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Psicología del desarrollo de la adolescencia


  1. Introducción
  2. Cambios físicos y sus implicaciones
  3. Trastornos alimenticios
  4. Cambios cognitivos y sus implicaciones
  5. Desarrollo social y sus implicaciones
  6. El papel de los padres en la adolescencia de sus hijos
  7. Conclusión
  8. Bibliografía

Introducción

La adolescencia es la etapa de transición de la infancia a la adultez en la vida del ser humano; la palabra proviene del latín adolescens, que significa crecimiento. El crecimiento en una persona es físico, psicológico y social, se presenta a lo largo de la existencia, sin embargo, en la etapa de la adolescencia son muy significativos, ya que el individuo deja de ser niño para convertirse en adulto, con todas sus implicaciones.

El crecimiento físico consiste en aumento de estatura y cambios en las proporciones corporales, y se presenta de dos maneras, una lenta y otra rápida; las etapas de la vida que manifiestan el crecimiento rápido son: entre el nacimiento y un año, y entre 12 y 18 años, ésta última es la que abarca la adolescencia. El crecimiento físico en la adolescencia involucra las características sexuales tanto primarias como secundarias, es lo que se conoce propiamente con el nombre de pubertad, el término deriva del latín pubertas, cuyo significado es virilidad, esto es, biológicamente el individuo tiene madurez para la reproducción, más no madurez emocional.

Intelectualmente en la adolescencia se empieza a pensar en términos abstractos, ya se es capaz de hacer inferencias y de razonar para la toma de decisiones adecuadas.

Psicosocialmente, se pretende lograr cierto grado de autonomía e independencia de los padres, se busca formar una identidad, por lo que los padres deben tener un estilo educativo definido para poder ayudarles, ya que es preciso la guía adecuada y la sensibilidad para determinar en qué momento intervenir, porque en algunos aspectos el adolescente podrá tomar sus propias decisiones sin problema, pero en otras no, y es cuando los padres deben inmiscuirse, encauzándolo por el camino correcto.

Los tres desarrollos se interrelacionan provocando los problemas de salud tanto física como mental. Los principales problemas que se presentan en la adolescencia son los problemas alimenticios lo cuales, independientemente de que por sí solo los adolescentes presentan depresión y baja autoestima, los trastornos alimenticios también las inducen.

Cambios físicos y sus implicaciones

Los cambios físicos están determinados por la producción de hormonas que se incrementan en la pubertad, las cuales dependen de un complejo mecanismo donde intervienen el hipotálamo, la hipófisis y las gónadas.

La hipófisis es una glándula que a través de la hormona del crecimiento va controlando que éste sea equilibrado y a su vez controla a las gónadas mediante la liberación de las hormonas gonadotropinas para que éstas produzcan las hormonas sexuales que son las que determinan los cambios corporales.

Las gónadas son las glándulas sexuales, testículos en los hombres, ovarios en las mujeres, como ya se mencionó en ellas se encuentra la labor de producir y segregar las hormonas causantes de los cambios físicos; es muy cierto que estas hormonas se encuentran presentes desde siempre, pero en esta etapa aumenta la producción, de este modo, la testosterona se concentra más en los hombres que las mujeres, por lo cual se le ha llamado la hormona masculina, no obstante, las mujeres también la tienen, sólo que en menor cantidad. La testosterona es la hormona que propicia el desarrollo de los genitales, el cambio de voz y el aumento de estatura, esta última asociada a la hormona del crecimiento. En las mujeres la hormona causante de los cambios de las mamas, el útero y el sistema óseo (Santrock, 2006), es el estradiol, que también se encuentra en ambos sexos, pero la concentración es mayor en las mujeres. Las hormonas testosterona y estradiol producidas por las gónadas son las que determinan la madurez sexual.

El mecanismo hipófisis-gónadas es relevante, ya que la hipófisis, como ya se mencionó, es la que activa a las gónadas para que produzcan sus propias hormonas, pero también, junto con el hipotálamo, detecta la segregación pertinente y a su vez controla la segregación de las hormonas gonadotropinas.

