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Algunas reflexiones sobre la Universidad Bolivariana de Venezuela y el reto de educar e investigar (página 2)


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Quienes integran la vida académica de la UBV, integran la fuerza social que mantendrá vivo el proyecto bolivariano en su máxima expresión. Cada actor involucrado, se compromete, no con una institución, sino con un proyecto educativo y social que surge por el compromiso ético y político de un ideal y un orden constitucional que democráticamente consolidó el Estado Social y de Justicia. Se compromete con el reconocimiento del hombre como "… un ser evidentemente biológico [Pero que también] es, al mismo tiempo, un ser evidentemente cultural, meta biológico y que vive en un universo de lenguaje, de ideas y de conciencia" (Morín: 1997; 89). Es decir; que pueda entender la realidad como un todo y no se parcialice al conocimiento de un solo componente. Es necesario identificarse con las bases como protagonistas de los cambios sociales e integrarlos a la estructura social, cultural, política y económica que les pertenece por su condición de ciudadanos, ciudadanas, venezolanos y venezolanas, romper con la tendencia excluyente del sistema neoliberal al cual se ha venido subordinando el Estado venezolano desde el agotamiento del modelo desarrollista.

La propuesta pedagógica

La UBV se caracteriza por ofrecer un modelo innovador, idealista y social de la educación superior, donde se privilegia el aprendizaje y no el conocimiento, el educando y no el educador, el interés social y no el individual, el ser más que el tener. Se forman profesionales desentendidos del status que implica la profesión y preocupados por el servicio que puedan ofrecer, sensibilizados por una realidad de penurias, carencias e injusticias, comprometidos con un proyecto de desarrollo social y económico que impulse la nación a superar las agonías de la tendencia globalizadora que atenta contra la autonomía de las naciones y su propio orden social.

De acuerdo al documento rector de la UBV, las bases conceptuales del proyecto pedagógico se sustentan en: la pertinencia social, democracia participativa, calidad e innovación, autonomía responsable, ejercicio del pensamiento crítico, formación integral, educación humanística y ética, educación a lo largo de la vida, complejidad e incertidumbre (2003: 38), elementos que se resumen en la formación de un profesional ciudadano al servicio de su entorno social y con un sin número de herramientas que lo vinculen a favorecer el desarrollo sustentable y sostenible del país. Profesionales que rompen con el perfil tradicional mercantilista de los programas académicos de las universidades liberales y enfaticen en la problematización de la realidad más que teórica y se prepara para resolver sin burocratizar. Claro, no se trata de obviar o desconocer el elemento teórico, sino de entenderlo como una herramienta que facilitará el desarrollo y evaluación de la pertinencia de las ideas, iniciativas y propuestas que surjan en el ejercicio de la acción profesional.

El proyecto pedagógico de la UBV está pensado desde la lógica del método dialéctico y propone un campo de acción que desarrollo la investigación – acción participativa como práctica profesional, identificándose de esta manera con las ideas del materialismo histórico de Marx y Engels. Se contempla una práctica que niega el conocimiento desde la transferencia mecánica de contenidos programáticos, sino la formación de sujetos críticos que puedan reconocer el momento histórico de nuestro país en el reto de consolidar el pensamiento socialista pese a un sistema neoliberal que amenaza con la invasión de nuestra soberanía y el control de nuestro orden social.

La UBV como propuesta de vanguardia educativa debe impulsar y contribuir a desarrollar nuevas tendencias de abordaje social, estrategias de vinculación con los pueblos y las comunidades, orientados por una práctica de investigación convivida, cuya propuesta metodológica debe enfatizar a la investigación acción como eje articulador de toda práctica pedagógica, tanto del educando como del educador.

