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Historia de Ciencia y Labor

Enviado por Alberto Pereira Rios


Partes: 1, 2, 3

  1. 1918-1921. Sus Orígenes
  2. La segunda generación
  3. El estado del barrio en 1921
  4. Nada resulto fácil
  5. Periódico Villa Mitre
  6. Biblioteca Popular "Ciencia y Labor"
  7. Apéndice

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El propósito de esta monografía es exaltar La función que cumplieron las Sociedades de Fomento en las primeras décadas del siglo XX en la ciudad de Buenos Aires.

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Mural de Marta Celis

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Fachada actual

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Bartolomé Mitre, Patrono del Barrio y del Centro

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Juan B. Faruolo, fundador del Centro

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Segundo domicilio, Artigas 1920

Capitulo -I-

1918-1921. Sus Orígenes

Prólogo

Centro de Fomento y Cultura Villa Gral. Mitre fue su nombre original. (Hoy Ciencia y Labor") Es una institución de bien público ubicada en el barrio del mismo nombre de la ciudad de Buenos Aires. Su historia no me ha sido inspirada por estímulos emocionales, sino más bien por el racional deseo de recrear la acción comunitaria y transformadora de sus fomentistas en los albores del siglo XX; cuando la urbanización se extendía merced a su tesonero apoyo hacia el oeste de la ciudad.

Recrear su pasado es un revelador y significativo aporte para los hombres del presente. Y aunque la historia nunca se repite del mismo modo, servirá cuanto menos como guía, a aquellos que sepan interpretar sucesos acaecidos en otros tiempos.

Esta es la historia de un club de barrio, también un lugar, de entrañable pertenencia. Imborrable patrimonio espiritual de los que están y de los que aún lejos, atesoran su recuerdo.

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Croquis de la ciudad de Buenos Aires, en el mismo se señala la ubicación del barrio Villa Gral. Mitre

Los límites y trascendencia de los hechos y personas que se mencionan en esta monografía, están circunscriptos dentro de las primitivas fronteras del barrio de Villa Gral. Mitre. (Las que, tal como veremos, difieren en algo con las de hoy)

El período descripto en esta primera parte, está comprendido entre 1918 a 1930. (a) Los protagonistas fueron hombres de acción, genuinos representantes del espíritu de uno de los más prósperos períodos de nuestra Historia Grande.

Alguien dijo que: "el hombre de acción no vive más allá de su época", es el historiador que lo hace revivir. En tal sentido, acepté dicho reto, con la intención de rendir a nuestros pioneros el justiciero homenaje que la institución y el barrio les debe. Para lo cual, iré exhumando a través de fuentes auténticas, algunas muestras de su acertada labor, que logró transformar la insoportable marginación de un caserío paupérrimo y desamparado, en un barrio transfigurado y pujante que se integró sin menoscabos, al tejido urbano de la gran urbe.

Me animó también la idea de señalar la importancia que reviste para institución, la preservación y el rescate de nuestra identidad. Me refiero a lo que nos representa, a todo lo que nos es distintivo, tal como nuestro espacio físico, el escudo, nuestros colores representativos, al fútbol de todos los días, sucesos atesorados por nuestra memoria, el recuerdo de personas y personajes. De de los que están y de los que se fueron: de nuestros hábitos, costumbres, acuerdos y discrepancias. Todo lo cual, forma parte de los contenidos de un crisol donde se amalgama nuestra identidad social.

Esta historia se entrelaza con la de nuestro barrio, razón y fundamento de su existencia como institución. No aceptar ese principio, la convertirá en una isla, tan lejana como inaccesible para aquellos villamitrenses, que pudieran necesitar de su contención social, cultural y recreativa.

Será el único camino por donde deben transitar los dirigentes de la hora, a fin de advertir el riesgo que implica vivir de espaldas a ese contexto vital. Los que no lo hagan, deberán asumir las consecuencias de convertir a nuestra institución en una abstracción, ó tal vez en una mera caricatura de aquel pasado provechoso, brillante y trascendente.

(a) Lo enviado es parte de la sinopsis del mismo nombre, y autor y que se extiende hasta el 2004.

I- El año de su fundación 1918

La fundación se realizó dentro de un marco de acontecimientos de resonancia mundial.

El más conmovedor y deseado fue el anuncio de la finalización de la "Gran Guerra". La noticia provocó tal como era de esperar, un júbilo indescriptible en todas las latitudes.

No lo fue menos aún, aunque con distinto grado de aceptación, el estallido de la Revolución Bolchevique, ya que ésta se orientaba sobre bases ideológicas tan peligrosas como antagónicas para el predominante capitalismo liberal de los países centrales. Sin embargo, no pocos dirigentes progresistas alentaban a las masas proletarias, incitándolas a seguir los pasos de la revolución.

