Descargar

El gen de la homosexualidad: mitos y verdades

Enviado por Percy Zapata Mendo

  1. Preámbulo y cuestiones previas
  2. Primeros estudios sobre el probable origen genético
  3. Estudios recientes
  4. Concluyendo: ¿en la homosexualidad existe predisposición genética o influencia externa?
  5. Referencias

Preámbulo y cuestiones previas

A raíz de la presentación de una Ley que permite la heredabilidad de bienes entre parejas homosexuales en nuestro país, una serie de artistas, políticos, ONGs y demás agrupaciones como el MHOL, se han pronunciado a favor de ella. Mario Vargas Llosa y otras personalidades peruanas (el pintor Fernando De Szyszlo, el sociólogo Julio Cotler, el fotógrafo Mario Testino, la cantante Susana Baca y la ex conductora de televisión Magaly Medina también respaldaron el pronunciamiento, así como los periodistas César Hildebrandt, Beto Ortiz, Aldo Mariátegui y Phillips Butters) firmaron un pronunciamiento en apoyo al proyecto de ley de unión civil entre personas del mismo sexo: "Estamos a favor de la igualdad de derechos para todas y todos los peruanos, de la inclusión de todos los sectores que conforman la sociedad y de la no discriminación por orientación sexual ni de ninguna otra índole".

Paradójicamente, una conocida figura abiertamente homosexual, como el conductor televisivo Carlos Cacho, afirmó: "Si yo vivo con alguien por 5 ó 10 años, lo natural es que en esa convivencia se construyan obligaciones y derechos entre nosotros. No tengo que casarme", precisó. Cacho agregó que "si te quiero garantizar protección, entonces firmo un documento con un notario, tengo heredero y punto". Esta opinión recibió múltiples insultos y condenas por parte de toda la cofradía mencionada inicialmente.

edu.red

Algunos periodistas de "opinión" reconocidamente homosexuales, esgrimieron argumentos un tanto más confrontacionales, como:

"Hay que ser bien ignorantes para que en pleno siglo XXI no se acepte que la homosexualidad viene de los genes, pensar lo contrario, es de mentes retrógradas y medievales, y seguiremos en compaña hasta que nuestra cucufata sociedad peruana acepte nuestros derechos tan igual como el de los heterosexuales". ¡Vaya con la tolerancia que demuestran estas muy dignas personalidades para con aquellos que piensan diferente!

Como lo mío es el campo de la salud, y lo mencionado por estos iluminados de la cultura y vanguardistas, es que la "homosexualidad es genética", me motivó a revisar este tema que ya publiqué hace un año, y que creí conveniente actualizar, hacerlo más entendible y dilucidar sobre la verdad de este argumento tan manoseado de una vez y por todas.

El tema del posible albedrío genético de la homosexualidad, no puede desligarse del trasfondo moral que conlleva. La figura moral de este rasgo del comportamiento humano sería muy distinta de tratarse de una opción libremente aceptada, sin una base genética demostrada, que de tratarse de una conducta inevitable dependiente de un condicionamiento congénito. Si los comportamientos de gays y lesbianas se deben a una tendencia genética a la homosexualidad, la presión social o la discriminación en su contra estarían menos justificadas. Por ello, es necesario comenzar diciendo que en este caso es más preciso aún, si cabe decirlo, un rigor en la demostración empírica de la existencia de una base hereditaria.

Pero seguidamente hay que señalar que la base genética de este tipo de caracteres del comportamiento humano, como de cualquier otro de la personalidad y de la propia inteligencia son de los más difíciles de estudiar en Genética, por dos motivos fundamentales: por las dificultades propias de la metodología analítica de las dos ramas de la genética implicadas, la Genética del Comportamiento y la Genética Cuantitativa, y por la propia dificultad de los análisis genéticos en el hombre, especie en la que por obvias razones morales no puede llevarse a cabo un análisis formal mendeliano basado en cruzamientos dirigidos, ni un análisis de respuesta a una selección artificial, o la obtención de líneas puras, que suelen ser los métodos habituales que permiten desvelar el determinismo genético de cualquier carácter de conducta en las especies animales.

