Modelos de intervención comunitaria, República Dominicana, febrero de 2012
Enviado por Dr. Alfredo de la Asunción Izquierdo Hernández
- Resumen
- Introducción
- Las intervenciones comunitarias: una necesidad en el contexto mundial actual
- Modelos de intervención comunitaria
- Citas
- Anexos
Resumen
En el trabajo se presenta un compendio de diferentes modelos de intervenciones comunitarias, analizándose sus principios y metodologías. Se destaca entre estos, el Modelo PRECEDE y el Modelo de Acción Comunitaria, los que han sido aplicados en diferentes contextos. Asimismo se presenta una propuesta de modelo y de metodología de intervención comunitaria que tiene en cuenta el carácter holístico y sistémico de las acciones planificadas.
ABSTRACT
In the work a summary of different models of community interventions is presented, being analyzed its principles and methodologies. He/she stands out among these, the Pattern PRECEDE and the Pattern of Community Action, those that have been applied in different contexts. Also model's proposal is presented and of methodology of community intervention that keeps in mind the holistic and systemic character of the planned actions.
PALABRAS CLAVE:
Intervención, participación social, empoderamiento, modelos, metodologías, salud, transformación.
Introducción
La Educación para la Salud se sustenta en dos premisas básicas: la necesidad de educar a la población para que comprenda la base científica de los nuevos programas de Salud Pública y la necesidad de educar a los individuos para que cambien su comportamiento y poder prevenir enfermedades1,2. En este contexto se desarrollan las intervenciones comunitarias.
Una revisión de la bibliografía especializada acerca de la temática3, 4, 5, 6, 7 ha permitido conocer que se han realizado importantísimos trabajos de carácter comunitario dirigidos a la prevención de enfermedades y a la promoción de salud en diferentes partes del mundo, algunas de ellas sustentadas en la teoría (abordaje desde la ciencia) y otras sustentadas en la práctica (abordaje desde la empiria).
En este contexto resulta llamativo el hecho de que se han visto implicados en el desarrollo de diferentes proyectos organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, principalmente de estas últimas, con resultados muy satisfactorios y que constituyen referentes necesarios para el desarrollo de nuevos proyectos8.
En el ámbito internacional se han realizado investigaciones que tributan al desarrollo de estrategias de intervención comunitaria relacionadas con la prevención de enfermedades y la promoción de estilos de vida saludables en los jóvenes: En México María E. Castro8 desarrolló un modelo de prevención de riesgo psico-social en la adolescencia dirigida al control de la drogodependencia. Esta investigadora apeló a las autoridades de la comunidad Chimallí para el apoyo al desarrollo del trabajo y sólo lo obtuvo de parte de los líderes comunitarios religiosos.
Por su parte, en Montevideo, Uruguay, Francisco Alvira Martín9 diseñó y aplicó una guía para planes locales sobre drogas, el que sirvió de referente para el desarrollo de un proyecto dirigido a jóvenes de localidades rurales. Asimismo en España, M. Herrero Yuste10 desarrolló otro modelo para perfeccionar estilos de vida en los jóvenes pero caracterizado por una fuerte orientación oficialista, el mismo fue perdiendo fuerza hasta que quedó en el olvido, a diferencia de J. Larriba11, quien aplicó una estrategia de entrenamiento familiar que tuvo modestos resultados.
En Cuba se tiene conocimiento de intervenciones comunitarias como las de M. Herrera Peña12 dirigida al cambio de conducta en la adolescencia en Granma; de Celia Tito Goire13 en el poblado de Jamaica, provincia de Guantánamo, Cuba, quien desarrolló una alternativa metodológica para la reeducación de jóvenes con dificultades de conducta y de Elba Idania López López14, quien investigó y aplicó un programa de intervención educativo en las familias de pacientes de edad pediátrica que habían padecido de intoxicación alcohólica y que fueron tratados en el Hospital Pediátrico "Pedro A. Pérez" de Guantánamo. Estas intervenciones, de carácter comunitario, fueron desarrolladas dentro del marco de los presupuestos del programa nacional de prevención de enfermedades y promoción de la salud.
Teniendo en cuenta la importancia que cobra, cada día más, esta temática, en el presente trabajo se presenta un análisis de diferentes modelos de intervenciones comunitarias cuya sistematización teórico permitirá a los interesados en desarrollar proyectos de este tipo, disponer de recursos metodológicos necesarios para el trabajo.