Sorprendían las noticias procedentes de cables que anunciaban ecos similares en todas las grandes ciudades del orbe.

En nuestro país, los estudiantes respaldados por el gobierno lograban concretar la tan ansiada Reforma Universitaria, que posibilitó la actualizaron de los programas de estudio, e incluyó a los jóvenes en el gobierno de las universidades.

Por entonces era presidente de la República don Hipólito Yrigoyen. Acosado durante ese año por grandes turbulencias sociales provocadas por sectores obreros. Su gobierno afrontó la friolera de ciento noventa y seis huelgas.

La Comuna de la ciudad inauguraba el Balneario Municipal, simultáneamente con el primer tramo de la Avenida Costanera Sur. Se construyó además una red de 200 casillas para bañistas y una gradería de cemento que descendía hasta el río. Esta obra fue recibida con unánime beneplácito por la prensa y por el público en general que pobló sus instalaciones.

El 22 de junio, o sea, veintiocho días después de fundado el Centro, los habitantes de nuestra ciudad quedaron deslumbrados al presenciar una densa nevada que cubrió techos y calles de la ciudad, cambiando su fisonomía. Nadie se explicaba lo que acababa de ocurrir en Buenos Aires. A esa hora, según el diario La Nación, la temperatura era de 3º 5´ sobre cero (Por entonces no se registraba sensación térmica)

La primera precipitación había durado veinte minutos. Cuando todos creían que la nevada se había esfumado. La temperatura descendió a cero grado y volvieron a caer los copos con mayor intensidad. La algarabía fue general y permaneció en el ánimo social del porteño durante varios días. Durante ese lapso, no se habló más que del inesperado meteoro, que solo volvería a repetirse en nuestra ciudad casi un siglo después. (9 de julio de 2007)

De aquel inusual acontecimiento, se inspiró Agustín Bardi para componer el tango ¡Que Noche!

En aquellos años los porteños estaban tan fanatizados con los "chuchos" que los medios gráficos y radiales reflejaban con títulos tamaño catástrofe, las expectativas que suscitaba la carrera entre los "pura sangre" Botagogo el pingo del pueblo y Grey Fox. Carrera en la cual. fueron sus únicos protagonistas. ¡El hipódromo de Palermo era un hervidero! En las apuestas Botafogo era favorito, la cátedra así lo había decidido y para no contradecirla, el super pingo tomó revancha sobre el que había sido su único vencedor. Desde entonces su nombre se convirtió en leyenda.

El campeonato de la Asociación Argentina de Fútbol, ya por entonces despertaba apasionamiento. Multitudes fervorosas poblaban insuficientes tribunas de madera. En ese año la competencia se puso al rojo vivo hasta el final. En aquella puja prevalecieron los colores blanco y celeste de la "Academia".

A pesar de los conflictos de todo tipo en aquel tumultuoso año, Buenos Aires destacaba entre las ciudades más carnívoras del mundo 85 kg. (1) de bifes y achuras anuales por habitante, lo cual justificaba aquel antiguo dicho popular que decía: "más criollo que un churrasco".

Y cuando la noche caía sobre la ciudad, reinaba el sainete. Los espectáculos se eternizaban en las carteleras de "Corrientes la angosta".

En aquellas veladas tan al gusto del porteño, nacía un clásico del tango: ¡Milonguita!

II- Origen de los barrios suburbanos

La creciente ola de inmigrantes que venía recibiendo el país desde mediados del siglo XIX desde de Europa, había colmado la capacidad de los conventillos, (2) que alguien definió como "espacios exclusivos de miseria". Los sufridos moradores sobrevivían en condiciones promiscuas, en tanto, eran esquilmados sin piedad por propietarios ávidos de lucro, pertenecientes en su gran mayoría a la alta burguesía. Tales excesos contaban con el guiño cómplice del poder político y la justicia ordinaria (3) ¡Pobres gringos! su consuelo era acaso fantasear con la posesión del techo propio. Con el correr del tiempo el ansiado anhelo comenzó a realizarse. Este suceso se inscribe con la difusión del sistema de pago en "cómodas cuotas mensuales". Alentados por esa cierta posibilidad, se despertó en ellos una irrefrenable fiebre compradora.

Domingos y feriados nutridas caravanas de ilusionados inmigrantes se trasladaban a los loteos, donde hábiles rematadores, les vendían las parcelas con el simbólico valor agregado de una frase muy corriente en tales circunstancias "Vea que usted está comprando un promisorio futuro" (4)

Y llegaron a los suburbios construyendo sus viviendas con esfuerzo dominical, y formaron nuevas barriadas, padeciendo durante largo tiempo la falta de servicios básicos para procurarse una aceptable calidad de vida.

