Estrés del paciente hospitalizado para intervención quirúrgica y factores sociodemográficos
Enviado por ANNA JARVIS ORBEGOSO PAREDES
Estudio de investigación de tipo cuantitativo, descriptivo, correlacional y de corte transversal, que se llevó a cabo para determinar la relación que existe entre el nivel de estrés y algunos factores sociodemograficos en pacientes programados para intervención quirúrgica del Hospital I Florencia de Mora- 2009; El universo muestral estuvo constituidos por 97 pacientes; El instrumento utilizado para recolectar la información fue: el Test para medir el nivel de estrés en pacientes hospitalizados en etapa pre operatorio. Para el análisis de los datos obtenidos se aplicó la prueba estadística chi cuadrado de independencia de criterios (X2) en el programa SPPS versión 16. Los hallazgos indicaron que: En cuanto a la valoración de los factores socio demográficos: la Edad, en la etapa adulto joven encontramos un 77,3% de los participantes; en la etapa adulto maduro un 15,5% y finalmente en la etapa adulto mayor un 7,2%. El factor Genero, evidencia que en su mayoría (86,6%) corresponden al sexo femenino, el 13,4% restante al sexo masculino. El factor Nivel de instrucción, corresponde a 46,4% a un nivel superior, seguido de un 40,2% a nivel secundario, un 12,4% a nivel primario y solo el 1% al nivel sin instrucción. El factor Estado civil, corresponde a 47,4% de los participantes son casados, seguido de 37,1% convivientes, 13,4% son solteros, 1% divorciados y 1% viudos. Por último en el factor condición económica, el 59,8% de los participantes Si tenían un trabajo remunerado y el restante 40,2% No trabajaba. El 97,9% de los participantes presentaron un nivel de estrés bajo, seguido de solo un 2,1% con un nivel moderado y no se encontraron nivel de estrés alto. No se encontró relación significativa entre los factores socio demográficos: edad, genero, nivel de instrucción, estado civil y condición de actividad con el Nivel de estrés presentado en los pacientes hospitalizados programados para intervención quirúrgica.
Palabras claves: factores socio demográficos y nivel de estrés
STRESS OF HOSPITALIZED FOR SURGERY AND SOCIODEMOGRAPHIC FACTORS. Hospital I Florencia de Mora Trujillo -2009.
Research study of quantitative, descriptive, correlational and cross-section, which was conducted to determine the relationship between the level of stress and some sociodemographic factors in patients scheduled for surgery of the Hospital I Florencia de Mora – 2009; The sample universe was composed of 97 patients; The instrument used to collect the information was: the Test to measure the level of stress in patients hospitalized in surgical pre stage. Statistical test was applied for the analysis of the obtained data chi square of independence of criteria (2 X) in the SPPS version 16 program. The findings suggested that: in terms of the assessment of the socio-demographic factors: age, on stage young adult find a 77.3% of the participants; in the adult stage to mature a 15.5% and finally at the stage elderly 7.2%. The factor gender, evidence that most (86.6%) correspond to the female sex, the 13.4% males. The education factor, corresponds to 46.4% to a higher level, followed by a 40.2% at the secondary level, a 12.4% at level primary and only 1% level without instruction. Marital status factor, corresponds to 47.4% of the participants are married, followed by 37.1% cohabitants, 13.4% are unmarried, divorced 1% and 1% widowed. Finally on the economic condition factor, 59.8% of the participants if they had a paid job and the remaining 40.2% not working. 97.9% Of the participants showed a stress level low, followed by only 2.1% with a moderate level and found no high stress level. We did not find significant relationship between socio-demographic factors: age, gender, level of education, marital status and condition of activity with the stress level presented in hospitalized patients scheduled for surgery.
Key words: socio-demographic factors and stress
Enfermería es una profesión social en donde el objeto de estudio es el cuidado de la salud del hombre, considerándolo como una unidad biopsicosocial, que interactúa continuamente con el medio, quedando expuesto a estímulos a los que el individuo se adapta; una alteración en cualquiera de sus dimensiones provoca un estado de desequilibrio, lo que repercute en su estado físico, emocional, social, espiritual, etc., superar cualquier tipo de alteración no debe únicamente limitarse a reparar el daño físico, sino también a llevar adelante un proceso de aceptación, integración y elaboración sana de respuestas adaptativas para la nueva situación o estado de salud (Ledesma, 2004).
Cuando la persona ve afectado su estado físico o emocional por una serie de situaciones algunas cotidianas, otras imprevistas, como es el caso del paciente que padece alguna enfermedad, entonces presenta estrés. El estrés es un concepto amplio que refiere, por un lado, a respuestas fisiológicas de los sistemas nervioso, hormonal, cardiovascular, respiratorio y muscular; mientras que, por otro lado, alude a respuestas del orden psicológico tan variado como el miedo, la ansiedad, la angustia, la frustración o el agotamiento (Suchecki, 2003).