Debe aclararse que no se ofrecen esquemas rígidos y que se parte de la concepción de que cada modelo puede ser perfeccionado pero que, como se conoce, la práctica es el principal criterio de la verdad.
DESARROLLO
Las intervenciones comunitarias: una necesidad en el contexto mundial actual
Según la OPS/OMS la Educación para la Salud es una estrategia fundamental para lograr las metas de salud…como medio. El propósito de la EPS es contribuír a construir la capacidad de las personas para que participen activamente en definir sus necesidades y negociar e implantar sus propuestas para el logro de las metas de salud. Como fin la EPS busca proporcionar a la población los conocimientos, las habilidades y las destrezas necesarias (y se agregan los valores) para la promoción y la protección de la salud individual, familiar y comunitaria15.
En los momentos actuales en que el mundo se encuentra en medio de una crisis económica y de valores de connotación mundial y en que se agudiza la degradación del medio ambiente, con sus inevitables consecuencias nefastas para la salud humana, resulta alentador que se instrumenten estrategias de intervención comunitaria para prevenir enfermedades y promover adecuados estilos de vida en el individuo, la familia y la comunidad, lo que reviste una fuerte connotación de cambio cultural desde la transformación de la concepción de vida, el modo de vida, el nivel de vida y los estilos de vida, como componentes socio-educativos implícitos en las propuesta de cambio comunitarias16.
Modelos de intervención comunitaria
Modelo Ecológico17.
El mismo considera cinco niveles que inciden en el cambio de comportamiento en relación con la salud y la relación del individuo con el entorno en el que vive.
Individual: Nivel en el que se considera una apreciación individualista de las influencias de los factores medioambientales en la salud.
Interpersonal: Nivel centrado en la comunicación y el intercambio de opiniones vinculado a la relación salud-medio ambiente.
Institucional: Nivel en el que se considera la influencia de las acciones de las organizaciones comunitarias en la referida relación.
Comunitarios: Nivel en el que se tiene en cuenta la acción comunitaria en la búsqueda de alternativas de los problemas en relación a la salud y las condicionantes medioambientales.
Políticas públicas: Nivel en el que se considera la filosofía, normativas, resoluciones y decretos estatales en relación con la salud y el cuidado del medio ambiente.
Es de destacar que este enfoque ecologista desarrolla un modelo que puede utilizar metodologías de intervención como las que se describen más abajo.
Modelo de creencia en salud18 (Irwin Rosentock)
Este modelo brinda la posibilidad de que el individuo implemente acciones promocionales, preventivas, de adherencia terapéutica con enfoque de riesgo, por lo que debe identificar las barreras y tenerlas en cuenta como alertas en salud en el díselo de las acciones. Se maneja en él el concepto de autoeficacia o bien accionar individual en el logro de los resultados esperados. Ha sido empleado en intervenciones para combatir el hábito de fumar, en conductas protectoras contra el sida así como en la educación sanitaria a pacientes diabéticos e hipertensos.
En este modelo el individuo es consciente de las conductas de riesgo para la salud y asume una posición en consecuencia. Se emplean charlas personales y colectivas y se utilizan ejemplos y contraejemplos para ilustrar las situaciones temáticas.
Modelo transteórico y de los estadíos de cambio19 (James O. Prochatka).
Este modelo considera que es posible el cambio de conducta del individuo en relación con su salud y que, para ello, debe transitar por las siguientes etapas:
Pre-contemplación: Estadío previo de precepción de la realidad con muy poca motivación en el que el individuo discrimina variables aisladas, sin identificarse con el riesgo.
Contemplación: Cuando el individuo es consciente de que debe atender a la relación causal, motivándose para la acción de cambio.
Preparación: Momento en que el individuo diseña el cambio.
Acción: Momento en que el individuo instrumenta o lleva a la práctica lo diseñado.
Mantenimiento: Momento en que el individuo ha hecho, de las acciones, una rutina en su vida.
Al igual que en el caso anterior, la forma de instrumentar este modelo en la práctica es por medio de la relación directa promotor-promoviendo. Ha servido para la atención a fumadores, obesos, adherencia terapéutica, etc.
