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Las fiestas regionales deben ser un acto de integración territorial e intercultural: el caso de Arequipa


Partes: 1, 2

  1. La falta de Identidad cultural territorial, dificulta el desarrollo integrado y la unificación nacional
  2. Migraciones, mestizaje y convivencia humana
  3. Mestizaje e interculturalidad
  4. La interculturalidad como principio normativo y democrático
  5. Mestizaje y el simbolismo de la comida arequipeña
  6. Los "lonccos" y el habla coloquial, resultado de la interculturalidad espontánea
  7. ¿De dónde son los originarios andinos que hoy son habitantes de la ciudad de Arequipa? y ¿por qué llegaron a esta región?
  8. Conclusiones

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MENSAJE POR EL DÍA DE AREQUIPA (15 DE AGOSTO)

Para lograr el desarrollo territorial integrado en el Perú se requiere una unificación regional como nación; en tal sentido dada la pluriculturalidad que subsiste, una de las palancas para unificar es la interculturalidad, porque es una de las mejores vías para unificar a las diferentes etnias o las diferentes culturas existentes en nuestro país.

En tal sentido en el Perú oficial existe una "Agenda de Interculturalidad y Políticas Públicas al 2016" que deben ayudar a la unificación nacional; sin embargo, en los medios oficiales no siempre se respeta esta agenda en muchas de sus disposiciones legales, administrativas y presupuestales. Se desconoce o se olvida que la interculturalidad se le debe considerar como un modelo de relación entre el Estado y los ciudadanos.

De acuerdo a esas propuestas las regiones, por ejemplo, cuando hagan sus fiestas de aniversario u otras, deben aprovechar esas fiestas para atraer, y no al revés, a los grupos culturales de otras regiones vecinas. Debe motivarse a nivel oficial y extraoficial para que participen otras regiones con sus danzas costumbristas y otras manifestaciones artísticas.

Es decir, no debe cruzarse los actos de la vieja falta de identidad inter-regional dentro del mismo país, aún más si las diversas regiones tienen en parte los mismos orígenes culturales, que se expresa hoy en el denominado proceso de "mestizaje", que lo comparten en la práctica la gente de las distintas regiones. De manera que las fiestas regionales o locales sean parte de un programa de unificación territorial como parte del proyecto de desarrollo nacional.

En ese contexto, este ensayo se inicia por el análisis de los fenómenos que hoy se hacen cada vez más importantes para el bien de la convivencia social y cultural, como son la "multiculturalidad", la "interculturalidad" y el "mestizaje", tal como se dan por ejemplo en el sur del Perú (entre Arequipa, Puno, Cusco, Moquegua y Tacna). Fenómenos culturales que se han avivado como resultados de los procesos migratorios.

Procesos que deben ser explicados incluso desde los tiempos de la Colonia y particularmente en el siglo XIX y e inicios del siglo XX (Flores Galindo, Alberto, Caravedo, Baltazar)2 3 que se han venido efectuando junto con el desarrollo desigual entre la costa y la sierra, produciéndose más riqueza en unas regiones que en otras, que se expresan como resultado de las diferencias regionales a causas del desarrollo extremadamente desigual entre las regiones de la costa y la sierra.

1. La falta de Identidad cultural territorial, dificulta el desarrollo integrado y la unificación nacional

Para el desarrollo se requiere necesariamente una fuerte convergencia económica, social y cultural, que son procesos básicos porque pueden ser el sustrato de un enfoque territorial del desarrollo de las regiones. Sobre esa base se puede logra el fortalecimiento de los vínculos entre localidades y regiones mediante el crecimiento del mercado interno muy dinámico; mercado que debe ser dinamizado en la producción por las innovación tecnológica y, a nivel político, por las reformas institucionales; como son el aceleramiento de la descentralización, la regionalización y la participación de los gobiernos locales en el desarrollo económico y social.

Donde es de suma importancia la concertación social para la articulación inter-sectorial e interregional; por ejemplo, que permita construir represas de agua para nuevas irrigaciones que beneficie a varias regiones (son los casos de Majes II o las irrigaciones en la Región Ica), lo que puede ser logrado gracias a la participación público-privada y la sociedad civil, así como gracias a la integración intercultural.

En las tipología de niveles de desarrollo territorial, se destaca que tienen mayor nivel de desarrollo aquellos territorios que "se caracterizan por una institucionalidad robusta (respeto a las normas, agendas y acuerdo), que con frecuencia se expresa en una identidad cultural fuerte, que tiene opciones económicas endógenas e integradas capaces de sustentar procesos sostenidos de superación de la pobreza, sobre todo rural"4

El territorio regional territorial no es un espacio físico "objetivamente existente", sino una construcción social, es decir, como un conjunto de relaciones sociales que dan origen y a la vez expresan una identidad y un sentido de propósitos compartidos por múltiples agentes públicos y privados5. No obstante en el caso del Sur peruano, que estudiamos, no existe esa institucionalidad fuerte, como tampoco una identidad cultural articuladora, pues, cada localidad o región se siente muy distinta a las otras.

