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Historia de Quito (página 2)


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La historia de la ciudad de Quito se remonta a épocas anteriores a la era cristiana. Se sabe que el área hoy ocupada por Quito estuvo poblada por lo menos desde el año 900 a. de C. En épocas preincaicas la importancia de Quito se basaba más en su ubicación estratégica que en su status político. Fue centro de unión de las rutas entre los principales poblados de la zona y por lo tanto era el eje de un intenso intercambio comercial.

Para los incas, esta región parece haber tenido una importancia análoga. Caranqui, por ejemplo, fue un centro urbano de mayor importancia política y administrativa que Quito. De hecho, se han encontrado pocos restos arqueológicos que demuestren una ocupación inca significativa.

La conquista inca del área ocupada por el actual Ecuador fue iniciada por Topa Inca Yupanqui, hijo de Pachacutec, el fundador del imperio. Y, fue Huayna Capac, hijo del primero, el primer inca que estableció su residencia en tierras ecuatorianas en Tomebamba, la actual Cuenca.

Su hijo Atahualpa nace en Quito, producto de la unión de su padre con una mujer de la nobleza caranqui.

En el momento de la llegada de los españoles al Tahuantinsuyo, el imperio inca se encontraba en plena guerra civil provocada por la pugna de poder entre Atahualpa y su hermano Huascar. El primero defendía su hegemonía desde Quito, el segundo desde Cuzco. Atahualpa resultó vencedor e hizo asesinar a su hermano. Quito se convierte en la capital del Tahuantinsuyo. Sin embargo, en 1533 Atahualpa fue capturado y asesinado por los españoles.

La conquista española de los Andes septentrionales fue motivada principalmente por el rumor de que en Quito se encontraba el tesoro de Atahualpa. Se forman dos expediciones en su búsqueda: la de Pedro de Alvarado, a través de la cordillera occidental, y la de Sebastián de Benalcázar. Fue este último el que consiguió llegar primero y quien el 6 de diciembre de 1534 fundó la ciudad de San Francisco de Quito.

La urbe fue establecida con aproximadamente doscientos habitantes. Inmediatamente se señalaron los límites, se estableció el cabildo, se repartieron solares y se delimitaron áreas comunales.

La fundación de la ciudad en este sitio parece haber respondido más que nada a razones estratégicas. A pesar de su topografía accidentada, su ubicación en una meseta presentaba ventajas sobre los valles aledaños, más propicios para el desarrollo urbano. Este último factor fue también el que primó en la determinación del lugar por parte de los pueblos aborígenes.

Quito es una de las más antiguas capitales de Sudamérica y mantiene muchos aspectos de su pasado colonial. La ciudad se extiende siguiendo un trazado rectangular, con una gran plaza central, calles empinadas y parques tranquilos con jardines llenos de flores.

La arquitectura es fundamentalmente de estilo barroco hispánico; destacan la catedral, construida en el siglo XVI, y las iglesias de San Francisco, San Agustín, La Compañía y Santo Domingo. Quito es sede de la Universidad Central de Ecuador, de la Universidad Católica Pontificia de Ecuador y de la Escuela Politécnica Nacional.

La ubicación de Quito fue establecida en el primer milenio de nuestra era y fue la capital fortificada de sucesivos grupos nativos, como los quitús. En 1487 fue anexionada por los incas, constituyendo la residencia habitual del emperador Huayna Cápac. En 1534 fue conquistada por Sebastián de Belalcázar, lugarteniente de Francisco Pizarro, que la refundó con el nombre de San Francisco de Quito.

En 1822 proclamó la independencia de España el general Antonio José de Sucre. Quito se convirtió en el principal centro económico del país hasta principios del siglo XX, cuando fue reemplazada por la pujante Guayaquil. La ciudad sufrió varios terremotos durante el siglo XIX. En 1978 fue declarada Patrimonio cultural de la Humanidad como ejemplo eminente de ciudad colonial española. Población (2001), 1.399.814 habitantes.