Modelo consciencia en salud20 (Rosentock y Becker).
Según este modelo el cambio de conducta es un proceso de transformación interna consciente sin imitación de otros ejemplos, lo que lo relaciona con el modelo anterior. La diferencia estriba en que se consideran en él cuatro tipos de percepciones:
La percepción de la susceptibilidad: Es decir, el percatarse de que es vulnerable ante determinada amenaza.
La percepción del riesgo: Cuando identifica el tipo de riesgo al que está sometido.
La percepción de los beneficios: Cuando comprende las ventajas que obtiene con el cambio.
La percepción de las barreras. Cuando se percata de los escollos que debe vencer para lograr el cambio.
Este modelo ha sido usado para el desarrollo de programas de intervención comunitarias dirigidos al control de las enfermedades no transmisibles (ENT).
Modelo de aprendizaje "Teoría del Aprendizaje Social"21 (Bandura).
Se establece que los cambios conductuales son el resultado de la interacción de la persona con su entorno, mediante la observación y la imitación. Se emplea el concepto de autoeficacia o capacidad del individuo de realizar una acción y persistir en la misma. La simbología ayuda a ello, teniendo en cuenta que la enseñanza se sustituye por la demostración.
Estas formas simbólicas son instrucciones orales o escritas: Difundidas mediante exhibiciones de películas, diapositivas, vídeos, programas de TV, etc, y que no puedes ser acompañadas del contacto directo del promotor con el promoviendo. Por ejemplo: el desarrollo de una campaña televisiva que pretende disminuir los efectos de una dieta cargada en grasa en el aumento de la concentración del colesterol en la sangre.
Modelo "Teoría de la organización Comunitaria"22 (William McGuire)
Este modelo tiene sus raíces en varias teorías: la perspectiva ecológica, los sistemas sociales, las redes sociales y el apoyo social. Establece la idea de que la identificación de los problemas prioritarios o metas comunes deben hacerse conjuntamente con la comunidad interesada, con el fin de desarrollar en ella un sentido de pertenencia, responsabilidad y autogestión de los problemas de salud. Considera también la participación de organizaciones e instituciones.
La organización de la comunidad emplea la Psicología de Rothman, la que consta de tres modelos:
El desarrollo de la localidad.
La planificación social
La acción social.
Se emplean conceptos claves tales como:
Habilitación de la comunidad: Proceso de empoderamiento personal y social a favor del cambio.
Competencia comunicativa: Capacidad de inmiscuirse en la solución efectiva del problema.
Participación y pertinencia: Las personas comprometidas deben participar activamente desde la localidad.
Selección de temas: Identificar las necesidades sentidas y los problemas en los que se puede actuar efectivamente.
Conciencia crítica: Desarrollar la reflexión y comprensión de las causas que originan los problemas.
Por ejemplo, en los Proyectos FEPMA e ISF desarrollados en la localidad de San Cristóbal en República Dominicana, el facilitador, luego de un proceso de capacitación de los activistas clave de diferentes localidades, posibilitó la visita a lugares poblacionales de bajo perfil económico, social y cultural y promovió la identificación de problemas comunitarios. Uno de ellos fue la falta de letrinas sanitarias.
Una vez analizados con la comunidad los factores de riesgo y siendo comprendidos por los pobladores, se emplearon recursos financieros, propios del proyecto (financiado por ONJs españolas) para adquirir los materiales de construcción necesarios, con los cuales los propios miembros de la comunidad construyeron sus letrinas. Aquí se puede apreciar, implícita y tácitamente, los conceptos claves citados anteriormente.
Modelo "Teoría del cambio organizativo"23 o Modelo Gerencial24.
La mayor potencialidad de este modelo se logra cuando se realiza el cambio en función de la mejoría de salud de organizaciones.
Se necesita de la participación consciente de los miembros de la organización y de los responsables en tomar decisiones.
Es contentivo de las siguientes etapas:
1. Toma de conciencia: Definición del problema. Identificación, análisis y evaluación de las posibles soluciones.
2. Adopción: inicio de la acción. Toma de decisiones de los directivos sobre ofrecimientos al programa e implantación de políticas a los ejecutores.