Rahe (1967), define al estrés como un estimulo o causa de una respuesta de adaptación y procesos psicológicos que median entre ambos, es un proceso dinámico, un conjunto de relaciones particulares entre la persona y la situación, que involucra diferentes variables que funcionan a diferentes niveles y se interrelacionan entre sí; variables moduladoras asociadas a elementos pre disponentes como el tipo de personalidad y elementos demográficos: sexo, edad, etc. en otras palabras el estrés se considera un factor que predispone o precipitante que incrementa la vulnerabilidad del individuo a la enfermedad (Fernández, 2007).
Los factores socio demográficos son las características sociales de la población, se definen como aquellas pautas sociales propias de cada cultura, que contribuyen a generar un rol distinto y repercuten en las aspiraciones y expectativas de las personas. Se consideran como las principales variables clasificatorias para el estudio de comportamientos diferenciales en diversos temas de investigación social; en la actualidad estos factores han comenzado a mostrar su influencia en el pronóstico y grado de severidad de diversas entidades, además de representar gran importancia como una de las variables que afectan la salud física en la capacidad de una persona para funcionar normalmente en su vida cotidiana (Morales y Sayago, 2010).
Diversos estudios refieren la importancia del análisis de los factores socio demográficos tales como: edad, genero, ámbito geográfico, nivel de instrucción, estado civil, etc; en los estudios de salud pública y de prevalencia, incluir estas relaciones de factores socio demográficos correlacionando con otro tipo de situación, permiten explicar el comportamiento del individuo a partir de sus características personales, así como su comportamiento puede ser limitado por su contexto cultural, social y demográfico, de esta manera, la variable factores socio demográficas tomadas en cuenta para el presente estudio fueron: edad, genero, nivel de instrucción, estado civil y condición de actividad para relacionarlas con los niveles de estrés en la muestra de estudio elegida.
El estrés es una parte ineludible de la vida y afecta a todas las personas, Hans Selye (1976) define estrés como "Una respuesta corporal no especifica a cualquier exigencia o demanda percibido como agradable o desagradable", dicha respuesta puede ser de tipo psicológica o fisiológica, la demanda se refiere a la causa del estrés (el estresor) el cual puede provocar respuestas como: ansiedad, depresión, aburrimiento, fatiga, mal humor, nerviosismo, soledad, pérdida del apetito, excitabilidad, conducta impulsiva, risa nerviosa, inquietud , temblor, olvidos frecuentes, bloqueo mental, aumento del ritmo cardiaco, sequedad de la boca, exudación, dilatación de las pupilas, dificultad para respirar, escalofríos, nudo en la garganta, entumecimiento, escozor en las extremidades, insatisfacción en el trabajo, etc. (Lopategui, 2001).
El estrés es un concepto y un término de uso muy generalizado hoy en día, asociado con prisas, con tensiones, con conflictos. Es una respuesta automática del organismo ante situaciones que exigen mayor esfuerzo de lo ordinario, o en las que puede suceder algo peligroso, nocivo o desagradable, como en situaciones que ameriten intervención quirúrgica, por lo que cada persona tiene una serie de reacciones características ante el estrés (González de Rivera, 1991).
La Organización Mundial de la Salud (1994) define al fenómeno del estrés como las reacciones fisiológicas que en su conjunto preparan al organismo para la acción. Considerado desde este punto de vista, el estrés sería una alarma, un estímulo que conduce a la acción, una respuesta necesaria para la supervivencia, respuesta que puede ser coherente con las demandas del entorno, o bien, insuficientes o exageradas (García, 2012).
El lado positivo de estrés es que puede ayudarnos en momentos de crisis, esta condición genera un desafío para el individuo; el estrés positivo es adaptativo y estimulante necesario para el desarrollo y progreso de la vida en general; en cambio el estrés negativo es aquel desafío seguido de una respuesta de inhibición, incapacidad de actuar, con resultados de sufrimiento, dolor, etc. (Sanason, 2001).
Por lo tanto, el estrés es una reacción de ajuste, como reacción origina tensión a nivel físico y psicológico mediante la estimulación del equipo biológico que posee el hombre para enfrentar los estímulos externos que ponen en peligro su vida, como por ejemplo, en el caso de una intervención quirúrgica indispensable.
Durante una estancia hospitalaria, es frecuente que las enfermeras conozcan mejor que los médicos los vaivenes del estado anímico del paciente, ello es atribuible a que mantienen con los enfermos un trato más prolongado, que incluye la intimidad del contacto cotidiano con el paciente y sus necesidades corporales, compartir muchas horas con él y su familia, el hecho de ser las primeras personas que son llamadas ante cualquier dolor o problema. Todo esto otorga una gran trascendencia a la calidad que tenga la atención de las enfermeras; dicha atención puede ser fuente de tranquilidad y seguridad para muchas personas que, por estar enfermas y tener que ser operadas, suelen hallarse bastante desconcertadas o angustiadas (Palomo, 2012).
