El presente trabajo tuvo como objetivo el diseño de un instrumento de medición, especialmente construido para evaluar la autoestima en estudiantes universitarios, enfocando la investigación en analizar las propiedades psicométricas (confiabilidad y validez) de la herramienta trazada para realizar valoraciones en población joven. A través de un muestreo no probabilístico, se seleccionaron 64 estudiantes universitarios de una Institución de Educación Superior Pública, a quiénes les fue aplicado el cuestionario sobre autoestima, constituido por 49 ítems tipo Likert. Se valoró la consistencia interna del instrumento a través del coeficiente alfa de Cronbach. Primero se obtuvo la confiabilidad con todos los ítems de la escala y posteriormente, se depuró el instrumento cancelando aquellos que presentaban una correlación negativa o menor con el total. La validez del constructo se estableció a partir de un análisis factorial exploratorio, habiendo realizado previamente la medida de adecuación de la muestra de Kaiser-Meyer-Olkin (KMO) y el test Bartlett de esfericidad. El KMO del cuestionario denominado Autoestima fue de .783 y el test de Bartlett también resultó satisfactorio (x2= 841.322, df= 276, p< .000). Finalmente el instrumento quedó integrado por 24 ítems alcanzando una confiabilidad de .9118 y quedó compuesto por 5 factores: autoconcepto, autoaceptación, autoresponsabilidad, autorrealización y autoconocimiento
Palabras clave: autoestima, estudiantes universitarios, instrumento de medición, diseño.
Abstract
This study aimed to design a measuring instrument, specially constructed to assess self-esteem in college students, focusing on research to analyze the psychometric properties (reliability and validity) of the tool valuations drawn for young people. Through a non-probability sampling, we selected 64 university students from an institution of public higher education, who competed a self- applied questionnaire, consisting of 49 Likert items.
We evaluated the internal reliability through Cronbach alpha coefficient. First, the reliability was obtained for all items in the scale and subsequently refined the instrument canceling those who had a negative correlation or less to the total. Construct validity was established from an exploratory factor analysis, having previously performed the measurement of the sample adequacy of Kaiser-Meyer-Olkin (KMO) and Bartlett test of sphericity. The questionnaire called the Self-Esteem KMO was .783 and Bartlett's test was also satisfactory (x2 = 841,322, df = 276, p <.000). Finally, the instrument was composed of 24 items achieved a reliability of .9118 and were composed of 5 factors: self- concept, self-acceptance, self-responsibility, self-realization and self- knowledge.
Keywords: self-esteem, college students, measuring instrument design.
De la necesidad de construir instrumentos de medición confiables y válidos.
Algunos autores1 mencionan que la psicología es una ciencia a la que se le cuestiona su clasificación como tal; sobre todo, debido a la dificultad para abordar el estudio de variables psicológicas a través de métodos objetivos, susceptibles de comprobación y análisis estadístico. No obstante, estos autores reconocen que esta disciplina ha logrado, a través de la investigación psicológica desde diferentes perspectivas y utilizando diversos métodos, forjar tácticas de credibilidad científica sustentadas en áreas de desarrollo teórico y metodológico, y favorecer el diseño y la existencia de herramientas útiles en la búsqueda de conocimientos e información de interés en psicología.
La construcción de instrumentos de medición dentro de la investigación psicológica propició lo que hoy se conoce como psicometría, campo que ha ampliado el cúmulo de teorías sobre los aspectos multidimensionales de la realidad humana, que sólo se pueden conocer por medio de pruebas, test y escalas.
La investigación científica de la conducta humana y de distintos procesos psicológicos, que son inseparables, se vio apoyada por las aportaciones relativas al estudio de la personalidad, las actitudes, la inteligencia y la motivación, entre otras. En la actualidad, la utilización de instrumentos de medición psicológica abarca diferentes tópicos1: salud, personalidad, inteligencia, motivación, actitudes y sexualidad entre otros. Al respecto, la vinculación entre la investigación básica –es decir, la producción de conocimientos para entender y explicar los fenómenos- y la investigación aplicada, aquella que busca resolver problemas cotidianos, va más allá de la demostración de que es posible realizar mediciones de variables psicológicas.