La Genética Cuantitativa, se faculta del análisis de los sistemas multigénicos o poligénicos, que consisten en sistemas de muchos genes, normalmente repartidos por el genoma y cuyos efectos individuales son muy pequeños, de modo que es la combinación aditiva de muchos de ellos la que contribuirá en mayor o menor medida a la manifestación del carácter. Pero además, por la propia naturaleza cuantitativa de estos caracteres en su manifestación influye de manera importante el ambiente, tanto el fisiológico interno, como el externo. De este modo supuesto un determinismo genético cuantitativo de un carácter a analizar, como podría ser el comportamiento homosexual, se trataría de desbrozar el carácter para desvelar que parte de la expresión fenotípica se debe a la componente genética, cual a la componente ambiental, y cual a una posible interacción genotipo-ambiente.

La casuística que en el caso de la homosexualidad concerniría conocer estaría relacionada con el conocimiento de la parte de variación fenotípica que se debe al genotipo (el genotipo de un organismo es la suma total de todos los genes que hereda; es un patrón o una especie de modelo diseñado para servir como una guía para el desarrollo del organismo, de modo que se convierta en la misma clase de ser que el padre o los padres de los que procede; el fenotipo de un organismo incluye factores tales como la apariencia física, los procesos bioquímicos que tienen lugar en el cuerpo y su comportamiento, ya que vive en un mundo e interactúa con otros organismos. En resumen, el fenotipo de un organismo es el aspecto que presenta hacia los observadores), en distinción de la que se debe al ambiente, bien entendido que por el genotipo entenderíamos, no un gen o unos pocos genes, sino múltiples sistemas de pequeño efecto individual, salvo que se demuestre la existencia de un gen "mayor" decididamente implicado. Por su parte, por influencia del ambiente en un carácter de comportamiento humano nos estaríamos refiriendo a las complejas influencias positivas o negativas recibidas durante la educación, desde el nacimiento, y en particular durante las etapas infantil y adolescente. Para que nos demos cuenta de las dificultades que encierra este tipo de análisis, baste decir que un mismo genotipo multigénico puede derivar hacia muy diferentes manifestaciones fenotípicas, dependiendo de las influencias ambientales durante las etapas críticas de manifestación del carácter. Pero también se podría llegar a dar un mismo aspecto fenotípico a partir de genotipos diferentes. Sencillamente los caracteres cuantitativos muestran una distribución binomial de manifestaciones fenotípicas, debido precisamente al efecto ambiental.

La otra rama de la Genética que tendría que ver con los aspectos de la personalidad es la Genética del Comportamiento, que se ocupa del análisis del control genético de las acciones de los organismos, entendiendo como acción cualquier reacción a cualquier estímulo. Esto incluye todo tipo de reacciones de conducta, que varían en su manifestación de unos organismos a otros, y que de los más sencillos a los más complejos serían los tropismos, taxias, reflejos, instintos, aprendizaje e inteligencia. Los tropismos y taxias estarían entre las respuestas del más bajo nivel, como consecuencia de estímulos lumínicos, luz, gravedad o químicos, y se dan en plantas y animales. Los reflejos son formas sencillas de comportamiento observables en casi todos los animales dotados de sistema nervioso, en los que un cierto tipo de estímulo provoca casi invariablemente, con un retraso apenas perceptible, un tipo específico de respuesta. Los instintos suponen un conjunto elaborado de reflejos sucesivos que se producen como un todo en respuesta a ciertos estímulos. El aprendizaje, y en mayor medida la inteligencia son fenómenos específicamente inherentes a la especie humana, derivados de su capacidad de reflexión y del análisis racional de los estímulos o situaciones que plantea el mundo exterior de cada persona. De este modo diríamos que una respuesta inteligente, como se supone deben ser las que normalmente determinan las conductas humanas, es la producto en cierta medida de la constitución genética propia de cada persona, a la que se añade de forma predominante la formación adquirida a través del ambiente familiar, social y cultural, como determinante del tipo de respuesta a adoptar libremente. En el caso humano las acciones razonadas predominan frente a las instintivas y reflejas. Por ello, es imperativo señalar que en su condición biológica, la evolución ha dotado a la especie humana de una singularidad que la diferencia de cualquier otra especie animal. La inteligencia humana permite el razonamiento abstracto, la categorización y el razonamiento lógico. Somos la única especie que se plantea su origen y su destino, que es capaz de modelar su entorno, crear sistemas lógicos, comunicar sus ideas por medio del lenguaje, decidir sobre sus actos, planificar su propio futuro, modificar el ambiente a su beneficio, explotar a las demás especies biológicas (microbios, plantas o animales), y enterrar a sus muertos.

