Momento de esplendor y trascendencias (1965-1974)
Pasada la primera mitad de los años sesenta, periodo de consolidación de poder revolucionario se produjo el deslumbramiento del cartel cubano, en el de tema político se eliminaron las insuficiencias comunicativas que provocaban las configuraciones desproporcionadas y se consiguió establecer una adecuada relación entre imagen y textos y se logró mediante el dibujo pictórico una codificación visual sintetizada.
Tales logros fue posible porque a su creación entre 1962 y 1965 se habían incorporados numerosos artistas jóvenes titulados de la Escuela de Arte y Dibujo San Alejandro, algunos de formación artísticas pictóricas autodidactas y otros que a finales de los años cincuentas se habían iniciados en acciones publicitarias y que para entonces ya poseían experiencias en dicha actividad, entre ellos estuvieron: Antonio Alfonso Palomino, Eufemia Álvarez Castillo, Emilio Gómez Cruz, Daysi García López, José Lamas Ruiz, Eduardo Bosch Jones, Beatriz Aulet Vlada, Clara Luz García Duquesne, Eduardo Marín Postrilles, Felix Beltran Concepción, Isabel Carrillo Socorro, Roberto Figueredo, José Gómez Fresquet (Fremez), Rolando Figueredo, José Ramón Chavez Pérez, Jose Gómez Tito, Augusto González Gonzalez, Dagoberto Marcelo Fernández, Faustino Pérez Organero y Gladys Acosta Ávila
En los carteles de cine, distinguidos del resto de los culturales por su apego a la serigrafía, a sus formulaciones visuales, entre 1961 y 1964, progresivamente se incorporaron nuevos creadores con pleno conocimientos de la técnica pictóricas, como: Olivio Martínez Viera, Antonio Fernández Reboiro, Antonio Pérez "ÑIKO" González, Jose Lucci y Manuel Custilla. Desde 1965 se sumaron los creadores: Ricardo Reymena, Roger Aguilar Labrada, René Azcuy Cardenas, Jorge Gonzalez Linares (Dimas), Julio Eloy Mesa Pérez y Raúl Oliva Baluja; los cuales formularon nuevas configuraciones poseedoras de elementos de la vanguardia artísticas del art noveau y el art pop con configuraciones de ostentosa coloraciones intensas, llamada forma sicodélicas.
En este nuevo periodo junto a los continuados aportes de diseño de carteles de temáticas cultural de Pedro Oráa Carratalá, Umberto Peña, José Manuel Villa y Raúl Martínez González, también se originaron los de: Aldo Menéndez Dario y Alberto Ortiz de Zarrate. Igualmente se destacaron los de pintores de reconocimiento internacional, como: Wuifredo Lam, Pedro Arrate, Raúl Corrage y Servando Cabrera; quienes plasmaron en sus obras que aportaron para la gráfica los elementos representativos de la vanguardia artística.
Entre otros aportes que han transcendidos en el diseño gráfico del cartel cubano, se pueden significar los de: Alfredo Rostgaard con carteles que abarcaron las temáticas culturales, sociales y políticas, en las cuales, como en el de la Canción Protesta.Casa de las Américas, se destacó por su elocuente dominio de las expresiones metafóricas, asimilación del simbolismo casi abstracto y figurado, así como la subordinación del color a la sombra, en contraste con el art pop. Igualmente se distinguió con sus diseños Héctor Villaverde, que transitó de la publicidad a la creación de carteles particulares en los que se destacó por el empleo del simbolismo, entre lo abstracto y figurativo y con fondo monocromático.
El simbolismo gráfico en defensa de la identidad y las tradiciones patrióticas se hizo sentir en diseños, de José Papiol Torrent, Raúl Martínez González y Antonio Pérez "ÑIKO" González, destinados a la campaña de propaganda gráfica por la conmemoración de los Cien Años de Lucha (1868-1968); para la cual artistas de la plástica y profesionales del diseño gráfico, a través de diversos carteles y otros medios de comunicación visual reflejaron imágenes de los principales próceres cubanos, se revalorizaron los hechos de la historia pasada con ese momento, en los que patriotas anteriores son presentados como los precursores de las nuevas ideas.
