- Introducción
- Consumo
- Consumo responsable
- El consumo irresponsable
- Factores que influyen el comportamiento del consumidor
- ¿En qué perjudica a la Tierra y a nosotros el de ser consumidores sin control?
- Actitudes ante el consumismo
- El consumismo en?Lima
- Consejos para un uso responsable
- Conclusiones
- Referencias webgrafía
- Anexo
EPÍGRAFE
Consumir es necesario pero hagámoslo con conciencia favoreciendo un consumo ecológico, justo y solidario, pues por nuestras irresponsabilidades estamos destruyendo al planeta y vulnerando los derechos de las personas.
PRESENTACIÓN
Este trabajo se ha realizado con el motivo de transmitir a millones de lectores los beneficios de un consumo responsable y también por otro lado las causas y consecuencias si consumismo irresponsablemente ya que afecta ambientalmente, económicamente y socialmente a la Tierra.
Esperando así que sea un gran aporte para las demás personas para iniciar el cambio y también profesor sus sugerencias y aportes que pudieran haberme faltado en mi investigación.
Gracias
Nuestra cultura consumista soporta y justifica en buena parte nuestro actual modelo de sociedad. Así, en este modelo social se considera que una mayor oferta de bienes de consumo puestos al alcance de la ciudadanía es fundamental para lograr un mayor bienestar, y que un nivel de consumo más elevado nos reporta, a su vez, un grado superior de felicidad individual y colectiva. La condición que se antoja necesaria para conseguir satisfacer nuestras ingentes necesidades de consumo es el crecimiento económico.
Sólo una actividad económica en continua expansión será capaz de satisfacer esa ilusión de conseguir el bienestar a base de consumir cada vez más. Estas creencias y valores están muy arraigados entre nosotros, hasta tal punto que uno de los indicadores clave para medir nuestro estado de bienestar suele ser el incremento del consumo.
Pues otro factor principal que haya incrementado el consumo es que por los grandes avances a lo largo de la historia, gran parte de esa prosperidad se ha conseguido a base del uso intensivo de la naturaleza, que ve sobrepasada su capacidad de regenerarse: destrucción de bosques, extinción de especie ,causando el deterioro del planeta, el agotamiento de los recursos, o la realidad de un porcentaje alto de la población mundial (especialmente población infantil) que vive y trabaja en condiciones de esclavitud. Situación aceptada como única salida a la pobreza o miseria en la que se encuentran.
Pues, cada vez son más las voces de expertos, de científicos y de políticos que demandan la necesidad de replantearse seriamente nuestro modelo de consumo porque se considera insostenible desde el punto de vista ambiental, económico y social. Con nuestras acciones personales y muy poco esfuerzo, cada uno de nosotros podemos hacer mucho para contribuir a frenar el deterioro ambiental y que no se vulneren los derechos de las personas, ya que aunque a veces parezca que la solución no está en nuestra mano, tenemos la oportunidad de actuar, modificando las pautas de comportamiento y buscando un consumo más responsable (que respete al planeta y sus habitantes).
Podemos definir consumo como la adquisición de un bien (o de un servicio) cuyo fin es satisfacer una necesidad por medio de su uso. Todos somos consumistas desde el momento en que nacemos.
Tipos:
Se pueden establecer tres tipos de consumo según función de las necesidades del sujeto y de la frecuencia en el gasto del bien o servicio:
Consumo experimental: El consumo del producto o servicio se produce por novedad o curiosidad.
Consumo ocasional: El consumo es intermitente, basado en la disponibilidad del bien o servicio o en la satisfacción de necesidades no permanentes.
Consumo habitual: El consumo ya forma parte de las actividades cotidianas del sujeto.
Legislación sobre Consumo:
El Consumo Irresponsable, no está legislado, es decir no se han previsto unas leyes que obliguen, a una empresa a producir de una determinada manera, un bien que después se venderá en el mercado.
Sin embargo en la relación a dos, que existe entre el vendedor de un producto o servicio y el que lo compra o contrata si, pareciendo que no existe nada más que una relación de compra-venta.
El que compra tiene una normativa de regulación que establece unos derechos, pero sin embargo fuera de ese ámbito, parece que el producto que compramos se origina o nace en quien los está vendiendo, teniendo como fin el propio consumo.
Esas Terceras personas: las desconocidas
La realidad es, que detrás de cualquier objeto de consumo existe una cadena de producción, gente que ha participado en el proceso de fabricación.
Los consumidores desconocen la situación de esos terceros que han intervenido. En qué situación producen los productos, como han llegado estos hasta sus manos y que canales de distribución han tenido.
Las dos terceras partes del planeta viven en condiciones de vida muy difíciles, que distan mucho de las que nosotros vivimos aquí, pero lo que no saben los consumidores es que de esos países tercermundistas proviene la mayor parte de lo que consumen.
