Importancia de los hábitos nutricionales en la educación preescolar
Enviado por Hogla Herrera Torriente, Rodney K Nieves Armas
- Introducción
- Desarrollo
- Necesidades educativas especiales en la comunicación y el lenguaje. Importancia de un buen desarrollo de hábitos nutricionales
- Conclusión
- Bibliografía
Introducción
El nacimiento de un niño es un acontecimiento de incomparable magnitud, si se tiene en cuenta la responsabilidad que implica educarlo. A partir de ese momento este nuevo ser, con la influencia del adulto, irá asimilando los modos humanos elaborados socialmente, de acción con los objetos, las formas de comunicación con el mundo que le rodea, así como se irán formando los sentimientos, las capacidades, las habilidades y las normas de conducta social.
El medio social en esta primera etapa desempeña un papel fundamental en el desarrollo del hombre; el núcleo fundamental lo constituye la familia, a quien corresponde educar a sus hijos. Tan hermoso derecho lo adquiere al mostrar valores y normas de conducta positiva, así como buenos hábitos y para lograr a través de sus influencias educativas, que se formen en sus hijos buenas cualidades o características de personalidad. Corresponde a los padres por derecho y deber natural y social, el asumir este papel tan importante.
Desarrollo
La importancia que tiene la dieta alimenticia para el ser humano viene desde los tiempos remotos observándose como afectaron la vida y la salud de los pueblos. Los griegos tenían como base de su alimentación los cereales,(la cebada, el trigo y entre las legumbres las lentejas, acompañando el pan de trigo con un alimento sólido llamado opson, constituido por cebollas, verduras, frutas, carne y pescado). Los egipcios (2000 a.n.e.) ingerían como alimentos principales el pan y la cerveza obtenida de la cebada y los ricos como los faraones comían cantidades excesivas de carnes, lo que unido a la ingestión de abundantes bebidas alcohólicas pudieran tener efectos nefastos sobre el funcionamiento del hígado solo contrarrestados al menos parcialmente por los antioxidantes contenidos en los vegetales.
En el caso de los romanos (siglo 1a.n.e.) los soldados se desgastaban rápidamente a pesar de que en la dieta estaban presentes el tocino, los embutidos y cereales abundantes como fuente energética; no obstante la actividad física constante y las carencias vitamínicas por falta de frutas y verduras frescas pudieron contribuir a este desgaste.
En el siglo Xll los monjes benedictinos se caracterizaron por una longevidad marcada entre sus miembros; su dieta estaba conformada por huevos, tocinos y en general una alimentación casi vegetariana y una actividad física notable impuesta por las reglas de su orden.
En el siglo XV los samuráis comían una dieta apropiada para su intensa actividad física a base de carbohidratos, contenidos en abundante arroz, así como carne salada y condimentos, brotes de soya y trigo pero como elemento negativo tenían la pérdida de vitaminas en el arroz descascarado. Por otra parte, ingerían pocas frutas y verduras frescas lo que pudo contribuir a la menor duración de la vida.
Ya desde el siglo pasado y a medida que se han ido perfeccionando los métodos de análisis de alimentos y ha aumentado el conocimiento de las interacciones de los distintos componentes de una dieta se ha logrado una mejor utilización de los alimentos de origen vegetal. Estos conocimientos han permitido diseñar metodologías más adecuadas para el procesamiento y conservación de los alimentos, tanto en el hogar, como en comedores de centros de estudios y hospitalarios y desde luego a escala industrial.
Estas razones antes mencionadas llevan a la reflexión de cómo cada día se hace necesario incrementar el consumo de determinados alimentos para garantizar una mayor calidad de vida y que los pequeños adquieran determinados hábitos alimenticios necesarios para su vida futura y que además se les prepare para su paso por la escuela. Múltiples estudios e investigaciones han revelado las potencialidades de desarrollo del niño desde que nace y se ofrecen variadas formas para su estimulación desde el seno del hogar y se ha corroborado el papel decisivo de la familia en las primeras edades, en lo referente a la formación o asimilación de hábitos de vida y de comportamiento social en sus pequeños hijos
La enorme necesidad que tiene la educación de los niños en las edades tempranas, tanto desde una perspectiva educacional como familiar, es de gran importancia para todo su posterior aprendizaje y desarrollo. Las ideas pedagógicas de los pioneros en la educación de los niños, es decir A Comenius (1592-1670), J.J. Rousseau (1712-1778), J. H. Pestalozzi (1746-1827), F. Froebel, María Montessori, reafirman lo planteado antes, aunque solamente se ve el papel de la educación familiar desde la posición de la madre, no viendo la preparación de cada uno de los miembros de la familia para que puedan lograr en sus hijas e hijos el máximo desarrollo posible en cada niña – niño. Además, no proyectan la preparación de la familia de una forma científica, organizada, planificada y dirigida a lograr su papel protagónico. No ven el papel del educador en la preparación de las familias; "saquen potencialidades y necesidades de sus niñas y niños".
