Resumen
Bajo el método de la lógica argumentativa en la comparación de las ideas, la palabra y la acción en su total coherencia encontramos la obra humana. He aquí como se manifiesta la historia. Se pretende demostrar la continuidad en la lucha por la liberación del hombre en las figuras insignes de Ernesto Guevara de la Serna (cariñosamente conocido internacionalmente Ché) como continuador de José Martí Pérez. Se concluye que la identificación del Che con el pensamiento martiano hace que cada día nuestros jóvenes se identifiquen con su obra teniendo en cuenta la confianza que tenía el Guerrillero Heroico en la futura generación, legado martiano que se hace realidad, se materializa en los momentos actuales.
Introducción
El pensamiento de José Martí, mentor supremo de nuestro pueblo en sus constantes luchas por la liberación material y espiritual, ha cruzado las barreras del tiempo, y como fuente permanente de inspiración humana, ha gobernado la conducta de nuestras mejores generaciones y sigue ganando batallas para la causa de un mundo mejor, más humano y más justo. Esta vida luminosa que cayó "de cara al Sol" para formar parte de los cimientos de la Revolución, ha continuado siendo el ejemplo y la guía espiritual de todos los cubanos que, en todas las épocas posteriores al surgimiento de su figura, se han levantado contra el sometimiento, la injusticia y el crimen, entregándose sin vacilaciones a los más grandes sacrificios por conquistar para Cuba una vida digna, fundamentada en el trabajo y el decoro de sus hijos, así como en el respeto a su soberanía y personalidad internacional.
Fidel Castro, abnegado patriota, quien contra los más oscuros designios de la adversidad, e inspirado en las ideas del Maestro, se consagró a la lucha por encontrar para nuestro país el camino definitivo de la libertad y el bienestar a que, como pueblo tiene legítimo derecho, es en el pensamiento y en la acción, el más fiel intérprete y ejecutor del Ideario Martiano. Sus ideas y sus actos responden exactamente a las normas que trazó para nuestro pueblo y para los pueblos hermanos de la Patria Hispanoamericana, el Mártir de Dos Ríos.
Ernesto Che Guevara, quien desde su época de estudiante se había interesado por el marxismo y el leninismo, conoce a miembros de la generación del centenario que lograron escapar a Guatemala, pues éste se encontraba ya allí sufriendo del derrocamiento de Jacobo Arbenz. Con ellos se va para México. Conoce a Raúl Castro y posteriormente " una noche, en julio de 1955, en la calle Emparan de la capital de México" 1 se produce el encuentro con Fidel Castro, de quien ya sabía como pensaba y la coincidencia de ideas los hace muy afines, se compenetra aún más fuertemente con las ideas de Martí ; de quien dice Julio Antonio Mella: "Si la envidia de los roedores del genio no le hubiese llevado a inmolarse prematuramente en Dos Ríos, él habría estado al lado de Diego Vicente Tejera en 1899 cuando fundó el Partido Socialista de Cuba, el primer partido que se fundó en Cuba, después de la dominación española, como Baliño y Eusebio Hernández están hoy con nosotros" 2 , se integra como miembro de la futura expedición armada a Cuba. La interpenetración de estos grandes sentimientos humanos deviene en una de los más notables figuras de la Revolución cubana y ejemplo de combatiente internacionalista, graduado de médico precisamente en el "Año del Centenario" (1953).
Por ello, hemos creído útil para encontrar una orientación clara y definida con absoluta convicción en la continuidad del camino, aún espinoso y difícil, de la definitiva liberación y felicidad de nuestros pueblos latinoamericanos la confección de este pequeño artículo que demuestra el poder de la coherencia de las ideas, la palabra y la acción.
Desarrollo
Bajo el método de la lógica argumentativa en la comparación de las ideas, la palabra y la acción en su total coherencia encontramos la obra humana.
Una de las obras más significativas de Ernesto Che Guevara, donde se demuestra la concepción martiana del hombre nuevo es el artículo "El Socialismo y el Hombre en Cuba", texto dirigido a Carlos Quijano, semanario Marcha, Montevideo, donde expone de una manera genial cómo debemos educar al hombre de nuestros tiempos y en este sentido reafirma en las conclusiones: "La arcilla fundamental de nuestra obra es la juventud, en ella depositamos nuestra esperanza y la preparamos para tomar de nuestras manos la bandera" 3.
