Conocimientos, actitudes y prácticas en salud de la población Mashiguenga del bajo Urubamba, Cuzco Peru
Enviado por Alejandro Vela Quico
- Resumen
- Introducción
- Material y métodos
- El mundo del bajo Urubamba
- Resultados
- Conclusiones
- Bibliografía
RESUMEN
La investigación se realizó en el año 2006, los objetivos fueron: identificar y analizar los CAPs (Conocimientos, Actitudes y Prácticas), describir las características de la participación en salud, las conductas saludables en las familias, evaluar el desarrollo de entornos saludables, así como el desarrollo de la autonomía de la población mashiguenga del Bajo Urubamba, Cuzco, Perú.
El ámbito de estudio fueron las comunidades de la cuenca del Bajo Urubamba, donde se entrevistó a pobladores, personajes e informantes claves. La metodología fue cualitativa y la técnica de muestreo fue por saturación.
Se concluye que las CAPs son diferentes en función del carácter tradicional de la población o al mayor contacto con los centros urbanos y el mercado. La población tiene información sanitaria dada por el personal de salud, pero no se expresa en prácticas. La salud se asocia a la capacidad de trabajar. No se reconoce la necesidad de la higiene personal, de los alimentos, del agua y de la vivienda. Hay condiciones de hacinamiento. La alimentación está basada principalmente en carnes, de pescado y de mamíferos, de la yuca y plátano, pero que no logra ser balanceada. Existen restricciones culturales a comer algunos alimentos siendo lo más crítico la no ingesta de carne durante la gestación. El varón domina la vida sexual y convivencia. El valor social principal es la solidaridad y el compartir los bienes.
Reconocen que existe un creciente proceso de depredación y contaminación de su medio ambiente, que afecta su sostenibilidad y las costumbres tradicionales de vida y salud que habrían sido equilibradas anteriormente.
La participación de la comunidad es pasiva en la atención de salud y la actividad de los agentes comunitarios de salud, siendo reconocida de alto valor, no es eficaz por desinterés de los pobladores. Los dirigentes son elegidos principalmente para la defensa de los derechos comunales que son afectados.
El presente estudio fue convocado por la Dirección Regional de Salud del Cusco – MINSA con financiamiento del proyecto PARSALUD, destacamos la colaboración del Director Regional de Salud, Dr. Danilo Villavicencio, la del Dr. Javier Ramírez, director adjunto y de la licenciada Valeria Alfaro, integrante del equipo ELITE de salud, a quienes expresamos nuestro agradecimiento.
PALABRAS CLAVES: Conocimientos, Actitudes y Prácticas de Salud, Mashiguengas.
I. INTRODUCCIÓN
A. JUSTIFICACIÓN
Las políticas de salud nacionales se dirigen a las prioridades identificadas a través de diversos programas de atención y promoción de la salud, donde la mejora de la oferta que debe reflejarse en indicadores de salud. Pero en varios aspectos no se obtienen los resultados esperados, pues habría ciertas dificultades que no son comprendidas por el personal de salud.
Entre estas dificultades está la incipiente integración del enfoque intercultural en salud. Una respuesta común en el sector ha sido creer que la educación sanitaria podría ser la panacea para cambiar ciertas actitudes y prácticas de la población con culturas diferentes. Incluso los Lineamientos de Políticas sectoriales 2002 – 20012, reconocen la persistencia de barreras culturales, a pesar del marco declarativo de participación comunitaria.
Consideramos que la dimensión cultural requiere en primer lugar obtener una línea de base de las CAP (concepciones, actitudes y prácticas) en salud, así como de la participación de la población en los diferentes niveles del proceso salud – enfermedad. Estos elementos de base permitirán sustentar estrategias para promover el desarrollo de la salud familiar y comunitaria, donde se respete la cultura local y tengan una eficacia sustentable en condiciones de autonomía, democracia e inclusión social.
La presente consultoría está ubicada en esta aspiración y espera aportar, además de conocimientos válidos y legitimados, la generación de movimientos y estrategias para un trabajo en salud, que integre el enfoque intercultural.
B. OBJETIVOS
1. Identificar y analizar los CAP de la población machiguenga del Bajo Urubamba.
2. Describir las características de la participación local en salud en la población de estudio.
3. Describir las conductas saludables en las familias en la población machiguenga del Bajo Urubamba.
4. Evaluar el desarrollo de entornos saludables para la salud individual y familiar, así como el desarrollo de su autonomía respecto a salud en la población de estudio.