Asimismo, existen diferencias económicas y sociales entre los distritos o entre las provincias dentro de las mismas regiones; diferencias que son muy abismales, por ejemplo, esas diferencias existen entre la provincia metropolitana de las regiones y los distritos alejados de la sierra (caso Arequipa), lo cual frenan también la posibilidad de articulación territorial dentro y fuera de la región o de las cuencas, por lo tanto se hace difícil la construcción de una nación unificada, problemas que arrastra el Perú desde inicios de la República.

Así, mientras que en los distritos de arriba en la sierra predomina una economía campesina tradicional, de subsistencia y poco articulado al mercado, que viven más bajo el ideal de la producción y el intercambio mercantil para satisfacer las necesidades mínimas familiares (pobreza). Esas economías debilitan la necesidad de la unión mediante el mercado interior que debería sestar plenamente articulada a las zonas modernas donde predomina la lógica de la rentabilidad empresarial o la ganancia acumulable. Como es caso de los distritos de la zona de la costa de la región o en las cuencas, donde predomina la idea de los negocios, de la rentabilidad, la acumulación y el trabajo asalariado.

Mientras exista esa dualidad con debilidad en la articulación entre zonas o distritos y regiones, el desarrollo como territorios integrados, base de del desarrollo de la nación, tendrá más obstáculos para el desarrollo que incentivos para ello. Allí el rol necesario de empezar a articular las regiones mediante las manifestaciones culturales semejantes que tenga cada una de las regiones o provincias. En ese contexto, las fechas de las fiestas regionales o locales deberán cumplir el rol de palanca unificadora de las regiones, en ves de separar a las regiones. De lo contario siempre estaremos estancados en la construcción del Perú como nación, sin ser nación unificada bajo ideales comunes.

2. Migraciones, mestizaje y convivencia humana

Los procesos migratorios de personas en grandes grupos humanos en el interior en el país, son poderosos medios para lograr la integridad social, económica y cultural que requiere el país, siempre y cuando esos procesos migratorios conduzca a las regiones hacia el desarrollo y no hacia el conformismo o la falta de ideas de emprendimientos empresariales.

En relación a los enfrentamientos que siempre suelen ocurrir entre los llamados "originarios" de un territorio con los inmigrantes ("No originarios"), en ese contexto se excitan problemas para la convivencia humana, debido al choque de identidades, en esa trama el escritor Néstor García Canclini (2000)6 propone el concepto de la necesidad de fortalecer la "hibridación" cultural, con los siguientes argumentos:

"Veo atractivo tratar la hibridación como un término de traducción entre mestizaje, sincretismo, fusión y los otros vocablos empleados para designar mezclas particulares. Tal vez la cuestión decisiva no sea convenir cuál de esos conceptos es más abarcador y fecundo, sino cómo seguir construyendo principios teóricos y procedimientos metodológicos que nos ayuden a volver este mundo más traducible, o sea convivible en medio de sus diferencias, y a aceptar a la vez lo que cada uno gana y está perdiendo al hibridarse"

García Canclini continúa sosteniendo que la causa de esos problemas de la "hibridación" (concepto no compartido, por ejemplo por arequipeño-puneño- Churata, Gamaniel.1957)7 y el "mestizaje", son el desarrollo de algunas ciudades: "Así es como las fronteras y las ciudades dan contextos peculiares para el mestizaje, los exilios y las migraciones son considerados fecundos para que ocurran estas mezclas".

En suma, queda abierta, entonces, una puerta para empezar a aceptar que el mestizaje como un efecto de las migraciones, se dan porque en determinadas regiones un sector de la población tienen dificultades para cubrir sus necesidades para vivir, mientras que en otras regiones tienen mayores oportunidad que requieren los emigrantes. Esos centros de atracción de inmigraciones son lo que más tarde se llamó como "polos de desarrollo"8, como es el caso de Arequipa, porque son regiones más favorecidas por el modelo de desarrollo y las políticas de Estado, así como por la dinámica interna de pobladores y autoridades que asumen el poder en las regiones con mayores posibilidades de desarrollo.

3. Mestizaje e interculturalidad.

Dado que esos movimientos migracionales de un lugar que tienen una cultura determinada hacia otros lugares donde se viene formando otra cultura, se dan encuentros que Madeleine Zúñiga (1997)9 nos alerta sobre los conceptos que allí se crean, en esos encuentros se producen conceptos como: "sociedad multicultural" y "sociedad intercultural" que parecen similares, aunque en realidad no son verdaderos sinónimos. Las sociedades multiculturales incluyen diferentes grupos culturales, de diferentes nacionalidades y etnias, dentro de un mismo territorio pero no necesariamente están en contacto recíproco "unos con otros". "A menudo las diferencias se ven en estas sociedades como algo negativo y encuentran una justificación para la discriminación. Las minorías son toleradas de forma pasiva pero no son aceptadas ni valoradas".