En este sentido el Che continua la obra creadora de José Martí que de una genial forma expresa el principio universal de la educación "Educar es [ …] preparar al hombre para la vida" 4. Este se concreta en las reflexiones epistemológicas, axiológicas y metodológicas que son enunciadas cuando también dice: "El pueblo más feliz es el que tenga mejor educados a sus hijos, en la instrucción del pensamiento, y en la educación de los sentimientos…"5 donde revela la unidad entre lo intelectual y lo afectivo, lo cual resume el concepto integral del hombre que debe lograr la sociedad, descubriendo el Che "…es necesario el desarrollo de una conciencia en la que los valores adquieran categorías nuevas".
La formación del hombre del siglo XXI, una preocupación constante del Che consistía en una tarea difícil y compleja a la cual debían enfrentarse los educadores y la sociedad en general. Es por eso que señala que "El camino es largo y lleno de dificultades" 6 "… el revolucionario verdadero está guiado por grandes sentimientos de amor. Es imposible pensar en un revolucionario auténtico sin esta cualidad" 7 y nos dice conociendo las limitaciones de la realidad interna y externa "En esas condiciones, hay que tener una gran dosis de humanidad, una gran dosis de sentido de la justicia y de la verdad para no caer en extremos dogmáticos, escolasticismos fríos, en aislamiento de las masas. Todos los días hay que luchar porque ese amor a la humanidad viviente se transforme en hechos concretos, en actos que sirvan de ejemplo, de movilización"8.
Martí partía del principio de la necesidad de educar la inteligencia a partir de la ciencia como algo natural, vinculada a la vida en función del desarrollo humano y señala: " Esta educación directa y sana; esta aplicación de la inteligencia que inquiere a […] la mente en la investigación de todo lo que salta a ella, estimula y le da modos de vida; este pleno y equilibrado ejercicio del hombre, de manera que sea como de sí mismo puede ser, y no como los demás ya fueron; esta educación natural, quisiéramos para todos los países nuevos de la América" 9.
Un importante aspecto que el Che desarrolló y tomó como piedra angular para la educación comunista es el amor al trabajo, por eso subrayaba "Hacemos todo lo posible por darle al trabajo esta nueva categoría de deber social y unirlo al desarrollo de la técnica, por un lado, lo que dará condiciones para una mayor libertad, y al trabajo voluntario por otro, basadas en la apreciación marxista de que el hombre realmente alcanza su plena condición humana cuando produce sin la compulsión de la necesidad física de venderse como mercancía"10.
Estas ideas son marxistas y martianas y orientan la estrecha relación que debe tener el trabajo en la educación del hombre y así podemos leer la tesis martiana:" El hombre crece con el trabajo que sale de sus manos. Es fácil ver cómo se depaupera, y envilece a las pocas generaciones, la gente ociosa, hasta que son meras vejiguillas de barro, con extremidades finas, que cubren de perfumes suaves y de botines de charol; mientras que el que debe su bienestar a su trabajo, o ha ocupado su vida en crear y transformar fuerzas, y en emplear las propias, tiene el ojo alegre, la palabra pintoresca y profunda, las espaldas anchas y la mano segura" 11.
Como vemos, Martí y Ernesto Che Guevara, tienen profunda fe en la virtud del trabajo, capaz de lograr grandes transformaciones y en palabras de Fidel Castro "el gran pedagogo de la juventud", quienes como fieles intérpretes de una necesidad social de transformación en sus momentos históricos nos legaron su imborrable ejemplo.
"Además, nunca debemos olvidar que la Revolución cubana, por la fuerza de su ejemplo, no actúa sólo aquí, internamente, y que sus deberes están más allá de las fronteras de Cuba; el deber de expandir la llama ideológica de la Revolución por todos los rincones de América, por todos los rincones del mundo donde se nos escuche; el deber de ser sensibles ante todas las miserias del mundo; ante todas las explotaciones y las injusticias; el deber que sintetiza Martí en una frase que muchas veces hemos dicho y que siempre debemos tener en la cabecera de nuestra cama, en el lugar más visible; y es aquella de que "todo hombre verdadero debe sentir en la mejilla el golpe dada a cualquier mejilla de hombre"" (Discurso en el primer encuentro internacional de profesores y estudiantes de Arquitectura. Septiembre, 1963) Revista Pensamiento Crítico Octubre 1977 pp. 95-96.
