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Mis orígenes en la Colonia Tovar (página 2)

Enviado por León Morales


Partes: 1, 2, 3

Esos enemigos de nuestro pueblo trataron de que los colonos no aprendieran hablar el español, y así evitaban que entraran en contacto con los sucesos que se vivían en esos años, los cuales estaban vinculados con las guerras campesinas, que de hecho nacieron en Carayaca.

¿Y por qué Codazzi y Benitz no querían que los colonos aprendieran hablar en español, señor Bruno?

¿Qué iban a querer esos tipos que esa gente hablara español, vale?

¿Se te olvidó que mis antepasados en El Palmar del Tuy, más bien eran esclavos de ellos?

Caramba vale; Codazzi y Benitz trataban de que nadie saliera de allí; ya que a los pioneros les habían llegado noticias de que en Caracas habían algunos alemanes asentados que eran muy prósperos, y al salir algunos de allí, lo más seguro era que iban a denunciar a esos tipos ante el gobierno de esos tiempos.

Siendo yo muy joven, decidí irme a Caracas y me puse a trabajar en una alfarería que era propiedad de un señor venido desde Alemania. Él me dio el trabajo por mi apellido KIENZLER. Allí hacíamos ladrillos rojos, ya que en esos tiempos a Caracas la llamaban la ciudad de los techos rojos. Te diré que provocaba vivir allá, ya que tenía la Laguna de Catia en donde íbamos a disfrutar con nuestras novias o amigas.

El clima era muy bueno y si te digo una cosa no lo vas a creer. Allá yo aprendí a manejar carro, debido a que los fines de semana nos íbamos varios compañeros de trabajo a echarnos unos palos en el centro de la ciudad. Esa alfarería quedaba cerca de Caño Amarillo.

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Niños de la familia Kienzler en la Colonia Tovar

Ese alemán me echó algunos cuentos como este: él conoció a un coloniero de la segunda generación llamado Guillermo Ruh quién era una persona que gozaba de muchos privilegios, ya que él le dio continuidad a la figura de juez de paz en la Colonia Tovar, la misma que había creado el perverso Agustín Codazzi en la persona de Alexander Benitz.

Guillermo Ruh era una persona muy cruel y déspota; él tenía varias hijas que eran muy hermosas y a la que él más quería la cuidaba demasiado. Esas muchachas no hablaban nada de español y eran de la tercera generación.

Claro está, Guillermo Ruh hacía sus fiestas al estilo coloniero y en los caneyes distantes algunos venezolanos o quienes ellos llamaban criollos, hacían sus fiestas al golpe del arpa y maracas, en donde bailaban el joropo aragüeño.

Las mujeres se impresionaban viendo ese jolgorio a lo venezolano y ellos eran muy frio de temperamento. En una de esas, un tipo que era de Macarao le echó una picada de ojos a la hija más bonita de Guillermo Rut, y en varias ocasiones siguió insistiendo, hasta que la muchacha un buen día decidió irse con el amado a quién no entendía en castellano ni siquiera una papa.

Ella lo único que le decía al amado criollo que creo se llamaba Juan Antonio Oropeza, fueron estas palabras: "Tú mío, yo tuya".

Ante tal situación, Guillermo Ruh quién tenía buenos contactos en Caracas, usando sus influencias ante el gobierno del general Juan Vicente Gómez armó una comisión y por los viejos caminos se trasladaron al pueblo de Macarao en busca de la muchacha.

Al llegar a Caracas tuvo que dirigirse a la iglesia de Macarao, con la sorpresa que la muchacha estaba ya casada, y él como era un gran soberbio le gritó estas palabras al cura: "Padre, entrégueme a la muchacha que me la llevo ya".

El cura le respondió de esta manera: "Don Guillermo, regrésese de donde vino usted, porque la muchacha ahora es la esposa de este joven llamado Juan Antonio Oropeza y no se la voy a entregar a usted, sino a su legitimo marido".

Así lo hizo el cura; y Guillermo Rut se fue nuevamente a La Colonia Tovar, en donde no permitió que ninguna joven más saliera del pueblo, ni que ninguna familia se cruzara con familia criolla alguna. Así era la vida en La Colonia Tovar.

Los primeros colonos se jodieron demasiado para construir su pueblo; ese mismo pueblo que ahora ves allí plantado. Ellos tuvieron que abrir caminos y pasos de picas, o trochas en tierras escarpadas y pedregosas hasta alcanzar al pueblo de La Victoria en Aragua, que era en donde compraban algunas mercaderías y podían vender sus productos.

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Vieja foto de La Colonia Tovar

Las relaciones con la gente de Carayaca eran muy escasas, ya que las familias de aquí eran de origen isleño de Canarias y negros descendientes de antiguos esclavos africanos.

¿Imagínate la sorpresa de esa gente al ver una persona negra en las cercanías de sus tierras?

¿Por qué ese lugar se llama La Colonia Tovar y no lleva un nombre alemán, señor Bruno?

Ya te dije en un principio que esas tierras fueron del conde de Tovar, a quien llamaban don Martín Tovar y Ponte; ese mismo a quién el comandante José Tomás Boves quiso ponerle las manos y torcerle el cuello por esclavista y ladrón en los tiempos de la guerra a muerte.

Fijate, que el comandante José Tomás Boves libró todas sus peleas en las zonas de Aragua y el Guárico; y desde La Colonia Tovar tú puedes ver esos valles. Por eso ese lugar es un sitio seguro y bien situado, con un clima agradable y tierras buenas para la labranza y la agricultura.

Tú debes saber que cerca de La Colonia Tovar o en el Alto de Jeremba nacen las aguas que van para los pueblos de Antímano y Macarao en Caracas, Carayaca y El jarillo; y que son las mismas que beben en El Junquito y Catia la Mar.

Ahora imagínate tú, carajo; lo que le esperaba a los primeros colonos con esa familia Tovar y Ponte mezclada con los Blanco, Zuloaga, Rojas y otras viejas familias venezolanas desde que llegaron los españoles en tiempos de los indios Tarmas.

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Vivienda típica de los granjeros de la Selva Negra,

En el suroeste del estado alemán de Baden-Württemberg

Finalmente, los que más saben de estas cosas, dicen que el nombre de La Colonia Tovar se lo pusieron en honor a uno de los hijos del conde de Tovar llamado Manuel Felipe Tovar, quién años después les dona las tierras a los colonieros que se quedaron allí soportando los maltratos y ultrajes de Codazzi y Benitz, como de otros colonieros quienes fueron capaces de crear allí una clase social diferente a lo planteado en los acuerdos contraídos en Alemania y Francia con los colonos originarios.

¿Cómo es eso de que en La Colonia Tovar se fue creando una elite de familias privilegiadas, señor Bruno?

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Casa típica de los primeros colonieros en La Colonia Tovar

Si, es cierto. Allí se fue creando una casta de familias privilegiadas que los puede notar con los otros colonos que llegaron algunos años después y que eran de otros lugares de Alemania, que nada tenían que ver con los que sufrieron los avatares del viaje en la fragata ·Clemence".

¿Qué maguangua?

Los que vinieron años después, encontraron todo hecho. Ellos no pasaron las verdes y las negras para construir ese pueblo; así también yo soy Rey en la tierra de nadie.

¿Qué vaina, vale?

Te debo decir, que esa situación también se le debió a Alexander Benitz, quién de paso trajo a su esposa desde Edingen, y el gran carajo como que no la pudio disfrutar. Ya que los viejos colonieros decían que no dejo ni hijos por esas tierras.

¿Qué vainas del destino para ese infeliz de Alexander Benitz?

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Schwerin, capital del Ducado de Mecklenburg

Al morir Alexander Benitz a la edad de 52 años en La Colonia Tovar en 1.865, su mujer se casó con un Breindenbach, y eso fortaleció aún más a esa familia, quienes de hecho son los que en parte tienen todo el poder y el control económico y político en La Colonia Tovar, hasta hoy en día.

No hay dudas, vale; la situación se agravó fue con el segundo grupo de colonos que llegaron a esas tierras. Esa gente vino en dos grupos que llegaron en el año 1.851 y para ello lo hicieron en dos buques.

¿Esa otra gente no pasó por las mismas cosas que pasaron los primeros colonos, señor Bruno?

Yo creo que ellos no se entendían muy bien con los ya establecidos aquí; tuvo que haberse producidos peleas y altercados entre los unos y los otros.

¿Qué piensa usted pudo haber pasado entre esos colonos de la primera oleada y los de la segunda oleada de inmigrantes alemanes a La Colonia Tovar, señor Bruno?