"En las sociedades interculturales, por el contrario, los diferentes grupos culturales procedentes de nacionalidades distintas, viven dentro de un mismo territorio y mantienen abiertas las relaciones de interacción, intercambio y reconocimiento mutuo de sus propios valores y de sus modos de vida. Se puede hablar en estos casos de procesos de tolerancia activa y del establecimiento de relaciones de igualdad, donde todos tienen la misma importancia, donde no hay superiores e inferiores, mejores ni peores. La interculturalidad es un proceso, no un objetivo en sí mismo".

4. La interculturalidad como principio normativo y democrático

Marta Baralo (2013)10 agrega al respecto la necesidad de botar un principio normativo con la aceptación de un enfoque de interculturalidad: "Más allá de la existencia de hecho de relaciones interculturales, la interculturalidad puede entonces tomarse como principio normativo. Entendida de ese modo, la interculturalidad corresponde a la actitud de asumir positivamente la situación de diversidad cultural en la que uno se encuentra. Se convierte así en principio orientador de la vivencia personal en el plano individual y en principio rector de los procesos sociales en el plano axiológico social. El asumir la interculturalidad como principio normativo en esos dos aspectos -individual y social- constituye un importante reto para un proyecto educativo moderno en un mundo en el que la multiplicidad cultural se vuelve cada vez más insoslayable e intensa".

"En el nivel individual, nos referimos a la actitud de hacer dialogar dentro de uno mismo -y en forma práctica- las diversas influencias culturales a las que podemos estar expuestos, a veces contradictorias entre sí o, por lo menos, no siempre fáciles de armonizar. Esto supone que la persona en situación de interculturalidad, reconoce conscientemente las diversas influencias y valora y aquilata todas".

La interculturalidad así concebida, "(…) posee carácter desiderativo; rige el proceso y es a la vez un proceso social no acabado sino más bien permanente, en el cual debe haber una deliberada intención de relación dialógica, democrática entre los miembros de las culturas involucradas en él y no únicamente la coexistencia o contacto inconsciente entre ellos. Esta sería la condición para que el proceso sea calificado de intercultural." (Zúñiga 1995).

5. Mestizaje y el simbolismo de la comida arequipeña

Arequipa es una ciudad mestiza con más de un millón y medio de habitantes, con costumbres tradicionales y modernas. En la época prehispánica fue un valle donde los habitaron enclaves eran de diferentes grupos étnicos originarios como Collaguas, Yanahuaras, Aimaras, Puquinas, Quechuas y Cabanacondei. Durante el imperio de los incas esos grupos étnicos se convirtieron en tributarios. A cambio del respeto a sus tierras y costumbres pagaban productos agrícolas (maíz, papas, hortalizas) a las autoridades del Cusco (Hernán Cornejo Velásquez, 2006)11.

Con la llegada de los españoles a Arequipa, relata Rafael Longhi Saravia 12 que: "En 1537 arriban en el Valle del Chili los extenuados expedicionarios que conformaban aquel heterogéneo grupo de españoles y nativos, unidos por el recuerdo de los tormentosos episodios vividos en las Tierras del Sur y que volvían luego del fallido intento de conquistar los dominios de los aguerridos mapuches. Habían providencialmente sobrevivido al hambre, la sed y las enfermedades después de cruzar el inmenso e inclemente desierto de Atacama con el Adelantado Diego de Almagro a la cabeza".

"En dicho valle fueron cobijados por los nativos yarabayas, pobladores de un caserío con vías serpenteantes que se ubicaba en lo que hoy es el Barrio de San Lázaro. (Arequipa). Como resultado de la cotidiana convivencia es que aquellos foráneos y los naturales fueron contagiándose mutuamente sus respectivos usos, costumbres y más aún, sus tan disímiles concepciones del mundo. Se dio inicio de ese modo al singular proceso de mestizaje cultural que hasta hoy se sigue madurando y enriqueciendo al amparo de ese mismo cielo".

"El 15 de agosto de 1540, los españoles fundaron la «muy noble» ciudad de Arequipa teniendo como vecinos a distinguidos andaluces, vascos y catalanes quienes despojaron de sus tierras a los indios "llactarunas". Desde un inicio diseñaron una ciudad exclusiva para españoles con calles y plazas, y otra para indígenas en tambos y solares. Este «apartheid» arequipeño se sustentaba en el derecho que les asistía como colonizadores y fundadores de la ciudad. También por el miedo a las continuas epidemias y enfermedades.

La división espacial de indios y españoles al interior de Arequipa continuó durante todo el virreinato y la república, consolidando grupos económicos ligados a familias con apellidos prominentes. De otro lado, la gran masa de artesanos, agricultores y comerciantes marginados desarrollaron ideas, costumbres y cultura ligados a la rebeldía y el levantamiento contra la opresión del centralismo limeño" (Hernán Cornejo Velásquez, 2006)13.