Es necesaria para la formación de los Hábitos Nutricionales la adecuada preparación de parte de la familia, entendiéndose como "el proceso de preparación Familiar: Capacitar, orientar y controlar a las familias que lo necesitan de acuerdo a sus necesidades" como lo plantea Armas Amador (2008), vista la nutrición como la condición interna del individuo que se refiere a la disponibilidad y utilización de la energía y los nutrientes a nivel celular. Es el resultado principal del balance entre la necesidad y el gasto de energía alimentaría y otros nutrientes esenciales.
La nutrición humana los estudios se dirigen a conocer las necesidades de nutrientes que tienen el hombre y las enfermedades que se producen por la ingestión insuficiente o excesiva de estos. También se dedica al estudio de la calidad de los alimentos y de los cambios que se producen en estos durante los tratamientos tecnológicos a que son sometidos. Existen también varias enfermedades que aunque no son causadas por la ingestión inadecuada de nutrientes, sí pueden prevenirse con una dieta adecuada.
Se hace necesario enfatizar en la educación nutricional, como parte de la nutrición aplicada que orienta sus recursos hacia el aprendizaje, adecuación y aceptación de unos hábitos alimentarios saludables, en consonancia con los conocimientos científicos en materia de nutrición, persiguiendo el objetivo último de salud del individuo y de la comunidad.
Los primeros hábitos a formar son, indiscutiblemente, aquellos que están directamente relacionados con las necesidades básicas del niño, como son: la alimentación, el sueño, el aseo, estos deben crearse en una hora fija para condicionar el organismo.
Los factores que determinan la nutrición están relacionados con el consumo (hábitos y costumbres, nivel socioeconómico, salud y educación), con el gasto energético y con las reservas del individuo.
Los grupos básicos de alimentos son los siguientes:
ENERGÉTICOS: Necesarios para el mantenimiento de las funciones del organismo y el movimiento de los músculos. Aportan energía fundamentalmente. Los alimentos ricos en calorías son las grasas y los carbohidratos.
CONSTRUCTORES y REPARADORES: Necesarios para la formación y reparación de órganos y tejidos. Los alimentos ricos en proteínas son las carnes, los huevos, las leches y las leguminosas.
REGULADORES: Necesarios para la regulación de funciones del organismo. Proporciona vitaminas y minerales, agua y material de residuo. Los alimentos ricos en vitaminas y minerales son las frutas y los vegetales por lo que son considerados alimentos reguladores.
Una alimentación deficiente en vitaminas y minerales, puede tener un enorme efecto sobre la situación sanitaria, social y económica de la persona. El déficit de minerales nace de la interrelación de múltiples factores; por una parte, los gustos, los hábitos y las preferencias alimentarias, aminoran la diversidad y cantidad de elementos que se consumen, unido a que algunos minerales como el hierro, calcio, cinc, yodo, entre otros, no abundan sino solo en unos cuantos alimentos y, por si esto fuera poco, la mayoría de los minerales no se absorben bien, pues dependen de la presencia de otras sustancias que favorecen o intensifican su asimilación.
Por todo esto, una regla práctica que se ha de seguir, a fin de garantizar las vitaminas y minerales necesarios, consiste en comer diariamente variados vegetales, frutas, frijoles, granos, y leche, ya que no existe alimento perfecto que contenga todos los elementos nutricionales necesarios.
