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Ataques de pánico en relación a la clínica bioenergética y al contexto social actual


    1. Planteo del tema introducción
    2. Caracterización del síndrome, hipótesis a investigar ,cuestionamientos
    3. Trabajo de campo, desarrollo de casos y tratamiento con algunos actings de la clínica bioenergética_ gestalt y terapia floral
    1. INTRODUCCIÓN:

      El tema se me ha venido presentando en la clínica entre los años 90 y 96. Concretamente tomare elementos de trabajo con tres pacientes; con los cuales se pudo llegar a una resolución favorable de la sintomatología y con uno de ellos a una mayor profundización en el proceso terapéutico, pudiéndose acceder a cambios profundos en la estructura de su personalidad. Incluiré algún relato breve de algunas personas que padecen de esta sintomatología.

      La intención del trabajo a desarrollar, sería por un lado constatar algunas hipótesis que se me han ido planteando como posibles condicionantes de dicha sintomatología, así como también una serie de interrogantes a investigar en esta "nueva" patología que el MS IV define y que anteriormente la psiquiatría de H. EY la consideraba dentro del cuadro neurosis de angustia.

      Considero el tema como muy propio de investigar, por el impacto social que puede estar teniendo en estos tiempos.

      Las consultas frecuentes en las emergencias medicas, junto a lo agudo de la sintomatología que plantea serias dificultades en las personas que lo padecen y en su medio familiar inmediato, me hacen pensar en la importancia del abordaje bioenergético como un buen soporte para la elaboración y estabilización de la sintomatología del pánico.

      Según mi punto de vista el pánico incluye una despersonalización de la corporalidad, que la bioenergética puede lograr asentar "enraizar", en su ser corporal escindido A mi criterio mucho más que cualquier psicoterapia de carácter analítico, por lo menos en las primeras etapas agudas donde la sintomatología se presenta como abrumadora e imposibilitante para el/la paciente.

      Esto lo he podido corroborar por lo menos en los tres casos que he atendido en la clínica, donde el simple hecho inicial de contactar con la respiración produce un sentido de soporte interno, desde donde apoyarse hacia una mayor integración en sus crisis.

      Para caracterizar el síndrome me referiré a la definición de las neurosis de angustia desde la clasificación de la Psiquiatría Clásica de Ey; para pasar a la caracterización actual del MS IV dentro de las crisis de ansiedad, incluyendo por último algunos conceptos que extraigo de Lowen; En el intento de entender el cuadro en cierto modo desde un punto de vista histórico y ubicarlo también dentro de la concepción bioenergética en la cual estoy enmarcando el tema.

      Neurosis de angustia seria el cuadro que presenta más símiles con la crisis de pánico actuales.

      Se definen bajo este nombre ( Freud 1895) los comportamientos neuróticos en los que los síntomas más destacados están constituidos por las manifestaciones de una angustia permanente.

      Esta aparece como determinada por el desequilibrio hormononeurovegetativo. Freud las llamaba neurosis actuales entendiendo por ello el que estaban unidas a un substrato orgánico activo. La descripción clínica abarca: en relación a los estados agudos de angustia, estas conductas están compuestas por todos los síntomas de una ansiedad caracterizada desde lo fisiopatologico por un "terreno ansioso" (distonia neurovegetativa y síndromes funcionales diversos) y desde lo psicopatologico, por un perpetuo estado de ansiedad y miedo.

      Las crisis de angustia cuando son importantes tiene lugar el cuadro de acceso de angustia agudo, cuyo cuadro clínico se descompone en elementos somáticos y psíquicos con gran prevalencia de la angustia física.

      Loa elementos somáticos de la crisis: a) síntomas respiratorios, ante todo la disnea

      b) síntomas cardiovasculares ( palpitaciones, taquicardia, arritmia)

      c)síntomas digestivos ( espasmos gástricos e intestinales)

      D)síntomas urinarios e) síntomas neuromusculares f) síntomas sensitivo sensoriales y cutáneos( hiperestesias-parestesias, sudores, zumbidos, cefaleas).

      Los elementos psíquicos: a) Peyoración Imaginaria de la existencia: La angustia crea y mantiene una serie de sentimientos paralizadores y pesimistas.

      b)La espera de un peligro: Inquietud, aprensión, duda, temor, terror, etc.

      C) El desorden, la rebelión del sujeto ante este peligro vago e inminente, que conduce a una incapacidad de ordenar sus percepciones.