Tanto tiene presente este pensamiento de Martí, que en él es hábito, y además de demostrarlo en su accionar cotidiano lo confirma el la siguiente carta:
"La Habana Febrero 20 de 1964.
"Año de la Economía"
Sra. Maria Rosario Guevara
36, rue d'Annam
(Maarif) Casablanca
Maroc.
Compañera:
De verdad que no sé bien de qué parte de España es mi familia.
Naturalmente, hace mucho que salieron de allí mis antepasados con una mano atrás y otra adelante; y si yo no las conservo así, es por lo incómodo de la posición.
No creo que seamos parientes muy cercanos, pero si Ud. Es capaz de temblar de indignación cada vez que se comete una injusticia en el mundo, somos compañeros, que es más importante.
Un saludo revolucionario de
PATRIA O MUERTE
VENCEREMOS
Cmdte Ernesto Che Guevara''"
Y es que…para llegar al pueblo hay que sentirse pueblo, hay que saber qué es lo que quiere, qué es lo que necesita y qué es lo que siente el pueblo, el compañero… y los pueblos quieren y ellos realizaron la correcta, precisa, interpretación:
¿Qué dicen los pueblos?
-Queremos vivir en paz y que nos dejen vivir en paz.
-No deseamos el pan de nadie, pero no queremos que nadie nos quite nuestro pan.
-No decimos a nadie lo que tiene que hacer, pero no permitiremos que nadie nos diga lo que nosotros tenemos que hacer.
Son las ideas de los pueblos humildes. Quien quiera mandar, que entre en la caballería, sentenció José Martí, Apóstol de la independencia cubana y en el siglo XIX marcó su ejecutoria. La idea que guió siempre los pasos de Che está presente en todas sus acciones: solo se puede dirigir a partir del ejemplo. Un pensamiento de idéntica hondura.
A la pregunta de Ramonet ¿Cuál es la gran lección que deja el Che?
Fidel responde: ¿Qué queda? Yo pienso que lo más grande son realmente los valores morales, la conciencia. El Che simboliza los más altos valores humanos, y un ejemplo extraordinario. Creó una gran aureola y una gran mística. Yo lo admiraba mucho, y lo apreciaba. Siempre produce mucho afecto esa admiración. Y le expliqué la historia de por qué yo me acercaba a él.
Son muchos los recuerdos que nos dejó, imborrables, y por eso digo que es uno de los hombres más nobles, más extraordinarios y más desinteresados que he conocido, lo cual no tendría importancia si uno no cree que hombres como él existen por millones, millones y millones en las masas. Los hombres que se destacan de manera singular no podrían hacer nada si muchos millones, iguales que él, no tuvieran el embrión o no tuvieran la capacidad de adquirir esas cualidades. Por eso nuestra Revolución se interesó tanto por luchar contra el analfabetismo y por desarrollar la educación, para que todos sean como el Che".
La vida de militante total se convierte cada vez más para los revolucionarios en el modelo ideal, el ejemplo es su forma de estar vivo. Su pensamiento, ejemplo si los hay de correspondencia con la acción que lo genera, constituye una de las visiones más puras y profundas y lúcidas de los problemas de la Revolución en el mundo actual. Revolucionario dentro de la Revolución, Che escribió sobre las experiencias vitales de la lucha descubriendo nuevos aspectos, facetas no vistas, problemas no resueltos; rechazando siempre las soluciones rutinarias, fáciles, estériles. Guerrillero y teórico de la guerra revolucionaria, constructor e impulsador de nuevos métodos de dirección económica, imagen concreta del internacionalista verdadero y pensador y propagandista incansable de su imperiosa necesidad, su pensamiento es una profundización y una generalización de su práctica revolucionaria.
Paradigmas de oposición con convicción en decidida resistencia a la pérdida de humanismo y a la banalización o frivolidad de la vida, presentes cada vez más en los vínculos culturales que soplan desde el "primer mundo".
Promotores de una educación dirigida a evitar la pobreza axiológica del ser humano, a elevarlo por encima de sus necesidades corporales, sin prescindir de darle la correspondiente atención a éstas, a sensibilizarlo ante los productos de la espiritualidad humana, a enseñarlo a percibir el consumo material menos como un fin per se y más como un medio para la plena realización personal en algún área creativa. Así el Maestro nos dice: " La ciencia está en conocer la oportunidad y aprovecharla: en hacer lo que conviene a nuestro pueblo, con sacrificio de nuestras personas, y no hacer lo que conviene a nuestras personas, con sacrificio de nuestro pueblo" JM. O C. t.2, p.216. pues la obra científica posee en él un elevado sentido ético, como lo es para el Che.