Toda intervención quirúrgica produce un impacto emocional desde el mismo momento en que se indica la operación; no sólo cuenta el estrés asociado a la presencia de una enfermedad, sino también la hospitalización, riesgos de la anestesia y la cirugía, además los peligros imaginados por el paciente y su familia. Todo ello configura una situación de estrés psicológico a la que cada individuo responde de manera particular (Thomann, 2002).
Ante una intervención quirúrgica se desencadenan ansiedad y estrés; si lo hacen en grado moderado, potencian un estado de alerta positivo y actúan como activadores y motivadores de acción; pero si sobrepasan el umbral deseado, desencadenan los aspectos negativos de la ansiedad, que repercuten en la buena evolución y recuperación del postoperatorio, incluyendo múltiples factores que aumentan el dolor (Chirveches, 2006).
La experiencia de enfermedad y hospitalización crea en el paciente la necesidad de comprensión, de adaptación y, consecuentemente, reacciona ante ellas; las intervenciones quirúrgicas obligan a los pacientes a enfrentar situaciones desconocidas y además implica ciertos riesgos por lo cual deben apelar a sus recursos emocionales para hacer frente a la enfermedad orgánica y la cirugía, constituyendo una fuente de estrés; estudios realizados por Giacomantone y Mejía (1997) en pacientes pre-quirúrgicos, han demostrado que una adaptación psicológica ineficaz frente al estrés pre-operatorio determina un riesgo quirúrgico adicional (Thomann, 2002; González, 2006)
Las intervenciones quirúrgicas constituyen una fuente de estrés psicológico, porque obligan a los pacientes a enfrentar situaciones desconocidas y que, además, implican ciertos riesgos; estos deben apelar a sus recursos emocionales para hacer frente a la realidad de la enfermedad orgánica y la cirugía, e intentar sortear con mayor o menor éxito las exigencias de la recuperación postoperatoria. Como resultado de las alternativas de ese complejo proceso de adaptación psicológica a la cirugía, la ansiedad es un síntoma frecuente en los pacientes quirúrgicos (Alonso, 2005; Orihuela, 2010).
El acto quirúrgico está dividido en tres etapas: etapa pre operatoria, intra operatoria y post operatoria, las cuales guardan un orden especifico y una delimitación subsecuente. La fase pre-operatoria se inicia con la decisión del cirujano y la aceptación del paciente de someterse a una intervención quirúrgica hasta el momento que ingresa al quirófano para ser operado; el estrés en la etapa pre-operatoria es normal en cierto nivel, es señal que indica que existe un esfuerzo de adaptación y control de temores generados por la operación y anestesia (Chocarro y Venturini, 2006; Sánchez, 2002; Smeltzer y Bare, 2005).
Toda intervención quirúrgica supone una amenaza para el paciente generándole un estrés tanto físico como psicológico. La respuesta física del individuo ante la intervención depende de diversos factores como: el estado físico previo del paciente, de la edad, el sexo, nivel de instrucción y de la magnitud de la intervención; la manera en que afronte psicológicamente la cirugía dependerá de experiencias quirúrgicas previas y de la forma en que habitualmente resuelva situaciones estresantes (Arias, 2001).
Es por ello que el personal de salud sobre todo la enfermera debe distinguir estos factores y la participación psicológica en virtud de ayudar al paciente a superar esta situación ya que es ella uno de los primeros contactos del paciente y en el dialogo algunos de sus temores pueden ser atenuados.
Las principales responsabilidades del personal de enfermería durante este periodo se centra en recoger datos, preparar al paciente para el estrés de la cirugía y de la anestesia, de igual modo educar para reducir la ansiedad, el estrés y facilitar su recuperación post -operatoria, por lo que es conveniente la asistencia psicológica de los enfermos que van a ser operados, dado que el impacto emocional de las intervenciones quirúrgicas puede influir en la evolución pre y post-operatoria (Chocarro y Venturini, 2006).
Resulta de suma importancia evaluar eficazmente cuáles son los efectos que produce esta situación estresante, deben detectarse signos que manifiesten necesidades, problemas emocionales, espirituales y desarrollar intervenciones adecuadas con el objetivo de atender al paciente en forma holística y prevenir las alteraciones que pueda provocar el proceso quirúrgico. A medida que se van conociendo más y mejor las necesidades del paciente hospitalizado y su modo particular de adaptación a la situación, se van perfeccionando los programas pre-quirúrgicos de preparación.
Peñaloza y cols. (2004), en su estudio sobre "Evaluación del estrés preoperatorio en cirugía programada", reportan que las intervenciones quirúrgicas constituyen una fuente de estrés psicológico, por que obligan a los pacientes a enfrentar situaciones desconocidas y que además implican ciertos riesgos; en una muestra de 63 pacientes sometidos a cirugía programada Laparoscopia para Colecistectomía, aplicaron como instrumento para medir la intensidad del estrés la Escala de Hamilton para Ansiedad (HARS), llenados en la visita pre-anestésica, se concluye que los pacientes con estrés leve a moderado comprenden el 73% y 23% normal.