La importancia o relevancia que podemos encontrar en el hipotálamo en la pubertad, es que controla el hambre, la sed y el sexo, y bien es sabido que uno de los problemas de los adolescentes son los problemas alimenticios y también la identidad sexual, además del despertar a la sexualidad.

La madurez sexual (características sexuales primarias), y los cambios corporales (características sexuales secundarias), corresponden a la pubertad, y es común que coincida con la adolescencia, que es una etapa de la vida, sin embargo, existe la pubertad precoz, y así vemos a individuos, principalmente mujeres que en su infancia tardía, inician con estos cambios y no por eso son adolescentes. La adolescencia como etapa de la vida abarca de los 12 a los 18 años, aproximadamente, y la pubertad en ocasiones se presenta a los 10 años, y a veces a los 8 años, por lo tanto, no es conveniente manejarlos como sinónimos.

Los cambios en las características sexuales primarias consisten en el crecimiento de los genitales y la producción de óvulos en las mujeres y espermatozoides en los varones. La señal de madurez biológica en la mujer es la aparición de la menstruación y en los varones la expulsión de semen, principalmente mientras duermen.

Las características sexuales secundarias son visibles y es como todos se dan cuenta de que el niño está cambiando; las mujeres presentan ensanchamiento de caderas y aumento de senos, los hombres ensanchamiento de espalda, cambio de voz. Estas son las principales características indicadoras de que el niño se está convirtiendo en adulto.

Otro de los cambios que experimentan los adolescentes, es en la piel, que se vuelve grasosa, lo cual provoca la aparición de barros y espinillas en cara, cuello, pecho y espalda, esto es por la activación de las glándulas sebáceas las cuales producen grasa y salen al exterior para lubricar la piel a través de los poros, pero en la pubertad, la producción de grasa se incrementa provocando que el exceso taponee los poros, no permitiéndole salir y es entonces cuando se presentan los molestos granos; esta situación les genera conflicto, porque se sienten avergonzados de la apariencia que exhiben, y en los varones además, cuando emiten sonidos agudos ocasionales, los famosos "gallos", producto del cambio de voz, ya que ésta se hará grave. Lo que los adolescentes deben comprender es que esta circunstancia es normal y desaparece cuando se alcanza la edad adulta, todos pasamos por la misma y a los ahora niños, también les tocará.

Un aspecto más que deben entender, es que en esta etapa el cuerpo está cambiando para adquirir la apariencia del adulto, pero aún no se define, el proceso termina aproximadamente, a los 18 años, por lo tanto, es en este momento cuando podrán conocer con certeza la constitución que tendrá el mismo. La constitución corporal varía de individuo a individuo, algunos son robustos, otros delgados, por mencionar algunos, por eso, es innecesario que se preocupen en esta etapa en la apariencia que tiene, lo ideal es disfrutar estos cambios, ya cuando alcancen el completo desarrollo, entonces y sólo entonces, empiecen a, no preocuparse, sino ocuparse en mantenerlo como lo deseen, pero claro, por medio de métodos sanos, como lo es el ejercicio y una alimentación sana y balanceada.

El no alcanzar a comprender esta situación conduce, principalmente a las mujeres, pero también a uno que otro hombre, a dejar de comer, trastorno que se conoce como anorexia, o a comer, pero provocarse vómito, conocido como bulimia; ambos perjudican la salud, y pueden llegar a ocasionar la muerte.

Trastornos alimenticios

Los trastornos alimenticios son unos de los mayores males que atacan a los adolescentes, aunque en la actualidad ya es cada vez más temprana la edad para iniciar con éstos; la anorexia y la bulimia nerviosa son los principales trastornos, y están asociados a una idea sobrevalorada de la delgadez, alteraciones en la imagen corporal sobre el propio cuerpo, percibiéndose como obeso sin estarlo, generando variaciones en la conducta de ingesta.

La característica esencial de la anorexia nerviosa es el rechazo a mantener el peso por encima del valor mínimo normal para su edad y estatura, deseo de perder peso y terror ante la gordura que se convierte en el centro de todas sus preocupaciones, e influye negativamente en el resto de las facetas de la vida de la persona.