      Pasamos ahora a la caracterización desde el MS IV, que describe a las crisis de pánico o ansiedad paroxística aguda como: 1) Un episodio puntual de temor o de malestar.

    2. CARACTERIZACION DEL PANICO-HIPOTESIS A INVESTIGAR-CUESTIONAMIENTOS:
    3. Se inicia bruscamente. 3) Alcanza su máxima intensidad en pocos segundos y dura algunos minutos. 4) Deben hallarse presentes por lo menos cuatro de los síntomas listados acontinuación. , si se presentan menos de cuatro las denominan crisis sintomáticas limitadas.

    Listado de síntomas:

    1. Palpitaciones, sacudidas del corazón o elevación de la frecuencia cardíaca.
    2. Sudoración.
    3. Temblores o sacudidas.
    4. Sensación de ahogo o falta de aliento.
    5. Sensación de atragantarse
    6. Opresión o malestar toráxico.
    7. Nauseas o molestias abdominales
    8. Inestabilidad, mareo o desmayo
    9. Sensación de que el mundo alrededor a cambiado, o es irreal o que la persona se encuentra como separada de si misma.
    10. Miedo a perder el control o volverse loco.
    11. Miedo a morir
    12. Sensación de entumecimiento o hormigueo en diversas partes del cuerpo.
    13. Escalofríos o sofocos.

    Este estado se corresponde con la aparición más o menos repentina, muchas veces sin motivo aparente, de una sensación de miedo intenso acompañado de un importante malestar corporal y esta serie de síntomas que pueden variar entre las diferentes personas.

    Estos síntomas son similares a los que se experimentan en situaciones de susto o amenaza externa y es como si esta respuesta corporal se hubiera hecho muy sensible, saltando la señal de alarma en situaciones normales y no peligrosas.

    Desde el punto de vista bioenergético de Lowen el síndrome de pánico es una enfermedad neurotica reconocida que incluye a personas que no pueden salir solas sin experimentar pánico intenso. Para comprenderlos debemos reconocer que esa persona siente que se encuentra en una situación en la que su vida corre peligro.

    Esa sensación es irracional y debemos presumir que evoca un recuerdo grabado en el cuerpo de una situación de la niñez donde la vida estuvo en peligro.

    Lo más común la no atención de la madre al llanto de su hijo.

    Casi todas las personas tienen un temor al abandono, que procede de experiencias infantiles. En la mayor parte de los casos equivale a un pánico que no se percibe concientemente a causa de que está bloqueado por la rigidez del tórax.

    Restringiendo al mínimo la respiración uno puede mantenerse por encima del sentimiento de pánico. Pero esto corta todo sentimiento y deja al individuo vacío e insatisfecho.

    Lowen habla del miedo como emoción paralizante, sobre todo cuando es muy grande como en el caso del terror. Un organismo aterrorizado se congela y no se mueve, cuando el terror no es tan grande siente pánico y huye, pero el pánico es una reacción histérica ineficaz para afrontar el peligro.

    En cuanto al abandono y el llanto que ocasiono esa falta de madre, puede ocurrir en el niño un estado de pánico, respira con dificultad y no puede recuperar el aire. A fin de salvar su vida el cuerpo corta el llanto conteniendo la respiración para lograr el control; luego se reprime la memoria de esta experiencia aunque el cuerpo no lo olvida.

    Todos los pacientes que han pasado por experiencias infantiles de abandono, necesitan atravesar la barrera que interpone el miedo a la muerte, al descontrol, a la entrega al cuerpo y la disolución de las barreras del yo.

    Lowen se refiere también al bloqueo diafragmático que surge en el pánico cuando una fuerte onda respiratoria no puede pasar libremente al vientre. Se lo impide una contracción en el diafragma que pueda resultar dolorosa y producir nausea.

    Esto se produce cuando la onda rebota en la tensión y sale en dirección contraria hacia arriba.

    Cuando la onda pasa por el diafragma ingresa en el submundo psicológico de oscuridad, esta oscuridad que nos produce temor porque la asociamos con la muerte y con el submundo; la entrega del ego produce temor a muchos que tienen dificultad para "entregarse" tanto el sueño como el amor.

    Creo haber logrado caracterizar el síndrome partiendo desde el punto de vista académico de la psiquiatría clásica, pasando por lo sintomatologíco de la psiquiatría americana MS.IV, y llegando por último a un análisis más fenomenológico histórico corporal dado por la bioenergética desde Lowen.