Faro y cols. (2006), Realizaron un estudio sobre el "Estrés en los pacientes antes de la cirugía colecistectomía", buscando también delinear las estrategias de afrontamiento utilizadas por estos pacientes; en los resultados, se encontró que la mayoría de los pacientes tenían estrés quirúrgico (73,3%), la mayoría de los pacientes estuvo en la fase de resistencia (72.7%) y síntomas físicos (63.3%). Hubo una relación estadísticamente significativa entre el sexo y el diagnostico de estrés, lo que indica que las mujeres tenían mayor incidencia de estrés en la muestra estudiada, se cree que la cirugía se categorizo por ser un factor de estrés, haciendo hincapié en la necesidad de implementar acciones orientadas a la gestión adecuada de estrés.
Chirveches (2006), realizó una investigación con el objetivo de evaluar la eficacia de una visita pre quirúrgica estructurado de enfermería sobre el grado de ansiedad pre quirúrgica, el dolor post quirúrgico y la satisfacción de los pacientes con los cuidados de enfermería y el proceso quirúrgico; se concluye que la visita pre quirúrgica estructurada de enfermería reduce la ansiedad situacional, mejora la satisfacción hacia el proceso asistencial quirúrgico y no modifica la percepción del dolor agudo postoperatorio.
Calderón y Puertas(2007), en su estudio de investigación sobre "Nivel de estrés y apoyo emocional que brinda la enfermera percibido por el paciente quirúrgico", reporta que el 60,5% de los pacientes quirúrgicos en periodo pre operatorio presentan un nivel de estrés alto, seguido de 39,5% de nivel bajo; el mayor porcentaje (50,6%) de pacientes refirieron percibir un nivel de apoyo emocional malo, seguido de regular (39,5%) y 9,9% bueno; en conclusión si existe relación significativa entre el nivel de estrés y el nivel de apoyo emocional que brinda la enfermera, percibido por el paciente quirúrgico en periodo pre operatorio.
Vásquez (2008), en su estudio sobre el "Nivel de apoyo emocional brindado por la enfermera y nivel de ansiedad del paciente en pre operatorio del servicio de cirugía del hospital regional docente de Trujillo", reporto que la mayoría de pacientes en pre operatorio reciben apoyo emocional regular en un 45% y malo en un 37,5%; en cuanto a los niveles de ansiedad, presentaron un nivel normal el 35% y un nivel leve el 47,5% de los participantes de la investigación; al correlacionar las variables se encontró que si existe relación altamente significativa entre el nivel de apoyo emocional y el nivel de ansiedad.
Bobadilla (2008), en su investigación acerca del Nivel de estrés y el nivel de desempeño educativo de la enfermera percibido por el paciente post operado de cirugía cardiaca, tuvo como resultados que el 84% de los pacientes presentan un nivel medio de estrés y el 16% un nivel bajo de estrés; además, el 76% de los pacientes percibieron que el desempeño docente de las enfermeras era regular y el 20% un desempeño bueno; no hay relación entre ambas variables.
En base a mi experiencia en el actuar de enfermería, he podido observar que los pacientes programados para algún tipo de intervención quirúrgica ingresan a sala de operaciones con algún nivel de estrés, esto debido a múltiples factores, entre los cuales resalta, la pobre información brindada por el profesional responsable de la etapa pre- operatoria, la cual no cubre las expectativas quedando muchas interrogantes por resolver, que contribuyen a generar estrés o a incrementar sus niveles.
La buena práctica del cuidado de enfermería es fundamental para aliviar las respuestas humanas, especialmente en el paciente quirúrgico, debido a que la cirugía favorece la aparición de ansiedad, angustia e impotencia, tanto en el paciente como en el familiar que en su caso acude como acompañante, pues, aunque tengan la seguridad de la finalidad curativa de la cirugía, viven el proceso como de amenaza a la integridad física, pudiendo generarse estrés en niveles severos.
La presente investigación tuvo como línea de investigación en Enfermería la "Práctica Clínica e Innovación Tecnología para el Cuidado", de tal forma que se amplié el conocimiento sobre las variables en estudio y se brinde un aporte metodológico mediante la creación de instrumentos de recolección de datos fundamentados en la teoría expuesta, con el propósito de brindar un cuidado de calidad en esta área de la enfermería quirúrgica.
¿Existe relación entre el nivel de estrés del paciente hospitalizado programado para intervención quirúrgica con algunos factores socio-demográficos. Hospital I Florencia de Mora. Febrero – abril, 2009.