Concepto: Es un concepto que defiende que los seres humanos deben cambiar sus hábitos de consumo ajustándolos a sus necesidades reales y a las del planeta, y escogiendo opciones que favorezcan el medio ambiente y la igualdad social.
Vivimos en una sociedad que favorece el consumismo. Nos hemos acostumbrado a usar y tirar. La publicidad nos bombardea con anuncios cuyo objetivo es hacernos engranajes de un sistema que reduce a las personas al papel de consumidores sumisos.
¿Qué es ser un consumidor responsable? Un consumo consciente y responsable, orientado al fomento de actividades satisfactorias para la naturaleza y las personas es una gran contribución y un decisivo instrumento de presión frente al mercado.
Un consumidor responsable como a una persona informada y consciente de sus hábitos de consumo. Además de conocer y exigir sus derechos como consumidor, busca la opción de consumo con el menor impacto negativo posible sobre el medio ambiente y con un efecto positivo en la sociedad. Esta manera responsable de consumir se traduce en muchos pequeños actos y decisiones diarias.
Si bien el concepto de consumo responsable es amplio, podemos concebirlo en tres aspectos: ético, ecológico y solidario.
Consumo Ético: Se refiere a las condiciones medioambientales en las que un producto se elaboró y cuáles son sus consecuencias sobre el entorno. Es importante revisar las etiquetas de los productos que vamos a consumir, para seleccionar aquellos que menos deterioren el ambiente.
Consumo Ecológico: Incluye las tres erres del movimiento ecologista: reducir, reutilizar y reciclar, también aquellos elementos esenciales como la agricultura y la ganadería ecológicas, entre otras formas de producción; ya que ha sido destruido el valioso y sencillo modelo campesino basado en una producción diversificada sin perjudicar al ecosistema. Con el desarrollo industrial las poblaciones humanas se concentran en grandes ciudades donde se pierde la relación con el medio físico y los recursos naturales.
Consumo Solidario: Impulsa el comercio justo, considera las condiciones laborales en las que se ha elaborado un producto. Al practicar un consumo solidario somos respetuosos de las personas y del entorno. Se debe tener presente, sólo consumir lo necesario, pues el consumo compulsivo de recursos es la causa principal de la degradación del ambiente.
Tipos de conducta responsable de los consumidores:
Compra positiva: Se deciden comprar ciertos bienes y servicios de acuerdo a las consideraciones sociales.
Boicot: Acción de consumo semi organizada, que consiste en expresar las preocupaciones sociales evitando ciertas acciones o negándose a comprar un producto específico.
Simplicidad voluntaria o ética: Consumidores que deciden reducir su consumo y adoptar un estilo de vida más simple. Se ha descrito como una toma de control de la vida propia.
Movimiento de ecogastronomía: Dar apoyo a la agricultura local para salvar la tradición del cultivo de los alimentos.
Evolución del movimiento de consumidores responsables:
La conducta del consumidor responsable no es un fenómeno reciente, sino que hace décadas que se inició mediante los ecologistas. Sí que es cierto que en las últimas dos décadas ha habido un incremento importante. Las condiciones que han favorecido este crecimiento se pueden resumir en:
La globalización de los mercados y el debilitamiento de los gobiernos locales.
La aparición de empresas multinacionales.
La aparición de grupos de presión sobre cuestiones concretas
Los rápidos avances tecnológicos.
El incremento de poder de los consumidores.
El movimiento por la responsabilidad social de las empresas.
También podemos decir que se ha producido por las nuevas condiciones de consumo:
Los consumidores responsables son una consecuencia del nuevo paradigma de consumo.
El concepto del consumidor postmoderno: compran productos para diferenciarse del resto.
La conducta de los consumidores responsables está relacionada estrechamente con la reafirmación de la identidad propia de los consumidores.
La sociedad del riesgo: el consumidor responsable se considera una reacción a la exposición creciente a peligros globales imprevisibles. Por ejemplo, el deterioro de la capa de ozono o el cambio climático
Puntos a tener en cuenta sobre el consumo responsable:
Considerar el impacto ambiental desde el punto de vista del ciclo de vida del producto a comprar, valorando los procesos de producción, transporte, distribución, consumo y residuos que deja el producto.
Determinar la huella ecológica que determinado estilo de vida y consumismo producen.
Determinar qué empresas, productos y servicios, respetan el medio ambiente y los derechos humanos para preferirlos frente a otros que no cumplan con los citados requisitos.
Plantear el tipo de comercio que se desea favorecer.
Asegurar la calidad de lo comprado.