En este sentido, construir y validar un instrumento que evalúe la autoestima significa, por un lado, ampliar el conjunto de instrumentos de medición existentes en psicología y, por el otro, originar información local en una temática, que aún en la actualidad, puede considerarse compleja y de delicado abordaje científico por lo que representa en cuanto a su trasfondo multidimensional.
De acuerdo a las propiedades psicométricas, los instrumentos de medición deben cumplir dos condiciones: la primera denominada confiabilidad , se refiere a que el instrumento debe proporcionar medidas confiables, es decir, que se obtengan resultados similares a los iniciales para el mismo instrumento de evaluación y la misma población de estudiantes. La segunda condición, la validez, tiene que ver con lo que miden los instrumentos y su grado de exactitud. Al respecto se señala que "un instrumento es válido si mide lo que se pretende medir con él"2, esto es, que arroje la información que el usuario necesita en determinado caso. Se puede definir la validez a través de la siguiente pregunta: ¿Estamos midiendo la autoestima en jóvenes universitarios?
Si bien la Asociación Psicológica Americana (APA), la Asociación Americana de Investigación Educativa y el Consejo Nacional de Mediciones utilizadas en Educación crearon una clasificación de los tipos de validez (de contenido, relativa a un criterio y del constructo), esta investigación hace énfasis en la validez del constructo, ya que en ésta se incluyen la validez del contenido y la validez relativa a un criterio. Es por eso que hoy en día se ve como el concepto integrador de todos los tipos de validez, por lo tanto se llega a la conclusión de que hay una única validez, la validez del constructo2.
Cabe destacar que para la construcción del cuestionario de autoestima para jóvenes universitarios, se realizó una exhaustiva revisión bibliográfica sobre el término autoestima como variable psicológica, que abarcó desde sus orígenes hasta los aportes más recientes sobre su estudio, con la finalidad de ubicar los componentes o factores más relevantes de la misma, desde la perspectiva de los estudiosos de la psicología. Por ello, se presentan en las siguientes líneas, de manera sucinta, los aspectos más importantes de esta literatura.
La autoestima. Su estudio
Culturalmente, el concepto de autoestima y su estudio cobraron fuerza en la década de los ochenta3; no sólo se publicaron más libros que hacían referencia a la palabra, sino que comenzaron a aparecer estudios con un carácter más científico. Sin embargo, a la fecha no existe consenso en cuanto al significado este término. A fines del siglo XX, concretamente en los años ochenta, la televisión y el cine divulgaban mucha publicidad sobre dicho concepto. En un principio, el desafío fue lograr que se comprendiera la importancia de la autoestima; hoy en día el peligro es que la idea se vuelva trivial. "Si esto sucediera, la tragedia es que las personas dejarían de comprender su importancia"3.
Al mismo tiempo, cabe señalar el valor de la autoestima para el desarrollo del individuo, sobre todo cuando se dice que"La autoestima es una poderosa fuerza dentro de cada uno de nosotros. Comprende mucho más que ese sentido innato de autovalía"3. O también que "La autoestima es la experiencia de ser aptos para la vida y para las necesidades de la vida. Consiste en tener:
1. Confianza en nuestra capacidad de pensar y afrontar los desafíos básicos de la vida.
2. Confianza en nuestro derecho a ser felices, el sentimiento de ser dignos, de merecer, de tener derecho a afirmar nuestras necesidades y a gozar de los frutos de nuestros esfuerzos."3
Fue en la primera edición del libro Principles of Psychology, publicada en 18904, en donde podría considerarse que aparece el primer intento por definir la autoestima. Lo cuál puede ser apreciado en las siguientes líneas tomadas de dicho texto:
"Yo, que para la época he arriesgado todo para ser psicólogo, me siento mortificado si otros saben mucho más sobre psicología que yo. Pero me alegra revolverme en la más grande ignorancia de la lengua griega. Mis deficiencias en esta materia no me producen ninguna sensación de humillación personal. Si tuviera "pretensiones" de ser lingüista se
habría producido el efecto inverso… Sin intento no puede haber fracaso; sin fracaso no hay humillación. Lo que sentimos con respecto a nosotros mismos en este mundo depende enteramente de lo que apostemos ser y hacer. Está determinado por la proporción entre nuestra realidad y nuestras supuestas potencialidades; una fracción en la cual el denominador son nuestras pretensiones y el numerador, nuestro éxito, por lo tanto, autoestima es igual a éxito".4
De acuerdo con el autor, dicha fracción puede acrecentarse tanto disminuyendo el denominador como aumentando el numerador, aunque ésta no es la fórmula para una autoestima positiva, si parece una receta para la ansiedad. Literalmente, no es tanto una definición de la autoestima, como una afirmación en cuanto a cómo considera que se determina el nivel de ésta, no en algunos individuos desdichados, sino en todos.
Otros autores más recientes5, señalan que "La autoestima se refiere a la confianza básica en las propias potencialidades" y apunta a dos componentes esenciales: la valía personal y el sentimiento de capacidad personal6. La valía personal es la valoración positiva o negativa que la persona tiene de su autoconcepto (imagen de sí mismo), incluyendo las emociones asociadas con esta valoración y las actitudes respecto de sí mismo. El sentimiento de capacidad personal alude a las expectativas que tiene una persona de ser capaz de hacer de manera exitosa lo que tiene que hacer, es decir, su autoeficacia.
En la adolescencia, la autoestima juega un rol muy importante en la configuración de la personalidad y podría verse debilitada por diversos factores, como por ejemplo, los cambios experimentados en la imagen corporal y la formación propia de una escala de valores y juicios, muchas veces contraria a la de los padres, generándole inseguridad y sentimientos de ser diferente7.
También se mencionan cinco componentes básicos de la autoestima8
1. Seguridad: es el presupuesto básico de autoestima. La persona segura de sí misma y de sus posibilidades se atreve a actuar, y actuando consigue resultados, aunque sea sólo de aprendizaje para no repetir el mismo error en otra ocasión.
2. Autoconcepto: es la forma en que nos percibimos a nosotros mismos como individuos y como personas.
3. Sentido de pertenencia e integración: esto quiere decir, sentirse cómodos y a gusto con la gente; sentir que formamos parte de un grupo familiar, de amigos, de trabajo, de diversión, de estudio, etc. y que aportamos algo.
4. Finalidad o motivación: normalmente las personas actuamos en base a ciertas motivaciones que hacen que nuestra actuación nos parezca oportuna, necesaria o inevitable. Cuando conseguimos crear unas motivaciones suficientes para modificar un comportamiento determinado, por lo general hacemos todo lo necesario para conseguirlo.
5. Competencia: el sentido de competencia interviene la concienciación de que hemos aprendido, de que somos capaces de aprender, de que estamos aprendiendo continuamente y de que tenemos un potencial sin límites de aprendizaje.
Luego entonces, la autoestima tiene como principales funciones proteger al individuo de las situaciones del medio que lo exponen a autoevaluaciones continuamente, y la de aportar motivaciones que influyen sobre su conducta de manera positiva; a su vez, la autoestima permite atenuar el sufrimiento psicólogico que puede causar la crítica, el rechazo, los fracasos, las pérdidas o cualquier acontecimiento negativo y estresante.
El Autoconcepto: se forma a partir de dos fuentes principales; una, son las relaciones sociales que el niño mantiene con las demás personas de su entorno, y la otra, las consecuencias que su conducta tiene sobre el medio con el que interacciona9. El sujeto recibe feedback de las acciones que realiza y esto le proporciona información sobre sus capacidades y características personales10 que utiliza para configurar su autoimagen.