OBJETIVOS:
GENERAL:
Determinar la relación que existe entre el nivel de estrés en el paciente hospitalizado programado para intervención quirúrgica y algunos factores socio demográficos. Hospital I Florencia de moral. Febrero – abril 2009.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
Valorar los factores socio demográfico: edad, género, nivel de instrucción, estado civil y condición de actividad, en el paciente hospitalizado programado para intervención quirúrgica.
Valorar el nivel de estrés del paciente hospitalizado programado para intervención quirúrgica.
Determinar la relación que existe entre el nivel de estrés y el factor socio demográfico: edad en el paciente hospitalizado programado para intervención quirúrgica.
Determinar la relación que existe entre el nivel de estrés y el factor socio demográfico: genero en el paciente hospitalizado programado para intervención quirúrgica.
Determinar la relación que existe entre el nivel de estrés y el factor socio demográfico: nivel de instrucción en el paciente hospitalizado programado para intervención quirúrgica.
Determinar la relación que existe entre el nivel de estrés y el factor socio demográfico: estado civil en el paciente hospitalizado programado para intervención quirúrgica.
Determinar la relación que existe entre el nivel de estrés y el factor socio demográfico: condición de actividad en el paciente hospitalizado programado para cirugía.
2.1.- TIPO DE INVESTIGACIÓN
El presente estudio de investigación se ajusto a un tipo de estudio cuantitativo, que se desarrolló con los pacientes hospitalizados para ser intervenidos quirúrgicamente en el Hospital I Florencia de Mora, 2009.
2.2.- DISEÑO DEL ESTUDIO
La presente investigación siguio un diseño descriptivo- correlacional de corte transversal (Polit y Hungler, 2000; Hernández, 2003).
2.3.- UNIVERSO MUESTRAL
Se tuvo como universo muestral a un total de 97 pacientes hospitalizados en etapa pre operatorio, en el Hospital I Florencia de Mora, durante los meses de febrero- abril del 2009.
2.4.- UNIDAD DE ANÁLISIS
La unidad de análisis lo constituye cada uno de los pacientes hospitalizados programados para intervención quirúrgica: colecistectomía o cesárea, en el Hospital I Florencia de Mora, que cumplió con los criterios de inclusión.
Criterios de Inclusión
Paciente hospitalizado programados para ser intervenidos quirúrgicamente: colecistectomía o cesárea.
De ambos sexos, mayores de 18 años de edad.
Que acepten y posibiliten la aplicación del instrumento.
Que no padezcan de alguna alteración mental.
2.5.- INSTRUMENTO DE RECOLECCIÓN DE DATOS
Para la recolección de la información del presente estudio se aplicó la entrevista como técnica de recolección de datos registrando la información en un instrumento de evaluación.
A.-TEST PARA MEDIR EL NIVEL DE ESTRÉS EN PACIENTES HOSPITALIZADOS EN ETAPA PRE OPERATORIO: (anexo1 )
El presente instrumento consta de dos partes:
Datos generales, para la obtención de los datos relacionados con las variables de distribución demográfica de los pacientes en estudio: edad, género, grado de instrucción, estado civil, condición de actividad y tipo de cirugía.
Test para medir el grado de estrés pre-operatorio, elaborado por la autora en base a los conceptos sobre Estrés del Dr. Luis González de Rivera y Revuelta, el cual consta de de 28 ítems, los cuales permitieron medir el grado de estrés del paciente en etapa pre- operatoria.
Cada ítem tiene dos alternativas como posibles respuestas, asignándole puntaje de acuerdo a la frecuencia elegida de la siguiente manera:
SI: 2 puntos
NO: 1 punto
La calificación para determinar el nivel de estrés fue la siguiente.
NIVEL DE ESTRÉS ALTO: 48 – 56 puntos
NIVEL DE ESTRÉS MODERADO: 38 – 47 puntos
NIVEL DE ESTRÉS BAJO: 28 – 37 puntos
2.6.- CONTROL DE CALIDAD DE DATOS
PRUEBA PILOTO
Con la finalidad de hacer los ajustes necesarios al instrumento de recolección de datos para lograr una mayor comprensión de las preguntas por parte de los participantes de la investigación, se aplicó el instrumento a 15 pacientes pre-quirúrgicos hospitalizados en el Centro de Salud la Esperanza.
VALIDEZ
El instrumento fue validado por contenido mediante el juicio de expertos, por dos enfermeras experimentadas en el campo de la asistencia de enfermería en Centro quirúrgico y sobre las bases de las sugerencias brindadas se reajusto el instrumento para su mayor claridad y precisión.
CONFIABILIDAD
Para determinar la confiabilidad del instrumento se aplicó el Test Inter- Items para medir la consistencia interna encontrando un coeficiente Alpha de Cronbach de 0.77, el cual es un indicador de ser confiable.
2.7.- PROCEDIMIENTO
Se solicitó autorización a la Directora del Hospital I Florencia de Mora y se coordinó con la enfermera responsable del servicio de Hospitalización para realizar la investigación en los pacientes que se encuentren hospitalizados para ser sometidos a una intervención quirúrgica y que cumplan los criterios de inclusión.