    Las hipótesis y los cuestionamientos son por supuesto múltiples y variados. Me centrare en algunos puntos.

    Los ataques de pánico corresponden a un cuadro clínico que hace explosión como siendo en parte producto de nuestra sociedad de consumo con la presentación de estímulos masivos, y de la esquizofrenia socio cultural propia de nuestros tiempos; (hecho plausible de producir bloqueos a nivel del primer segmento ocular como sobrecarga en un estado de inundación energética. La invasión de estímulos que produce nuestra sociedad de consumo impide seleccionar o filtrar muchas veces lo que necesitamos) la expansión superficial genera que los ojos estén inundados por una gran sensación de estímulos.

    No intento hacer de esto una metodología de investigación Foucaltiana, sino más que nada un trabajo experimental con datos obtenidos en la clínica, referencias bibliograficas junto a mis planteos e indagaciones con respecto al tema.

    Como segundo planteo estaría entender el cuadro de pánico como una patología que guarda relación con el tiempo y el espacio donde ocurren.

    En el entendido que todos los patrones de conducta neurótica de cada época reflejan siempre la interacción de diferentes fuerzas culturales. Así como en la época de Freud y Reich fue el siglo de la represión sexual, en la actualidad estamos en el siglo del culto al narcisismo, donde vivimos la esquizofrenia y separación de la mente y el cuerpo, el cuerpo sin amor sobrecargado de estímulos e imágenes, acompañado de menor entrega al cuerpo y sus sensaciones (Arqueología del Cuerpo Pág.: 122).

    Estamos frente a un cuerpo menos vivo que cada vez necesita más estímulos. Produciéndose entre otras cosas la desconexión y desarraigo propio del síndrome de pánico. Carga sin descarga, carga en el segmento superior sin descarga en la sexualidad, pies-tierra. Así como también la escisión en el segmento toráxico, desamor-desafectivización.

    Me pregunto que relación guarda entonces este síndrome con el contexto social –histórico en el cual se desarrolla.

    Otro cuestionamiento entroncado con este último sería que relación guarda la crisis de pánico con el contexto histórico socio familiar del que lo padece.

    Me planteo como una condicionante que se plantea en alguno de los casos la falta de contacto con el cuerpo, falta de enraizamiento producto de la desorganización de la vida familiar, padres ausentes y con dificultad para contener afectiva y corporalmente a sus hijos.

    Si entendemos el cuerpo como una vía de afirmación de la vida, la subvaloración del mismo, la falta de contacto madre-hijo, determinan cuerpos marcados en la historia personal y en lo colectivo; por las crisis que viven los cuerpos en una sociedad donde prima el intelecto donde se sobre valora la cabeza, "desplazamiento social hacia arriba" (Arqueología del Cuerpo).

    La mente escindida de un cuerpo que no siente, que está anestesiado para sobrellevar la lucha por la competencia diaria, desconectándonos del "ritmo interno natural" y de la pulsación bioenergética básica.

    Como último punto intentaré constatar el aporte generado en lo personal por la clínica bioenergética como técnica elegida, en la recuperación de un cuerpo alienado de si mismo, la bioenergética como vía regia de reconexión con la pulsación básica perdida. Las intervenciones sicofísicas con las que he trabajado han sido de gran apoyo en la recuperación de la función sanadora del propio cuerpo, observado en los casos particulares que pasaré a desarrollar a continuación.

    Haciendo hincapié sobre todo en el trabajo de enraizamiento, en la desorganización del anillo ocular, y en la contracción diafragmática.

    3) TRABAJO DE CAMPO_ DESARROLLO DE CASOS Y TRATAMIENTO

    En esta exposición pasaré a relatar el caso de una paciente que llamará Patricia.

    Ella fue atendida en el año 1993 en el cual ella tenia 28 años, casada sin hijos.

    El motivo de consulta consistió en una extrema ansiedad, estados de pánico, que le imposibilitaban salir sola ( viene a la consulta con la madre a pesar de que vive a pocas cuadras del consultorio).

    Las crisis se le presentan con mucha frecuencia y recurre a su medico general y a las emergencias los cuales la derivan al psicólogo diciéndole que no hay nada físico que justifique sus crisis.