Entre la leyenda aparece la imagen de la ciudad, en la noche de los tiempos, cuando el diluvio universal acabó con gran parte de la vida en la tierra; el mítico Quitumbe y su compañera Llira fueron los únicos sobrevivientes del desastre, al haberse refugiado en el volcán Pichincha.

Cuando descendieron las aguas, Quitumbe bajo a celebrar la continuidad de la vida, en las faldas del volcán, donde se asienta Quito, a darle nombre y forma al lugar que los dioses le brindaron para prolongar la vida; de su prole nació el linaje que gobernaría al naciente pueblo Quitu.

Mucho tiempo después, los Incas, desde el sur, buscaron Quito, el sitio del sol; es así como tras largos años de sangrientos enfrentamientos se unieron los territorios de Quito al Tahuantinsuyo.

El Inca quiteño Atahualpa, hijo de las espléndidas civilizaciones del norte y del sur de la América austral, heredó la mitad del Tahuantinsuyo, pero su hermano Huáscar no lo toleró; le entabló una sangrienta guerra que dejó por vencedor a Atahualpa.

Se cerró con la victoria de Atahualpa el capítulo antiguo de la historia ecuatoriana; pero las profecías vaticinaban el comienzo de un nuevo tiempo, donde toda la civilización lograda durante largo tiempo se vería conmocionada por la llegada de unos extranjeros.

La nube de la tragedia se acercaba a las costas ecuatoriales, los invasores-conquistadores habían escuchado de las riquezas de estas tierras y venían dispuestos a poseerlas a como de lugar.

La ciudad es única por su topografía, cultura y urbanismo. Situado al sur de la línea equinoccial en las faldas del cerro Atacazo, del volcán Guagua Pichincha y del macizo del Rucu Pichincha, Quito se despeña desde los 2.850 m. de altura a los valles más abrigados de Los Chillos y Tumbaco luego de trepar las suaves colinas orientales paralelas a esos montes parcialmente ceñidas por el río Machángara, estos accidentes albergan a dos Quitos contrapuestos: el que serpentea a lo largo de 35 km. solo interrumpidos por el Panecillo o Yavirac, cúspide de una antigua reventazón del volcán y el de los valles orientales. Bañada por una pluviosidad anual de 500 a 2000mm, la semihúmeda ciudad unas veces tirita y otras goza con una temperatura media de 16 grados.

Cuando soplan los vientos y calienta un sol inmisericorde, la clarísima luz de su atmósfera permite contemplar un paisaje centellante por |las nieves perpetuas de sus seis mágicas montañas. En los días de invierno, la ciudad invadida por la niebla del páramo se torna fantasmal y se unimisma en su soledad de frío y de misterio.

El Misterio de Quito

El misterio se extiende a los orígenes de Quito. Entre el 1500 a.C. y el 500 a.C. floreció la poco conocida cultura Cotocollao. Mil años después, el discutido Reino de Quito formado por una confederación de pueblos indios se había opuesto al avance de los incas.

Hoy se habla, más bien, de una zona preincaica habitada por diversos señoríos étnicos y estructurada en núcleos de articulación jerarquizados, el más importante de los cuales fue el actual centro de Quito.

A comienzos del siglo XVI, los incas del Cuzco ocuparon ese emplazamiento aborigen. Allí habían probablem ente establecido un centro administrativo para controlar los territorios equinocciales incorporados a su imperio y habrían construido edificaciones religiosas y militares.

Cuando el quiteño Atahualpa enfrentaba a Huascar por el control del Tahuantinsuyo, aparecieron los españoles comandados por Francisco Pizarro. Vencido Atahualpa en Cajamarca, Sebastián de Benalcázar avanzó hasta Quito. Lo halló incendiando por mano de Rumiñahui, cabecilla de la resistencia. Con este gesto heróico se cerró una etapa de la historia de la región. Benalcázar estableció la nueva ciudad de San Francisco de Quito el 6 de diciembre de 1534. Dos meses antes, la ciudad había sido fundada por Diego de Almagro al sur del actual emplazamiento.