También es importante tener en cuenta la ambigüedad de los caracteres del comportamiento a estudiar, la distancia entre el fenotipo (pauta de comportamiento) y el genotipo que lo determina, y la influencia del ambiente en la manifestación del comportamiento. Esto en el caso que nos ocupa es particularmente importante. No podemos ignorar el complejo ambiente fisiológico interno ni la influencia externa durante el desarrollo de la personalidad sí deseamos contestar a las preguntas ¿qué es la homosexualidad?, ¿qué influencia tienen los factores fisiológicos intermedios desde el gen a la manifestación del carácter? , ¿Cómo influye el ambiente?

Al tratar el comportamiento homosexual se plantea la cuestión de si existe alguna base biológica o genética en el trasfondo de tal conducta. La cuestión es sí la conducta homosexual es innata o aprendida, o dicho de otra manera sí existe un determinismo genético de la homosexualidad, o ésta conducta es consecuencia de una influencia externa durante las etapas críticas del desarrollo de la personalidad.

La influencia externa, educación, cultura, amistades, etc., son sin duda muy determinantes de la personalidad de un individuo, desde su nacimiento, y en este contexto es donde debemos situar la emergencia de una condición homosexual. Sigmund Freud (1905) creyó que la heterosexualidad se hacía (familia, cultura, sociedad) no nacía. Aunque este eminente psiquiatra idealizó la heterosexualidad como la más "madura" de las relaciones humanas, él creía que muchos de nosotros éramos bisexuales latentes a nivel psicológico. Muchos terapeutas todavía creen en esto, aunque se nieguen a tratar de convertir a los bisexuales y homosexuales en heterosexuales.

De acuerdo con la evolución cultural del hombre, que se sobreañade a la evolución biológica, y de acuerdo con las diferentes normas morales que se han desarrollado, la sociedad mantiene diferentes posturas frente a la homosexualidad, calificándola como "delito", "pecado", "enfermedad", "condición", "forma alternativa de comportamiento sexual", etc. Para muchos se trata de una condición irregular de la personalidad, de un trastorno mental, mientras que para otros no es más que una elección adoptada libremente, fruto de la libertad humana. El espíritu vanguardista de la sociedad americana, y las presiones de los grupos sociales interesados, indujo a que en 1980, la American Psychiatric Association decidiese sacar la homosexualidad del catálogo de enfermedades mentales, y del Manual de Diagnóstico y Estadísticas de Enfermedades Mentales, en los EE.UU.

En todo caso, volvemos a la pregunta inicial:

¿De no tratarse de un comportamiento inevitable debido a una tendencia innata genéticamente condicionada, cuál sería la motivación de la orientación homosexual en una persona?

De acuerdo con la psiquiatría, los motivos hay que buscarlos en razones psicobiográficas: inadecuada educación por parte de los padres, soledad, tristeza, falta de autoestima y auto aceptación personal, rechazo de los compañeros de escuela, desconfianza, miedo, maltrato sexual en la infancia y en la adolescencia, narcisismo, fobia social, falta de identificación con el propio sexo, etc. Todos estos elementos causales afloran en los análisis psíquicos de las personas que padecen la homosexualidad. De aquí la gravedad del hecho de la eliminación de la homosexualidad del catálogo de enfermedades psíquicas, condenando al desamparo a las personas que lo padecen.

Parece obvio resaltar que la tolerancia o la aceptación moral de la conducta homosexual es muy dependiente de sí hay una tendencia congénita, y por tanto determinada genéticamente, o sí por el contrario, es una opción libremente aceptada como un modo de vida en cualquier caso irregular y desordenado. Pero debe entenderse que un análisis de la posible base genética debe abstraerse de todo juicio moral, presión social, intereses políticos, etc. También debe diferenciarse la "condición" de homosexual, del ejercicio o el "comportamiento" homosexual. Lo primero es lamentable, y puede suponer un auténtico calvario para muchos homosexuales que no se sienten orgullosos de serlo, pero encuentran serias dificultades para dejarlo.

Primeros estudios sobre el probable origen genético

La estructura cerebral de Simon LeVay

En la revista científica Science de agosto de 1991, Simon LeVay, del "Salk Institute" en San Diego, publicó un estudio sobre las diferencias de la estructura cerebral entre homosexuales y heterosexuales. Llevó a cabo un análisis post-mortem (autopsias) de 19 hombres homosexuales y otros 16 que se cree eran heterosexuales, tras lo cual reportó haber encontrado «diferencias sutiles pero importantes en una sección específica del cerebro, en la región del hipotálamo llamada INAH3».