    Me referiré a una síntesis del caso de lo que fue el tratamiento en tres años, enfocando el trabajo sobre los síntomas de pánico y como fueron disminuyendo durante el proceso terapéutico por medio de las intervenciones desde la bioenergética-Gestalt y terapia floral.

    Desde la Bioenergética fuimos trabajando a través de la respiración, llevándola a apropiarse de la misma, en el decir de Lowen. Esto tan simple fue un hecho significativo en el manejo de sus síntomas, pues el contacto con su respiración se transformó en un soporte que le fue permitiendo atravesar sus crisis.

    Esto es una primera intervención desde lo Gestáltico , que también forma parte del trabajo bioenergético.

    Relataré brevemente sus crisis, lo fenomenológico y sus correlatos psíquicos en relación a su historia personal.

    Pasaré a enumerar las técnicas de trabajo que mejor permitieron elaborar su sintomatología sin querer hacer de esto una descripción acabada de un caso clínico.

    Si tuviéramos que hacer un diagnóstico de personalidad me inclino por la tipología de rasgos orales, con el correspondiente síndrome de pánico, ya que coinciden todos los elementos de diagnosis que enumeré en la segunda parte de este trabajo.

    Sus crisis ocurrían desde aproximadamente un año, en forma esporádica al principio, para hacerse más frecuentes en los últimos meses en que consulta. Sus síntomas consistían en taquicardia, ahogos, dificultad para respirar, sensación de mareo, miedo extremo a morir y a no poderse controlar; acompañados de una angustia y ansiedad importantes.

    Estos síntomas le aparecen sobre todo en circunstancias en las que está sola, tanto dentro como fuera de su casa. Los más difíciles de transitar ocurren en circunstancias en las que está sola por lo cual últimamente sale siempre acompañada hasta para ir al supermercado.

    Vemos claramente la limitación que vive la paciente tanto en el ámbito físico, emocional y social.

    Nos encontramos desde un principio por un cuerpo congelado por el miedo.

    El correlato psíquico-emocional que vamos desenredando en el aspecto analítico, aunque más que nada desde un encuadre de trabajo Gestáltico, será a lo que me referiré a continuación.

    Encontramos detrás del miedo manifiesto una falta de contacto muy primario con su cuerpo. Desconfianza básica en sus reacciones instintivas. Esto lo vamos relacionando a una madre alcohólica, la cual suponemos no logro contener el cuerpo de su hija.

    Patricia es hija única muy deseada, luego de varios intentos frustrados de buscar embarazos.

    El padre lo vive como muy autoritario y exigente, siendo él, el que marca la norma-control en los impulsos, frente al descontrol de la madre.

    La relación de Patricia con su madre está cargada de miedo, vergüenza y control; siéndole siempre muy difícil moverse en reuniones sociales con ella, hasta en su propio casamiento, donde no pudo disfrutar de uno de sus momentos más importantes, por el temor al descontrol de su mamá.

    Los momentos de disfrute y entrega en Patricia son muy pocos, por el propio temor a perder el control en la expansión.

    "La tensión es consecuencia, de un impulso que busca expresarse y encuentra un freno basado en el temor, representando una actitud negativa, (no lo haré, no me doblegarán, no puedo, etc..) ( Arqueología del Cuerpo).

    Con estas tensiones fuimos trabajando y desbloqueando en el transcurso del proceso. Las herramientas de trabajo que a mi modo de ver permitieron la recuperación de la paciente fueron básicamente los actings bioenergéticos así como también la terapia floral y el trabajo gestaltico.

    Dentro de lo floral aborde el caso desde un principio con florales que contrarrestan la crisis aguda (a modo de un ansiolítico para la psiquiatría con la diferencia que las flores como homeopatía van del síntoma hacia adentro para producir la curación). Se le recetaron desde un principio Rock Rose (pánico), Cherry Plum (descontrol), Chicory (apego y beneficio secundario del síntoma).

    La terapia fue variando a lo largo del proceso a fin de ajustarse a las nuevas camadas que iban surgiendo detrás de la sintomatología. Pero básicamente se trabajo con esas flores por el lapso de uno a dos años.

    Fui observando como la terapia floral, desde un principio, oficiaba de sostén, frente a la emergencia de los síntomas y le permitían a la paciente un manejo paulatino de sus crisis.