3. Implantación del cambio: Se implanta la innovación, ocurren reacciones y cambios, inadaptaciones. Se necesita que los directivos estén capacitados para la aplicación de las nuevas políticas y cambios a realizar.
4. Institucionalización del cambio: Se sistematiza el programa y sus políticas. Se crean nuevas metas a lograr y se perfilan nuevos valores organizacionales.
En el análisis de estos modelos es posible apreciar semejanzas y diferencias. Estos han evolucionado a lo largo del tiempo, desde que el problema de la Educación para la salud se convirtió en una necesidad sentida. Por lo tanto no han evolucionado al mismo tiempo.
Asociados a ellos se encuentran tres tipos de programas salubristas, a saber:
Programas de promoción de salud: Dirigidos al cambio de estilos de vida y a la obtención de ambientes saludables en las comunidades.
Programas de educación para la salud: Se centra en el control de los factores y situaciones de riesgo de desarrollar una enfermedad. Tiene una orientación preventiva y promocional.
Programas de atención integral a personas con ENT: Se vinculan en él el cuidad y la atención terapéutica. Estos últimos van dirigidos a las personas enfermas y a sus allegados, enseñándolos a reorganizarse y a adaptar sus vidas al tratamiento de la enfermedad así como a su variabilidad biológica.
Asimismo en el desarrollo de los referidos modelos pueden emplearse métodos con una fuerte base etnográfica, demográfica, de historia documentada, de teoría fundamentada y otras de carácter cualitativo.
Pero es necesario precisar que, en materia de Educación para la Salud, son dos los métodos fundamentales (que han sido probados en la práctica):
El Análisis de la Situación de Salud: Como el principal instrumento para la identificación de los problemas de salud y de los enfoques de riesgo de la comunidad.
La investigación-acción-participativa: Como la metodología cualitativa que concreta, en la práctica, la idea de investigación-transformación.
En este contexto se destacan otros dos modelos de intervenciones comunitarias:
Modelo PRECEDE25
Tiene el siguiente significado:
P ———– Predisposing ———– Predisponente
R ———– Reinforcing ————- Reforzamiento
E ———— Enabling —————- Facilitadores
C ———— Causes —————— Causas
E ———— Educational ———— Educacional
D ———— Diagnosis ————– Diagnóstico
E ———— Evaluation ————- Evaluación
El referido modelo tiene en cuenta la relación causa efecto, pero no en la forma tradicional, es decir, se considera, de forma anticipada, el efecto antes que la causa y se hace la siguiente pregunta: ¿Qué es lo que debe hacerse para obtener tal resultado?
De esta forma, se considera el sistema de entradas en salidas:
El modelo PRECEDE consta de las siguientes fases:
Fase 1: Se considera la calidad de vida como concepto. De aquí se identifican problemas en personas o en grupos de personas, por medio de diferentes técnicas participativas.
Fase 2: Se precisan los problemas de salud que afectan la situación social diagnosticada en la fase anterior. Se revisan trabajos previos que han considerado al diagnóstico del problema de salud, desde el punto de vista sociológico, clínico, epidemiológico. Luego se priorizan los problemas y se diseñan las acciones educativas que deben implementarse para resolver el problema identificado.
Fase 3: Identificar las conductas específicas ligadas a los problemas de salud determinados en la fase 2.
Fase 4: Se identifican los factores predisponentes, los facilitadores y los de refuerzo:
Predisponentes: Actitud de las personas, creencias, valores y percepciones.
Facilitadores: Barreras creadas por fuerzas sociales o sistemas que dan cuenta, por ejemplo, de: escasez de instalaciones, personal o recursos comunitarios inadecuados, etc.
De Refuerzo: Constituyen el feedback o retroalimentación en cuanto al aprendizaje que ha recibido una persona, según criterios de otros.
Fase 5: Decidir el problema que constituye el centro de la intervención, se toma en consideración, de forma relativa, la importancia, la jerarquía y la prioridad del problema y los recursos con que se cuenta para resolverlos.
Fase 6: Una vez realizado el diagnóstico objetivo se selecciona un programa de intervención (o se diseña uno nuevo) para ser implementado.
Fase 7: Evaluación: la misma es de estructura, proceso y resultado, planteándose indicadores medibles.
Se connota que las bases de este modelo descansa en la: Epidemiología, Ciencias Sociales, Gerencia y Andragogía.