En la postrimería de los años sesenta, el cartel se situó a la par de las restantes manifestaciones de la plástica: la pintura, dibujos y grabados. En ese momento de esplendor de la gráfica cubana se produjo el surgimiento de la cartelistica de la solidaridad tricontinental, caracterizada por el empleo de la ilustración pictórica, donde a través de signos, símbolos, expresiones metafóricas se establece una línea de diseño en los que estuvieron presentes tradiciones autóctona y folclórica de los pueblos de África, Asia y América Latina.
Entre los artistas que brindaron sus aportes en la grafica de la solidaridad se destacaron: Lázaro Abreu Padrón, Andrés Hernández Castaño, Ernesto Padrón Blanco, Modesto Braulio Flores, Olivio Martínez Viera, Alfredo Rotsgaard, René Mederos Pozos, Tony Évora, Rafael Zarza, Rafael Morante Boyerizo, Estela Diaz Díaz, Roberto Casanueva, Guillermo Menéndez Maden, José Papiol Torrent, Asela M. Pérez Bolado y Daisy García López, los cuales a través del simbolismo visual aludieron mensajes en el que una alambrada cerrada significaba la esclavitud, los eslabones de una cadena rota la independencia, un brazo en alto la lucha hasta el final y hombres y mujeres con trajes tradicionales portando como armas flechas o ballestas, la lucha contra la penetración occidental.
En cuanto a los carteles editados por diversas instituciones, con la imagen del Che, realizados después de conocida su caída en combate en Bolivia, el 8 de octubre de 1967, distinguidos creadores cubanos como: Antonio Pérez "ÑIKO" González, Alfredo Rostgaard, Helena Serrano, Olivio Martínez, Raúl Martínez Viera, Mario Sandoval, Lázaro Abreu Padrón, René Mederos Pazos, José Gómez Fresquet (Fremez), Félix Beltrán y Antonio Fernández Reboiro; quienes a través de sus expresiones pictóricas o la fotografía consiguieron trasmitir con acierto la presencia permanente e inolvidable de la imagen vigorosa del "Guerrillero Heroico"; con diseños de carteles, de profundos valores estéticos y comunicativos, en los que lograron plasmar la fusión de elementos del arte con el de la ideología revolucionaria.
Con significadas bellezas y elegancias también ocuparon un importante espacio comunicativo los carteles que reflejaron la imagen de la mujer integrada en diversas tareas de la Revolución. Entre las representaciones plásticas de la mujer a través de la gráfica, descollaron la de Raúl Martínez González, Olivio Martínez Viera, Emilio Gómez Cruz, Ernesto Padrón Blanco y René Mederos Pozos. La presencia femenina también se extendió a los que proyectaron mensajes con expresiones solidarias con otros pueblos, como la de la lucha a favor de los derechos civiles en Estados Unidos; significados en la imagen combativa Angela Devis, en la que relucieron las aportaciones artísticas de los diseñadores Alfredo Rotgaard y Félix Beltran.
Desde comienzo de la década del setenta, motivado por la inclusión por primera vez del diseño gráfico como manifestación plástica en el Salón 70, que convocó el Museo Nacional de Bellas Artes, se destacaron los diseños de carteles de los artistas plásticos, ejemplos: Lázaro Hondares, Luís Vega y Santo Toledo. Para entonces el diseño gráfico del cartel cubano había madurado a tal punto que ya es visible la presencia de sus cuatro vertientes fundamentales, con propiedades y particularidades que hicieron posibles que se diferenciaran entre sí: Políticos, Culturales, Cine Cubano y de Solidaridad.