Auque dicha mora, fue imputable en gran medida al vertiginoso desarrollo urbano, la realización de dichas obras se fue postergadas más de lo necesario a causa de la negligente y evasiva actitud, tanto de las empresas concesionarias de servicios, como de los funcionarios responsables, ya que estos, con fines manifiestos, orientaban sus proyectos y realizaciones hacia zonas de mayor poder adquisitivo (Léase potencial clientela electoral)

Así pues, transcurrió más tiempo del preciso aunque mucho menos del que tenían previsto dichos "entes", para que nuestro vecindario, contara con tan imprescindibles prestaciones. Ello fue posible merced a la singular vocación de servicio de vecinos con vocación fomentista, que en nuestro barrio, se agruparon en torno al Centro de Fomento y Cultura Villa Gral. Mitre.

III- Ausencia de Fomentistas

Hacia 1918, el barrio de Villa Mitre se debatía entre el desamparo y la desesperanza. Para peor, no contaba en ese tiempo con líderes sociales que se ocuparan de la problemática del novísimo vecindario. Por lo tanto no se realizaba gestiones en forma ante los organismos de competencia en procura de atenuar sus efectos.

En rigor, es sabido que desde 1908 funcionaba en la zona una Liga de Fomento la que según algunos dichos, operaba en sentido selectivo. Era dirigida por un grupo de hombres de sólida posición económica, mayoritariamente propietarios de fracciones en la zona. De su actividad y proyección, nos atenemos al texto de una nota cursada a la Intendencia Municipal por nuestro Centro, con fecha 30/12/1922 y transcripta por el "Villa Mitre" en su edición de enero de 1923. Allí se afirmaba " … que nunca se preocuparon de obtener mejoras para los que no forman el núcleo de La Liga, porque solo circunscriben su radio de acción a un área donde están ubicados las fracciones de tierra, cuyos dueños forman la comisión directiva de es Entidad y porque en definitiva, no pueden presentar constancias de haberse interesado por el mejoramiento edilicio sino donde tienen su patrimonio, si preocuparse por los demás habitantes del barrio, a quienes no alcanza ninguno de los beneficios que consiguen"

Tal vacío tiene sus orígenes a partir del alejamiento de la Asociación Gral. Belgrano un año antes, (5) comprometida en otro tipo de función comunitaria. Justo es señalar, que tal institución fue juntamente con La Liga de Fomento, las primeras entidades que funcionaron en el barrio. La Asociación había sido fundada y guiada por el titular de la subcomisaría 35ª (Hoy 41ª) Juan Fernández. Fue éste, el padre del fomentismo en el barrio. Hoy injustamente olvidado. Su animosa actividad pionera amerita sobradamente que alguna calle ó esquina del barrio recuerde su nombre.

IV- La Fundación

Las circunstancias resultaban propicias para el establecimiento de una entidad progresista, que bregara sin distingos por los intereses del barrio.

En tales circunstancias, un grupo de vecinos decidió fundar el Centro de Fomento Villa General Mitre.

En su declaración de propósitos, afirmaban su intención de afianzar el progreso del barrio, promoviendo actividades culturales; sociales; deportivas y al par, desarrollar gestiones tendientes al mejoramiento edilicio del mismo. (6)

En horas de la noche del 25 de Mayo de ese año, se efectuó la sesión inaugural. El lugar elegido fue el domicilio particular de Manuel Novo sito en Nazca 1856. En dicha reunión, quedaron establecidas las finalidades y fundamentos que guiarían a la novísima sociedad de fomento, en su tarea orientada al bien común. Fueron también elegidos, los integrantes de la primera comisión directiva.

V-El precursor y los fundadores

No mucho tiempo atrás nuestra generación desconocía el nombre y aún hoy, la múltiple trayectoria del gestor de la iniciativa que culminó con la fundación del Centro. Dí con ese dato en forma casual en un ejemplar del "Villa Mitre" de mayo de 1928. Allí se afirmaba que el impulsor de la idea inicial fue Juan B. Faruolo (7) quien a partir de entonces, se convertiría en uno de los mas eficaces instrumentos de la obra realizada en el período institucional que mas beneficios brindó y mayor reconocimiento obtuvo del vecindario.

Más adelante me ocuparé de señalar algunas de sus múltiples aptitudes y su eficaz contribución al ciclo. En lo que llamaría tiempo de aventura fundacional, tuvo nueve compañeros de ruta cuyos nombres transcribo según el orden establecido en una copia del acta de fundación datada en 1934. Son ellos: Manuel Novo; Santiago Antonio Yantorno; José Leiva; Germán Quintín; Domingo Brancatto; Antonio Arlengo; Valentín Franzoni; Pedro Juan Colombo; Daniel Greco, con Faruolo suman diez, los que legítimamente pueden mencionarse como fundadores. (8)

VI-Primera comisión directiva y filiación ideológica de la misma.