Al ser nosotros unos consumistas irresponsables prácticamente nos estamos convirtiendo en consumistas que atentamos contra la naturaleza; el consumo desmedido de recursos de la población que habita la Tierra causa la mayor destrucción de ésta. El estilo de vida propio de las grandes ciudades, se ha convertido en la segunda causa, después del rápido crecimiento de la población, que contribuye al desequilibrio ecológico del planeta.
Causas: La falta de identidad de cada una de las personas al no conocer sus necesidades esenciales, y por no estar claro en relación a las necesidades de los más cercanos a cada uno; factores influyentes como: la imitación de personajes de televisión u otros arquetipo, que generan un ídolo a seguir.- Dichos ídolos inducen a las personas con una falta de Identidad personal a consumir ciertos productos innecesarios, como consecuencia: generación de necesidades infinitas que no pueden suplirse, la no felicidad. El consumismo se ve incentivado principalmente por:
La publicidad, que en algunas ocasiones consigue convencer al público de que un gasto es necesario cuando antes se consideraba un lujo.
La predisposición de usar y tirar muchos productos, sin tener en cuenta el daño que esto puede hacer ecológica y económicamente.
La baja calidad de muchos productos, que conllevan un período de vida relativamente bajo (obsolescencia programada), los cuales son atractivos por su bajo costo, pero a largo plazo salen más caros y son más dañinos para el medio ambiente.
Algunas patologías como obesidad o depresión que nos hacen creer más fácilmente en la publicidad engañosa, creyendo con esto que podemos resolver nuestro problema consumiendo indiscriminadamente alimentos, bebidas, artículos milagrosos u otro tipo de productos.
El desecho inadecuado de objetos que pueden ser reutilizados o reciclados, ya sea por nosotros o por otros.
La cultura y la presión social.
Consecuencias:
Global: Es dañino para el equilibrio ecológico en su totalidad ya que actualmente existen muchos problemas relacionados con el excesivo consumo de recursos naturales que se hace a nivel mundial así como el que los procesos de producción en su gran mayoría generan contaminación.
Regional: La preferencia de productos innecesarios o fácilmente sustituibles de una población que son producidos en otra región ayuda a desequilibrar la balanza comercial entre las regiones.
Social: Frecuentemente se ayuda a la mala distribución de la riqueza, ya que los consumidores son por lo general de un nivel socioeconómico inferior que los dueños de las compañías generadoras de los productos objetos de consumismo.
Familiar: Al caer en el consumismo aumentamos nuestros gastos de forma innecesaria comprando cosas que pudiéramos evitar o reducir como productos cuya publicidad promete milagros, productos de vida útil baja o productos sustitutos de otros naturales.
Personal: Diversas opciones consumistas son menos saludables que las que no lo son. Por ejemplo, hacerse un zumo de naranja en casa en lugar de comprar uno empaquetado que además de contener conservante, viene con envases que acaban en la basura inorgánica.
Factores que influyen el comportamiento del consumidor
El comportamiento del consumidor se refiere a la observación y estudio de los procesos mentales y psicológicos que suceden en la mente de un comprador cuando éste elige un producto y no otro, con la finalidad de comprender el motivo por el que sucede de esa manera.
La primera etapa de la compra siempre inicia cuando el consumidor identifica el bien, sea éste un producto o un servicio, que necesita y luego lo selecciona con el ánimo de satisfacer aquella necesidad. Este binomio necesidad-satisfacción subyace a todo el proceso de decisión y acción de compra y las dinámicas de psicología de consumo.
Al seleccionar el producto, el individuo estima la cantidad que está dispuesto a gastar por el mismo. Justo antes de la compra del bien el consumidor analiza los diferentes precios de la gama de ofertas entre las cuales puede seleccionar y satisfacer su necesidad. Además del precio, existen otros factores relevantes que influyen en la elección de los consumidores:
1. Cultura: Es el modo de vida de una comunidad o grupo. Con el fin de encajar en un grupo cultural, un consumidor debe seguir las normas culturales que se encuentran formalmente manifiestas y aquellas que son tácitas.
Por poner un ejemplo, para encajar en una comunidad islámica el sujeto no puede consumir carne de cerdo. Por otra parte, entre los jóvenes de cualquier comunidad se espera que alguien que quiera integrar el grupo vista como ellos.
En otras palabras, las normas culturales definen lo que un consumidor puede o no puede comprar.
2. Estilo de vida: El estilo de vida de cada persona generalmente es determinado por su cantidad de ingresos monetarios. Si un sujeto tiene ingresos altos, se espera que mantenga un estilo de vida relativamente determinado.
La influencia del estilo de vida en el comportamiento del consumidor determina sin mediación el hecho de que si la persona tiene menores ingresos que otras, no tendrá acceso a ciertos productos y servicios que se encuentran por encima de su escala socioeconómica.