Se procedió a identificar a los participantes del estudio y se les explicó los objetivos de la investigación, solicitándose por ello su consentimiento para la aplicación de los instrumentos, esta actividad se llevo a cabo en el periodo pre operatorio, se tomo un tiempo aproximado de 15 minutos para la aplicación del instrumento por cada paciente.
Finalmente se correlacionaron las variables en estudio mediante las técnicas estadísticas descritas a fin de analizar los resultados para su posterior informe.
2.8.- PROCESAMIENTO DE DATOS
Los datos consignados en las correspondientes fichas de recolección de datos fueron procesados de manera automatizada con el soporte de paquete estadístico SPSS versión 15 y luego se presentaron los resultados en tablas estadísticas de entrada simple y doble, de acuerdo a los objetivos propuestos.
En el análisis estadístico se uso la prueba Chi cuadrado de independencia de criterios, considerando que existen evidencias suficientes de significación estadística si la probabilidad de equivocarse es menor al 5% ( p0,05) para afirmar que el factor socio demográfico Edad, está relacionado con el nivel de estrés del paciente hospitalizado programado para intervención quirúrgica.
Toda intervención quirúrgica supone una amenaza para el paciente generándole un estrés tanto físico como psicológico. La respuesta física del individuo ante la intervención depende de diversos factores como: el estado físico previo del paciente, de la edad, el sexo, nivel de instrucción y de la magnitud de la intervención; la manera en que afronte psicológicamente la cirugía dependerá de experiencias quirúrgicas previas y de la forma en que habitualmente resuelva situaciones estresantes (Arias, 2001: 269).
En los resultados del presente estudio se evidencia que en la valoración de todas las etapas de vida del adulto, se encuentra en mayor porcentaje un nivel de estrés leve; se tiene que los factores que conducen la vivencia de enfermedad dependen del ciclo vital individual, por lo cual, en el adulto joven, el proceso de enfermedad o situación crítica de salud y consecuencia del tratamiento la intervención quirúrgica programada, se tiene que el adulto joven reacciona con sentimientos de negación a la enfermedad, en contraposición con el adulto mayor en el que se presenta el miedo a la muerte e incapacidad permanente que le generan gran angustia (Reyes, 2010).
Se puede concluir que la situación de intervención quirúrgica en el grupo de estudio no genero niveles de estrés moderado notorio ni alto nivel de estrés, posiblemente por la adecuada preparación pre operatoria del personal de enfermería, quienes absolvieron dudas, brindaron información para su propio autocuidado y básicamente el apoyo emocional brindado que esta orientado a que los cambios corporales inducidos por la cirugía comprenden un tratamiento u alivio de sus molestias.
En la tabla N° 04 y grafica Nº 03 se presenta la relación entre el factor socio demográfico: Genero con el nivel de estrés, en 97 pacientes hospitalizados para intervención quirúrgica, evidenciándose que para el género femenino los participantes en su mayoría (98,8%) presentan un nivel de estrés bajo, seguido de 1,2% con un nivel de estrés moderado y para el género masculino, el 92,3% presenta un nivel de estrés bajo y el restante 7,7% un nivel de estrés moderado.
Al realizar la prueba estadística de independencia de criterio chi-cuadrado, se encontró que NO existen razones suficientes al nivel del 5% (valor 0,125>0,05) para afirmar que el factor socio demográfico genero, está relacionado con el nivel de estrés del paciente hospitalizado programado para intervención quirúrgica.
Las mujeres y los varones no experimentan el estrés de la misma manera , variaciones en la sensibilidad a lo largo del ciclo menstrual, el tipo de estresores que se enfrentan, los distintos significados que atribuyen, así como una distinta visión de la vida en general, son los factores implicados que marcan esta diferencia; sin embargo, en los resultados del presente estudio, se pudo constatar que los niveles de estrés tanto en hombres como en mujeres que tuvieron como factor una intervención quirúrgica programada, fueron en su marcada mayoría de nivel leve.
En contraposición a los resultados encontrados, Faro y cols. (2006), Realizaron un estudio sobre el "Estrés en los pacientes antes de la cirugía colecistectomía", buscando también delinear las estrategias de afrontamiento utilizadas por estos pacientes; en los resultados, se encontró que la mayoría de los pacientes tenían estrés quirúrgico (73,3%), la mayoría de los pacientes estuvo en la fase de resistencia (72.7%) y síntomas físicos (63.3%). Hubo una relación estadísticamente significativa entre el sexo y el diagnostico de estrés, lo que indica que las mujeres tenían mayor incidencia de estrés en la muestra estudiada, se cree que la cirugía se categorizo por ser un factor de estrés, haciendo hincapié en la necesidad de implementar acciones orientadas a la gestión adecuada de estrés.