Sobre los primeros colonos que fueron en donde vinieron mis familiares, ya sabemos de dónde venían ellos, de la Bavaria, en una zona cercana a Francia; y por eso has podido ver entre los papeles de la familia que están en poder de mi hermano Sebastián Kienzler Tortoza, la parte francesa de mis antepasados.

Ya que mi abuelo Georg Kienzler Kabis o Holvis se casó con una francesa como Marcelina Belsinger. Desde allí puedes notar la gran diferencia de los primeros con los segundos colonos.

Mis antepasados eran del sur de Alemania. Mientras que los otros colonos que llegaron después eran de dos zonas diferentes en Alemania. Ellos eran de los pueblos de Mecklenburg y Hesse. Claro que había grandes diferencias entre ambos; ya que los que vinieron del Ducado de Mecklenburg estaban establecidos en el norte de Alemania, cuya ciudad más importante era Schwerin.

Fijate como son las cosas, que esa zona hoy en día aún están en manos de los comunistas alemanes orientales. Los que vinieron de Hesse dieron sus aportes de organización feudal en los colonieros viejos y nuevos. Eso era lo que nos contaba el viejo Theodor Brenke.

El Ducado de Hesse o Hessen se encontraba al oeste de Alemania, y para mi es desde allí de donde le viene a los colonieros el culto por Von Bismark, el Káiser Guillermo y Adolfo Hitler, es cuando nace en ellos y en gran parte de los descendientes alemanes nuestra relación con el nazismo.

¿Usted cree que en La Colonia Tovar nació alguna vez un culto hacia el nazismo hitleriano, señor Kienzler?

Mira vale; yo si lo creo, ya que yo tuve un primo llamado Nicolás Kienzler quién corría cintas aquí en Tarmas en tiempos del gobierno del general en jefe Eleazar López Contreras.

Eso era ver a los jinetes corriendo con una vara o lanza en una de sus manos y tenía que ensartar de un solo golpe un aro que había en algún lugar ubicado; después era premiado por las mujeres.

Nicolás era mayor que yo en edad; pero era un hombre muy problemático, siempre vivía cayéndose a golpe con otros hombres en estas tierras de Carayaca. Por un problema de faldas, por los lados de El Limón le desfiguraron el rostro de un machetazo que le dieron en una ocasión. Él se llevaba muy bien con parte de la familia KANZLER en la Colonia Tovar, y con ellos se movía cazando por las montañas de Costa de Maya, Puerto Maya, Puerto de Cagua o Puerto Cruz.

Conversando con mis hermanos Simón, Luciano, Pastor, Sebastián y yo, porque Mónico era muy niño aún; nos contó estos relatos:

Los niños en La Colonia Tovar eran tratados con mucho cuidado, ya que había un cura y un maestro de apellido Aretz, quienes eran hermanos. Ellos llegaron desde Alemania y se establecieron allí. Lo extraño, es que los niños y niñas aprendieron hablar alemán como si estuvieran en la propia Alemania, aparte del dialecto que tenían.

Claro está, a veces algunos cónsules alemanes iban allí a ver cómo iban las cosas. Esos hermanos Aretz como que fueron miembros del nazismo alemán y tenían de una u otra forma que preparar a los descendientes de alemanes para gobernar al mundo, en caso de que ganaran la guerra mundial que ellos libraban en Europa en esos tiempos.

Yo creo que el sacerdote Karl Aretz y su hermano el maestro Richard Aretz llegaron a La Colonia Tovar el 31 de marzo de 1.935, cuando el gran Adolfo Hitler unificaba a toda Alemania y los corredores alemanes que había en los países cercanos. Sin dudas, vale. Ellos vinieron a preparar a nuestra gente bajo un plan que solo era conocido por los viejos colonieros, pero no por los descendientes que nos encontrábamos fuera de La Colonia Tovar, y esa era la gran diferencia.

Figúrate, que en mi familia siempre hemos ido en los mundiales de futbol a Alemania, nunca la hemos dejado atrás, porque esa es nuestra patria matriz y nosotros como familia no podemos dejar atrás nuestras raíces, ya que lo que somos se lo debemos a esos antepasados nuestros que vinieron en el "Clemence" a esas tierras del Palmar del Tuy.

Es más vale, te voy a decir que nosotros nos identificamos mucho más si se quiere, con nuestro apellido Kienzler que con el Tortoza; eso lo puedes ver en mi casa y en la de mis hijos y nietos.

Y en parte lo puedes notar en mis nietos: Richard que es hijo de mi hija Alejandrina Kienzler Oropeza; y Nelson Bravo Kienzler, quién es hijo de mi hija María Natividad Kienzler Oropeza. Esas hijas mías fueron hijas de mi difunta primera mujer Braulia Oropeza, quien murió muy joven en este pueblo de Tarmas.

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Yaileth Andreina Morales Kienzler

Yo pasé los primeros años solo con mis hijas, hasta que conocí a la tarmeña Jovita Bello. Ella nació en Cangonga en la Fila de Jesús y es hija del señor José Félix Tortoza Castillo (descendiente de los indios Tarmas) con la señora Bernarda Bello Saavedra.

El señor José Félix Tortoza Castillo es bisnieto del cacique Hilario Tortoza y la señora Bernarda Bello vino muy joven aquí al pueblo de Tarmas. Ella nació en San Diego de los Altos en el Edo. Miranda. De esa región era tú abuelo Manuel Morales y Ramón Pérez Castellanos.

Cuando me puse a vivir con Jovita, ella tenía unos hijos con un negro de Tarmas llamado José Mayora. Ellos eran José "Niño", Lérida "Niña" y Pascual quienes quedaron reconocidos como Kienzler en mi matrimonio con Jovita. Hay que tener muy claro, que ellos no son descendientes de los Kienzler que llegaron a La Colonia Tovar. Con Jovita Bello de Kienzler tuve los siguientes hijos e hijas: Roquelina, Auristela, Simón (difunto), Carlos y Leonel.

¿No sería que La Colonia Tovar fue un proyecto bien concebido por algunas personas con el fin de dominar algunos formas de vida del venezolano a través de los años, señor Bruno?

Yo en verdad no sé que es un proyecto, de eso no sé nada, vale. Pero lo que si te voy a decir, es que en mi familia nosotros tenemos como norma ir en los mundiales de futbol a Alemania. Y podrás notar, que en el pueblo de Tarmas somos diferentes a las demás familias, no nos parecemos en nada. Aquí nacimos y aquí aún estamos. Nuestros abuelos nos dejaron estas tierras y nunca las hemos vendidos.

¿Por qué si ellos se jodieron por tenerlas, por qué las vamos a regalar, vale?

Ahora bien, la sangre alemana se conserva así te cruces con otra gente. Fijate, mi madre es indígena de Tarmas y mi padre es de raza alemana y francesa, y puedes ver como somos nosotros de alto y con más parecido a los alemanes de La Colonia Tovar, nuestra tierra madre. El único que es pequeño de mis hermanos es Simón, pero podrías notar que él tiene los ojos azules y es blanco, y muy dicharachero, lo que le diferencia un poco de nosotros.

A veces siento que en La Colonia Tovar no miran bien a las familias colonieras que un día se fueron de allí por diferentes situaciones, motivos y problemas con los antepasados de ellos. Es duro decirlo, pero ellos siguen actuando separadamente de quienes hicimos vida en otras regiones del país. Muchos de los descendientes de los colonos ocuparon lugares importantes en Venezuela, formando parte de su historia y contribuyendo a hacerla más grande que en otros tiempos.

Los colonieros actuales deberían llamarnos a todos y volver a reencontrarnos nuevamente, para comenzar a escribir páginas nuevas en lo que sería un futuro inmediato. Ya que ellos con el turismo, la artesanía y otras formas de vidas que no son las mismas que tuvieron nuestros primeros padres, pueden correr el riesgo de desaparecer por siempre o diluirse entre los demás venezolanos, pudiendo quedar solo el recuerdo de una comunidad que ya desapareció y que en el pasado pudo haberse llamado La Colonia Tovar.

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Colonos en la Iglesia de La Colonia Tovar

Por allí estuvieron muchos viajeros como Karl Moritz, Pal Rostí y otros más que en este momento no recuerdo. Pero si sé, que Moritz está enterrado en el cementerio de La Colonia. Con los años se apareció por allá una condesa quién le cambió el tipo de ropas que usaban las viejas colonieras. Te diré que esa mujer tenía carácter y ejercía gran influencia en la gente de esos tiempos.