Aquellos que tienen altos ingresos usualmente experimentan que descienden en su nivel socioeconómico al consumir bienes de bajo precio. El efecto contrario también sucede: cuando un consumidor de ingresos medios alguna vez adquiere un producto o servicio de mayor valor económico percibe que sube en su escala socioeconómica.
3. Motivación: Esta es la variable que impulsa a una persona a considerar una necesidad más importante que otra. En congruencia con ello, la necesidad más importante exige ser satisfecha en primer lugar.
La motivación es una dinámica compleja alimentada por diferentes necesidades de naturaleza fisiológica, biológica y social. Por ejemplo cuando un individuo se halla motivado por la necesidad de sentirse seguro, por lo general va a comprar productos o servicios que se encuentren alineados con dicha esta necesidad, tanto en el plano funcional (objetivo) como perceptual (subjetivo, por ejemplo el posicionamiento de la marca).
4. Personalidad: La personalidad es un conjunto de variables que están profundamente engastados en la mente de una persona. La personalidad difiere de persona a persona, ciertos casos de forma notable, y también se ve influenciada por factores externos como el lugar en que se encuentra la persona o la hora del día.
La personalidad determina lo que uno comerá, va a vestir, lo que va a estudiar, con lo que se aseará y lo que mirará en los puntos de venta. En definitiva, la personalidad tiene un fuerte impacto en todos los procesos de toma de decisión, fundamentalmente porque se encuentra vinculada con el sistema actitudinal o de creencias de las personas hacia los diferentes productos.
5. Edad: Este favor influye en el comportamiento de los consumidores de una manera bastante directa. Por ejemplo, las necesidades de un niño de 6 años claramente no son similares a las de un adolescente: las necesidades de los consumidores son básicas en la infancia pero se tornan más complejas en la adolescencia y juventud.
Este proceso continua su articulación conforme avanza la edad del individuo. Las necesidades psicológicas de las personas en diferentes grupos etarios difieren unas de otras, motivo que explica los cambios en el comportamiento del consumidor con el paso del tiempo. Es interesante observar que en la vejez las necesidades de los consumidores suelen volver a una naturaleza más básica.
6. Percepción: La percepción es la opinión prevaleciente popular acerca de un producto o servicio en un momento determinado. Por ese motivo es que las percepciones son susceptibles a cambiar con el tiempo. Al ser un constructo mental fuertemente subjetivo, los consumidores pueden tener la misma necesidad, pero comprar marcas totalmente distintas debido a su sistema perceptual.
La percepción es una variable influenciada por estímulos externos como los comentarios de otras personas o las comunicaciones de marketing, sean publicitarias o de relaciones públicas. Estos factores participan en el proceso de moldear la percepción y sistema de creencias y actitudes de las personas referidas a las marcas.
¿En qué perjudica a la Tierra y a nosotros el de ser consumidores sin control?
Nosotros seguimos consumiendo, comprando y tirando es un ciclo ya usado por todos los humanos, pero este ciclo de usar y tirar no es solo cosa de nosotros pues a pesar de este problema seguimos consumiendo y tirando a cada rato pues cada vez que compramos más nos dura menos. Nuestra tierra nos produce los recursos naturales para producir nuestra necesidades pues claro si seguimos produciendo de una manera excesiva y sin medir las consecuencias terminaremos acabando nuestros recursos, además los métodos para conseguirlo hace que contaminemos el aire, los ríos, los suelos y los mares, estropeando así nuestro medio ambiente. Pero la tierra no es la única perjudicada sino también las personas, para conseguir que se compre los productos se bajan los precios y para poder hacerlo se reduce los costos de fabricación por eso muchas cosas que compramos no se hacen aquí garantizando unas condiciones dignas de trabajo sino en regiones empobrecidas vulnerando así sus derechos.
¿Y qué ocurre cuando las cosas ya nos no sirven y lo desechamos?
Pero como son tantos los productos que mandamos a la basura diariamente el medio ambiente y las personas de los países empobrecidos también sufren nuestros desechos , la tierra porque tiene que asimilar más basura de la que puede procesar y las personas menos favorecidas, porque sus regiones son las elegidas para dejar toneladas de materiales inservibles.
¿Qué nos depara el futuro si seguimos consumiendo irresponsablemente?
Un consumo irresponsable conlleva una mayor cantidad de basura y de contaminantes que como ya estamos viendo están causando el llamado Cambio Climático, que trae consigo:
Un aumento de temperatura. El cual ya estamos notando cada verano, en los que hay días que no podemos salir ni a la calle y esto ira cada vez a peor. De los 10 años más calurosos que se han podido medir todos ellos están incluidos en los últimos catorce años y el más caluroso fue el 2005.