    Lo mismo pude observar en los otros dos casos que trate con síntomas similares. Las esencias florales junto a las tareas para el hogar que le fui recomendando hacer a la paciente, le fueron permitiendo incorporar la función de sostén propia dejando paulatinamente la dependencia de sus familiares y dándole una mayor sensación de apoyo en sus recursos. Por ejemplo el contacto básico con la respiración, el ejercicio frecuente de grounding como tarea domiciliaria; produciéndose de este modo el desarrollo del terapeuta interno como sostén y soporte propio (arraigo y sostén propios opuesto a miedo-dependencia)

    Los actings mas usados en este caso fueron grounding, actings del anillo ocular, por ejemplo el tema control descontrol trabajado a través de ejercicios con los ojos, ejercicio de la linterna. Estos últimos fueron contrarrestando el flujo intenso de energía en dirección a la cabeza, que desorganizaba su auto percepción e imposibilitaba la integración del yo. El trabajo fue produciendo un desbloqueo paulatino del segmento, por lo que fue disminuyendo la necesidad de control, apareciendo cada vez más posibilidad de entrega a sus instintos. A la vez fueron emergiendo sentimientos de miedo muy primarios, que al poder ser sostenidos en las sesiones terapéuticas, le fueron permitiendo incorporar la función de sostén, junto a una mayor confianza en el propio cuerpo y sus funciones vitales.

    Estos miedos fueron surgiendo sobre todo a medida que fuimos trabajando con el segmento diafragmático. Lo trabajamos por medio de ejercicios de respiración abdominal, toques en la zona, liberación de sonidos y demás técnicas.

    Esta fase fue una de las más difíciles de transitar por el caudal de movilización energética que fue desplegándose junto a todo lo transferencial y contratransferencial que estuvo en juego. Pero fue decisivo en el proceso ya que, posibilito una mayor expansión así como una, mayor confianza en sus impulsos y su descarga.

    Consideré que fue bueno el haber trabajado mucho enraizamiento, previa y paralelamente; pues le permitió sostenerse y estar en la realidad de lo que se movilizó a nivel diafragmático posteriormente.

    Las descargas de ira-rabia fueron también un paso significativo, en la elaboración del propio sostén, la agresión como una emoción que no había sido permitida en su educación. También el placer concomitante que posteriormente fue liberándose en la pelvis, produciéndose una mayor entrega en su sexualidad, la cual se veía disminuida por el temor a la entrega y a perder el control en el orgasmo.

    En síntesis, el proceso duró aproximadamente tres años y obtuvo su alta. La paciente actualmente tuvo un hijo, estudió Psicología y terapias florales. Se puede decir que aprendió a manejar sus crisis las cuales fueron disminuyendo paulatinamente; logró un mayor autoconocimiento así como una expansión mayor en su vida profesional y de relación.

    Pasaré ahora a relatar como segundo caso el de un niño de diez años al que llamaremos Diego.

    Presenta como motivo de consulta, síntomas de ansiedad, miedo intenso, temor de salir solo, mareo, ahogo, temor a desmayarse y a veces transpiración en las extremidades.

    Estos síntomas los vive a partir de una baja de presión que tuvo en clase de gimnasia frente a la cual perdió el conocimiento ( pérdida del control del yo).

    Presenta esta sintomatología desde hace unos meses aproximadamente al momento de la consulta; consulta al médico y es derivado al psicólogo.

    Se presenta con sus padres a la primera entrevista donde aparece claramente la demanda de los mismos frente a lo difícil de sobrellevar la s crisis de Diego.

    El niño no quiere salir solo, no va más a clase de gimnasia, de noche pide a los padres que lo acompañen hasta que se duerma, duerme con la luz prendida, este comportamiento nunca había ocurrido en él.

    Diego es hijo único de la madurez; el padre se presenta como muy exigente y controlador y la madre como muy sobreprotectora.

    Como primer abordaje antes que nada trabajé como en el caso anterior con florales, Rock Rose-Cherry Plum-Chicory-Mimulus ( miedos-fobias.)

    Fuimos trabajando también corporalmente, ejercicios de enraizamiento en primer lugar fortaleciendo sus piernas y pies que aparecían muy subcargados. Recomendé tareas para el hogar, entre ellas el ejercicio de toma de tierra.

    Contacto frecuente con la respiración como soporte en los ataques de ansiedad.

    Fuimos elaborando también sus miedos desde lo gestáltico: silla vacía, visualizaciones, dibujo expresivo. Fijamos mensualmente entrevistas con los padres, incentivé el hecho de ir dándole paulatinamente más independencia a Diego apoyando el trabajo que venimos haciendo sobre su autosoporte. El proceso fue evolucionando favorablemente en pocos meses. No llegamos a trabajar el segmento diafragmático; si trabajamos en parte el ocular a través de algunos ejercicios con los ojos.

