciones sociales, sobre las innovaciones y su desarrollo.

Los investigadores de este modelo han identificado con precisi�n la forma en que la mayor�a de los individuos pasa por un proceso de adopci�n de la innovaci�n:

  • La toma de conciencia, en la que el individuo se ve expuesto a la innovaci�n, pero carece de informaci�n completa sobre ella.
  • El inter�s, fase en la que el individuo busca informaci�n sobre la innovaci�n, pero todav�a no ha juzgado su utilidad con respecto a su propia situaci�n.
  • La evaluaci�n, en la que el individuo hace un examen mental de lo que supondr� en su momento y en el futuro la aplicaci�n de la innovaci�n y decide si la va a experimentar o no.
  • El ensayo, en el que el individuo, si su examen mental result� favorable, aplica la innovaci�n a escala limitada para descubrir si, en su situaci�n, tiene una utilidad real.
  • La adopci�n, en esta fase, los resultados del ensayo de la innovaci�n, o incluso alguna modificaci�n de la misma, analizados con detenimiento, servir�n para determinar si finalmente se toma la decisi�n de adoptar o rechazar la innovaci�n.

Como se habr� notado, el �nfasis en este modelo no est� en la fuente de donde surgi� la innovaci�n, sino en el proceso de difusi�n de la misma.

La principal cr�tica que se hace al modelo de interacci�n social es la de que f�cilmente puede convertirse en un modelo manipulador al perder de vista, en el af�n de difundir la innovaci�n eficazmente, las necesidades o circunstancias reales del usuario, o la posibilidad de que la innovaci�n misma carezca de sentido o pueda resultar perjudicial.

El modelo de resoluci�n de problemas tiene como centro al usuario de la innovaci�n. Parte del supuesto de que �ste tiene una necesidad definida y de que la innovaci�n va a satisfacerla. En consecuencia, el proceso va desde el problema al diagn�stico, luego a una prueba y finalmente a la adopci�n. Con frecuencia es necesaria la intervenci�n de un agente externo de cambio que aconseje a los individuos sobre posibles soluciones y sobre estrategias de puesta en vigor, pero lo que se considera principal es la colaboraci�n centrada en el usuario de la innovaci�n y no en la manipulaci�n desde fuera. Es pues un enfoque participativo.

Las caracter�sticas b�sicas del enfoque o m�todo de resoluci�n de problemas pueden sintetizarse en los cinco puntos siguientes:

  1. El usuario constituye el punto de partida.
  2. El diagn�stico precede a la identificaci�n de soluciones.
  3. La ayuda del exterior no asume un papel de direcci�n, sino de asesor�a y orientaci�n.
  4. Se reconoce la importancia de los recursos internos para la soluci�n de los problemas.
  5. Se asume que el cambio m�s s�lido es el que inicia e interioriza el propio usuario.   

 Quiz� la principal bondad del modelo de resoluci�n de problemas sea precisamente su enfoque participativo y su inter�s en que las innovaciones respondan a las necesidades reales de los usuarios y sean generadas por �stos.

Elementos para una teor�a de la innovaci�n

El t�rmino de innovaci�n es ampliamente utilizado en el �mbito educativo pero no siempre que se habla de innovaci�n se est� haciendo referencia a lo mismo. En relaci�n con el t�rmino mismo se encuentran diferentes denominaciones; algunos autores utilizan simplemente el de innovaci�n, mientras que otros emplean t�rminos como innovaciones educacionales, innovaciones en educaci�n, innovaciones educativas o innovaciones con efecto educativo, siendo el m�s utilizado el de innovaci�n educativa (Blanco y Messina, 2000).

El hecho de que un t�rmino sea el m�s utilizado, no lo hace el m�s claro, en ese sentido Blanco y Messina (2000) reconocen que el primer problema al que se enfrentaron al elaborar el estado del arte sobre la innovaci�n educativa en Am�rica Latina fue el que tiene que ver con el concepto mismo de innovaci�n y con la falta de un marco te�rico suficientemente desarrollado y compartido que permita identificar qu� es o no innovador.