II. MATERIAL Y METODOS
A. AMBITO DE ESTUDIO
El ámbito de estudio fue la cuenca del Bajo Urubamba, comprendida entre el Pongo de Mainique en el departamento del Cusco (provincia de La Convención) y la confluencia del río Urubamba con el río Tambo, en el departamento de Ucayali (provincia de Atalaya). El área es de aproximadamente 25,280.04 Km2. Esta zona administrativamente pertenece a tres distritos (Echarati, Sepahua y Raymondi) y las provincias mencionadas arriba.
B. METODOLOGÍA
1. Unidad de estudio
Las unidades de estudio fueron las familias de las comunidades del Bajo Urubamba, donde se entrevistó a la persona responsable de la salud familiar, en un total de 34. Los criterios de inclusión de los entrevistados fueron los siguientes:
– Varones o mujeres
– Mayores de 18 años de edad
– Residentes estables en las zonas de estudio durante los últimos tres años.
– Que no tengan conflictos legales u otros que puedan sesgar sus percepciones. Complementariamente se entrevistó a personas claves de la comunidad, identificados
por su liderazgo, experiencia y trayectoria social en la comunidad; las cuales fueron 12 en total. Estas entrevistas tuvieron la finalidad de obtener percepciones globales e integrales sobre los CAP y la participación comunitaria en salud.
Además se realizaron entrevistas a informantes claves, definidos así por ser generalmente profesionales con amplia experiencia de trabajo en el sector educación, salud y otros; en el ámbito de las comunidades del bajo Urubamba; de ellos se realizaron 12 entrevistas.
El ámbito de estudio incluyó las siguientes comunidades:
– Comunidad de Camisea de la etnia machiguenga, comunidad bien contactada y pobladores que constantemente se relacionan con Quillabamba y Sepahua.
– Comunidad de Nueva Luz, de la etnia matchiguenga y piro, también bastante accesible y contactada con los servicios de salud.
– Comunidad de Segakeato, de la etnia machiguenga, ubicada en la cuenca del río Camisea; en los últimos 3 años sus comuneros trabajan para la empresa PLUS PETROL
El tamaño de la muestra se definió por la técnica cualitativa de saturación, que básicamente implica recoger datos hasta que éstos alcancen consistencia, estabilidad y coherencia en sucesivas evaluaciones.
2. Técnicas e Instrumentos
La metodología general de investigación fue cualitativa. Se utilizó el programa informático Atlas/ti, para el análisis textual, así como la triangulación con los marcos teóricos y el contexto; por esta razón se dio importancia al desarrollo conceptual de los temas asociados a interculturalidad en salud.
Las técnicas usadas fueron la entrevista a profundidad a personajes claves de la comunidad, a informantes claves y la observación. Se hicieron las consideraciones éticas necesarias, informando de los fines del estudio. La guía de entrevista tuvo un instructivo para su aplicación.
Para la realización de las entrevistas de campo se tuvo el apoyo de personal de salud o miembros de la comunidad del ámbito de estudio que hablan la lengua matshiguenga y tengan aceptación en las comunidades a visitarse.
Las variables de salud consideradas fueron las siguientes: higiene y ambiente, alimentación y nutrición, salud sexual y reproductiva, habilidades para la vida y salud mental y cultura de paz.
C. PROCEDIMIENTO
El periodo del estudio fue entre los meses de enero y febrero del año 2006. Luego de las coordinaciones administrativas con la Dirección Regional de Salud del Cusco para formalizar la realización de la investigación, se procedió a la etapa operativa, organizando en primer lugar una reunión de grupo focal con personal del equipo ELITE de salud que trabaja en la zona del Bajo Urubamba, que permitió configurar un contexto general de las variables a investigarse y evaluar los aspectos técnicos de la guía de entrevista, actuando como prueba piloto de los instrumentos.
Luego se procedió a realizar entrevistas a informantes claves, definidos así por su amplia experiencia de trabajo en la zona de estudio y que se encontraban transitoriamente en la ciudad de Quillabamba y Cusco.
Inmediatamente se organizó la realización de entrevistas a personas de las comunidades del Bajo Urubamba que eran accesibles en esta temporada climatológica, la que fue completada con observaciones directas de las condiciones sanitarias ambientales.
Además se revisó diversos informes de proyectos y estudios socioantropológicos y de salud realizados en el ámbito del Bajo Urubamba en los últimos años, que nos ampliaron los elementos de observación. Finalmente, disponiendo de una primera síntesis de los resultados, se realizaron conversaciones con profesionales con formación teórica sobre los temas implicados lo que permitió discutir la consistencia y coherencia del análisis.
