La formación de valores en el nuevo profesional de estos tiempos (página 2)
Enviado por Tania Mesa Jaramillo
Las HABILIDADES Y ACTITUDES a desarrollar en los estudiantes universitarios con un enfoque y actuación sustentado en VALORES son:
Examinar los procesos con un enfoque cultural, socio – político – económico y tecnológico sustentado en la primacía de los intereses sociales y nacionales sobre los particulares y con actuaciones éticas y morales propias de un estudiante universitario comprometido con su patria.
Aplicar en su práctica profesional con el cumplimiento riguroso de las legislaciones, normas y código de conducta a la hora de enfrentarse a las situaciones de la vida cotidiana.
Interpretar y aplicar las técnicas y tecnologías más adecuadas en las condiciones cubanas a la proyección y explotación de la dirección de los procesos que contribuyan a mantener y desarrollar eficiencia del proceso y garantía de la competitividad de la organización, contribuyendo en su proyección y explotación al desarrollo sustentable de nuestra educación.
Diseñar soluciones con rigor científico que demuestren su capacidad de razonamiento y creatividad.
Desarrollar las habilidades para la autosuperación y desarrollo profesional de forma independiente.
Resolver las tareas y obligaciones de la defensa que se vinculan con su profesión y como ciudadano, contribuyendo al fortalecimiento defensivo del país.
El sistema de valores para este profesional es:
Dignidad
Patriotismo
Honestidad
Solidaridad
Responsabilidad
Humanismo
Laboriosidad
Honradez
Justicia
Se hace necesario trabajar con el valor de dignidad que tiene la capacidad en el orden axiológico, cognitivo y práctico, de integrar todo el sistema de valores de la Educación cubana para que en el plano metodológico oriente tanto a profesores como a estudiantes a trabajar para alcanzar la alta aspiración de formar al hombre nuevo del que hablara el Che y Martí nos indicara desde el siglo XIX.
Cuando se hace referencia a la dignidad plena de todas las actividades que enaltecen lo mejor del ser humano, en todas las esferas de su actividad, lo que implica actuar con justeza, con honestidad, con responsabilidad, con humanismo, con solidaridad y con patriotismo y siempre en defensa de la verdad. En fin es la resultante que ha de caracterizar las cualidades de nuestra personalidad, como única e integradora de todos los valores.
A continuación se detallará para cada uno de los valores, los diferentes modos de actuación asociados a este, lo que servirá como guía para realizar el plan de acciones de cada uno de los Proyectos Educativos que se elaboren, debido que a partir de estos modos de actuación se verán las acciones concretas a realizar para alcanzar los valores necesarios para un profesional acorde a las exigencias de nuestra sociedad.
Dignidad: Honrar y defender con su conducta a la Patria y a la Revolución.
Modos de actuación asociados a este valor:
1. Sentirse orgulloso por la defensa de la obra educacional que ha desarrollado la Revolución-
2. Reconocimiento social como fruto de su actuación consecuente en la labor de formación
3. Se valora positivamente su ejemplaridad y liderazgo tanto en el ámbito educacional como en la comunidad,
Patriotismo: Somos conscientes de que la Paria es lo primero, la fidelidad con la Revolución, Fidel y el Partido. Participar en las tareas de la Revolución, ser un antiimperialista e internacionalista consecuente.
Modos de actuación asociados a este valor:
1. Integración a la comunidad educacional, a la Batalla de Ideas.
2. Actuar en correspondencia con los valores genuinos de nuestra historia y extenderlos a toda la sociedad.
3. Defensa de los valores patrios y los principios de la Revolución Socialista.
4. Participación activa en las tareas de la Defensa de la Revolución.
5. Fortalecer la unidad entorno al PCC.
Honestidad: Ser sincero, no ocultar ni tergiversar la verdad. Luchar contra la mentira, el engaño, la demagogia. Repudiar todas las formas de corrupción.