Si bien los programas de ayuda a la nutrición infantil están destinados a corregir diferencias específicas, estos han tenido un gran éxito, pero se limitan básicamente a aportar soluciones a corto plazo. Las soluciones a largo plazo dependen de la educación en materia de nutrición de la familia a partir de la modificación de su régimen y de los hábitos alimentarios y desde el punto de vista del estado, el enriquecimiento de los alimentos y la producción sostenible de alimentos ricos en micro nutrientes.
Para que el niño adquiera las normas y hábitos necesarios dentro de su nutrición es indispensable que los padres organicen su vida, es decir, que le establezcan un horario de vida. Si se desea que el niño forme un hábito, primeramente hay que mostrarle cómo debe actuar. El ejemplo que ofrecen los padres y demás adultos que viven con él es muy importante. Además, es fundamental ser persistente, constante y tener la suficiente paciencia para no decaer en el logro de este propósito.
Se insiste en que una vez que se han garantizado las condiciones y se le demuestra al niño lo que debe hacer, y se le explican los beneficios que va a obtener al consumir los alimentos, luego será necesario la repetición de esta actividad para que se fije en su conducta. Por último, los adultos aprovecharán estas primeras acciones del niño para reforzarlas y estimularlas de manera de crear en él motivaciones de hacer las cosas de esta manera. Hay niños que sufren de pérdida del apetito, alteraciones en el sueño, etc., por falta de organización de la vida familiar.
Se considera indispensable acostumbrar al niño a comer a una hora determinada. Esto hace que tenga apetito, que sienta hambre. Cuando el niño no come, es porque no tiene hambre. Si se le dan alimentos a deshoras, es lógico que luego no quiera almorzar y rompa así el hábito periódico que se le debe formar, provocándole el desgano.
El niño puede perder el apetito por una enfermedad que se gesta en su organismo o porque ya está enfermo. Si la mamá advierte esto y lo obliga a comer, está actuando mal, pues el niño empieza a asociar la comida con algo impuesto por sus padres y no la ve como el medio de satisfacer una necesidad propia de su organismo. Hay que tener en cuenta que los niños comen de acuerdo a su ritmo de crecimiento, a las demandas de su organismo, a las actividades que realiza. Se puede observar un aumento del apetito cuando se produce un crecimiento acelerado en el niño o cuando hace un gran despliegue de actividad.
Es en el colectivo familiar, donde se deben aprender y practicar los hábitos y normas positivas de convivencia social. Esto es posible a través de las relaciones que se establecen entre sus miembros. Son las relaciones familiares basadas en el amor y respeto mutuos las que ayudan a formar los hábitos alimentarios.
El niño debe comer junto a la familia y ver esta actividad como una ocasión agradable para compartir con sus padres. Tan pronto como sea posible éstos lo dejarán comer solo. Aunque se ensucie en un inicio, no deben regañarlo, sino ayudarlo y enseñarlo, teniendo en cuenta su edad y posibilidades. Debe comer lo que él realmente desee y, una vez terminada la comida, le retirarán el plato sin hacer alusión al posible desgano. Si ha comido bien y ya es capaz de hacerlo sin botar los alimentos ni ensuciarse, se le debe estimular y reconocer, ante los familiares los avances obtenidos. En ocasiones, resulta muy provechoso utilizar en estos casos expresiones con una gran carga afectiva.
Es bueno acostumbrar al niño a dormir la siesta. Después del almuerzo puede dormir dos o tres horas, que le permitirán reponer las energías gastadas durante las actividades de la mañana. Es muy provechoso formar estos hábitos que le propicien al niño, alternar períodos de vigilia y sueño.
Se considera que al estimular el desarrollo de esta actividad se debe posibilitar todo un desarrollo sensopercptivo en el niño que le ofrezca la oportunidad al introducir un alimento nuevo que lo mire, huela y pruebe en el momento en que es mayor su apetito para favorecer su aceptación. Esta manera de hacerlo cobra significación mayor en los menores que tienen necesidades educativas especiales en su comunicación y lenguaje producto de las escasas vivencias y el desarrollo deficiente del vocabulario que como regularidad padecen por lo que las familias de estos infantes deben aprender los modos prácticos más eficientes para a la vez que contribuyen al desarrollo de importantes hábitos nutricionales en sus hijos favorezcan el desarrollo del lenguaje y la comunicación.