Con respecto al autoconcepto, 11,12 puede decirse que cumple tres funciones básicas y una de ellas consiste en proporcionar niveles mínimos de autoestima al sujeto. Partiendo de la idea de que la autoevaluación es la comparación del propio comportamiento con respecto a un patrón de conducta ideal, aprendido e impuesto por uno mismo, éste puede ser irrealmente elevado y/o inalcanzable. De esta manera, la evaluación se encuentra siempre por
debajo de esos patrones, con lo cual esa persona tiene una predisposición a presentar un déficit de autoestima, ya que la autoevaluación es negativa y por supuesto disfuncional. Por tanto, una gran diferencia con el autoconcepto ideal, entre otros factores, puede significar un elemento de riesgo que origine un déficit en la autoestima13.
En otro sentido, la autoestima tiene dos aspectos interrelacionados3: a) un sentido de eficacia personal (autoeficacia) y b) un sentido de mérito personal (autodignidad). Como experiencia psicológica realizada plenamente, puede decirse que es la integración de estos dos aspectos.
La Autoeficacia: significa confianza en el funcionamiento de la propia mente, que dicho de otra manera es la capacidad de pensar en los procesos por los cuales se juzga, se elije, se decide. También implica confianza en la capacidad de comprender los hechos de la realidad que entran en la esfera de nuestros intereses y necesidades y finalmente, confianza cognoscitiva en uno mismo. La experiencia de la autoeficacia forja el sentido de control sobre la propia vida, que asociamos con el bienestar psicológico, la sensación de estar en el centro vital de la propia existencia, a diferencia de ser un espectador pasivo o víctima de los acontecimientos.
Autodignidad: quiere decir seguridad de nuestro propio valor, una actitud afirmativa hacia nuestro derecho de vivir y de ser feliz, comodidad al expresar apropiadamente nuestros pensamientos, deseos y necesidades y sentir que la alegría es nuestro derecho natural. La experiencia de la autodignidad facilita un sentido benévolo, no neurótico, de grupo, la unidad de la independencia y el respeto mutuo, a diferencia del aislamiento del resto de la colectividad por un lado, o del "desmoronamiento del grupo", por el otro.
Luego entonces, estos componentes de la autoestima resultan ser elementos valiosos en la conformación de la personalidad del individuo, de su valía y desde luego de su forma de interactuar y relacionarse con su comunidad familiar, escolar, social, etc. Así, puede observarse que existen personas con una autoestima elevada o positiva, en tanto que otras muestran comportamientos que revelan una autoestima baja, con poca confianza en su propia actuación.
Al respecto, se señala que la autoestima positiva busca objetivos exigentes que la estimulen y el lograrlos la alimenta3. En tanto que la baja autoestima busca la seguridad de lo conocido y poco exigente y el limitarse a ello la debilita. De igual manera, este mismo autor refiere que: "Según un importante principio de las relaciones humanas, tendemos a sentirnos más cómodos, más "como en casa", con personas cuyo nivel de autoestima es similar al nuestro". De manera que las personas con una autoestima alta tienden a ser atraídos por personas con alta autoestima. Los de baja autoestima buscan una baja autoestima en los demás. Las relaciones más funestas son aquellas que se dan entre dos individuos que se subestiman: la fusión de dos precipicios no formará una cúspide.
Cuanto más alta sea la autoestima de los individuos, más inclinados se muestran a tratar a los demás con respeto, benevolencia, buena voluntad y justicia, ya que no "existe la tendencia a percibirlos como una amenaza" y el respeto a uno mismo es la base del respeto a los demás. Por el contrario, cuanto más baja es la autoestima de un individuo, menos aspiraciones tendrá y menos logros alcanzará. Los dos caminos tienden a reafirmarse y a eternizarse.
Se llega a la conclusión de que los autores revisados reafirman la importancia de la autoestima y coinciden en que la alta autoestima busca el desafío y el estímulo de objetivos difíciles; en cambio, la baja autoestima busca la seguridad de lo conocido y lo fácil. De esta manera, cuanto más sólida sea la autoestima, mejor estará preparada la persona para enfrentarse a los problemas, tanto en el trabajo como en la vida personal.