A la par favorecidos por las condiciones internacional que incentivó un incremento del turismo a la isla, fundamentalmente procedentes de la comunidad socialistas y de Canadá, se produjo una campaña promocional en las que Enrique Vidán Martínez, Jorge Hernández Fernández, Armando Alonso Alonso, Arnoldo Jordi Ramos, Francisco Yanes Mayan y Raimundo García Parra; realizaron carteles que en su visualización se aludía a la arquitectura, bellezas naturales, la flora y la fauna, el folclor y las tradiciones culturales. También se imprimieron carteles en los que se plasmaron obras pictóricas de los prestigiosos creadores, insignes de la cultura cubana. De Víctor Manuel su elocuente obra "la gitana tropical", de Amelia Peláez, sus vitrales, flores, frutas, árboles y luces que afloraban en sus pinturas de ascendencia barroca y de Tomás Sánchez sus singulares paisajes.
Oportunamente, entre 1969 y 1973, en un contexto de pluralidad comunicativa de la gráfica René Mederos Pazos, mostrando su enraizada influencia de los muralistas mexicanos, realizó diseño de carteles y numerosos juegos de laminas de grandes proporciones, con luminosos colores planos, en los que apoyado en la presencia de la figura humana y en las posibilidades cromáticas y recreación artísticas de la serigrafía, reflejó diversos temas de la lucha insurreccionar en Cuba, antes de la Revolución y la guerra en Viet Nam.
De la síntesis a la descripción gráfica (1975-1989)
Y aunque en el primer lustro de los setentas, los diseñadores: Dagoberto Marcelo, Ramón González, José r. Chavez, Eugenio Saguez, Israel Fundora Tarajano, Juan A Carbonell Gómez, Erasmo Alexis Dumpierre, Reinaldo Labrada, Dario Mora, Miguel Angel Nin, Guitberto Goire Castillo, Roberto Sanabria Evora, Alfonso Prieto Canal, Marcos Pérez, Humberto Trujillo Pardo, Rolando Trutie Nelson; aportaron carteles de la COR y de las organizaciones políticas de efectivas expresiones sintetizadas; seguidamente en el periodo entre 1975 a 1989, que se caracterizó por la institucionalización de la dirección gubernamental del país, en el cartel político principal protagonista de la función social comunicativa e influyente en la de las restantes temáticas entró en un proceso de reformulación.
Para entonces en el cartel político como se reflejó en el creado para la Federación de Mujeres Cubanas (FMC): Avanzamos inspiradas en la hermosa causa del socialismo, en su diseño gráfico, se acudió al empleo de ilustraciones descriptivas acompañadas con textos largos, en ocasiones similar a un párrafo de libro, en los que la tipografía predominó sobre la imagen pictórica, por lo que perdió inmediatez y eficacia comunicativa.
Para entonces se le prestó mayor importancia a la edición del cartel-mural y los juegos de laminarios, conjunto formado por más de dos laminas, similar al formato del cartel, con ilustraciones descriptivas y tipografía de gran tamaño; uno de los más importante exponente de esta modalidad fue el pintor y diseñador gráfico Eutaquio Reinaldo Llanes con aportaciones de intensas tonalidades e influenciadas de la pintura mural.
En las nuevas aportaciones de la OSPAAAL los diseñadores Lázaro Abreu Padrón, Rolando Cordova Cabeza, Víctor Manuel Navarrete, Alberto Blanco González, Pablo Labañino Meriño, Enrique Martínez Blanco y Rafael Enríquez Vega, quienes, sin abandonar totalmente la capacidad de síntesis, mediante el empleo del dibujo y la pintura artística adecuándolas a las condiciones de la comunicación gráfica lograron reflejar en sus carteles elementos y símbolos, sin caer en el facilismo ni en la saturación de las ideas.
Otras aportaciones de finales del decenio setenta de notorios pintores que dieron nuevos brillos y lucidez, fueron: Evier Fonseca Carviño; que traslució en un cartel para un encuentro nacional de creación de plástica para niños su ingenuidad y espontaneada infantil, en los que conjugó alusiones pictóricas con una figura de un niño casi inexpresiva, de simples rasgos. Manuel Mendive; que en su cartel para promover la fiesta del los pueblos caribeños, Carifeta 79, mostró su mundo primitivo, de preferencia por la naturaleza y la mitología Yoruba y Servando Cabrera Moreno que un diseño de cartel para promover un filme cubano sobre la emancipación de una mujer, mostró una vez más su influencia del dibujo con una imagen femenina con línea quebrantadas matizada por la combinación de los colores.