Se trata, de que la UBV como institución que operativiza la política educativa de este proceso revolucionario, caracterizado por ser emancipador, entienda la educación como una práctica social que responde a una visión de "hombre y mujer nueva", cargado y cargada de valores socialistas, sesgados por el amor al prójimo y a la naturaleza. La propuesta ubevista está necesariamente vinculada a una pedagogía liberadora, que desenmascare las trampas del mercado neoliberal en las diferentes disciplinas, que enfatice que la formación académica no es un espacio de depósito y recolección de información, sino un escenario de discernimiento, desarrollo del ser, encuentro con las capacidades individuales y colectivas, intercambio de saberes y construcción de conocimiento. Es el reto de cada educador comprometido con esta práctica emancipadora, desarrollar la didáctica para enseñar, de manera tal que el educando se enamore y desenamore de lo que lee, lo que ve, lo que mira, lo que escucha y lo que oye. Que todo lo que llegue a él, sea un mundo que lo consuma en reflexión y crítica. Cada pensum de estudio en la UBV, está pensado y diseñado con una articulación armónica entre didáctica de enseñanza, propuesta pedagógica, modelo educativo y proyecto de país. La enseñanza se materializa a través de los proyectos comunitarios que es la expresión clara de la universidad al servicio de la sociedad. Es la concreción de la construcción dialógica del saber y el sentido de la academia como producto social. La idea del proyecto comunitario como modalidad del conocer científico para los futuros profesionales orgánicos, nace articulada a la idea de consolidar el documento rector de la Universidad Bolivariana de Venezuela, a través de una concepción epistemológica basada en el aprender haciendo y sesgada de valores propios de un ciudadano con formación socialista. Los educadores y educandos reflexionan desde y sobre un aprendizaje entendido como construcción de significados y la resignificación de contenidos científicos y pedagógico-didácticos. En los encuentros se abordan desde la perspectiva didáctica los conocimientos científicos, pero también, desde marcos teóricos y aspectos propios de la realidad, el problema de la comprensión de la investigación por parte de los estudiantes. Esto implica analizar el problema curricular de la enseñanza de la investigación y propiamente de la metodología de la investigación; el problema del aprendizaje (cómo se desarrolla la comprensión científica en los estudiantes) y el problema didáctico (qué pueden hacer los docentes para ayudar a los estudiantes a comprender y construir el proyecto). Todas las acciones buscan atender la realidad de los grupos escolares con quienes actúan los docentes. De esa manera, se promueve la concepción del docente como facilitador del diseño del proyecto comunitario a través del análisis del rol ejercido como asesor de la investigación y del proceso de articulación de los contenidos curriculares a la solución del problema identificado en la práctica profesional.

Los proyectos son la expresión epistémica donde la realidad comunitaria, al ser el objeto de estudio del nuevo profesional orgánico, que permite al estudiante hacer el contraste entre lo teórico y empírico desde el 1er semestre de formación y le otorga al grupo de personas vinculadas a la investigación, la oportunidad de construir críticamente su destino, base para el encuentro de una auténtica subjetividad y la transformación de su condición como ciudadano.

La practica profesional que los estudiantes de la UBV realizan durante su proceso de formación, y que persigue el logro de un profesional orgánico, bolivariano, solidario, laborioso, honesto, justo, latinoamericanista y conciente de su papel transformador, está, en estrecha relación con la pedagogía de la liberación que concibe el conocimiento como praxis, donde a la vez que el sujeto conoce su realidad, tiende inevitablemente a transformarla, transformándose éste a su vez, dada su calidad de agente.

Al respecto, González (2006) dice:

"Una educación que vincula al "humano" a asumir los problemas del tiempo y del espacio, en conexión con los intereses hegemónicos de una dinámica económica que se fundamenta en la alienación del ser humano, aún ofreciendo contenidos y aprendizajes que sean significativos, el carácter y naturaleza de los mismos, conduce a las personas a quienes va dirigido el aprendizaje, hacia un mundo de vida separado de su humanidad, es educación alienante, como lo son sus significados. Aquí se parte de que, el objetivo fundamental y transversal del PNFE, insistimos, no es el cambio en las relaciones del aula (aunque las incluye), sino el logro de una auténtica práctica educativa para la liberación de todos los actores involucrados en el proceso educativo)"

Asumir la práctica ciudadana, como la acción de las personas en el ámbito público, implica, la asunción de conciencia sobre dicho papel. Cuando a las personas se les induce a formar parte "en", es algo muy distinto de formar parte "de". Esto último, es un proceso de toma de conciencia desde las propias necesidades reales construidas por los sujetos, y no desde una prescripción alienante que mutila cualquier iniciativa de cambio en el individuo.

