- Las etapas y las fases de una IAP
- Planteamiento de la investigación
- Recogida de información
- Constitución de la Comisión de Seguimiento
- Constitución del Grupo de IAP (GIAP)
- Introducción de elementos analizadores
- Inicio del Trabajo de campo
- Análisis de textos y discursos
- Entrega y discusión del Segundo Informe
- Realización de talleres
- Construcción del Programa de Acción Integral (PAI)
- Entrega del informe final
Joel Martí1
Las etapas y las fases de una IAP
En primer lugar presentamos dos cuadros: el primero de ellos sintetiza la estructura y principales etapas de una IAP; el segundo muestra un cronograma orientativo de la investigación, bajo el supuesto de un proceso desarrollado a lo largo de un año (11 meses). Evidentemente, el diseño de las fases y su duración variarán en cada contexto, pero sí que se pueden identificar unos ejes centrales en su desarrollo que constituyen el esqueleto de la IAP:
En primer lugar, la delimitación de unos objetivos a trabajar que responden a la detección de determinados síntomas (por ejemplo, déficits de infraestructuras, problemas de exclusión social, etc.).
A esta etapa de concreción le siguen otras de "apertura" a todos los puntos de vista existentes entorno a la problemática y objetivos definidos: se trata de elaborar un diagnóstico y recoger posibles propuestas que salgan de la propia praxis participativa y que puedan servir de base para su debate y negociación entre todos los sectores sociales implicados.
Esta negociación es la que da lugar a una última etapa, de "cierre", en la que las propuestas de concretan en líneas de actuación y en la que los sectores implicados asumen un papel protagonista en el desarrollo del proceso.
La puesta en marcha de estas actuaciones abre un nuevo ciclo en el que se detectarán nuevos síntomas y problemáticas, y en el que cabrá definir nuevos objetivos a abordar.
Cuadro 1. Etapas y fases de una Investigación Acción Participativa (IAP).
Etapa de pre-investigación: Síntomas, demanda y elaboración del proyecto. 0. Detección de unos síntomas y realización de una demanda (desde alguna institución, generalmente administración local) de intervención. 1. Planteamiento de la investigación (negociación y delimitación de la demanda, elaboración del proyecto). Primera etapa. Diagnóstico. Conocimiento contextual del territorio y acercamiento a la problemática a partir de la documentación existente y de entrevistas a representantes institucionales y asociativos. 2. Recogida de información. 3. Constitución de la Comisión de Seguimiento. 4. Constitución del Grupo de IAP. 5. Introducción de elementos analizadores. 6. Inicio del trabajo de campo (entrevistas individuales a representantes institucionales y asociativos). 7. Entrega y discusión del primer informe. Segunda etapa. Programación. Proceso de apertura a todos los conocimientos y puntos de vista existentes, utilizando métodos cualitativos y participativos. 8. Trabajo de campo (entrevistas grupales a la base social). 9. Análisis de textos y discursos. 10. Entrega y discusión del segundo informe. 11. Realización de talleres. Tercera etapa. Conclusiones y propuestas. Negociación y elaboración de propuestas concretas. 12. Construcción del Programa de Acción Integral (PAI). 13. Elaboración y entrega del informe final. Etapa post-investigación: Puesta en práctica del PAI y evaluación. Nuevos síntomas.
Fuente: Basado en el cuadro elaborado por T. Alberich "Ejemplos de fases y técnicas en la IAP" (no publicado
Cuadro 2. Cronograma orientativo. |
Meses 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 1.Planteamiento investigación 2. Recogida de información c c 3. Reunión Comisión Seguimiento (1) c c c c 4. Constitución del GIAP(2) c c 5. Elementos analizadores o 6. Inicio trabajo de campo c I Etapa 7. Primer informe a 8. Trabajo de campo c c 9. Análisis de textos y discursos a 10. Segundo informe a a II Etapa 11. Talleres o o 12. Programa de Acción Integral o o III Etapa 13. Informe Final a a |
o Talleres, jornadas, ruedas de prensa, etc. dirigidas a toda la comunidad. c Trabajo de campo y recogida de información. a Análisis de la información. (1) Reuniones posibles (para discutir las distintas etapas). (2) El GIAP se reúne regularmente, según convenga, de acuerdo con la programación del trabajo.
Planteamiento de la investigación
El planteamiento general de la investigación debe responder fundamentalmente a las siguientes cuestiones: ¿Para quién y para qué se hace? ¿Quién lo hace? ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Cuándo?. La primera pregunta exige plantearse cuáles son los objetivos "de fondo" de la investigación qué efectos tendrá sobre la comunidad y, por lo tanto, inicia un proceso de (auto)reflexión y negociación de la demanda que se está realizando. La segunda pregunta supone constituir el equipo investigador, equipo que generará todo el proceso que va a implicar progresivamente a otros actores sociales. Finalmente, las preguntas ¿por qué?, ¿cómo? y ¿cuándo? conviene que sean respondidas con la elaboración de un proyecto de investigación que defina cuáles son los objetivos que se persiguen, cuál va a ser la metodología seguida y en qué fases y tiempos se va a desarrollar.