  • Presidente: Manuel Novo

  • Vice 1º : Arturo Bafico

  • Vice 2º : José Leiva

  • Secretario General: Juan B. Faruolo

  • Prosecretario Germán Quantín

  • Tesorero: Santiago Yantorno

  • Pro-Tesorero: Antonio Arlengo

  • Vocales: Valentín Franzoni

Víctor Faruolo

Daniel Greco

Ramón Pereira

Francisco Landi

Juan Colombo

Domingo Brancatto

  • Comisión, Revisora de Cuentas: José Arlengo

Carmelo Pascaretta

José Colombo

No será mera conjetura afirmar que la designación de Arturo Bafico (10) caudillo radical del barrio, a cargo de la vicepresidencia, haya respondido no tanto a un gesto de afirmación partidaria, sino más bien a la necesidad de contar con un gestor de peso para dinamizar las gestiones; las que sin padrino, corrían el riesgo de ser demoradas, ignoradas ó simplemente cajoneadas por la burocracia de turno. Otro buen intento seguramente orientado con intencionadas miras, fue la designación de la "comisión honoraria". No cabe duda que los muchachos, sobre ese tema, pensaron en grande. Esta incluía al mismísimo presidente de la Nación y a otros personajes que ostentaban los más altos cargos políticos en los ámbitos nacional y provincial. La refulgente nómina, incluía no solo a don Hipólito, también a los doctores Francisco Beiró, que en ese tiempo ocupaba la presidencia del Comité Capital, del partido gobernante. José Emilio Crotto, gobernador de la provincia de Buenos Aires; Estanislao Zeballos, rutilante figura de la diplomacia y la investigación histórica, por entonces decano de la facultad de derecho de la U.B.A.; Fernando Saguier, otro de los referentes del partido del gobierno. Los diputados nacionales Joaquín Llambías; Salvador Oría; Francisco San Martín y Justo Toranza; el señor Ezequiel Paz y el ya mencionado Juan Fernández, pionero del fomentismo en nuestra zona.

En verdad, si los notorios personajes elegidos se enteraron de la simbólica designación, poco ó ningún beneficio resultó de tan…enfática lucubración.

Ante tan desembozada implosión partidaria, no es aventurado suponer que nuestros pioneros no hayan desechado la posibilidad de incluir en sus propósitos iniciales, colaborar de alguna forma con la gestión del partido en el poder.

Lo cierto es que, por dicha razón, ó por causas que desconocemos, la nueva entidad de fomento, no logró encaminar su actividad hacia los objetivos proclamados en el acta de fundación. Casi nula fue la actividad en los primeros tiempos de la misma. (11)

El ciclo fundacional llegó a su fin a mediados de 1921, con el alejamiento casi total del grupo fundador. Hecho que se demuestra en la nómina de socios que incluye la Memoria y Balance del período 1922/23. Allí se advierte que solo tres de los integrantes del grupo original continuaban en el Centro. Fueron ellos: Juan Faruolo; Daniel Greco y Antonio Arlengo. Tal desbande se produce "casualmente" con la finalización del mandato constitucional de don Hipólito, o cuanto menos, en sus vísperas, ante la anunciada asunción de su sucesor Marcelo de Alvear. Arriesgando conjeturas, diríamos que tal circunstancia aparentemente incidental, nos estaría señalando que nuestros pioneros experimentarían una entrañable devoción partidaria hacia la figura de Yrigoyen. Con Alvear aunque correligionario, aparecía triunfante la otra cara del partido. Ante lo irreversible de tal suceso, nuestros amigos "peludistas", "se borraron" al parecer sin sentimiento de culpa de todo lo que podría resultar ajeno a la sacrosanta devoción hacia su ídolo. (13) Mas allá de sus devaneos políticos, no invalido absolutamente los méritos de quienes con su iniciativa, dejaron abierto un futuro a través del cual, transitaron durante noventa años varias generaciones de villamitrenses.

De manera que somos descendientes privilegiados de aquel impulso fundador, prolongado ininterrumpidamente con el desinteresado trabajo de decenas de continuadores.

Notas del Capítulo I

  • 1) Hoy solo 30 Kg (2002)

  • 2) Génesis de la Villa Miseria Actual.

  • 3) Clara demostración de nuestra sacrosanta historia de corruptelas.

  • 4) Los muy ladinos se amparaban en las omisiones y ambigüedades del término, ya que es sabido, que ni aún la tercera generación de vecinos, pudo disfrutar de aquellas intencionadas expresiones de buenos deseos, de los pícaros martilleros.

  • En rigor: Asociación General Belgrano y Protección a la Niñez Desvalida, fundada el 13/10/1907.