Esta afirmaci�n, que ilustra y sintetiza el estado del arte sobre la innovaci�n educativa, queda confirmada cuando se observa que los principales estudios sobre la innovaci�n educativa han procedido bajo una l�gica inductiva, esto es, se analizan las experiencias que se han realizado y sobre ellas se teoriza (v.gr. Huberman, 1973; Havelock y Huberman, 1980; Sancho, Hern�ndez, Carbonell, S�nchez-Cort�s y Simo (1993); Parra, Casta�eda, Camargo y Tedesco (1997); Blanco y Messina, 2000; etc.). Estas teorizaciones son utilizadas recurrentemente en las discusiones conceptuales y pr�cticas que se desarrollan alrededor del t�rmino "innovaci�n educativa", al grado de que algunos autores han llegado a acu�ar el t�rmino "teor�a de la innovaci�n" para referirse a los aportes de estos autores.

En sentido estricto, es menester reconocer que no se cuenta con los elementos suficientes para hablar de una Teor�a de la Innovaci�n, pero el uso de dicho t�rmino es pertinente, si se considera remite a un campo de estudio en proceso de construcci�n donde los encuentros son m�s frecuentes que los desencuentros. Esta pertinencia lo convierte en utilizable para la elaboraci�n de la presente investigaci�n.

Los principios explicativos que definir�an la "Teor�a de la Innovaci�n" y que se tomar�n como base para la presente investigaci�n son los siguientes:

? Las innovaciones son definidas como procesos de resoluci�n de problemas.

? Una buena innovaci�n es aquella que logra integrarse con otros componentes del proceso educativo o pedag�gico con los cuales necesariamente interact�a y se complementa para lograr frentes m�s amplios de mejoramiento de la calidad, de la cobertura, y la eficiencia.

? La diferencia central entre innovaci�n y cambio radica en que la primera se planifica, situaci�n que aumenta las probabilidades de lograr el cambio deseado.

? Cuando m�s ambiciosos son los cambios, menos posibilidad de lograrlos o m�s exposici�n al fracaso.

? Entre los factores estrat�gicos m�s importantes para que la innovaci�n se realice, se destacan la resoluci�n de problemas con participaci�n local y la receptividad en materia de aportaciones.

? Si bien la innovaci�n se caracteriza por su complejidad, es posible identificar algunos elementos que definen a un sistema innovador, tales como surgir desde el profesorado, poner en conflicto las creencias de los docentes y plantear otra forma de ense�ar y aprender.

? Un sistema innovador sigue la direcci�n de "abajo-arriba", las propuestas de cambio son presentadas como hip�tesis, las contradicciones son asumidas como parte de la historia y la experiencia est� abierta al contraste con otros colectivos de profesores.

? Las innovaciones se caracterizan por una diversidad de formas, modalidades y alcances e implican tanto cambios en las actividades como en las actitudes.

? Los principales obst�culos identificados son la centralizaci�n excesiva, la posici�n defensiva del personal docente, la ausencia de un agente de cambio, el enlace insuficiente entre teor�a y pr�ctica y la falta de conocimientos acerca de los procesos educativos por parte de padres, funcionarios locales y funcionarios administrativos del campo de la educaci�n.

? Existen seis tipos de cambio: sustituci�n, alteraci�n, adici�n, reestructuraci�n, eliminaci�n y reforzamiento.

? Existen tres modelos para comprender el cambio en educaci�n, el modelo de "investigaci�n y desarrollo", el modelo de "interacci�n social" y el modelo de "soluci�n de problemas".

? En los sistemas descentralizados se deja un mayor margen de iniciativa a las personas, mientras que en los sistemas centralizados existe m�s tendencia a la imposici�n de las innovaciones.

? Si las innovaciones entran en contradicci�n con los valores de las personas tienen pocas posibilidades de �xito.

? Es necesario apoyar institucionalmente a los innovadores y, para ello, se debe trabajar en torno a tres dimensiones: a) la autonom�a institucional acompa�ada de la creaci�n de redes y de servicios centrales de apoyo; b) la profesionalizaci�n de los docentes; y c) una pol�tica.

�mbitos de la innovaci�n educativa

La definici�n de los �mbitos a tomar en consideraci�n para procesos de innovaci�n puede ser abordadas bajo diferentes perspectivas: desde las perspectivas reduccionistas que centran su atenci�n exclusivamente en el proceso de ense�anza (Morr�s, 1978, Blanco y Messina, 2000 y Libedisnski 2001) hasta la perspectivas m�s comprehensivas e integradoras que intentan recuperar diferentes �mbitos para la innovaci�n educativa (Rivas, 1983 y ANUIES, 2003).