III. EL MUNDO DEL BAJO URUBAMBA
"YO QUISIERA SER MUJER MACHIGUENGA"
(Valeria Alfaro, obstetríz del equipo ELITE de salud.)
A. ASPECTOS GEOGRÁFICOS
La cuenca del Bajo Urubamba incluye 10 microcuencas y se encuentra delimitada geográficamente por áreas etnogeográficas como son el Santuario Megantoni, la cordillera de Vilcabamba, la Reserva Nahua-Kugapakori y la formación del río Ucayali. A nivel geopolítico la cuenca limita por el Sur con la ceja de selva, por el Oeste con el Parque Nacional del Manu en el departamento de Madre de Dios, por el Este con la cuenca del río Apurímac en los departamentos de Ayacucho y Junín y por el Norte con el río Ucayali.28
Las unidades fisiográficas y de altura son: llanura, colina y montaña, que determinan diferentes formas de vegetación y fauna. El clima es propio del bosque húmedo tropical, con dos estaciones, la lluviosa y la seca (de mayo a octubre). La humedad relativa promedio es mayor al 80% y la temperatura media es de 26º.
B. RESEÑA HISTÓRICA
La historia del Bajo Urubamba está ligada a la de los grupos subandinos Arahuac, conjunto de pueblos nativos relacionados lingüísticamente, pero con particularidades culturales. Los Arahuac se extienden desde las estribaciones de los andes hasta la selva baja, divididos en cinco grupos principales: Yanesha, Asháninka, Normachiguengas, Machiguengas y Piro. Se estima que su presencia en la zona se remonta a cinco siglos antes. 28
Según Casevitz, el Imperio Inca sólo llegó a conquistar aldeas de población andina en el norte del Cusco, establecieron relaciones de intercambio con los matsiguengas. Al parecer no se produjeron relaciones de subordinación ni tributación al Inca.
El Imperio Inca avanzó hasta la zona de Paucartambo-Tono-Marcapata durante los gobiernos de Viracocha y Pachacútec. Se construyó en esta zona una red de caminos que en época de la Conquista europea fueron empleados por Manco Inca en su resistencia armada de Vilcabamba.
A partir de 1650, los jesuitas fundaron al norte del Cusco, algunas haciendas que les permitían financiar las escuelas establecidas en la sierra. Estas haciendas no constituían misiones. De esa época datan dos expediciones: en 1572, al mando de Martín García Loyola, y en 1715, dirigida por el jesuita Cristóbal de Quevedo, pero no se hicieron grandes esfuerzos por evangelizar a estas poblaciones. Tras la expulsión de los jesuitas, en 1789 los franciscanos condujeron a 44 matsiguengas a su nueva misión de Cocabambilla pero algunos años después este centro desapareció por dificultades administrativas. Dos misiones fundadas por los mismos franciscanos al norte del Pongo de Mainique corrieron la misma suerte.
En la etapa de explotación del caucho a partir de 1894, los ríos Sepahua y Mishahua se convirtieron en centros de acopio del caucho. Caucheros y comerciantes asaltan a los indígenas y son tratados como esclavos, incluyendo a las mujeres y niños, produciendo la desestructuración indígena, alta mortalidad entre los matsiguengas, que obligó a muchos de ellos a refugiarse en zonas aisladas y lejanas, sumiéndose en la pobreza, la vida errante y desconfianza hacia la presencia de extraños.
Después de la época del caucho los mismos comerciantes crean haciendas y continúan con la explotación del nativo así como la exfoliación indiscriminada de los recursos naturales, especialmente la madera.
Muchos machiguengas murieron a causa de las epidemias de malaria y viruela de esos años. En 1900, el papado designó a los dominicos a cargo de la evangelización de esta región y, en 1902, se fundó la primera misión en Chirumbia, en territorio matsiguenga. En 1918, se establecieron otras misiones cerca del Urubamba, como las de Koribeni y Timpia. A partir de 1940, en que la malaria fue temporalmente erradicada, campesinos andinos empezaron a dirigirse hacia las tierras bajas, migración que se aceleró en 1955 como resultado de las grandes hambrunas en la sierra. En 1945 ingresa al Perú el ILV (Instituto Lingüístico de Verano), que realiza trabajos educativos y de investigación en la amazonía sobre lenguas aborígenes, iniciando su presencia en el bajo Urubamba con las comunidades de Camisea (machiguenas) y Huao (Piros).