"En la memoria colectiva de los arequipeños, Arequipa es una ciudad cuna de grandes revoluciones, cuya población levanta barricadas y hace prevalecer sus derechos. En la actualidad los arequipeños son considerados como regionalistas, amantes de su terruño, costumbres y sobre todo de su comida. Gran parte de los arequipeños que han migrado hacia otros departamentos y países reproducen la cultura y en especial se reúnen en torno a la comida. Inclusive en muchas ciudades como Lima, Tacna, Cusco, Chiclayo, en el Perú, y en el extranjero como San Francisco, Estados Unidos, se han instalado restaurantes arequipeños" (Hernán Cornejo Velásquez).

Sin embargo no pudo evitarse la mescla social y cultura entre ambas etnias, la de los conquistadores y la delos originarios arequipeños. En ese contexto, explica Enrique Rivera Vela14 que: "Los descendientes de las poblaciones originarias prefieren emplear las categorías étnicas "quechua", "aimara" o "uro" para auto identificarse, dejando de lado las categorías raciales "indígena" e "indio" que los "otros" integrantes de la sociedad suele emplear para identificarlos, por considerarlas una creación de los grupos de poder y sus descendientes que gobiernan el Perú desde los años de la colonización, y por ser categorías peyorativas; sin embargo, es común que los hijos de "quechuas" o "aimaras" que viven en la ciudad prefieren considerarse como "mestizos".

"Puno es uno de los departamentos del sur andino peruano con fuerte presencia de población descendiente de los antiguos pobladores que habitaron estas tierras antes de producirse la invasión española, por tanto se puede afirmar que la cultura que se

desarrolla en la localidad, está impregnada de elementos y valores tradicionales provenientes de las culturas originarias quechua y aimara, sin dejar de lado otros elementos culturales propios de occidente, que en un mundo globalizado, se han extendido por todos los rincones del planeta". Como también pobladores arequipeños recorrían como comerciantes el espacio andino de Puno, Cusco y hasta las regiones del vecino país de Bolivia donde la minería fue un gran atractivo eco nómico para los comerciantes arequipeños15, donde algunos se quedan mucho tiempo, para después volver a "su regazo" de Arequipa.

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El indiscreto encanto de las picanterías arequipeñas (Fuente: Álvaro Rocha).

El historiador Eusebio Quiroz Paz Soldán, fundamenta el mestizaje de Arequipa, con los siguientes argumentos:

ü Lo importante es señalar que los españoles no llegaron a un espacio vacío ni deshabitado. Por el contrario, hubo etnias en el valle del río Chili y estas se ocuparon en labores agrícolas. Los Yarabayas, Copoatas, Yanahuaras, Chumbivilcas, Cabanas, Collaguas, etc., fueron localizados en la documentación colonial temprana de Arequipa, en algunos casos los libros parroquiales en el templo católico de San Juan Bautista de la Chimba en Yanahuara, respetaron el nombre de las etnias o grupos preíncas que vivían en la "otra banda".

ü Arequipa es fundada como la Villa Hermosa por Garcí Manuel de Carbajal, cumpliendo un mandato de Francisco Pizarro, quien, al parecer, requería de una ciudad para avanzar hacia el Cusco y las charcas, así como iniciar el viaje hacia el sur, o sea Chile.

ü El acta formal de la fundación de Arequipa -15 de agosto de 1540-, es un valioso documento que fue reconstruido y transcrito por los historiadores Víctor M. Barriga, Francisco Xavier Delgado y Alejandro Málaga Medina.

ü En una sencilla apreciación histórico-social nos damos cuenta de que Arequipa se formó con los aportes culturales andino y occidental; de allí que, afirmamos, se trata de una sociedad mestiza en lo étnico y sobre todo en lo occidental.

ü En los libros de Víctor Andrés Belaúnde, Jorge Polar, Mariano Polar Ugarteche, Patricio Ricketts, se va definiendo una imagen real, dinámica, sustentable de

Arequipa, que no está hecha de palabras sino de esencia histórica, de síntesis de lo que significa nuestra ciudad como singularidad en la historia del Perú, no solo en lo político, sino en lo cultural de preferencia, porque eso tenemos y podemos entregarlo y ofrecerlo al Perú como un camino para construir el mestizaje que debe servir como medio de identidad

ü El habla popular. Ciertamente, cuando hablamos entre arequipeños, nos reconocemos por el uso de expresiones y verbos que, en opinión del doctor

Francisco Mostajo, son arcaísmos, cholismos y quechuismos, lo que configura un habla característica, de origen rural o "loncco" que expresa conductas y hechos con palabras que resultan incomprendidas para quienes no viven en Arequipa.

ü El sombrero "huacalli" o sentirse "huañule" o decaído como una "liccha" o "pajla" que es calvo o "casuta" al que le faltaba un diente, o "ccacllado", roto en una esquina; en fin, hay que leer con paciencia el "Diccionario de arequipeñismos" del que es autor Juan Guillermo Carpio Muñoz o los libros de Antonio Gonzalez-Polar, y los versos de Isidro Zárate Santillana, para comprender que el habla popular arequipeña ha logrado ya la sanción de las páginas literarias.