Modelo de educación para la salud con enfoque integral y transformador26.
El objetivo de este modelo es incorporar elementos metodológicos en la educación para la salud que permitan al personal institucional y a la población desarrollar conocimientos, habilidades y valores para promover la salud, a fin de preservar, proteger y recuperar la salud individual, familiar y comunitaria.
Por tanto es un modelo con un fuerte componente educativo que emplea los siguientes enfoques:
Didáctico: Desarrollando todos los componentes de la Didáctica, pero a nivel comunitario.
Concientización o Pedagogía Liberadora (Paulo Freyre): Busca raíces históricas, económicas y sociales.
Participativo o centrado en el desarrollo Humano: Busca transformar al individuo desde adentro, para así lograr la sinergia social. Su concepto fundamental es Aprender Haciendo.
Premisas del modelo.
Integral: La población se integra en todas y a todas las fases del proceso.
Funcional: Parte de la identificación del diagnóstico de las necesidades de salud.
Participativo: El individuo, la familia y la comunidad participan activamente en el desarrollo de las acciones.
Democrático: Las relaciones entre facilitadores y participantes es entre iguales, horizontal.
Transformador: Se potencia la reflexión-acción-reflexión para transformar la realidad.
Metodología del modelo.
Fase 1: Coordinación y concertación de acciones, capacitación y actualización del personal de salud.
Fase 2: Elaboración del diagnóstico de necesidades de educación para la salud.
Fase 3: Diseño del programa de trabajo. Presupuestos, metas, insumos.
Fase 4: Desarrollo del programa de trabajo.
Fase 5: Control del proceso de educación para la salud aplicado en diferentes niveles.
1. Una propuesta holística de Metodología de Intervención Comunitaria.
La OPS ha identificado tres modelos generales de Intervención Comunitaria en Salud con Participación Social27:
El modelo de participación como colaboración: "la gente voluntariamente o como resultado de un incentivo persuasivo acuerda colaborar con un proyecto de desarrollo determinado externamente, a menudo contribuyendo con su trabajo y otros recursos a cambio de un beneficio esperado. En ésta forma de entender participación se la visualiza tanto como un insumo y como un medio para asegurar el éxito del proyecto.
El modelo de participación como meta específica de los beneficios de un proyecto: Esta forma de participación es dada cuando grupos previamente excluidos son focalizados como beneficiarios, tomando en consideración sus perspectivas y cuando ellos lo aceptan, en cierto grado, a influenciar la dirección y ejecución de proyectos de desarrollo más que meramente a recibir los beneficios del proyecto.
El modelo de participación como empoderamiento: Donde empoderamiento puede tener dos diferentes significados:
Comprendido como el desarrollo de habilidades y conocimientos para facilitarle a la gente manejar los sistemas de desarrollo existentes en una mejor forma y tener algo que decir en lo que se hace; empoderamiento entendido como construcción de capacidades.
Como una política fundamental que le permite a la gente decidir sobre los problemas y tomar acciones que ellos creen son esenciales para su propio desarrollo; por ejemplo un aumento en el poder político, económico, técnico, o intelectual en gente previamente sin poder o marginada.
Un análisis de estos modelos permite arribar a la conclusión de que en el primer modelo la voluntariedad no puede ser espontánea, sino que debe estar precedida de acciones de promoción, en las que no se hace énfasis. Por su parte, en el segundo modelo se considera un estrato social de los excluidos.
Un modelo que posibilita contar con la participación activa y consciente de los miembros de la comunidad es el de empoderamiento, siendo este el que más se adecua a los propósitos de la propuesta, aunque debe destacarse que, según los autores del proyecto PASS/GTZ28, las etapas de una metodología de intervención comunitaria con empoderamiento son determinadas por los siguientes indicadores: Evaluación de necesidades, Liderazgo, Organización, Movilización de recursos y Gestión.
En los modelos analizados debe notarse que se hace poco énfasis en la elaboración de herramientas y métodos adecuados para la aplicación del modelo, dejando al criterio del interventor la forma de garantizar el cumplimiento de los objetivos propuestos.
Emerge, de este análisis la necesidad de considerar un diseño que parta de las necesidades diagnosticadas, la movilización de motivaciones desde la interfase entre los profesionales de la salud y la población, el desarrollo de técnicas cualitativas (muy poco usadas en el sector de la salud) y la evaluación de los resultados, aspectos que no se explicitan en los referidos modelos.