La principal deficiencia de su estudio fue que todos los hombres homosexuales habían muerto de SIDA; este hecho, de acuerdo con otros investigadores podría considerarse como la causa contribuyente a las diferencias (en el tronco cerebral). Además de que LeVay asumió que por el hecho haber muerto de SIDA eran homosexuales.

Aun así, al presentar su estudio, LeVay comentó: «Es importante recalcar lo que no encontré. No comprobé que la homosexualidad sea una condición genética, ni encontré una causa genética para ser gay.1 No demostré que los hombres gay nacen de esta manera, que es el error más común que cometen las personas al interpretar mi trabajo. Tampoco localicé un centro gay en el cerebro. El INAH3 es poco probable que sea el único núcleo gay en el cerebro, más bien es una parte de una cadena de núcleos involucrados en el comportamiento sexual de hombres y mujeres… Ya que examiné cerebros adultos, no podemos saber si las diferencias que encontré estaban ahí desde el nacimiento, o si aparecieron más tarde».

Este estudio ha sido rechazado de manera sucinta por neurólogos reconocidos. «Es necesario un gran esfuerzo para convencerse del enlace que existe entre esta estructura neuronal y la homosexualidad», dice Richard Nakamura (Deputy Director National Institute of Mental Health).

El caso de los gemelos de Bailey-Pillard

A Michael Bailey se le conoce por su interés de ligar la orientación sexual de la persona a un origen biológico/genético. Junto con Pillard enfocó sus esfuerzos en gemelos idénticos, mellizos, gemelos no dados en adopción y gemelos dados en adopción.

En su estudio (1991), Bailey y Pillard encontraron que en el 52% de los casos de gemelos idénticos, ambos hermanos presentaban homosexualidad. Lo que quiere decir que para cada gemelo idéntico identificado con Atracción al Mismo Sexo (AMS), había una posibilidad aproximada de 50% de que el otro gemelo también la tuviese.

Por el enfoque de su estudio la pregunta de la comunidad científica fue: "Si hay algo en el código genético que hace que un individuo tenga AMS, ¿por qué los gemelos idénticos no tuvieron todos AMS, si cuentan con el mismo código genético? La concordancia debió ser de 100%".

Su estudio tenía una falla fundamental: Todos los gemelos crecieron juntos en el mismo ambiente familiar y social.

Debió haber existido un grupo de control en el que hermanos gemelos hubieran crecido en ambientes distintos. De haber una causa genética, indistintamente del ambiente en el que crecieron, ambos hermanos hubieran presentado homosexualidad.

Un estudio posterior que se llevó a cabo usando el Registro Australiano de Gemelos (Australian Twin Registry), una fuente más objetiva, Bailey encontró una concordancia tan baja como 20-37%. El primer estudio de Bailey recibió una gran atención de la prensa y el segundo apenas lo cubrieron los medios.

Como el doctor Dean Byrd, decano de la Universidad de UTAH señala: «El único punto esencial que emerge de la investigación de Bailey y Pillard realmente fue que probó que las influencias ambientales juegan un fuerte papel en el desarrollo de la homosexualidad».

edu.red

Coloquio5El cromosoma X – El gen gay Xq28

En diciembre de 1994 el New York Times publicaba en su primera plana: «Descubren gen gay». Esta nota de prensa hacía referencia al estudio en el que cinco investigadores dirigidos por Dean Hamer del Instituto Nacional del Cáncer, publicaron un estudio cuyo objetivo era conectar la homosexualidad masculina con una región específica del cromosoma X.

Hamer y sus colegas intentaron ligar la homosexualidad masculina a una porción del ADN localizada en la punta del cromosoma X. Examinó a 40 parejas de gemelos idénticos y mellizos gay. Como conclusión de su estudio Hamer identificó el gen Xq28 como una influencia en la orientación sexual homosexual, pero solo estaría presente entre 5 y 30% de hombres homosexuales. ¿Cuál sería entonces el origen de la homosexualidad del 70 o 95% restante?

Las críticas del estudio de Hamer vinieron de una fuente sorpresiva: el doctor George Risch, el científico en el Colegio de Medicina de la Universidad de Yale que inventó el método utilizado por Hamer, comentó: «ninguno de estos resultados es estadísticamente relevante».

Los hombres heredan la (X) de la madre. Por lo cual, una mujer lesbiana con este marcador Xq28 presente en su ADN debería tener hijos homosexuales con este supuesto gen. Esto no ha sucedido en la realidad.