ü La picantería arequipeña es un espacio de encuentro de todos los grupos sociales, en sus mesas con largas bancas se dan cita los picapedreros y los magistrados convocados por el "jayari" y los picantes que se anuncian con un rojo pendón colocado en una caña en la puerta del local.

ü La música arequipeña es también mestiza, como lo sostiene Armando Sánchez Málaga. El yaraví, pampeña, marinera y el vals son ostensiblemente mestizos y de origen popular, como lo afirma Enrique Carrión Ordóñez.

Con esas expresiones se fundamenta el mestizaje en Arequipa, que es hoy lo que le da una "IDENTIDAD EN AREQUIPA". "No son los elementos de nuestra identidad cultural mestiza, hechos superficiales o folclóricos, sino tradiciones, costumbres y acciones que trasuntan esencia de arequipeño, lo que nutrió nuestra vida familiar y que forma parte del legado que se transmite de generación en generación a través del aprendizaje en la mesa del hogar o en las serenatas".

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La comida típica de Arequipa, es un ejemplo de mestizaje y recreación propia. (Fuente: Elizabeth Huanca Urrutia).

6. Los "lonccos" y el habla coloquial, resultado de la interculturalidad espontánea

Los nombres de los distritos y muchos términos que llena el habla de los arequipeños no son españoles, son quechuas, aimaras o puquinas, como escribe Guajardo Castro, Alejandra (2009)16: "…en la región de la campiña arequipeña (Chiguata, Paucarpata, Sabandía, Characato, Socabaya, Quequeña, Yarabamba, Pocsi, Mollebaya y Polobaya) es conocida como "habla loncca"17.

"En el habla coloquial de los arequipeños existe dos términos de origen quechua (o aimara) para referirse a ellos mismos: "lonccos" y "ccalas". El primer término (del quechua lonq"o, "cuerpo esférico o redondeado. También algo que debiendo tener filo no lo tiene o es tosco".) es utilizado despectivamente por los habitantes de la ciudad para referirse a los pobladores de la campiña que rodea la ciudad de Arequipa. El segundo término (del quechua qala "desnudo, cosa pelada") es a su vez empleado por la gente del campo para referirse a los habitantes de la ciudad. Términos que marca la existencia de identidades internas diferentes entre los arequipeños de ese entonces.

La historia de Arequipa desde épocas coloniales ha sido entre otras cosas una historia de encuentros y desencuentros entre los prósperos comerciantes españoles, aristócratas, intelectuales, etc. que se afincaron en la ciudad y los pequeños minifundistas de la campiña compuestos por mestizos e incluso españoles pobres que se dedicaban a la agricultura y la ganadería. Este último grupo, los "lonccos" siempre permanecieron marginados de la dinámica social de la ciudad. Aun cuando tenían lazos comerciales con los proveedores locales y en el mercado de la ciudad (ver Flores Galindo, 1977). Hacia principios del siglo XX y con el surgimiento de la corriente del indigenismo se dio una revalorización del personaje del "loncco" como representante de la identidad regional del arequipeño.

Los descendientes del idealizado "loncco" minifundista son los actuales habitantes de la campiña arequipeña (los distritos tradicionales de Paucarpata, Sabandía, Characato, Mollebaya, Quequeña, Yarabamaba, Pocsi, Chiguata, Polobaya, Yura, Tiabaya, Sachaca, Uchumayo y Socabaya).El significado de ambos términos se han tomado del "Diccionario de Arequipeñismos" de Juan Carpio Muñoz (1999). Ver referencias bibliográficas lonccos, plena de términos quechuas y aimaras (también se menciona huellas del desaparecido puquina. Basta ver los nombres de los pueblos: Polobaya, Tiabaya, etc.) arcaísmos, giros idiomáticos, así como un rico vocabulario agrícola y ganadero".

Pero la palabra lonco también existió entre la cultura de los mapuches chilenos, como: longko, "cabeza", es el jefe de una comunidad mapuche. El cargo tiene aspectos religiosos y administrativos18. Otro término semejante entre los mapuches es "Ülmen futra lonko es la autoridad de los aillarehue que se preocupa de la defensa del territorio, la cultura y el espacio sagrado". Un Ñizol lonko es la autoridad máxima de las organizaciones mapuche, encargado de dirigir el fütal mapu. No es de dudarlo que muchos soldados chilenos (antes "lonccos") han venido en la Guerra a la campiña arequipeña, y muchos de ellos se quedaron para siempre a vivir en estas tierras de "lonccos" arequipeños y "lonkos" chilenos.

7. ¿De dónde son los originarios andinos que hoy son habitantes de la ciudad de Arequipa? y ¿por qué llegaron a esta región?