Modos de actuación asociados a este valor:
1. Actuar y combatir las manifestaciones de doble moral, fraude, indisciplina, vicio, delito y corrupción.
2. Ser ejemplo y actuar en correspondencia con los valores reconocidos por la organización.
3. Formar estudiantes íntegros.
4. Ser crítico y autocrítico.
5. Brindar información veraz.
Solidaridad: Sentimiento que impulsa a los hombres a prestarse ayuda mutua.
Subordinar sus intereses personales a los de la humanidad.
Modos de actuación asociados a este valor:
1. Favorecer y apoyar las instituciones de menos desarrollo, reflejado en la distribución de los recursos, formación del personal, participación en proyectos.
2. Participar activamente, con nuestros recursos y conocimientos en proyectos integrados.
3. Lograr la integración y la unidad de acción de la organización para la solución de los problemas.
4. Estar identificados y participar consecuentemente en los Programas de la Revolución.
5. Solidaridad con las personas dentro de las organizaciones.
Responsabilidad: Cumplir con sus deberes y tareas, responder por sus actos y rectificar un mal hecho.
Modos de actuación asociados a este valor:
1. Compromiso, consagración y nivel de respuesta a las tareas asignadas, en un ambiente de colectivismo y sentido de pertenencia.
2. Cumplimiento en tiempo y con calidad de los objetivos y tareas asignadas.
3. Disciplina y respeto de las leyes y normas, lo que se refleja en el respeto a la propiedad social, el cuidado y uso de los recursos, la legalidad socialista, la educación formal y cívica.
4. Rigor, exigencia, evaluación y control sistemático.
5. Somos consecuentes con el espíritu crítico y autocrítico.
6. Comportamiento social ético, caracterizado por la discreción.
7. Somos optimistas, reflejado en la búsqueda de soluciones, creatividad, entusiasmo, persistencia y liderazgo.
Humanismo: Nos identificamos con la historia y mejores tradiciones de la educación cubana, como sus dignos representantes y actuamos como activos promotores de de la vida educacional cubana, científica, económica, política, ideológica y cultural.
Modos de actuación asociados a este valor:
1. Participar sistemáticamente en las actividades que propicien una mayor cultura general integral.
2. Conocimiento y defensa de nuestras tradiciones e historia.
3. Se significa la importancia del hombre en la sociedad en el quehacer cotidiano.
Laboriosidad: Nos esmeramos en el trabajo, en su constancia, disciplina y eficiencia. Concebimos al trabajo la fuente de riqueza , como un deber social y la vía honrada para la realización de los objetivos sociales y personales.
Modos de actuación asociados a este valor:
1. Consagración en la actividad laboral que realiza.
2. Desarrollo con eficiencia y calidad de las responsabilidades laborales que le asignen.
3. Disciplina y organización en el trabajo.
4. Cumplimiento con las normas laborales.
5. Búsqueda de soluciones a los problemas con sentido creativo.
Honradez: No tomar lo que no es suyo, no robar; luchar contra todas las manifestaciones delictivas y de fraude.
Modos de actuación asociados a este valor:
1. Vivir con lo que se recibe sin violar la legalidad ni la moral socialista.
2. Administrar los recursos económicos del país, en cualquiera de sus niveles, de acuerdo a la política económica trazada por el Partido.
3. Velar porque los recursos económicos se destinen hacia su objeto social.
4. Combatir la enajenación de la propiedad social en beneficio de la propiedad individual.
5. Respetar la propiedad personal y social, no robar.
6. Enfrentar las manifestaciones de indisciplina, ilegalidades, fraude y los hechos de corrupción.
Justicia: Nos identificamos con la igualdad social que se expresa en que los seres humanos sean acreedores de los mismos derechos y oportunidades para su desarrollo sin discriminación.
Modos de actuación asociados a este valor:
1. Cumplir y hacer cumplir la legalidad socialista en lo relativo a la justicia.
2. Luchar contra todo tipo de discriminación.
3. Promover en los ámbitos políticos, económicos y sociales la incorporación del ejercicio pleno de la igualdad.
4. Valorar con objetividad los resultados de cualquier actividad laboral y social.
Se han definido un conjunto de acciones, para contribuir a formar cada valor, en cada una de las tres dimensiones (curricular, extensión universitaria y sociopolítica) las que constituyen un marco de referencia, y no un esquema, a la hora de elaborar un plan de acción, pues el Proyecto Educativo debe responder por tanto a las características del colectivo de estudiantes y del año académico.