Lo que entendemos por educación

La educación siendo un acto práxico de conocimiento y no una empresa de técnicas para la memorización (Freire, 1996), se fundamenta en una lógica para entender, es decir, en un estatuto epistemológico (Martínez, 1999). Toda forma de concebir, de aprehender cualquier fenómeno, nos remite a preguntas que son esenciales: qué es el ser de esa realidad, cuál es su naturaleza, ¿cómo es que está caracterizada por quien la concibe? (es la pregunta ontológica y primera); la segunda interrogante estaría dada por preguntarnos, ¿cómo acceder a ella?, ¿cómo hacemos para conocerla?, ¿cómo la aprehendemos?, lo que equivaldría establecer, cómo es el proceso de relación, entre un sujeto que conoce y la realidad por conocer (es lo que sería la dimensión epistemológica del conocimiento); y aún no bastando con eso, nos quedaría otra cosa sobre la cual discernir, a saber: cuáles son los momentos, pasos o caminos para lograr su aprehensión, y decir que hemos alcanzado un conocimiento sobre ella (llamemos a este proceso, el aspecto metodológico) (Guba, 1990).

Freire (1996), sostiene que no hay que dar por sentado lo que aparece como obvio, eso implica saber, que no está demás recordar, cada vez que podamos, que, "toda práctica educacional implica, una postura teórica por parte del educador" (: 17), y esta postura requiere de una interpretación del mundo y del hombre que está sujeta a un discernir epistemológico, si es que se le pretende dar inteligibilidad. …"Un conocimiento de algo, sin referencia y ubicación en un estatuto epistemológico que le de sentido y proyección, queda huérfano y resulta ininteligible; es decir, que ni siquiera será conocimiento" (Martínez, 1999: 23).

Concebir la naturaleza de lo social -donde está inmersa la educación– como constituida por seres humanos en relación, tanto entre ellos como con el mundo, base ontológica de un orden considerado dialógico, implica establecer que el conocimiento de esa realidad por parte de los sujetos que la conforman, viene dado por una relación de la misma característica y naturaleza.

Es así como el proceso de conocimiento de la misma se da en una relación cognoscitiva donde no existe corte epistemológico entre la forma de acceder al conocimiento de esa realidad y la forma en que es concebida su naturaleza. Es en ese sentido que la relación entre sujeto y objeto en el proceso del conocimiento, desde la acepción de Freire (1980), -y con la cual comulgamos- es recíproca, es decir, dialéctica por naturaleza. "…subjetividad y objetividad en permanente dialecticidad" (1980).

El egresado

Al mencionar el perfil del egresado de la UBV se identifica un profesional que se destaca en lo intelectual, en sus aportes al desarrollo del país y en la aplicabilidad de los saberes. Se forman sujetos con gran capacidad de análisis, articulación e integración de conocimientos, donde se destaca las habilidades y destrezas en la conformación de una visión transdisciplinaria en el ejercicio de sus funciones. Sus acciones deben estar dirigidas a contribuir con el desarrollo económico y social y comprometidos con el desarrollo científico y tecnológico. Está en capacidad de gerenciar cualquier situación y dirigir acciones de respuesta y soluciones a partir de la previsión de escenarios y la valoración de hipótesis, destacándose por sus iniciativas, liderazgo y proactividad. Sin embargo, el hecho de mayor trascendencia y significación es la incorporación de la ética como principio de formación profesional donde se destaca la consolidación de valores y principios morales, ciudadanos,- constitucionales. El actor involucrado en la UBV debe reconocerse por el ejercicio de su ciudadanía, la práctica de sus valores y principios de democracia participativa, sustentabilidad de sus propuestas, dignidad, compromiso, solidaridad, responsabilidad, respeto, tolerancia y acciones por el bien común.