Un aumento de la magnitud de ciertos fenómenos atmosféricos tales como huracanes, tornados, tsunamis.
Debido al aumento de temperatura el ártico está experimentando un deshielo constante y si llegara a desaparecer provocaría un aumento del nivel del mar y se inundarían gran parte de los continentes.
La mayoría de los seres vivos desaparecerían con el aumento de la temperatura y del nivel del mar ya no pueden adaptarse a estos cambios pues están sucediendo demasiado rápidos y lo mismo pasara con nosotros los seres humanos.
Sequías extremas
Qué lo aumentan:
A nivel doméstico
Consumir productos de un solo uso o de un número pequeño de usos en lugar de productos más duraderos. Ejemplos: envases no reciclables en lugar de reciclables, maquinillas desechables en lugar de una de navajas intercambiables, bolsas de plástico de supermercado en lugar de bolsas resistentes y cámaras fotográficas desechables en lugar de una convencional. También puede incluirse aquí el consumo de productos de baja calidad que duran menos que otros de mayor calidad.
Consumir productos que generan grandes cantidades de residuos, en particular, plásticos y otros residuos no biodegradables. Por ejemplo, consumir botellas pequeñas de agua mineral en lugar de botellas de mayor tamaño o agua de grifo.
La cantidad de basura inorgánica que generamos es notablemente superior a la cantidad de basura orgánica.
Otra característica de las personas actuales es el consumismo, cuando el dinero domina a estas, la ciudad se convierte en un gran mercado y su habitante en un ser productor y consumidor/a.
Qué lo reducen:
A nivel doméstico
Comprar objetos de segunda mano.
Considerar diversas causas en un producto antes de su adquisición, como son su impacto en la salud, en el ecosistema y en la economía local y personal. También el motivo que hace requerirlo, si es una necesidad concreta o creada artificialmente por medio de la publicidad o la moda.
El consumismo es un problema común en las sociedades capitalistas, que surge como resultado de la primacía de la demanda sobre la oferta (impulsada en gran medida por la publicidad) y la consiguiente valoración de lo material como superior a lo trascendental. Las personas empiezan a considerar que valen por los bienes materiales que poseen y, de igual manera, valoran al resto en función a lo que tienen. Por ello, el trabajo se vuelve objetivo y se realiza con el único fin de ganar dinero para poder comprar más cosas. Todo esto desvirtúa a la sociedad, ya que lo más importante debería ser cultivar las dimensiones culturales y valorar a las personas por su calidad innata de personas, sin importar cuánto tienen.
Con el fin de lograr un mayor entendimiento del tema, a continuación se hará hincapié en la distinción entre consumo y consumismo, se hablará de los efectos de la publicidad en el consumo y, dado que el presente trabajo tiene un enfoque en Lima, se hará una caracterización del consumidor limeño. Finalmente, se hará un breve análisis situacional y se concluirá presentando posibles alternativas de solución o apaleamiento al problema en cuestión.
Consumo vs consumismo:
El concepto de consumo puede ser visto desde dos enfoques: Económico y Antropológico, ambos interactúan en sus aportes. De acuerdo al enfoque económico, el consumo es considerado como uno de los componentes más importantes y dinamizantes del Producto Bruto Interno de una Economía, por lo que es un indicador de sumo interés. La teoría microeconómica, que estudia el comportamiento a nivel de familias, establece que el consumo es representado por el "valor de mercado de todos los bienes y servicios, incluyendo productos durables adquiridos por un hogar".
Por otro lado, la antropología considera que el consumo es una práctica inherente al ser humano, no atada a la historia ni a la época[2]. Es pues un medio de satisfacción de las necesidades, no necesariamente básicas. Estas necesidades asociadas a la naturaleza intrínseca humana pueden caracterizarse en tres grandes grupos:
Necesidades de supervivencia material: en las que el hombre busca adueñarse de la naturaleza e imponer el desarrollo tecnológico para su satisfacción.
Necesidades sociales o de convivencia: el hombre es un ser social que busca desarrollarse dentro de una comunidad y el consumo no es ajeno a ello.
Necesidades de auto realización: búsqueda del sentido de la vida, desarrollando sistemas científico-filosóficos, religiosos o artísticos. Fuera de estas necesidades fundamentales del ser humano se encuentran los deseos subjetivos de cada persona. Estos son impulsos generados por preferencias individuales que reflejan los gustos personales, y que también se realizan a través del consumo. Entonces, el consumo no se reduce solamente a satisfacer necesidades básicas, sino también depende de preferencias subjetivas.
Cuando el vínculo racional entre el bien consumido y su necesidad se desvirtúa, la satisfacción de las necesidades es cada vez menor, derivando en una adquisición cada vez mayor del bien para suplir la necesidad insatisfecha.