  • 6)Villa Mitre, edición de mayo de 1928

  • 7) Por entonces contaba con 25 años.

  • 8) Según consta al pié del acta de mención, la original, fue rubricada por los presentes a excepción de Daniel Greco, quien por ser iletrado, autorizó a José Leiva firmar en su nombre. José Marchese en el Villa Mitre, en el ya citado artículo, cita solo nueve, omite a Daniel Greco, sin duda por la razón ya expuesta.

  • 9) Falleció el 4 de febrero de 1925. Tenía 44 años.

  • 10) Algún tiempo después, fundaría con sus hermanos Armando y Adolfo, el club Social y Deportivo "Presidente Mitre", de vida efímera que tuvo su sede en Gaona 2686, casi esquina Caracas.

  • 11) C. Cardarópoli, Revista Inquietud Nº4 P.2, 1963. Archivo del autor.

  • 12) El presidente Yrigoyen era conocido popularmente como "el peludo".

  • 13) Fue elegido nuevamente para el cargo en 1928.

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De 1924.

Capitulo II

La segunda generación

1921/1I-Prologo

Pocas veces nuestra dirigencia se enfrentó con desafíos tan variados y complejos. Pese a lo cual, los afrontaron y los resolvieron con apasionada entrega.

Ante el alejamiento de la camada fundadora, nuevos y progresistas vecinos asumieron la responsabilidad de la conducción del Centro, concientes de las premiosas necesidades emergentes del contexto urbano en el que actuaban.

Sin dilaciones pasaron a la acción con inalterable vocación fomentista. Evocaremos sus nombres a través de nóminas indicativas que nos señalan, en alguna forma, el grado de participación que sus integrantes prestaron al Centro, en dicho período.

Socios que ocuparon la presidencia en ese período:

Juan B. Faruolo

Jacinto Gamba

José Bresciano

Ricardo Arteaga

Natalio Ulisano

Rómulo Bottero (14)

Socios que ocuparon cargos en Mesas Directivas:

José Artaza V.P.

Ricardo Arteaga S. G.

Adolfo Brancatto S. G.

Celestino Cardarópoli S.G. T.

José Bresciano V.P.

José Di Bona T.

Juan Deinguidard V.P –S.G.

Pedro Cardirola T.

Antonio Di Lázaro T.

Jacinto Gamba V.P.

José Marchese S.G.

Luis Parodi S.G. (15)

Natalio Ulisano S.G.- V.P.

Alberto Serrano S.G.

Aristides Tortonese S.

Juan Spinelli T.

José Bahomonde

Socios que ocuparon cargos la mayor parte del período:

Alejandro Ayabarrerna 7 años

José Luis Basani 8 años

C. Cardarópoli 6 años

J.Deinguidard 7 años

Juan Faruolo 7 años

Jacinto Gamba 8 años

José Marchese 7 años

Natalio Ulisano 8 años

Francisco Menta 6 años

José Bresciano 8 años

Roque De Vicenzo 5 años

Vicente De Vicenzo 5 años

Destacados integrantes del grupo:

José Bresciano (16)

Jacinto Gamba (17)

Natalio Ulisano (18)

Juan Deinguidard (19)

Alejandro Ayabarrena (20)

José Luis Basani (21)

Alberto Serrano (22)

Sin desestimar los méritos de los mencionados en las notas al pié, debo mencionar de modo especial, a los que fueron protagonistas principales del ciclo.

II-Juan B. Faruolo

Recrear su contribución y pensamiento, es reflejar en gran medida el espíritu de una clase media progresista, que en esos años lograba su mejor nivel socio-económico. (23)

Faruolo fue sin duda alguna el indiscutido conductor del ciclo. En el ejercicio de tal función, demostró singulares capacidades y una desbordante personalidad.

Integró la segunda generación, precedido del prestigio de ser el único sobreviviente de los años fundacionales y aún por mucho más, la de haber ejercido el doble rol de precursor y cofundador del Centro.

Si para juzgar el tiempo histórico hay que alejarse de los hechos para establecer la perspectiva apropiada, noventa años es un lapso suficiente para hacerlo sin cargas adicionales. A partir de lo cual se puede afirmar que Faruolo y quienes lo acompañaron, tomaron la dirección correcta, esto es, abordaron en tiempo y forma el tren de la historia, con la firme determinación de canalizar la gestiones ante los entes responsables, para revertir la indefensión y el desamparo en que se encontraba el barrio.

Con Marchese formó una dupla de formidable eficacia, vigorizante ejemplo para el entusiasta y aguerrido grupo de compañeros de tareas. El resultado se tradujo en un superlativo nivel de actividad.