Cada actor de la UBV en cualquiera que sea su rol, debe asumirse como un Educador Social que es el concepto que sintetiza el espíritu del proyecto pedagógico. Ese Educador Social que Paulo Freire viene mencionando en sus obras y que se inspira en la utopía de todo pensador socialista, y que se traduce en una relación de reconocimiento del otro como ser pensante, capaz, reflexivo y analítico. El Educador Social, debe identificar en cada individuo sus potencialidades como primer hecho pedagógico, y partir de allí para desarrollar el proceso de aprendizaje. Debe emprender desde el contexto de la posición del educando, identificando cada elemento como lo refiere Freire:

"… no podemos dejar de lado, despreciado como inservible, lo que los educandos – ya sean niños que llegan a la escuela o jóvenes y adultos en centros de educación popular – traen consigo de comprensión del mundo, en las mas variables dimensiones de su práctica dentro de la práctica social de que forman parte. Su habla, su manera de contar, de calcular, sus saberes en torno al llamado otro mundo, su religiosidad, sus saberes en torno a la salud, el cuerpo, la sexualidad, la vida, la muerte, la fuerza de los santos, los conjuros" (1996: 81).

Educar es tratar de decodificar una lectura y crear un discurso desde el propio sentir del sujeto en estudio, sin apegarse al conocimiento y generar procesos dialógicos que le permitan tanto al educando como al educador una reminiscencia de ideas que lo lleven a conclusiones críticas y analíticas.

El reto

Lamentablemente, ninguno de los actores ubevistas traemos una carga previa de experiencia en emancipación, liberación y despojo academicista. Contrariamente, todos hemos venimos cargados de competitividad, mercado de consumo, valoración cuantitativa del saber, subordinación y muchos otros indicadores neoliberales que pudieran llenar el párrafo completo. Ninguno de nosotros nació con una propuesta distinta a la escuela conductista y afecta al sistema del gran capital, por lo tanto, sólo algunos privilegiados en edad, habrán conocido experiencias distintas a las que la media generacional de la UBV indica. Afortunadamente, fuimos llamados por una conciencia social que nos motivó a tomar un camino distinto, y cargados de sueños por un mundo mejor, estamos y seguimos, con sus buenos y malos momentos, en esta propuesta ubevista que transformará la generación de relevo de este país y del mundo y que poco a poco nos ha ayudado a despojarnos de esa carga mercantilista, egoísta y opresora que nos obligaron a mantener desde nuestros primeros pasos por la escuela. No es fácil, pues, de un día para otro, amanecer y ver el sueño construido. Es un reto para cada uno de nosotros, el arriesgarnos, errar, rectificar y volver a intentar.