Así, se genera una adicción al consumo, denominada consumismo. Esta patología del consumo suele estar presente en economías desarrolladas, donde el consumo es masivo y poco sopesado. En este contexto se produce una alteración de los deseos de las personas, que desvían el consumo de las necesidades fundamentales y entran en un círculo vicioso de generación de falsas necesidades que nunca serán satisfechas de manera plena. Esta reconvención de los deseos termina por convertirse en un fenómeno social, que es alimentado por la publicidad de las principales marcas y por el mercado en sí mismo.
Los incentivos mediáticos y sociales fomentan la elección del consumidor basada en sobrecarga de información y en falta de imaginación, generando tendencias de consumo. El consumismo promueve constantemente la insatisfacción de los consumidores, quienes buscan tener más para mostrar mayor estatus, dejando de lado la verdadera motivación del consumo: consumir para vivir (No vivir para consumir).
Efectos de la publicidad en el consumo
La publicidad hoy en día aprovecha la gran importancia que la sociedad actual, fijada en un paradigma moderno, le da al nivel de consumo de las personas. Su objetivo es aumentar los beneficios de las empresas productoras de bienes y servicios a través de un aumento en el consumo. El problema radica en que, cuando el objeto final de las empresas es obtener beneficios sin importar el respeto por la dignidad de las personas, las estrategias de marketing tendrán un mensaje desvirtuador de la dignidad humana. Si a las empresas sólo les importa el resultado, los directivos no tendrán reparo moral en preguntarse:" ¿No será que es más rentable cambiar la mentalidad del consumidor que cambiar las características de nuestro producto?". La publicidad funciona entonces como un amplificador del errado paradigma que la genera, siendo parte importante del círculo vicioso que representa el consumismo. En una sociedad donde confluyen muchas personas con diferentes características, la publicidad es capaz de llegar a todas por la masiva difusión de los medios de comunicación. Esto puede traer problemas pues, la publicidad masiva puede influenciar fuertemente a las personas, incluso a aquellas que legalmente no deberían verse influenciados por ella. Diversos estudios muestran que la publicidad tiene un fuerte impacto en la capacidad de reconocimiento de las marcas, y ello tiene consecuencias serias. Por ejemplo, un estudio realizado en España concluye que el reconocimiento de las marcas de bebidas alcohólicas se asocia con una mayor frecuencia, cantidad, intención y exposición excesiva al consumo de bebidas alcohólicas entre los adolescentes. En una ciudad como Lima Metropolitana, la exposición a la publicidad es masiva y tiene un fuerte impacto en la memoria inmediata del consumidor. Una indagación acerca de cuánto invierten las empresas más grandes en publicidad, su impacto en las ventas y en la memoria de los consumidores advierte lo siguiente:
El consumidor limeño está fuertemente influenciado por la voraz carga publicitaria en diversos medios de comunicación, publicidades estáticas, internet, etc.
La tendencia indica que la publicidad seguirá aumentando los próximos años, sobre todo con el mayor acceso a estos medios.
Es posible afirmar que las empresas más grandes (por su ejercicio económico o su buena publicidad) se ven en la necesidad de hacer inversiones cada vez más fuertes en publicidad para mantener sus márgenes de competencia.
En una sociedad como la limeña, donde están aglomeradas las empresas más grandes del Perú y la vasta mayoría de la demanda por bienes de consumo, y donde hay altos índices de influencia de la publicidad, es difícil pensar que la publicidad vaya a disminuir en el corto y mediano plazo. Mientras las empresas sigan expandiéndose, la publicidad cada vez tendrá más influencia sobre el consumo de las personas.
El consumidor limeño:
Los continuos años de crecimiento de la economía peruana han causado una mejora en el nivel de ingresos y por ende en el consumo a nivel nacional, especialmente en Lima, donde vive un tercio de la población. Así, cada día se habla más de la "nueva Lima" o de la "nueva clase media limeña", producto no sólo del desarrollo económico sino también del demográfico, caracterizado por la migración de la sierra a la costa, en especial a la capital.
La migración inició hace unos 70 años por la búsqueda de un mayor desarrollo, pero se intensificó en los años 70 por la reforma agraria y en los 80 por el terrorismo. Los inmigrantes encontraron, en una Lima con una clase media venida a menos, oportunidades de desarrollo que han sabido aprovechar por tres generaciones. Actualmente, alrededor de cinco millones de limeños pertenece a la tercera generación de descendientes de los primeros migrantes.
Este cambio sociodemográfico ha desfasado el concepto de sociedad piramidal, dando lugar a una sociedad donde la mayor parte de la población pertenece a la clase media y las minorías constituyen grupos de extrema pobreza o riqueza. Este cambio es importante porque rompe un parámetro de posicionamiento y mercadeo a nivel de todas las empresas comerciales. Por ejemplo, actualmente se ve que los centros comerciales y tiendas por departamento en Lima Norte, Sur y Este tienen mayores niveles de venta que las tiendas en Lima tradicional.