Para la elaboraci�n del presente trabajo se decidi� tomar como base la estructura anal�tica propuesta por la Asociaci�n Nacional de Universidades e Instituciones de Educaci�n Superior (ANUIES) (2003) que precisa cinco �mbitos de innovaci�n: 1) planes y programas de estudio, 2) proceso educativo, 3) uso de tecnolog�as de informaci�n y comunicaci�n, 4) modalidades alternativas para el aprendizaje y 5) gobierno direcci�n y gesti�n.

  1. Planes y programas de estudio

La innovaci�n educativa en esta dimensi�n tiene como objetivo central la formaci�n integral del estudiante, formaci�n que Involucra todas las dimensiones, no s�lo la intelectual: Conocimientos, Habilidades, Actitudes y valores.

Para el logro de estos objetivos se plantea como estrategia central la flexibilidad curricular, sea a nivel de contenido y modalidad,  de tiempo y secuencia y/o de espacios.

Esta estrategia deriva en una serie de ventajas para la instituci�n: 

  • Eleva la calidad, ampl�a la diversidad y mantiene actualizada la oferta.
  • Ha probado su eficacia para abatir la reprobaci�n y la deserci�n.
  • Exige modelos administrativos �giles y eficientes.
  • Propicia el dise�o de reglas para la movilidad, el intercambio y la internacionalizaci�n de profesores y estudiantes. 

Esta dimensi�n en t�rminos operativos se concreta en los siguientes indicadores

  • Fundamentaci�n diagn�stica de calidad. 
  • Criterios orientadores para la innovaci�n. 
  • Tutor�as. 
  • Nuevos modelos de evaluaci�n, acreditaci�n y certificaci�n de competencias
  • Nuevos modelos de aprendizaje a trav�s de nuevas tecnolog�as
  1. proceso educativo

La dimensi�n proceso educativo se concreta en los siguientes rubros: el proceso de aprendizaje, el proceso de ense�anza, formaci�n docente y recursos y materiales de aprendizaje.

La innovaci�n del aprendizaje implica diversos aspectos que conducen a la b�squeda de un aprendizaje: significativo, autogestivo, integral y metacognitivo.

El aprendizaje visto bajo esta �ptica constituye el n�cleo central de la propuesta cognitiva del aprender a aprender.

La innovaci�n en la ense�anza significa acompa�amiento, mediaci�n y coparticipaci�n en la construcci�n de conocimiento. 

Esto concepci�n remite a la ense�anza como:

  • Un proceso planificado.
  • Una construcci�n conjunta.
  • Una tarea creativa.
  • Una pr�ctica sujeta al  aprendizaje.

Paralelamente a la innovaci�n en estos dos rubros, y como condici�n determinante para su concreci�n, las Instituciones de Educaci�n Superior deben institucionalizar: la formaci�n docente para la innovaci�n, la elaboraci�n de materiales y medios  did�cticos y la generaci�n de modelos de dise�o  did�ctico (flexibles). 

c) Uso de tecnolog�as de informaci�n y comunicaci�n

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d) Modalidades alternativas para el aprendizaje

El aprendizaje que se desarrolla actualmente en la inmensa mayor�a de las instituciones educativas presenta, hasta este momento, las siguientes caracter�sticas:

  • Un curr�culo r�gido.
  • Un lugar para trabajar, que es el sal�n de clases.
  • Un tiempo establecido para el aprendizaje de car�cter fijo y predeterminado.
  • Una docencia excesiva, obligatoria y asignada por la instituci�n, y sobre todo.
  • Un grupo escolar tradicional que determina los mismos compa�eros de estudio.

Plantear un modelo alternativo para el aprendizaje, implica un modelo con las siguientes caracter�sticas:

  • Un curr�culo flexible y con materias optativas.
  • Una movilidad del estudiante y por ende del conocimiento que se genera,
  • La diversificaci�n de ambientes de aprendizajes.
  • La adecuaci�n de la educaci�n a los ritmos, condiciones y procesos de aprendizaje de los alumnos.
  • Una docencia optativa como apoyo al aprendizaje.
  • En s�ntesis, una comunidad de aprendizaje que se desarrolle en ambientes diversos.

e) Gobierno, direcci�n y gesti�n.

La gesti�n institucional presenta en la actualidad una serie de retos, entre los que destacan la confusi�n en la conceptualizaci�n y en la ejecuci�n de las acciones de gobierno, direcci�n y gesti�n,

La actitud pasiva y respuesta acr�tica en la implementaci�n de las pol�ticas y sus programas y la

legislaci�n r�gida.