A partir de 1980, el territorio machiguenga, ubicado en el Bajo Urubamba, ha sido objeto de actividades de exploración de hidrocarburos. En la actualidad, se viene desarrollando uno de los más importantes yacimientos de la Amazonia peruana para la producción de gas y condensados. Es importante señalar, la existencia de pequeños grupos de los llamados kugapakori, que viven en situación de aislamiento en las partes altas de los tributarios de la margen derecha del Bajo Urubamba.28
Según le evaluación de parte, "la llegada de misiones religiosas que impulsa el proceso de incorporación de estas poblaciones a la sociedad nacional proporcionándoles una protección que ninguna otra entidad jamás les había otorgado e implementando los servicios básicos fundamentales como educación y salud… esta actividad misional se traduce para la población indígena en un proceso de nuclearización y asentamiento que permitió posteriormente el reconocimiento legal de Comunidad Nativa, creando las bases para establecer una identidad étnico-linguística".28
En 1974 se promulga el DL 20653 o Ley de Comunidades Nativas que otorga personería jurídica y propiedad sobre un territorio a las poblaciones indígenas, que era una antigua aspiración de estas poblaciones; pero que deja grandes espacios "vacíos" aparentemente de propiedad del Estado donde se da lugar a la colonización agrícola y otras actividades agrícolas.
La explotación de hidrocarburos y del gas en los últimos años por empresas extranjeras, tiene profundas repercusiones en la vida social y medio ambiente, cuya evaluación es bastante cargada de las posiciones económicas, políticas e ideológicas comprometidas, estando la posición de la comunidad sustantivamente ausente.
C. ASPECTOS DEMOGRÁFICOS
Las Comunidades nativas del Bajo Urubamba suman 39, a lo que se debe añadir los asentamientos de colonos y caseríos. La población estimada total es de 15,000 habitantes. La comunidad de Sepahua representa el 25% del total pues incluye a comerciantes, madereros y diversos inmigrantes. Las comunidades exclusivamente nativas más extensas son Kirigueti, Miaria, Nueva Luz y Timpia, todas ellas machiguengas. La densidad demográfica es de 1.5 Hab/Km2. La tasa de natalidad en los 90s fue de 49/1,000. Las mujeres tienen una fertilidad de 5 a 6 hijos.28
La formación de centros poblados generalmente en la desembocadura de los ríos es un fenómeno creciente en las últimas décadas, atraídos por los servicios de las Misiones religiosas, el comercio y la mayor disponibilidad de servicios de salud y educación; pero a ello también se suma la formación de nuevas comunidades al interior del área, especialmente conformada por personas provenientes de la cuenca del río Ene, a raíz de las condiciones de violencia militar y política de las últimas dos décadas.
Es frecuente observar que grupos familiares completos migran para vivir en otras comunidades por tiempos prolongados, lo cual crea dificultades para el trabajo de programación de las políticas sociales oficiales.
Según de 1993, la población machiguenga censada fue de 8,679, los varones son 4,429 y las mujeres 4,250, número de comunidades: 32
POBLACION CENSADA POR SEXO Y GRUPOS DE EDADi
Fuente: Vicariato Apostólico Pto. Maldonado: Diagnóstico Integral del Bajo Urubamba 2003.
La distribución de la población según edad, indica un numeroso grupo de menores de
15 años (49,6%) y tan sólo 1,2% con más de 64 años, que caracteriza a una población joven y en proceso de crecimiento. La tasa bruta de mortalidad se ubica en 11,29.
En el diagnóstico del Vicariato elaboran una estructura piramidal de la población, donde la población de 0 –14 años es de 47.46%, pero este % tiende a ser mayor en comunidades más aisladas; la población mayor de 50 años fue de 7.62%.28
D. CARACTERÍSTICAS SOCIALES Y ECONÓMICAS28
Los matsiguengas dividen los espacios sociales, consanguíneos y afines de acuerdo a una terminología de parentesco de tipo dravídico. Un individuo debe casarse fuera del ámbito social de los consanguíneos e incluso fuera de donde un pariente haya ya contraído matrimonio; esto implica casarse lejos del propio asentamiento y de aquellos donde se hayan casado sus hermanos y parientes. Los padres de la joven elegida son asimilados a las categorías de esposos de la hermana del padre/hermano de la madre y esposa del hermano de la madre/hermana del padre y ésta a la categoría de prima cruzada bilateral.