Necesidades educativas especiales en la comunicación y el lenguaje. Importancia de un buen desarrollo de hábitos nutricionales
La necesidad de una adecuada nutrición en los niños y niñas con necesidades educativas en la comunicación y el lenguaje reviste una gran importancia, pues además de satisfacer las necesidades fisiológicas de alimentación que tiene el organismo, asegurar una actitud positiva hacia este proceso y de formar hábitos higiénicos culturales y nutricionales, favorece el conocimiento de elementos que rodean al niño, su designación, el reconocimiento de patrones sensoriales de tamaño, color y forma así como el desarrollo del tacto el gusto y de la masticación y la deglución.
En la Declaración de los Derechos del Niño que se enuncian en las Naciones Unidas se han reafirmado los derechos fundamentales del hombre y el valor de la persona humana que se expresan a través de sus diez principios donde se ven reflejado los menores con necesidades educativas especiales en la comunicación y el lenguaje cuando se plantea:
El niño sin excepción alguna ni distinción o discriminación por motivos de razas, color, sexo idioma, religión opiniones políticas o de otra índole disfrutaran de todos sus derechos.
El niño gozará de una protección especial y dispondrá de oportunidades y servicios, dispensados todo ello por la ley y por otros medios, para que pueda desarrollarse física, mental, moral, espiritual y socialmente en forma saludable y normal.
El niño tendrá derecho a crecer y desarrollarse en buena salud. Derecho a disfrutar de alimentación, vivienda, recreo y servicios médicos adecuados.
El niño física o mentalmente impedido o que sufra algún impedimento social debe recibir el tratamiento, la educación y los cuidados especiales que requiere su caso particular.
Uno de los pilares fundamentales sobre lo que descansa la salud es el estado nutricional óptimo. Se hace necesaria la vigilancia estricta de una alimentación adecuada para evitar el riesgo de sufrir trastornos nutricionales en las primeras edades por estar el organismo en crecimiento y desarrollo y porque durante este periodo de vida se establecen las bases del aprendizaje, del cual dependerá su futura capacidad intelectual.
La alimentación adecuada es uno de los índices y condiciones más importante para el desarrollo psíquico y fisiológico satisfactorio del niño y la niña, para el aumento de su fortaleza física y su mayor capacidad de resistencia a las enfermedades. Por tanto la calidad del proceso de alimentación tiene que ver directamente con la protección y salud de estos. Una alimentación adecuada incluye una dieta equilibrada en aportes de los tres nutrientes fundamentales proteínas, grasas y carbohidratos. Completa en el contenido de nutrientes incluyendo las vitaminas y los minerales. Esto es posible lograrlo si se ingiere cereales, viandas vegetales, frutas, carnes, pescado, huevo, leguminosa, lácteos, grasas, azúcar y dulces.
Las cantidades y forma de preparación difieren según las edades y el estado fisiológico y patológico en que se encuentren las personas. La niña y el niño no nacen preparados para ingerir, absorber y utilizar cualquier alimento. Varias características estructurales y funcionales del sistema digestivo maduran gradualmente y le ira permitiendo realizar las funciones antes mencionadas.
La alimentación adecuada es uno de los índices y condiciones más importante para el desarrollo psíquico y fisiológico satisfactorio de la niña y el niño, para el aumento de su fortaleza física y su mayor capacidad de resistencia a las enfermedades. Por tanto la calidad del proceso de alimentación tiene que ver directamente con la protección y salud de estos.
Las necesidades nutricionales son relativamente mayores en la infancia que en la edad adulta, si se expresan respecto al peso corporal, en las primeras edades es necesario brindarle la niña y el niño pequeñas cantidades de alimentos en frecuentes raciones durante el día, tomando en cuenta además, la incompleta dentición en estas edades, la pequeña capacidad del estómago así como la insuficiencia de los fermentos digestivos.
Si tenemos en cuenta que a partir de los 3 años de edad, aumenta la actividad física y el gasto metabólico es más elevado, por lo que deben ser estimulados, para que se alimenten igual que el resto de la familia y hacer las comidas principales junto con esta, lo que ayuda a su integración psicológica y socio-familiar y a crear hábitos sanos. El apetito es un buen indicador del estado de salud del niño. Si el niño es sano y una veces come bien y otras no, sin una causa visible, entonces la cusa probablemente hay que buscarla en la organización y funcionamiento del régimen alimentario de ahí lo importante de respetar los horarios que se deben establecerse para la alimentación de las niñas y las niños.