No existe una barrera mayor para el éxito en el ámbito de las relaciones personales que el sentimiento profundo de no sentirse digno. En tal virtud, la primera aventura amorosa que debemos consumar es con uno mismo; sólo entonces se estará preparado para una relación, al tener la capacidad de amar. Sin esa confianza, el amor de otra persona nunca le parecerá al individuo lo bastante real ni convincente, y por ansiedad se buscarán maneras de socavarlo.
En otras palabras, la autoestima es la base del amor. Si uno se siente competente y valioso, digno de ser amado, es debido a que se tiene los
recursos interiores (la riqueza emocional) que hacen posible que amemos a otra persona, es decir, la única manera de ofrecer atención emocional es siendo capaz de apreciar la bondad de los demás, de verlos como un fin en sí mismos y no como medios de nuestra satisfacción, de este modo somos capaces de interactuar con ellos de forma apropiada; por el contrario, si no se posee esta riqueza, uno no se sentirá competente ni valorado y responderá a los demás con sentimientos de carencia.
Finalmente, para confirmar la necesidad de que los individuos desarrollen una adecuada autoestima, algunos autores3 consideran que "La autoestima nos da energía para perseguir nuestros objetivos. Nos permite sentir satisfacción y comodidad con nuestros éxitos. Cuando nuestra autoestima es sólida, el éxito se convierte en algo natural y adecuado para nosotros. Sin embargo, cuando la autoestima es débil, el éxito puede provocar ansiedad y a su vez, una conducta de autosabotaje".
Dado los planteamientos revisados líneas arriba, resulta esencial el desarrollo de instrumentos que permitan la valoración de la autoestima como variable psicológica, especialmente en población joven de la cual se ocupa la presente investigación.
Método
Participantes
A través de un muestreo no probabilístico, se seleccionaron 64 estudiantes universitarios. Las características sociodemográficas de los participantes se describen a continuación: el 70.5% corresponde al género femenino y el 27.9% al género masculino; el 65.6% de la edad de los estudiantes oscila en un rango de 18 a 20 años, el 23% entre 21 y 23 años, y en menor grado, el 11.5%, entre 24 y 26 años; respecto al estado civil, el 4.9% no contestó, en tanto que el 94.9% de los jóvenes reportó estar soltero, el 1.7% estar casado, y el mismo porcentaje mencionó vivir en unión libre; en cuanto a la religión profesada, el 8.2% de los estudiantes no respondieron, en tanto que un gran número de éstos, 63.9%, reportó ser católico, el 13.1% mencionó ser no creyente y el resto, 14.8%, reportó profesar otras religiones (protestantismo, cristianismo y testigos de Jehová).
Procedimiento
A partir de la consideración de los aportes provenientes de las fuentes consultadas, el paso inicial para el desarrollo del instrumento fue la elección de los enunciados más apropiados, considerando distintas dimensiones de la autoestima.
Con base en lo anterior, se diseñó el instrumento de medición constituido por seis apartados. El primero hace referencia a los datos sociodemográficos y los restantes, a las dimensiones de la autoestima. En estos últimos cinco se distribuyeron 49 ítems redactados en dirección positiva y negativa, los cuales eran respondidos en una escala tipo Likert con cinco opciones de respuesta: totalmente de acuerdo, de acuerdo, medianamente de acuerdo, en desacuerdo y totalmente en desacuerdo.
Una vez concluido el instrumento, se procedió a realizar la clave de corrección, codificando las respuestas con números del 1 al 5, en función del sentido del ítem, quedando de la siguiente manera para los ítems negativos: totalmente de acuerdo=1, de acuerdo=2, medianamente de acuerdo=3, en desacuerdo=4, totalmente en desacuerdo=5; y para los ítems positivos; totalmente de acuerdo=5, de acuerdo=4, medianamente de acuerdo=3, en desacuerdo=2, totalmente en desacuerdo=1.