Se suele relacionar la aparente riqueza de los individuos con el nivel de ingresos que reciben; sin embargo, es necesario tomar en cuenta los ingresos relativos, pues los costos de vida en los diferentes lugares varían. Las diferencias en los costos de vida hacen que los hábitos de consumo se parezcan mucho entre los diferentes lugares.
Análisis situacional y alternativas de solución:
Los agentes involucrados en el problema del consumismo abarcan todo el aspecto de la sociedad, ya que son los consumidores, las empresas productoras o comerciales y publicitarias, los bancos, las instituciones vinculadas a los medios de comunicación, las entidades educativas, la Iglesia y el gobierno. Sin embargo, se considera que los principales responsables son las empresas, tanto productoras como publicitarias, ya que configuran la oferta; los consumidores, que determinan la demanda y, por último, los bancos que funcionan como intermediarios y fomentan el consumismo. Mientras que el gobierno, la iglesia y las entidades educativas y mediáticas son vistas como agentes secundarios con un rol más complementario, enfocado en la formación y protección de las personas. Para poder plantear posibles alternativas de solución al problema, es importante saber por qué los agentes están actuando incentivando el consumo excesivo. En el caso de las empresas y bancos, el por qué radica en dos factores. En primer lugar, algunas empresas no tienen la capacidad o la formación para notar que necesitan un cambio en su enfoque y, si lo saben, no tienen las herramientas para reformar su estructura funcional en aras a la creación de productos más durables y con el objetivo de solucionar problemas. En segundo lugar, y probablemente más común, las empresas saben que están impulsando el consumismo pero no tienen la intención de cambiar la tendencia porque le dan mayor importancia a la maximización de beneficios (relacionados comúnmente con cantidad vendida).
Por el lado de los consumidores, el por qué se trata de un "no poder". Es muy difícil combatir tanta presión mediática y social. Requiere de muchas virtudes y la línea entre ser consumidor y ser consumista es muy borrosa.
En base a ello, se plantean diversas alternativas de solución, como:
Un plan de concientización a largo plazo.
Plan de incentivos para promover el voluntariado social.
Lograr que haya un cambio de enfoque estructural en el diseño de los planes empresariales.
Regular el sistema crediticio, de manera que haya mayor discriminación en la concesión de créditos y en las facilidades que se dan.
Tras evaluar estas opciones en función al grado de eficacia, eficiencia y consistencia que tendrían, se piensa que la mejor alternativa sería lograr impulsar un cambio en la estructura de las empresas, de manera que le den mayor importancia al enfoque antropológico y noten que es el más beneficioso para la sociedad y rentable para ellos, rompiendo las creencias de que las empresas con enfoque social actúan como beneficencias y están destinadas a quebrar. Paralelamente, se considera que se podrían llevar a cabo medidas de concientización y promoción de voluntariados sociales, ya que son fáciles de organizar y pueden motivar el cambio de prioridades en las personas o generar más conciencia, afectando sus patrones de consumo. A modo de conclusión, cabe señalar que el consumismo, como todo problema social, se origina principalmente en la moralidad de las personas y en el sentido que cada una le encuentra a su vida. Es por ello que se deben buscar soluciones integrales y que traten de llegar a lo trascendental del ser humano. Para ello, no bastará con medidas estatales; sino con el contacto humano y con un cambio de conciencia social, donde cada uno empiece a valorar a los demás por ser hermanos en Dios y no por los bienes materiales que cada uno pueda o no tener.
Las principales tendencias de consumo de los limeños, según CCR:
Servicios y alimentación son las principales categorías. La alimentación es en lo que más gastan los limeños, después se gasta en servicios y luego en educación, según el estudio de CCR.
Consejos para un uso responsable
Antes de comprar algo, reflexiona detenidamente si realmente se necesita comprarlo o si sólo te estás guiando por la publicidad.
Si te decides a comprar algo, averigua de qué materia prima se fabrica, de qué manera su proceso de manufacturación impacta al medio ambiente y si genera algún daño o injusticia social.
También considera qué impacto al medio ambiente y al entorno social tiene el uso de lo que piensas comprar.
Cada vez que compres algo, debes considerar también el impacto causado por los residuos y la basura que genera.
Evita los productos de "usar y tirar", si no son estrictamente necesarios.
Rechaza las bolsas de plástico que dan en supermercados y comercios. Si puedes, al hacer la compra, lleva tus propias bolsas de tela, de papel, de cartón o, incluso, las de plástico usadas anteriormente hasta que sean inservibles.