En estos últimos tiempos la pregunta que aparece es: ¿Por qué se efectúan las migraciones en el Perú y en particular de la sierra a Arequipa? Por ejemplo en las décadas del 60 al 80 del siglo XX, la migraciones internas de la sierra a la costa del Perú, se efectúan debido a la escasez de tierras de cultivo en la sierra, la concentración de la propiedad, el predominio de tierras de secano, la presión demográfica sobre la tierra, la falta de apoyo técnico y crediticio, además de oportunidades de empleo, educación y recreación, como condicionantes de la migración19 y, también coincide con que los impactos negaticos del cambio climático

Como resultados de esas migraciones la composición de etnias en Arequipa se vuelve muy diversificada; por ejemplo, según una muestra encuestada de población de Arequipa Metropolitana por la ONG "Arequipa te Queremos", el lugar de nacimiento de los encuestados son el 71.3% han nacido en Arequipa; el 11.3% de Puno, el 8.0. %, son de Cusco; el 2.8% de Moquegua; el 1.8% de Tacna y el 0.1 de Lima. Es decir, alrededor de un tercio de la población es inmigrante. Proyectada la muestra al 100% de la población, en números absolutos en Arequipa Metropolitana viven alrededor de 142,285 habitantes de origen puneño (entre la edad de 18 a 69 años, de acuerdo a la muestra) y en segundo lugar son originarios como inmigrantes los de la Región del Cusco (48,305.7 habitantes).

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A nivel de los cambios de residencia de acuerdo a los censos de los años 1994 y el 2007, la procedencia de inmigrantes a Arequipa es mucho más diversificada (Ver recuadro siguiente). Este fenómeno, que como ya se ha dicho anteriormente, afecta a toda las regiones principalmente de la costa, donde los inmigrantes es gente mayoritariamente pobre y viene para hacer más presiones a los poderes locales para que les den diversos servicios para mejorar su calidad de vida; como lo explica en un diario de la capital el Gobernador de la Región de Ica, el Ing. Fernando Cillóniz (Agosto del 2015):

"Ica es un éxito económico, pero un fracaso social". Lo primero radica en su actividad productiva en el ámbito minero, pesquero, agrícola, industrial, comercial, turístico. Pero es una región cuyos pobladores –muchos de ellos migrantes– viven en condiciones precarias. El Estado que no anticipó la demanda por viviendas dignas, hay muchas invasiones".

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7.1. Las causas de las migraciones hacia Arequipa

De acuerdo a los estudios de Choque Oviedo, Juan Daniel (2007), explica que desde el gobierno de Leguía, que intentó moderniza al Perú, hasta el gobierno de Bustamante y Belaúnde Terry, Arequipa se ve favorecida por algunas inversiones en infraestructura vial y una política proteccionista, especialmente industrial. Sobre esta base, se amplía el mercado y surge una incipiente industria de corte regional, asentado en Arequipa, que estimula las migraciones internas campo-ciudad.

Por otro lado, la crisis de la exportación lanar (ovinos) y fibra (camélidos) en la década del 40, que afectó principalmente a Puno y Cusco (principales productores de lanas y fibras del Perú) posibilita la expansión industrial y la conversión de comerciantes y capitalistas agrarios en las industrias en Arequipa. En esta región de Arequipa se crean nuevas fábricas que emergen en este periodo, como Clisa, Lanificio, Leche Gloria y otros, que van configurando el mercado de trabajo arequipeño, sobre la base de la disponibilidad de mano de obra local y la fuerza de trabajo barata del inmigrante que sale expulsado del agro por la crisis de la lana y las fibras. En esta década se da el primer gran flujo migratorio interno campo-ciudad de importancia del siglo XX, teniendo como destino la ciudad de Arequipa y Lima Metropolitana.

Posterior a la II Guerra Mundial y como efecto del modelo de sustitución de importaciones en las décadas del 60 y 70 (Promovido por el gobierno de Belaunde Terry y la CEPAL en el Perú, dentro de propuestas liberales), se inaugura una nueva etapa de modelo económico en la región Sur, al igual que el resto sobre todo de la costa del país. El patrón de acumulación ya no se concentran sólo en la explotación de las actividades primarias extractivas y exportadoras; sino también se diversifican hacia la agroindustria, la pesca industrial, la industria liviana, los sectores financieros, comerciales y de servicios. Estas actividades se asientan principalmente en Lima, Arequipa y en menor medida en Trujillo.

Este cambio, en el sur, se expresó mediante:

– Sustitución del desarrollo industrial orientado hacia la región por una relativa industrialización sustitutiva de carácter dependiente asentada en la ciudad de Arequipa.

– La emergencia de un dinámico sector exportador sobre la base del cobre de Moquegua y Tacna de harina y aceite de pescado de Mollendo, Matarani, Ilo, y

– El estancamiento del sector agrario andino.

Este proceso se da al mismo tiempo que el Estado interviene en respuesta a la iniciativa de los sectores industriales que proponen un programa de desarrollo regional, creando en 1964 en la ciudad de Arequipa el Parque Industrial. Y se amplía la infraestructura vial en beneficio de Arequipa Metropolitana, mas no de sus provincias, se expande la burocracia estatal creando oficinas públicas de varios sectores. Todo esto configura la ampliación del mercado arequipeño que abre las posibilidades de una segunda oleada migratoria hacia la ciudad de Arequipa y a las principales ciudades de la región y Lima Metropolitana.