Siete años después Francisco de Orellana, partiendo de Quito en busca del país de la canela, descubría el Amazonas. Veintiún años más tarde, Felipe II creó la Real Audiencia de Quito. Su jurisdicción abarcaba una superficie cinco veces mayor que la de la actual República del Ecuador, por todo este pasado se considera a Quito como "El Núcleo de la Nacionalidad Ecuatoriana" La ciudad colonial se cubrió de gloria gracias al esplendor de su arte, al adelanto de su cultura, a su afán misionero y al amor por la libertad.

Enriquecida por la explotación minera y la producción textil, pudo construir templos barrocos y mudéjares adaptados con originalidad al ambiente local y los ornamentó con gran profusión de pinturas y tallas que forman un mundo mágico, de innegable valor didáctico religioso. Fue la época de la afamada Escuela Quiteña, obra del mestizaje indio y español.

Por este despliegue de genio se llama a Quito "Relicario del Arte en América". Los geodésicos franceses del sistema decimal introdujeron en Quito el espíritu racionalista moderno y usaron la magnífica biblioteca de la Universidad Jesuita de San Gregorio. Quito alimentó la extraordinaria empresa de las misiones de Jaén y Mainas.

En Quito nació y vivió Mariana de Jesús, santa y patriota. De Quito salió el más ilustre e ilustrado de los precursores de la independencia americana, el mestizo Francisco Javier de Santa Cruz y Espejo. Quito volvió a brillar en la década heroica que se inicia en 1809.

Adelantada al resto de la América española, proclamó su independencia, la fecundó con la sangre de sus hijos martirizados el 2 de Agosto de 1810, la defendió en las campañas de 1812 y ofreció el baluarte de su montaña sagrada para sellar la independencia de la actual República. Por estas primicias de libertad Quito es llamado "Luz de América". Quito, capital de la nueva República, ha mantenido su espíritu rebelde hasta nuestros días.

Lo prueban el asesinato de Gabriel García Moreno, el tirano ilustrado, primer paso hacia la Revolución Liberal; la Revolución Juliana de 1925 para rescatar el estado de manos de la plutocracia bancaria; la figura de José María Velasco Ibarra, campeón de la libertad de sufragio; la comprensión con que la mayoría del pueblo quiteño ha acogido las reivindicaciones de los pueblos indios y el desenfado de sus agudos grafiteros.

La conquista española

Con la llegada de los españoles se produjo el sincretismo que ha dado origen a la cultura del actual Ecuador: las expresiones culturales aborígenes se cubrieron de las formas europeas.

Con el mestizaje desapareció la religión aborigen, pero elementos como la concepción del tiempo, ciertas formas idiomáticas, tradiciones culinarias, etc., se conservan, dando evidencia de la importancia de su presencia.

Quito fue fundada nuevamente por los españoles sobre las ruinas de la ciudad aborigen. Con el auspicio de las ordenes religiosas se levantó San Francisco de Quito, cuya expresión artística alcanzó un gran nivel con el transcurso de los años, llegando a su máxima expresión en la Escuela Quiteña.

Relicario del arte en América fue uno de los términos que identificaron a Quito, en una época; también se asoció a la ciudad con las grandes orbes del arte -el París chiquito, le decían- poniendo de manifiesto el temperamento artístico de la ciudad.

Origen y significado de algunos barrios y lugares populares quiteños

Panorámica de Quito y El Panecillo (1904)

El Panecillo.- Los incas lo llamaron Ñahuira (a la manera de Pucará, Guachalá, Changalá, Machalá) que quiere decir el lunar, el grano asentado. Después, los primitivos españoles le pusieron el nombre de Cerro Gordo, en el sentido de su redondez, y los posteriores españoles le denominaron El Panecillo, pequeño pan.