Forjadores de pueblos con un concepto de vida dignificador del calificativo de humana, trascendiendo el consumismo, en la comprensión exacta de la imposibilidad ecológica y social de su universalización y despliegue ilimitado, que hoy se hace cada día más visible, pero aún no tan inteligible como se necesita.
Paradigmas que nos enseñan a pensar no acríticamente. Por ello promotores de la emulación fraternal y no de la competencia, pues competir significa ganar y perder. Ser competitivo en esencia es la capacidad de triunfar sobre otros, presupone el fracaso de muchos. Por ello la educación no puede formar universalmente para competir, ya que para que unos ganen otros tienen que perder, de donde la eficacia universal de la educación así es irrealizable.
Educar para preparar al hombre para su vida social, su esencia, no para formar élites. Por ende Martí señala: "La educación, pues, no es más que esto: la habilitación de los hombres para obtener con desahogo y honradez los medios de vida indispensables en el tiempo en que existen, sin rebajar por eso las aspiraciones delicadas, superiores y espirituales de la mejor parte del ser humano" J M. O C. t. 7, p. 97.
Rebasando los marcos del utilitarismo pragmático, para enfatizar en una verdadera formación integral del hombre, sin dejar ninguna esfera al espontaneísmo ni a la arbitrariedad, para formar "hombres vivos, hombres directos, hombres independientes, hombres amantes, -eso han de hacer las escuelas" t. 11, p.86. Y es tal y como pensaba y actuaba el Che siguiendo las ideas de Martí, y que él mismo expresa "Se puede honrar a Martí citando sus frases, frases bonitas, frases perfectas, y además, y sobre todo, frases justas. Pero se puede y se debe honrar a Martí en la forma en que él querría que se le hiciera, cuando decía a pleno pulmón: La mejor manera de decir es hacer" Guevara E. Siete enfoques marxistas sobre José Martí. Colección de Estudios martianos. Editora Política. La Habana. 1978. p. 72. y recalca en el mismo discurso a niños y muchachos en acto de homenaje a José Martí, el 28 de enero de 1960: "…siguiendo las orientaciones de Martí, no nos importaban ni los años, ni el pasado, ni la trayectoria política, ni la religión, ni la ideología anterior de un combatiente. Nos importaban los hechos en ese momento y su devoción a la causa revolucionaria"…"que no importaba el número de armas en la mano, sino el número de estrellas en la frente…" Guevara E. Siete enfoques marxistas sobre José Martí. Colección de Estudios martianos. Editora Política. La Habana. 1978. p. 73-74. Nos enseñó que se enseñaba haciendo.
A Cuba llegó vistiendo uniforme guerrillero en la tropa heroica del yate Granma, comandado por Fidel Castro, y entre cubanos cabalgó montañas. Junto al comandante Camilo Cienfuegos, otro de su estirpe, invadió el occidente cubano y en la clarinada de 1959 comprobó la validez de la tesis martiana: para ganar la paz era menester volver a hacer la guerra necesaria.
Seis años más llenaron su inquieto andar cubano entre trajines administrativos y proyectos guerrilleros. En ellos dejó constancia de su brillante inteligencia y carácter intransigente, en extremo austero, primero que todo consigo mismo, pues de nada valdría a los humildes de siempre acceder al poder político en su país si no consolidan bases que garanticen su independencia económica y la posibilidad real de defenderse ante las amenazas y los ataques de las aves de rapiña imperiales.
Y cuando el tres de octubre de 1965 el Comandante en Jefe Fidel Castro informó la relación de integrantes del primer Comité Central del Partido Comunista de Cuba, todo el país vibró al conocer el texto de la carta firmada por quien allí faltaba:
"…Otras tierras del mundo reclaman el concurso de mis modestos esfuerzos. Yo puedo hacer lo que te está negado por tu responsabilidad al frente de Cuba y llegó la hora de separarnos."
Che se marchaba de Cuba. Contaba 37 años de edad. Llevaba consigo la vocación de Bolívar y un puñado de hermanos guiados por la estrella martiana, en los que están siempre presentes y ensamblados los guías del proletariado mundial y formidables representantes del pensamiento revolucionario: Carlos Marx, Federico Engels y Vladimir Ilich Lenin.