Allí alguien trabajó con otras intenciones en darle otra forma de pensar a esa gente; y te manifiesto que yo recuerdo cuando en la época del general de división Isaías Medina Angarita botaron a los hermanos Aretz de La Colonia Tovar, por ser partidarios de Hitler en la segunda guerra mundial. Bueno, eso era lo que se decía de ellos, en esos tiempos.

Lo cierto del caso, es que muchos de los descendientes de esos primeros colonieros se lo pasan yendo a Alemania. Específicamente, a los sitios de donde vinieron nuestros antepasados; y que buscando aportes pata mantener al pueblo. Yo eso no lo puedo entender, vale.

Si los antepasados de los que están en Alemania no nos quisieron y entregaron a los nuestros a pasar una vida de esclavos en esas tierras, que les ha llevado más de cien años.

¿Qué tenemos que buscar nosotros allá?

¿Por qué queremos ser alemanes?

Yo tengo entendido que ti durante cuatro años visitaste algunas regiones de Alemania occidental, porque a la Alemania comunista yo no creo que hayas entrado. Tú mejor que yo conoces lo que allí ha sucedido después de la guerra mundial y que eso no ha escapado ni en nosotros mismos; ya que siempre se nos ha mirado con mucho cuidado.

Hay más cosas que te tengo que decir sobre nuestra historia en estas tierras, tanto en Carayaca como en La Colonia Tovar. Vamos a tomar un sorbo de café para continuar con estos cuentos del pasado.

Descansamos un rato y después de disfrutar un poco de café tomada en unas viejas tazas de Pietri, decidimos continuar con las historias; en donde le dije al señor Bruno Kienzler Tortoza sobre las inquietudes presentadas por él en relación a mi vida marinera y a las veces que visite algunos puertos de Alemania Occidental.

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Puerto de Hamburgo

Señor Bruno, efectivamente, yo estuve navegando en dos buques de la Compañía Anónima Venezolana de Navegación (CAVN) para los puertos alemanes de Hamburgo, Bremen y Oldendorf, entre los años 1.973 y 1.976. Yo fui allá a bordo de las motonaves "Caracas" y "Venezuela".

Esas ciudades son muy bonitas y lo impresionante es que una nación que fue a dos guerras mundiales se levantó de las ruinas a una gran velocidad. En parte comparto muchas de sus inquietudes. El sentir alemán no lo cambia nadie.

Le diré que en el mundial que se dio en 1.974, yo iba a Holanda, pero ganaron los alemanes y me parece que son la misma gente de raza teutónica. Le diré que hablando con un viejo alemán en el puerto de Hamburgo, me dijo estas palabras en el año 1.976:

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Motonave "Venezuela"

Las dos Alemania algún día se unirían, ya que los alemanes no somos comunistas, socialistas, demócratas cristianos, social demócratas, ni nada por el estilo. Nosotros somos alemanes nos encontremos en donde nos encontremos.

Podrías notar que Alemania Occidental es la segunda potencia económica del mundo capitalista, y la Alemania oriental en la segunda potencia militar del Pacto de Varsovia y segunda potencia económica del mundo socialista.

Imagínate por un momento a las dos juntas. Porque tampoco olvidamos a los corredores alemanes en Rusia, Polonia, Checoslovaquia, Hungría, Francia, Holanda, Austria y las colonias que tenemos en diferentes partes del mundo. Sin dejar atrás a tu país en donde tenemos una colonia bien consolidada. Y lo sé, porque la he visto por televisión.

Lo que me llamó la atención, fue que en un centro nocturno por equivocación bajé y pude ver a una gran cantidad de jóvenes pertenecientes a una secta nazista y fascista, cuyo emblema mayor era el retrato de Adolfo Hitler. Y eso creo que es lo que ha estado pasando en La Colonia Tovar.

¿Puede usted narrarme algo más sobre esos primeros colonos que llegaron a La Colonia Tovar en 1.843, señor Bruno?

Claro está, nos hemos desviado sobre otros tópicos que son importantes en dar a cocer, pero debemos irnos un poco más hacia el pasado, para poder entender las cosas como son y deben ser. Aquellos primeros colonos como ya te dije vivieron muchos problemas con Codazzi y Benitz, al igual con el segundo lote de colonos; eso llevó a varias familias a tener que irse de La Colonia Tovar para siempre.

Esos señores siempre estaban a la defensiva y si veían alguna persona extraña en el pueblo, les decías estas palabras: "Si no te gusta n nuestras leyes y te vas de aquí; aquí nunca más vas a volver, y mucho menos tus hijos y nietos nada tienen que venir a buscar aquí. Así que si se van de esta Colonia, pierden sus derechos a trabajar la tierra y a permanecer en ella".

¿Pero quién se puede calar una vaina como esa, carajo?

¿No sería acaso esa aptitud una clara violación al derecho a la vida y al derecho de propiedad?

¿Qué carajo se creían esos tipos en esos días, vale?

Carajo, vale; escríbelo como te lo estoy diciendo. Alexander Benitz fue un gran carajo en La Colonia Tovar, ya que él había con los colonieros lo que ganas le daba. Él fue un juez de paz impuesto por el coronel Agustín Codazzi. Ese hombre era tan malo que él era quién decidía que se debía sembrar y como se debía ir construyendo las casas en el pueblo; no daba libertades para nada, vale.

En aquellos primeros tiempos nadie podía salir del pueblo a vender sus productos y menos a comprar; ya que él se encargaba hasta de comprarles los trapos y lo que necesitan las personas. Ese tipo era un ruin que cobraba hasta lo más mínimo y no sentía compasión por nadie.

Alexander Benitz una vez tuvo una fuerte discusión con un hermano de él, no sé si era Karl o Theodor. Pero sé que fue con uno de ellos, quién le pidió que apoyara más a los colonos y los defendiera ante el gobierno venezolano. Él agarró una gran arrechera con uno de esos hermanos, que lo llevó a un árbol, lo ató y azotó salvajemente, hasta que el muy cristiano murió de la paliza que recibió.

¿Esa vaina no la hacían los dueños de haciendas con sus esclavos?

¿Ante quienes estaban los primeros colonos alemanes en el Palmar del Tuy?

¿Explíquenos si hubo expresiones de rebeldía en esos tiempos por parte de esos colonos, señor Bruno?

Claro que las hubo amigo mío. Y esas rebeliones comenzaron con fuerza fue cuando lograron abrir caminos hacia Caracas; la cual fue una jornada dura y muy agotadora. Hay que destacar que se abrieron hacia el Alto de Ñó León, Macarao, Antímano, Las Adjuntas, El Jarillo y Carayaca. Las cosas se pusieron tensas en La Colonia Tovar cuando Emilio Breindenbach es nombrado juez de paz en La Colonia Tovar.

Ese hombre era de la segunda oleada de colonos, y el de una u otra forma estaba vinculado a Alexander Benitz. Según mi papá, ese señor se casó con la mujer de Benitz y tuvieron familia. La situación se puso tensa y difícil en La Colonia Tovar, cuando los colonieros se atrevieron a crear una forma de organización que le dice oportunidades de poder mandar en las tierras que habitaban.

Al fin se decidieron a convocar a los colonos para que votaran por la elección de su primer alcalde y de sus concejales, eso se llevó a cabo el 16 de abril del año 1.843. según parece, que Alexander Benitz no estaba de acuerdo con esa vaina y comenzó a crear problemas entre los colonos y como bala de cañón en el aire, llevó el cuento al gobierno en Caracas, para que pararan esa vaina a como diera lugar.

Mira vale, esas elecciones eran una enseñanza para los vecinos d los pueblos cercanos, como democráticamente y sin influencias de extraños políticos nuestros antepasados podían elegir un gobierno propio de ellos. Eso nos indicaba, de que ese pueblo estaba preparado para dar a conocer nuevas realidades desconocidas por los venezolanos, que cada día que pasaba estábamos metidos en guerras y peleas que llevó a la muerte a muchas personas sin necesidad alguna.

Allí eligieron como Alcalde a Andreas Vollweider quién era tejedor de telas y buen amigo de mi abuelo. A él le acompañaron como concejales los siguientes colonieros: Martín Collins; Joseph Retti; mi bisabuelo Georg Kienzler Minis era agricultor y mayor de 21 años de edad; Baptiste Blank; Kaspar Berbinger; Johann Müller; y como secretario fue electo Nicolaus Teufel.

¿Qué pasó con ese Concejo Municipal electo en La Colonia Tovar en 1.843, señor Bruno?