Para los indígenas amazónicos, la vida económica tiene un profundo propósito social: mantiene y reproduce las sociedades locales y establece nexos entre ellas. Existen agudos contrastes entre la economía de los indígenas y la de los habitantes urbanos inmersos en la cultura de la economía de mercado. En el contexto tradicional, la vida económica indígena no persigue una acumulación de riqueza.
Los miembros de un comunidad pueden vivir bajo un techo común dentro de la maloca como los matses; o como unidad doméstica con áreas de dormitorio y fogón separados; o pueden vivir en viviendas a corta distancia entre sí, como los Amuesha y Asháninka. Las unidades domésticas, comparten y manejan los recursos productivos del territorio del asentamiento sin ejercer derechos de propiedad privada sobre parte alguna. Dentro de las normas del cuidado colectivo de los recursos de la unidad económica, se respetan ciertos derechos de cada unidad doméstica, por ejemplo, son generalmente respetados los derechos de usufructo de las áreas cultivadas y el aprovechamiento de productos forestales específicos descubiertos por el grupo doméstico.
La vida económica está organizada a través de relaciones y redes de parientes. El grupo doméstico (la pareja de marido y mujer, y sus miembros dependientes que comparten el fogón), respetando la división de tareas por género y edad, es la que se encarga de sus propias actividades productivas; pues cada una tiene su propia chacra y se organiza para la caza, pesca y recolección.
El resultado de sus esfuerzos productivos es reconocido como suyo para consumir o compartir a su gusto. Sin embargo, la unidad económica de la sociedad indígena es el asentamiento local como agrupación de unidades domésticas interdependientes, estrechamente vinculadas por lazos de parentesco. Los miembros de cada asentamiento comparten el manejo de los recursos productivos, el producto de sus actividades de subsistencia, y los conocimientos necesarios para su reproducción social.
La economía indígena amazónica es esencialmente una economía del don, es decir, está basada en el intercambio diferido de obsequios. La sociedad indígena socializa en sus jóvenes el fuerte sentido de valor y obligación para compartir cualquier bien material que posea. Se les enseña el imperativo moral de recibir lo que les es ofrecido y a reconocer la deuda creada. La esencia misma de la economía del don es la obligación de reciprocar; mantiene el flujo de los bienes, entre el que da y el que recibe.
El intercambio es llevado a cabo tanto en contextos informales como formales o rituales. Una forma común de intercambio informal es la distribución de comida, cruda o cocida entre las unidades domésticas dentro de la unidad económica o, en algunos casos, el intercambio de trabajo dentro del grupo del asentamiento.
Para asegurar que la economía del don funcione, las sociedades amazónicas han desarrollado valores culturales que refuerzan en cada uno de sus miembros la importancia de dar, recibir y reciprocar. Sin tal orden moral la economía del don no funcionaría. Nadie sentiría ninguna obligación de dar y si lo hiciera, el receptor no estaría obligado a recibir el obsequio o a reciprocarlo.
La generosidad es el valor central en este sistema moral y continúa siendo premiado con mayor prestigio y estatus. La sociedad indígena amazónica ve con malos ojos el egoísmo o el acumular bienes materiales de cualquier clase.
Las características sociales y culturales que parecen haber permanecido estables durante el tiempo son: a) Bajos y constantes niveles de población, un patrón de asentamiento disperso, con pequeños asentamientos estratégicamente ubicados cerca de los más importantes recursos; una gama de estrategias de subsistencia variada. El asentamiento disperso hace posible el aprovechamiento de recursos en un área extensa, acceso a los recursos productivos en forma libre y abierta a todos los miembros del asentamiento local; y, una tecnología simple y apropiada a las necesidades de subsistencia, b) La división del trabajo por edad y sexo, transmisión intergeneracional de conocimientos y habilidades necesarias para realizar las actividades que les correspondían; complementación de roles productivos del hombre y la mujer, c) Producción motivada por las necesidades del grupo local más que por el afán de acumular riqueza, d) Un orden moral reforzado por el orden cósmico, que aseguraba el balance en el sistema global. 28
Hasta los años 60's, en que se inicia la construcción de carreteras y se impulsa la colonización, el Estado tuvo poca presencia en la Amazonía. Las autoridades civiles no prestaron ninguna atención a las poblaciones indígenas. A inicios de los años 70 el Estado empezó a atender el justo reclamo por el reconocimiento de la propiedad de los indígenas amazónicos sobre las áreas ocupadas por ellos. Para defender sus tierras restantes, acceder a escuelas y centros de salud, al inicio de los años 60s, los asentamientos indígenas, adoptaron una forma esencialmente andina de propiedad colectiva de sus territorios bajo el nombre de "comunidad". A partir de la Ley de Comunidades Nativas (1974), éstas se conocen como comunidades nativas y reciben reconocimiento oficial. En algunos casos, la comunidad nativa formalmente reconocida puede corresponder al asentamiento de parentesco tradicional y, como tal, a una unidad económica tradicional, pero en la mayoría de los casos las comunidades nativas constituyen un nuevo tipo de unidad.28
Actualmente, alrededor del 85% de los habitantes indígenas de la cuenca forman parte de algún tipo de organización representativa, la mayoría como una federación étnica que clama por los derechos territoriales y de autodeterminación y por un proceso equilibrado y autónomo de desarrollo local. Cuentan con el apoyo de ONG's y están ligadas a redes regionales, nacionales o internacionales de organizaciones similares.