En la tabla N° 05 y grafica Nº 04 se presenta la relación entre el factor socio demográfico: Nivel de instrucción con el nivel de estrés, en 97 pacientes hospitalizados para intervención quirúrgica, evidenciándose que para el nivel sin instrucción los participantes al 100% presentan un nivel de estrés bajo; para el nivel de instrucción primaria, el 100% presenta también un nivel de estrés bajo; en el nivel secundario, el 97,4% presentan un nivel bajo seguido por un 2,6% con un nivel de estrés moderado; finalmente para el nivel de estrés superior, el 97,8% presentan un nivel de estrés bajo seguido del 2,2% con un nivel de estrés moderado.
Al realizar la prueba estadística de independencia de criterio chi-cuadrado, se encontró que NO existen razones suficientes al nivel del 5% (valor 0,955>0,05) para afirmar que el factor socio demográfico nivel de instrucción, está relacionado con el nivel de estrés del paciente hospitalizado programado para intervención quirúrgica.
Los niveles de instrucción, son las etapas educativas del sistema educativo peruano, correspondiente a las diversas fases del desarrollo personal de los educandos, para fines operacionales de la investigación, estas comprenden las categorías de: sin instrucción, cuando la persona nunca asistió a un centro educativo; Nivel primaria, que de acuerdo al sistema educativo vigente, comprende del 1° al 6° grado, ya sea en la modalidad de menores o de adultos; el nivel secundaria, comprende del 1° al 5° año, ya sea en la modalidad de menores o de adultos; y por último, el nivel superior, que se subdivide en Superior no Universitaria y Superior Universitaria (INEI).
Los resultados de la presente investigación no denotan importancia a esta variable como relacionada al nivel de estrés, pero es notorio reconocer que en su mayoría los participantes indistintamente de su nivel de instrucción presentan niveles de estrés bajo.
En la tabla N° 06 y grafica Nº 05 se presenta la relación entre el factor socio demográfico: Estado civil con el nivel de estrés, en 97 pacientes hospitalizados para intervención quirúrgica, evidenciándose que para el estado civil soltero los participantes al 100% presentan un nivel de estrés bajo; para el estado civil casado el 97,8% presenta un nivel de estrés bajo, seguido de un 2,2% con un nivel de estrés moderado; en el estado civil divorciado, el 100% de los participantes presentan un nivel bajo; en el estado civil viudo, también el 100% de los participantes presentan un nivel de estrés bajo; y finalmente para el estado civil conviviente, el 97,2% presentan un nivel de estrés bajo seguido del 2,8% con un nivel de estrés moderado.
Al realizar la prueba estadística de independencia de criterio chi-cuadrado, se encontró que NO existen razones suficientes al nivel del 5% (valor 0,982>0,05) para afirmar que el factor socio demográfico estado civil, está relacionado con el nivel de estrés del paciente hospitalizado programado para intervención quirúrgica.
A pesar que no se encontró relación entre las variables descritas, si se evidencia que los niveles de estrés moderados presentados en un escaso valor en los participantes, son los que tienen un estado civil casado o conviviente. Hay diversas razones por las cuales algunos personas optan por el matrimonio (para compartir su vida con la persona a la que aman, para tener un proyecto de vida en común, para formar una familia, etc.), mientras otros protegen como el bien más preciado del mundo la soltería (para seguir siendo independientes, libres, etc.); pero a todas estas podrían sumarse algunas otras que favorecen o no la salud de las personas según su estado civil, como por ejemplo pertenecer a un grupo familiar y contar con un apoyo psicológico y económico que le ayude a resolver sus problemas, incluidos los de salud, no obstante en el presente estudio podemos ver que las personas que cuentan con pareja estable, sus niveles de estrés ante la enfermedad aunque en su mayoría son de nivel bajo, también presentan un porcentaje de ellos con nivel moderado.
En la tabla N° 07 y grafica Nº 06 se presenta la relación entre el factor socio demográfico: Condición de actividad con el nivel de estrés, en 97 pacientes hospitalizados para intervención quirúrgica, evidenciándose que para la condición de actividad "no trabaja", los participantes al 100% presentan un nivel de estrés bajo y para la condición de actividad "Si trabaja", el 96,6% presenta un nivel de estrés bajo, seguido de un 3,4% con un nivel de estrés moderado.
Al realizar la prueba estadística de independencia de criterio chi-cuadrado, se encontró que NO existen razones suficientes al nivel del 5% (valor 0,241>0,05) para afirmar que el factor socio demográfico Condición de actividad, está relacionado con el nivel de estrés del paciente hospitalizado programado para intervención quirúrgica.
El trabajo es una de las actividades más significativas de nuestra vida, llega a estructurar prácticamente toda nuestra existencia, influyendo en cosas tan aparentemente simples como nuestra rutina y costumbres, es decir, a la hora en que nos levantamos, qué comemos, cuándo y dónde, los tiempos que dedicamos a estar con la familia, etc. Por otra parte, el trabajo le aporta al individuo una identidad social, la vinculación a personas, metas y experiencias compartidas.