Finalmente, se obtuvieron los datos de cada estudiante utilizando el cuestionario autoadministrado de autoestima, durante un día escolar. Se les pidió que eligieran, de entre las respuestas que se les ofrecían, aquéllas que mejor indicaran su punto de vista sobre cada enunciado; con base en las respuestas obtenidas, se diseño una base de datos y posteriormente se utilizó el programa estadístico SPSS 11 (Statiscs Program for Social Sciences) para realizar el coeficiente alfa de Cronbach y el análisis factorial.
Materiales
Se aplicó el instrumento autoadministrado denominado autoestima, el cual está constituido por seis apartados. Como se mencionó antes, el primero recaba información sociodemográfica de los participantes y los otros cinco, conformados por 49 ítems tipo Likert, son indicadores de la autoestima: autoconcepto, autoaceptación, autoresponsabilidad, autorrealización y autoconocimiento.
Tratamiento estadístico
El tratamiento estadístico de los datos es descrito a continuación. Con el objetivo de comprobar la confiabilidad del instrumento, se evaluó la homogeneidad de los ítems o consistencia interna del instrumento a través del coeficiente alfa de Cronbach; primero se obtuvo la confiabilidad con todos los ítems de la escala y después se eliminaron aquéllos que presentaban una correlación negativa o menor con el total; asimismo, se debe mencionar que para la selección definitiva de los ítems se consideró un análisis conceptual y estadístico.
La validez del constructo se estableció a partir de un análisis factorial exploratorio. Previamente se realizaron la medida de adecuación de la muestra de Kaiser-Meyer-Olkin (KMO) y el test Bartlett de esfericidad. El KMO del cuestionario denominado autoestima, fue de .783 y el test de Bartlett también resulto satisfactorio (x2= 841.322, df= 276, p< .000). Con estos elementos se
procedió a realizar el análisis de factores empleando el método de extracción de componentes principales, rotación Varimax, la cual permitió examinar la estructura de los factores que componen la escala de autoestima.
Resultados
Al realizar el análisis de fiabilidad para la escala de autoestima se computó un coeficiente alfa de Cronbach de .9255. Si bien este coeficiente se puede considerar aceptable, se consideró una reducción del número de ítems, eliminando los número 3, 7, 8, 12, 13, 21, 22, 23, 24, 25, 26, 27, 29, 30, 31, 36,
39, 42, 43, 44, 45, 46, 47, 48 y 49 (Tabla 1), debido a que presentaban una correlación menor o negativa con el total13,2; así se puede observar que de un
= .9255 se llega a = .9118, por lo tanto, se obtuvo una versión abreviada de 24 ítems (Tabla 1)
Una vez que se decidió prescindir de los ítems que menos aportaban a la escala de autoestima, se efectuó un análisis de factores, el cual arrojó cinco componentes principales que explican en conjunto un 66.542% de la varianza total. La solución rotada, por medio de la rotación Varimax, confirmó la existencia de cinco factores y evidenció la estructura de los factores que componen la escala de autoestima (Tabla 2), consecuentemente el instrumento es válido para medir la autoestima en estudiantes universitarios, es decir, mide lo que pretende medir.
A continuación se hace una descripción de los factores o dimensiones que integran la versión definitiva de la escala.
El factor 1, autorrealización, conformado por los ítems 38, 37, 28, 35, 33 y 34 se refiere a la capacidad de evaluar la consecución de objetivos y metas profesionales, sociales, etc., de acuerdo con nuestras potencialidades y necesidades, tomando decisiones apropiadas. esto implica tener dos elementos: la autodignidad y la autoeficacia
En el factor 2, autoconcepto, que corresponde a la percepción consciente e inconsciente que cada uno tiene de sí mismo en el aspecto físico y psicológico (cualidades y defectos), lo que viene a ser el componente valorativo de sí mismo, los ítems que presentaron mayor saturación fueron 11, 1, 40, 6, 18, 32 y 10.
El tercer factor, denominado autoconocimiento, está integrado por los ítems 2, 41, 16 y 5 y forma parte de la conciencia de la propia valía e importancia de sí mismo como individuo, así como de las competencias personales que poseemos o que podemos llegar a tener.