La Loma Grande y Chiquita.- Porque son dorsos de lomas cubiertas de calles y de casas.

La Tola.- Por el cerro que semeja una sepultura (tola) de los antiguos Quitwas. La Chilena.- Por una bella chiquilla que vivía mucho tiempo atrás en ese barrio y privó a los quiteños vecinos.

La Ronda.- Por ser una calle muy estrecha, igual a Las Rondas de España. La Guaragua.- Quiere decir en idioma aborigen 'lugar pintoresco, tachonado de estrellas'. Túnel de la Paz.- Porque allí era el remate de la gran obra del denominado 'Carretero del Sur' ejecutado por García Moreno. Con el designio de que constituye un lazo de paz en el Ecuador.

El Mesón.- Porque allí existían los primeros mesones o posadas u hoteles de los primitivos españoles.

El Cucurucho de San Agustín.- Porque alrededor de los viejos muros del convento de San Agustín se levantaban unas largas pirámides o estribos de piedra. Santa Prisca.- Se llama así el barrio donde están situados el parque de La Alameda y sus vecindades, porque allí exactamente se peleó lo más reñido de la Batalla de Iñaquito, en enero de 1546, entre el rebelde Gonzalo Pizarro y el virrey del Perú, Blasco Núñez de Vela.

La Pólvora.- Esta era una casa situada en las faldas occidentales del Panecillo y construida por los españoles de la Colonia para usar como arsenal militar. Alrededor de la edificación se formó un barrio con ese nombre. El Cebollar.- Porque allí se plantó la primera huerta de cebollas en 1534.

El Tejar.- Porque allí se instaló el primer tejar en 1534.

Plaza Marín.- Porque a fines del siglo XIX el doctor Francisco Andrade Marín, mediante una suscripción pública entre vecinos, rellenó una temible quebrada que había allí, llamada de la Plaza de Armas, practicando un atrevido socavón. La placeta debió llamarse 'Placeta Municipal', pero el público mismo consagró el nombre conocido.

La Recoleta.- Porque allí tenían los frailes dominicos una recolección o sucursal de su Convento Mayor.

Tomado de la extensa obra del Dr. Luciano Andrade Marín.

Una descripción antañona

"… Tiene 200 cuadras de tierra y en ella 15 calles a lo largo y al través, todas transversales, y 7 plazas porque el oriente y el poniente atraviesan la ciudad al sesgo, de esquina a esquina; y los mismos septentrional y mediodía… Hay edificadas hasta 2.500 casas de una y otra parte… Unos edificios de cal y canto, otros de adobes de tierra, con buen enmaderamiento cubiertos con teja colorada, que esto, junto con las torres de la Catedral, conventos y Compañía de Jesús, ejidos y montes, la hacen grandiosa y populosa, de las mayores de este Reino, que si estuviera plantada desde su principio en campo llano, fuera muy extendida y no tan apretada como al presente lo está, por ser la planta armada y metida entre 4 cerros grandes, encimados, cuyos desaguaderos y corrientes… bajan a la misma ciudad y pasan por las cavas y quebradas de ella, con que la tienen limpia y sin basura… Finalmente, es ciudad que merece justamente este nombre".

Vestido en el Quito Colonial

Fechas magnas de la memoria quiteña

14 de marzo de 1541: Se firma en Talavera, España, la Orden Real que concede el título de Ciudad a Quito, junto con su respectivo Escudo de Armas.

14 de febrero de 1556: Se expide en Valladolid, España, la Carta Real que la designa como Muy Noble y Muy Leal Ciudad de San Francisco de Quito.

24 de septiembre de 1830: El Primer Congreso Constituyente Ecuatoriano reunido en Riobamba bajo la presidencia del Dr. José Fernández Salvador la declara Capital de la República del Ecuador.