En la dimensión curricular cada acción se debe asociar con las disciplinas, asignaturas y año académico.
En la dimensión de extensión cada acción se debe asociar con las diferentes entidades, organizaciones, localidades, centros recreativos que se encuentran en el entorno en que se desenvuelve el alumno.
En la dimensión sociopolítica cada acción debe estar asociada al trabajo político que se desarrolla en el entorno de la Universidad y del centro al que se encuentra vinculado el estudiante.
Se ha tratado de encontrar vías para sin dejar de instruir, educar, ver la educación como un proceso complejo de transmisión y formación de ideales y normas de conducta. Indiscutiblemente los profesores están llamados a asumir este reto porque como dijera Fidel "Los maestros son la clave… el ejército en el campo de batalla de la formación de valores".
De esta forma queda evidenciado una vez más, cómo los valores regulan la actuación del sujeto a partir del diagnóstico de un enfoque clínico, en virtud del cual es posible profundizar en el conocimiento del contenido y funcionamiento de los valores en un estudiante universitario a través de un estudio intensivo de su actuación sobre la base de un sistema de técnicas.
En virtud del enfoque clínico al diagnóstico se llega a través de la integración de la información obtenida en las diferentes técnicas que exploran la expresión de los valores del sujeto en los dos planos de su actuación.
Momentos del diagnóstico.
El diagnóstico comprende cuatro momentos esenciales:
Momento conceptual
Momento operacional
Momento exploratorio
Momento evaluativo y de pronóstico
Momento conceptual.
Siguiendo el principio de la necesaria unidad de lo teórico y lo metodológico en el diagnóstico es obvio que el primer momento del mismo responda a la interrogante ¿Qué diagnosticar?
Es en este momento inicial que debemos definir nuestros conceptos, según la posición teórica que asumimos:
Una vez que hemos planteado nuestras definiciones conceptuales relativas al fenómeno que vamos a diagnosticar pasamos al segundo momento, el momento operacional.
Momento operacional.
Este es el momento que responde a la interrogante ¿cómo diagnosticar?
Sobre la base de las definiciones conceptuales establecemos las definiciones operacionales que nos guiarán en la búsqueda de recursos metodológicos para la exploración del fenómeno objeto de estudio.
Es en este momento, por tanto, que a partir de la definición de los indicadores de los valores seleccionamos o elaboramos las técnicas que nos permitirán explorar su expresión en ambos planos de la actuación del sujeto, establecemos el orden y condiciones necesarias para la aplicación de las técnicas.
Es preciso destacar que en el estudio de los valores como reguladores de la actuación es necesario diferenciar indicadores de contenido y funcionamiento.
El indicador de contenido se refiere a la definición misma del valor, es decir a su significación social y cómo ésta es reproducida por el sujeto. El indicador de contenido se expresa a través del conocimiento que tiene el sujeto del valor en cuestión.
En el diagnóstico de los valores es necesario determinar en qué medida el sujeto conoce el valor en cuestión, nadie puede regular su actuación por algo que no conoce, en este sentido, por ejemplo, si pretendemos formar en el estudiante universitario la responsabilidad como valor profesional, en primer lugar el estudiante tiene que conocer qué significa ser responsable.
Momento exploratorio.
Este es el momento de la aplicación de las técnicas para el diagnóstico.
Entre las técnicas utilizadas para explorar la expresión reguladora de los valores en ambos planos de la actuación del sujeto encontramos:
En el plano interno:
La composición.
Los dilemas morales.
El completamiento de frases.
El cuestionario.
En el plano externo:
La observación
Las escalas valorativas.
Las situaciones experimentales.