(a) La negociación de la demanda. A la recepción de una demanda le sigue un proceso de debate y negociación con la institución demandante. En primer lugar, aclarando qué es lo que se pretende con ella, cuáles son sus fines político-ideológicos (por ejemplo, en una empresa, una metodología participativa puede ser utilizada para generar procesos organizativos que disminuyan la explotación del capital sobre el trabajo, pero también para aumentar la productividad y apropiarse de conocimientos no reconocidos en términos salariales ni de cualificación; en una comunidad, el estudio de las condiciones de vida de la población inmigrante puede ser un instrumento para reforzar la integración en el tejido social, pero también para justificar políticas excluyentes y represivas). En segundo lugar, conviene delimitar la problemática a trabajar y los objetivos generales del proyecto. En este punto es importante tener en cuenta dos factores: Frecuentemente, las demandas son ambiguas, difusas o bien centradas en temas sensibles y candentes pero que a su vez se agotan en sí mismos. En este sentido, es importante articular temas sensibles o generadores con temas en profundidad o integrales, los cuales deben estar presentes en el proyecto inicial y a lo largo de la investigación2. Estos temas son los que constituyen la base teórica de la IAP y se refieren a: a) Economía y empleo. b) Territorio y medio ambiente. c) Comunicación y participación. d) Sociopraxis (paso de los temas sensibles a lo temas integrales). No es el objetivo del capítulo desarrollar esta articulación entre temas sensibles y temas integrales (para ello nos remitimos a la bibliografía adjunta y, especialmente, a Villasante, 1998), aunque no por ello deja de ser un factor fundamental en el planteamiento teórico del tema tratado y en todo el diseño de la investigación.
La IAP no es mágica y nosotros tampoco, ni disponemos de todo el tiempo ni recursos del mundo. A veces, las demandas iniciales desbordan con creces las posibilidades reales de intervención; así, en determinados contextos en los que el tejido organizativo sea muy débil, va a ser dificultoso llevar a cabo metodologías participativas sin un proceso previo de dinamización social que llevaría mucho más tiempo; igualmente, determinadas demandas u objetivos pueden ser excesivamente ambiciosos para cubrirlos en una IAP de duración determinada. Por ello, es recomendable acotar los ámbitos a investigar y adecuarlos a las potencialidades reales de acción en el territorio.
(b) La constitución del equipo investigador Para la constitución del equipo investigador es útil tener en cuenta los siguientes puntos:
Conviene que el equipo sea lo suficientemente grande como para permitir el intercambio de puntos de vista, y a su vez lo suficientemente pequeño para que las dificultades de coordinación no impidan este intercambio (en un equipo formado por 5-7 personas se puede generar una buena dinámica de trabajo).
Un grupo heterogéneo, con personas de distintas procedencias, puede enriquecer notablemente la dinámica del grupo debido al intercambio de perspectivas y experiencias. Es importante que dentro del equipo haya personas con cierta experiencia y/o conocimiento del mundo asociativo, así como también en la utilización de métodos cualitativos.
Por contra, uno de los inconvenientes de esta heterogeneidad es que choquen distintas formas de trabajar y se bloquee la dinámica grupal. Para evitarlo, puede ser útil organizarse funcionalmente de la forma que resulte más adecuada según los distintos perfiles de cada un@, dedicándose unas personas en mayor medida a los contactos institucionales, otras al trabajo con la base social, otras al análisis del material de campo, etc. Sin embargo, es fundamental que en todo momento se dé el correspondiente intercambio entre los miembros, puesto que de lo contrario la posible sinergia de esta diversidad se verá truncada por una fragmentación de tareas que impide una perspectiva global del proceso.
La presencia en el equipo de profesionales pertenecientes a las instituciones demandantes es positiva en tanto que desde el principio se tiene un conocimiento previo del territorio y de las relaciones intergrupales existentes (algo especialmente valorable cuando el tiempo y/o los recursos previstos son limitados). Sin embargo, su posición (entre la sociedad civil y las instituciones con las que mantiene una vinculación laboral), no deja de ser delicada durante y después del proceso, lo que entraña cierto riesgo de "pragmatismo" y de inhibición de las potencialidades transformadoras de la metodología (al fin y al cabo, se están jugando el puesto de trabajo).