    En este caso no llegué a profundizar en un proceso terapéutico más comprometido. La terapia se extendió aproximadamente por un año, los síntomas del pánico desaparecieron, el paciente logró más estabilidad y autosostén. El diagnóstico del caso reúne varios elementos que nos hacen pensar en el síndrome de pánico; sus rasgos de personalidad predominante estarían dentro del tipo oral.

    Dos años después de finalizado el tratamiento tuve un encuentro casual con los padres de Diego, los cuales me informaron sobre los resultados positivos que tuvo la terapia en la evolución de su hijo.

    Me referiré ahora al último caso clínico tratado, con estas características.

    Se trata de una paciente de 23 años llamada Andrea.

    Se presenta a la consulta con el motivo de resolver sus crisis s de pánico. ( Las nombra así, a partir del diagnóstico médico que recibió en las consultas de emergencia. Estaba medicada con Ribotril, un ansiolítico que parece ser muy usado en estos casos. Refiere querer dejar esta medicación que siente que no la cura y que quiere resolver psicológicamente y en forma más efectiva su problemática. Desde lo fenomenológico sus crisis presentan como síntomas: ahogos, dificultad para respirar, nudo en la garganta, náuseas, mareos, taquicardia, acompañados también por una carga de ansiedad y de angustia. Las crisis se presentan más frecuentemente cuando sale sola, por ejemplo en el ómnibus y en lugares concurridos como el shoping.

    Presenta estos síntomas desde hace un año aproximadamente.

    Andrea vivía en Buenos Aires donde concurrió a terapias de corte analítico y no obtuvo ningún beneficio, por esta razón consulta conmigo, en la búsqueda de otro abordaje.

    Estudiaba Administración de Empresas ( antes de las crisis) en la ciudad de Buenos Aires, donde trabajaba como secretaria. Vivía con su novio, desde hacía tres años.

    En los últimos meses decide regresar a Uruguay por la propia problemática, buscando el hogar de su madre como protección. Su padre vivía también en Buenos Aires donde ella vivió con el y su mujer entre los seis y los catorce años. Ella relata de esta época como muy problemática en la convivencia con la esposa del padre, mucho control y exigencias frente a lo cual suprimió su espontaneidad, diversiones y placeres. Se le exigía mucha eficiencia a nivel intelectual y pocas veces había tiempo para disfrutar, salir con las amigas a jugar y hasta las comidas dulces y golosinas eran suprimidas.

    Se observa en la lectura corporal que se hace de la paciente, un corte muy marcado entre la cabeza y el cuello, lo mismo que el hundimiento del diafragma. Se la ve muy delgada y con mucha falta de enraizamiento en piernas y pies que se observan como muy subcargados. Los trazos de personalidad más marcados entrarían dentro de lo esquizoide, con mucho de oral. Se observa una notoria desconexión con su cuerpo; su expresión emocional se veía restringida, se encontraba casi paralizada por el miedo y sus tensiones.

    El abordaje del caso fue similar al tratado anteriormente: Esencias florales, Cherry Plum- Rock-Rose- Impatiens (ansiedad- excitabilidad-ritmo acelerado).

    Comenzamos trabajando en la línea de lo gestáltico primeramente. Mucho trabajo en el darse cuenta en relación a lo corporal, contacto con la respiración y apertura de la memoria sobre todo como forma de acercarnos paulatina y no tan directamente a lo corporal a través de lo bioenergético por el propio temor y el notorio grado de desconexión de su cuerpo. Usamos también visualizaciones, silla vacía, ejercicios expresivos y demás, a fin de acercarla a un mayor contacto interna.

    Fui incorporando de apoco los ejercicios de enraizamiento para permitirle como en los casos anteriores, mayor autososten y más arraigo en su cuerpo, así como la posibilidad de sostener mas carga en su cuerpo.

    Trabajamos con el segmento ocular y parte de lo diafragmático. Al cabo de tres meses los síntomas fueron disminuyendo y fue dejando progresivamente la medicación psiquiatrica. El proceso se extendió por el termino de dos años aproximadamente.