17 de mayo de 1944: Por Ordenanza Municipal se crea el pabellón o bandera de la Ciudad de Quito.

8 de septiembre de 1978: La Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) la declara Patrimonio Cultural de la Humanidad.

28 de mayo de 1990: El Concejo Cantonal, por Ordenanza Nº 2776, fija el nuevo límite de la ciudad considerado como Distrito Metropolitano.

11 de noviembre de 1993: El Plenario de las Comisiones Legislativas Permanentes del Congreso Nacional aprueba para el cantón Quito el régimen político-administrativo de Distrito Metropolitano.

3 de diciembre de 1993: Por Ordenanza Municipal Nº 3058 se divide el territorio del Distrito en cuatro zonas metropolitanas.

20 de noviembre de 1998: La Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas (UCCI) le reconoce y la distingue con el título de Plaza Mayor de la Cultura Iberoamericana.

Un antiguo y testimonial mapa de San Francisco de Quito, elaborado por Ascarai-Herrera en el siglo XVIII. La reproducción del documento corresponde al Servicio Geográfico Militar de nuestro país.

QUITO, CIUDAD COLONIAL

Quito, ciudad que se encuentra entre lo contemporáneo y lo colonial, Distrito Metropolitano y capital de la República del Ecuador, es una metrópoli que día a día se construye, donde la estructura moderna se funde con la heredad mestiza y colonial, en la que residentes nacionales y visitantes extranjeros encuentran siempre un lugar para trabajar, disfrutar y recordar.

Situada en la cordillera de los Andes a 2 800 metros sobre el nivel del mar, ocupa una meseta de 12 000 kilómetros cuadrados.

Su temperatura ambiental oscila entre 10 y 25 grados centígrados (50 y 77 grados fahrenheit), con grandes contrastes climáticos que se presentan durante el transcurso de un mismo día que permiten gozar a los quiteños y a sus huéspedes de las cuatro "estaciones" del año las veinticuatro horas, como si se tratase de una eterna primavera.

Además, la ciudad está rodeada de los volcanes Pichincha, Cotopaxi, Antizana y Cayambe, que conforman un contorno andino majestuoso.

Centro Histórico.- La Catedral de Quito ubicada en la Plaza Grande

Quito, colmada de significados que la identifican y definen, ocupa laderas o baja a los valles, serpentea a través de callejones y se abre en amplias avenidas; zigzaguea, sorteando colinas y quebradas.

Por esta belleza física, sus tradiciones, rincones de misticismo y leyendas vigentes, es considerada "Relicario del Arte en América". Estas fueron las características principales para que, en noviembre de 1978, Quito fuera declarada por la UNESCO "Patrimonio Cultural de la Humanidad".

Erigida sobre las ruinas de un antiguo centro aborigen de los indios shyris y fundada por los españoles el seis de diciembre de 1534, Quito está dividida en tres zonas definidas por su intrincada geografía y que se caracterizan por sus contrastes arquitectónicos y particularidades culturales.

Norte de Quito.- Avenida González Suárez

En el norte se ubica el Quito moderno, donde se erigen grandes estructuras urbanas y comerciales; el centro o Quito antiguo reúne el legado colonial y artístico y ofrece un ambiente cautivador cuando se desarrollan procesiones religiosas y eventos culturales; en el sector sur se puede ubicar núcleos de expresión juvenil, que impulsan nuevas formas de cultura e interacción social.

Además, Quito está atravesada de norte a sur, en el imaginario urbano, por una nueva columna vertebral que la caracteriza: el "trole" (Sistema Integrado de Transporte Trolebús) que ha modificado y agilitado todo el sistema de comunicación que tiene el distrito.

La ciudad, en los últimos años, ha estado sujeta a un gran cambio urbanístico que la extendió hacia el norte, sur, los Valles de Tumbaco (hacia el nor oriente) y Los Chillos (en el sur oriente); esto ha permitido un notable crecimiento económico y poblacional que ha generado avances en la industria, economía, comercio y hotelería, pero además ha configurado nuevos actores y nuevas demandas sociales. Esto exigió del gobierno local una reorganización geográfica, administrativa y de conducción gubernamental de la ciudad.