El factor autoimagen está integrado por los ítems 15, 20, 9 y 4 y se considera una consecuencia de las experiencias negativas y positivas de los individuos. Es además, el factor fundamental para que una persona se considere triunfadora o fracasada, gracias a nuestra imaginación que elabora una representación de nosotros mismos.
El factor 5 fue denominado autoaceptación y está integrado por los ítems 19, 14 y 17. Se concibe como la aprobación o desaprobación de uno mismo y la aceptación de lo que somos y sentimos; no es la negación de nuestros errores, sino por el contrario, es el reconocimiento que se tiene de los yerros que al identificarlos pueden ser superados.
Finalmente, el instrumento definitivo queda constituido por 24 ítems de un total de 49, doce redactados en dirección positiva y los restantes en dirección negativa. La clave de corrección queda de la siguiente manera para los ítems 1, 2, 4, 5, 7, 12, 14, 17, 18, 19, 22 y 24: totalmente de acuerdo =5, de acuerdo=4, medianamente de acuerdo=3, en desacuerdo=2 y totalmente en desacuerdo=; y para los ítems redactados en forma negativa 3, 6, 8, 9, 10,11, 13, 15, 16, 20, 21 y 23: totalmente de acuerdo=1, de acuerdo=2, medianamente de acuerdo=3, en desacuerdo=4 y totalmente en desacuerdo=5.
De esta manera, en teoría, los valores mínimo y máximo que un sujeto puede obtener con este instrumento están entre 1 y 120 respectivamente. Así, cuando el puntaje obtenido en el instrumento sea menor a 48 se clasificará como baja; un puntaje superior a 48 (entre 49 y 73), se definirá como media; si el puntaje es entre 74 y 98 puntos se categorizarán como alta; finalmente, el puntaje que supere los 99 puntos quedará definido como muy alta.
La siguiente tabla refleja la clasificación para las diferentes puntuaciones obtenidas.
Para este estudio se trabajó en el diseño y construcción de un instrumento de autoestima que tuviese rigor metodológico, de tal forma que permitiera acercarse al estudio de la autoestima. Los análisis realizados anteriormente se pueden sintetizar de la siguiente manera: la escala de autoestima evidenció ser un instrumento con una alta consistencia interna, por lo tanto es adecuada para realizar este estudio ( = .9118), con la certeza de que en aplicaciones posteriores se obtendrán resultados similares en repetidas pruebas.
A partir de los resultados obtenidos por el análisis factorial, con el método de extracción de componentes principales (66.542% de la varianza total explicada) y rotación Varimax se obtuvieron cinco factores. Autorrealización, autoconcepto, autoconocimiento, autoimagen y autoaceptación, los cuales brindan información acerca de las dimensiones de la autoestima, por lo que se puede afirmar que la escala mide lo que pretende medir: la autoestima.
Con tales datos resulta evidente que la escala de autoestima muestra una adecuada consistencia interna y es válida, por lo que los resultados permiten comprobar que el instrumento se comporta, en la muestra estudiada, de acuerdo a lo esperado.
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REVISTA ELECTRÓNICA MEDICINA, SALUD Y SOCIEDAD
Universidad Veracruzana, Veracruz, México.
Autor:
Dr. Fco. Javier Beltrán Guzmán2
Dra. Irma Aída Torres Fermán1
Dra. Carmen Barrientos Gómez1
Dra. Dolores Lin Ochoa1
M.C.F. Adela Ayulia Beltrán Torres3
L.E. Miriam Magali Calderón4
1 Profesores e investigadores de la Facultad de Medicina Centro Universitario Tampico Madero Universidad Autónoma de Tamaulipas.
2 Vocal del comité de Investigación de la Universidad Autónoma del Tamaulipas Facultad de Medicina de Tampico "Dr. Alberto Romo Caballero" del CUTM de la UAT.
3 Asesor en estadística.
4 Asesor en estadística.