Ante estos retos la transformaci�n de la gesti�n institucional debe descansar sobre cuatro ejes:

1.- Estudio de experiencias con prop�sitos de aprendizajes y lecciones.

2.- Capacitaci�n del personal.

3.- Trayectoria de actores y sus formas de actuaci�n.

4.- Flexibilizaci�n de la legislaci�n universitaria.

Formaci�n docente e innovaci�n educativa

Una vez definida la innovaci�n educativa, establecidos sus modelos desde una perspectiva procesual, planteados los elementos pertinentes para una Teor�a de la Innovaci�n Educativa y definidos los �mbitos de la innovaci�n educativa queda pendiente determinar el proceso a trav�s del cual la innovaci�n educativa puede tener un impacto real en la educaci�n, siendo este proceso el de formaci�n docente.

La formaci�n docente y la innovaci�n educativa pueden ser articulados bajo dos l�neas de discusi�n: la relaci�n teor�a-pr�ctica y la innovaci�n curricular.

La formaci�n docente y la innovaci�n educativa son dos conceptos y campos que se implican, ya que la innovar supone la construcci�n de nuevos aprendizajes, que a su vez representan el desarrollo de procesos formativos (Calder�n, 1999).

En ese sentido, los procesos generados por la innovaci�n y que se traducen en proyectos de mejoramiento para las acciones educativas conducen progresivamente a la interrelaci�n de la teor�a y la pr�ctica.

Esta interrelaci�n entre teor�a y pr�ctica es lo que se conoce como la praxis educativa, que a su vez, constituye el objeto de cambio de la innovaci�n.

Los procesos de innovaci�n son capaces de generar nuevos conocimientos (saber did�ctico profesional) y est�n mediados por procesos de sistematizaci�n (investigaci�n de, para y en la acci�n) que representan en gran medida la condici�n sine qua non de los procesos formativos.

En la segunda l�nea de discusi�n, se considera que la relaci�n entre innovaci�n y formaci�n se articula bajo el concepto de innovaci�n curricular (1984) que se concreta en dos �mbitos de intervenci�n:

1.- Las propuestas did�cticas de los maestros que se consideran novedosas y oportunas para mejorar la pr�ctica docente a trav�s de m�todos y t�cnicas, elaboraci�n de materiales did�cticos complementarios, reorganizaci�n del tiempo y espacio educativo, empleo de nuevas tecnolog�as.

2.- La experimentaci�n curricular, es decir, que los maestros introduzcan modificaciones a los diversos contenidos de las materias o �reas de conocimiento del curr�culo formal para adecuarlos a las necesidades, intereses y contexto espec�fico de los alumnos, ya sea a trav�s del dise�o de unidades did�cticas, mapas, tramas o de estrategias integrativas que favorezcan el logro de los aprendizajes significativos. (Calder�n, 1999; p. 43)

La innovaci�n en estos campos conducir� ineludiblemente a procesos formativos que pueden ser ubicados en el campo de la educaci�n continua y que con una gran fuerza impactar�n la pr�ctica profesional de los docentes.

A manera de cierre se puede afirmar que la articulaci�n entre formaci�n e innovaci�n est� mediada por la investigaci�n y significada por la innovaci�n curricular, y estos procesos facilitar�an los procesos de innovaci�n en educaci�n lo que constituye el gran reto para lograr un cambio en el sistema educativo.

Lista de referencias

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Blanco R. Y Messina G. (2000), Estado del arte sobre las innovaciones educativas en Am�rica Latina, Bogot�, Colombia, Convenio Andr�s Bello.

Calder�n L�pez Velarde Jaime (1999), Innovaci�n educativa, en la revista Investigaci�n Educativa, No. 1

Havelock R.G. y Huberman A. M. (1980), Innovaci�n y problemas de la educaci�n. Teor�a y realidad en los pa�ses en desarrollo, Ginebra, Suiza, UNESCO-OIE.

Huberman, A. M. (1973). C�mo se realizan los cambios en la educaci�n: una contribuci�n al estudio de la innovaci�n. Par�s, Francia, UNESCO-OIE.

Libedisnki Martha, (2001), La innovaci�n en la ense�anza, Paidos

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Parra R., Casta�eda E., Camargo M. y Tedesco J. C. (1997), Innovaci�n escolar y cambio social, Bogot�, Colombia, Fundaci�n FES-FRB-COLCIENCIAS.

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Arturo Barraza Mac�as

Universidad Pedag�gica de Durango