La característica principal de la bulimia es que quienes la presentan, muestran una pérdida de control sobre su conducta de ingesta, se sienten impotentes ante un deseo irrefrenable de comer, suelen darse atracones que terminan en la provocación del vómito por los sentimientos de culpabilidad y repulsa que vienen después de los atracones.

Desde el punto de vista biológico como ya se vio, interviene el hipotálamo, el cual controla la experiencia psicológica del hambre y la saciedad, a nivel estructural y bioquímico, se ha detectado anomalías en la neurotransmisión cerebral, así como disfunciones en el eje hipotálamo-hipofisario.

En la regulación de la ingesta a nivel hipotalámico intervienen el hipotálamo lateral, induciendo la sensación de hambre, y el núcleo ventromedial provocando saciedad.

Entre los neurotransmisores, el sistema serotoninérgico disminuye la cantidad y la duración de las comidas, y la activación noradrenérgica aumenta la ingesta en cada comida, favoreciendo la preferencia por carbohidratos y disminuyendo la de proteínas, la influencia dopaminérgica depende del horario: por la mañana aumenta la ingesta de carbohidratos y en la cena la de las grasas.

Las hormonas gastrointestinales (gastrina, secretina) disminuyen la ingesta al lentificar el vaciamiento gástrico, la insulina y la motilina aumentan la ingesta, el glucagón, la bombesina y la somatostatina la disminuyen.

Desde el punto de vista sociocultural, los medios de comunicación apoyados en publicidad de extrema delgadez y reconocimiento social, son factores que influyen en nuestros jóvenes por medio de la autoestima. La delgadez como modelo estético corporal y valor de éxito social, el rechazo de la obesidad y la presión mediática a favor del cuerpo delgado son aspectos que tienen gran importancia y causantes en el aumento de estos trastornos.

Dado que en los adolescentes, una de sus tareas es la búsqueda de su identidad, la identidad corporal juega un papel muy importante, ya que la percepción que tiene de la misma, es la que los lleva a desarrollar estos trastornos.

Entre los factores predisponentes están los siguientes:

  • Sociales: La presión social hacia una imagen más esbelta, ha sido considerado como uno de los factores principal en la aparición de estos trastornos; esta idealización de la delgadez se acompaña de una gran insatisfacción corporal, especialmente en mujeres, porque la percepción que tienen de sí mismas esta distorsionada por tanta información que les llega de diversas fuentes, piensan que solo la mujer delgada es atractiva, sin tomar en cuenta los mínimos de peso corporal.

  • Personales: El ser mujer, la presión social que sufre la mujer en cuanto a su imagen, en la adolescencia se es más vulnerable a las críticas y valoraciones que hacen de uno y si se tiene o se tuvo en algún momento sobrepeso, y por eso hubo burlas, con mucha más razón; el ser perfeccionista, el deseo de agradar a los demás, todo eso conduce a que adquieran alguna de las conductas alimenticias inadecuadas.

  • Familiares: Padres con actitudes rígidas y no dialogantes, existencia de conflictos familiares; padres con problemas de peso o alguno de ellos muy preocupado por el cuerpo y la imagen corporal; comportamientos alimentarios en la familia erráticos como podría ser el dedicar poco tiempo a la comida y horarios poco establecidos. El modelo que puedan tener en casa también predispone a los trastornos, así, si la adolescente ve que su mama o alguna hermana mayor vive obsesionada por su peso, aunque ella este en su peso ideal, imitará esta conducta y poco a poco su percepción se distorsionará sintiéndose con sobrepeso y empezará a "cuidar" su peso cayendo en los excesos.

Algunos de los casos que he podido atender gira en torno a la aceptación o mejor dicho de la atracción hacia el sexo opuesto, principalmente las chicas, con ese estereotipo de que las delgadas son más atractivas, éstas se esfuerzan por serlo, aunque en realidad estén delgadas, pero piensan no lo están, también en cuestión de moda, sienten que la ropa les queda mejor a las delgadas, sin tomar en cuenta que no toda la ropa le queda al mismo tipo de cuerpo, y hay algunas que definitivamente a las delgadas no les queda, por lo tanto se tiene que trabajar en este tipo de pensamientos irracionales, por lo menos en mi caso que manejo la terapia cognitivo-conductual, es lo que trabajo, estos pensamientos irracionales, hacerles ver que sus pensamientos no tiene fundamento y que descubran la irracionalidad de los mismos.