(c) La elaboración del proyecto de investigación Aunque los puntos de partida teóricos de la IAP suponen un diseño flexible y construido progresivamente a lo largo del proceso, cabría preparar una primera propuesta de investigación que sirva de base para el debate y discusión en la presesentación pública del proyecto.
El proyecto de investigación debería contener: 1) Demanda inicial y justificación de la investigación. 2) Objetivos generales, que tengan en cuenta las posibles limitaciones, tanto las asociadas a la naturaleza del territorio y a los objetivos propuestos como las referidas a los medios y recursos materiales y temporales de la investigación. 3) Diseño general en el que se propongan las fases a seguir y las técnicas que se utilizarían. 4) Cronograma en el que se temporalicen las fases del proceso (ver ejemplo en el apartado anterior).
Si el tema o los objetivos tratados son muy específicos y/o técnicos, puede plantearse la colaboración de expert@s extern@s en el tema en cuestión. El nivel ideal de esta colaboración sería una triangulación regular a lo largo de todo el proceso entre expert@s metodológic@s (equipo de investigación), expert@s convivenciales (vecin@s que forman parte del GIAP), y expert@s temátic@s; no obstante, y dado que esto puede suponer un coste excesivo, una alternativa es la de realizar algunas entrevistas exploratorias a expert@s para la elaboración del proyecto.
Una vez definido el proyecto, se trata de recopilar y trabajar con información general y específica sobre el tema y territorio que se está estudiando, con los siguientes objetivos:
Conceptualizar la problemática a partir de los objetivos planteados en el proyecto.
Obtener un conocimiento exploratorio de la población, el territorio y el tema tratado.
Contextualizar y contrastar el conocimiento que se produzca a lo largo del proceso con las informaciones y los datos existentes.
Disponer de las características de la población para la construcción de muestras teóricas en el diseño de técnicas cualitativas (ver apartado 8).
Por un lado, interesa conceptualizar la problemática, es decir, explicar qué es lo que estamos estudiando o, mejor, qué entendemos que es. Por ejemplo, si el tema estudiado es la juventud, conviene acercarnos al concepto de qué es "ser joven" (condición que en última instancia depende del contexto socio-cultural en el que nos encontremos), lo que llevará a preguntarnos qué significa "ser joven" en relación a aspectos de fondo (integrales) que tienen que ver con la posición que los distintos colectivos ocupan en la estructura social (jóvenes y mercado de trabajo, jóvenes y vivienda, jóvenes y familia, jóvenes y participación, etc.). Para ello podemos recurrir a la bibliografía existente y a entrevistas con experta (técnicas, académico, etc.), así como a datos estadísticos disponibles. No se trata de atragantarse con todos los libros y artículos que se hayan publicado sobre el tema (no somos ratas de biblioteca), sino de escoger algunos que sepamos (o nos hayan dicho) que son significativos en la materia. Tampoco se trata de obtener un conocimiento que sea verdadero (la verdad no existe), sino de contrastar distintas formas y perspectivas de afrontar un mismo tema y, en última instancia, posicionarnos en un enfoque que sea pertinente a los objetivos propuestos y a las finalidades que con ellos se persiguen.
También debemos acercarnos a la situación concreta sobre la que queremos intervenir, tanto a nivel general (características del territorio y de la población) como específicamente entorno al tema abordado. Serán aquí de utilidad documentos proporcionados por las administraciones locales y movimientos sociales (siguiendo con el ejemplo de juventud, será de interés el obtener documentación sobre la política de juventud desarrollada en el territorio pero también, y en la línea de contrastar constantemente distintas posiciones y puntos de vista, fanzines y contrainformaciones producidas desde movimientos y colectivos alternativos). Paralelamente, la búsqueda de información es una buena excusa para dar a conocer lo que se está haciendo y para empezar a ponerse en contacto con distintos grupos de la comunidad. Para ello se necesita un metodología en esto tambie se puede usar Métodos educativo e informativo demostrativo informativo Cualitativo, demostrativo , educativo e informativo, visual demostrativa, dinámico dependiendo las actividades que se pueda realizar conjuntamente con la comunidad o personas objetivas.