Tras dos años de incertidumbre, en los que la presencia beligerante de Che y su guerrilla en tierras sudamericanas se convirtió en pesadilla para los oligarcas, llegó la noticia de su muerte.
En la madrugada del siete de octubre de 1967, en la Quebrada del Yuro, herido y con el fusil inutilizado, fue capturado y obligado a subir por la pendiente escabrosa, de unos dos kilómetros, hasta La Higuera y el nueve de octubre lo asesinaron allí. Tenía 39 años de edad. Le dispararon una ráfaga de ametralladora. Después un sargento borracho creyó rematarlo con un tiro de pistola y aquella detonación marcaba la resurrección de Ernesto Che Guevara. A partir de entonces a ese apelativo se añadiría el de un símbolo trascendente: El Guerrillero Heroico.
Conclusiones
Libertad política, independencia económica, justicia social, he ahí tres cosas fundamentales para la completa felicidad de todo pueblo que aspire a vivir dignamente en el concierto de las naciones donde Martí, el Che y Fidel coinciden plenamente.
Las ideas de Ernesto Che Guevara en el proceso revolucionario cubano juegan un papel actual y por ende trascendental, nos permiten reflexionar y perfeccionar la labor educativa del hombre que vive ya el siglo XXI. Su identificación con el pensamiento martiano hace que cada día nuestros jóvenes se identifiquen con su obra teniendo en cuenta la confianza que tenía el Guerrillero Heroico en la futura generación, legado martiano que se hace realidad, se materializa en los momentos actuales.
El pensamiento martiano y el pensamiento guevariano y su total coherencia con el decir-haciendo, son paradigmas en nuestro proceso revolucionario. Preparado para la vida, el Che como José Martí, no sorprende que en manifestaciones obreras, desfiles, mítines, desde la aldea hasta metrópolis cosmopolitas, citen a Che Guevara como paradigma de justicia y humanidad.
Su imagen multiplicada recorre avenidas, tapiza escuelas y hogares, se eleva en pancartas y aparece sobre camisetas y hasta tatuada en la piel de los humanos. No se trata de un culto específico, y aunque en sitios humildes, indios y aldeanos encienden velas e imploran milagros mientras evocan al Guerrillero Heroico, él es universal y pertenece a todos los hombres dignos.
De nada valdría a los humildes de siempre acceder al poder político en su país si no consolidan bases que garanticen su independencia económica y la posibilidad real de defenderse ante las amenazas y los ataques de las aves de rapiña imperiales, enseñó Guevara.
En ese contexto, el ejemplo ético, patriótico y de solidaridad internacionalista de Che, verdadero gigante del tiempo, sigue sembrando esperanzas, nutre de juventud, vigoriza la rebeldía revolucionaria, inspira voluntades, es actual y no conoce fronteras.
De esta manera los educadores cubanos debemos estar conscientes de la responsabilidad que tenemos de formar nosotros mismos a nuestros jóvenes, a pesar de las limitaciones materiales, el bloqueo económico y comercial impuesto por el imperialismo norteamericano y tenemos la gran responsabilidad de elevar la calidad de la docencia en plena correspondencia con la educación de los sentimientos y perfeccionar nuestro sistema educativo siendo capaces de preparar a los jóvenes en los conocimientos científicos en lo más avanzado que sean capaces de dominar cada nueva técnica pero bajo la conducta de una nueva moral comunista que la ponga en acción en función del bienestar social
Bibliografía
1. Guevara E. Pasajes de la guerra revolucionaria. Editora Política. La Habana. 2001. p XVI.
2. Guevara E. El socialismo y el hombre en Cuba. Editora Política. La Habana. 1988. pp. 24-30.
3. Martí J. Obras Completas. t. 8, p. 281.
4. Ibídem, t. 19, p. 375.
5. Ibídem, t. 2, p. 10.
6. Ibídem, t. 2, p. 26.
7. Ibídem, t. 19, p. 375.
8. Ibídem, t. 19, p. 375.
9. Ibídem, t. 19, p. 375.
10. Ibídem, t. 19, p. 375.
11. Ibídem, t. 19, p. 375.
12. Ibídem, t. 19, p. 375.
Autor:
Lic. Alberto Andrés Frómeta Gómez.
Lic. José Alviño García.
Lic. José Suárez Rodríguez.
Lic. Luís Enrique Rizo Montes de Oca.
Lic. Angel Manuel Simón Ros.