Tradicionalmente los pueblos indígenas han practicado la sostenibilidad no como "meta de desarrollo" sino como modo de vida. En cambio en los tiempos modernos la sostenibilidad aparece como una meta tan loable como irrealizable. La diversidad biológica y etnocultural es significativamente afectada por los requerimientos de rentabilidad del mercado. Por ejemplo los recursos genéticos del bosque húmedo tropical están desapareciendo a una velocidad dramática, aproximadamente 42 millones de acres de bosques tropicales se pierden anualmente para dedicar la tierra a la agricultura de subsistencia y la ganadería.
El crecimiento poblacional se concentra cada vez más en las áreas urbanas. Las áreas rurales se han visto fuertemente afectadas por el asentamiento masivo de colonos, la tala indiscriminada de bosques, el monocultivo comercial, el cultivo de la coca, la exploración y explotación petrolera y minera.
Hasta los inicios de la década del sesenta, la vida de la mayoría de estos pueblos transcurría dentro del modelo de sociedades tradicionales. El contacto con la economía de mercado era muy esporádico y mediado por los "patrones", rezagos del auge del caucho. Algunos pueblos indígenas tenían contacto ocasional con misioneros, excepto los esporádicos internados misionales, no existía educación formal y muy pocos hablaban el español. Prácticamente no eran ciudadanos con plenos derechos.
Hoy en día casi todos los pueblos indígenas de la Amazonía producen para el mercado, que algunos proyectos y técnicos lo valoran como progreso. Mientras los lazos de parentesco son todavía el fundamento básico que aglutina a los asentamientos locales, cada unidad familiar ha establecido nuevos tipos de relaciones sociales a través de su incorporación a la economía de mercado.
La preocupación central de los pueblos indígenas amazónicos es consolidar sus territorios y, a través de dicho proceso, participar en la economía de mercado, en términos que sean rentables, sostenibles, ambientalmente convenientes y con la preservación de los valores, conocimientos y modo de vida de la comunidad. Actualmente, los indígenas tienen el reto de resistir la tentación de sobre-explotar sus recursos para obtener ganancias a corto plazo y no repetir los errores destructivos de los colonos, ganaderos, cocaleros, madereros y otros que han contribuido a una depredación del medio ambiente.
En muchas áreas, los pueblos indígenas se vieron invadidos por el proceso de colonización y la incursión de nuevos actores económicos. Los internados de los misioneros han sido reemplazados por las dispersas escuelas de educación rural auspiciadas por el Estado, pocas veces a cargo de profesores bilingües de las comunidades locales.
Tanto en el campo como en los centros urbanos, el idioma español se ha impuesto como dominante para tratar con los diversos actores económicos y estatales presentes en la Amazonía, contribuyendo a una situación desventajosa, tomando en cuenta que existe una arraigada discriminación.
Los pobladores indígenas aprendieron que cada territorio tiene una diferente combinación de suelos, subsuelo, agua, cobertura vegetal, y fauna; y que su dominio requiere diferentes técnicas y estrategias para manejar y usar sus recursos de manera óptima considerando la fragilidad de los ecosistemas.