De esta manera suele ser habitual que los trastornos alimenticios se inicien a causa de críticas directas o indirectas sobre la figura corporal que hacen otros, con lo que empieza a restringirse la ingesta tanto en la calidad como en la cantidad del alimento y ambas cosas son mortales.

Ya se mencionó líneas arriba que la mejor manera de mantener el peso ideal es llevar una dieta balanceada y hacer ejercicio.

El término dieta a veces genera confusiones, porque piensan que "dieta" significa dejar de comer, o comer poco, pero el caso es que una dieta es el consumo de calorías que cada individuo debe consumir con base a sus actividades, estatura, edad, sexo, entre otros, razón por la cual no es la misma dieta para todos, salvo compartan estas características ya mencionadas; el caso es que el primer problema para llevar una dieta son las confusiones de que dieta es dejar de comer o comer poco, y el otro es que siguen una dieta cualquiera, que esté llevando otra persona, y eso no es saludable, porque no son iguales, lo recomendable para llevar una dieta adecuada es acudir con un especialista que se las recomiende con base a sus características personales.

El ejercicio es otro recurso para mantener el peso ideal, sobre todo los aeróbicos, pero la mayoría de las veces los adolescentes prefieren utilizar otros métodos para adelgazar, estrategias que los medios publicitarios presentan como la única salida para los problemas de sobrepeso, por las ventajas de no hacer esfuerzo físico acuden a estos tratamientos milagrosos, que obviamente no hacen nada, bueno si, a veces les perjudica en la salud.

Cambios cognitivos y sus implicaciones

Con base a la teoría del desarrollo cognitivo de Jean Piaget, el adolescente es capaz de pensar en términos abstractos, de usar la metacognición y de usar el razonamiento hipotético-deductivo; ya no se limitan a basar sus pensamientos en las experiencias reales y concretas, ya cuentan con la capacidad de crear situaciones verosímiles, hechos con posibilidad hipotética sobre las cuales pueden razonar de manera lógica sobre ellas.

Otra característica del pensamiento adolescente es que está lleno de idealismo y de posibilidades por lo que empieza especular sobre característica que les gustaría tener y los lleva a compararse con los demás tomándolos como modelo a seguir, considerando esa forma de ser y actuar como estándares ideales de estilo de vida. Si no manejan adecuadamente este tipo de pensamiento, es decir, si esos modelos que siguen no son sanos, obviamente, afectara su desarrollo integral, por ejemplo, si el adolescente admira a una estrella de rock, pero en todos los aspectos, no sólo como músico, y este artista es drogadicto, lo más viable es que intente hacer exactamente lo mismo que él, y esto no es sano para su desarrollo porque le afectaría física, psíquica y socialmente, por otro lado, si el modelo es una persona que se conduce con rectitud, claro que será un buen modelo a seguir y le hará crecer.

Dentro de los cambios cognitivos y lo que esto implica se encuentra el egocentrismo, la cual consiste en la conciencia exacerbada que tienen de sí mismos, en donde se encuentra la audiencia imaginaria, el cual consiste en creer que despiertan el mismo interés en los demás al que sienten por ellos mismos, y la fábula personal, donde el adolescente se siente único e invulnerable (Papalia, 2009, 2010 y Santrock, 2006).

Este tipo de pensamiento conduce al adolescente a pensar que el mundo no les entiende, al no encontrar similitud en el pensamiento de los demás, y cualquier cosa que alguien les diga y vaya en contra de sus ideas, le parecerá que es por llevarles la contraria o porque no los quieren y que siempre los están juzgando. Esta actitud les lleva a crear un mundo lleno de fantasías sobre sí mismo que los conduce a un mundo alejado de la realidad.

Así por ejemplo cuando los padres le hacen ver al adolescente que cierta amistad no les conviene por su estilo de vida, pero ellos están plenamente convencidos que son buenas personas, en lugar de sentirse apoyados por ellos, sienten que les están coartando su libertad y lo hacen por molestar.