    Andrea fue logrando mayor estabilidad; accedió a un buen trabajo, formo pareja y reinició sus estudios. No llegamos a una profundización terapéutica como el primer caso, pero si se logró eliminar la sintomatología del pánico. Logró mayor estabilidad y autososten, mas contacto con su cuerpo y sus emociones así como una mayor comprensión de si misma y de sus síntomas.

    Pasaré a comentar ahora libremente algunos casos que he entrevistado, a fin de completar un poco mas la comprensión del síndrome de pánico.

    Se trata de Martín que tiene veinticinco años y padece al parecer de este síndrome.

    Le pregunto que síntomas padece y como los describe; Martín responde: en un primer momento siento calor, mucho calor pareciera que de apoco me va faltando el aire. Debido a esto comienzo a sudar , específicamente en la cara, cuando me doy cuenta que estoy sudando me pongo nervioso, y esos nervios hacen que de un momento a otro mi cuerpo este todo traspirado. A veces también me mareo y me late muy fuerte el corazón y me da nauseas.

    Le pregunto cuando aparecen estas crisis y frente a que situaciones y responde: este tipo de "problema" no aparece en una situación particular determinada, por ejemplo me ha sucedido en espacios cerrados y abiertos también, pero sobretodo cuando hay mucho ruido y mucha gente.

    Me da un ejemplo: "no hace mucho tiempo en una noche fría estaba en la parada del ómnibus conversando con una amiga, vino el ómnibus , nos subimos y nos quedamos parados en el medio del coche y ahí comencé a sudar, y cada vez mas y me ponía nervioso y sudaba mas, le seguía la conversación a mi amiga sin mirarla a la cara. Este tipo de situaciones me ocurre a menudo.

    Le pregunto desde cuando padece estos síntomas y si los relaciona con algún hecho en su vida; responde: desde hace unos tres o cuatro años que me sucede este tipo de "problemas". No lo relaciono con ningún hecho puntual.

    Le pregunto si hace algo al respeto, como un tratamiento medico , psicológico u otros, dice que no, no hace nada.

    Le pregunto cuanto le duran estos estados y que le ayuda a salir de esto y dice: solo unos minutos hasta tranquilizar mis nervios, y de apoco mi cuerpo deja de sudar salgo tranquilizándome, apaciguándome y perdiendo la mirada, pues si observo las miradas de las otras personas, me vuelvo a poner nervioso.

    Le pregunto si fuera a buscar algún recurso para salir de estas crisis que ayuda buscaría; responde: yo estoy abierto a opiniones diversas sobre el "problema" pero estoy buscando en mi la mejor manera de enfrentar estos miedos y nervios.

    Le pregunto que ayuda buscaría para enfrentar las crisis; responde: buscaría ayuda profesional.

    Le pregunto por último en que le afecta en su vida personal este "problema" como él lo llama; responde : me inhibe estar en estas situaciones, sobretodo cuando estoy con la gente, también la situación me da mucho miedo y vergüenza.

    Le agradezco su aporte y finalizamos la entrevista.

    Relataré por último otra entrevista a un chico de veinte años, que al parecer padece también de esta sintomatología.

    Su nombre es Francisco, vivía con su novia desde hace dos años y trabajaba de mozo en un restaurante.

    Se le presentan sus crisis en forma bastante repentina, él cree que a partir de la separación con su pareja y los problemas laborales ( queda sin trabajo en los últimos meses ).

    Estos hechos lo llevan a un cambio importante en su vida , que lo movilizan a replantearse su vida desde nuevos parámetros. Le pregunto como es esto y m dice: " Tengo miedo a crecer y a la responsabilidad."

    Le pregunto como vive sus crisis , me dice: "Me quedo sin aire, siento que me ahogo, se me cierra la garganta, fuerte taquicardia y mareos, muchos nervios, me tengo que quedar quieto porque me parece que me voy a volver loco o a morirme."

    Le pregunto en que circunstancias se producen las crisis, me responde: "En cualquier momento, sobre todo cuando estoy solo o cuando me encuentro en lugares cerrados y con mucho barullo; por ejemplo me he tenido que bajar del ómnibus muchas veces." Le pregunto si busca algún recurso para salir de estas crisis, dice que sí que está tomando homeopatía, acude también a un tratamiento de medicina china desde hace dos meses y ahora está por empezar terapia psicológica.

    Le pregunto cuanto duran las crisis y que le ayuda a salir de ellas; m dice que duran aproximadamente unos diez minutos y sale de ellas quedándose quieto y respirando.