Las actividades económicas para satisfacer las necesidades de la vida diaria son la agricultura de roza y quema, el manejo forestal, la cacería, la pesca, y la manufactura doméstica. Estas actividades se realizan para mantener una forma de vida, y no simplemente para la sobrevivencia física.28
La caza implica una serie de técnicas y gran experiencia. Así se usan tipos de flechas o trampas de acuerdo al animal que se desea cazar. Se hace una o dos veces a la semana y en ocasiones implica varios días pues deben llegar a algunos lugares especiales donde los animales se alimentan. La pesca puede ser individual, familiar o colectiva. La colectiva se realiza en tiempos de "secas" y es planeada en todos sus detalles por la comunidad, pues deben decidir el lugar, el tipo de peces, la cantidad, etc.
La agricultura está limitada a algunos productos de consumo familiar como la yuca, que es la base de su dieta. La agricultura se realiza con la tecnología de roza y quema en tierras aptas, el cultivo de otros productos como el café, achiote y cacao les significa mayor tecnificación y tiempo siendo por ello poco extendido entre las comunidades estudiadas.
La recolección les provee de recursos complementarios, se asocia a los ciclos anuales ecológicos del bosque y del río, que implica un gran conocimiento de la naturaleza. La recolección incluye: miel, huevos, insectos, moluscos, crustáceos, caracoles, plantas medicinales, hueveras de peces, frutos, resinas, semillas, entre muchas otras variedades de productos y materias primas para usos domésticos, medicinales, de caza o pesca.
La crianza de animales domésticos tiene fines complementarios en la alimentación y eventualmente de venta o intercambio con otros productos. Entre los animales que se crían están principalmente las gallinas y patos y muy secundariamente los cuyes.
El futuro de los indígenas amazónicos está vinculado a su acceso seguro a la tierra, los bosques, la flora y fauna y el agua. Esta seguridad sólo puede ser lograda en la medida que el Estado reconozca como propiedad colectiva los territorios tradicionales y al mismo tiempo garantice y defienda la continuidad de este régimen de propiedad y de vida frente a amenazas externas.
E. SERVICIOS DE EDUCACIÓN
La educación es el servicio social de mayor valoración actualmente, incluso la constitución de una escuela llevó a la formación de algunos poblados. El acceso a la educación primaria es amplia, pero disminuye en comunidades de cabeceras de río o más alejadas. El analfabetismo es de 32% entre los que tienen cinco años de edad y más, según datos del censo de 1993, con diferencias significativas entre la población femenina y masculina (37% de mujeres analfabetas, frente a 27% de varones).El 51% tiene sólo la primaria como el más alto nivel educativo, en tanto que 27% no posee ningún nivel educativo. A la instrucción secundaria ha accedido sólo 12% y a la superior apenas 2% de la población, sin que la mayoría de estas personas haya concluido sus estudios superiores. Sólo 15 personas cuentan con estudios universitarios completos. 28
POBLACIÓN CENSADA DE CINCO AÑOS Y MÁS, SEGÚN NIVEL DE EDUCACIÓN
Fuente: Vicariato Apostólico Pto. Maldonado: Diagnóstico Integral del Bajo Urubamba 2003.
Hay un total de 80 maestros que imparten enseñanza en las escuelas de las comunidades machiguengas, 58 de ellos son indígenas, pero sólo 6 enseñan en las escuelas secundarias. El 81% de los maestros de nivel primario son indígenas. De un total de 32 comunidades censadas, 25 tienen escuelas primarias y sólo en 4 funcionan además colegios secundarios y en Sepahua funciona un Instituto Tecnológico.
F. SERVICIOS DE SALUD
Según el diagnóstico del Vicariato son 12 las comunidades del Bajo Urubamba que disponen de algún servicio de salud. Los servicios de salud disponibles son los siguientes: 28
RANGO | PUESTOS DE SALUD | POSTAS DE SALUD | CENTROS DE SALUD | BOTIQUÍN | |
Medicina General | 4 | 1 | |||
Atención de Enfermería | 12 | 4 | 1 | ||
Tópico de Curaciones | 7 | 4 | 1 | 2 | |
Ginecología | 1 | 1 | |||
Laboratorio | 2 | 1 | |||
Atención Dental | 1 | 1 | |||
Farmacia o Botiquín | 13 | 4 | 1 | 2 | |
Hospitalización | 1 | 1 | |||
CRED y Triaje | 12 | 4 | 1 |
Fuente: Vicariato Apostólico Pto. Maldonado: Diagnóstico Integral del Bajo Urubamba 2003.