Sustitución de importaciones que no dejó de darle importancia a la industria extractiva minera. En particular el sector de la minería dio un impulso especial al desarrollo de Arequipa, como escribe Geoffrey Cannock: "La minería en Arequipa creció a una tasa promedio anual de 15% en el periodo 2001-2012. La minería ha aportado positivas economías de aglomeración para la región y la ciudad de Arequipa, en términos de generar un clúster minero y de facilitar inversiones sociales"20.

Sin embargo no queda resuelto la necesidad del desarrollo del mercado interior en la sierra; es por eso que en la década del 69 del siglo pasado se decía que había dos Perú, "El primero es el sector exportador e industrial, y el segundo era un país agrícola de autoconsumo" (Costa y Laurent. Conferencia en el CAE 1965)21, es decir la costa y la sierra, respectivamente. Es así que Rómulo Ferrero (1965 en el CAE)22 indicó que no existía políticas y una ley de promoción agrícola, que había un énfasis excesivo en el desarrollo industrial y se descuidaba al sector agropecuario. Es allí donde Ferrero retomó la idea que era necesario la "integración regional y nacional" para crear en la sierra "un mercado de consumo y trabajo".

En la década del 70, la tendencia del desarrollo desigual de la región no varió antes bien se complicó a partir de 1975, con la crisis económica del país, que impactó sobre la estructura productiva y por consiguiente en el empleo, los niveles de ingresos agravando las condiciones de vida de amplios sectores de la población.

Esta crisis, se acentúa por la espiral de violencia que tiene su punto culminante el año 1986, con 589 acciones subversivas, mayormente concentradas en el departamento de Puno (47%), seguido por Apurímac (24%), Arequipa (17%) y Cusco (12%). En los años posteriores hasta 1992, existen un promedio de 287 atentados anuales, con la misma tendencia anterior, excepto 1987 y 1988, con acciones concentradas en el departamento de Apurímac.

Este fenómeno y la pobreza, asociada o generada por la crisis económica, desencadenó desplazamientos poblacionales de carácter compulsivo y orientadas preferentemente hacia las capitales de provincia, departamento o ejes de desarrollo regional, reales o potenciales: Arequipa, Cusco, Juliaca y Abancay en la sierra; Moquegua y Tacna, en la Costa, y Puerto Maldonado en ceja de selva, como se ver más adelante23.

Dándose como resultado de esos procesos económicos y políticos que los departamentos de la costa sean los que más población atrajeron. Ese fenómeno de emigraciones de la sierra a la costa, se acentúa más en determinadas regiones, pero en general la sierra se queda con poca gente y la costa se abruma de población, como puede verse en el siguiente recuadro, una de las causas son los mayores ingresos económicos de la gente puede lograr en la costa como efecto de su mayor crecimiento económico.

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7.2. Los porcentajes de Inversión en Desarrollo Urbano y Rural, otro factor de las emigraciones de las áreas más rurales hacia las zonas más urbana.

Otro factor que incide en la orientación de la emigraciones del campo hacia las ciudades son debido a que la mayoría de las inversiones se concentran en el desarrollo de infraestructura urbana, dejando una pequeña parte para el desarrollo de programas agrícolas, fundamental para el desarrollo de la economía local y con un impacto sobre una parte considerable de la población. Una consecuencia de dicha repartición de fondos es el beneficio de una pequeña fracción de la población24.

Porcentajes de Inversión en Desarrollo Urbano y Rural, y Porcentaje de Población Beneficiada

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7.3. Debido al cambio climático y las emigraciones de la población joven a la costa será mayor en el futuro

En el Perú los fenómenos hidrometereológicos, sobre todo en la sierra, como sequías, fuertes lluvias, inundaciones, heladas, granizadas se han incrementado más de seis veces desde 1997 al 2009 y eventos climáticos extremos como huaicos, inundaciones, heladas y el fenómeno de El Niño, se están produciendo con mayor frecuencia e intensidad.

Las regiones quechua (2500-3500 msnm), luego la suni (3500-4000 msnm) y puna (4000 a mas), que es donde se encuentran las regiones de Puno, Cusco y Apurímac, así como los distritos de la sierra de Arequipa, Tacna y Moquegua, son regiones y localidades más afectadas por la suma de fenómenos meteorológicos que afectan la producción agraria (heladas, inundaciones, granizo, lluvias, nevadas, sequías, vendavales) (INDECI). Fenómenos que se hace más intensivos e irregulares debido al fenómeno del cambio climático.

Además, estas regiones alto andinas son predominantemente campesinas y son también regiones con una alta incidencia de pobreza. Dado que los ingresos (en dinero o especie) de estos sectores dependen en buena cuenta de la actividad agropecuaria, son especialmente vulnerables a la inseguridad alimentaria (Eguren, Fernando, 2012)25.