Por supuesto que esto no quiere decir que nunca el adolescente tenga razón, habrá ocasiones en que si la tenga, aquí es labor de los padres distinguir cuándo sí la tienen y cuándo no, para poder orientarles apropiadamente.

Pero bueno, el hecho que presenten este tipo de pensamiento no significa que el adolescente sea completamente irracional, también tienen la capacidad de tomar decisiones adecuadas, precisamente esta manera de pensar nueva, en términos abstractos, les permite analizar las situaciones desde diferentes perspectivas, anticipando las consecuencias de sus decisiones y acciones, obvio que no es fácil para ellos, por eso es importante que los padres les ayuden en este proceso al permitirles participar en la toma de decisiones familiares y así además de reforzar su autoestima, fomentan su responsabilidad y autocontrol.

Desarrollo social y sus implicaciones

La estrecha relación que existe entre las tres esferas del desarrollo se hace patente una vez más, como se vio en el desarrollo físico los cambios conducen a trastornos alimenticios, estos a su vez a desarrollar depresión, al igual que, al no sentirse entendidos ante la aparente incomprensión de los demás, por el tipo de pensamiento que desarrollan, y todos estos factores son influenciados por el aspecto sociocultural.

Pues bien, en cuanto al desarrollo social uno de los aspectos a desarrollar o mejor dicho reafirmar, es la autoestima, la cual engloba la evaluación general del yo y al amor que se tiene de sí mismo, así como la autoimagen, y como puede verse cada una de las situaciones que vive el adolescente, derivadas de los cambios tanto físicos como cognitivos, disminuyen ésta, ya que en el aspecto físico, la inconformidad que manifiestan por su propia figura corporal, le hace sentir menos que los demás, el ambiente que les rodea, el bombardeo publicitario y los modelos que observan, hace que se comparen con ellos y creen, erróneamente, que son menos que los demás.

Tomando como referencia la quinta etapa del desarrollo social de Erik Erikson, "identidad frente a confusión de la identidad", la adolescencia es una etapa donde el individuo busca saber quién es, cómo es y hacia dónde se dirige.

En la adolescencia las diferentes perspectivas que el individuo tiene del mundo son relevantes, aquí se encuentra en un conflicto entre abandonar la seguridad de la niñez, la dependencia emocional de los padres, y la autonomía.

Cuando los adolescentes logran comprender que esta transición no es una amenaza a su integridad, sino una oportunidad de ser independientes y tomar sus propias decisiones, consolidan su identidad, adquiriendo una nueva comprensión de su yo, al darse cuenta que es innovadora y aceptable, que en ningún momento representa un peligro para su autorrealización.

Por otro lado, los adolescentes que no logran comprender que la transición no representa una amenaza a su integridad, se expresan confundidos, mostrándose renuentes a socializar, se aíslan de sus compañeros y de la familia. Paradójicamente, con esta actitud sí puede verse amenazada su integridad, ya que la baja autoestima derivada de la incapacidad para establecer relaciones sociales efectivas, puede hacerle sentir depresivo.

Los padres representan una importante figura para que los adolescentes desarrollen su identidad sin problemas.

Dependiendo del estilo educativo que utilicen los padres, coadyuvarán a que logren esta transición sin problemas o estén confundidos con respecto a la misma.

Estilos paternales y sus efectos

  • a) Padres autocráticos: son los que controlan la vida de los adolescentes sin permitirles tomar decisiones ni a expresar lo que sienten, son aquellos los cuales solamente su opinión cuenta, por lo tanto, el adolescente no tiene la oportunidad de explorar nuevas posibilidades, su mundo se reduce a lo que los padres dicen, la dependencia de la infancia aún persiste y difícilmente logran la autonomía. Cuando el adolescente se atreve a expresar alguna inconformidad o simple opinión, inmediatamente es callado, ya que el único que tiene conocimiento de las cosas, es el padre.

  • b) Padres permisivos: son los que proporcionan poca o ninguna orientación a los adolescentes y les otorgan total libertad en la toma de decisiones; los adolescentes, hijos de estos padres, exploran ampliamente nuevas experiencias, desafortunadamente al carecer de una guía, es más fácil que equivoquen el camino, experimentando cosas que dañan su integridad, como el dejarse llevar por las malas compañías, y al tener la presión del grupo, fácilmente caen en el pandillerismo o drogadicción.