Es importante tener en cuenta en la aplicación de las técnicas para la exploración de los valores, como en la aplicación de cualquier técnica psicológica, que ésta se realice en condiciones propicias, es decir, en un horario en el que el sujeto disponga del tiempo suficiente para trabajar sin presiones que puedan afectar su productividad, en un local con las condiciones adecuadas en cuanto a espacio, ventilación, de manera que el sujeto se sienta cómodo, y algo que es muy importante es la orientación que ofrecen las personas que aplican las técnicas. Independientemente de que cada técnica es elaborada con las instrucciones necesarias para su ejecución, es necesario que la persona encargada de aplicar las técnicas, ofrezca las orientaciones necesarias con relación a las técnicas en particular y en general, ofrezca una explicación a los sujetos acerca de la importancia de su participación, de su sinceridad en cuanto a sus respuestas y valoraciones , toda vez que la información que ellos aportan resulta de valor para el estudio científico del problema en cuestión. El objetivo esencial de esta orientación general es propiciar un clima afectivo favorable en cuanto a la aplicación de las técnicas, que comprometa al sujeto con su ejecución sin causarle tensiones innecesarias, por supuesto que para ello no siempre es necesario explicar los objetivos específicos que persiguen la aplicación de las técnicas psicológicas en tanto esto afectaría la espontaneidad y sinceridad de los sujetos.
Momento evaluativo y de pronóstico.
Este es el momento de análisis de los resultados obtenidos con la aplicación de las técnicas, es el momento del diagnóstico al cual se llega producto de la integración de la información obtenida en las diferentes técnicas aplicadas.
Como expresamos anteriormente nuestra concepción del diagnóstico implica el conocimiento no sólo de las propiedades sino también de las potencialidades que tiene el sujeto para el desarrollo de sus valores.
Es por ello que al diagnosticar podemos pronosticar las posibilidades de desarrollo de cada sujeto y en el pronóstico incluir las bases para el trabajo de orientación necesario para lograr el desarrollo posible.
Este momento resulta, por tanto, muy importante, ya que constituye el punto de partida para la orientación. Ello corrobora nuestra idea de que el diagnóstico no es un fin en sí mismo sino una premisa necesaria para elaborar sobre bases científicas el trabajo educativo. Sin embargo, por el carácter procesal que tiene el diagnóstico, éste no se limita al momento inicial de una estrategia educativa sino que se expresa durante su desarrollo.
CONCLUSIONES
El plan de acción para la formación de valores requiere flexibilidad para ajustarse a las características de cada estudiante, por lo que tiene un carácter orientador por ser un mecanismo que propicia integrar al universitario y desarrollar en el mismo nuevas habilidades para ser en el futuro profesionales dignos de esta sociedad.
La formación de valores debe abordarse como una concepción que debe estar presente y materializarse en todo el sistema de trabajo y actividades de la Universidad, utilizando como herramienta el Proyecto.
La estrategia educativa ayuda a fortalecer los valores para formar profesionales comprometidos con los problemas sociales que tendrán que enfrentar en el ejercicio de su profesión.
BIBLIOGRAFÍA
1. Labor educativa y político – ideológica con los estudiantes, Editorial Félix Varela, La Habana, 1997
2. Martí en la Universidad, Editorial Felix Varela, La Habana, 1997
3. Orientaciones metodológicas para el desarrollo del programa dirigido a la formación de valores, la disciplina y la responsabilidad ciudadana desde la escuela, MINED.
4. Castro Ruz, F. Intervención en el II Pleno del Comité Nacional de la UJC, La Habana, abril de 1999.
5. Chacón N. Formación de valores morales, PROMEL, Editorial Academia, La Habana, 1990
6. Chacón N. El contenido ético de la educación cubana, la formación de valores morales.
7. García G.¿ Por qué la formación de valores es también un problema pedagógico?, ISPEJV
8. Rosental, M. y P. Iudin. Diccionario filosófico, editora Política, Guantánamo, 1973.
Autor:
Lic. Lisset Navarrete García
Ing. Castor Pacheco Morales
2008
"Año 50 de la Revolución".
EVENTO MUNICIPAL PEDAGOGÍA 2009
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