Compra el contenido y no el envase. Muchas veces se paga más por todo lo que implica la fabricación y la eliminación de los envoltorios, que se tiran directamente a la basura, que por el contenido.
Recicla antes que comprar, muchas de las cosas que están para tirar pueden volver a utilizarse de otras maneras y formas ¡¡usa tu imaginación!!
Evita las latas y los productos muy envasados. Las fiambreras y los tarros de cristal son una forma más ecológica que guardar los alimentos en plástico y aluminio.
Dar prioridad a productos con envases retornables o reutilizables.
Si utilizas artículos desechables, que sean de materiales computables, biodegradables o, en todo caso, reciclables. Por ejemplo platos, vasos, cubiertos, bolsas, bolígrafos desechables de materiales computables, como bioplásticos en lugar de plásticos.
¿Cómo convertirse en un consumidor inteligente?
Muchas personas tienden a hacerlo de manera desordenada; algunas lo derrochan sin control cuando encuentran grandes ofertas, creyendo que comprar bajo este esquema está ahorrando ; otras simplemente se basan en antojos y lo van gastando poco a poco.
El consumismo y los métodos publicitariosNuestra sociedad, por su propia naturaleza, es altamente consumista. Está inmersa en una economía de mercado, en donde las empresas no pueden sobrevivir si no son capaces de vender su producto .
Lo anterior ha provocado un desarrollo acelerado de los métodos publicitarios, que toman estudios mercadológicos, psicológicos y sociológicos para promover una gran variedad de productos, servicios y personalidades políticas, lo que provoca que el gran público los desee, los acepte y los compre, aunque en muchas ocasiones no los necesite.
Compras inteligentes: Por razones como la anterior, hoy más que nunca, debemos tratar de convertirnos en consumidores inteligentes; ello significa comprar de la mejor manera posible para que podamos tener más y mejores cosas en nuestro presente, y alcanzar nuestros objetivos futuros, de acuerdo con nuestro nivel de ingresos.
Para convertirse en un consumidor inteligente, contrario a lo que muchos piensan, no se requiere de mucho tiempo ni esfuerzo. Hoy en día Internet nos permite buscar, comparar y ubicar la mejor oferta del mercado sin tener que salir de casa; sin embargo, tenemos que tener siempre presente que nunca hay que valorar el precio en sí mismo, sino la relación precio–calidad de lo que se nos ofrece.
Ser consumidor inteligente también significa tener prioridades muy claras y ejercer nuestro consumo en concordancia con ellas, conocer nuestros hábitos de consumo y tomarlos en cuenta a la hora de presupuestar, recordando que no se trata de limitarnos, sino de dirigir nuestro dinero a aquellas cosas que verdaderamente queremos lograr o necesitamos.
Por ello es que lo más recomendable es llevar un registro de gasto (puede ser en una libreta o en alguna de las muchas aplicaciones que existen para nuestro Smartphone). Yo utilizo el software You Need a Budget, que también tiene una aplicación móvil, porque es la solución que me funciona.
Tener un registro de nuestros gastos nos permite saber en qué gastamos nuestro dinero, pero más allá de eso, nos facilita el trabajo de hacer un presupuesto con una metodología que funciona realmente (de la que ya he hablado en este espacio y que volveré a ilustrar pronto). La idea no es necesariamente apegarnos al pie de la letra, sino utilizarlo como una herramienta para tomar decisiones.
Para contemplar gastos irregulares sin que nos lleguen de sorpresa, planear compras mayores o simplemente para decidir qué tenemos que sacrificar para comprar algún artículo que está en oferta.
Una buena planeación es igual a ahorro Con una buena planeación podemos obtener ahorros importantes. Por ejemplo, sabemos que los juguetes siempre se ponen en oferta justo después de las fiestas navideñas, cuando termina la temporada alta. Se pueden obtener extraordinarias ofertas al viajar si se hace la planeación y la compra con bastante anticipación, o si se viaja fuera de la temporada alta.
Por otro lado, podemos aprovechar mejor nuestro dinero si nos damos cuenta de qué tanto de nuestro dinero se nos va en cosas pequeñas, como por ejemplo cuanto gastamos en ir por el café o por la torta cada mañana a la tienda de la esquina.
Puede ser una cantidad grande que podríamos destinar hacia otras cosas que sean más importantes para nosotros. Saberlo es lo que nos permite tomar la mejor decisión para nosotros.
Razones para promover el consumo responsable:
Hay muchas razones por las que deberíamos impulsar el consumo responsable, como:
Solidaridad y respeto hacia todas las personas implicadas en los procesos de producción de los productos o la prestación de servicios que disfrutamos. No solo debemos preguntarnos qué efecto tiene mi consumo en mí, sino también qué efecto tiene en los demás.
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