  • c) Padres democráticos: este tipo de padres son los que permiten que sus hijos participen en la toma de decisiones de la familia y las propias fomentando la autonomía e independencia. Estos adolescentes, provenientes de familia cuyos padres son democráticos, tienen su vida bien orientada.

Definitivamente los padres que ayudan a sus hijos a la consolidación de su identidad son los padres democráticos, ya que estos padres actúan de manera coherente con las circunstancias, cuando deben otorgar permisos lo hacen y cuando se debe negar también. Por ejemplo, si el adolescente se está comportando de acuerdo a las reglas, es justo que se le otorgue algún permiso, así como cuando colabora con las actividades que se le asignan, por otro lado, cuando faltan a las reglas y no colaboran con las actividades, no es sano para ellos que se les permita permisos, y también si los padres consideran que las situaciones en las que se inmiscuye son peligrosas para su integridad física y/o moral. Claro está que todo esto debe ser reforzado con una comunicación abierta, y asertiva para que el adolescente no sienta que está siendo presionado.

Tanto los padres autocráticos como los permisivos no consiguen que los hijos desarrollen una identidad sana, los primeros al tener ellos siempre la última palabra no dan oportunidad a los adolescentes de explorar, porque siempre hacen lo que los padres dicen, sin replicar, aparentemente no tienen conflicto, pero el conflicto mayor es que no saben quiénes son, ya que siempre están a la sombra de los padres; los segundos al prácticamente no tomarlos en cuenta, les crean confusión, porque no conocen límites, estos son los de mayor riesgo a presentar confusión ya que no saben a dónde orientar sus pasos y son los más vulnerables a caer en los excesos, específicamente hablando de drogas, sexo y los trastornos alimenticios.

El papel de los amigos y compañeros

En la adolescencia es muy común que los individuos suelan reunirse en grupos, algunos grupos son productivos, porque pueden unirse para estudiar o divertirse sanamente, no obstante, otros son nocivos para el adolescente, el cual, ante la presión de grupo, se inclina a hacer actos delictivos o a atentar contra su salud al consumir algún tipo de droga ilegal, o simplemente alcohol o cigarro.

Es más fácil que el grupo ejerza presión en aquellos adolescentes que no saben tomar decisiones por sí mismos, porque siempre alguien está decidiendo por él, y cuando se atreve a mencionar algo, no es escuchado, y este tipo de hijos los encontramos entre los padres autocráticos, quienes no les han dado las bases para que sepan tomar decisiones responsables y maduras, por lo tanto, por un lado el no saber decir no, porque no está acostumbrado, y por el otro porque no se atreve a llevar la contraria; pero también hay otro tipo de adolescentes que no saben tomar decisiones acertadas y esto es porque hace todo lo que quiere, ya que no tiene control sobre sí mismo, porque no le enseñaron lo que es el control, por lo tanto, al hacer lo que quiere, no dimensiona los efectos negativos que pueda tener en su salud; los que están menos expuestos, pero no exentos, son los hijos de padres democráticos, aunque claro, la presión de grupo a veces es tan fuerte que hasta el más ecuánime cae.

Otro de los peligros a los que se expone el adolescente, es a las enfermedades de transmisión sexual; la conducta sexual también puede llevarse a cabo por la presión del grupo, por el escaso o nulo conocimiento de las enfermedades y de los métodos de prevención, pueden adquirir cualquiera de las enfermedades al tener relaciones sexuales sin protección.

Además del contagio de enfermedades, otro riesgo que corren los adolescentes son los embarazos no deseados, ella, que se embarace y él, que embarace, el caso es que la situación de ninguno de los dos es idónea.

Un embarazo no deseado conlleva muchas implicaciones y complicaciones, en primera la salud de la adolescente, ya que su cuerpo aun no está preparado para la maternidad, y además de poner en riesgo su vida, el producto puede no ser viable, o tener complicaciones al nacer, en el aspecto social, a los dos les afecta, porque lo más seguro es que tengan que abandonar los estudios, uno para trabajar y la otra para cuidar del hijo, y si en dado caso siguieran estudiando, entonces las repercusiones serán para el hijo, porque quedaría a cargo de los abuelos, y pasaría a ser un hermanito de la mamá, y los abuelos, los padres; la adolescente terminaría su desarrollo ya siendo mamá, pero ya su mundo cambió, tanto en el aspecto físico, como cognitivo y social, es diferente al de cualquier otro adolescente, por lo tanto, si puede ser mas conflictiva la transición.