Se trata también de obtener datos estadísticos generales que, normalmente, suelen estar ya tratados y disponibles a nivel local y que permiten un mayor acercamiento al contexto y a la composición social del territorio y población, así como a la temática específica. Estos datos pueden ser de naturaleza poblacional y general (censos y padrones o grandes encuestas sobre condiciones de vida como la "Enquesta de la Regió Metropolitana de Barcelona") o bien de carácter mucho más concreto (estadísticas sectoriales de recursos sociales, registros locales creados con finalidades administrativas, etc.)3. Lo mismo que antes se ha dicho para los libros sirve también para los datos: no se trata de recopilar y trabajar todos los datos existentes, sino que es importante ser consciente de los recursos y tiempo disponible que se está dispuest@ a dedicarles en relación a la información que se desea; por ejemplo, obtener una pirámide de población de un municipio es relativamente fácil porque en la mayor parte de los casos ya está elaborada, pero tampoco esperemos que nos dé la clave de todos los problemas: la información que de ella se pueda extraer no irá mucho más allá de situarnos en contexto y de una cuantificación de lo que ya es conocido en términos aproximativos; en cambio, analizar las fichas en las que se registran las actuaciones de los servicios sociales locales seguramente nos proporcionará un conocimiento muy valioso sobre el perfil de la población afectada y los tipos de diagnóstico e intervenciones realizadas, pero exigirá más tiempo y un conocimiento previo de análisis de datos. Es aconsejable dejar este tipo de tratamientos en profundidad para el final del proceso, cuando se elaboren propuestas de actuación y, con ellas, se proponga medir la incidencia actual y futura de determinados fenómenos a partir de indicadores basados en procesos cualitativos y participativos previos (ver apartado 12).
Constitución de la Comisión de Seguimiento
La Comisión de Seguimiento (CS) reúne a todas las entidades potencialmente interesadas en debatir el proyecto en cada una de sus etapas. En este apartado vamos a sintetizar sus características principales; en el capítulo de Basagoiti y Bru puede encontrarse un mayor desarrollo de las mismas.
(a) Composición. Equipo investigador, representantes del tejido asociativo y de la administración (polític@s y técnic@s). El número de integrantes no es fijo, sino que variará en cada territorio y momento del proceso. La idea es que, a medida que la investigación llegue a más sectores sociales organizados, éstos se vayan integrando en las siguientes reuniones de la CS. Es útil que un@ de l@s técnic@s presentes en la CS ejerza de contacto/interlocución con la institución demandante (en algunos casos es posible que sea integrante del propio equipo investigador), con el objetivo de proporcionar los contactos, informaciones y datos que sean necesarios a lo largo de la IAP.
(b) Objetivos generales de la Comisión de Seguimiento. Realizar el seguimiento, supervisión y reorientación de la investigación. Plantear y debatir los puntos de vista de los representantes institucionales y asociativos entorno al tema tratado. Debatir y negociar propuestas.
(c) Proceso. La frecuencia aproximada de reunión es bimensual o trimensual (como mínimo, una primera reunión para constituirse y presentar el proyecto, y tres más para discutir cada una de las etapas). Es importante que la CS no interfiera en el día a día de la investigación, no porque no se quiera la participación de los dirigentes, sino porque su presencia constante podría alterar el contacto con la base social. Será útil que uno o dos miembros del equipo investigador ejerzan de "secretari@s", recogiendo las intervenciones del debate y anotando cualquier aspecto que sea relevante en la relación entre l@s participantes (quién está al lado de quién, quién habla con quién, miradas de complicidad, etc.).
(d) Objetivos específicos de la primera reunión de la Comisión de Seguimiento. Constitución formal de la CS. Presentación de la metodología y discusión del proyecto de investigación Inicio del diálogo entre los actores sociales con el fin de avanzar hacia objetivos específicos. Delimitación, por parte del equipo investigador, de los principales posicionamientos en torno al tema tratado. Es importante que los miembros de la CS se comprometan a dar publicidad a la investigación, con el fin de que en las posteriores reuniones se puedan ir incorporando nuevas asociaciones e instituciones.
Constitución del Grupo de IAP (GIAP)
El Grupo de Investigación Acción Participativa (GIAP) es un grupo mixto formado por el equipo investigador y vecin@s de la comunidad que tiene por objetivo participar de forma activa en el día a día del proceso. En el capítulo de Basagoiti y Bru se desarrollan con mayor profundidad las características y funcionamiento del GIAP (véase especialmente el cuadro comparativo entre el GIAP conformado, el GIAP informado y la Comisión de Seguimiento).
(a) Composición. Equipo de investigación y vecin@s que se comprometen a colaborar activamente a lo largo del proceso. Se puede constituir un GIAP a partir de 3 personas, aunque es recomendable que el número de vecin@s que se incorporen no sea menor al del número de miembros del equipo investigador que asista a las reuniones de trabajo, para no provocar una excesiva superioridad de una parte sobre otra. La captación de vecin@s se puede iniciar en la primera reunión de la Comisión de Seguimiento, pero es importante que no se apunten presidentes ni dirigentes comunitarios, sino gente de la base asociativa (especialmente mujeres y jóvenes) y no asociada.