    Le interrogo acerca de sí le gustase buscar algún otro recurso para salir de esta problemática; me dice que los está buscando a través de la terapia y que todo esto lo está ayudando a conocerse internamente.

    Indago en qué le afecta en su vida personal; me dice que le afecta muchísimo porque no puede estar tranquilo, le hace sentir muy mal y le angustia mucho ya que esta problemática le impide desenvolverse normalmente.

    Damos por finalizada la charla y le agradezco por su aporte a este trabajo.

    4)CONCLUSIONES

    Me referiré a unas frases de Lowen, para ir cerrando el presente trabajo.

    " Para entender el temor a la locura (principal síntoma subyacente en el síndrome del pánico) necesitamos darnos cuenta de que manera nuestra cultura contribuye a enloquecernos. Vivimos en una cultura hiperactiva que sobreexcita y sobreestimula. Demasiado movimiento, demasiado ruido, demasiadas cosas. En los hogares actuales se desarrolla una hiperactividad similar con los televisores, ordenadores y electrodomésticos. En esta cultura es imposible ir más despacio o calmarse. "…..

    Se refiere también a una cultura dirigida hacia afuera que nos impide conectarnos con el self interior.

    Esta concepción es totalmente acorde, con la correspondencia que he venido planteando entre el síndrome como emergente de nuestra sociedad de consumo actual, con la invasión de estímulos masivos que nos impide encontrarnos con lo que necesitamos y permanecer en contacto con nuestro ser interno.

    Esto aparece planteado en casi todos los casos que he desarrollado en este trabajo; donde la sintomatología aparece asociada con el salir solos a lugares concurridos, con exceso de estímulos. En esta situaciones se ve la tendencia a perder el contacto con el yo interno, con la pulsación a perder el contacto y el ritmo interno básico, por lo que se pasa a estar mas a merced del afuera de la sobreestimulación externa.

    Entroncado con este planteo observamos también como producto de nuestra época; cuerpos menos vivos y desarraigados. Siempre en relación al contexto histórico socio-familiar particular.

    En los casos que he relatado se observa la predominancia que se le da en las respectivas familias a lo intelectual (caso de Andrea y Patricia sobre todo) con padres exigentes que la llevan a mantener el control de sus emociones e instintos, en desmedro de la entrega al cuerpo sus necesidades vitales.

    También nos encontramos con madres que no pudieron ejercer la función corporal de sostén en sus hijas, dando lugar a cuerpos con necesidad de contacto y sostén cargados de miedo y desconfianza básica.

    También están las madres sobreprotectoras, como el caso de Diego, que dificultan el establecimiento del autosostén en sus hijos. En contra parte encontramos padres exigentes y autoritarios (observado en los tres casos).

    Como última conclusión me referiré a constatar el aporte de la clínica bioenergética en el tratamiento del pánico .

    Considero que en los casos que aborde en este trabajo se pudo observar claramente el beneficio obtenido a través de la bioenergética. Entendiendo que las crisis se presentan claramente como un desarraigo y alienación del propio cuerpo; pude observar como la bioenergética contribuyó a la apropiación del mismo con la consecuente entrega y mayor confianza en la pulsación energética básica.

    Quisiera aclarar por último que a pesar de que los casos tratados clínicamente, fueron previos al presente curso; mi incursión anterior en lo bioenergético sobre todo desde lo experincial, me permitió incorporar el manejo de las técnicas mencionadas.

    A partir del curso creo que además pude constatar en forma más conceptual las herramientas que utilice en la recuperación de estas pacientes.

    BIBLIOGRAFÍA:

    • Apuntes de clase del curso de Clínica Bioenergética.
    • Henry Ey "Manual de Psiquiatría".
    • Lowen "El Gozo".
    • Luis Goncalvez "Arqueología del Cuerpo"
    • MS-IV.
    • Artur Thiago Scarpato "Síndrome de Pánico"
    • Lowen "Bioenergética".
    • Apuntes de trabajo con M. Brandao.
    •  

    Lic. Adriana Cánova Amaral

    Psicóloga Graduada en la Universidad de La República Oriental del Uruguay-Montevideo

    Postgrado en Gestalt Transpersonal en Bs.As-Argentina

    Postgrado en Bioenergética y Téc. Corporales

    Formación en Terapias Florales

    PsicoAstróloga

    JUNIO, 2001

    Monografía