La reconceptualización de Intervención Comunitaria en Salud con participación social, desde el análisis de las insuficiencias de los citados modelos, permitirá generar nuevos espacios para esta participación, concretar los roles específicos de los participantes en los proyectos, determinar el nivel de reconocimiento de las percepciones sociales, emplear mecanismos de diálogo con la implicación de las instituciones del estado y desarrollar una adecuada intervención con carácter educativo.
El modelo de Intervención Comunitaria que se propone tiene un punto de partida en la concepción estratégica desde la Universidad Médica como uno de los centros culturales por excelencia de la sociedad, con la implicación de estudiantes de las ciencias médicas y profesionales, lo que genera una movilización desde la Universidad hacia la Sociedad, rompiendo el concepto de Universidad Intramuros e insertándose en la sociedad con el beneficio de las influencias educativas que contribuyan al mejoramiento del modo de vida de la población, es decir, el nivel de vida, la concepción de vida y los estilos de vida.
La educación para la salud debe ser una tarea multifactorial. En este sentido los autores coinciden con la literatura en la que se manifiestan al menos dos vertientes diferentes; una que separa implícita o explícitamente la adquisición de conocimientos, hábitos, habilidades así como la formación de sentimientos y otras formaciones morales29, 30.
La otra vertiente plantea que en el proceso socio-educativo las formaciones morales y cognitivas se superponen y se dan en una unidad31. En consecuencia se defiende el criterio que en el tratamiento de esta problemática deben y tienen que converger obligatoriamente, como elementos estratégicos, diferentes factores sociales, entre los que tendrán papel preponderante las estructuras sociales, la familia y el individuo, como un todo integrado a partir de un estilo único y coherente32.
Si se toma en consideración la importancia que adquiere en el mundo contemporáneo la búsqueda de alternativas de solución de los problemas de salud comunitarios, se hace relevante el hecho de que en la sociedad existen grupos de personas con características psicológicas específicas, inherentes a características tales como: grupos etareos, nivel cultural, procedencia, etc, en que la opinión e influencia de los otros puede ser positiva o negativa. La divisa fundamental que caracterice a la educación para la salud debe ser el desarrollo de un proceso de orientación general de la personalidad, propiciando las herramientas, métodos y vías necesarias para ayudarlo a aprender cómo evitar insertarse en el contexto33.
La construcción del modelo preventivo y promocional de Educación para la Salud debe ser concebida desde una perspectiva más amplia, dinámica e integradora puesto que hasta hoy ninguna disciplina aislada ha podido obtener los resultados esperados en su desarrollo. De ahí que la concepción multidisciplinaria, insertada en los modelos educativos de la Educación Superior, teniendo a la integración como un estilo único y coherente en la relación de subordinación y cooperación de todos los factores, de una manera u otra, dan cuenta del tratamiento a este complejo fenómeno, lo que debe poner a la sociedad en condiciones de encontrar una solución favorable de los problemas de salud y, en consecuencia, generar mayor calidad de vida en la población.
Se considera de carácter sistémico y holístico la estructuración del modelo ya que sus elementos estructurales y funcionales permiten integrar, en un todo orgánico, el proceso multifactorial de las influencias educativas necesarias y suficientes para la prevención de enfermedades y para la promoción de salud.
El modelo.
El modelo que se propone (ver anexo 1) abarca tres grandes dimensiones: la social, la metodológica y la de impacto.
Dimensión Social.
La prevención de enfermedades y la promoción de salud desde acciones educativas tienen un fuerte componente social.
En el contexto de las acciones comunitarias se entiende que:
Problemas Comunitarios: Son aquellos problemas relacionados con la afectación de la calidad de vida del individuo, la familia y la sociedad.
Los problemas comunitarios se pueden relacionar con:
La tendencia a la emergencia y reemergencias de enfermedades transmisibles.
Los problemas de salud hereditarios.
Los estilos de vida deprimidos.
Las malas condiciones higiénicas de la localidad y del entorno.
Esto implica que para resolver los referidos problemas se hace necesario definir el objeto que se pretende transformar.