El momento de la alimentación de los menores es muy propicio para estimular su desarrollo personal y social. En todo el transcurso de la edad temprana este proceso varia, pero siempre ofrece la posibilidad para la adquisición de normas y costumbres adecuadas que van a favorecer el propio proceso nutricional, la satisfacción al ingerir los alimentos y la formación del inicio de hábitos adecuados.
Es necesario que cada familia conozca en que consiste la educación nutricional para introducir los conocimientos desde la más tierna infancia de sus hijos. Este tema propiciará que las mismas conozcan una vía mediante la cual se prepara al educando para la vida futura en plena correspondencia con el ambiente que le rodea. La orientación a ellas en este sentido los llevará a reflexionar a cuán importante son los procesos de alimentación y nutrición en la vida del hombre. Ellos garantizan su crecimiento y desarrollo adecuados dentro del seno de la sociedad, así como la comprensión de diversas enfermedades en todas las etapas de la vida.
Entre los 2 o 3 años las niñas y los niños pueden haber adquirido hábitos que favorecen y estimulen el proceso diario algo que no ocurren en nuestros menores por comenzar en nuestro circulo infantil a partir del tercer año de vida en su mayoría proveniente del hogar por lo que la familia de conjunto con la institución son los encargados de la organización de la nutrición de los pequeños, estableciendo los patrones adecuados en este sentido.
Las niñas y las niños menores de 6 años son muy susceptible de padecer algún tipo de malnutrición y es deber de la familia y el personal de la salud que labora en la institución el contribuir con accionas específicas para su prevención máxime si estamos en presencia de niñas y niños con necesidades educativas especiales.
La malnutrición comprende una serie de trastornos del estado de nutrición de la niña o niño. Unos se deben al exceso (sobre peso y obesidad) y otros por déficit, producida por desnutrición donde el consumo de alimentos, es insuficiente en minerales y vitaminas tan necesaria para el buen funcionamiento del organismo puede afectar gravemente el desarrollo físico y mental del niño tan necesario para que se produzca el desarrollo de la comunicación y el lenguaje en esta importante etapa de la vida. Las instituciones infantiles que se encargan de brindar atención educativa a estos niños y niñas conciben adecuadas estrategias para el desarrollo y potenciación de estos menores, donde se incluyen por su importancia la promoción de la salud.
Promover la salud significa dotar a los pueblos de los conocimientos, las vías y desarrollar la capacidad necesaria para buscar formas y adoptar comportamientos sanos, tarea en la que las instituciones desempeñan un importante papel y para el cual cuenta en Cuba, con el compromiso, la influencia y las decisiones políticas del Estado y de las instituciones.
La Promoción de la Salud se expresa como una estrategia, responsabilidad de los gobiernos, instituciones y de cada ciudadano que representa una mejor alternativa para extender el bien social y que los países en desarrollo logren más equidad, impulsando las iniciativas y acciones individuales y colectivas para vivir cada vez con más salud, mejorar continuamente, alcanzar bienestar creando las condiciones para una vida saludable, base fundamental para un mayor desarrollo intelectual y de las potencialidades personales.
La Educación Preescolar tiene como fin lograr el máximo desarrollo posible para cada niño y niña de 0 a 6 años considerando este como integral, abarca aspectos tan esenciales tales como: intelectual, comunicativo, el componente afectivo-emocional, los valores, las actitudes las formas de comportamiento y la nutrición.
El Ministerio de Educación (MINED) orienta entre las prácticas actuales de la pedagogía cubana, el trabajo con los programas transversales a través de las diferentes áreas del desarrollo dentro de los cuales se encuentra el Programa Director de Salud con el fin de lograr una mayor integralidad en el proceso educativo; profundizando en la dimensión educativa de dicho proceso, en la formación de sentimientos y cualidades en los educandos; o que les permitirá una integración a la sociedad, al mundo en que viven más plena y una mayor calidad de vida para ellos y las familias que formen en un futuro.