A raíz de esa elección, el 23 de abril de ese año se firmaron algunos acuerdos entre los colonos y sus nuevas autoridades; poco tiempo después, violentado por el miserable de Alexander Benitz. Claro está, eso produjo en algunos colonos incomodidades, porque era descaradamente ver como se incumplían con los acuerdos hechos en Alemania.

Ante tal situación, el señor Alexander Benitz influenciado por Agustín Codazzi desconoció a las autoridades del Concejo Municipal recién electo. Erigiéndose como Juez de Paz arremetió salvajemente en contra de los colonos, bajo amenazas y groserías, usando a fuerzas del gobierno para crear miedo e incertidumbre en los colonos; declarando eliminado esa forma de gobierno, imponiendo su autoridad propició que muchos se fueran del poblado para siempre.

Desde Caracas, ordenaron que por encima de Alexander Benitz como juez de paz en La Colonia Tovar mandara el coronel de ingenieros Agustín Codazzi. Esa actitud propició que las autoridades abandonaran el pueblo para siempre.

Hubo momentos de gran preocupación en el mes de mayo de ese año; ya que a Alexander Benitz nadie le quería parar bolas; y de esa forma el propio Codazzi se trasladó a La Colonia Tovar y mandó para el carajo al Alcalde y a sus concejales.

De los concejales electos se fueron de La Colonia Tovar para siempre el alcalde Andreas Vollweider quién fue asesinado en tiempos de la guerra federal en Petáquire en el año 1.860. Luego le siguieron: Baptiste Blank, quién se fue con su familia para Valencia; Joseph Retti; Kaspar Berbinger; Johann Müller; Nicolaus Teufel; y mi bisabuelo Georg Kienzler Minis.

Cónchale vale; de esa forma muchas familias honradas y honestas decidieron irse de una vez por todas del pueblo, tratando de hacer fortuna en otros lugares del país. En verdad, esa vaina no se podía seguir aguantando. A mí me da mucha tristeza cuando se trata de ocultar la verdad, como si nosotros fuéramos pendejos, o como si no lleváramos sangre encima de esos primeros colonos alemanes.

Yo supe que la familia Blank se fue para Valencia, el doctor Louis Plassard quien era francés se fue para siempre a Guayana y Nicolás Teufel se casó en La Colonia Tovar, yéndose con su familia para Alemania. Hay quienes dicen, que él y que murió por allá, y que su esposa y sus hijos regresaron a estas tierras nuevamente, y se fueron a vivir a La Colonia Tovar.

¿Qué fue lo que pasó con su familia en La Colonia Tovar a raíz de lo que sucedió con el desconocimiento del Concejo Municipal, señor Bruno?

Esa es una historia muy interesante, porque al fin ellos dejaron de ser colonos y papá nos decía que tanto sus abuelos, tíos y padre en una reunión cerrada de familia, un día decidieron abandonar La Colonia Tovar para siempre; debido a que mi bisabuelo Georg Kienzler Minis con su familia corrían peligro de perder la vida en una de esos tantos líos que constantemente se dieron allí.

Mi bisabuelo acompañado de su mujer e hijos se plantearon salir de La Colonia Tovar buscando un lugar en donde pudiera embarcarse para regresar a su tierra y allá denunciar los atropellos que vivían los colonos en La Colonia Tovar o Palmar del Tuy; a fin de que alguien pudiera orlos de verdad, porque el gobierno se hacía la gallina ciega ante tal situación.

Y a su vez iba con la orden de denunciar al bandido de Alexander Benitz, para que se supiera la calaña de gente que era ese carajo. Hay que ver el daño que ese hombre le hizo a tan humildes y modestos seres humanos; esas cosas no se pueden tolerar en ninguna época; un miserable como ese no tenía derecho de vivir, había que aplacarlo desde temprano.

Mi abuelo Georg Kienzler Kabis o Holvis para esa entonces, era aún un niño labrador y apenas tenía como 10 años de edad, cuando sucedieron esas cosas, vale.

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Dr. Gofffried Knoch

¿Y su bisabuelo Georg Kienzler Minis al fin pudo regresar a Alemania, señor Bruno?

Que vá, mijito. Mi bisabuelo Georg Kienzler Minis y su esposa Bárbara Kabis o Holvis salieron de La Colonia Tovar en 1.843 con destino a Caracas, y más luego se establecieron en Curucutí. Él vino buscando la playa para irse, pero aquí en el pueblo de Tarmas su hijo Georg Kienzler Kabis o Holvis quién era mi abuelo conoció a la familia Belsinger y se enamoró de mi abuela Marcelina Belsinger Milk. A él le gustó este pueblo que estaba formado por indios, ya que todos eran de apellido Tortoza, Ochoa y León.

Mi abuelo a pesar de ser agricultor, tenía mente de buen comerciante. Al fin decide irse a vivir por los lados de Curucutí y allí comienza a levantarse como un hábil negociante. Sus relaciones lo llevaron a conocer a muchos de sus paisanos alemanes en La Guaira, Carayaca, Maiquetía, Caracas, La Victoria, Valencia y Puerto Cabello.

En verdad, él no regresó jamás a su tierra. Fijate que la vaina se puso tan seria, que él conoció al Dr. Gottfried Knoch, quién era un médico alemán seleccionado para ir a La Colonia Tovar a atender a sus paisanos. Pero mi bisabuelo Georg Kienzler Minis pudo conversar con él, y le dijo lo que allí estaba pasando con su gente.

El Dr. Knoch desistió de ir hacia ese lugar y se dedicó a trabajar como médico en La Guaira; a pesar de que él había llegado a Puerto Cabello en 1.840. Este brillante medico embalsamó el cadáver del general en jefe Francisco Linares Alcántara en La Guaira; ya que él era el padre del negro Tiburcio Mayora en la Hacienda "Chichiriviche"; al igual que el del prócer de la independencia don Tomás Lander.

Tiburcio Mayora el padre de Bruno Mayora allá en el pueblo de Catia la Mar, el cual quedaba en donde hoy está el Balneario de Catia la Mar; era tan así, que Tiburcio Mayora era amigo personal del general Isaías Medina Angarita, quien siempre venía allí a jugar bolas y a beber aguardiente, ya que un medio hermano de Tiburcio fue el general en jefe Francisco Linares Alcántara (hijo) graduado como militar en el ejército en una famosa escuela de estados Unidos de América, y que West Point.

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Casa matriz de la familia Kienzler Belsinger en Tarmas, año 1.993

Su hermano fue profesor en la Escuela Militar de La Planicie en Caracas del general Medina Angarita, no sé si de artillería. Además, Tiburcio Mayora era nieto del general en jefe Francisco de Paula Alcántara, de los que lucharon con Simón Bolívar en la independencia, te parece poco, vale.

Mi abuelo Georg Kienzler Kabis o Holvis hizo buenos negocios con el cónsul de Francia, Hugo Benito Scanlan quién estaba casado con doña Margarita Daly. Mi abuelo fue amigo del general en jefe Pedro Vicente Aguado en 1.854, quién dictó en el pueblo de San Joseph de Carayaca un decreto de guerra a muerte en el mes de septiembre de 1.859, habiendo sido mucho más violento que el que dictara el propio Libertador Simón Bolívar en 1.813.

Además, él hizo oportunos negocios con el francmasón y general en jefe Julio Sarría sobre la Hacienda "Guare" en Tarmas. Tuvo amigos como el general José Miguel Barceló quién murió en un lance que sostuvo con el general Eduardo Scanlan, hijo de H.B. Scanlan.

El general José Miguel Barceló está enterrado en el Panteón Nacional. Además, mi abuelo financio guerras como la Revolución Liberal de Abril del año 1.870, apoyando al general Antonio Guzmán Blanco en las acciones que se dieron en los barrancos de Petáquire.

La amistad fue tan grande que en los documentos originales que reposan en nuestra manos está una misa que le mandó a realizar a ese general en la Iglesia de La Divina Pastora en Caracas, quién a su vez era el padre del diputado José Miguel Barceló.

La bodega que mi abuelo tuvo en Tarmas fue muy concurrida por la gente, ya que él tenía líneas de crédito abierta en La Guaira y Caracas, con casas que le prestaban dinero. Te diré que él fue un hombre muy importante para nosotros en Tarmas.