Nuestro hombre fue el redactor del primer Estatuto Social (1918) el cual, tiempo después sería actualizado (1923) y cuyo texto fue publicado a través del el medio informativo del Centro (Periódico Villa Mitre)

Volcó todo el vigor de su personalidad en el ejercicio de su cargo (23) que asumió cuanto menos, siete de los diez años que duró su militancia como dirigente en el Centro. Representó a la Institución en el Congreso de Sociedades de Fomento en 1924. En tal ocasión fue elegido unánimemente para ocupar la presidencia permanente del mismo por los cuarenta y siete representantes de las entidades actuantes.

Analicemos algunos rasgos de su personalidad a través de comentarios de sus contemporáneos.

" … Yo confieso, que la primera vez que tuve oportunidad de verlo presidir (Reunión de C.D.) sufrí una sorpresa, porque me parecía imposible que un hombre tan joven (25) tuviera la virtud de poder conducir las opiniones de ese gran núcleo de hombres cuya mayor parte tenía ya canas. Pero eso fue al comienzo de la reunión, al final de la misma, salí convencido, que ese presidente joven, era un ser excepcional por sus condiciones innatas" (26)

En todos los medios en donde actuó era hombre de estar siempre el la línea de fuego: Cooperadoras escolares; medios gráficos donde lucía impecable estilo e información precisa. Erudito disertante de temas histórico-sociales (27) Aún tuvo tiempo para cofundar el Rotary Club de Villa Mitre, sin embargo, tales actividades no le impidieron dedicar parte de su tiempo a la investigación (28) de temas vinculados a su actividad profesional. A través de la misma logró una merecida reputación de erudito. Participó en concursos literarios presididos por jurados de jerarquía internacional quienes lo distinguieron en varias oportunidades entre los mejores y no pocas veces como el mejor.

En 1928 culminó su provechoso ciclo en el Centro abierto a otros desafíos que pondrían a prueba sus capacidades por nadie desmentidas.

III-José Marchese

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Uno de los hombres eminentes del fomentismo. A través

del "Villa Mitre" contribuyó al progreso del barrio.

Si Faruolo reflejó una personalidad carismática. Marchese fue una fecunda combinación de valores, donde prevalecían, mesura, modestia y laboriosidad al par que, una insobornable y tenaz fidelidad con sus variados y múltiples propósitos.

Aún con discontinuidades temporarias motivadas por su actividad personal, asumió con entusiasmo el cargo de secretario general y director del órgano informativo mensual (Periódico Villa Mitre) en un período que demandó más que ningún otro, poseer para esos cargos condiciones sobresalientes y una tesonera y animosa dedicación.

Su aporte, con vistas a la solución de la problemática que planteaba la evolución de una barriada en ciernes, resultó tan eficaz como trascendente. Tanto como el éxito de la publicación de la cual don José fue su inspirado ejecutor.

El periódico se convirtió en el portavoz más eficaz de las inquietudes de un barrio. Tales inquietudes se reflejaron en sus páginas durante cerca de cuarenta años. En el ejercicio de tal actividad actuó sin condicionamientos ni ataduras, absolutamente fiel a los propósitos enunciados en su primera edición. (29)

Apasionado por su cuasi creación, jamás renunció a su intención de perpetuarlo. Distanciado de la Institución durante un largo período (30) fue convocado en 1954, en vísperas de las obras de ampliación que aportaron al edificio social su actual fisonomía. En tales circunstancias su colaboración fue del todo eficaz y decisiva.

Su deceso se produjo en el ejercicio de la presidencia del Centro un 17 de noviembre de 1956.

IV- Pedro Juan Pargade

Compartió el privilegio con Florencio Fernández ser investidos con el nombramiento de socios honorarios. Los primeros en el uso de tal distinción hasta esa fecha. Hasta mediados de los años sesenta, su foto encuadrada aún permanecía en lugar visible en la oficia administrativa rodeado por sus compañeros y amigos de los años "veinte". Su imagen trasuntaba la energía y la dignidad puesta en al servicio de la gente.

Manos desaprensivas, adeptas a estéticas impersonales (31) borraron inmisericordes aquellos símbolos de un pasado glorioso. Justos homenajes tributados a personas que han contribuido a sentar sólidas bases a un porvenir sustentable.

No hubo en la historia del período que rescato, una persona tan apreciada y reconocida como el viejito Pargade, mérito doblemente significativo que le cupo a una generación poco inclinada al elogio y a ponderación de sus integrantes (32)

Resulta pues sorprendente, advertir los numerosos homenajes que le fueran brindados en vida tanto, ó más aún después de su muerte, ocurrida un 5 de junio de 1929.

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En todos ellos, sus compañeros expresaron auténticos sentimientos de amistad con el florido decir de la época (33) Hoy sabemos que tales expresiones de reconocimiento era justa respuesta a una significativa labor, más meritoria aún, si tomamos en cuenta lo avanzado de su edad en el ejercicio de tales trajines.