(b) Objetivos A diferencia de la Comisión de Seguimiento, de la que no se desea una implicación regular ni excesivamente cercana, en el caso del GIAP se pretende constituir un grupo de trabajo que asuma una alta corresponsabilidad y protagonismo a lo largo del proceso, tanto por lo que se refiere al diseño de la investigación, como al análisis de los materiales de campo y a la capacidad para elaborar propuestas y generar procesos en la comunidad. Aunque, en última instancia, el grado de implicación que los miembros del GIAP estén dispuestos a asumir determinará en gran medida la capacidad/disponibilidad de análisis y acción del propio grupo, los objetivos a perseguir son los siguientes: En cuanto al diseño de la investigación Realizar el seguimiento cotidiano y discusión crítica del proceso investigador. Proporcionar conocimientos contextuales sobre el territorio e informaciones básicas de la comunidad. Mapear de la situación4: representar las redes sociales y los objetivos declarados de los diferentes grupos, con el fin de conocer cuáles son los principales posicionamientos y, por tanto, cuáles son los grupos y personajes clave a entrevistar. Proporcionar y realizar contactos con la base social de la comunidad. En cuanto al análisis de los materiales de campo Realizar la contextualización y lectura crítica de los discursos, a partir del conocimiento cotidiano que como vecin@s poseen. En cuanto a generación de procesos en la comunidad Generar procesos de autoformación. Discutir y elaborar propuestas. Transformarse en "grupo para sí" más allá del proceso de investigación, desarrollándose como plataformas estables dinamizadoras de la comunidad y asumiendo la realización, evaluación y retroalimentación de los proyectos elaborados.
(c) Proceso La frecuencia de reuniones variará según el tipo de grupo y el momento de la investigación, pero por término medio podemos contar con reuniones semanales o quincenales. Es importante que el equipo investigador asuma, sobretodo en las primeras etapas del proceso, un papel más activo y a la vez dinamizador del grupo. Aunque el objetivo del GIAP es llegar a un grupo "conformado" (grupo estable con identidad propia y con alta capacidad de interlocución, reflexión y acción) hay que ser consciente que en determinados contextos no logra traspasarse la barrera de un grupo "informado" (conjunto de personas con menor disponibilidad y compromiso que siguen el proyecto con cierta asiduidad y que ejercen de informantes cualificados). Igual que en el caso de la Comisión de Seguimiento, de los debates mantenidos en el GIAP se puede dejar constancia en un documento que sirva de material de análisis.
Introducción de elementos analizadores
En esta primera etapa es importante introducir determinados acontecimientos o analizadores construidos planteados en el propio proceso de investigación que provoquen algún impacto en la comunidad. Formalmente, los analizadores construidos "desbloquean el poder psíquico y provocan una acción/reflexión de y sobre la sociedad" (Alberich, 1998, pág. 36). Si en las fases anteriores se había incidido especialmente en las dimensiones investigadoras y participativas de la IAP, este momento es fundamentalmente de intervención y acción: se trata de generar reacciones, movimientos y, en definitiva, praxis, que permitan deconstruir y "abrirse" hacia nuevas situaciones y puntos de vista.
(a) Objetivos. Difusión, movilización, implicación y participación de la comunidad, promoviendo la acción/reflexión. Captación de nuevas asociaciones e instituciones para la participación en la investigación y, particularmente, en la Comisión de Seguimiento. Paralelamente, el impacto social y las reacciones que se generen pueden ser también un elemento susceptible de análisis (y, por tanto, es útil registrarlo de alguna forma como material de observación).
(b) Proceso. Si bien la propia constitución de la Comisión de Seguimiento o la realización del trabajo de campo intervienen sobre la realidad social y, por tanto, son ya analizadores construidos, otros posibles analizadores que se pueden introducir son: Rueda de prensa de presentación de la investigación. "Desembarco" en la calle con grabadoras de audio y vídeo. Talleres con expertos convivenciales. Asamblea de vecin@s. Conciertos y otras actividades culturales, deportivas, etc.
La primera fase del trabajo de campo consiste en la realización de entrevistas semiestructuradas a representantes políticos, personal técnico y representantes asociativos. En otros capítulos del libro se desarrollan en profundidad las bases metodológicas y características de los distintos tipos de entrevista, por lo que aquí nos limitaremos a dar unas indicaciones básicas para su diseño y realización.
(a) Objetivos. Obtener informaciones sobre el territorio y la problemática tratada, e identificar analizadores históricos5. Conocer las (percepciones sobre las) relaciones que se establecen entre el poder local, los grupos organizados y la base social. Identificar los discursos, propuestas y estrategias de la minoría dirigente.
(b) Selección de las personas a entrevistar.
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Se trata de cubrir el abanico más amplio posible de opiniones y puntos de vista. Si las asociaciones e instituciones presentes en la comunidad son pocas, se puede entrevistar a todas. Si no es posible, conviene realizar una muestra teórica en la que queden representados los diferentes posicionamientos. No se trata de que esta muestra teórica sea estadísticamente representativa de nada, sino que realmente dé cuenta de los distintos intereses y discursos que puedan estar en juego entorno una problemática determinada.