En este pueblo llegó a donar un inmenso lote de tierras, que es donde se encuentra el actual cementerio de Tarmas. Ya que el padrino de bautizo del poeta Pio Rengifo fue asesinado por su propia tía Felipa Rengifo y madrina, acompañada de su amante en el camino de Curiana. Esa vaina sucedió aquí en Tarmas en 1.877. El padrino de Pio Rengifo fue Lorenzo Rodríguez y su cadáver mutilado fue arrojado en El Alto de La Renca, siendo descubierto por mi abuelo y mi padre.

Bueno vale, en muy poco tiempo te he dicho muchas cosas.

¿Cómo fue esa amistad que sostuvo su abuelo Georg Kienzler Kabis o Holvis con las familias Scanlan y Barceló, señor Bruno?

Como podrás notar, mi abuelo Georg Kienzler Holvis fue siempre un gran comerciante en estas tierras; a pesar de que vino desde su tierra en Alemania como agricultor entre los primeros colonos que ya sabemos llegaron a La Colonia Tovar.

En cuanto a la familia Scanlan debo decirte que la relación de amistad nació fue a través de mi bisabuelo Johannes Belsinger, ya que eran familias francesas que se conocieron en Caracas y que la afianzaron después en La Guaira, en donde los Scanlan vivieron por muchos años hasta que se fueron a vivir a la isla de Santo Domingo.

Debo recordar, que nuestras tierras fueron propiedad de Hugo Benito Scanlan quién estaba casado con doña Margarita Daly. Según contaba mi papá, que ese matrimonio tuvo un hijo llamado Eduardo Scanlan Daly.

Ese hombre fue conocido en estas tierras como el general Eduardo Scanlan Daly; ya que parece que él nació en La Guaira aproximadamente en 1.840. Lo que se contaba en la casa es que ese general estuvo apoyando para un segundo mandato del general Francisco Linares Alcántara, quién era un hombre vinculado a estas tierras, ya que como dije anteriormente, en Chichiriviche de la costa, allá abajo, con una negra tuvo ese hijo llamado Tiburcio Mayora.

Pero las malas lenguas de la época, decían que el general Eduardo Scanlan Daly tuvo en lance a pistola con el general José Miguel Barceló el 12 de mayo de 1.878. Parece que eso se dio en un hotel llamado "El León de Oro".

El general José Miguel Barceló era en ese tiempo, el presidente del Congreso Nacional. Siendo más joven que el general Scanlan Daly se dejó ganar en el duelo que celebraron en ese día, cayendo muerto de inmediato.

Debo decir, que el general José Miguel Barceló era nativo de la tierra guayanesa, en donde nació en 1.847, muriendo al día siguiente del lance; ese hombre si era amigo personal de mi abuelo Georg Kienzler, quién de hecho le mandó a realizar 30 misas gregorianas en la Iglesia de la Divina Pastora de Caracas.

El general José Miguel Barceló fue el padre del escritor Simón Barceló quién era nativo de Ciudad Bolívar, en donde naciera en 1.873. Este hombre murió al año siguiente de haber fallecido mi padre Manuel Modesto Kienzler Belsinger en 1.937.

Sobre el general Eduardo Scanlan Daly te manifiesto que estivo preso en chirona por muy poco tiempo. Él finalmente anduvo viendo como retaba a un lance al general Antonio Guzmán Blanco, y en verdad eso nunca se dio.

Sin embargo, esa familia se fue para Santo Domingo y allá al general Scanlan Daly le salió el tiro por la culata; debido a que se encontró de frente en un duelo con el dominicano general Santiago Pérez, quién estaba embargado de celos, y ese hombre si acabo con las bravuras del general Eduardo Scanlan Daly, enviándolo al otro lado.

¿Qué otras cosas sabe usted sobre los colonos alemanes en El Palmar del Tuy o Cagua, señor Bruno?

Mira vale; papá contaba que hasta el trigo que trajeron esos colonos de Alemania, una vez que fue sembrado aquí, le cayó una enfermedad llamada "La Mancha". Podrías notar, que hasta en esa vaina estaban de malas los tipos, vale.

La gracia de la vaina es que el vagabundo de Agustín Codazzi le envía un papel al general Carlos Soublette diciéndole estas palabras: "General Soublette, he perdido todo mi trigo".

Mira lo que son las vainas, vale. ¿Qué trigo había sembrado ese guebón?

Por allí podrías sacar que esos colonos si estaban esclavizados de verdad.

Yo desde Tarmas le rindo un cálido tributo al colono Jacobo Ruh, quien se atrevió a enfrentar con valor al francmasón y coronel de ingenieros Agustín Codazzi.

Esos líos llegaron a extremos alarmantes, ya que para 1.891, muchos descendientes de colonos se fueron para siempre de La Colonia Tovar y fundaron "El Jarillo"; convirtiéndose esa zona en un lugar muy prospero. Allá fueron a parar muchos de los Breindenbach, Zieggler y Gerik.

¿Qué aportes importantes le legaron sus antepasados de La Colonia Tovar y que le hayan servido en su vida, señor Bruno?

Óyeme bien, vale. Yo pienso que nuestro abuelo Georg Kienzler Kabis o Holvis nos legó un conocimiento que siempre supimos usar en la labranza de nuestras tierras y en las siembras que por más de cien años hemos realizados aquí. De ellos aprendimos un sistema de riego que va por debajo de la tierra misma y que hace que nuestros productos sean buenos.

Eso consiste en atravesar una canal de agua subterránea y las plantas y cultivos toman el agua necesaria, y lo que sobra va hacia un tanque, para ser usada más luego. Lo otro que aprendimos fue a usar el arado con bestias.

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La Colonia Tovar

También aprendimos a ser autosuficientes y a no dejarnos quitar nada de lo que hemos heredado. A mí me matan, pero yo defiendo estas tierras a riesgo de mi propia vida; a diferencia de mi hermano Sebastián, quién vive más de las leyes, a pesar de que es un ser que ha trabajado duro como arriero llevando y trayendo mercancías de Caracas.

A veces pienso que el legado que es de vital importancia para nosotros, es el amor que debemos profesarle a nuestras tierras y a nuestras familias, y ese es el mismo sentir que tienen los colonos en La Colonia Tovar; de esa manera nos identificamos claramente.

Oye vale, Sebastián ha criado animales para sacar leche y vender carne en Tarmas y Carayaca. Ha sembrado en La Renca infinidades de plantas de naranjas, las cuales vendía en Maiquetía. Había que ver la cantidad de camiones que se llevaban esos frutos y nunca nos faltaban los conucos para mantener la casa: de allí sacábamos yuca amarga para hacer casabe, el tabaco que nos fumábamos, la leña que necesitábamos para cocinar, y el agua que es vital para todo.

Nosotros tomábamos agua que venía desde el Canjilón de Anare para usar en Tarmas, y de la quebrada de Carimagua tomábamos agua para sembrar en La Renca.

En La Renca teníamos un horno de cal para sacar carbón y ese lugar se llamaba así por una india que estaba renca de un pie y quién vivía por allí en tiempos de mi abuelo Georg Kienzler Kabis o Holvis. Siempre supimos que nuestro abuelo y sus hijos no permitían que nadie sacara leña de sus tierras, y por eso eran mal vistos por algunas personas en Tarmas.

¿Usted puede contarnos alguna anécdota de su abuelo Georg Kienzler Kabis o Holvis en Tarmas, señor Bruno?

Una de las historias más conocidas de mi abuelo en nuestro pueblo, fue una que data del año 1.876. La cual tuvo que ver con su actividad comercial en estas tierras. Su bodega estaba ubicada en donde se encontraba la casa matriz de los Kienzler y que hoy son unas ruinas que están aún en pie, aquí muy cerca de la casa.

Resulta, los labradores y campesinos que trabajaban en las diferentes haciendas que había en las cercanías del pueblo de Tarmas en esos tiempos le compraban a mi abuelo Georg todas las mercaderías necesarias para sus sustentos. Una de las cosas importantes para el negocio que él tenía, era que vendía de todo, ya que desde La Guaira traía brandy, goma arábiga, o cualquier utensilio necesario para la agricultura o en los oficios de las casas.

Sin embargo, en una ocasión los medianeros le pidieron que les vendiera de vez en cuando un sorbo de aguardiente claro sacado en los alambiques de cualquiera de esas haciendas. Él aceptó la oferta, y de esa manera comenzó a venderles aguardiente a esas personas.

Pero un mal día le llegó a él y a su peón Federico una citación para que se presentaran ante las autoridades del Concejo Municipal en La Guaira a rendir declaraciones sobre unas denuncias que le habían hecho sobre las ventas de aguardiente que tenía en el pueblo de Tarmas.