Objeto de la Intervención: Constituyen los campos en los que se despliega la acción transformadora, a saber:
El nivel de vida (condiciones materiales, calidad de la vivienda, salario, otros).
La concepción de vida (la cultura en salud, la percepción del riesgo).
Los estilos de vida (la forma en que se materializa en la práctica el nivel de vida y la concepción de vida).
Los estilos de vida, considerados como uno de los campos de Lalonde33,34, muy utilizado en el Análisis de la Situación de Salud debe ser comprendido por el personal de salud que participarán en la aplicación de la intervención comunitaria.
De igual forma, en el modelo es necesario definir, con claridad, cuáles son los objetivos de la intervención comunitaria.
Objetivo de la Intervención: Constituye el propósito o meta a lograr con el desarrollo de las acciones de intervención. Este propósito está encaminado a:
Proporcionar estilos de vida saludables a la población potencialmente en riesgo o diagnosticados en estado de riesgo.
Entrenar a los individuos, la familia y la comunidad en el desarrollo de acciones comunitarias.
Contribuir al perfeccionamiento del trabajo socio-comunitario del área de salud correspondiente.
Disponer de elementos de juicio para difundir los resultados a otras áreas de salud.
La relación Problemas Comunitarios-Objeto de la Intervención-Objetivo de la Intervención constituye una tríada dialéctica en la que se manifiesta el nexo entre Tesis–Antítesis-Síntesis. De esta manera, la contradicción dialéctica entre los problemas comunitarios y el objeto de la intervención se resuelven al dar cumplimiento a los objetivos de la intervención.
En este mismo orden de cosas, la Dimensión Social encuentra una expresión de resolución en la relación que se establece entre las Demandas Sociales en materia de salud, dado por las situaciones problémicas diagnosticadas y la Práctica Profesional, por el nivel de respuesta de los profesionales del sector ante estas demandas, las cuales, como se ha planteado, resultan insuficientes.
En este sentido, una tesis de partida para el desarrollo de las acciones comunitarias es la determinación de las Necesidades Sociales a partir de un Diagnóstico Social, en cuyo proceso es preciso emplear técnicas cualitativas para la recolección de la información necesaria que posibilite la toma de decisiones acertadas para dar solución a los problemas comunitarios34.
El análisis de esta primera dimensión da cuenta del diseño general de un proceso de intervención que se ajusta, contextualmente, a las necesidades diagnosticadas, lo que caracteriza su pertinencia, como cualidad resultante. Lo pertinente resulta también por lo adecuado que deben ser las acciones que se ejecuten para, de manera, individualizada, poder llegar al individuo, a la familia y a la sociedad.
Dimensión Metodológica.
Los conceptos educación, promoción de salud y prevención se relacionan y de una manera u otra siempre llevan implícita una finalidad social. La prevención está dirigida a potenciar el desarrollo integral de la personalidad y el vínculo universidad-comunidad.
El proceso educación para la salud posee acciones e indicaciones de tipo metodológicos a observar por la sociedad y por la universidad, en aras de hablar un mismo lenguaje, que tiene por común denominador la formación integral de estudiante universitario y su incidencia en la sociedad, como parte de un proceso extensionista concreto.
La Dimensión Metodológica expresa la operatividad de las acciones planificadas, la forma de instrumentación de estas acciones, las que deben responder a un método específico.
Objetivos de la Intervención: Constituyen las direcciones principales de trabajo a partir de la precisión del objetivo general diseñado en la Dimensión Social. Expresan las metas puntuales que deben lograrse en cada etapa de desarrollo de la metodología de intervención, a saber:
Elaborar objetivos específicos de cada etapa de la metodología de la intervención.
Precisar el alcance de cada etapa.
La determinación de los objetivos específicos da paso a la precisión del Contenido de la Intervención.
Contenido de la Intervención: Constituye la categoría que expresa el conjunto de saberes relacionados con: el saber en el sentido gnoseológico, el saber hacer en el metodológico, el ser en el sentido ontológico y el saber convivir en el axiológico.
En este contenido se consideran:
Los conceptos, definiciones, teorías y modelos que existen en relación con el trabajo comunitario.
La dinámica de desarrollo de estos modelos.
El papel que juega el profesional de la salud en el desarrollo de las acciones comunitarias.