La Universidad de Western Ontario en 1995 intentó replicar el estudio siguiendo la misma metodología de Hamer: «nuestros datos no respaldan la presencia de un gen de gran efecto que influencie la orientación sexual en la posición Xq28».

Finalmente Hamer aceptó: "Sabíamos que los genes eran únicamente parte de la respuesta. Asumimos que el medio ambiente de desarrollo también juega un papel importante en la orientación sexual, tal y como lo hace en la mayoría, si no es que en todos, los comportamientos… La homosexualidad no es puramente genética… El medio ambiente también juega un papel… No creo que seremos capaces de predecir quién tendrá homosexualidad y quién no. Nuestros estudios tratan de establecer con exactitud los factores genéticos […] no de negar los factores psicosociales".2

Estudios recientes

Estudio genético molecular de la orientación sexual

La finalidad del estudio fue comprender mejor el desarrollo de la sexualidad y saber por qué unos hombres sienten atracción hacia personas de su mismo sexo y otros no.

Alan Sanders, investigador de Northwestern Evanston Chicago, recolectó muestras de ADN (en sangre y saliva) y datos sociológicos de mil parejas de hermanos varones homosexuales, diez veces más que cualquier otro estudio parecido, con el objetivo de buscar las bases genéticas de la homosexualidad.

Al inicio del estudio en 2007, Timothy Murphy, asesor de bioética del equipo de trabajo, dijo que en caso de existir una base genética para la orientación sexual, tarde o temprano saldría a la luz. «No es cuestión de si debemos o no hacer esta investigación; se trata de que nos aseguremos de estar preparados para proteger a las personas de usos insidiosos de esta ciencia», dijo.

edu.red

El estudio se centró en comparar los genomas de hermanos homosexuales, que comparten la mitad de sus genes, para detectar áreas que aparezcan en los dos con una frecuencia no explicable por el azar. Ello indicaría que uno o más genes de la región podrían estar vinculados a la orientación sexual.

El estudio concluyó en marzo de 2008, "el primer objetivo es científico, y esperamos que los resultados sean útiles para la comprensión de la sociedad en general". Sanders declaró entonces: "no creo que exista un gen de la homosexualidad, estimo que interactúan otros factores no genéticos, como influencias sociales y ambientales".3

Hoy sabemos que algunas conductas humanas como el alcoholismo o condiciones como la obesidad son altamente influenciadas por genes heredados. No por ello decimos a estas personas: "Tu naciste con una inclinación a comer o tomar. Sería antinatural pretender quitarte tus alimentos y bebidas. Tú eres así, es genético. ¡No! Eso no sucede. La genética no es responsable de la conducta humana y la conducta humana no puede justificarse por la genética".4

Proyecto Genoma Humano

Francis S. Collins fue el director del proyecto del Genoma Humano que hizo pública su secuencia (el mayor descubrimiento científico de nuestra época). Químico por la universidad de Yale y médico por la de Carolina del Norte, identificó el gen de la neoplasia endocrina múltiple. También buscó los genes que producen la sensibilidad a la diabetes.

Según Collins, hay un componente «inescapable» de heredabilidad en muchos rasgos del comportamiento humano. Por heredabilidad se refiere a la influencia de los factores genéticos en rasgos de la personalidad. Pero la heredabilidad no es 100% segura. A partir de numerosas investigaciones con gemelos idénticos, se observa que incluso rasgos heredados no se desarrollan inevitablemente. Y no siempre se heredan.

Al terminar de trazar el mapa del Genoma Humano en 2007, el director del proyecto confirmó: "En el mapa del Genoma Humano no se encontró un gen gay. La influencia genética en la homosexualidad es mucho menor que en otras tendencias, como la propensión a la agresión o a la neurosis".

"Un área de interés público especialmente fuerte es la base genética de la homosexualidad. La evidencia en estudios de gemelos demuestra que hay factores heredables que juegan un papel en la homosexualidad masculina. Sin embargo, la posibilidad de que el gemelo idéntico de un hombre homosexual también sea gay es de sólo 20% (la posibilidad de que un hombre al azar sea gay es entre 2 y 4%). Esto indica que la orientación sexual puede tener influencia genética pero no viene incrustada en el ADN y como quiera que los genes estén implicados es mediante predisposiciones y no predeterminaciones".

La evidencia científica sobre la no existencia de una causa genética o natural de la homosexualidad ha llevado a instituciones como la American Psychological Association (APA) a cambiar la información sobre el tema. En marzo de 2008 la APA publicó una nueva versión del folleto: «Preguntas a tus interrogantes para un mejor entendimiento de la orientación sexual y homosexualidad».