Él y Federico se defendieron antes las denuncias hechas en su contra. Ante tal situación, allá en La Guaira le subieron los censos, que no es otra cosa que subirles los impuestos a 40 venezolanos, cuando el pagaba anteriormente una suma irrisoria mensualmente. Carajo vale, esa era la moneda que había en tiempos del francmasón y general en jefe Antonio Guzmán Blanco.

Mi abuelo Georg que de pendejo no tenía ni un pelo de su cabeza apeló a esa ridícula decisión que venía de La Guaira y se defendió tan bien que logró que él y todos los comerciantes de Carayaca solo pagaran 10 venezolanos de censos mensualmente.

Pero a partir de ese momento, dejó para la posteridad estas proféticas palabras: "…por el tipo de gente que tiene el pueblo de Tarmas, puedo augurar que en el mismo no prosperara jamás ningún tipo de comercio…".

Yo no sé si esas palabras son proféticas, pero lo que sí puedo decir es que ningún tipo de negocio jamás ha prosperado en Tarmas. Tal vez, desde esos tiempos nos miran como una familia apartada de las demás que hay en el pueblo, y debo decir, que en verdad no somos iguales a las demás, a pesar de que en nuestras familias llevamos algunos apellidos que los tienen quienes nos odian desde esos lejanos días. Inclusive, algunos negritos de esos son mis compadres y comadres.

¿Cuál otra anécdota nos puede contar sobre su abuelo Georg en Tarmas, señor Bruno?

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Al fondo se ven las ruinas de la casa matriz de la familia Kienzler Belsinger en Tarmas

Bueno, hay una que tiene que ver con la familia del poeta Pio Rengifo. Ese hombre nació en Tarmas un año antes que mi difunto padre Manuel Modesto. Mi padre contaba que Pio Rengifo al nacer fue bautizado en la iglesia de Tarmas por un señor llamado Lorenzo Rodríguez y su señora esposa Felipa Rengifo. Al parecer ellos como que eran del pueblo de Naiguatá.

Felipa era tía de Pio Rengifo y hermana de su madre Juana Bautista Rengifo. Ellos vivieron en la casa que aún se conserva entre las casas de la señora Magdalena Hidalgo Arias y Tomás Benítez Capote. La señora Juana Bautista Rengifo murió en esa casa en el año 1.919.

Tengo que contarte que Felipa Rengifo se enamoró de un negro en Tarmas, quién a lo mejor era medianero en una de esas haciendas que aún quedan por ahí. Y el pobre Lorenzo Rodríguez se mataba trabajando de sol a sol en la Hacienda "Curiana"; hasta que un día su mujer con su amante planificaron su muerte.

Ella le dijo a su amante que cuando viniera Lorenzo por el camino hacia Tarmas le golpeara en la cabeza con un palo que ella hacía lo demás. Un día venía Lorenzo Rodríguez muy cansado de la jornada que había realizado para ganarse el pan cotidiano de todos los días, cuando pasando por el sitio en donde hoy se encuentra la escuela de Tarmas, que antes era un cafetal de Anselmo Bello, fue acechado por el amante de su mujer, recibiendo un palo en la cabeza que lo dejó agueboneado del coñazo recibido.

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Casa natal de Pio Rengifo en Tarmas

Luego su mujer Felipa Rengifo salió del matorral con un cuchillo en manos y con gran arrechera se lo asestó en el corazón, cayendo Lorenzo muerto de inmediato. Esos infelices no hallaban que hacer con el difunto, decidiendo descuartizarlo y llevarlo hacia los lados de La Renca, en donde dejaron al muerto botado.

Estando mi abuelo Georg con mi papá arriba en nuestra casa en Tarmas, empezaron a notar que en La Renca había muchos zamuros volando y se notaban que había báquiros y otros anímales. Algo en verdad estaba pasando allá abajo.

Mi abuelo Georg Kienzler Kabis o Holvis de pronto llamó a mi papá y le dijo estas palabras: "Manuel, agarra el machete y vámonos para La Renca; esos anímales que vuelan allá Manuel, me dicen que ha pasado algo no muy bueno. Vamos pues, hijo mío".

Ellos bajaron por el Camino Real del pueblo de Nuestra Señora de la Candelaria de Tarmas que iba hacia la Hacienda Uricao, por una pica se fueron hacia el Alto del Horno o Alto de La Renca. Este nombre se debía a que allí había unos hornos subterráneos de cal para hacer carbón y lo de La Renca, porque allí vivió una anciana indígena que era renca de un pie.

¿Y cuál no sería su sorpresa?

Allí vieron a una persona muerta hecha picadillos, y los báquiros y zamuros se están comiendo a ese cristiano. Mi abuelo Georg pido ver en una mano un anillo y lo reconoció, diciéndole a su hijo estas palabras: "Manuel, han matado a Lorenzo Rodríguez. Si, es él, lo conozco por el anillo".

Lo más extraño es que muy cerca de allí estaba el cementerio del pueblo. Justamente, en donde hoy vive la negra Susana Bello con sus hijos e hijas. Los despojos mortales de Lorenzo, fueron llevados en una hamaca adonde hoy está el cementerio de Tarmas. Siendo Lorenzo Rodríguez la primera persona enterrada en ese campo santo, el cual fue donado por mi abuelo Georg Kienzler Kabis o Holvis.

Mi abuelo le dijo a la gente de Tarmas lo siguiente: "Les doy esas tierras para que nunca más vuelvan a pasar estas cosas, como lo que le ha sucedido a Lorenzo Rodríguez, quién ha tenido una muerte violenta. Es extraño que no lo enterraron allá abajo en el otro cementerio, pero a toda persona que muera de ahora en adelante en Tarmas, debe pasar su cadáver por el frente de nuestras casas, y de esa forma sabremos quién es el muerto".

Allá abajo, más debajo de nuestra casa matriz de la familia Kienzler Belsinger, enterraron a mis dos bisabuelos en el mismo día, a Balbino Tortoza Tortoza casado con mi bisabuela Fabriciana Benítez, sobrino del cacique Hilario de la Caridad Tortoza Rodríguez, último jefe indígena de los Tarmas, y mi bisabuelo Johannes Belsinger.

En ese mismo día, producto del cólera fueron sepultados 38 personas de Tarmas en ese sitio, defunciones que fueron registradas por el sacerdote catalán Esteban Razquin en 1.854. El antes mencionado cura, con el correr de los años fue a parar al pueblo de Trujillo y allí creó la banda marcial, siendo el maestro Laudelino Mejías, compositor de Conticinio, uno de sus mejores alumnos.

A Felipa Rengifo y a su amante lo llevaron amarrados al pueblo de Carayaca, y de allí lo remitieron a la cárcel de La Rotunda en Caracas, en donde yo creo murieron. Ya que esa gente nunca más vino por estas tierras. Quiero decirte, que esas cosas sucedieron en el año 1.877.

¿Cuándo y cómo murió su abuelo Georg Kienzler Kabis o Holvis, señor Bruno?

Mi abuelo Georg Kienzler Kabis o Holvis falleció a la una de la madrugada en Tarmas, un 5 de de junio de 1.893. La notificación de su muerte ante el jefe civil que era Felipe P. Díaz, la hizo al día siguiente mi tío Norberto Esteban Kienzler Belsinger, quién era labrador en estas tierras.

Allí notificó que mi difunto abuelo era hijo de Georg Kienzler Minis y Bárbara Holvis, estando como testigos los señores Cosme Damián Gil y Lorenzo Rodríguez, registrado en el folio 20, del Libro de Registro Civil de Defunciones llevado en la jefatura civil de Carayaca en 1.893.

¿Sabe usted quienes fueros los hijos e hijas de su abuelo Georg Kienzler Kabis o Holvis, señor Bruno?

Bueno de esa gente solo conocí fue a mi padre. Pero lo que si supe por boca de mi padre Manuel Modesto Kienzler Belsinger es que mi abuelo Georg Kienzler Kabis o Holvis y mi abuela Marcelina Belsinger Milk de Kienzler tuvieron los siguientes hijos e hijas:

Josefa Kienzler Belsinger de Aquino nació en Tarmas en 1.863 y estaba casada con Anselmo Aquino (dueño de la Posesión "La Marisela"), hijo del general Pedro Aquino, antiguo jefe civil de Carayaca e Ilustre Prócer de la Guerra Federal. Su hija Rafaela Aquino Kienzler nació en Tarmas el 30 de octubre de 1.893 y tuvimos conocimiento de que ellos tuvieron otra hija nacida en este pueblo llamada Carmen Renata Aquino Kienzler. Josefa Kienzler Belsinger se casó por 2° vez con un señor de origen canario llamado Ramón Veliz, y tuvieron a Joaquín Veliz Kienzler y a Ramón Esteban Veliz Kienzler.