Por lo tanto, debe sumarse la intensidad de esos fenómenos del cambio climático como otro factor más de las emigraciones de la sierra alta hacia la costa y, en particular, hacia Arequipa. Proceso que se incrementa a partir de la década del 60 del siglo XX, coincidiendo con los grandes periodos de emigraciones de la gente de la sierra hacia la costa.

Lo fenómenos como el cambio climático y las emigraciones que tienen a agravarse y van correlacionados (siempre y cuando no se cambie el actual de modelo de acumulación), propician otro gran problema, es el caso que la gente más joven de las regiones y localidades de la sierra alta emigran en mayor número que la gente de edad avanzada, lo crea un doble problema. En el sentido que mientras que en la sierra se va quedando sin lo mejor de su capital humano para las innovaciones, en la misma región, en un tiempo relativamente cercano, va a quedarse sin población con la que pueda aumentar la productividad agropecuaria y la industria.

Por otro lado, esa población de edad avanzada dentro de poco tiempo se quedará sin reemplazo, porque no es factible que en mayoría las nuevas generaciones se queden en la sierra alta o regresen de la costa; por lo tanto, habrá más abandono de las actividades agropecuarias en la sierra alta, así como también el cuidado de los recursos naturales y productivos será mucho menores en las cabeceras de cuenca (se perderán los "guardianes del ambiente" ), lo que afectará también al manejo de cuenca de las tierras de la costa.

7.4. Efectos: mayor atraso en la agricultura de la sierra, pero también en el interior de la Región Arequipa

El principio de las direcciones de las migraciones es: Que aumenta la población donde las condiciones de vida son mejores o hay mayor industria, servicios o minería (mayores ingresos), mientras en la agricultura o en el sector rural no existen esas ventajas territoriales. En el caso de las provincias de Arequipa, las provincias que han ganado más población entre los años 2002 al 2007 (emigración reciente), son la provincias de Arequipa y Caravelí, las demás provincias perdieron población26. Por ejemplo, Camaná, Castilla, etc. están perdiendo relativamente población

En suma aumenta la población donde las condiciones de vida son mejores, y la agricultura no está en ese tipo de regiones o provincias. Por lo cual habrá cada vez mayor escases de mano de obra, de jóvenes en las zonas rurales, con menos posibilidades de cambios, de innovaciones y por lo tanto menos agricultura y alimentos.

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El desarrollo no equilibrado o desigual en la Región Arequipa se manifiesta de múltiples maneras, son muy parecidas a las diferencias entre la Región Arequipa y las Regiones de la sierra más alta. Por ejemplo en las provincias ubicadas en la sierra de Arequipa los indicadores del desarrollo humano son muy bajos a diferencia de los indicadores en la costa y particularmente en Arequipa.

Situación que solamente podrá corregirse con un desarrollo sostenible, territorial e integral en la región. Rol que le es central al Gobierno Regional y a los gobiernos locales. Los cuales deben elaborar indicadores de una línea de base y otra de impactos, para evaluar en cuánto los proyectos que se vienen ejecutando elevan los índices de desarrollo humano de las provincia y distritos, particularmente los distritos ubicados en la sierra. De manera que las emigraciones de las denominadas "zonas estancadas" o poco dinámicas (de la sierra) hacia la costa o hacia Arequipa Metropolitana, no sean en la magnitud como actualmente viene ocurriendo.

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8. Conclusiones

Se requiere que en la región se proponga y ejecute un modelo de desarrollo territorial, integrado económica, social y culturalmente entre las regiones y provincias del sur del Perú.

Que se hagan propuestas y se ejecute un plan de desarrollo territorial con una economía más diversificada (más diversidad de cultivos y exportación de la agroindustria, por ejemplo) y con una gran participación de los Gobiernos Regionales y los municipios.

Se ponga mayor énfasis en la mejorar de la calidad educativa intercultural y para la producción local, mayormente que esté relacionada con la agricultura, la industrialización y los servicios en las provincias de la sierra (se incluye a la sierra de Arequipa), de acuerdo a su potencialidades.

Se requiere fomentar el diálogo con los diversos actores en un ejercicio intercultural, lo cual es una construcción histórica de las diversas identidades locales y regionales, de manera que se construya una identidad pluricultural hacia la unidad del Perú como nación.

La interculturalidad solo será posible como proyecto que se va haciendo en la medida que cada identidad local muestre sus potencialidades (determinados cultivos agrícolas, ganaderos, minería, turismo, gastronomía, danzas, música, etc.) a las otras identidades y, a su vez se logre alteridad y respeto "al otro".

"No es el respeto desde la aceptación tolerante, sino desde el re-conocimiento mutuo de los pueblos y grupos sociales".

Reconocer que la problemática intercultural como proyecto social, trasciende el acto de la educación formal (aunque esta educación debe fortalecer la interculturalidad) y sea parte de un proyecto de desarrollo territorial de integración intersectorial e interregional.

Que se reconozca las semejanzas de orígenes culturales y se convierte en un horizonte que permite el desarrollo en una dirección de la sociedad misma.

Partes: 1, 2
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