La mayoría de servicios son atendidos por técnicos sanitarios o técnicos de enfermería. Según la categorización oficial existe un Centro de Salud en Kirigueti y tres Puestos de Salud atendidos por médicos generales, en diferentes comunidades: Timpia, Sepahua y Camisea. En servicio de Sepahua está mejor equipado. Los demás establecimientos de salud son atendidos por técnicos de enfermería, como son las comunidades de Chokoriari, Puerto Huallana, Nuevo Mundo, Nueva Luz, Miaria, Bufeo Pozo, Puija y Maldonalillo. Incluso los Puestos de Salud de Tangoshiari y Kashiriari son atendidos por promotores de salud comunitarios con alguna capacitación básica. 28
Los establecimientos de salud con mayor número de personal (7 ó más) son los de Kirigueti y Sepahua. La ubicación de todos estos servicios es en lugares accesibles y céntricos para la mayoría de poblaciones.
IV. RESULTADOS
A. CAP SOBRE HIGIENE Y AMBIENTE
LAS CONCEPCIONES DE SALUD: "PUEDO IR A MITAYAR"
Las condiciones materiales de salud y las mismas conductas sanitarias de la población, se pueden explicar desde las concepciones de salud que porta la población. Así encontramos que las concepciones sobre cuándo una persona está sana tienen cuatro áreas de definición en orden de importancia:
– La capacidad de trabajar, "para masatear", para ir al monte, cazar o pescar.
– La ausencia de alguna enfermedad o dolencia
– Estado de ánimo satisfactorio, y
– Buenas relaciones con su grupo familiar.
Estas concepciones son coherentes con el sentido que da la población a su vida pues ésta se asocia al trabajo de subsistencia y la vida en sus grupos familiares, que son los dos aspectos de mayor significado para la población machiguenga. Si no se puede trabajar prácticamente no se podría alimentar a la familia, no se podrá compartir y corresponder a su grupo. En la etnia machiguenga existen algunas reglas sociales comunitarias o colectivistas que les permitiría la subsistencia, pues los productos, de la caza por ejemplo, pueden ser compartidos con todos, aunque el sentido completo es de reciprocidad social.
La concepción de enfermedad es muy amplia, no está reducido a la nosología médica o a las definiciones modernas de enfermedad. Muchas dolencias tienen sentido dentro de sus propios contenidos culturales, de carácter mágico y ecológico. Enfermarse suele denominarse en general como "cutiparse".
La constitución física informa también de la salud de la persona, así una mujer u hombre gordito (a) o "agarrada (a)" sugiere que podrá realizar actividades diarias como traer agua, recoger yuca, elaborar masato, etc.
LA VIVIENDA ADECUADA
Las concepciones sobre una vivienda buena o adecuada para vivir sanamente está definida por cuatro condiciones:
– Materiales de construcción de mayor resistencia, especialmente si el techo es de calamina, incluso con cimientos sólidos y paredes resistentes.
– La funcionalidad, que se expresa en el espacio necesario para la familia.
– Disponibilidad de las herramientas para la caza y las pesca
– Cercanía a un manantial de agua o río.
En las comunidades machiguengas, las viviendas en general son lugares para delimitar su privacidad familiar y guardar algunas pertenencias, pues gran parte de la vida transcurre en los exteriores. En los grupos que tienen mayor movilidad, las familias tienen más de una vivienda, siendo ellas precarias y requieren ser reparadas cada vez que se instalan para un periodo de residencia. Una de estas viviendas la ubican cerca al lugar donde tienen sus cultivos y a veces otras en lugares donde los hijos estudian.
Dos elementos principales en las viviendas son el espacio para dormir y la cocina. El ambiente para dormir suele ser único y estar cerrado, además existe un espacio abierto que se usa para las visitas. Las cocinas o "fogón" se instalan cerca de la vivienda. Las condiciones climatológicas del ámbito como son el calor, la humedad, las lluvias y la vegetación se expresan en el modelo y materiales usados en la construcción de sus viviendas.
La concepción sobre la higiene de la vivienda implica que no tenga basuras o desechos visibles y mayores externamente, por lo cual la limpieza de la misma se realiza esporádicamente, cuando observan algo notoriamente inadecuado para su concepción de limpieza u orden.
En su informe diagnóstico del Vicariato refiere que las viviendas en el Bajo Urubamba son las tradicionales de las zonas amazónicas, construidas en un área de aproximadamente
50 m2, con paredes y piso de pona (palmera) y techo de paja, pero se observa que en las poblaciones más urbanizadas están usando mayormente la madera y la calamina. Los pisos generalmente son elevados a unos 50 ó 60 cm del suelo, que los preserva de la humedad y el agua de las lluvias.
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