Mi padre Manuel Modesto Kienzler Belsinger nació en Tarmas el 15 de junio de 1.865. Fueron sus hijos con la indígena Gregoria Tortoza Corro, los siguientes: Simón nació en 1.898. Lucio Simplicio "Nam" nació en 1.903. Pastor nació en 1.906. Sebastián nació en 1.907. Bruno nació en 1.916. Mónico nació en 1.920. Y mi padre tuvo una hija natural con la maestra Adela Iriarte llamada Cristina Iriarte.

Daniel Kienzler Belsinger murió en Tarmas a la edad de 25 años, el 11 de febrero de 1.884.

Luis Kienzler Belsinger nació en Tarmas el 13 de diciembre de 1.886.

Jorge Kienzler Belsinger murió siendo muy niño en Tarmas, el 08 de julio de 1.877.

Norberto Esteban Kienzler Belsinger estaba casado con Simplicia García y sé que tuvieron los siguientes hijos: Juana, Domitila, Fulgencio, Nicolás, Concepción y Luis Asunción Kienzler García quién contrajo matrimonio con Juana Mujica. Luis Asunción Kienzler García tuvo dos hijos naturales, Luis Timoteo Guillén y Lucio Bello; pero de su matrimonio nacieron los siguientes hijos: Domingo, Sebastián (+ asesinado por los lados de La Macanilla), Concha se casó con Efraín González Padilla, Samuel, Rosa, Cristina y Elba.

Teresa Kienzler Belsinger de Pettzote tuvo los siguientes hijos: María Luisa nació en Tarmas el 18 de agosto de 1.880. Sebastián murió en Tarmas el 30 de enero de 1.882 y Petra que nació en Tarmas el 29 de junio de 1.890.

José Kienzler Belsinger tuvo los siguientes hijos: Elena y Esteban.

¿Cuáles eran los linderos de las tierras que aún pertenecen a la Sucesión Kienzler, señor Bruno?

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Yaileth Andreina Morales Kienzler y Roquelina Kienzler Bello

3° y 4° Generación de colonieros

Nuestra posesión y tierras heredadas de nuestro abuelo Georg Kienzler Kabis o Holvis estaban comprendidas entre las quebradas, una nombrada Carimagua, por las partes del Norte, y la otra nombrada Píritu, por la parte del Sur, y cuyos linderos son los siguientes: desde donde se encuentra un horno de cal (La Renca), donde se ha situado un mojón, quinientas varas línea recta a los cuarenta grados al Noroeste hasta cortar la quebrada de Carimagua siguiendo hacia el Sur, lindando por este punto con tierras del señor Juan José Sánchez (Hacienda Tarma Abajo), hasta encontrar con la quebrada de Píritu. Por el Este hasta donde se encuentra situado otro poste o mojón, una línea que circunvala a igual distancia del dicho pueblo de Tarmas hasta encontrar la línea divisoria de la posesión del señor Sánchez (Tarma Abajo).

¿Qué papeles son esos que parecen muy antiguos, señor Bruno?

Caramba amigo; esos documentos siempre han estado bajo la custodia de mi hermano Sebastián Kienzler Tortoza. Primeramente, los tenía mi hermano Simón Kienzler Tortoza, pero como él se fue en varias ocasiones para Caracas a buscar mejores fortunas y formas de vida, quedaron en manos nuestras.

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Pepe Delgado en la bodega de los Kienzler en Tarmas

Yo los tengo guardados, ya que como sabrás, en una ocasión la bodega que estaba en la casa matriz nuestra, la cual la tenía arrendada el señor Pepe Delgado quién era de las Islas Canarias, en la búsqueda de oro hicieron varios túneles y un día colocaron un tambor de querosene sobre la boca de uno de eso túneles, y la lámpara eléctrica que había produjo una chispa, y allí nuestra casa quedó en ruinas a partir de ese momento.

Ahora bien, los documentos son los siguientes: 1º.- Demanda que le hicieron a mi abuelo Georg Kienzler sobre la Hacienda "Guasca" el 23 de agosto de 1.884. El cual se encuentra bajo el Nº 222, protocolo 1º, del Distrito Vargas.

2º.- Embargo de la Hacienda "Guasca" hecho en Petare el 1º de octubre de 1.884.

3º.- Demanda incoada por mi tío Norberto Esteban Kienzler Belsinger en contra de mi abuela Magdalena Belsinger de Kienzler en el año 1.895.

4º.- Hipoteca de mi padre Manuel Modesto Kienzler Belsinger por C. H. Yochnrusz en el juzgado de Parroquia de Carayaca en el año 1.895.

5º.- Documento en donde Juan González le vende a mi padre Manuel Modesto Kienzler Belsinger una arboleda por mil bolívares (1.000 Bs.), que fue propiedad del francmasón y general Julio Sarría; la cual quedó registrada en la Oficina Subalterna del Registro del Distrito Vargas del Estado Miranda ubicada en La Guaira, el 13 de marzo del año 1.894. Bajo el Nº 77, a los folios 97 vuelto y 98 del Protocolo 1º del Primer Trimestre.

6º.- Documento en donde mi tío Norberto Esteban Kienzler Belsinger recibe de mi abuela Magdalena Belsinger de Kienzler la cantidad de dos mil bolívares (2.000 Bs.), el cual se llevó a cabo en el Juzgado del Municipio Carayaca el 15 de marzo del año 1.894, como parte de la herencia que le correspondía por la muerte de mi abuelo Georg Kienzler Kabis o Holvis.

7º.- Documento en donde mi tío Norberto Esteban Kienzler Belsinger continuaba su querella en contra de mi abuela Magdalena Belsinger de Kienzler ante el juzgado del Municipio Carayaca en relación a la parte que le correspondía de los bienes que había dejado mi difunto abuelo Georg Kienzler, el cual quedó inserto bajo el Nº 10-A, folios 112 vuelto, Protocolo 1º, Segundo Trimestre, del 11 de abril del año 1.896.

8º.- Documento en donde el general Mauricio Mayora autoriza a mi abuelo Georg Kienzler Kabis le sean cancelados los suplementos y la colaboración que en alimentos, bestias, dinero y pertrechos de guerra que prestó a los combatientes en la Revolución Liberal Amarilla de Abril del año 1.870, liderada por el general en jefe Antonio Guzmán Blanco. Según oficio dirigido al Ministerio de Guerra y Marina el 21 de mayo del año 1.873.

9º.- Documento en donde mi abuelo explica los aportes que dio en la Revolución Liberal Amarilla de Abril del año 1.870, en donde auxilio a las fuerzas comandadas por el general Mauricio Mayora, general Elías León, coronel Silverio Pacheco y el comandante José Tomás Rangel, en relación a víveres y alimentos, un cañón con su cureña el cual cayó por los barrancos de Petáquire, en la cual en su condición de súbdito de la corona alemana solicita le sean cancelados la asistencia que dio en esos tiempos en relación a las fuerzas revolucionarias que operaban en contra de las fuerzas del gobierno que estaban bajo el mando del general en jefe José Leandro Martínez.

10.- Documento en donde le notifican en Petare a mi abuelo Georg Kienzler Kabis que la Tesorería Nacional le serían cancelados que sus aportes a la Revolución Liberal Amarilla de Abril del año 1.870,

11.- Documento en donde aparece haciendo negocios en el pueblo de Tarmas el general Pedro Vicente Aguado (hijo) en el año 1.854, con mi abuelo Georg Kienzler Kabis.

12.- Documento en donde mi abuelo Georg Kienzler Kabis costea en Caracas los gastos funerarios del señor Sánchez quién en tiempos de la independencia fue el dueño de la Hacienda "Tarma Abajo".

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Maestra Adela Iriarte, Maestro Santiago Francisco Sánchez Aranguren, Zago Benítez León, hermanos Tiburcio, Dionisio y Juan Pedrón Yánez, Javier Iriarte, y Mónico Kienzler Tortoza (de sombrero y de espalda).