En la urbe coexisten hoy cerca de dos millones de habitantes dentro de 65 parroquias metropolitanas centrales y suburbanas, que la han elegido como su sitio de residencia, haciendo de La Carita de Dios una ciudad donde se aprecia la diversidad social que conforma el país.

Los principales monumentos de Quito son:

Plaza de la Independencia:

Ubicada en un sitio estratégico del Centro Histórico de la ciudad y ubicada frente a edificaciones históricas como el Palacio de Carondelet, sede del Gobierno, la Catedral principal y frente al Palacio Municipal.

En el centro de la plaza se encuentra el monumento a la Independencia el cual le da el nombre a la plaza.

Mitad del Mundo:

Ubicada en la latitud 0°0'0".

Convertida en una réplica del Quito colonial que ofrece al turista diversas atracciones, museos, artesanías, gallera, plaza de toros, donde se llevan a cabo una variedad de fiestas populares.

Virgen del Panecillo:

Se encuentra en la Colina del Panecillo  y posee una espléndida vista tanto del Centro Histórico de la ciudad como de la parte norte y sur de la misma.

En sus alrededores se pueden encontrar varias tiendas de artesanías y recuerdos sobre la ciudad.  

QUITO MODERNO

 Quito se modernizó con el auspicio del petróleo. Situada la ciudad a un tiro de cordillera de los pozos petrolíferos del nororiente ecuatoriano, se convirtió en la capital petrolera y en el segundo centro bancario y financiero del país. Su modernidad se aprecia en la arquitectura del norte de la ciudad. Hacia la mitad del siglo el espacio urbano estaba ya socialmente estratificado. Al sur, la estación del ferrocarril atrajo la industria y esta al mundo obrero y a una escasa clase media.

En la década de 1930, las clases altas del centro de la ciudad se desplazaron al norte. Surgieron barrios residenciales dentro del esquema de " ciudad jardín". Los espacios del centro fueron ocupados por migrantes de las provincias vecinas. La parte antigua de la ciudad pudo por consiguiente, conservar su traza original y su arquitectura colonial enriquecida con los nuevos aportes de los siglos XIX y XX.

Esto llevó a la UNESCO a declarar a Quito como un bien perteneciente al Patrimonio Cultural de la Humanidad. Desde hace seis años, el Municipio de Quito ha emprendido en un plan de salvamento arquitectónico y social del Centro Histórico. En 1950 era una ciudad de apenas 210 mil habitantes. En 40 años creció casi cinco veces, pues el censo de 1990 le dio un mil habitantes. A fin de siglo, con una tasa de natalidad de 3.0% de mortalidad de 35 por mil y una migraciones anuales de 14 mil personas, Quito llegará al millón y medio.

La población de Quito es joven, casi la mitad tiene menos de 20 años. Dos de cada cien quiteños y cinco de cada cien quiteñas son analfabetos. En Quito está la mayor concentración de universidades y escuelas politécnicas del país tanto estatales como privadas. Los quiteños mueren principalmente de enfermedades del aparato respiratorio, de afecciones peri natales, de circulación pulmonar y de accidentes de tránsito. Un poco más de la mitad de los quiteños son económicamente activos.

De cada cien quiteños activos 23 trabajan en transporte, artes gráficas, tratamiento de madera, fabricación de alimentos y bebidas, tabaco, cartón, papel y textiles; 15 como profesionales y técnicos; 13 en comercio y ventas al por mayor y menor; 11 como zapateros, ebanistas, mecánicos, electricistas, relojeros y operadores de radio y televisión y el resto como empleados públicos y bancarios.