Una herramienta fundamental para identificar previamente estos posicionamientos es un mapa social (sociograma o mapa comunitario) en el que se dibujen las asociaciones e instituciones conocidas, en relación a las posiciones y objetivos.
El riesgo de partir únicamente de informaciones de la Comisión de Seguimiento y el GIAP a la hora de elaborar este mapa es que el planteamiento de la investigación se puede sesgar en el sentido de sus propios prejuicios. Por ello es importante triangular con los puntos opuestos de opinión; es decir, además de conocer la posición del demandante y de l@s vecin@s colaboradores, hay que intentar entrevistar a aquellas entidades y dirigentes que puedan tener posiciones y discursos en conflicto con los anteriores e introducir en la entrevista preguntas sobre los otros grupos.
Cuadro 3.
El mapa social reflejando posiciones y posicionamientos Objetivos y posicionamientos (proyectos, estrategias, ideologías) Posiciones sociales (estructura de clases y bloques sociales) Administración CS/GIAP Rivales/opositores Fuente: Basado en Villasante, 1998, vol. II, pp. 96-97.
Las formas de contactar con las personas a entrevistar variarán en cada caso; inicialmente se suele partir de bases de datos de entidades y de contactos directos de la Comisión de Seguimiento y el GIAP; progresivamente se puede utilizar la técnica de "bola de nieve", que consiste en que las personas entrevistadas nos ponen sucesivamente en contacto con otras.
La muestra teórica puede enriquecerse a lo largo de la investigación, según se vaya completando el mapa social desde la información recogida en la Comisión de Seguimiento, el GIAP y las entrevistas. Probablemente, el hablar con determinados informantes enriquecerá el mapa social y nos guiará a otros informantes clave. Por ello, es aconsejable no "cerrar" la muestra de personas a entrevistar en esta fase; a lo largo de la investigación se pueden seguir haciendo nuevas entrevistas conforme vayan emergiendo nuevos matices y posicionamientos.
A pesar de que en las técnicas conversacionales no existe un criterio rígido sobre cuántas entrevistas realizar, generalmente se introduce el principio de saturación (Glaser y Strauss, 1967): cuando la información que dan las personas/grupos es reiterativa, significa que no hay más discursos y que, por tanto, no vale la pena realizar más entrevistas. Como mínimo deben hacerse unas 8-10 entrevistas, con el objetivo de que queden recogidas tanto las posiciones institucionales como las de los principales grupos organizados. (c) Elaboración de la guía de entrevista.6 Es necesario elaborar una guía previa que contenga los objetivos perseguidos y los temas y subtemas que han de cubrirse en la entrevista. A veces se añade también un guión de posibles preguntas orientativas, relativamente abiertas, para que sirvan de ayuda durante la conversación, lo que no implica que se tengan que formular tal y como están redactadas ni en el mismo orden; lo fundamental es priorizar la fluidez y naturalidad en la conversación. Aunque el guión no sea sistemático, se tienen que tener presentes en todo momento los objetivos y los temas que deben aparecer, por lo que el éxito de la entrevista dependerá menos de las preguntas mismas que de la capacidad de concentración y conducción en el momento de realizarla (Quivy, 1992). A pesar de que la guía de entrevista dependerá de los objetivos concretos en cada caso, unas indicaciones generales serían: Introducir los temas de la forma menos dirigida posible, para ir dirigiéndolos progresivamente si no emergen de forma espontánea. Facilitar la emergencia de los temas y discursos más tópicos al principio de la entrevista ("el ayuntamiento no hace nada", "aquí lo que falta es más policía", "los jóvenes son unos pasotas", etc.), para que a lo largo de la conversación se pueda crear un entorno de mayor profundización. Introducir analizadores históricos7. Es importante que el equipo de investigación haya estudiado previamente el analizador en cuestión, para poder contextualizar y contraponer los diferentes discursos. Dejar para el final de la entrevista las preguntas referidas a redes sociales (relaciones entre administración, entidades y grupos, conflictos personales, etc.). La entrevista debe registrarse de alguna forma (vídeo, cassette) para poder ser analizada posteriormente. No obstante, al apagar la grabadora frecuentemente se producen fuertes descargas conversacionales en las que emergen confesiones y discursos muy valiosos; conviene anotar estas ideas antes de que se olviden (respetando, evidentemente, el entorno de confidencialidad en el que se han realizado). Hay que prever una duración aproximada de una hora.