No quiero engañar a ningún lector, ni describir una historia que concluya en "un vivieron felices para siempre", porque ninguna historia humana concluye, ninguna historia humana tiene fin. Ninguna revolución se cierra con un final feliz. La revolución es continua, humana y nunca habrá un final feliz para todos. Felicidad para los oprimidos que lograron ser liberados, pero los derrotados siempre estarán al ataque y en busca de retornar. Por eso, la UBV es aun vulnerable, susceptible e indefensa, es la amenaza para opresor y el terror de los claustros académicos tradicionales. Tiemblan cuando la UBV crece, critican cada acto de grado, se horrorizan ante nuestra matrícula y desprecian a nuestros estudiantes por ser del pueblo, del barrio, aquellos que bajaron del cerro para quitarles "el poder". Bien es cierto, que en nuestra corta infancia (7 años de nacida), la UBV ha sabido cometer errores, pero también ha sabido rectificarlos y cometer muchos aciertos. La UBV acertó al decirle al pueblo que el conocimiento se construye y nadie es dueño del mismo, acertó cuando le dijo al pueblo que lo que sabe es también científico, que Thomas Edison no es mejor que el pana José que aunque no inventó el bombillo, improvisadamente y sin estudio previo, le instaló toda la electricidad al rancho que está construyendo en la platabanda de la pure. El acierto es reconocer a cada pana José de nuestros barrios, a la pure, al viejo, al gocho de la bodega, al chamito, a la maestra de las tareas dirigidas; es decir a cada ser que le da vida a esta tierra maravillosa con sus vocablos, su idiosincrasia, sus necesidades, su pobreza, sus virtudes, sus imprudencias, sus costumbres, sus gustos. El desacierto, es que muchas veces nos apresuramos, nos dejamos llevar por la desesperación y caemos en el juego del enemigo que nos presiona, nos ataca y nos acosa. Nos hemos equivocado quizá en que dedicamos mucho tiempo a construir la universidad y atender al otro, sin darnos cuenta que quienes formamos parte de la UBV, también somos ese otro que necesita ser liberado, emancipado y atendido. Queremos liberar, emancipar y mostrar al mundo como una relación armónica de la naturaleza y nos olvidamos de nuestro propio hogar, de nuestra propia familia, de nuestro propio entorno y no modelamos lo que enseñamos. Por eso dije que no pretendo engañar a ningún lector, y describir un mundo de perfección, mas bien es la oportunidad de reconocer que el mayor de nuestros desaciertos es haber creído que cada uno de nosotros éramos ajenos a ese otro que queremos liberal. Nuestra rectificación: que la enseñanza no tiene una mejor didáctica que la modelación de lo que se enseña. Claro está, no basta sólo con reconocerlo y escribirlo, es necesario también tomar acciones respecto a esa modelación. Hablamos pues, del necesario ejercicio ciudadano que me devele como profesional proteico y orgánico; es decir, como profesional integral, crítico y agitador de un proyecto emancipador y liberador de toda conducta consumista, alienada, mercantilista, individualista, egoísta y antihumanista.

Es el reto de la UBV proponer la educación como el espacio democrático que estimula la idea de la libertad, entendida ésta como la práctica del auto – reconocimiento y la auto – realización. El educador social debe acompañar el camino donde cada individuo se reconozca como clase y como sujeto en un sistema mundial que busca el fortalecimiento de la clase oprimida y otra opresora, pero que también internalice que la lucha de clases también es necesaria, puesto que no somos iguales y en ese devenir de tratar de definirlos en esa dinámica de clase, surge los conflictos, las luchas, que además cambian su fin de acuerdo al momento histórico. En fin, un lenguaje que le asome al educando el lenguaje de un nuevo mundo a partir de la forma de concebirlo e interpretarlo, y por su puesto que lo esperance y lo motive a continuar en la lucha de alcanzar una sociedad de oportunidades donde se privilegie la integración y no la exclusión. Interpretando a Freire, el reto ante este mundo liberal es educar al oprimido a fin de que enseñen al opresor cuales son los límites de su acción.

Como proyecto, como diseño del "mundo" diferente, menos feo, el sueño es aun necesario para los sujetos políticos, transformadores del mundo y no adaptables a él, como fundamental es para el trabajador – permítanme la repetición – proyectar en su cerebro lo que va hacer, antes de la ejecución.

(Freire, 1996: 88)

Fuentes consultadas

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Freire, Paulo (1996). Pedagogía del oprimido. Siglo XXI Editores, España.

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Universidad Bolivariana de Venezuela (2008). UBV: ayer, hoy y a futuro. Caracas.

 

 

Autor:

Profa. Isabel C. González B.

Ocumare del Tuy, Junio de 2010

Partes: 1, 2
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