El papel de los padres en la adolescencia de sus hijos

Es común que algunos padres se preocupen cuando sus hijos están por llegar a la adolescencia, erróneamente se ha asociado esta palabra con conflicto; si se detuvieran un momento a pensar en cada momento del desarrollo que han tenido los hijos, descubrirían con asombro que en todas, hay situaciones conflictivas que han afrontado; como seres humanos y como parte de la naturaleza, en cualquier etapa de la vida se deben superar adversidades, a esto se le llama crecimiento.

Que la adolescencia de los hijos transcurra tranquila, depende mucho de los padres, para empezar, evitar la preocupación de que es etapa difícil, en vez de esto, ocuparse en hacerles ver y sentir que los cambios que están experimentando son parte de la naturaleza humana, y que no deben avergonzarlos, al contrario, que se sientan orgullosos y felices porque pronto serán adultos, que curiosamente para la mayoría de los individuos es la meta, y digo curiosamente porque ser adulto implica más responsabilidades, pero para bien o para mal, el sueño de todo niño es ser "grande".

En todas las etapas, pero en especial en ésta, es básico que la comunicación entre padres e hijos sea abierta, que los escuchen, y tratar de no criticarlos o sancionarlos, que sepan que son personas en las que pueden confiar. Como no es posible controlar a la gente que rodea al adolescente, habrá quienes les hagan comentarios negativos en torno a su apariencia, o los rechacen por la misma, por eso, como padres responsables y confiables, se debe estar ahí para ayudarles a superar estas situaciones.

Autonomía y apego

Una de las tareas de los adolescentes es precisamente obtener su autonomía y esto atemoriza a muchos padres, porque sienten y piensan que pierden a sus hijos, curiosamente quienes experimentan conflicto ante esta situación, son los padres. Cuando los padres temen "perder" a sus hijos se presenta una situación estresante para ambas partes, ya que los padres intentaran ejercer mayor control sobre los hijos el cual choca con la necesidad de autonomía de los adolescentes, quienes quieren ser más responsables, pero no se los permiten lo cual ocasiona intercambios fuertemente emocionales, donde hay reclamos, sermones, y hasta insultos y amenazas, ya que ambas partes querrán obtener el control, que obviamente le corresponde al adolescente, porque es su vida.

Para algunos padres es difícil aceptar que sus hijos ya no son niños y que esa dependencia emocional que existía, debe desaparecer, porque el adolescente está a un paso de ser adulto, con todo lo que implica, por lo tanto, debe prepararse para ello, desarrollando la responsabilidad de sí mismo que amerita la adultez, dicha situación a veces resulta amenazante para los padres, su frustración es muy grande, ya que sienten que es necesario que el adolescente pase más tiempo con la familia y madure para hacer lo correcto, pero aquí la pregunta es ¿Cómo va a madurar si no le dan la oportunidad?, es natural que los adolescentes, quieran pasar más tiempo con sus amigos, sus ideas, necesidades y deseos han cambiado, es natural que quieran demostrarse a sí mismos que son capaces de tomar decisiones y que son ellos, no sus padres los únicos responsables de sus éxitos y fracasos.

En la adolescencia la relación padres-hijos debe ser de interdependencia, ya que es muy cierto que el adolescente puede manejar cierta autonomía, pero también es cierto que hay áreas de su vida que no tiene el pleno conocimiento como para tomar decisiones maduras y responsables, por lo que es en estos momentos, y sólo en estos momentos, cuando los padres deben proporcionar guía y orientación, pero si quieren que realmente la transición de niño a adulto sea sana, es preciso que reconozcan que los adolescentes ya no dependen de ellos al 100%, solo en aquellas áreas de las cuales no tengan un pleno conocimiento y así poco a poco, con la guía de los padres, el adolescente adquiere la capacidad para tomar decisiones maduras e inteligentes de manera autónoma, y en las áreas donde si tenga el pleno conocimiento y pueda manejarlas, dejarlos que tomen sus propias decisiones, incluso en la decisiones familiares, si tiene una aportación viable, pues adelante, que la proporcione, esto no demerita a los padres, al contrario, en cierta forma les libera de responsabilidades, aquí es donde se ve la interdependencia, los padres apoyan a los hijos donde sea necesario, y a su vez los hijos apoyan a sus padres cuando tienen la capacidad de hacerlo.