(d) Realización. En general, es mejor que la entrevista sea realizada por una sola persona, con el fin de facilitar el entorno de empatía que requiere una conversación de este tipo; si la realizan dos personas, una se puede centrar en el seguimiento del guión y la formulación de las preguntas y la otra en tomar notas de campo y en añadir o incidir en determinados momentos de la conversación. En otros capítulos de esta publicación se profundiza en los elementos a tener en cuenta en el desarrollo de la entrevista; otros aspectos prácticos, "tácticas" y estrategias retóricas pueden 7. Entrega y discusión del Primer Informe.
Se trata de un informe provisional de autodiagnóstico, para su discusión en la Comisión de Seguimiento (si no se puede presentar por escrito, es útil redactar un guión que sirva de base para el debate). La discusión de este primer informe obedece fundamentalmente a dos objetivos: Por una parte es un punto de llegada para la información exploratoria recogida hasta ese momento; por otra, la propia discusión también sigue "abriendo" más información: Enriqueciendo, matizando o discutiendo las conclusiones extraídas; recogiendo nuevos posicionamientos sobre los temas tratados; perfilando el mapa social y rediseñando el trabajo de campo; etc.
Este informe incluye: Finalidades de la investigación. Base epistemológica/ideológica y objetivos últimos de la investigación. Objetivos generales y específicos. Incluye la justificación de cómo y por qué se ha concretado/reorientado la demanda inicial hacia los objetivos actuales. Autodiagnóstico. A partir de la documentación y datos recogidos, el mapa social y una primera lectura de las entrevistas realizadas8. Diseño de la investigación. Métodos y técnicas previstos y cronograma.
8. Trabajo de campo
Una vez se ha presentado el diagnóstico y, si cabe, revisado su orientación, se continúa con el trabajo de campo. Por una parte, se pueden realizar nuevas entrevistas a representantes institucionales y asociativos a partir de nuevas informaciones y del enriquecimiento del mapa social; por otra, se trata de realizar grupos de discusión o bien otros tipos de entrevistas grupales a la (a) Objetivos
Conocer los discursos que se re-producen desde distintas posiciones sociales entorno a: identidades e imágenes asociadas a personas, grupos e instituciones, y relaciones que se establecen entre los mismos; puntos de vista entorno a la problemática abordada; lógicas de acción, proyectos y estrategias explícitas e implícitas; estructuras de sentido, valores y normas. Generar procesos de auto-reflexión y movilización.
(b) Selección de las personas a entrevistar.
Para la elaboración de la muestra teórica es necesaria una aproximación al universo de l@s entrevistad@s potenciales (base social) a partir de las informaciones disponibles. Puede tratarse de una aproximación cuantitativa mediante las estadísticas poblacionales recogidas en la primera etapa, pero también cualitativa, a partir del conocimiento de la comunidad que se ha adquirido a estas alturas del trabajo, delimitando los perfiles sociales a muestrear (que, en última instancia, responden a distintos intereses y posicionamientos frente a la problemática). A pesar de que la elección de estos perfiles dependerá del objeto y objetivos de cada investigación, en términos generales podemos hablar de tres factores básicos de segmentación social: edad, género y clase social. Además, se pueden introducir otros criterios de división en base a cualquier factor que segmente a la población en relación al territorio y a la temática tratada (factores étnicos, vecinales, etc.).
Se trata de configurar grupos de discusión relativamente homogéneos respecto a estas características bajo la hipótesis de que, al compartir determinadas posiciones sociales, reproducirán discursos similares. El número de participantes por grupo es de entre 5 y 9 personas.
Paralelamente, es necesaria cierta hetereogeneidad entre los miembros de un mismo grupo para que se establezca un marco de debate, puesto que un excesivo acuerdo inhibe la comunicación grupal.
Es importante realizar varios grupos con el fin de poder contrastar distintas posiciones discursivas, aunque en última instancia el número total a realizar variará en cada contexto. Por ejemplo, si se trata de saber cuáles son los puntos de vista existentes sobre un plan de renovación urbanística, considerando un territorio socialmente homogéneo, será conveniente realizar, al menos, tres grupos: uno con jóvenes, otro con mujeres adultas y otro con hombres adultos (en cada uno de estos tres grupos deberían haber miembros de distintos perfiles sociales: trabajador@s estables y en precario, inactiv@s, estudiantes y en paro, distintas edades, asociad@s y no asociad@s, etc.). Si el territorio fuera socialmente más heterogéneo se podrían realizar tres grupos de clases medias y tres más de clases trabajadoras. En cambio, si los recursos son limitados y lo que interesa es algo mucho más concreto (por ejemplo, "¿por qué la juventud del distrito no participa en la asociación de jóvenes?"), se puede realizar un sólo grupo de jóvenes si en él se da cabida a miembros de los distintos colectivos implicados (Alberich, 1998).