Dos nuevas representaciones se destacaron en el primer lustro de la década del ochenta en los carteles de la cinematografía cubana: las de los artistas de la plástica Francisco Álvarez y Zaida del Rio. Incidieron también con significadas efectividades las aportaciones expresadas en la gráfica de la solidaridad tricontinental de los pintores Roberto Pandolfi Gil, Ernesto García Peña, Mariano Rodríguez, René Portocarrerro y Orlando Yanes con carteles portadoras de imágenes del líder de la Revolución Cubana, la del Guerrillero Heroico y otros lideres de África, Asia y América Latina; con dibujos naturales, en los que esmeradamente plasmó los detalles y la acentuación de la figura humana.
En los de temas políticos la repetición de los contenidos, unido a otros factores condujo a un estancamiento y aunque se realizaron diseños en los que estuvieron presentes expresiones gráficas sintetizadas no se logró su inmediata recuperación. Y aunque se lograron editar algunos carteles que, como los realizados por Faustino Pérez Organero, para la campaña: Eliminación de la deuda externa; relumbraron por sus bellezas y originalidad; no se pudo evitar que una considerable cantidad de diseñadores, teniendo en cuenta su formación académicas en artes plásticas y sus potencialidades e inclinación artísticas retomaron nuevamente la pintura y comenzaron a crear obras pictóricas. Otros marcharon al extranjero de forma permanente o transitoria en busca de espacio que le permitieran aportar sus experiencias en la gráfica en instituciones docentes o agencias publicitarias.
La gráfica de los años noventa (1990-1999)
Posteriormente con los bruscos cambios ocurridos después de la caída del muro de Berlín y la desaparición del campo socialista, en la que el país realizaba un 85 % de su intercambio comercial, ante la crisis económica que internamente se originó la industria gráfica quedó paralizada, muchos de los egresados de las escuelas de diseño en virtud de su excelente formación académica recibida marcharon también a trabajar la publicidad en otros países o en firmas extranjeras que se acreditaron en el país; a partir de la una apertura de mercado que se originó a comienzo de los años noventa.
Otros de esos jóvenes; titulados de las escuelas de diseño, junto a graduados de escuelas de artes, ante el agravamiento de la crisis económica del país y de la caída vertiginosa de la producción grafica, por iniciativas propias y sin apoyo institucional, asociados en grupos comenzaron a crear bocetos de carteles que en ocasiones sus reproducciones no rebasaban más de su original digitalizado, los que en su quehacer artístico comenzaron a reflejar nuevos símbolos y signos
Esa iniciativa sobrevenida en un nuevo movimiento de la vanguardia grafica que se extendió durante la década del noventa, tuvo como principales precursores a Eduardo Marín; egresado de diseño y Vladimir (Viado) Llaguno; graduado de artes plástica; lo iniciaron con el cartel La plástica cubana se dedica al beisbol y se produjo justamente cuando se inició un proceso denominado Movimiento Nuevo Arte Cubano. Ambos creadores, asociados a un grupo denominado Nudo, simbolizaron nuevamente el proceso de fusión de los años sesenta; entre artistas de la plástica y diseñadores que se consagraron, en aquel momento, a la formulación de carteles que reflejaron las grandes tareas y aspiraciones de transformaciones revolucionarias, y que en la nueva circunstancias para reflejar las dificultades por la que atravesaba el país buscaban la información similar a la labor de un reportero gráfico.
