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El ambiente de aprendizaje andragógico. Una aproximación conceptual (página 2)


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Las materias que se manejan alrededor del concepto en referencia, constituyen elementos de base para fortalecer la teoría y práctica andragógica en pro de una educación de adultos innovadora, productiva y de óptima calidad.

MÉTODO

Este trabajo se refiere específicamente a una investigación documental de tipo interpretativo, sin ser exhaustiva, en el que se consideran como fuentes de información a analizar los escritos de varios autores que hacen referencia a los aspectos: ambiente, ambiente de aprendizaje, Andragogía y temas pertinentes.

En esta oportunidad se intenta llamar la atención acerca de nuevos aspectos esenciales intervinientes en la educación de las personas adultas, en lo que respecta al Ambiente de Aprendizaje Andragógico. Se cree que de esta manera se contribuye en dar a conocer a la comunidad académica respectiva, algunos elementos innovadores que coadyuvan en el proceso de cambio del concepto de Andragogía en lo que respecta a la teoría y praxis correspondientes.

Ambiente

Cuando se analizan las prácticas educativas globalmente y en particular con personas adultas, surge la necesidad de considerar el factor ambiente, concepto complejo que ha sido abordado por muchas instituciones y profesionales que intentan definirlo en función de sus objetos de estudio. Según la Universidad Nacional Abierta, UNA, (2005): "…el ambiente es un conjunto de componentes físicos, químicos y biológicos interrelacionados con otros componentes de orden social, cultural, tecnológico y económico entrelazado en relaciones de dependencia y dinamizados por el fluir de energía." (p. 38).

Con respecto a la significación etimológica, Mirabal (1992), señala:

Ambiente: (Lat. Ambire = ir alrededor). Todo aquello, físico o social, cultural o histórico, que rodea e impregna al ser por completo. Medio en el cual se encuentra un individuo momentáneamente o en el que vive. De acuerdo con los casos, el ambiente es bueno o nocivo, pero jamás indiferente. (p. 22)

Derivado del origen latino del vocablo, en la Enciclopedia Visor 1999, el ambiente se define: "Conjunto de circunstancias que acompañan o rodean la situación o estado de una persona o cosa."

En las acepciones precedentes se resalta la relación con lo exterior; es decir, cualquier factor que sea ajeno a la conformación física del hombre, considerado éste en sus escenarios, natural, social y cultural, forma parte de su ambiente o espacio de convivencia.

Ambiente de Aprendizaje

La frase ambiente de aprendizaje exhorta a considerar al ambiente como ente que interacciona con las personas, coadyuvando para que estas se desarrollen saludablemente, aprendan y se eduquen de manera adecuada.

Entre las definiciones de algunos autores que se han especializado en el área de incumbencia ambiente de aprendizaje, figuran:

García Cano (s/f), "En general, se puede entender el ambiente como un entorno dinámico, con determinadas condiciones físicas y temporales, que posibilitan y favorecen el aprendizaje o desarrollo de las dimensiones del ser humano dependiendo, de su edad." (p. 4).

La autora en referencia considera al ambiente como un entorno cambiante, físico temporal, en el que se desarrollan las dimensiones humanas (aprendizaje) dependiendo de las edades de los participantes.

Martínez (2003), expone: "La Andragogía. Este criterio establece, con base en la investigación sobre el aprendizaje adulto, que corresponde a la persona que aprende, tomar las decisiones sobre los aspectos básicos de su proceso de aprendizaje: objetivos, método y evaluación formativa." (p. 3).

Entre los criterios de diseño de los ambientes de aprendizaje que establece la autora, figura la Andragogía resaltando al adulto que aprende, cuando señala que éste participa tomando decisiones, en la conformación del ambiente, en lo que respecta a los objetivos, al método y la evaluación.

Andragogía

La Andragogía, considerada como Ciencia y Arte de la Educación de Personas Adultas, dispone de elementos con los que es posible materializar, de manera productiva y óptima, el respectivo proceso de facilitación de los aprendizajes tomando en cuenta, para esto, los legados de las bases teóricas y praxis correspondientes en ambientes de aprendizaje adecuados.

Cuando se intercambian ideas, criterios, hipótesis y experiencias en torno al aprendizaje andragógico, se entiende que: es un proceso de interacción mutua entre los Participantes y el Facilitador, en ambientes físicos destinados a tal fin y proporcionados por la institución educativa, caracterizado por los elementos fundamentales de la praxis andragógica.

Definición de Andragogía

Para Alcalá (2007):

La Andragogía es la ciencia y el arte que, siendo parte de la Antropogogía y estando inmersa en la Educación Permanente, se desarrolla a través de un hecho sustentado en: la institución educativa, el ambiente, el contrato de aprendizaje, la didáctica, la evaluación y el trabajo en equipos, cuyo proceso, al ser orientado con el fin de lograr horizontalidad, participación y sinergia positiva por el Facilitador del aprendizaje, permite incrementar el pensamiento, la autogestión, la calidad de vida y la creatividad del Participante adulto, en cualquiera de sus etapas vitales, con el propósito de proporcionarle una oportunidad para que logre su autorrealización. (p. 56).