Una de cada cuatro mujeres activas trabaja en servicios hoteleros, domésticos, bares, lavanderías y peluquerías. Una de cada cinco es comerciante y vendedora y una de cada seis labora en tareas administrativas. El resto, en la burocracia estatal y privada. De la población no activa, el 21 % estudia. Cerca dela mitad de quiteños vive en vivienda alquilada, prácticamente todos tienen acceso a la electricidad, más del 70% a agua potable y alcantarillado y 39% a teléfono.

Quito es la capital del turismo ecuatoriano. A más del Centro Histórico con sus monumentos bellamente iluminados, están los alrededores turísticos y el gran rectángulo comprendido entre las avenidas Patria, Naciones Unidas, Diez de Agosto y Doce de Octubre.

Allí se concentran comercio, vida nocturna, galerías de arte, museos, cafés, restaurantes, finanzas, banca y empresas de turismo con paquetes de visita a Cuenca y Galápagos, dos de los atractivos turísticos más buscados del país. Quito es también el mayor centro cultural del Ecuador. Las Artes Plásticas son su fuertes, seguidas por la producción literaria y las ciencias sociales.

Todas las noches de días laborables hay varios actos culturales. Las mejores librerías generales y especializadas están en Quito. Sus diarios principales pesan en la vida del Estado y de la sociedad civil por sus editoriales y caricaturas.

También la cultura popular se expresa en los barrios quiteños en diferentes manifestaciones a lo largo del año y en particular en el mes de Agosto y en la fiesta de la fundación española de la ciudad. Entonces se rememoran las tradicionales leyendas coloniales que dieron atmósfera al Centro Histórico. Es conocido el humor quiteño hecho de juegos de palabras, alusiones culturales y agudo sentido de lo paradójico de las apariencias. El comportamiento de los quiteños es barroco: amable en la superficie y pronto a empeñar su palabra; reservado y difícil de intimar en el fondo. En el carácter quiteño se refleja el capricho del clima: sol y niebla se superpone y anulan.

Viajar desde Quito

A pocos kilómetros de Quito, se puede descubrir nevados, monumentos, ruinas arqueológicas, mercados autóctonos, artesanías y aventuras inolvidables. Desde el norte del Ecuador existen varios paraderos turísticos, lagos y varios atractivos como El Chota, Otavalo, El Lago de San Pablo, Las Ruinas de Cochasquí, El Lago de Cuicocha, entre otros que en su trayecto le ofrecerán paisajes diferentes. Pero si su destino conduce al sur del país podrá disfrutar toda la serranía ecuatoriana por la "Avenida de los Volcanes", donde podrá apreciar al Cotopaxi uno de los volcanes activos más grandes del mundo, el Papá Chimborazo uno de los nevados más altos de América Latina con, Las Ruinas de Ingapirca y mucho más. Siguiendo por esta ruta y si prefiere el mar y la playa a pocas horas de Quito se encuentran las playas de Esmeraldas (Atacames, Sua, Same, Mompiche) y Manabí (Bahía de Caráquez, Manta, San Lorenzo, Puerto López) Por el lado Oriental desde Quito, la aventura y el misterio de la naturaleza del oriente ecuatoriano le dan la bienvenida con la Reserva Ecológica más grande del mundo, la Amazonía.

Bibliografía:

  1. http://www.vistazo.com/quito2003/chiva.htm
  2. http://www.trolebus.gov.ec/secciones/troleTour.html
  3. http://www.quito.gov.ec/ciudad/c_pres_ciudad1.htm
  4. http://www.redcientifica.com/pdf/doc200511240040.pdf
  5. http://www.turisvision.com/viajes/receptivo/quito.htm
  6. http://library.thinkquest.org/C007345F/spanish/introduccion.htm

     

  7. http://www.visit-cuador.com/portal/modules/icontent/index.php?page=31

 

Luis Fernando Shuguli

5to "C" Ciencias Sociales

Colegio Experimental

Carlos Zambrano

07 / Junio / 2006

Partes: 1, 2
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