Este folleto es delineado por el Comité de Asuntos Lésbicos, Gay y Bisexuales de la APA. En la nueva edición se refleja mayor interés científico y cuidado a la ética de la atención psicológica. En la edición anterior de este folleto en 1998 se describía:

"Hay una considerable y reciente evidencia que sugiere que la biología, incluyendo la genética o factores hormonales de nacimiento, juegan un papel significativo en el rol de la orientación sexual de la persona".

Pero en la edición actual de 2008, la declaración anterior fue sustituida por la siguiente: "No hay un consenso entre los científicos acerca de las razones exactas por las que una persona desarrolla una orientación sexual. Aunque ha habido mucha investigación que examina las posibles causas genéticas, hormonales, sociales y culturales. No ha habido evidencia que permita concluir que la orientación sexual sea determinada por un solo factor".

A la pregunta: ¿Qué hay acerca de las terapias que buscan cambiar la orientación sexual de homosexual a heterosexual?, el folleto en ningún momento menciona que sea una terapia dañina o con efectos malos para la persona y enfatiza al final: "Las organizaciones de la salud mental llaman a sus miembros a respetar el derecho de decisión y determinación de cada paciente".

Concluyendo: ¿en la homosexualidad existe predisposición genética o influencia externa?

  • La evidencia científica reciente prueba que sólo entre 2 y 4% de la población homosexual podría tener una predisposición biológica no incrustada en el ADN. Sin embargo, esa misma predisposición no es heredable ni determina la orientación sexual de una persona. Esa predisposición requiere de influencias externas para que la homosexualidad pueda ser desarrollada. Estadísticamente, no es relevante, dado que el restante 96 a 98% de la población homosexual no presenta esta predisposición.

  • La singularidad humana hace que en nuestra conducta predominen las acciones razonadas frente a las instintivas o reflejas, y la conducta homosexual puede explicarse fundamentalmente por el componente ambiental que influye de forma muy decisiva en los caracteres cuantitativos, como lo son básicamente los de comportamiento. En el caso de factores de comportamiento humano, y de forma predominante, influye la formación adquirida a través del ambiente familiar, social y cultural.

  • La homosexualidad se trata de un carácter de comportamiento, complejo y de manifestación cuantitativa, con una heredabilidad media-baja, con una importante componente ambiental.

  • Aun cuando los rasgos genéticos y neuroanatómicos parecieran estar correlacionados con la orientación sexual, la relación causa-efecto no está ni mucho menos demostrada, los trabajos adolecen de claridad por la finitud de las muestras y por los dudosos efectos secundarios debidos a la procedencia de las mismas.

  • Los trabajos de localización de marcadores asociados a la homosexualidad en la región cromosómica Xq28, son poco rigurosos, escasos y adolecen de confirmación, y no implican la localización de un gen gay, No se han descubierto genes mayores ni se ha demostrado la existencia de una determinación genética por genes cualitativos.

  • Para finalizar, se podría afirmar que todos los intentos de demostración de un determinismo genético de este tipo de conducta, adolecen de seriedad y rigor, y no han aportado ningún tipo de evidencia convincente. Tras dos años de conocimiento del genoma, que se supone ha amplificado las posibilidades de tal empeño, la situación es la misma… No hay tal evidencia, y el carácter o la condición genética de la homosexualidad es más fruto de un deseo que de una realidad. Con la evidencia actual y sin perder de vista lo que pudiera surgir, hemos de mantener que el homosexual no nace, sino que se hace. De este modo, mientras continúan los esfuerzos por repetir los experimentos o diseñar otros nuevos, tenemos que resistir la tentación de tomar los resultados de lo que ya se ha hecho por algo más que meras aproximaciones.

Referencias

1. http://discovermagazine.com/1994/mar/sexandthebrain346/?searchterm=levay

2. «Gay genes, revisited: Doubts arise over r search on the biology of homosexuality», Scientific American, November 1995, p. 26.

3. http://www.gaybros.com/brochure.html

http://www.iht.com/articles/ap/2007/10/15/healthscience/NA-SCI-US-Gay-Genetics.php

http://www.elmundo.es/elmundosalud/2007/10/17/biociencia/1192645768.html

4. Whitehead, Neil, My genes made me do it, New Zeeland, 2005.

 

 

Autor:

Percy Zapata Mendo