En este contexto, el desempleo en uno de los factores más estresantes que pueda afectar al individuo, llegando éste a experimentar sentimientos de inutilidad, inseguridad, frustración, culpa, rabia, aislamiento social, etc, que terminan generando cambios considerables en su autoestima. Ahora cuando la situación se extiende a lo largo del tiempo, como en el caso de una intervención quirúrgica, tiende a producirse además, una disminución en la motivación, surgiendo la sensación de que haga lo que se haga va a dar igual porque no va a haber ningún cambio a mejor (Flores, 2009).
El estrés se puede producir antes de ser desempleado y después con los cambios en la economía personal y familiar, tal es así, que el psiquiatra Luis Salvador Carulla (2009), vicepresidente de la Sociedad Española de Epidemiología Psiquiátrica y asesor del departamento de salud mental de la Generalitat de Cataluña, cuestionado sobre si existe relación entre las enfermedades psicológicas y una situación de desempleo, el psiquiatra comenta que hay una influencia muy grande entre la depresión y el estrés con una situación de inactividad laboral, sobre todo si es de larga duración, como en el caso de ser intervenido quirúrgicamente y que necesite por lo tanto descanso laboral, si es empleado de una organización, pero si es trabajador independiente tendrá que sobrellevar la crisis, más aun, si es el principal soporte económico de su familia.
Las personas que pasan mucho tiempo sin empleo entran en un estado de tristeza y empiezan a ver mermada su autoestima, que cada vez es más baja. Además, experimentan un sentimiento de desesperanza y desamparo ante la prolongación de su situación. En el presente estudio los resultados reflejan el aumento de los niveles de estrés en un grupo de los participantes que Si cuentan con un trabajo, concordando con lo referido anteriormente, la idea de estar en un futuro desempleado y verse afectado económicamente les genera este estrés que puede exacerbarse en un futuro durante la convalecencia.
En cuanto a la valoración de los factores socio demográficos: la Edad, en la etapa adulto joven encontramos un 77,3% de los participantes; en la etapa adulto maduro un 15,5% y finalmente en la etapa adulto mayor un 7,2%. El factor Genero, evidencia que en su mayoría (86,6%) corresponden al sexo femenino, el 13,4% restante al sexo masculino. El factor Nivel de instrucción, corresponde a 46,4% a un nivel superior, seguido de un 40,2% a nivel secundario, un 12,4% a nivel primario y solo el 1% al nivel sin instrucción. El factor Estado civil, corresponde a 47,4% de los participantes son casados, seguido de 37,1% convivientes, 13,4% son solteros, 1% divorciados y 1% viudos. Por último en el factor condición económica, el 59,8% de los participantes Si tenían un trabajo remunerado y el restante 40,2% No trabajaba.
El 97,9% de los participantes presentaron un nivel de estrés bajo, seguido de solo un 2,1% con un nivel moderado y no se encontraron nivel de estrés alto.
No se encontró relación significativa entre los factores socio demográfico: edad, género, nivel de instrucción, estado civil y condición de actividad con el Nivel de estrés presentado en los pacientes hospitalizados programados para intervención quirúrgica.
Capacitar al personal de enfermería que se encuentra laborando en los servicios de cirugía, para mejorar el cuidado pre operatorio de los pacientes, en cuanto a técnicas de apoyo emocional, con la finalidad de favorecer un post operatorio sin complicaciones.
Establecer protocolos de cuidados de enfermería con énfasis en el paciente en etapa pre operatorio.
Realizar estudios de investigación cualitativa sobre el nivel de estrés de los pacientes, en el área del cuidado de enfermería quirúrgica, en el preoperatorio en comparación con el post operatorio.
Realizar estudios de investigación cuantitativa y cualitativa en pacientes en pre operatorio considerando otras variables.
Referencias bibliográfícas
Alonso J (2005). Programa de preparación psicológica en cirugía infantil programada. Revista profesional española de terapia cognitiva- conductual. Volumen 03. Pgs: 56- 70.
Arias J y cols. (2001). Generalidades Medico quirúrgicas. Editorial Tebar. España. Pg: 269.
Bobadilla D (2008). Nivel de estrés y el nivel de desempeño educativo de la enfermera percibido por el paciente post operado de cirugía cardiaca en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Nacional Almazor Aguinago Asenjo. Tesis para optar el título de Especialista en el cuidado del adulto en terapia intensiva. Universidad Nacional de Trujillo.
Calderón H y Puertas M (2007). Nivel de estrés y apoyo emocional que brinda la enfermera percibido por el paciente quirúrgico del servicio de cirugía A del Hospital Regional Docente de Trujillo. Tesis para optar el titulo de Licenciada en Enfermería. Universidad Nacional de Trujillo- Perú.
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