La captación de las personas a entrevistar se puede iniciar a partir de cualquier contacto realizado (GIAP u otros informantes) y proseguir mediante la técnica de la bola de nieve. base asociativa de la comunidad y a la base informal9. En este apartado nos centraremos en el diseño de grupos de discusión, por ser la técnica más frecuentemente utilizada.
(d) Realización. El grupo puede estar moderado por una o dos personas, que deben proponer los temas a debatir de forma "objetivada" (simulando la supuesta neutralidad científica y sin introducir juicios de valor) y mantener una función de conducción que provoque la reflexión y discusión, interviniendo lo menos posible (únicamente para canalizar el debate y, en el caso que sea necesario, mantener el "orden" conversacional, evitando conversaciones paralelas o castrando intentos de monopolizar la conversación por parte de líderes). En el capítulo "Dinámica, funcionamiento y contenido de las entrevistas individuales y grupales" se profundiza en estos aspectos.
Con el objetivo de profundizar en las dinámicas inter e intragrupales, otra herramienta que se puede emplear en el trabajo de campo es la observación participante, de la que pueden encontrarse desarrollos en Blanchet et al. (1989) Delgado y Gutiérrez (1994) o Ruiz Olabuénaga (1996), entre muchos otros. La observación se puede considerar como una técnica que se diseñe y realice en si misma (por ejemplo, participando en una serie de actividades que reflejen las distintas dinámicas presentes en el territorio delimitadas previamente en un muestreo teórico) pero también puede realizarse de forma no sistemática a lo largo de todo el proceso. En este segundo sentido, entendemos que la observación no es una opción metodológica por la que podemos o no decantarnos, sino un elemento indispensable e ineludible que tiene que estar presente de forma transversal y continuada a lo largo de una IAP: durante la investigación, el equipo participa de la vida cotidiana del barrio al introducir analizadores, al realizar talleres, al hacer entrevistas y grupos de discusión, al reunirse con la Comisión de Seguimiento y el GIAP, al tomar una cerveza cuando las reuniones terminan, etc. Todas estas interacciones, informaciones, ideas, vivencias, … que pueden ser tan sugerentes como las que queden registradas en una cinta de cassette o de vídeo, complementan y enriquecen el conocimiento y la praxis que generamos y, por lo tanto, es importante que queden guardadas de alguna manera (en un bloc de notas y, si esto no es posible, en una mirada de complicidad o en cualquier otro medio que se nos ocurra en el momento), para ser posteriormente sintetizadas en papel y analizadas conjuntamente con el resto de la información.
Análisis de textos y discursos
Una vez realizado el trabajo de campo (entrevistas individuales y grupales, observación y notas de campo, informes de las Comisiones de Seguimiento y del GIAP), llega el momento de "procesar" todo este conjunto de información. Esta fase consta, como mínimo, de dos niveles o momentos: preparación de los datos (transcripción y organización de todos los materiales producidos), y tratamiento de su contenido (proceso en el que confluyen, retroalimentándose, elementos analíticos por una parte, e interpretativos por otra). (a) Criterios de transcripción de materiales. Para cada uno de los materiales es útil introducir una "ficha técnica" con: Fecha y lugar de realización; nombre de l@s participantes (para las entrevistas individuales y grupales se puede incluir la descripción de la persona o grupo entrevistado, según los criterios de selección de la muestra); duración; notas de campo (comentarios que se consideren relevantes sobre la situación, su dinámica, el lugar de realización, posibles incidencias, etc.). En el caso de las entrevistas la transcripción debe ser literal, dejando márgenes suficientes a la izquierda y derecha de la hoja para poder realizar las anotaciones pertinentes durante el análisis (códigos, ideas, conceptos, discursos, etc.) e incluyéndose los códigos de transcripción utilizados, tal y como se muestra en el Cuadro 4: Cuadro 4. Ejemplo de transcripción de entrevista
Margen para Codificación
Siempre he sido una persona que, me pongo muy nervi cuando algo sale mal: quiero, si me dicen: "hazlo en una hora" [da un golpe en la mesa], pues si puedo ((terminarlo)) en tres cuartos, mm , me gusta, ser cumplidor (4) y estar, hacer lo mejor que uno pueda.
Margen para Codificación
Códigos de transcripción utilizados: ((fallo)) Posiblemente dicho Pausa (si se considera relevante se puede añadir la duración) [da un…] Comentarios sobre lenguaje no verbal (4) Longitud aproximada del material ininteligible (en sílabas)
En el caso de los otros materiales de campo (actas de reuniones, conversaciones informales, etc.) se puede hacer un resumen con su contenido. En estas transcripciones es útil distinguir entre dos tipos de informaciones: por un lado las más "objetivables" (hechos, intervenciones, etc.) y, por otro, aquellos comentarios e interpretaciones que creamos relevantes, para que puedan ser compartidos y discutidos por tod@s.
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