En la definición precedente, que ha surgido como resultado de los cambios que ha experimentado el proceso de facilitación de los aprendizajes en los adultos, el autor considera, entre otros elementos, la institución educativa, el ambiente, el participante y el facilitador, como factores interactuantes importantes en la praxis educativa de los adultos.

En este mismo orden de ideas, Alcalá (ob. cit.), afirma: La praxis andragógica se sustenta en los siguientes elementos: (a) Institución Educativa. (b) Participantes. (c) Facilitador. (d) Ambiente de Aprendizaje. (e) Horizontalidad. (f) Participación. (g) Contrato de Aprendizaje. (h) Didáctica del Aprendizaje. (i) Trabajo en Equipos. (j) Sinergia Positiva. (k) Evaluación Andragógica.

El autor en referencia deriva de la definición de Andragogía lo concerniente a la praxis andragógica, cuando expresa que la misma está conformada por los once (11) elementos mencionados.

En lo que a la educación respecta, el ambiente puede concebirse por el espacio seleccionado para tal fin, los recursos didácticos, las interacciones participativas, democráticas, cooperativas y horizontales de facilitadores y participantes, la administración del tiempo, la convivencia de sus actores y la mínima intervención de factores distractores externos.

Ambiente de Aprendizaje Andragógico

Es el escenario donde existen y se desarrollan condiciones favorables de aprendizaje andragógico; contempla fundamentalmente el apoyo logístico y de personal académico proporcionado por la institución educativa, el participante, el facilitador y las variables física, psicológica y sociocultural.

Los factores mencionados actúan conjuntamente para originar lo que se propone como una aproximación al concepto de ambiente de aprendizaje andragógico.

Institución Educativa

Es el organismo en el que se realizan actividades de aprendizaje, enseñanza, investigación, producción y extensión. La universidad garantizará un ambiente físico apropiado para el desarrollo de las actividades educativas con participantes adultos. La evolución del concepto de ambiente de aprendizaje está muy ligado con la actividad constructiva relacionada con el ámbito institucional.

En las organizaciones educativas el diseño de ambientes de aprendizaje andragógico depende de las necesidades reales de la institución en lo que concierne al proceso correspondiente y a los resultados que se logran. Fundamentada en la investigación sobre el aprendizaje de las personas adultas, la praxis andragógica requiere un ambiente educativo cónsono, entre otros, con aspectos tales como: didáctica, investigación, trabajo en equipos, evaluación, aprendizaje, enseñanza, sinergia positiva y contrato de aprendizaje.

La institución educativa proveerá el espacio físico, los recursos financieros, académicos, técnicos y logísticos que garanticen una educación de adultos exitosa.

El Facilitador

En lo que a la Andragogía respecta, el desempeño docente con adultos supone un facilitador con amplia capacidad para el cambio y la autocrítica; abierto al aprendizaje incluyendo el que proviene de sus estudiantes; innovador, flexible, instruido y conocedor de las incidencias de los factores: físico, psicológico y sociocultural de los participantes.

En el proceso constructivo del ambiente andragógico, el facilitador del aprendizaje aporta formación, experiencia, iniciativas, esfuerzo, dedicación, empuje, creatividad, respeto mutuo y su decisivo interés en crear un ambiente educativo personalizado, cordial y sinérgico en el que atiende debidamente las necesidades educativas de los participantes adultos.

El Participante

Un modelo de aprendizaje dirigido a personas de dieciocho (18) o más años de edad, requiere una fundamentación filosófica específica, métodos, ambiente propicio, estrategia, técnicas adecuadas y la presencia de un facilitador profesional con conocimientos, habilidades, destrezas, competencias, aptitudes y actitudes que garanticen el acompañamiento del adulto en su proceso de auto-aprendizaje.

Cuando el adulto, de cualquiera edad, ingresa al tercer nivel del sistema educativo, la institución debe asegurarle la praxis de un aprendizaje ajustado a sus características etarias, socioeconómicas, psicológicas, culturales y ergológicas.

El participante adulto considerado agente de conformación del ambiente de aprendizaje andragógico, aporta: Participación activa en su proceso de auto-aprendizaje, experiencias de vida, frecuentemente funge como facilitador, ayuda al facilitador en la distribución del espacio físico en función de la didáctica de la unidad curricular objeto de estudio.

Colabora decididamente en evitar enfrentamientos estériles, aprende, orienta, trabaja en equipo, facilita la generación de sinergia positiva, propone objetivos de aprendizaje y coadyuva en la elaboración del contrato de aprendizaje.