El significado y sentido que tienen para él incorporarse a este tipo de actividad.
Considerados los Objetivos de la Intervención y el Contenido de la Intervención es necesario precisar la forma operativa de su desarrollo a través del método.
Método de Acción Comunitaria. Principio y reglas.
Se inscribe en la dimensión metodológica del modelo comunitario y recibe el nombre de Método de Acción Comunitaria. Establece la relación de interacción de la comunidad y los conductores del proceso desde el consenso, la confianza y la coparticipación, integrados de forma holística y expresados mediante acciones y operaciones simbólicamente mediadas en la capacidad de movilizar la acción de todos mediante un esfuerzo concertado y en función del cambio en condiciones específicas:
Consenso: Cualidad del grupo operativo de llegar a compartir intereses comunes en aras de lograr los propósitos trazados.
Confianza: Capacidad de interactuar con los demás de forma abierta, dentro del más puro espíritu de la ética y desde el ejemplo personal.
Coparticipación: Resultado de la conversión de los individual en grupal y viceversa, de lograr una integración sinérgica de intereses comunes.
Con la concepción del Método de Acción Comunitaria se garantiza:
Elaborar las técnicas de intervención y los procedimientos de su implementación.
Establecer los indicadores o resultados finales a lograr.
Describir las etapas del desarrollo de la metodología de la intervención.
Por su parte, el referido método es expresión del Principio de Educación para la Salud, el cual establece que el desarrollo de acciones comunitarias de educación para la salud en dependencia de un diseño pertinente, de acuerdo a una dinámica contextual y validado con criterios de impacto en la práctica social, es parte integrante de un proceso complejo que transita desde el diagnóstico social, el diseño de acciones comunitarias, el desarrollo de estas acciones y la evaluación de los resultados mediante la participación social y considera la integración de los aspectos sociales, psíquicos y biológicos como elemento de base del mejoramiento de los estilos de vida de la comunidad35.
Este principio en el cual se sustenta el Método de Acción Comunitaria, que proponen los autores y que obedece a las siguientes reglas holísticas:
Aplicación de procedimientos participativos.
Aprendizaje asistido por los recursos de las tecnologías de la información y las comunicaciones y la gestión de la información y el conocimiento.
Aprendizaje como resultado del trabajo colectivo y síntesis de la relación individuo-grupo.
Proceso extendido, de forma sostenida, a la evolución futura del individuo, la familia y la comunidad.
De igual forma, se constituye una relación dialéctica entre Objetivos de la Intervención-Contenido de la Intervención-Método de Acción Comunitaria de forma tal que se manifiesta lo que debe hacerse para incorporar el contenido de la intervención al proceso y dar solución a los objetivos previstos.
Esta dimensión tiene como cualidad resultante el Contexto, ya que el mismo se desarrollo en dependencia de las necesidades diagnosticadas. En la referida relación dialéctica resaltan las características del desarrollo de un proceso en el que se considera el sistema de relaciones propios del entorno y los acontecimientos asociados a la intervención.
De esta forma se concreta en el Entorno de la Intervención que es una cualidad espacial en la cual se desarrolla la intervención y en la que se determina el sistema de relaciones entre los implicados y la estructura del citado proceso y en el Contexto de la Intervención que es una cualidad temporal caracterizada por los acontecimientos y la duración del proceso de intervención.
La relación entorno-contexto se concreta, en la práctica, en el nexo estructura-función de la metodología de intervención.
Dimensión Impacto.
El impacto de un proceso se mide por la calidad del cumplimiento de los indicadores establecidos para su desarrollo y en dependencia del equilibrio entre eficiencia, eficacia y efectividad.
En este sentido, la determinación del impacto transita por un proceso evaluativo a corto, mediano y largo plazo, en el que se considera el modelo del anexo 2.
El desarrollo del proceso evaluativo depende, en alto grado, de su diseño. Aquí se determinan los objetivos de la evaluación, los contenidos de la evaluación, los métodos de la evaluación y los medios por conducto de los cuales se realizará la evaluación.
Al determinar los objetivos debe seleccionarse el contenido a evaluar, las habilidades y los valores implícitos en los objetivos así como debe tenerse una primera aproximación de la conformación de los instrumentos de evaluación. El diseño de la evaluación implica, por tanto:
Página siguiente |