Diariamente y en cada calle del barrio, dialogaba con los vecinos, recibiendo quejas e inquietudes y transmitiéndoles a su vez el esperanzado mensaje del Centro (34) Se convirtió en el mensajero de inquietudes y esperanzas (35) Destacándose como un obsesivo supervisor de las cuadrillas que realizaban reparaciones e instalaciones en la zona. Su persistente actitud lograba efectos sorprendentes. Lo hacía con los más poderosos instrumentos de que siempre hizo gala: humildad y sabiduría. Conseguía con ellos celeridad en los trabajos programados y reparaciones no previstas pensando siempre beneficiar a la gente. Poseía el don de atraer y convencer, en uso de tales virtudes incorporó al Centro tantos mas socios, que tal vez muchos otros con mas empeño. (37)

La noticia de su deceso corrió como reguero de pólvora por todo el barrio y provocó inmenso pesar entre amigos, compañeros y vecinos. El tiempo no borró su recuerdo, un año después el Centro rendía homenaje a su memoria recordando su singular personalidad a través de las sentidas palabras pronunciadas en tal ocasión por don Celestino, en cuyo párrafo final decía: "La común aspiración de evocar al amigo, con el simbolismo de su imagen ubicada en este lugar, que permite contemplar un rostro bondadoso que muestra a su vez la paz del deber cumplido"

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Jacinto Gamba, presidente 1930/31

V-José Di Bona

El más progresista, irreverente y combativo de la generación del "22" (39) Tuvo la feliz iniciativa de fundar la biblioteca Ciencia y Labor (25/3/1923) Fue el primer presidente de la subcomisión de biblioteca y cultura, y la que impulsó el acelerado crecimiento de la misma. La magnitud de su crecimiento se refleja en los cuadros "I y II" en el párrafo correspondiente a su descripción y desarrollo en su período inicial.

Di Bona formó parte del grupo durante los primeros años del ciclo. Militancia breve pero que dejó su impronta. Fue tesorero y delegado ante la Federación de Sociedades de Fomento. En el ejercicio de tal función, se patentizó su progresismo social, expresado en cuanta oportunidad se le presentó, a través de su indiscutido talento oratorio. Intransigente y batallador, columnista del Villa Mitre, arremetía en sus notas y crónicas contra las injustas y demoradas aspiraciones de los barrios periféricos. En ellas profería ácidas críticas dirigidas a las autoridades comunales a las que calificaba sin rodeos de inoperantes y discriminatorias (40)

En lo privado tuvo activa militancia política. Así fue que a partir de su alejamiento del Centro canalizó sus inquietudes en el partido socialista.

Su memoria estará siempre presente, mientras la biblioteca Ciencia y Labor (41) continúe con su actividad en beneficio de nuestro barrio.

VI-Alfredo Acosta

La memoria y balance correspondiente al ejercicio 1954/55, registraba el fallecimiento de uno de los representantes de ese ciclo del cual fue uno de sus animadores.

"El negro Acosta", como se lo llamaba familiarmente fue merecedor de las más alta estima de sus compañeros de generación. Lo fue por su inquebrantable voluntad de luchador, tanto como por la franqueza y simpatía que campeaba todos sus actos. Su actuación quedó trunca luego de su alejamiento del barrio. Sin embargo nunca se desvinculó emocionalmente del Centro. De él, dijo Marchese: "La Institución formulaba los pedidos y era él, que con tenacidad y constancia lograba concretar favorablemente las gestiones iniciadas"

La ampliación de la red de alumbrado público en la zona, se logró mediante su exitosa gestión personal. Como primer administrador del periódico Villa Mitre consiguió siempre mantener equilibrada sus cuentas, y el incremento de las bases de financiamiento. Fue el primer delegado ante la Federación de Centros de Sociedades de Fomento. En tales circunstancias fue nombrado secretario de la asamblea de representantes que dieron origen a tal corporación.

Acosta fue autor de poemas de elegante estilo, que aún podemos valorar en las amarillentas páginas del Villa Mitre.

VII-Celestino Cardarópoli

Detenta la más prolongada trayectoria como directivo en la Entidad. Militó en cuatro ciclos generacionales, ocupando en todas, los roles de mayor responsabilidad. No es casual que en cada una de ellas se produjeran los mayores avances en hechos positivos que registra la historia institucional. Su participación más prominente fue la comprendida entre los años 1954/61. Período en el cual alcanzó su plenitud como dirigente. Cuando alguien aborde esos años y nos relate en detalle sus hechos y proyección, no dudo que habrá de valorar en mucho su tarea que lo convirtió en el máximo referente de esa época, como líder capaz y honesto. La primera impresión que tuve de él fue el de una persona esquemática y retraída, en la medida que lo fui conociendo, reconocí en él condiciones poco comunes. Su fuerte no era la diplomacia, para él todo era blanco ó negro, tocante a manifestar sus sentimientos y pensamientos. No medía las consecuencias de su actuar. No volvía nunca atrás en sus decisiones. Era implacable. No fue un gran talento pero era obsesivo en su trabajo, paciente, luchador, tesonero y sobre todo con una gran fe en si mismo. Su presencia inspiraba respeto. Fue maestro y guía para muchos entre los cuales me conté.