El Programa Transversal de Promoción y Educación para la Salud en el Sistema Nacional de Educación está dirigido a "perfeccionar el trabajo de promoción y educación para la salud en el Sistema Nacional de Educación; teniendo en cuenta que la salud como propósito pedagógico debe manifestarse en la actuación consecuente y diaria del hombre", el propósito es "Contribuir a fomentar una cultura en salud que se refleje en estilos de vida más sanos en niñas y niños, adolescentes, jóvenes y trabajadores en el Sistema Nacional de Educación."; siendo sus objetivos:
Fortalecer el tratamiento de los objetivos de salud mediante los contenidos de los programas de las diferentes enseñanzas.
Contribuir a la formación de valores, el desarrollo de los conocimientos, habilidades, hábitos y conductas de salud en las niñas y niños y adolescentes, para que sean capaces de asumir una actitud responsable ante la vida personal y objetiva.
Estimular el perfeccionamiento continuo del personal docente en ejercicio y en formación en materia de salud escolar.
Desarrollar trabajos e investigaciones científicas que contribuyan al enriquecimiento de la Promoción y Educación para la salud en el ámbito escolar.
Este programa se fundamenta en las siguientes concepciones teóricas y pedagógicas:
Se aborda tanto en la educación formal como en la no formal.
Forma parte de las direcciones principales del trabajo educacional.
Tiene un enfoque multisectorial y multidisciplinario.
Se desarrolla básicamente mediante las vías curricular, extracurricular y mediante la educación familiar y comunitaria.
Está presente en todos los componentes del proceso e enseñanza– aprendizaje (objetivos, métodos, contenidos, medios y evaluación).
Su contenido se expresa de forma lineal y concreta en los programas de estudio, atendiendo a las características de las diferentes asignaturas, disciplinas y niveles de enseñanza.
Se aplica en la ayuda metodológica conjunta y se inserta en sistemas de trabajo metodológico.
Es un objetivo de trabajo para los organismos técnicos y de dirección.
Potencia la integración médico pedagógica.
La necesidad de unificar estrategias educativas en cualquiera de los ámbitos en que se desarrolle el niño, lo cual presupone la preparación de las familias su estimulación para participar conscientemente en la formación de la personalidad del niño o niña. La educación a la familia suministra conocimientos, ayuda a argumentar opiniones, desarrolla actitudes y convicciones, estimula intereses y consolida motivaciones. Una eficiente educación a la familia debe preparar a los padres para su autodesarrollo, de forma tal que se auto eduquen y se autorregulen en el desempeño de su función formativa con sus hijos.
El propósito en el trabajo de educación familiar será el establecimiento de estrechas relaciones entre la familia y los centros educativos infantiles. Es necesario que la familia perciba a la institución como la que puede contribuir a prepararlos para resolver los problemas de la vida cotidiana: de sus interrelaciones familiares, de su convivencia diaria, de la educación de sus hijos, de otros aspectos de su formación, y así, cumplir con éxito la responsabilidad personal y social que entraña educar al ciudadano del futuro.
La educación especial y específicamente los círculos infantiles especiales se han propuesto a lo largo de los años objetivos de trabajo para optimizar el proceso educativo para ello es necesario lograr que los padres conozcan la importancia de la educación temprana, la forma de compensación de la necesidad y las posibilidades de desarrollo, características, causas y sus consecuencias por otras partes, ofrecen orientaciones precisas con la forma de relacionarse con el niño y estimularlo, además ofrecer orientaciones a los padres acerca de las actividades específicas que pueden desarrollar con sus niñas(os) y promover un adecuado desarrollo lo cual redundará en beneficio de todos.
Conclusión
El círculo infantil debe asumir su papel esencial en la preparación de las familias, con vistas a que puedan dar continuidad a la labor educativa en el hogar, pues, ellas resultan una oportunidad idónea para informarlos sobre las nuevas y mejores formas de realizar actividades con sus menores para apoyar y motivar el desarrollo del proceso educativo por lo cual se considera que una propuesta de actividades para la preparación familiar es determinante para su posterior interacción con el menor en el hogar y que debe estar en correspondencia con los objetivos, tareas y las leyes psicopedagógicas que rigen el propio proceso educativo.
Bibliografía
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Autor:
MsC. Hogla Herrera Torriente.
Lic. Rodney Kidman Nieves Armas
Lic. Yoelvis Castro Bruzón
Lic. Odalys Vázquez Liriano.
(Docentes de la Universidad de Ciencias Médica "Raúl Dorticos Torrados, Cienfuegos Cuba)