Aquí hay más documentos que hablan de la vida de nuestro pueblo durante el siglo XIX, y que muy pronto regresaran nuevamente a las manos de mi hermano Sebastián Kienzler Tortoza; en donde se destacan algunos como: hay uno en donde el padre catalán Manuel Acereda Lalinde (Agustino Recoleto) habla de las piedras labradas por los indios en Cuaro; hay otros que están relacionados con la compra de las tierras de la familia Belsinger por parte de mi abuelo Georg Kienzler Kabis, que dieron origen a la Sucesión Kienzler; documento este, en donde mi bisabuelo Johannes Belsinger le compra las tierras a Hugo Benito Scanlan, cónsul de Francia en Venezuela, documento en donde citan a mi abuelo Georg y a su peón Federico ante el Consejo Municipal de La Guaira en donde le manifiestan que le subieron los censos por venta de aguardiente en el año 1.786.

¿Y sobre sus hermanos que nos puede hablar usted, señor Bruno?

Yo te hablaré de mi hermano Simón Kienzler Tortoza. Él nació en Tarmas en 1.898 y era el mayor de todos nosotros. Toda su vida vivió aquí y salió para no verlo nunca más, ni nosotros y menos sus hijos. Él vivía con una negrita que se llamaba Aquilina, con quien tuvo algunos hijos.

Te puedo decir, que eran un hombre bajito con el pelo muy crespo, blanco y con los ojos azules, jodedor de además. Él era como el negro Mónico Mayora, dicharachero y conversador, le caía muy bien a la gente; fue un agricultor de toda la vida.

Su familia se fue de Tarmas para Caracas y nunca más volvieron, y creo que un día les dijo a ellos que él saldría de su casa y nunca más le verían. Carajo, mi hermano hizo lo que dijo y hasta el presente nunca más hemos sabido de él. Yo creo que ni sus propios hijos no saben en donde está.

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Yonerlin Roquelina, Leiditz Ilich y Yaileth Andreina Morales Kienzler, pertenecientes a la 4ª generación de colonieros de La Colonia Tovar

Yo creo que Aquilina era del pueblo de Guatire; ella era una negrita bajita y con el pelo ensortijado, con sus hijos venía por temporadas. Te puedo decir que nunca vivieron aquí. Yo recuerdo a mi sobrino Efraín, él era algo así de loco, pero se la llevaba muy bien con mi hija Roquelina Kienzler Bello, ese era un hombre blanco y fue el que más tiempo anduvo por aquí en Tarma.

Además, él era músico y se la pasaba micho en la casa de Venancio Benítez Mayora; Morocho era otro de los hijos de mi hermano Simón, él era el más negrito de ellos y era un hombre que le gustaba el boxeo; también estaban Nené; Y Norma era la que más venía a Tarmas; Cristina y Paula. Todos ellos se fueron por los lados de La Silsa.

La casa en donde vive Amelia Anderson Díaz era en donde vivía mi hermano Simón; esa casa estuvo por muchos años sola.

Simón caminaba mucho y era in cazador empedernido, tanto con escopetas como haciendo trampas para atrapar a los anímales.

Él visitaba mucho a nuestro pariente Sebastián Corro en el Puerto de Carayaca, además él le cuidaba y trabajaba la tierra en La Renca a mi hermano Sebastián, en donde también estuvo nuestro primo Martincito "Tapiramo" Tortoza.

Mira vale, en una ocasión algunos de sus hijos vinieron reclamando porque su papá era Tortoza y no era Kienzler.

Yo les dije que todos éramos Tortoza, hasta que mi papá gracias a nuestro hermano Sebastián, en el mismo año de su muerte nos reconoció a todos. Él también es Kienzler y así está registrado en el Juzgado de Parroquia en Carayaca en 1.937.

Mi hermano Sebastián tiene un papel que mi papá le dio a Simón en donde le daba esa responsabilidad de encargarse de todos los papeles para que él nos reconociera a todos. Pero papa no lo hacía porque necesitaba algo de plata para cubrir esos gastos, esa es la verdad, verdadera.

Figúrate que ese papel se lo firmó papá a mi hermano Simón en el año 1.927 y hoy está en manos de Sebastián.

También te puedo hablar algo de mi hermano menor, Mónico Kienzler Tortoza. Él era un buen cazador y pescador, siempre andaba en esos menesteres; hasta hace poco aún teníamos la escopeta de él guardada por ahí.

El murió a causa de una embolia cerebral en 1.955. Para esos tiempos vivía con una hermana de las negras Susana y Ventura Bello. Las más lenguas de la época decían que murió tirando. Mira vale, cuando murió mi papá en 1.937, él apenas tenía doce años de edad.

¿Que nos cuenta sobre su padre Manuel Modesto Kienzler Belsinger, señor Bruno?

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Auristela Kienzler Bello, Santa Cruz de Tenerife, Islas Canarias

Mi papá era un hombre alto como todos nosotros, cuando él murió el jefe de civil de Carayaca era Julio Chalbaud Urbano, familia de la mujer del general Marcos Pérez Jiménez. Mi padre murió aquí en Tarmas a la una de la madrugada del 2 de agosto de 1.937.

Siendo testigos de su muerte, los señores Tomás Benítez Capote y Froilan Calderón, la muerte fue notificada por mi hermano Sebastián Kienzler Tortoza.

¿Qué otra cosa nos puede contar usted, señor Bruno?

Hay cosas que uno no quisiera decirlas, pero hay que darlas a conocer a nuestra familia en especial y a nuestros descendientes. Yo siempre le fui muy fiel a mi hermano a mi hermano Sebastián Kienzler Tortoza en todas sus luchas por la defensa de nuestras tierras tanto la que heredamos de los Kienzler Belsinger como las que por generaciones de generaciones y desde los tiempos de los Indígenas de Tarmas conservamos por tradición familiar y de luchas.

Esto lo digo, porque él en sus luchas en contra de la señora Lina Mercedes Yelamo Rodríguez Luy, hija de Magdaleno Rodríguez con una hermana del comerciante Ricardito Luy Acosta y Francisco José Luy Acosta, y quien a su vez era nieta del general Juan Rodríguez, antiguo jefe civil de Carayaca en los años cuarenta, pelearon por unas tierras que tienen que ver con la de los antiguos resguardos indígenas de Tarmas, los cuales fueron defendidos por mi antepasado Hilario de la Caridad Tortoza Rodríguez quien en vida fuera nuestro último cacique indígena, tío de mi bisabuelo Balbino Tortoza Rodríguez entre los años 1.837 y 1.841, tanto en Caracas como en Tarmas.

Quiero dar a conocer esas cosas, ya que mi actitud dura y difícil con quienes se quieren coger estas tierras que nunca vendieron mis abuelos alemanes y franceses, y las que rescataron mis abuelos indígenas; es debido a ese comportamiento fuerte que tuvo mi bisabuelo Balbino Tortoza Tortoza cuando se atrevió a darle un trancazo en Caracas en 1.841, al Dr. Vicente Isidro Osío quién era Juez de Primera Instancia y ventilaba el caso casi a favor de los hacendados quebrados que habían en estas tierras de Carayaca y Tarmas en esos años.

La señora Lina Mercedes Yelamo estaba vinculada a la familia Viana en Tarmas y Carayaca. Ya que según ella, su abuelo el general Juan Rodríguez a principios de siglo le había comprado unas tierras a un pariente nuestro de origen indígena llamado Julián Tortoza en el Puerto de Carayaca, que era el lugar en donde nacieron algunos miembros de mi familia, como los fueron los Corro.

Ese indio lo que le vendió al general Rodríguez fue un rancho de bahareque y unas matas de coco, y ese general convirtió eso en venta de tierras y así lo registraron sus amigos en Carayaca y La Guaira, para después vendérselas a los dueños de la Electricidad de Caracas, en donde nació una cosa llamada Asociación Civil "Carimagua".

Nuestra familia Kienzler siempre ha sido vista muy mal hasta por familias nuestras de los Tortoza. Ya que nos han visto como terratenientes y latifundistas, y en verdad no los somos. Debo decir, que mi hermano Simón Kienzler Tortoza y Ramoncito Tortoza le trabajaron toda la vida a mi hermano Sebastián en La Renca, sembrando verduras, naranjas y otras cosas. Ya que allí él tenía un apiario en donde sacaban gran cantidad de miel de abejas.

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Sebastián Kienzler Tortoza

Ellos más bien parecían unos esclavos de mi hermano, de eso no había dudas al respecto. Te diré que mi hermano Sebastián les pagaba cuatro bolívares diarios. Sobre mi hermano Simón Kienzler Tortoza te manifiesto que tanto él como yo nos fuimos a Caracas años antes. Yo trabajé en una alfarería y él como que se fue por los lados de Guatire o Guarenas.

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