Su romance con el Centro, se convirtió en pasión. Su tarea se inició a partir de 1924 (A los 23 años) y culminó en 1964, con su lamentado fallecimiento. Ocupaba entonces la vicepresidencia.

El exitoso desenvolvimiento de la biblioteca lo contó entre sus más dinámicos colaboradores. En C.D. se estrena como tesorero y tiempo después como secretario general, en una época en que el ejercicio de tal cargo requería entre otras condiciones, pleno conocimiento de la problemática edilicia del barrio y reconocida idoneidad para asumirla en el plano operativo. A los veintiocho años se hizo cargo de tal responsabilidad con plena conciencia de haber sucedido a un prototipo en tal función: José Marchese. Sus notas en Villa Mitre no se detienen precisamente en el cultivo de las formas. De estilo agresivo, y directo, sin concesiones de ningún tipo. Con el tiempo adquirirá solo el pulimento formal (42) La generación subsiguiente también lo contará entre sus filas (1931/1945) como uno de sus protagonistas principales.

VIII- Florencio Fernández (Un benefactor para recordar)

Lúcido testigo de los orígenes del barrio y uno de los soportes de su evolución.

Columnista del diario "La Nación" y fundador del "El Oeste", periódico cuyo radio de influencia abarcó por aquellos años el barrio de Villa Gral. Mitre. Instaló a través de esos medios en la opinión pública de la ciudad, el desamparo que padecían los barrios suburbanos. Apoyó sin retaceo la obra emprendida por el Centro y se convirtió en prominente benefactor de su biblioteca, donando centenares de libros y valores, algunos de los cuales llegaron a ser emblemáticos. (44)

El Centro retribuyó con fecha 9 de julio de 1926 sus importantes contribuciones otorgándole el diploma de socio honorario, distinción acordada a un limitadísimo número de personas (Art. 50 del Estatuto Social vigente hasta noviembre de 1957) (45)

Fue también autor de los primeros apuntes que destacan patéticos aspectos de la aldea primigenia, la que por ese tiempo (1908) adoptó el nombre de "Villa Gral. Mitre". Tales notas fueron publicadas por El Oeste y reproducidas por Villa Mitre en sus ediciones de junio y agosto de 1926, allí expresa singulares revelaciones: "Cuando conocí esta Villa, hace treinta años se llamaba "Sauce Santa Rita". En su casi totalidad, estaba compuesta de potreros y hornos de ladrillos"

Otro dato real que da trascendencia a su trayectoria fue haber sido el gestor de la iniciativa de cambiar la antigua denominación del barrio, por la que hoy detenta. (46)

El último domicilio de don Florencio que registra esta memoria, estaba ubicado en San Blas 2409. Allí se instaló luego de construir esa propiedad, que habitó con su numerosa familia a partir de agosto de 1926.

IX- Perfil Ideológico del grupo

Así como la muchachada fundadora fue claramente radical (47) La segunda y la tercera generación de villamitrenses, fue mayoritariamente socialista.

No puede dejar de reconocerse que dentro del entramado social de los años "veinte" estos representaban las vanguardias ó sea, el segmento progresista de la sociedad porteña.

Nuestros hombres, sin disimular su predilección partidaria, nunca involucraron al Centro con actividades políticas que pudieran desviarlo de sus verdaderos fines. Dentro de la Institución, se consagraron exclusivamente a desarrollar su labor fomentistas, actitud por lo demás en línea, con las bases doctrinarias que por entonces sustentaba su partido.

El perfil socio-económico del grupo se enrolaba mayoritariamente en la clase media, nutrían sus filas: comerciantes; profesionales; cuentapropistas y empleados. Compartían gustos e inclinaciones, tales como la afición por la lectura; el trabajo solidario e idéntica capacidad para transformarse en improvisados, pero enjundiosos hombres de pluma. Asiduos a banquetes y apasionados cultores de la retórica decimonónica.

Notas del Capítulo II

  • 14) Sus hermanos Héctor y Américo, integraron también la C.D. durante el período.

  • 15) Fue secretario General y subdirector de Villa Mitre, durante el período 1926/27. Vivía en Nazca 1711.

  • Partes: 1, 2, 3
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