Para la emisión de mensajes políticos las vallas, el grafismo y rótulos con improvisados textos sobre un pedazo de cartón, metal u otros soportes reemplazan en algunas medidas el papel protagónico del cartel. Textos como: Socialismo o Muerte, Lo nuestro es nuestro, Tenemos y tendremos socialismo y otros con alusiones a la defensa de la patria, pasaron a ocupar importantes nodos urbanos y en carreteras donde son fijadas vallas ilustradas con imágenes que reflejan las nuevas tareas y realidades del periodo especial, respaldada con el optimismo de que "Ahora si vamos a construir el socialismo"
Simultáneamente se originó un movimiento propagandístico que auspició la dirección política de la juventud cubana, en las que participaron jóvenes graduados de diseño, en los que apoyaban su visualización visual a partir de frases que tomaron de expresiones populares y canciones y el empleo fragmentados de la bandera nacional que fusionaban con la tipográfica de sus textos similar a los slogan de la acciones publicitarias, estas contribuciones aunque mostraron pocas inspiraciones artísticas, en un momento de fuerte interrogación ideológica, lograron establecer un movimiento de agitación política entre los jóvenes de apoyo a la ideología revolucionaria
Con similar propósitos al Grupo Nudo, forjando un cartel con conceptos estéticos-comunicativos, no empleados con anterioridad y reflejando también el quehacer del periodo especial estuvieron las contribuciones gráficas de los integrantes del denominado grupo Nueva Generación, integrado por jóvenes graduados del Instituto Superior de Diseño Industrial (ISDI) y asociado al movimiento internacional ICOGRADA (Internacional Council of Grapih Design Associations), sus fundadores fueron José Menéndez, Iván Abreu y Ernesto Romero. Posteriormente formaron partes de esa integración, entre otros miembros: Julio Caunedo, Alexander Pozo, Virginia Acebo, José Nieto, Oscar Oramas, Fernando Florit, Ariel Caicedo y Raúl Cordero. Todos a través del empleo de la digitalización, han logrado expresiones con definiciones estéticas de airadas frescuras, donde contrates y yuxtaposiciones —sustentados en alusiones figurativas, efectos ópticos y distorsiones refulgentes— irradian derivaciones visuales de eficaces registros comunicativos
Junto a la gráfica suscitada por la dirección política de la juventud cubana, identificada con la sigla UjotaCé y los inspirados aportes de la nueva vanguardia que promovieron jóvenes integrados en diversas agrupaciones independientes; se editaron carteles de temas políticos y de orientación social en los que aunque no se logró la diversidad y cuantiosas cantidades que en años anteriores, si dispusieron de su tradicional persuasión. Igualmente la presencia en el país de numerosas firmas mixtas y extranjeras, la despenalización del dólar, el impulso al desarrollo de la industria turística (principal fuente de ingreso de divisas convertibles del país) y de otras ramas de la economía destinadas a la exportación, propiciaron el retorno de acciones publicitarias a la cual participaron jóvenes egresados del Instituto Superior de Diseño Industrial (ISDI) y diseñadores gráficos que habían estados vinculados en la creación de carteles desde los años de la década del sesenta. A diferencia de la heredada al triunfo de la Revolución, la publicidad se reanudó, como instrumento orientadora del consumo. Esta nueva situación trajo como resultado que la publicidad comercial compartiera el mismo radio de influencia con la gráfica política sino de admitir cobertura y usar ambas modalidades los medios que influirán sobre el público receptor.
En relación a los de la temática de solidaridad, aunque la OSPAAAL, por la difícil situación económica no logró, como en años anteriores, mantener los volúmenes de producción de sus medios gráficos, junto a carteles que aportaron Eladio Rivadulla Pérez, Rafael Enríquez Vega y Gladys Acosta Avila, en solidaridad con la Revolución Cubana, como: ¡No al bloqueo económico a Cuba! se desarrollaron diversas acciones y búsqueda de alternativa, incluida la aceptación de contribuciones financieras de amigos en el exterior, para continuar la impresión de sus revistas y sus carteles, por donde se reflejaron expresiones de solidaridad con la Revolución Cubana y de nuevos contenidos de temas globales.