Ambiente Físico

El bienestar, comodidad y tranquilidad que pueda proporcionar el espacio físico contribuye efectivamente en el logro de experiencias, conocimientos, saberes y actitudes propias de un aprendizaje andragógico exitoso. Entre los más importantes factores que coadyuvan a conformar un buen ambiente físico, se pueden mencionar:

Espacio de dimensiones adecuadas al tamaño del grupo de Participantes (mínimo 3 m2 para cada participante).

Asientos cómodos, ergonómicos y ajustables.

Aire acondicionado.

Suficiente iluminación natural y artificial. Lugar alejado de ruidos indeseables. Baños cercanos al espacio de facilitación.

Espacio que permita libre circulación de los Participantes y el Facilitador.

Ventilación natural adecuada.

Facilidades de fotocopiado.

Posibilidades de movilizar mobiliario para adaptar su distribución al trabajo en equipo.

Computadora. Retroproyector.

Teléfono.

Material Instruccional impreso.

Escritorio.

Mesas de trabajo.

Pizarrón.

Tiza.

Rotafolio.

Marcadores.

Video Been.

En la conformación del ambiente físico, se debe dar preferencia a la colocación de los participantes en círculo, de manera que el facilitador sea considerado como una persona más del grupo, también pueden organizarse a los participantes en equipos, preferiblemente cinco (5), ubicados en mesas de trabajo.

Ambiente Psicológico

Se refiere al conjunto de situaciones de carácter psicológico que acompañan las experiencias de aprendizaje de un grupo de Participantes Adultos. Los principales protagonistas de estas experiencias son, fundamentalmente, los Participantes y el Facilitador. A continuación se menciona algunos aspectos que ayudan a conformar un ambiente psicológico aceptable.

Los Participantes Adultos se perciben más motivados por adquirir un nuevo aprendizaje cuando, la temática incluida en el mismo, proporciona soluciones a sus problemas y satisface sus necesidades e intereses inmediatos o a mediano plazo.

El Aprendizaje en los adultos, en general, se circunscribe a situaciones de la vida, no a asignaturas previamente planificada y programadas.

Las experiencias, conocimientos, saberes y experticias de los Participantes y del Facilitador constituyen el recurso de mayor relevancia para el aprendizaje de las personas adultas.

Los Participantes Adultos requieren, durante sus actividades de aprendizaje, autonomía, interacción, ambiente adecuado, trabajo en equipos, didáctica apropiada, contrato de aprendizaje, sinergia positiva, participación, horizontalidad y toma de decisiones; en consecuencia, el Facilitador debe evitar, en todo momento, asumir posiciones personalistas, autoritarias y de considerarse como el único experto en el conocimiento, los saberes y en la conducción personal de las tareas propias del aprendizaje.

Todo parece indicar que las diferencias individuales entre las personas, aumentan y se profundizan con la edad; esto determina que en la Educación de Adultos deben prevalecer estrategias andragógicas que contemplen las diferencias de todos los que conforman el grupo de Participantes en el quehacer educativo: conductas, temperamentos, intereses, estilos, caracteres y pulsiones.

Es necesario relacionar el aprendizaje con la experiencia de los adultos aprendices; para esto, el Facilitador debe propiciar actividades didácticas en las que los participantes se motiven para aprehender el nuevo conocimiento de manera tal que pueda lograrse la transferencia entre éste y sus posibles aplicaciones en la vida diaria.

El Facilitador aprende mucho durante las actividades y tareas propias del aprendizaje; por ejemplo: puede aprender sobre la mejor manera de orientar el aprendizaje en otros Participantes, conocer más con respecto a sus propias actitudes, habilidades, destrezas, fortalezas, debilidades y capacidades para aprender, mejorar las actividades de evaluación y actualizar sus conocimientos alrededor del tema objeto de estudio que comparte con los Participantes adultos en situación de aprendizaje.

Con el transcurrir del tiempo, el adulto tiende a ser más conservador y a generalizar conductas.

El Facilitador tiene como función importante utilizar métodos, estrategias, procedimientos y recursos variados a fin de que el Participante Adulto adquiera la mayor cantidad posible de conocimiento.

El aprendizaje del adulto está en función del descenso paulatino de su capacidad de aprender a medida que acumula años de edad; en consecuencia, las actividades didácticas deben adecuarse a las características etarias del grupo de participantes.

El Participante adulto requiere intervenir con frecuencia en las actividades inherentes a su proceso de aprendizaje.

El Docente debe facilitar la aprehensión del conocimiento a sus Participantes Adultos propiciando actividades y tareas fundamentadas en las peculiaridades del proceso orientación – aprendizaje.

Los participantes manifiestan mayor receptividad al aprendizaje de nuevos saberes cuando se les oye y son respetados y su experiencia es valorada; en caso contrario, perderán el interés en la información que trata de impartírseles.