Conflictos entre padres y adolescentes

La mayoría de los padres se atemorizan cuando ven que sus hijos pasan de un niño dócil a un adolescente rebelde, que siempre anda de mal humor y se resiste a seguir las reglas paternas, ante esta situación, tienden a ser más estrictos, presionando a los adolescentes para que se apeguen a las normas, y esperan que se conviertan en adultos rápidamente, pero para esto se lleva tiempo, sólo los padres que comprenden esto son quienes logran comprender a sus hijos y los manejan de manera más eficaz y calmada.

Pero no siempre los desacuerdos entre padres e hijos son perjudiciales, a veces pueden tener un efecto positivo dentro del desarrollo, ya que estas disputas y negociaciones facilitan que los adolescentes pasen de depender de sus padres a ser autónomos. Cuando los adolescentes manifiestan desacuerdo a sus padres, es más viable que adquieran herramientas para avanzar hacia la autonomía, ya que tras el conflicto viene la negociación, claro está, para esto se debe ser padre democrático, pero pensemos en este tipo de padres, ya que estos son los que manejan la comunicación asertiva y dará la razón cuando realmente la tiene el adolescente, y le hará ver de manera eficaz cuando no la tiene. De los padres autocráticos y permisivos, no se puede esperar esto, ya que ante el primero el adolescente ni siquiera se atreve a manifestar su desacuerdo, porque está acostumbrado a aceptar todo lo que el padre le diga y en caso de que se atreva, inmediatamente es sometido, y el segundo, ni siquiera lo toma en cuenta, es más, no hay necesidad de manifestar desacuerdo porque simplemente no hay nada que discordar, tiene plena libertad de hacer lo que quiera.

Conclusión

La adolescencia es una etapa significativa en la vida del ser humano, en ésta se define e integra la personalidad del individuo, tomando en cuenta que es un ser biopsicosocial, los cambios tanto biológicos, como cognitivos y sociales coadyuvan en esto, es en esta etapa cuando se dan los cambios que son relativamente permanentes, ya que el crecimiento dura toda la vida, pero de aquí se parte para la etapa adulta, por eso se dice que es la etapa de transición, porque el niño se convierte en adulto, los cambios que se experimentan en esta etapa, son la pauta para la vida adulta.

La influencia de los padres en los adolescentes es decisiva para superar la etapa sanamente, porque a través del estilo paternal que ejerza es como ayudará al adolescente a pasar a la siguiente etapa sin conflicto, lo cual no quiere decir que no experimente algunos conflictos, pero estos son parte del crecimiento, paradójicamente a través de ellos adquiere responsabilidad y autonomía.

Celia Trujillo Martínez

Bibliografía

  • 1. PAPALIA, Diane; Feldman Ruth; Olds Sally. Desarrollo humano. Editorial McGraw-Hill. México, (2010)

  • 2. PAPALIA, Diane; Feldman Ruth; Olds Sally. Psicología del desarrollo. Editorial McGraw-Hill. México, (2009)

  • 3. ROSSELLI, Mónica; Matute, Esmeralda; Ardila, Alfredo. Neuropsicología del desarrollo infantil. Editorial Manual Moderno. México, (2010)

  • 4. SANTROCK, John. Psicología del desarrollo. Editorial McGraw-Hill. México, (2006

 

 

Autor:

Celia Trujillo Martínez

HUMAN DEVELOPMENT II (ADOLESCENCE)

VIVO EN VERACRUZ, VERACRUZ, MÉXICO

ATLANTIC INTERNATIONAL UNIVERSITY

HONOLULU, HAWAI

26 DE MARZO DE 2013, PRIMAVERA