Aunque en ese periodo se redujo la posibilidad de la realización de películas cubanas los directivos del ICAIC lograron editar ocasionalmente carteles para promover algunos de realizados en coproducían con fílmicas de otros países y los de los festivales del cine. En una tentativa por revitalizar el diseño gráfico de la propaganda cinematográfica se vincularon jóvenes diseñadores con dominio de las habilidades pictóricas, entre los cuales estuvieron: Ernesto Ferraz, Manuel Marcel, Paris Volta e Irenaldo Fumero, los cuales desempeñaron sus aportes junto a jóvenes y experimentados artistas de la plástica, ejemplos: Moises Finales, Umberto Peña y Rafael Morante Boyerizo; los cuales crearon nuevos códigos que posibilitaron una identidad visual renovada a la grafica cinematográfica y en particular en sus afiches.
En el espectro de la vida cultural, a finales de la década del noventa, se originaron importantes contribuciones para la conmemoración de los veinte años de la desaparición física del músico John Lennon, que integró la afamada agrupación Los Beatles, para la que el destacado artista plástico Roberto Fabelo aportó el diseño de un cartel. Así mismo a partir de la edición de la VIII Feria Internacional del Libro de La Habana, que dedicada a México contó con la participación de 28 países y tres organismos internacionales y el que se vaticinó que durante la celebración en el año 2000 de la IX Feria Internacional del Libro de La Habana, su realización se extendería a diversas ciudades del país; se amplió el empleo del cartel editorial.
Y aunque no estos años de la década del noventa no se logró alcanzar en la producción de carteles la efectividad grafico comunicativa de la década del sesenta se realizaron diversas acciones para su reanimación y hacer preponderar el quehacer de sus creadores y de las temáticas reflejadas que trascienden más allá del tiempo en que fue concebido.
OTROS ARTICULOS DEL AUTOR:
-Los Carteles de la Revolución Cubana: Arte y Comunicación
http:bedincuba.com/larendija/2008_octubre/…
-50 Años de la Revolución Cubana. El cartel protagonismo y vigencia
http://www.lajiribilla.cubaweb.cu/2009/n400_01/400_02.html
-A medio siglo del Teatro Nacional de Cuba: evocación de sus carteles
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-A 50 años de Casa de las Américas. Sus aportes al cartel cubano.
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-A 35 años de la victoria: carteles cubanos que recuerdan la derrota yanqui en Viet Nam.
http://www.abpnoticias.com/index.php?option=com_content&task=view&id=3248&Itemid=92
Bibliografía
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-El Cartel Tricontinental, de la editorial Comedia-Verlang Bern, Suiza (2003)
-Jesús Vega. El Cartel Cubano de Cine. Editorial Letras Cubanas, La Habana,1996-
-Luis Aragón "Gemas publicitarias de siglo y cuarto"; Diario de la Marina. La Habana, 16 de septiembre de 1952.
-Luis Alfonso Fajardo. 10 dibujantes cubanos: apuntes sobre la ilustración gráfica, La Habana, 1958
-Eladio Rivadulla Pérez. La serigrafía artística en Cuba. E$diciones Unión, La Habana,1996
-Renato Vilaverde. "El cartel, arte enano ante la critica injusta. Diario La Marina, La Habana, 21 de octubre de 1940.
-Ramón Cabrera Salari."Apreciación de las artes visuales" Editorial Pueblo y Educación, La Habana, 1978
-Mirta Muñiz. "El cartel cubano. Populibros. Nuestra América. Buenos Aires, Argentina.
-Mirta Muñiz. "la publicidad, mito y realidad en el socialismo. Editorial Pablo de la Torriente, La Habana, 1990
-Jorge R. Bermúdez. La Imagen Constante. El Cartel Cubano de Siglo XX. Un Cartel para tres continentes. Editorial Letras Cubanas, La Habana, Cuba.
-"Revolución! Cuban Posters Art de Lincoln Cushing, San Francisco, Estados Unidos (2003).
Autor:
Reinaldo Morales Campos
Investigador de la Historia del Cartel Cubano
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