Existen adultos, que sin tener bien definido el espacio al que han de integrarse, ingresan a la praxis educativa con actitudes temerosas y algunas veces de competencia hacia sus compañeros, por lo que es recomendable iniciar las actividades utilizando técnicas que los ubiquen en situaciones de intercambio, colaboración, horizontalidad, cooperación y trabajo en equipos.

Ambiente Sociocultural

Si se conviene en que la experiencia y vivencias que el Participante Adulto tiene en su haber son de importancia primordial, es necesario considerar ciertos aspectos culturales y de carácter social, en las correspondientes situaciones de aprendizaje. El término se refiere a las estructuras sociales y a la cultura que contribuye a caracterizarlas.

Los factores de mayor relevancia que deben considerarse en la conformación de un Ambiente Sociocultural adecuado a una interacción andragógica son:

En la Educación de Adultos es muy frecuente la existencia de un conjunto muy variado de factores disímiles en la población estudiantil tales como: edad, raza, etnias, rasgos culturales, sexo, situación social, condición económica, procedencia, costumbres, ubicación geográfica, profesión y tiempo sin estudiar.

Para lograr un aprendizaje exitoso, los Facilitadores de Adultos deben propiciar el ambiente sociocultural, fundamentándolo con criterio holístico sobre las situaciones cotidianas a las cuales se enfrenta el Participante Adulto; algunos generados por factores culturales, unos determinados por problemas económicos, laborales, de relaciones sociales y de salud, otros de categoría académica y muchos por asuntos legales y familiares.

Es oportuno reconocer la importante función que desempeñan los equipos de orientación y asesoría, que tienen a su cargo la delicada actividad de llevar a cabo el primer contacto personal con los participantes, realizando, primero, un proceso de inducción y luego el acompañamiento de características andragógicas que minimice situaciones disímiles de tipo social y cultural durante todas las etapas de su formación como futuros profesionales.

Como una respuesta a los graves problemas de inseguridad, conflictos, violencia e incertidumbre que afectan a la sociedad venezolana, los actores de la educación de adultos deben contribuir en la creación de un ambiente de aprendizaje andragógico en el que se construya y proyecte a la comunidad, un modelo de participación democrática, activo y diligente, dirigido a sus protagonistas, para que se aboquen a la búsqueda de alternativas pacíficas, de entendimiento, culturales y sociales que coadyuven en el mejoramiento de la convivencia nacional.

REFLEXIÓN FINAL

Los conceptos son dinámicos, cambiantes y evolucionan, con agilidad, en función del estado del conocimiento predominante en una época histórica.

Los actuales enfoques teóricos prácticos de investigación andragógica se asocian a los procesos de aprendizaje en los que se consideran, entre otros, a la institución educativa que proporciona espacio físico, apoyo logístico y personal docente, al participante con sus experiencias previas y características psicológicas y socioculturales y la actuación de un facilitador diligente que acompaña y orienta al adulto aprendiz. Este facilitador, con la ayuda de ese participante y la asistencia institucional conforma un ámbito de interacción social democrático, reflexivo y constructor de saberes, con el que se intenta la aproximación al concepto de ambiente de aprendizaje andragógico que previamente se describió en este trabajo.

REFERENCIAS

Alcalá, A. (2008). Propuesta de un Modelo de Aprendizaje Andragógico para Participantes de Edad Avanzada en Universidades Abiertas Nacionales. Trabajo de Ascenso para Optar a la Categoría de Profesor Titular en la Universidad Nacional Abierta. Caracas, Venezuela.

ESPASA (1998). Diccionario Enciclopédico. Madrid, España: Editorial Espasa.

García Cano, L. (s/f). ¿Qué es un Ambiente de Aprendizaje?. Disponible www.javeriana.edu.co/facultades / educación/06/fac-nueva/documentos-lic-infantil/coloquio-ponencias/Lupe-García.pdf.

Martínez, A. (2003). Diseño de Ambientes de Aprendizaje. Disponible en www.sistemasdeconocimiento.org/produccion-intelectual/notas-tecnicas/ 2003-PDF/csc 2003-1.pdf.

Mirabal, José (1992). Diccionario de Psicología. Caracas, Venezuela: Editorial Panapo de Venezuela.

Universidad Nacional Abierta (2005). Educación Ambiental. Educación Integral. Primera Edición. Publicaciones Monfort. C.A. Caracas, Venezuela.

Visor (1999). Enciclopedias Audiovisuales. Argentina.

 

 

Autor:

Prof. Dr. Adolfo Alcalá

Enviado por:

Pedro Gutiérrez Leal

Caracas, Mayo 2010.

Universidad Nacional Abierta

Dirección de Investigaciones y Postgrado

Venezuela

Partes: 1, 2
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